ABRAHAM
EL PROTOTIPO
DEL HOMBRE AMIGO DE DIOS
I PARTE
TEXTO BÍBLICO: GÉNESIS
CAPÍTULO 12:
DIOS LLAMA A
ABRAM: Ó
DIOS LLAMA AL HOMBRE
1Pero Yahweh había dicho a
Abram: Vete de tu
tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te
mostraré.
Debe
ponerse el lector en lugar de Abram y aplicar su historia a la de su vida
personal, porque Dios llama a toda alma. Dios le propone al hombre o mujer que abandone las costumbres de
su tierra, su religión, y la bandera, para seguirle a Él Quien es Rey de
reyes, que deje las enseñanzas de sus propios padres y de su familia (si no son
Palabra de Dios), y ésta es la condición que Dios pide al hombre, para que a
continuación vengan las siguientes bendiciones y seamos herederos de la promesa
de Dios.
2Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
3Bendeciré a los que
te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti
todas las familias de la tierra.
4Y se fue
Abram, como Yahweh le
dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando
salió de Harán.
5Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo
de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían
adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de
Canaán llegaron.
6Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de
Siquem, hasta el encino de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra.
El
cananeo es el nombre del sistema que domina a un pueblo, o persona que
lleva
una
vida
sin conocer al Señor,
y
sin
embargo
es
en
esta tierra,
donde
Dios
establece
la
tierra
prometida, que es donde va el hombre
a encontrar la paz, que vendrá desde su interior, o desde el interior de otro
hombre que
reciba
o
haya recibido a Cristo dentro de sí mismo.
7Y apareció
Yahweh a
Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta
tierra. Y edificó allí un altar a
Yahweh, quien le había aparecido.
Abram,
o cualquier hombre, en este pasaje, cree a
Dios
Quien le da la promesa, sin
haberla visto y edifica un altar, que
simboliza
que ha entrado y
tocado el corazón
de Dios, donde éste hombre más tarde, en su conocimiento de Dios, y tras haber
recibido a Cristo que es por la fe de
Abraham, tiene ya acceso a Dios como
amigo personal.
8Luego
se pasó de allí a un monte al oriente de
Bet-el, y plantó su tienda, teniendo
a
Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a Yahweh, e
invocó el nombre de Yahweh,
Bet-El
es Casa de Dios, y allí dice que planta este hombre su tienda, o sea su vida,
en la Casa de Dios. Invocar el nombre de Dios es tener intimidad
con Él y comunicarse con Él y conocerle, esta es la bendición mayor que
recibe aquél que hace caso a Dios, Quien sabe dar al hombre aquello que él ni
se imagina. No debe pues el hombre cuestionarse si lo que propone Dios es o no
razonable, sino tener fe y esperar la bendición.
9Y Abram partió de allí, caminando y
yendo hacia el
Neguev.
ABRAM EN EGIPTO: Ó EL
HOMBRE EN EL MUNDO
10Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram
a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.
El
hombre de Dios tiene necesidad de vivir en Egipto, que es el mundo, para
sustentar a su familia. Egipto y El Neguev son limítrofes.
11Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He
aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto.
La mujer es el alma
del hombre, o de la mujer (aplíquese según el caso del lector) que al ser alma
de Dios, es de una personalidad transparente y recta en el mundo y esto es de
hermoso aspecto ante los que no son de Dios.
12Y cuando te
vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te
reservarán la vida.
Querrán matar
la fe y involucrar a la persona a que participe en sus pecados para no sentirse
ellos acusados por la conducta de esta alma
que
pertenece
a Dios.
13Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que
me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.
Cuando Abram
llama
hermana
a
Sarai, en
lugar de su esposa que representa su alma y La Doctrina de Dios, la cual él
cree, es por temor a
ellos, por que no se atreve aún, por su falta de ancianidad
espiritual
en
ese
momento, a
transmitir la fe de Dios a los egipcios como traída por él como hombre
de Dios, trata de evitar una batalla de religión y que le maten por ello.
14Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los
egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.
15También
la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada
la mujer a casa de Faraón.
16E hizo bien a Abram por causa de ella
y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos
La
persona
que
es
de
Dios,
que
demuestra
una
moral
perfecta,
es
aceptada
por
los
que
están
en
autoridad
y
es
recompensado,
pero
no
le
permiten
que
predique
la
honra
al
verdadero
Dios,
sino
que
lo
único
que
los
ciudadanos
del
mundo
que
aborrecen
a
Dios
quieren,
es
la
moral
de
esa
persona
temerosa
de
Dios,
para
usar
a
esa
persona
en
sus
temas
mas
importantes,
porque
son
personas
de
fiar,
pero
rechazan
a
Cristo.
17Mas Yahweh hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai
mujer de
Abram.
18Entonces Faraón llamó a
Abram, y le dijo: ¿Qué
es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?
19¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla
para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete.
¿
Porqué
no
me
declaraste
abiertamente
que
tu
crees
y
sigues
a
Cristo
como
único
Salvador
enviado
por
Dios?
¿Porqué
tantos
Cristianos
no
dan
testimonio
del
Evangelio
como
algo
natural,
quedándose
solo
con
una
moral
recta,
que
también
puede
ser
hallada
similar,
en
personas
que
aborrecen
a
Dios,
porque
ellos
son
su
propio
dios?
Faraón (es cualquier hombre, de cualquier
época, que reina en sí mismo y que es su propio dios; así era Faraón
considerado; dios en la tierra), que cree que el
Evangelio es solo una moral más y la quiere (tomar por esposa) o sea, añadirla
a las demás morales para luego formar la suya propia, recibe maldiciones
de Dios, y al final no puede vivir la vida de Cristo si no Le recibe por la fe.
20Entonces
Faraón dio orden a su gente acerca de
Abram; y le acompañaron, y a su mujer,
con todo lo que tenía.
CAPÍTULO 13
ABRAM Y LOT SE
SEPARAN: Ó EL HOMBRE LIBRE Y EL DE RELIGIÓN SE SEPARAN
1Subió, pues, Abram de Egipto hacia el
Neguev, él y
su mujer, con todo lo que tenía, y con él
Lot.
2Y Abram era
riquísimo en ganado, en plata y en oro,
Dones de Dios,
físicos
y
espirituales.
3Y volvió por sus jornadas
desde el Neguev hacia
Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda
entre
Bet-el y
Hai,
4Al lugar del altar que había hecho allí antes;
e invocó allí Abram el nombre de Yahweh.
El hombre se da cuenta que no
puede entrar en los sistemas de la sociedad y andar por sus caminos, sino venir a
Dios y que Él le guíe.
5También
Lot, que andaba con
Abram, tenía ovejas,
vacas y tiendas.
6Y la tierra no era suficiente para que habitasen
juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.
7Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores
del ganado de
Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.
8Entonces Abram dijo a
Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos,
entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
Abram reconoce a Lot
como su hermano, aunque veremos como Lot representa al hombre que antepone la
pertenencia a una determinada secta o religión o iglesia y que se empeña en
tener una organización antes que su amistad personal con Dios, como Abraham.
También hay disputa entre los pastores de cada doctrina, los de una
organización y los que predican la doctrina de la libertad con Cristo y ser de
Cristo antes que de una organización o gran religión.
9¿No está
toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la
mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la
izquierda.
10Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán,
que toda ella era de riego, como el huerto de Yahweh, como la tierra de Egipto
en la dirección de
Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.
11Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot
hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.
12Abram acampó en
la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y
fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma
Lot termina cayendo en la esclavitud
del sistema religioso como tantos y tantos por querer formar la religión
perfecta.
13Mas los hombres de Sodoma
eran malos y pecadores contra Yahweh en gran manera.
14Y Yahweh dijo a Abram, después que Lot se apartó
de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y
el sur, y al oriente y al occidente.
15Porque toda la tierra que ves,
la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
16Y haré tu
descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de
la tierra, también tu descendencia será contada.
17Levántate, ve
por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.
18Abram,
pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de
Mamre, que está en
Hebrón, y edificó allí altar a Yahweh.
Sigue siendo confirmado Abraham en
su fe y en la obediencia de amistad con el Señor.
CAPÍTULO 14
ABRAM LIBERTA A LOT
1Aconteció en los días de Amrafel rey de
Sinar, Arioc
rey de
Elasar, Quedorlaomer rey de
Elam, y Tidal rey de
Goim,
2Que
éstos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra,
contra Sinab rey de
Adma, contra Semeber rey de
Zeboim, y contra el rey de Bela,
la cual es
Zoar.
3Todos éstos se juntaron en el valle de
Sidim, que
es el Mar Salado.
En el valle que es el camino fácil del mundo
y de la organización religiosa.
4Doce años habían servido a
Quedorlaomer, y en el
decimotercero se rebelaron.
5Y en el año decimocuarto vino
Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas
en Astarot
Karnaim, a los zuzitas en
Ham, a los emitas en
Save-quiriataim,
6Y a los horeos en el monte de
Seir, hasta la llanura de
Parán, que está
junto al desierto.
7Y volvieron y vinieron a
En-mispat, que es
Cades,
y devastaron todo el país de los amalecitas, y también al amorreo que habitaba
en
Hazezontamar.
8Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el
rey de
Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es
Zoar, y ordenaron contra
ellos batalla en el valle de
Sidim;
9Esto es, contra Quedorlaomer rey
de
Elam, Tidal rey de
Goim, Amrafel rey de
Sinar, y Arioc rey de
Elasar; cuatro
reyes contra cinco.
10Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de
asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron
allí; y los demás huyeron al monte.
11Y tomaron toda la riqueza de
Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.
12Tomaron
también a
Lot, hijo del hermano de
Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y
se fueron.
A Lot le
caen las maldiciones de las que Dios nos quiere librar al advertirnos que salgamos
de la organización religiosa y del sistema mundano en lo que se opone a Él.
13Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a
Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de
Escol y hermano de
Aner, los cuales eran aliados de
Abram.
14Oyó
Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en
su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.
El hombre de Dios cuando ve que su hermano
está siendo maldecido viene en su ayuda con otros hermanos y pidiendo a Dios
ejércitos espirituales.
15Y cayó
sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta
Hoba al norte de Damasco.
16Y recobró todos los bienes, y también a
Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente.
Abram cae sobre los enemigos (libera a Lot de
la doctrina de engaño) en la oscuridad (ellos viven en la oscuridad, porque no
siguen al Dios vivo), y recobra a su hermano y a sus bienes (los dones que Dios
le ha concedido) y libra también a su familia.
MELQUISEDEC BENDICE A
ABRAM:
Ó JESUCRISTO BENDICE A SU AMIGO
17Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los
reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de
Save,
que es el Valle del Rey.
18Entonces Melquisedec, rey de Salem y
sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;
El rey de Sodoma es el líder religioso de
cualquier organización pero, a su vez, al ser persona dedicada al conocimiento
de Dios, habla también de la verdad, pues discierne de ello. Es pues la misma
persona que Melquisedec, que es Cristo. Para explicarlo podemos usar la
semejanza de un sermón de un pastor de iglesia o el
papa, o un rabino que van a
predicar sobre su religión y también sobre la verdad de la Biblia. O un
oriental que hablará de la necesidad de buscar el espíritu de Dios. Aquí
tenemos a un líder del sometimiento espiritual de Sodoma, y por la misma boca
habla Cristo. Melquisedec saca pan y vino. La Santa Cena entre Cristo y
Abram.
19Y le bendijo,
diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la
tierra;
20Y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos
en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
El Diezmo. El reconocimiento del hombre de
Dios a Cristo en un hombre, por haberle prosperado. No es un mandamiento de la
Ley, sino una acción de amistad entre Dios y el hombre que es su amigo.
21Entonces el rey de
Sodoma dijo a
Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes.
Pero cuidado con los líderes porque de
repente vuelven a hablar de Sodoma y le pide a Abram las personas, o sea, las
almas a precio de los bienes.
22Y
respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Yahweh Dios Altísimo,
creador de los cielos y de la tierra,
23que desde un hilo hasta una
correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo
enriquecí a
Abram;
Pero el hombre de Dios no hace pacto con
Sodoma (el sistema religioso) porque pertenece solo a Cristo. Rechaza la oferta
y se proclama libre.
24excepto solamente lo que comieron los jóvenes,
y la parte de los varones que fueron conmigo,
Aner, Escol y
Mamre, los cuales
tomarán su parte.
II PARTE
CAPÍTULO 15
DIOS PROMETE A ABRAM UN
HIJO: Ó HIJOS ESPIRITUALES
1Después de estas cosas vino la palabra de
Yahweh a
Abram en visión, diciendo: No temas,
Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón
será sobremanera grande.
2Y respondió
Abram: Señor
Yahweh, ¿qué
me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese
damasceno
Eliezer?
3Dijo también
Abram: Mira que no me has dado
prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.
Abram clama a Dios, agradecido de tenerlo de
escudo, mas le pide tener hijo espiritual. Cualquier persona que sigue a Dios
quiere transmitir el mensaje del conocimiento de Dios a otros, y si no lo
consigue ( que es lo natural al empezar a caminar con Él) se frustra por que
los demás no reciben de él. Es entonces, cuando llega el crecimiento y el
conocimiento de Dios, que Él nos promete hijo. No esclavo de nuestra casa, que
bien puede ser un familiar que se ha convertido, sino gente de la calle, de
cualquier nacionalidad, gente que ya tiene su propia idea de la relación con
Dios. Es decir, que cuando Dios ve que el hombre ya está preparado y es
paciente como para escuchar y convencer y conoce la Escritura y a Él, entonces
promete hijo espiritual, alguien donde Cristo va a nacer por la predicación del
Evangelio y por seguir a Dios en libertad, como hace Abraham.
4Luego
vino a él palabra de Yahweh, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo
tuyo será el que te heredará.
5Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira
ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así
será tu descendencia.
6Y creyó a Yahweh, y le fue contado por
justicia.
7Y le dijo: Yo soy Yahweh, que te saqué de Ur de los
caldeos, para darte a heredar esta tierra.
8Y él respondió: Señor
Yahweh, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
9Y le dijo:
Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de
tres años, una tórtola también, y un palomino.
10Y tomó él todo
esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra; mas
no partió las aves.
11Y descendían aves de rapiña sobre los
cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba.
12Mas a la caída del sol
sobrecogió el sueño a
Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad
cayó sobre él.
El Señor le propone a
Abram, al hombre, que ofrezca
sacrificio, le empieza a enseñar la intercesión que más adelante será el
sacrificio de Cristo, de una vez para siempre, como pacto eterno. Y las aves de
rapiña son ángeles del diablo que quieren impedir este pacto de Abram con
Dios. Al ver que se iba la luz, que tardaba el Señor, le sobrecogió temor.
13Entonces Yahweh dijo a
Abram: Ten por cierto que
tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida
cuatrocientos años.
Cuatrocientos años es diez por cuarenta.
Cuarenta años en el desierto por diez que son todas las generaciones. Porque de
hecho todos somos esclavos de la sociedad y no podemos salir de ella hasta la
muerte.
14Mas también a la nación a la cual servirán,
juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.
Saldrán con riqueza que es la vida eterna.
15Y tú
vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.
16Y
en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la
maldad del amorreo hasta aquí.
17Y sucedió que puesto el sol, y ya
oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por
entre los animales divididos.
18En aquel día hizo
Yahweh un pacto
con
Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de
Egipto hasta el río grande, el río
Eufrates;
El Espíritu del Dios Vivo, se movía cual
antorcha para consumir el sacrificio del pacto con Abraham y confirmarle como su
amigo. Y le promete al hombre toda la tierra (toda alma que es de Dios a la cual
el hable será bendecida y conocerá a Dios como su amigo a través de él) que
va desde el río o doctrina de Egipto, que es el mundo, hasta el Eufrates que es
el cuarto y ultimo afluente del río de Edén, o sea la doctrina del final del
tiempo, donde volveremos a aceptar la doctrina o enseñanza que Dios dio al
hombre en Edén cuando andaba con Él como su amigo.
19La tierra de los
ceneos, los
cenezeos, los
cadmoneos,
20Los heteos, los
ferezeos, los
refaítas,
21Los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los
jebuseos.
Todas las naciones de la tierra.
CAPÍTULO 16
AGAR E ISMAEL: Ó LA
ESCLAVA Y SU DESCENDENCIA DE ORGANIZACIÓN RELIGIOSA
1Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía
una sierva egipcia, que se llamaba
Agar.
2Dijo entonces Sarai a
Abram:
Ya ves que Yahweh me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi
sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de
Sarai.
3Y
Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que
había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su
marido.
4Y él se llegó a
Agar, la cual concibió; y cuando vio que
había concebido, miraba con desprecio a su señora.
La esposa de
Abram, que es su alma, se
impacienta en esperar la promesa del Señor de darle hijos, y en sus
razonamientos escucha la voz de formar una organización religiosa para tener
estos hijos, que es la esclava
(Agar).
5Entonces Sarai
dijo a
Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose
encinta, me mira con desprecio; juzgue
Yahweh entre tú y yo.
6Y
respondió Abram a
Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo
que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.
7Y la halló el ángel de Yahweh junto a una fuente de
agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de
Shur.
8Y
le dijo:
Agar, sierva de
Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella
respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.
9Y le dijo el ángel
de Yahweh: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.
La esclava es llevada a ser sumisa de la
libre. La religión organizada por el hombre debe someterse a la libertad
del amigo de Dios.
10Le
dijo también el ángel de Yahweh: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no
podrá ser contada a causa de la multitud.
11Además le dijo el
ángel de Yahweh: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre Ismael, porque Yahweh ha oído tu aflicción.
Ismael es la rama de los Árabes así
como Isaac es la rama
Judeo-Cristiana. Los hijos de la religión tienen que
volver a hacerse libres para conocer personalmente a Cristo que lleva al Padre.
Los de Isaac han tenido la oportunidad de ser amigos de Dios, pero también se
han hecho a ellos mismos hijos de
Agar, o Ismaelitas, tanto los Judíos como
los Gentiles y los Cristianos. Por lo tanto todas las ramas de la humanidad han
de tornarse libres y no esclavas de las religiones del mundo.
12Y
él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra
él, y delante de todos sus hermanos habitará.
Los Árabes siempre están en guerra. y
también son pueblo de Dios como origen, pero han de recibir al Mesías para
salvarse como los Judíos y como los Gentiles. Y también los Cristianos han de
cambiar en salir de las iglesias para venir a andar de la mano del Dios Vivo.
Yeshua.
13Entonces llamó el
nombre de Yahweh que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No
he visto también aquí al que me ve?
14Por lo cual llamó al pozo:
Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y
Bered.
15Y Agar dio a luz un hijo a
Abram, y llamó Abram el
nombre del hijo que le dio
Agar, Ismael.
16Era Abram de edad de
ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.
Ismael es: Dios oye.
CAPÍTULO 17
LA CIRCUNCISIÓN SEÑAL DEL
PACTO: Ó EL QUE NO ABORRECE SU PROPIA VIDA NO ES DIGNO DE MI.
1Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le
apareció Yahweh y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y
sé perfecto.
2Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré
en gran manera.
3Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios
habló con él, diciendo:
4He aquí mi pacto es contigo, y serás
padre de muchedumbre de gentes.
5Y no se llamará más tu nombre
Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de
muchedumbre de gentes.
6Y te multiplicaré en gran manera, y haré
naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
7Y estableceré mi pacto
entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto
perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.
8Y
te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda
la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
9Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti,
guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.
10Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia
después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.
11Circuncidaréis,
pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y
vosotros.
12Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón
entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por
dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje.
13Debe ser
circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi
pacto en vuestra carne por pacto perpetuo.
El Señor confirma a Abraham su pacto y
le pide que circuncide la carne. Esta carne no otra cosa que nuestra carnalidad,
la que se opone en nuestra mente a Dios. Este proceso es para varón y mujer
pues es espiritual y se representa en este pacto de la circuncisión del
prepucio, que es la fuerza del hombre de Dios. No por la circuncisión de la
piel se obtiene la descendencia espiritual, sino porque uno se corte a sí mismo
en lo que se opone a Dios. De esto todos tenemos mucho y por ello es una labor
que hay que hacer durante toda la vida con Dios.
A los ocho días; significa que la
persona que se entrega al Señor y que empieza a andar con Él, va a tener siete
días que son siete tiempos para andar sin circuncidarse, debido a la situación
de falta de ancianidad o crecimiento espiritual. Sabido es que el número siete
simboliza la totalidad de una obra como Dios hizo la creación en siete días,
que son tiempos de duración indeterminada. Así pues el alma que sea de Dios,
tras haber crecido espiritualmente, debe circuncidar, luchar contra sus propias
carnalidades y debilidades, para empezar a ser anciano espiritual y servir a
Dios y al prójimo. Este es el pacto con el pueblo de Dios; la descendencia de
Abraham. Sal de tu tierra, de tu parentela , y dice Cristo, aborrece tu propia
vida y sé digno de mi.
14Y el varón
incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella
persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.
15Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la
llamarás
Sarai, mas Sara será su nombre.
16Y la bendeciré, y
también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de
naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.
Entonces Dios bendice el alma de aquellos
que quieren vivir de la mano de Él. Y Sara será tu alma.
17Entonces Abraham se
postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien
años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?
18Y
dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.
Duda Abraham que no ha visto que sin
religión la gente quiera seguir a Dios de manera natural , y propone, viva
Ismael que es una buena religión que guarda tus preceptos con la cual la gente
cree y viene a ti.
19Respondió
Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre
Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes
después de él.
20Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he
aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran
manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.
No dice Dios que no vaya a seguir habiendo
religión, claro que la hay y la habrá: pero:
21Mas
yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo
el año que viene.
Dios prefiere que la gente viva con Él en la
libertad y en la naturalidad, acercándose a Él de corazón limpio y sin
automatismo de cultos. Ya estaba Dios harto de cultos y preceptos en tiempos de
Abraham.
22Y acabó de hablar con él, y subió Dios de
estar con Abraham.
23Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos
los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo
varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del
prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho.
24Era
Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su
prepucio.
25E Ismael su hijo era de trece años, cuando fue
circuncidada la carne de su prepucio.
26En el mismo día fueron
circuncidados Abraham e Ismael su hijo.
27Y todos los varones de su
casa, el siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron
circuncidados con él.
CAPITULO 18
PROMESA DEL NACIMIENTO DE
ISAAC: Ó LA DESCENDENCIA ESPIRITUAL EN LA LIBERTAD DE CRISTO.
1 Después le apareció
Yahweh en el encinar de
Mamre,
estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
2Y
alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y
cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se
postró en tierra,
3Y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus
ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
4Que se traiga ahora un
poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
5Y
traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis;
pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así
como has dicho.
Padre, Hijo y Espíritu Santo, los tres
varones, el
Señor,
en
sus
tres
manifestaciones
al
hombre,
Yahweh. Pasa Dios ante Abraham para confirmarle la promesa.
6Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y
le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos
debajo del rescoldo.
7Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un
becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo.
8Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y
lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y
comieron.
Precioso momento en que Abraham come con el
Señor. Abraham, mi amigo dice Dios.
9Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él
respondió: Aquí en la tienda.
10Entonces dijo: De cierto volveré a
ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y
Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
11Y
Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la
costumbre de las mujeres.
12Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo:
¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya
viejo?
13Entonces Yahweh dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído
Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
¿Como es que El Señor le pregunta a
Abraham que porqué se había reído Sara, acaso el puede controlar la risa de
ella? Pues claro, pues Sara es el alma de Abraham que ya por su ancianidad y por
haber intentado todos los recursos espirituales para que la gente crea a Dios y
no lograr librar a los hombres de la religiosidad, se ríe.
14¿Hay
para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el
tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
15Entonces Sara negó,
diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has
reído.
ABRAHAM INTERCEDE POR
SODOMA: Ó CLAMA POR SU HERMANO QUE ESTÁ EN EL SISTEMA.
16Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia
Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos.
17Y
Yahweh dijo:
¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,
18Habiendo de ser
Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las
naciones de la tierra?
Dios no encubre a aquellos que son sus amigos
nada de lo que va a hacer. Es un privilegio que todos pueden disfrutar, si
quieren ser sus amigos. Abraham intercede por su hermano que depende del sistema
religioso.
19Porque yo sé que mandará a sus hijos y a
su casa después de sí, que guarden el camino de
Yahweh, haciendo justicia y
juicio, para que haga venir Yahweh sobre Abraham lo que ha hablado acerca de
él.
20Entonces Yahweh le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y
Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo,
21Descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que
ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
22Y se apartaron de allí
los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de
Yahweh.
23Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también
al justo con el impío?
24Quizá haya cincuenta justos dentro de la
ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los
cincuenta justos que estén dentro de él?
Abraham intenta hacer ver a Dios que puede que
haya alguien allí que le ame, sabiendo que está
Lot. Y el Señor lo sabe.
25Lejos de ti el hacer
tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el
impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es
justo?
26Entonces respondió Yahweh: Si hallare en Sodoma cincuenta
justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.
27Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi
Señor, aunque soy polvo y ceniza.
28Quizá faltarán de cincuenta
justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la
destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.
29Y volvió a
hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré
por amor a los cuarenta.
30Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si
hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare
allí treinta.
31Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a
mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por
amor a los veinte.
32Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor,
si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré,
respondió, por amor a los diez.
33Y Yahweh se fue, luego que acabó
de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.
Para que el Señor destruya un lugar, tiene
que haber mucha maldad en el y ninguna persona que le ame.
CAPÍTULO 19
DESTRUCCIÓN DE SODOMA Y
GOMORRA. Ó LA CAÍDA DE BABILONIA EN APOCALIPSIS.
1Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída
de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos
Lot, se
levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
Lot es hombre de Dios que está en el sistema
religioso, pero que reconoce las cosas de Dios y recibe a los mensajeros. Que
son Cristo, que le perdona, y el Espíritu Santo para revelarle que puede andar
sin el sistema, para que le vaya bien, pues en Sodoma se junta el sistema de la
sociedad y el sistema religioso.
2Y dijo: Ahora,
mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y
lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro
camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche.
No parece que le agrade mucho al Señor
habitar en casa de hombre de religión, no se siente a gusto.
3Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa;
y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.
4Pero
antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones
de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.
5Y
llamaron a
Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta
noche? Sácalos, para que los conozcamos.
Los sodomitas, que simbolizan la
homosexualidad religiosa, o fornicación del sistema al que someten a aquellos
que dependen de él, quieren conocer sexualmente, espiritualmente en
fornicación, a los varones, haciéndolos parte de su sistema. El hombre de
religión que da culto a sus tradiciones y las antepone a Dios, y prefiere su
pertenencia al sistema antes que a Dios, se le llama Sodoma espiritual. ...Salid
de ella pueblo mío... clama el Señor a nosotros en Apocalipsis.
6Entonces Lot salió a
ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí,
7y dijo: Os ruego,
hermanos míos, que no hagáis tal maldad.
8He aquí ahora yo tengo
dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas
como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que
vinieron a la sombra de mi tejado.
Lot propone dos hijas que son dos almas que el
ha estado llevando en crecimiento espiritual, las cuales entrega al sistema si
es necesario con tal de que no contaminen la doctrina de Cristo que le ha sido
traída y que él reconoce, sin embargo. Lot es un alma que alberga esperanza de
salir del sistema.
9Y ellos respondieron: Quita
allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá
de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran
violencia al varón, a
Lot, y se acercaron para romper la puerta.
10Entonces
los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la
puerta.
11Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron
con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando
la puerta.
La puerta es Cristo, pero ellos han sido
cegados (les daré ojos que no vean, para que no se salven, Evangelio) ya que no
vienen de corazón limpio ante Dios.
12Y dijeron los varones a
Lot: ¿Tienes aquí alguno
más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad,
sácalo de este lugar;
13Porque vamos a destruir este lugar, por
cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Yahweh; por tanto,
Yahweh nos ha enviado para destruirlo.
14Entonces salió Lot y
habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos,
salid de este lugar; porque Yahweh va a destruir esta ciudad. Mas pareció a
sus yernos como que se burlaba.
Los yernos son la carne de esas almas que son
sus hijas o doctrinas del Señor que el mantiene, pero que no quieren salir del
sistema religioso. La Babilonia o Sodoma. La cual es destruida, anunciado
también en Apocalipsis.
15Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a
Lot,
diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para
que no perezcas en el castigo de la ciudad.
Al rayar el alba es cuado a una alma le
viene la Luz que es Cristo y entonces es destruida en el la religión para pasar
a la libertad de Cristo.
16Y deteniéndose él,
los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus
dos hijas, según la misericordia de Yahweh para con él; y lo sacaron y lo
pusieron fuera de la ciudad.
Le cuesta mucho al hombre de religión salir
de ella, y sacar a sus hijas o ideas y a su alma de allí.
17Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa
por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte,
no sea que perezcas.
18Pero Lot les dijo: No, yo os ruego, señores
míos.
19He aquí ahora ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros
ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo
dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el
mal, y muera.
20He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir
allá, la cual es pequeña; dejadme escapar ahora allá (¿no es ella
pequeña?), y salvaré mi vida.
Lot propone una nueva religión, más
pequeña, pero que se hará grande. Una nueva ciudad, porque no cree que pueda
vivir en el monte que es donde habita Dios, en las alturas.
21Y le respondió: He aquí he
recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has
hablado.
22Date prisa, escápate allá; porque nada podré hacer
hasta que hayas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad,
Zoar.
Zoar es: pequeñez. Dios tiene misericordia de
Lot, el alma de religión y le permite habitar en un sistema que aun no se ha
contaminado por la Sodoma, pero que es ciudad de la llanura, la vida mas fácil
que en el monte. Eso es lo que parece.
23El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a
Zoar.
24Entonces Yahweh hizo llover sobre Sodoma y sobre
Gomorra azufre y fuego de parte de Yahweh desde los cielos;
25Y
destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de
aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.
26Entonces la mujer de
Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
El alma de Lot echa en falta la gran religión
a la que pertenecía, siendo que Dios aborrece esa religión, y su alma se seca
por no amar a Dios libremente.
27Y
subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de
Yahweh.
28Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella
llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un
horno.
29Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la
llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la
destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba.
Ya sabía Dios que no había remedio con
Lot,
que amaba la pertenencia al sistema, pero Abraham, el hombre libre con su
misericordia intercede por él.
30Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus
dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en
Zoar, y habitó en una cueva
él y sus dos hijas.
31Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro
padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a
la costumbre de toda la tierra.
32Ven, demos a beber vino a nuestro
padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia.
33Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y
durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se
levantó.
34El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo
dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche,
y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia.
35Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó
la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella,
ni cuándo se levantó.
36Y las dos hijas de Lot concibieron de su
padre.
37Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre
Moab, el
cual es padre de los moabitas hasta hoy.
38La menor también dio a
luz un hijo, y llamó su nombre
Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta
hoy.
He aquí el final de
Lot, que se da cuenta que
en Zoar no estará contento Dios con él y se esconde de dar sus doctrinas o
creencias, porque en Sodoma le fue mal, pero en una cueva, que es su interior,
sus dos hijas o ideas de como hacer la religión ideal, queda embriagado por
ellas y concibe dos nuevos sistemas religioso, los moabitas y los
amonitas.
CAPÍTULO 20
ABRAHAM Y
ABIMELEC: Ó EL
HOMBRE DE DIOS Y UN ALMA DEL MUNDO
1De allí partió Abraham a la tierra del
Neguev, y
acampó entre Cades y
Shur, y habitó como forastero en
Gerar.
2Y
dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y
tomó a Sara.
3Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le
dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es
casada con marido.
Se repite la situación de Abraham con su
esposa a la que siempre declara como su hermana. Sabe Abraham que los hombres no
reciben doctrina de Dios si se les propone como imposición y obligatoria en
lugar de como posibilidad para que ellos mediten en ella. Esta es la simbología
de que la esposa-alma sea presentada como hermana. Sara es el alma de Abraham y
en esta alma de Dios, mora la mente de Cristo. Abraham sugiere a los hombres la
mente de Cristo sin decir que es su propia mente. En la ocasión anterior la
situación es por falta de madurez, más ahora como sistema para comunicar la
Palabra de Dios, pues ahora Abraham ya empieza a ser adulto espiritualmente.
4Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo:
Señor, ¿matarás también al inocente?
Abimelec tiene temor de Dios y le pide que se
apiade de él pues no ha pecado. Y en efecto Dios le confirma que le ha evitado
pecar.
5¿No me dijo él: Mi
hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón y
con limpieza de mis manos he hecho esto.
6Y le dijo Dios en sueños:
Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también
te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases.
7Ahora,
pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y
vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que de cierto morirás tú, y todos los
tuyos.
Mi Palabra no volverá vacía. Esta es la
consecuencia de que al presentar el Evangelio de manera humilde, al ser Palabra
de Dios, tiene poder de Dios y obra en la persona el hecho de desearla para si,
y al reconocerla como Buena, es devuelta como mensaje de aceptación más
bendiciones espirituales.
8Entonces Abimelec se levantó de mañana y llamó a
todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y
temieron los hombres en gran manera.
9Después llamó Abimelec a
Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has
atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande pecado? Lo que no debiste hacer
has hecho conmigo.
10Dijo también Abimelec a Abraham: ¿Qué
pensabas, para que hicieses esto?
No es que pecase contra él, es que le anuncia
el mensaje de Dios y ante este todos somos hallados culpables y con necesidad de
arrepentimiento y recibimiento del perdón de Dios, que está en la fe en
Cristo.
11Y Abraham respondió: Porque dije
para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por
causa de mi mujer.
12Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi
padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por mujer.
Hija de mi Padre que es Dios. Y la tomé por
mujer; a la mente de Cristo.
13Y cuando Dios
me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que
tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi
hermano es.
14Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y
siervas, y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara su mujer.
15Y
dijo
Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti; habita donde bien te
parezca.
16Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu
hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están
contigo, y para con todos; así fue vindicada.
17Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec
y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos.
18Porque
Yahweh
había cerrado completamente toda matriz de la casa de
Abimelec, a causa de Sara
mujer de Abraham.
La casa de Abimelec que es un hombre al que se
le predica, es estéril porque sus ideas no van a convencer a gente libre. Es
pues cuando ha recibido la predicación que Dios quita de su alma la
limitación, pues ya está sembrada esa tierra-alma, con la semilla de la Buena
Nueva.
III PARTE
CAPÍTULO 21
NACIMIENTO DE ISAAC: Ó
LLEGA EL HIJO DE LA LIBRE
1 Visitó
Yahweh a Sara, como había dicho, e hizo
Yahweh con Sara como había hablado.
2Y Sara concibió y dio a
Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.
3Y
llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.
4Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había
mandado.
Se cumple la promesa de que los hijos de Dios
deben esperar a tener el tiempo octavo, el del crecimiento espiritual, para que
puedan empezar a luchar contra su propia carne. Es la circuncisión.
5Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo.
Ahora que Abraham es ya anciano de cien años,
o sea que el hombre de Dios ya ha crecido espiritualmente, se confirma la
promesa de que nacerá el hijo de Sara, el alma de Abraham con la mente de
Cristo-Melquisedec. Y se llama Isaac (risa), porque se rió y por la
alegría de la victoria de Dios.
6Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y
cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.
7Y añadió: ¿Quién
dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un
hijo en su veje.
AGAR E ISMAEL SON
ECHADOS DE LA CASA DE ABRAHAM: LA IDEA DE LA ORGANIZACIÓN RELIGIOSA ES
ABORRECIDA POR LA MENTE DE ABRAHAM.
8Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham
gran banquete el día que fue destetado Isaac.
Alegría del hombre de Dios que ve cómo su
hijo espiritual ya ha sido destetado, ya puede empezar a discernir alimento sólido espiritual para hacerse amigo de Dios.
9Y vio Sara que el
hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, se
burlaba de su hijo Isaac.
10Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta
sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi
hijo.
11Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de
su hijo.
12Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa
del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque
en Isaac te será llamada descendencia.
Dios confirma a Abraham que no dará la
descendencia espiritual por el hijo de la esclava sino por el hijo de la libre.
13Y también del hijo de la
sierva haré una nación, porque es tu descendiente.
La esclava, que es el sistema religioso, es
echado de la mente de Abraham por mandato de Dios, pero promete Dios que de este
hijo nacerá una gran nación. Esta nación está representada en la carne por
el pueblo Árabe, pero representa a todos los hijos de sistema religioso de
cualquier religión del mundo, que aman a Dios, pero no tienen la libertad del
amigo personal sin los preceptos.
14Entonces
Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a
Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y
ella salió y anduvo errante por el desierto de
Beerseba.
15Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho
debajo de un arbusto,
Y le faltó agua. A la religión siempre le
falta agua (presencia de Dios y unción del Espíritu Santo) como a la
samaritana que viene al pozo a sacarla porque no fluyen de ella ríos de agua
viva.
16Y se fue y se sentó enfrente, a distancia de
un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella
se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró.
17Y oyó Dios
la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le
dijo: ¿Qué tienes,
Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en
donde está.
18Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano,
porque yo haré de él una gran nación.
19Entonces Dios le abrió
los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de
beber al muchacho.
Ella, la madre del muchacho, su alma de hombre
que sigue la doctrina que le han enseñado, (en este caso Agar es de Egipto, o
sea que tiene una doctrina del sistema del mundo) no podía ver agua, pero al
clamar Dios tiene misericordia y le abre los ojos para que vea que hay una
fuente de agua espiritual, porque él no puede ver sin que Dios se lo desvele.
20Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y
habitó en el desierto, y fue tirador de arco.
21Y habitó en el
desierto de
Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto.
Y Dios estaba con él y su madre, que es su
alma del mundo no edificada, le toma esposa de Egipto. Que Ismael o el hombre de
religión, toma para sí una mentalidad del sistema del mundo y mezcla el mundo
con la religión, que es el resultado de la mayoría de los hombres de
religión.
PACTO ENTRE ABRAHAM Y
ABIMELEC: EL HOMBRE QUE RECIBIÓ LA SEMILLA ACEPTA A DIOS.
22Aconteció en aquel mismo tiempo que habló
Abimelec,
y Ficol príncipe de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está contigo en
todo cuanto haces.
El hombre que ve andar a un hombre de Dios,
reconoce que en él está la mano de Dios.
23Ahora, pues, júrame aquí por Dios, que no
faltarás a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que
yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la tierra en donde has morado.
24Y respondió Abraham: Yo juraré.
25Y Abraham reconvino a
Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían
quitado.
26Y respondió
Abimelec: No sé quién haya hecho esto, ni
tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy.
Los siervos de Abimelec son lo que han oído
de él Palabra de Dios pero que han tenido sed y le han venido a quitar el pozo
de agua, para alimentarse espiritualmente.
27Y
tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a
Abimelec; e hicieron ambos pacto.
Ahora ya hay dos amigos de Dios que son amigos
entre ellos. Se cumple la promesa de Dios a Abraham que tendría descendencia.
Abimelec filisteo, o sea del mundo, se convierte al Señor por la predicación
de Abraham.
28Entonces
puso Abraham siete corderas del rebaño aparte.
29Y dijo Abimelec a
Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?
30Y
él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan
de testimonio de que yo cavé este pozo.
Las corderas representan tiempos de sacrificio,
como si los siete años o tiempos espirituales que tardará este nuevo hombre de
Dios en traer agua fuesen siete sacrificios, que es lo que le va a costar a
Abraham que Abimelec crezca en su conocimiento de Dios. Quiere el hombre de
Dios que se reconozca que lo que ha recibido de él y que es de Dios, no vengan
luego a decir que es algo que ya sabían, para que se reconozca a Dios, lo que
es de Dios.
31Por esto llamó a aquel
lugar
Beerseba; porque allí juraron ambos.
32Así hicieron pacto en
Beerseba; y se levantó
Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volvieron
a tierra de los filisteos.
Tierra de los filisteos al igual que Egipto
es: de vuelta al mundo, pero con el Señor.
33Y plantó Abraham un árbol tamarisco en
Beerseba, e
invocó allí el nombre de Yahweh Dios eterno.
34Y moró Abraham en
tierra de los filisteos muchos días.
CAPÍTULO 22
DIOS ORDENA A ABRAHAM QUE
SACRIFIQUE A ISAAC
1Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a
Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
Dios nos prueba para fortalecernos varias
veces en la vida, es una manera de mantenernos en la santidad y con Él. No es
algo que agrade a Dios, pero es necesario por amor a nuestras almas.
2Y dijo:
Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de
Moriah, y
ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
Dios pide al hombre una vez ha pasado todo el
crecimiento espiritual y ve que puede bendecir a la gente, y que pueden conocer
a Dios a través de la enseñanza que él trae de Dios, que no se considere hijo
personal este discípulo, sino que se ofrezca a Dios, o sea que se considere el
hombre de Dios siervo inútil, que solo hizo lo que debía, y que la obra es de
Dios aunque es grato poder participar en ella.
3Y
Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos
siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se
levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.
4Al tercer día alzó
Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.
Al tercer día como la resurrección de
Cristo.
Abraham
levanta los ojos. Dios Padre representado por Abraham, ve que
el día de la victoria de Cristo que es el cordero representado en Isaac llega
al tercer día de la muerte, porque Abraham ya ha estimado en su corazón que
daría muerte a su hijo, como El Padre entrega a su Hijo el sacrificio por
nosotros.
5Entonces dijo Abraham a
sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y
adoraremos, y volveremos a vosotros.
6Y tomó Abraham la leña del
holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el
cuchillo; y fueron ambos juntos.
Abraham pone la leña que representa la madera
de la Cruz de Cristo que va a ser sacrificado sobre los hombros de Isaac.
7Entonces habló Isaac a Abraham su
padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He
aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
8Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto,
hijo mío. E iban juntos.
9Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho,
edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y
lo puso en el altar sobre la leña.
10Y extendió Abraham su mano y
tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
11Entonces el ángel de
Yahweh le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió:
Heme aquí.
12Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le
hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu
hijo, tu único.
13Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he
aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue
Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
He aquí que había provisto Dios un cordero
que es Cristo, su único Hijo, para entregarlo en lugar de nosotros, y estaba
trabado en el zarzal como cuando le pusieron a Cristo la corona de espinas en la
frente-alma.
14Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Yahweh proveerá. Por tanto
se dice hoy: En el monte de Yahweh será provisto.
15Y llamó el ángel de Yahweh a Abraham por segunda
vez desde el cielo,
16Y dijo: Por mí mismo he jurado, dice
Yahweh,
que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;
17De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las
estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu
descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.
El Señor por tercera y definitiva vez prueba
a Abraham y le bendice como prototipo de la conducta que espera de las naciones
venideras que tengan la misma fe, la de Cristo en nosotros.
18En tu simiente
serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
19Y volvió Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a
Beerseba; y habitó Abraham en
Beerseba.
20Aconteció después de estas cosas, que fue dada
noticia a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a
Nacor tu hermano:
El Señor ahora además le da familia con la
que emparentar a Isaac, pues Rebeca es la esposa de Isaac. El todavía no lo
sabe. El Señor aquí nos confirma que ya ha previsto la continuación de la
saga de Abraham.
21Uz su primogénito, Buz su hermano, Kemuel padre
de
Aram,
22Quesed,
Hazo,
Pildas, Jidlaf y
Betuel.
23Y
Betuel fue el padre de Rebeca. Estos son los ocho hijos que dio a luz
Milca, de
Nacor hermano de Abraham.
24Y su concubina, que se llamaba
Reúma,
dio a luz también a
Teba, a
Gaham, a Tahas y a
Maaca.
CAPÍTULO 23
MUERTE Y SEPULTURA DE SARA:
Ó ABRAHAM TERMINA SU MINISTERIO
1 Fue la vida de Sara ciento veintisiete años; tantos
fueron los años de la vida de Sara.
2Y murió Sara en
Quiriat-arba,
que es
Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara,
y a llorarla.
El alma de Abraham termina su ministerio y ya
el Señor le jubila de la búsqueda para que espere a ser llevado con Él. Pero
aún le reserva asegurar la continuidad espiritual en Isaac.
3Y se levantó Abraham de delante de su muerta, y
habló a los hijos de
Het, diciendo:
4Extranjero y forastero soy
entre vosotros; dadme propiedad para sepultura entre vosotros, y sepultaré mi
muerta de delante de mí.
5Y respondieron los hijos de Het a Abraham,
y le dijeron:
6Oyenos, señor nuestro; eres un príncipe de Dios
entre nosotros; en lo mejor de nuestros sepulcros sepulta a tu muerta; ninguno
de nosotros te negará su sepulcro, ni te impedirá que entierres tu muerta.
7Y Abraham se levantó, y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los
hijos de
Het,
8Y habló con ellos, diciendo: Si tenéis voluntad de
que yo sepulte mi muerta de delante de mí, oídme, e interceded por mí con
Efrón hijo de
Zohar,
9Para que me dé la cueva de
Macpela, que tiene
al extremo de su heredad; que por su justo precio me la dé, para posesión de
sepultura en medio de vosotros.
10Este Efrón estaba entre los hijos
de
Het; y respondió Efrón heteo a Abraham, en presencia de los hijos de
Het,
de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo:
11No,
señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en
ella; en presencia de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerta.
12Entonces Abraham se inclinó delante del pueblo de la tierra,
13Y
respondió a Efrón en presencia del pueblo de la tierra, diciendo: Antes, si te
place, te ruego que me oigas. Yo daré el precio de la heredad; tómalo de mí,
y sepultaré en ella mi muerta.
14Respondió Efrón a Abraham,
diciéndole:
15Señor mío, escúchame: la tierra vale cuatrocientos
siclos de plata; ¿qué es esto entre tú y yo? Entierra, pues, tu muerta.
16Entonces Abraham se convino con
Efrón, y pesó Abraham a Efrón el
dinero que dijo, en presencia de los hijos de
Het, cuatrocientos siclos de
plata, de buena ley entre mercaderes.
17Y quedó la heredad de Efrón que estaba en Macpela
al oriente de
Mamre, la heredad con la cueva que estaba en ella, y todos los
árboles que había en la heredad, y en todos sus contornos,
18Como
propiedad de Abraham, en presencia de los hijos de Het y de todos los que
entraban por la puerta de la ciudad.
19Después de esto sepultó
Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela al oriente de
Mamre,
que es
Hebrón, en la tierra de Canaán.
20Y quedó la heredad y la
cueva que en ella había, de Abraham, como una posesión para sepultura,
recibida de los hijos de
Het.
Abraham se empeña en tener su propia tierra
para sepultura, y por dinero que Dios le ha provisto para que nunca nadie
reclame sobre la legitimidad de la ancianidad de su ministerio y quede fijado el
lugar y la obra de su alma.
CAPÍTULO 24
ABRAHAM BUSCA ESPOSA PARA
ISAAC: BUSCANDO ESPOSA PARA CRISTO
1Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y
Yahweh había bendecido a Abraham en todo.
2Y dijo Abraham a un
criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que
tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
3y te juramentaré por Yahweh, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo
mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito;
4Sino
que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.
Buscar esposa para Isaac que es Cristo
significa buscar un alma que acepte a Cristo. Quiere Abraham que sea ya su hijo
el que siga la descendencia espiritual y por lo tanto sabe que de su parentela
puede tomar una esposa que se convierta al Dios de los cielos.
5El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a
esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?
6Y
Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.
No vuelvas a mi hijo al lugar de donde me
sacó Dios, de mi tierra y de mi parentela, y de la casa de mi padre.
7Yahweh,
Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi
parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta
tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para
mi hijo.
8Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre
de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo.
9Entonces
el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre
este negocio.
10Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su
señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto
en camino, llegó a
Mesopotamia, a la ciudad de
Nacor.
Toma el siervo de Abraham, que es cualquier
siervo de Dios, diez camellos, o ángeles del Dios de los ejércitos, y todas
las bendiciones para dárselas a aquélla alma que quiera casarse con Cristo.
11E hizo
arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora
de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua.
Hizo arrodillar a los ángeles para que
intercedieran y se encontrara alma-esposa para Isaac-Cristo. Si no se hubiese
encontrado esposa para él no hubiese seguido adelante el plan de Dios. Por lo
tanto Dios ya había preparado una esposa para Isaac.
12Y dijo:
Oh Yahweh, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen
encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.
13He aquí yo
estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen
por agua.
14Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu
cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré
de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo
Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
Precioso momento en que un hombre siervo de
Dios, pide señal a Él para saber cual es la voluntad Suya y ser así
bendecido. (En todo debería el hombre peguntar a Dios y Él gustoso le
enseñaría: ¡Hagan la prueba!)
15Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he
aquí Rebeca, que había nacido a
Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano
de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.
16Y la
doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido;
la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.
Un alma virgen que no había aceptado a
varón, o sea no había consentido con ninguna enseñanza religiosa.
17Entonces
el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de
agua de tu cántaro.
18Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio
prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.
19Y cuando
acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta
que acaben de beber.
20Y se dio prisa, y vació su cántaro en la
pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus
camellos.
21Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para
saber si Yahweh había prosperado su viaje, o no.
22Y cuando los
camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba
medio
siclo, y dos brazaletes que pesaban diez,
23Y dijo: ¿De quién
eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos?
24Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de
Milca, el cual ella dio a
luz a
Nacor.
25Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho
forraje, y lugar para posar.
26El hombre entonces se inclinó, y
adoró a Yahweh,
27Y dijo: Bendito sea Yahweh, Dios de mi amo
Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Yahweh en el camino a casa de los hermanos de mi amo.
Confirma el Señor a Abraham en su siervo
hallando a la doncella escogida sin él saber nada.
28Y la
doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.
29Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el
cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.
30Y cuando vio el
pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me
habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los camellos junto a
la fuente.
El siervo de Dios está con los ángeles junto
a la fuente que es como el manantial de la presencia de Dios que da agua
espiritual, aguardando en la obra espiritual que le ha sido encomendada. Esto
hoy también es así en aquellos que buscan esposa para Cristo, también cuentan
con ángeles del Señor para ir a buscarla, pero estos no son vistos por los
hombres, pero están ahí.
31Y le dijo: Ven, bendito de
Yahweh; ¿por qué estás
fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos.
32Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los
camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los
pies de los hombres que con él venían.
33Y le pusieron delante qué
comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo:
Habla.
El siervo de Dios no quiere disfrutar de las
cosas de la carne si antes no satisface las del Espíritu.
34Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham.
35Y Yahweh ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado
ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
36Y
Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha
dado a él todo cuanto tiene.
Todo cuanto tiene, la continuación de la
descendencia pertenece a Cristo y luego al Espíritu Santo que está con
nosotros todos los días.
37Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No
tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;
No tomarás esposa que sea del mundo, o sea un
alma que no quiera salir del sistema de los hombres.
38Sino que irás a la casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás mujer
para mi hijo.
39Y yo dije: Quizá la mujer no querrá seguirme.
40Entonces él me respondió: Yahweh, en cuya presencia he andado,
enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo
mujer de mi familia y de la casa de mi padre.
41Entonces serás libre
de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia; y si no te la dieren, serás
libre de mi juramento.
42Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije:
Yahweh, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual
ando,
43He aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que
la doncella que saliere por agua, a la cual dijere: Dame de beber, te ruego, un
poco de agua de tu cántaro,
44Y ella me respondiere: Bebe tú, y
también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó
Yahweh
para el hijo de mi señor.
45Antes que acabase de hablar en mi
corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y
descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des de beber.
46Y bajó prontamente su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y
también a tus camellos daré de beber. Y bebí, y dio también de beber a mis
camellos.
47Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y
ella respondió: Hija de Betuel hijo de
Nacor, que le dio a luz
Milca. Entonces
le puse un pendiente en su nariz, y brazaletes en sus brazos;
48Y me
incliné y adoré a
Yahweh, y bendije a Yahweh Dios de mi señor Abraham, que
me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi
señor para su hijo.
49Ahora, pues, si vosotros hacéis misericordia
y verdad con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo; y me iré a la
diestra o a la siniestra.
50Entonces Labán y Betuel respondieron y
dijeron: De Yahweh ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno.
51He
ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor,
como lo ha dicho Yahweh.
Es muy importante que a las personas que creen
a Dios se le cuenten las señales de Dios, pero no a los que no creen pues no lo
recibirán.
52Cuando el criado de Abraham oyó sus
palabras, se inclinó en tierra ante Yahweh.
53Y sacó el criado
alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca; también dio
cosas preciosas a su hermano y a su madre.
Las bendiciones de Dios siguen a los que le
reciben, y a los suyos.
54Y comieron y bebieron
él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana,
dijo: Enviadme a mi señor.
55Entonces respondieron su hermano y su
madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá.
La carne hace un último intento de retener
las cosas del Espíritu, pero el siervo de Dios lucha para que no se eche
atrás.
56Y él les dijo: No me detengáis, ya que Yahweh ha prosperado mi
camino; despachadme para que me vaya a mi señor.
57Ellos
respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle.
58Y
llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió:
Sí, iré.
59Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza,
y al criado de Abraham y a sus hombres.
60Y bendijeron a Rebeca, y le
dijeron: Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y posean tus
descendientes la puerta de sus enemigos.
61Entonces se levantó
Rebeca y sus doncellas, y montaron en los camellos, y siguieron al hombre; y el
criado tomó a Rebeca, y se fue.
Rebeca es llevada por los ángeles de Dios
hasta Cristo. Recibe ella la doctrina de la salvación y quiere casarse con Él.
62Y venía Isaac del pozo del Viviente-que-me-ve;
porque él habitaba en el
Neguev.
63Y había salido Isaac a meditar
al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los
camellos que venían.
He aquí Cristo que va al monte a
meditar y a orar. Él ve como vienen los ángeles y le anuncian la venida de un
alma que le quiere.
64Rebeca también alzó sus ojos, y vio a
Isaac, y descendió del camello;
65Porque había preguntado al
criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el
criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se
cubrió.
El alma que es traída a Cristo se cubre su
desnudez al ver la grandeza del Señor.
66Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había
hecho.
67Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a
Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su
madre.
Se consuela Cristo con el alma de los que le
reciben tras recibir la continuidad porque el Padre tuvo que proveer a Cristo
como pago por los pecados de la humanidad, ya que sin su sacrificio no habría
esperanza para las personas.
CAPÍTULO 25
LOS DESCENDIENTES DE
ABRAHAM Y CETURA
1 Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre era
Cetura,
Abraham aún quiere seguir sirviendo al Señor
y vuelve a tomar esposa, que quiere decir que vuelve a poner su alma en
funcionamiento ya que como hombre de Dios, aun en su vejez quiere servir a Dios.
2La cual le dio a luz a
Zimram,
Jocsán,
Medán,
Madián, Isbac y
Súa.
3Y Jocsán engendró a Seba y a
Dedán; e hijos de Dedán fueron
Asurim,
Letusim y
Leumim.
4E hijos de
Madián:
Efa,
Efer,
Hanoc, Abida y
Elda. Todos estos fueron hijos de
Cetura.
5Y Abraham dio todo cuanto
tenía a Isaac.
Pero todas las actividades nuevas de Abraham y
su servicio a Dios es para darle todo el apoyo a Isaac, y para que tenga pueblo
al que traer el conocimiento de Dios.
6Pero a los hijos de sus concubinas dio Abraham
dones, y los envió lejos de Isaac su hijo, mientras él vivía, hacia el
oriente, a la tierra oriental.
Los hijos de las concubinas o hijos de las
religiones, reciben de Dios dones, pero a su vez son apartados de Isaac, que es
Cristo, o sea que están lejos de Él.
MUERTE Y SEPULTURA DE
ABRAHAM
7Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento setenta y cinco
años.
8Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez,
anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo.
Maravillosa vida la de un hombre que sirve a
Dios en todo.
9Y lo sepultaron
Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de
Macpela, en la heredad de Efrón hijo de
Zohar heteo, que está enfrente de
Mamre,
10Heredad que compró
Abraham de los hijos de Het; allí fue sepultado Abraham, y Sara su mujer.
11Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su
hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente-que-me-ve.
Confirmación a Isaac que es Cristo o aquel
que tiene a Cristo, de que puede andar en la obra de Dios, con todo lo que su
Padre, El Señor le ha provisto.
CONCLUSIÓN DE LA HISTORIA
DE ABRAHAM
El mensaje que llegará a todas las naciones
de la Tierra es el mensaje de la amistad personal con Dios, sin sistemas
religiosos. La salvación del alma del hombre para vida eterna no se obtiene por
el esfuerzo personal, ni por el cumplimiento de ningunos preceptos, ni de formas
de culto establecidos, sino por la muerte de Cristo, del Cristo-Salvador de la
humanidad, de Dios hecho hombre en la persona de Jesucristo, Yahshuah, Emanuel que
significa Dios con nosotros.
EVANGELIO DE JUAN CAPÍTULO
3
16Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha entregado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
JEREMÍAS 31:431 Y HEBREOS
8:11
Y no enseñará ninguno a su prójimo, ni
ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán,
desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice El Señor; porque
perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.
MALAQUÍAS CAPÍTULO 4
5He aquí que yo envío el
profeta
ELIAS, antes que venga
el día del Señor, grande y terrible.
6Y hará volver el corazón de
los padres (Abraham, Isaac y Jacob que es Israel) en los hijos (los que crean a
Dios de todas las naciones de la tierra) y el corazón de los hijos en los
padres.
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