LA CIRCUNCISIÓN ESPIRITUAL

© Carlos Padilla – Febrero 2003 

La circuncisión, al igual que el diezmo, son dos temas que se originan antes de la Ley de Dios dada a Moisés, la cual los adoptaría. Sin embargo, en la visión espiritual del significado de la circuncisión, lejos de la que se practica en la carne y a hombres, debemos buscar la que se practica en el corazón, en espíritu y concentrarnos en el pacto de Dios con los hijos de la fe, cuyo padre espiritual es Abraham; en la relación personal entre el Señor y Abraham, de la cual nosotros podemos aprender y adoptar en nuestras vidas. El pacto de Dios con Abraham se cumpliría en el Hijo de Dios, pues Jesucristo culmina la Ley de forma espiritual, cumpliéndola y ofreciéndonos un mejor pacto en Su sangre, la vida eterna por la fe en Su Obra. Y esta nueva circuncisión espiritual es para hombres y mujeres.

Sin embargo, y siguiendo la enseñanza de la Palabra en cuanto a que la circuncisión física tiene un mayor trasfondo en su significado espiritual, nos adentramos en un campo más profundo, no el del cumplimiento, sino el del amor de Dios. La circuncisión es, pues, la circuncisión del corazón, la circuncisión espiritual del hombre y la mujer de Dios, para: “…Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos…” Mateo 5:44 y Lucas 6:27-36.

La circuncisión, en el enfoque espiritual, no en el físico, tiene dos fines: vencer a nuestra manera carnal de pensar, en el sentido de la mente humana sin Cristo, y por otra parte poner fin al sectarismo religioso, al fanatismo doctrinal denominacional, a la pertenencia y defensa de ciertas religiones organizadas, que permita al hombre conocer, pertenecer al Dios Vivo y a Su Hijo Jesucristo, y defender la causa del Evangelio.

Es necesario destacar aquí que no se trata de anular la personalidad de cada individuo, pues ésta es la que nos hace diferentes, que nos convierte en almas y espíritus que llenan de riqueza la existencia y que son piedras preciosas de Dios hasta el punto de dar Su vida por nosotros. El espíritu y el alma no se pueden clonar, son irrepetibles, como lo demuestran el caso de hermanos mellizos con vidas y circunstancias idénticas y personalidades bien diferenciadas desde el momento de su nacimiento, y que es un dato científicamente comprobado.

Así como la circuncisión en la carne se hace de una vez para siempre, espiritualmente se toma la decisión de corazón, pero no se consigue en ese momento, sino que es el comienzo de una obra que va a durar toda nuestra vida, la obra de atar a la carne con sus pasiones y proyectos de la mente, para que crezcamos en espíritu; obra que ha de hacer el Espíritu Santo en nosotros, cuando nos ponemos en Sus manos.

La voluntad de la persona que recibe a Dios es la de abrirle su corazón a Él y a los demás, pero debido a la cantidad de bagaje educativo y genético que llevamos dentro, además de la propia carne animal, (1 Corintios 15), esta voluntad se encuentra con un lastre que puede ser vencido poco a poco, como nos enseña el Maestro en Su Palabra: “…Sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. Mateo 5:48. Dicho lo cual, no es que Dios no nos acepte hasta nuestra perfección, sino en la de nuestra voluntad sabiendo que queremos ser perfectos, sabiéndonos imperfectos pecadores y débiles, reconociendo nuestra dependencia de Él durante nuestra vida, de modo que andemos en humildad. 

Es pues imprescindible conocer las claves para luchar contra la carne y la mente que se oponen a esta circuncisión del corazón en Espíritu, claves que El Maestro nos ha dado y que se explican a continuación:

La primera de ellas es el arrepentimiento, ese cambio de mente, el aceptar a Cristo como salvador tras haber comprendido que el mundo y la parte animal, no nos enseña a caminar con Él. Dios provee al hombre de un nivel superior para la mente, para su espíritu y para su vida, al recibir el Espíritu de Cristo en el BAUTISMO DE FUEGO, el hombre es purificado como el oro y llega a la altura de hombre espiritual, en lugar de quedarse en la de animal racional. El Evangelio tiene poder para transformarnos en el nuevo nacimiento del Espíritu de Dios.

La oración es el segundo instrumento que se puede utilizar para la circuncisión, orar por uno mismo, en este caso, para dejar fuera de combate a nuestro hombre natural. Vencer la lengua, la soberbia, el orgullo, la falta de humildad, etc. ¡Qué bien nos viene eliminar estas cualidades enemigas de Dios!, sin ellas no tendríamos el odio, las guerras, y tantas aberraciones de las que la historia humana está llena. Sin estos lastres podremos amar a Dios y a nuestro prójimo, y además a nuestros enemigos. La circuncisión espiritual es el primer paso para vivir según la Regla de Oro (Mateo 7:7-12), y poner la otra mejilla.

El ayuno es el tercer recurso que el Maestro enseña, dando ejemplo de cómo vencer la carne, y a veces añadiéndole la vigilia para que los deseos de la carne no puedan batallar contra el alma. Los demonios huyen si se les resiste, no son pacientes, no tienen dominio propio. Cristo en nosotros es nuestra fuerza. La Iglesia no es un cuerpo de elite por ella misma sino por la fe en Cristo, un cuerpo de aquellos que se niegan a sí mismos, que se reconocen débiles y que saben que su fuerza está escondida en Dios.

Especialmente recomiendo leer despacio el siguiente texto de 2 Pedro 1, y el estudio Bíblico LA VIRTUD. Las 8 etapas de la circuncisión o los 7 dones del Espíritu, y reflexionar en sobre tu vida:

“…3Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; 5vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, 

añadid a vuestra fe virtud;

a la virtud, conocimiento;

6al conocimiento, dominio propio;

al dominio propio, paciencia;

a la paciencia, piedad;

7a la piedad, afecto fraternal;

y al afecto fraternalamor. 

8Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Jesucristo nos vuelve a hablar de que nos circuncidemos de corazón usando otras palabras, nos habla de amor por los enemigos, nos habla de que ese es nuestro mérito, no que por nuestras obras tengamos méritos para la salvación, que es mérito de Cristo por amor a nosotros que éramos sus enemigos, sino que precisamente seamos imitadores suyos en este tipo de circuncisión, en la del corazón en espíritu.

Nos cuesta mucho amar a nuestros enemigos, y nos es tan fácil amar a los que nos aman y a los que nos dan algo a cambio de lo que nosotros damos, pero qué difícil nos resulta dar a los que nos dan disgustos y a los que nos aborrecen. Pero esto es también parte de la Regla de Oro. Nada rompe más la coraza que ponemos en nuestro corazón que cuando nuestro enemigo nos trata con amor y nos paga bien por mal o respeto por indiferencia; en Palabra de Dios: “20Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. 21No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”. Romanos 12:20.

El amor de Cristo se compone de que hagamos “sacrificio de labios que confiesan Su nombre”, que prediquemos el Evangelio, que les abramos la puerta que lleva a Dios, y que está cerrada para la mente, porque falta la fe, y la fe viene por el oír la Palabra de Dios: hablemos de Dios y de la salvación en Cristo, el único camino que tiene el hombre para agradar a Dios, y que Dios le reciba y le acepte. Hagamos el bien a todos y amémonos entre los que somos, por Su sangre, cuerpo de Cristo, para que sepan que somos Sus discípulos. “Recibid al débil en la fe, no para contender sobre opiniones”. Romanos 14:1.

Por último, queda una reflexión sobre la situación que experimentan las personas, dependiendo de la época y el lugar de su nacimiento y las circunstancias de su vida, que hacen que no conozcan a Dios, ni al Salvador, solo la tradición de sus religiones.

Dios pesa los corazones para ver sus intenciones. Dios sabe si una persona recibiría a Cristo si le predicaran, y concede Su misericordia acorde con esta condición de cada hombre. Por tanto, los que habéis conocido el Mensaje, como ya sabéis y habéis experimentado la nueva vida que da Cristo, id pues ahora a vuestras familias, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y empleados, y comunicadles de este modo a todas las naciones la buena noticia de La Palabra del Dios vivo, el Evangelio de Cristo por amor a ellos. Tenemos las llaves del reino de los cielos, sí, los vivos en Cristo, todos los Cristianos, como Pedro el apóstol, hemos recibido de Dios la fe en Su Hijo Jesucristo, el Salvador universal y esa fe es las llaves que abren la puerta.

Es pues la finalidad de la verdadera circuncisión espiritual que quiere Dios, que el hombre Le busque, que se dé cuenta de que sin Él no se puede vivir ni comprender la existencia. Que el hombre llegue a confiar en Él y en la Salvación, que confiemos en que hay otro mundo, el mundo perfecto, eterno, sin guerras, sin sufrimiento, lleno de bondad y de honor, lleno de amor fraternal donde el corazón está abierto y no tiene que temer. Ese mundo nuevo y eterno lo provee Dios, lo ganó Dios para nosotros por Su victoria contra el maligno y su ejército, en la Cruz del Gólgota, aquí en la Tierra y en la batalla espiritual en las regiones celestes espirituales, en la dimensión eterna. Esta es la buena noticia. ¿Crees esto? ¿Crees en el Hijo de Dios? ¡El reino de Dios viene!

Querido amigo, o enemigo, Dios te ama, aprendamos de Él. Hoy es el día perfecto para comenzar a amar a un enemigo. Hazlo un ejercicio diario. Cada día piensa en aquellas personas a las que aborreces y ora por ellas. Cambia tu vida, y la de ellos. Tu circuncisión espiritual ha comenzado. 

Luego busca tus propias debilidades y tus fallos y ora en el nombre de Jesucristo, para que Dios te libre de ellos, dentro de poco serás una persona diferente, no te reconocerás a ti mismo/a, te parecerás más a Cristo. Cuanto más lejos del Yo y más cerca de Cristo, menos carga tendrá que llevar Cristo y los hermanos por cada uno de nosotros. Ha comenzado la hora de aliviar el Yugo de Cristo. EL SACERDOCIO con Cristo te espera. 

“…Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas: porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:29.

DOS TEXTOS BÍBLICOS SOBRE LA CIRCUNCISIÓN Y SU SIGNIFICADO

Las dos circuncisiones del pueblo de Dios, desde Abraham, antes de entrar en Egipto y antes de entrar en la Tierra Prometida. ¿Qué significan?

JOSUÉ 5

2En aquel tiempo Yahweh dijo a Josué: Hazte cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar la segunda vez a los hijos de Israel. 3Y Josué se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el collado de Aralot. 4Esta es la causa por la cual Josué los circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto, por el camino, después que salieron de Egipto. 5Pues todos los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados; mas todo el pueblo que había nacido en el desierto, por el camino, después que hubieron salido de Egipto, no estaba circuncidado.  

El pueblo de Dios, cada uno de nosotros, en su historia particular con Dios, sigue la historia de la Biblia, y por lo tanto Abraham representa en nosotros, nuestro comienzo en la relación íntima con Dios. La circuncisión de Isaac representa nuestra circuncisión en Jesucristo, el Hijo amado del Padre. Por lo tanto, esta es nuestra voluntad de caminar con Cristo en humildad, negándonos en la carnalidad de nuestra mente. Después de esto entramos en Egipto, nuestra vida en el mundo bajo la esclavitud al sistema. Aceptamos y celebramos la Pascua antes de salir del mundo el 14 de Nisán, el día en que recibimos y comprendemos el sacrificio de Cristo y tomamos la Santa Cena, poniendo la señal de Su sangre en el dintel y en los postes de nuestras almas, el templo de Dios. Luego salimos a buscar la Tierra Prometida de la mano de Dios. La preparación mediante la tentación en el desierto, el crecimiento espiritual y la búsqueda de otros que amen a Cristo, y sus almas que son Tierra Prometida. 

6Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años,

Al igual que Cristo es tentado cuarenta días en el desierto, nosotros también pasamos un periodo de prueba, nada más recibir a Cristo, este tiempo simbólico son los cuarenta años en el desierto.

hasta que todos los hombres de guerra que habían salido de Egipto fueron consumidos, por cuanto no obedecieron a la voz de Yahweh; por lo cual Yahweh les juró que no les dejaría ver la tierra de la cual Yahweh había jurado a sus padres que nos la daría, tierra que fluye leche y miel.

Los hombres de guerra que salen de Egipto son nuestra carne, nuestro hombre viejo, que tiene que morir para que nazcamos de nuevo y confirmemos en el desierto que queremos estar con Dios tras la prueba.

7A los hijos de ellos, que él había hecho suceder en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no habían sido circuncidados por el camino.

Josué representa al guía que tiene el mismo nombre que Yeshua o Yahshua, nos enseña la circuncisión espiritual de nuestro hombre nuevo, el que va a luchar cada día para vencer la enemistad de la carne y de la mente.

8Y cuando acabaron de circuncidar a toda la gente, se quedaron en el mismo lugar en el campamento, hasta que sanaron. 9Y Yahweh dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy.

Gilgal (círculo de piedras) las piedras son el pueblo de Dios, que ha recibido la fe y que ha confirmado su voluntad de lucha en Cristo. Este lugar es la morada de los que van con Cristo. También es el lugar donde se encuentran ELÍAS y ELISEO, el primero representa al Espíritu de Dios y su profecía sobre la victoria de Dios sobre la idolatría, y el segundo representa al discípulo que sigue a Jesucristo. 

Cuando hemos comenzado la dolorosa labor de vencer a nuestro hombre viejo, permanecemos con Cristo hasta que sanamos en nuestra mente de esta enemistad entre el Espíritu y la carne hasta ser asimilada y comience en nosotros una nueva vida. Entonces dice Dios que es quitado de nosotros el oprobio de Egipto, es decir que nuestra voluntad está aferrada al aborrecimiento del sistema del mundo sin Dios.

10Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó. 11Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas. 12Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.

Ahora el nuevo hombre, ya iniciado en su nueva circuncisión, celebra la Pascua de nuevo antes de entrar en La Tierra Prometida, en Gilgal, campamento de vida con Cristo, antes de entrar en Jericó, nuestra nueva vida y la conquista de la ciudad o alma de un hombre o mujer que va a rendirse a Cristo, por el Evangelio.

También ahora el nuevo hombre, nacido del fuego del Espíritu en Gilgal, ya no come el maná, sino que come del fruto de la tierra, su alma, que, por caminar de la mano de Cristo, recibe pan sin levadura y espigas tostadas, pasadas por fuego, o sea, revelación del conocimiento de La Palabra de Dios, pura y directa de Aquel que es el Pan de Vida. Esta revelación es la que Dios deja cerrada a la mente del incircunciso, el hombre del mundo, o el hombre que está sometido a maestros de la religión organizada, algunas iglesias y grupos de sometimiento sectario que mantienen su mente cauterizada por las tradiciones y los mandamientos de hombres. 

Entrad todos hoy en Gilgal para construir esta ciudad de las piedras, que sois vosotros, con la fe en Cristo.

TEXTO BÍBLICO CLAVE DE ESTE ESTUDIO

TOMADO DEL ESTUDIO: ABRAHAM

GÉNESIS: CAPÍTULO 17

LA CIRCUNCISIÓN, SEÑAL DEL PACTO:

1Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Yahweh y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. 2Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.  3Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: 4He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes.  5Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. 6Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.  7Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.  8Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetuay seré el Dios de ellos. 9Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.  10Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.  11Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.  12Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje. 13Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo.  

El Señor confirma a Abraham su pacto y le pide que circuncide la carne. Esta carne no es otra cosa que nuestra carnalidad, la que se opone en nuestra mente a Dios. Este proceso es para varón y mujer, pues es espiritual y se representa en este pacto de la circuncisión del prepucio, que es la fuerza del hombre de Dios. No por la circuncisión de la piel se obtiene la descendencia espiritual, sino porque uno se corte a sí mismo en lo que se opone a Dios. De esto todos tenemos mucho, y por ello es una labor que hay que hacer durante toda la vida, de la mano de Dios y que realiza el Espíritu Santo en nosotros. 

A los ocho días; significa que la persona que se entrega al Señor y que empieza a andar con Él, va a tener siete días, que son siete tiempos para andar sin circuncidarse, debido a la falta de madurez espiritual y del conocimiento de Dios. Sabido es que el número siete simboliza la totalidad de una obra como Dios hizo la creación en siete días, que son tiempos de duración indeterminada. Así pues, el alma que sea de Dios, tras haber crecido espiritualmente, debe circuncidarse el corazón espiritualmente, luchar contra sus propias carnalidades y debilidades, para empezar a madurar y con el tiempo llegar a ser anciano espiritual y servir a Dios y al prójimo. Este es el pacto con el pueblo de Dios; la descendencia de Abraham. “Vete de tu tierra, de tu parentela”. Y dice Cristo: “…el que no aborrece su propia vida, no puede ser mi discípulo…” Lucas 14:27.

14Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto. 15Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.  16Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.  

Entonces Dios bendice el alma de aquellos que quieren vivir de la mano de Él. Y Sara, aquí simboliza el alma.

17Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?  18Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.  

Duda Abraham, que no ha visto que sin religión de tradiciones la gente quiera seguir a Dios de manera natural, y propone que viva Ismael que es una buena tradición conocida de religión que guarda tus preceptos con la cual la gente cree y viene a Ti.

19Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.  20Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.  

No dice Dios que no vaya a seguir habiendo religión organizada tradicional, claro que la hay y la habrá: pero:

21Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene.  

Dios prefiere que la gente viva con Él en la libertad y en la naturalidad, acercándose a Él de corazón limpio y sin automatismo de cultos y repetición de rezos. Ya estaba Dios harto de cultos y preceptos en tiempos de Abraham.

22Y acabó de hablar con él, y subió Dios de estar con Abraham. 23Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho. 24Era Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio. 25E Ismael su hijo era de trece años, cuando fue circuncidada la carne de su prepucio.  26En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael su hijo.  27Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.

 

OTROS TEXTOS BÍBLICOS 

JEREMÍAS 4

4Circuncidaos a Yahweh, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.

JEREMÍAS 9

25He aquí que vienen días, dice Yahweh, en que castigaré a todo circuncidado, y a todo incircunciso; 26a Egipto y a Judá, a Edom y a los hijos de Amón y de Moab, y a todos los arrinconados en el postrer rincón, los que moran en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón

JUAN 7

22Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres)…

ROMANOS 2

26Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión? 27Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres trasgresor de la ley. 28Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 29sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.

1CORINTIOS: 7:19

19La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.

GÁLATAS: 2

3Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse; 4y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, 5a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros.

GÁLATAS: 5

6porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

COLOSENSES: 2

11En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

COLOSENSES: 3

11donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.

CONCLUSIÓN

Dios nos ama, y en Su amor nos edifica espiritualmente. Nuestra mente es por naturaleza racional, y nuestra carne sirve a nuestra parte animal, pero Jesucristo nos abre la puerta a poder dominar todo nuestro ser: “…espíritu, alma y cuerpo…” 1 Tesalonicenses 5:23, por medio de la circuncisión del corazón en espíritu, no en la letra. Esta circuncisión es por voluntad propia, el cuchillo es nuestra determinación de seguir a Cristo, y nuestro fin, el amor de Dios. A Él damos la gloria y las gracias por enviar Su Espíritu Santo para conseguirlo, pues es Él, el «Paracletos» quien nos sustenta e intercede por nosotros “con gemidos indecibles” (Romanos 8:26). Este es la descendencia espiritual de Abraham, padre de naciones, símbolo del Padre Eterno, Padre de la Fe en Su Hijo Jesucristo. Circuncidados pues, amémonos los unos a los otros, porque así sabrán todos que somos Sus discípulos y formamos la familia de la Iglesia de Jesucristo, el Israel de Dios, Judíos y Gentiles que han salido de su raza, nación y religión tradicional para recibir al Hijo del Dios Vivo como nuestro Rey. A Él sea la gloria hasta el día de la eternidad. Cristo viene. Amén.