LA NAVIDAD DE LOS ÁNGELES
© Carlos Padilla – Navidad 2020
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El príncipe Federico el Sabio, que reinó en Sajonia, creó la universidad de Wittenberg, foco de la Reforma Protestante, mandó a sus tropas secuestrar a Martín Lutero y ocultarlo en el castillo de Wartburgo para protegerlo del papa y del recién nombrado emperador Carlos V. En ese trascurso Lutero tradujo la Biblia al alemán, 2 años para el Nuevo Testamento y 10 para el Antiguo Testamento, desde las lenguas originales. Seguro que la Navidad de Lutero y Federico en el año 1517, cuando clavó las 95 Tesis sería convulsa, en medio de la revuelta que empezaba a causar la Reforma.
La línea de sucesión al trono durante toda la historia ha sido la que recae sobre un príncipe, hijo del rey, como fue el caso de Federico de Sajonia. Pero en más de una ocasión ha habido varios príncipes que están en la línea sucesoria y por lo tanto no siempre sucede en el trono el mayor de los hijos, sino aquel que sobrevive o quien recibe el reino por abdicación del mayor, u otra causa. El principado es una posición de gran autoridad en potencia, pero no llega a hacerse efectiva hasta que el príncipe se convierte en rey. Nosotros los cristianos tenemos un Rey de reyes, uno de quien Su nacimiento fue profetizado por Isaías con una frase que decía que el principado estaba sobre Su hombro, es decir que Él sería quien reinaría inequívocamente. Pero hay otros príncipes que han estado en posición de reinar pero han sido escogidos por Dios para un reinado distinto, como le pasó a Moisés, que estaba en la línea de sucesión del faraón por ser ahijado de su hija y si el hijo del faraón hubiera muerto o abdicado, él hubiera sido faraón rey de Egipto. Sin embargo Dios le llamó a ser príncipe de Israel y guiador de Su pueblo para sacarlos de la esclavitud.
Los ángeles también tienen principados y potestades, como conocemos por las Escrituras, y hay una lucha por gobernar este mundo, hasta el punto de llamar al diablo príncipe de este mundo. Sin embargo, él nunca reinará, porque el mundo será trasformado en una nueva creación, aunque ahora parezca que el príncipe Covid 19 sea quien gobierna el mundo en una Navidad encerrados bajo la pandemia. Pero hay otros principales ángeles que han servido y sirven a Dios y a nosotros, como Gabriel y Miguel. Muchos de ellos también han participado en la creación de Dios, y han sido embajadores del nacimiento del Niño Jesús, el que tenía el principado sobre Su hombro, porque es el Hijo de Dios, y siendo Rey de reyes, vendrá para establecer Su Reino, ese que ya está entre nosotros. Hoy vamos a adentrarnos en una Navidad diferente, la que vivieron otros príncipes que moran en las regiones celestes, pero cuya participación fue decisiva: la Navidad de los ángeles.
Texto Lucas 2: 8-20:
8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 14 !!Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! 15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.
El contexto que nos presenta este Texto del Evangelio de Lucas narra la historia de José y María, embarazada y a punto de dar a luz al Niño Jesús, viajando desde su ciudad de residencia, Nazaret, hasta su ciudad de nacimiento y origen familiar, Belén de Judá, por cuanto eran de la casa de David por parte de José y de María, para ser empadronados por edicto de Augusto César. Y estando ellos en Belén, he aquí que María se puso de parto y dio a luz al Mesías. Pero este acontecimiento que conocemos y que fue profetizado durante siglos por los profetas de Dios, también sería anunciado a los humildes a través de un ángel del Señor, acompañado de una multitud de las huestes celestiales, a los pastores del lugar, para que fuesen a adorar al Señor, lo cual hicieron y anunciaron aquel gran y maravilloso evento de ver el cielo lleno de ángeles que adoraban a Dios.
¿Pero cuál es el contexto de este Texto, qué pasaba antes y después en la historia? Antes de la historia del pasaje que hemos leído hoy, encontramos que fue anunciado el nacimiento del mayor de los profetas, y primo de nuestro Señor Jesús, Juan el Bautista, también por el ángel Gabriel, a su padre, el sacerdote Zacarías, mientras presentaba el incienso en el Templo, en el Lugar Santo. Su esposa Elisabet, era estéril y mayor, pero el ángel le dijo que nada había imposible para Dios, y le dejó mudo hasta que Juan nació. También María virgen, parienta de Elisabet y madre de Jesús el Cristo, recibe la visita del ángel Gabriel para la Anunciación, de que concebiría del Espíritu Santo al Hijo de Dios. Luego su esposo, José sería también avisado por el ángel de que el Niño Jesús era Hijo de Dios. Tras el evento de los ángeles a los pastores y del nacimiento de Jesús, encontramos que José, María y Jesús van al Templo para presentarlo a Dios, circuncidarlo y hacer según manda la Ley. Allí dos profetas, en anciano Simeón y Ana, profetizan sobre el Niño a sus padres. Luego deben huir a Egipto antes de la matanza de los niños mártires de Jesús, todos los menores de 2 años que Herodes mandó matar porque peligraba su trono, al anunciarle los magos de oriente que había nacido en Rey de los judíos. Luego el ángel del Señor avisaría a José, tras la muerte de Herodes, para volver a su tierra.
La idea o tesis que nos deja este Texto es que los ángeles del Señor siempre están trabajando para que recibamos la obra del Señor.
Ahora voy a adentrarme un poco más en esta extraordinaria historia de los ángeles que anuncian el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Debemos darnos cuenta de dos situaciones impactantes. La primera, es cuando los propios pastores estando en el campo con sus ovejas, son rodeados de una gran luz que los envuelve y los ciega, para luego ver al ángel del Señor aparecer en el cielo y hablarles, anunciarles el nacimiento de Jesús el Mesías, su temor, el cual el ángel calma, y ver el cielo lleno de ángeles de Dios. No podemos ni imaginarnos el impacto que causaría tal experiencia en las vidas de aquellos pastores, cómo cambió sus vidas para siempre, cómo lo contarían a sus familias, amigos, en la sinagoga, en todo Belén y alrededores. Sin duda una historia que recorrería todo Israel -«Buenas noticias de gran gozo que serán para todo el pueblo». La señal para reconocer al verdadero Niño Jesús era que estaría en un pesebre, lugar fácil para unos pastores, acostumbrados a vivir con animales, y sin tener que entrar en un mesón. Pero es que lo relevante de este acontecimiento es que fuera a gente humilde que vive en sus tareas cotidianas, y que no hubieran perdido el corazón de niño, como los pastores, los que reciben primero el anuncio del nacimiento, y no los líderes religiosos, todo un mensaje que nos hace reflexionar, como comenta Willian MacDonald.
Pero también debemos imaginar el impacto en José y en María, y en quienes estuvieran con ellos al ver llegar a unos pastores de Belén y contar aquella experiencia tan impresionante, con todo lujo de detalles y de forma emocionante, y ver sus caras y sus ojos al ver al Niño Jesús y contar aquella vivencia transformadora de sus vidas. ¿Os los imagináis?
Así, pues, los ángeles, los principados y las potestades, tienen autoridad en ministerios que se les han concedido. La palabra griega en la Biblia para principado es arque, se usa para seres no de este mundo que gobiernan. La palabra hebrea utilizada para Isaías 9:6 cuando habla del principado sobre Su hombre en Jesús es misrah que también se usa para gobierno. Principado se relaciona también con la palabra arcángel. La idea es la autoridad, el poder, el gobierno. También para quien rige el universo, Jesús, es el Rey de reyes y Señor de señores, también el Principado sobre todo principado, siendo Él el único que Reina sobre todos. Finalmente se relaciona con principio, origen, creador, y se vincula con Aquel que hereda todo. Diccionario Vine y, Diccionario Teológico de Justo González.
Para saber más de los ángeles: https://www.jesucristo.net/angeles.htm
De estos ángeles relevantes y que han intervenido en el nacimiento del Niño Jesús, podemos mencionar al ángel Gabriel, que hizo la Anunciación a María, el mismo ángel que anunció el nacimiento de Juan el Bautista a su padre, el sacerdote Zacarías que estando en el Lugar Santo presentando el incienso, cuya esposa Elisabet era estéril. Lucas 1:19. Al sexto mes, el mismo ángel, Gabriel, fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret a una virgen desposada con un varón llamado José, cuyo nombre era María. Lucas 1:35 narra la Anunciación del nacimiento de Jesús. Mateo 1:20 es la Anunciación, pero a José, y le advierte que el santo Ser que hay en el vientre de María, era del Espíritu Santo. Pero hay más intervenciones de estos ángeles y príncipes del cielo de Dios. En Mateo 2:13 un ángel del Señor apareció en sueños a José para que se marchasen a Egipto y salvar la vida al Niño Jesús. Después de muerto Herodes, de nuevo un ángel del Señor apareció en sueños a José, en Egipto, para que regresaran a la tierra de Israel, pero tuvo temor de ir a Judea, y de nuevo fue avisado por revelación en sueños, y fue a Galilea, a Nazaret.
Volvemos a ver a los ángeles en la muerte y resurrección de Cristo: Mateo 28:2. Lucas 22:43; 24:23. Juan 20:12. Hechos 5:19. Pero atención, también los veremos en Su venida, en Su gloria Mateo 25:31.
CONCLUSIÓN
El príncipe de Sajonia, Federico el Sabio tuvo, además del gobierno, el privilegio, sin al principio saberlo, de contribuir a proteger a Lutero para que la Reforma tuviera su inicio. En medio de luchas políticas, papales e imperiales, el verdadero interés histórico de aquel momento fue que Lutero iniciara la Reforma. Mientras lo que se veía era una lucha papal por imponerse en las regiones de Alemania, Federico de Sajonia, y otros príncipes, hartos de la imposición papal influyeron en el nuevo emperador para que no cayera bajo la manipulación papal y dejara Alemania libre y bajo la justicia en su imperio. Todo estaba oculto a los ojos del mundo, pero Dios estaba preparando un cambio en el cristianismo para que Su Palabra pudiera estar disponible para todo el mundo, y en su lengua natal, para que los oscuros intereses de los líderes religiosos corruptos que anteponían el poder político al Evangelio fueran descubiertos, y así el verdadero cristianismo fuese conocido.
Los ángeles anunciaron a cada uno de los santos relevantes, a Zacarías, a José y María, y luego a los pastores, el evento que cambió el mundo y la historia para siempre: el nacimiento del Niño Jesús, que salvaría a todo el que cree para vida eterna. Ese cántico que usaron los ángeles es el mundialmente famoso “Gloria In Excelsis Deo” del famoso compositor Johan Sebastian Bach. Por lo tanto, lo que parecía ser un periodo oscuro del reinado de Herodes, en la dimensión espiritual se estaba gestando, oculto a los ojos del mundo, el acontecimiento que cambiaría el mundo para siempre, en nacimiento de Jesucristo.
La pandemia del Covid 19 se ha gestado oculta a nuestro entendimiento, pero de repente nos ha cogido a todos y dado un parón en el mundo, en la historia, y sin duda alguna se trata de una lucha de principados y potestades de los gobernadores de las tinieblas, y los ejércitos de Cristo, quien vencerá al final, como dicen las profecías de la Biblia, las cuales todas se han cumplido, sin excepción.
Finalmente, los ángeles serán de gran relevancia en el regreso del Señor Jesucristo, lo cual leemos a lo largo del libro de Apocalipsis. Así que en todos los eventos del Señor, están Sus ángeles, y principados y potestades que el Señor gobierna. De nuevo el evento final que cambiará la historia por la eternidad se está gestando en la dimensión celestial oculto de los ojos del mundo, pero todo ojo Le verá; Apocalipsis 1:7.
Así pues, un príncipe, un ángel o un enviado cristiano que anuncia a Cristo, todos tienen autoridad sobre un ministerio, pero quien anuncia a Cristo tiene el mayor de los privilegios.
¿Cuál es entonces el desafío con el que nos reta nuestro Texto de esta Navidad? Si la Navidad fue importante para los ángeles -pues toda la historia del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo está impregnada de acciones de obediencia y alabanza de los ángeles- ¿hasta qué punto es para nosotros importante ser también proclamadores del evento que permitió que el mismo Dios se hiciera hombre para salvarnos? ¡Proclamemos la Navidad, celebremos el nacimiento del Hijo de Dios, pues como dijo el profeta Isaías 9:6: “Un niño nos ese nacido, hijo, nos es dado, y el principado sobre sus hombros, y se llamará Su nombre, Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”! ¡Gloria a Dios en las Alturas, paz, buena voluntad para con los hombres! Así pues nuestro reto en Navidad es más un privilegio, es anunciar el Evangelio, el nacimiento de Jesucristo y Su obra, la cual salva las almas por la eternidad de los que creen. ¿Anunciaréis el Evangelio en Navidad? Eso es lo que da “Gloria a Dios en las Alturas, y paz, buena voluntad para con los hombres”. Ese es nuestro privilegio, nuestro principado y potestad. ¡Feliz Navidad de los ángeles y de los hombres en este 4º y último domingo de Adviento! ¡Amén!