SACERDOTE
SEGÚN
EL
ORDEN
DE
MELQUISEDEC
Y
EL
SACERDOCIO
DEL
HOMBRE
DE
DIOS
Melquisedec
es
el
nombre
alegórico
de
Jesucristo
cuando
se
vio
con
Abraham
y
le
ofreció
pan
y
vino
"La
Santa
Cena";
Génesis:14:17-20,
Salmo
110:4.
Más
tarde
en
la
carta
a
los
Hebreos
5:10;6:20;
7:17;
y
7:1
se
le
reconoce
como
tal.
El
sacerdocio
del
hombre,
sin
embargo,
no
es
para
la
salvación
propia,
ni
de
otros.
El
sacerdocio
de
la
salvación
es
exclusivo
de
Cristo
que
es
el
de
la
salvación
del
las
almas,
al
que
llamaré:
la
esencia
del
sacerdocio
o
la
primera
etapa
del
sacerdocio
de
Melquisedec.
Este
Melquisedec-Jesucristo
sacerdote
para
siempre,
ya
ha
cumplido
de
una
vez
para
siempre,
en
la
cruz,
ese
sacerdocio,
venciendo
a
la
muerte
y
resucitando,
para
volver
a
los
Cielos,
y
darnos
vida
eterna
que
compartir
con
Él. Para ello era necesario que fuésemos
transformados en un nuevo ser, nacido de nuevo, con una nueva mente
y nuevo cuerpo espiritual que viva y disfrute de la presencia de
Dios en Su dimensión.
El
hombre
ha
recibido
de
Dios
la
capacidad
de
ser
sacerdote,
ya
que
Dios
lo
es.
¿Pero
cómo
puede
el
hombre
ser
sacerdote
según
el
orden
de
Melquisedec
si
este
ya
está
cumplido?
Jesucristo
ha
abierto
la
puerta
que
estaba
cerrada,
cuando
ha
rasgado
el
VELO
del
Lugar
Santísimo,
cuando
ha
muerto
en
la
cruz,
para
que
al
aceptarle
a
Él
como
salvador,
Su
sangre
(que
es
la
vida
y
representa
al
Espíritu)
nos
limpia
de
nuestra
esencia
humana
y
pecadora,
y
nos
hace
santos
por
quedar
vestidos
de
Él,
que
nos
lleva
al
nuevo
nacimiento
al
Espíritu,
y
cambia
nuestras
mentes.
Con
este
acceso
a
Dios,
lo
que
ahora
puede
hacer
el
hombre
una
vez
salvo,
es
formar
parte
del
resto
de
la
obra
de
Cristo,
la
intercesión
por
la
Iglesia
que
está
en
el
mundo. Lea también en relación a este tema sobre el
SÁBADO.
Veamos
como
el
hombre
tiene
en
su
mano
la
invitación
de
Jesucristo,
el
Maestro,
de
sacrificar
su
propia
vida
cada
día
mediante
la
entrega
por
otros.
Cristo
nos
pide
que
compartamos
con
Él,
ese
yugo
que
Él
lleva,
para
"interceder"
por
los
hombres.
Este
sacerdocio
se
ve
reflejado
en
Getsemaní,
cuando
Jesús
acepta
beber
la
copa
de
la
amargura
del
pecado,
en
nuestro
lugar.
Lucas
22:39
al
46.
Ahora bien, la palabra sacerdote
se compone de sacer y dote "sacrum y
dotado" que significa el que tiene el
don de ofrecer el
sacrificio o el que ofrece lo que se tiene que sacrificar, lo que se
sacrifica a Dios.
La
palabra hebrea para sacerdote es kohen y para Sumo Sacerdote Kohen
HaGadol, equivalente en griego Bíblico con Archiereus, de arc e
hiereus, que viene de hieros, santo, sagrado, apartado. En
la
religión
se
ha
conocido
hasta
ahora
como
un
ritual
para
cumplir
un
culto
para
buscar
el
perdón
por
el
pecado.
En
la
Ley
de
Dios
se
instituye
para
ofrecer
un
animal
como
ofrecimiento
de
agradecimiento
o
de
perdón
por
los
pecados
de
los
hombres,
o
en definitiva para
que
bendiga
a
otros
que
por
la
carencia
que
tienen
del
Espíritu
están
lejos
de
Dios,
para
su
acercamiento
a
Él.
En su origen era la parte del animal de la
procreación, de la vida y del alma. Tiene connotación de intimidad
con Dios, ningún otro personaje puede venir a la presencia de Dios
sino el sacerdote. En Cristo todos somos sacerdotes porque a través
de Jesucristo tenemos entrada al corazón del Padre. Además el que
tiene el don o que dota es también el padre de la novia que aporta la dote al sagrado
matrimonio, símbolo de las Bodas del Cordero en las que nosotros, la
Iglesia se casa con el Hijo de Dios para reinar por la eternidad. Es por lo tanto la persona
que
desempeña
la
acción
de
sacrificar. También la
función del sacerdocio es
la de interceder
"intercede"
de
(ínter-cedere,
donde
cedere
es
morir,
e
ínter,
es,
en
lugar
de otro)
o
sea
que
el
que
intercede
muere
en
lugar
de
otro.
Una
vida
animal
en
lugar
de
la
vida
de
una
persona
para
que
esta
siga
viviendo,
porque
...la
paga
del
pecado
es
la
muerte... Romanos 6:23,
y
de
hecho
todos
moriremos;
luego
la
resurrección
para
el
juicio.
Este
sacrificio
sería
de
continuo
e
inútil,
pues
no
cambia
a
la
persona. Jesucristo se ofrece a sí mismo como
sacrificio por nosotros para reconciliarnos, para inter-ceder entre
nosotros y el Padre y recibirnos en Su Corazón, sí le amamos.
El
sacerdocio
de
Cristo
sí
cambia
a
las
personas
porque
hace
que
entre
Su
Espíritu
de
Dios
en
ellas,
cuando le recibimos, y
de
una
vez
para
siempre
ha
cumplido
el
sacrificio
eterno,
siendo
el
Autor
de
la
vida
y
dando
Su
vida
y
volviéndola
a
tomar. Jesús
es
el
Sacerdote
por
excelencia,
el
Maestro
de
las
almas
de
los
hombres
y
mujeres
que
han
sido
hechos
en
espíritu
a
la
semejanza
de
Él.
Hasta
ahora
hemos
visto
el
primer
sacerdocio,
el
de
Cristo
para
salvación, y el de Cristo para traer el amor del
Padre y la unción de Espíritu Santo.
Ahora
veremos
el,
llamémosle
segundo
sacerdocio,
el
del
hombre
que
entra
a
compartir
el
yugo
con
Cristo,
donde
se
acepta
ser
cargado
con
la
tristeza
del
Padre
y
de
Cristo
en
el
que
podemos
llamar
altar
del
sacerdocio
que
es
para
que
otra
alma
sea
abrazada
por
Dios
en
su
lugar,
o
sea,
el
sacerdote
pide
la
carga
de
otro,
para
llevarla
él,
junto
con
Cristo,
de
esta
manera
el
hermano
o
hermanos
por
los
que
uno
se
ofrece,
al
sentirse
libres
de
su
carga,
y
como
aman
a
Dios
y
le
echan
de
menos,
van
a
experimentar
un
mayor acercamiento
a
Dios.
No
que
Dios
esté
más
cerca,
sino
que
la
persona
le
puede
percibir
libre
de
sus
opresiones
y
de
sus
preocupaciones
típicas
de
nuestra
vida
cotidiana
del
mundo.
Y
aquel
que
se
ofrece
a
llevar
las
cargas
del
cuerpo
de
Cristo,
se
verá
junto
a
Cristo
en
el
mismo
yugo.
Llevando
en
realidad
la
carga
con
Dios.
Vaya
privilegio
de
amar
como
Dios
ama,
aunque
con
nuestra
limitación.
Estar
donde
Tu
estás
Señor,
Esposo
mío
que
has
dado
Tu
vida
por
mi.
El
sacerdocio
espiritual
no
es
un
ritual
de
religión,
no
se
hace
en
público,
sino
ante
Dios
y
en
Cristo
por
amor
a
otros,
todos
los
días.
Solo
lo
saben
Dios
y
el
que
se
ofrece,
y
a
cambio
la
bendición
de
Dios
la
reciben
aquellos
por
los
que
el
sacerdote
se
ofrece
con
Cristo,
estos
son
la
Iglesia,
la
esposa,
cada
uno
en
particular.
En
1
Juan
3:16
vemos
claramente
como
nos
guía
a
ello
la
Palabra
de
Dios:
...En
esto
hemos
conocido
el
amor,
en
que
Él
puso
su
vida
por
nosotros;
también
nosotros
debemos
poner
nuestras
vidas
por
los
hermanos...
Fíjense
que
no
dice
por
el
prójimo,
sino
por
los
hermanos.
Importante;
hay
que
diferenciar
entre
la
oración
para
todos,
las
obras
de
ayuda
al
prójimo
y
el
sacrificio
de
nuestra
alma
en
el
espíritu,
para
liberar
a
un
hermano
de
la
opresión
del
sistema
y
de
su
propio
"yo",
para
que
esté
libre
para
estar
más
cerca
del
Señor;
El
poder
de
traer
un viento del
paraíso
de Dios a
los
hermanos.
En
el
texto
de
1Juan,
en
la
traducción
griega
donde
leemos
-
vidas
-,
originalmente
está
escrito:
"psique"
-almas-...poned
vuestras
almas
por
los
hermanos.
También
dice
en
el
siguiente
versículo
17:
...El
que
tiene
bienes
de
este
mundo
y
ve
a
su
hermano
tener
necesidad,
y
cierra
contra
él
su
corazón,
¿Cómo
mora
el
amor
de
Dios
en
él?
Hijitos
míos,
no
amemos
de
palabra
ni
de
lengua,
sino
de
hecho
y
en
verdad...
LAS
TRES
CARAS
DEL
SACERDOCIO
DEL
HOMBRE
1.-
Predicar
a
los
demás
el
Evangelio
de
la
salvación. ...sacrificio
de labios que confiesan Su nombre... ...cuan hermosos son los
pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas
nuevas... Isaías 52:7.
2.-
Orar
por
el
prójimo
para
que
Dios
traiga
la
bendición
a
esos
que
sabemos
que
la
necesitan,
para
que
conozcan
a
Dios
y
crean
en
la
salvación
de
Jesucristo,
y
cambien
sus
vidas
ya,
y
para
los
que
son
de
Dios
no
se
pierdan.
Ayudar
al
prójimo,
con
dinero,
comida,
medicina,
apoyo
moral
y
vestido.
3.-
Hasta
aquí
la
mayoría
ya
hace
o
ha
escuchado
que
algunos
hacen.
La
culminación
del
sacerdocio
es
ofrecer
a
Dios,
aquellos
que
ya
son
de
Cristo,
su alma, su mente,
su
espíritu,
su
vida,
espiritual
y
física
para
ser
cargado
con
la
carga
que
cada
uno
pueda
soportar;
esto
lo
sabe
Dios,
compartiendo
con
Cristo,
el
Sumo
Sacerdote,
la
intercesión
que
Él
lleva,
es
por
eso
que
nos
invita
a
llevar
Su
yugo,
para
que
los
que
son
cuerpo
de
Cristo
y
que
Le
aman,
reciban
bendición
espiritual,
que
sientan
fuertemente
la
presencia
y
amor
de
Dios.
Para
Sobrellevar
los
unos
las
cargas
de
los
otros,
y
cumplid
así
la
ley
de
Cristo.
Gálatas
6:2.
Cada
uno
llevará
su
propia
cruz,
pero
los
demás
discípulos
entre
todos
pueden
ayudarse
unos
a
llevar
la
carga
de
otros
por
amor
a
Cristo y a los hermanos. Para profundizar en el
perfeccionamiento del sacerdocio del discípulo lean
LA LEY DE CRISTO.
Aquellos
que
ya
han
experimentado
el
poder
de
amar
como
Dios,
lo
harán
el
resto
de
sus
vidas.
Ya
saben,
por
haber
llevado
el
yugo
con
Cristo,
que
es
poder
de
Dios.
...Mi
yugo
es
fácil
y
ligera
mi
carga.
Mateo
11:30.
Aquellos
que
ya
han
sentido
que
un
hermano
se
ha
ofrecido
por
ellos,
ya
han
comprendido
que
esto
es
una
realidad
y
que
trae
la
bendición
de
Dios.
Es
como
si
el
Señor
te
liberara
de
toda
carga
y
te
acercase
a
Él
especialmente.
Todo
a
tu
alrededor
es
bendición.
¿A
qué
esperas?
Ofrécete
a
Dios
ahora
por
los
hermanos
en
la
fe,
en
especial
por
los
que
no
ames,
porque
si
solo
lo
haces
por
los
que
amas,
que
merito
tenéis,
lo
sugiere
el
Espíritu
de
Dios.
La
esposa
de
Cristo,
este
cuerpo
de
sacerdotes
santos,
toda
persona
que
quiera
tomar
su
propia
cruz
y
seguirle,
se
convierte
en
un
complemento
de
Cristo.
El
ya
está
trayendo
la
presencia
del
Espíritu
(No
os
dejaré
huérfanos, sin
Padre
espiritual,
sin
guía,
os
enviaré
a
otro
consolador)
a
aquellos
que
le
han
recibido
por
el
don
de
la
fe.
Esto
no
lo
duda
nadie
que
le
haya
conocido.
Pero
tenemos
a
nuestro
alcance
traer
esta
bendición
a
los
hermanos
y
a
Cristo,
ya
que
Dios
nos
ha
hecho
herederos
con
Cristo
y
copartícipes
del
Reino
Eterno,
donde
permanece
el
amor.
Melquisedec-Jesucristo,
es
el
sacerdote
eterno
que
ahora
alimenta
este
sacerdocio
para
que
el
de
los
hombres
se
convierta
en
verdadero
y
útil,
por
estar
Él
en
la
eternidad
y
porque
nos
es
dado
el
poder
de
traer
a
otros
un
poco
de
la
eternidad
por
un
poco
de
tiempo;
aún
antes
de
que
Él
venga
en
Su
Reino.
Podemos
disfrutar
de
un
anticipo
del
Reino
de
Dios
aquí
y
ahora,
sin
tener
que
esperar
a
después
de
la
muerte, o al arrebatamiento.
La
tierra
prometida
es
un
hermano,
si
recibe
a
Dios
y
se
edifica
en
Espíritu,
esta
tierra-alma,
destilará,
...leche
y
miel...
el amor de Dios, que
es
la
promesa
de
Dios
sobre
ella.
Es
parte
de
la
esencia
de
aquellos
que
quieren
ser
pueblo
de
Dios,
y
está
abierto
a
toda
persona
de
cualquier
raza
o
procedencia
que
busque
al
Dios
único
y
universal
que
se
llama
Jesucristo,
o
Emmanuel
que
significa:
Dios
con
nosotros,
Yahweh
o
Yahweh,
Yahshua
ó
Yeshua.
Isaías
9:6
y
7:14
y
también
Yo
soy
ó
seré,
ó
estaré
contigo;
fue
la
respuesta
a
Moisés,
sobre
Su
nombre.
La
puerta
a
Dios
está
cerrada
para
la
humanidad,
antes
es
necesario
entrar
por
dicha
puerta.
La
puerta
es
Cristo
y
el
camino
es
Cristo,
y
la
vida
es
Cristo.
Sin
Cristo
no
hay
acceso
a
Dios.
Es
la
condición
de
Dios
para
la
salvación
humana.
La
única
manera
que
tiene
de
hacernos
humildes
es
morir
Él
por
nosotros.
No
nos
sirve
de
nada
intentar
justificarnos.
Es
más;
el
que
lo
intenta
se
constituye
anti-Cristo
por
no
aceptarle
a
Él
como
su
Salvador.
No
es
posible
para
el
hombre
justificarse
ante
Dios.
Esto
es
el
Evangelio:
El
que
cree
en
Él
será
salvo.
Solo
lo
vuelvo
a
explicar
por
si
todavía
queda
alguna
duda
al
respecto.
...Vosotros
sois
mis
amigos
si
hacéis
lo
que
yo
os
mando.
Juan
15:14...
Ya
no
os
llamaré
siervos,
porque
el
siervo
no
saber
lo
que
hace
su
señor;
pero
os
he
llamado
amigos
porque
todas
las
cosas
que
oí
de
mi
Padre,
os
las
he
dado
a
conocer...
Qué
curioso
que
Cristo
nos
llame
amigos,
como
el
Padre
llamó
amigo
a
ABRAHAM,
el
único
que
estuvo
con
MELQUISEDEC,
CRISTO
y
le
llamó
mi
amigo.
Este
tomó
el
pan
y
el
vino
con
su
Maestro,
y
aprendió
el
Sacerdocio
de
la
intercesión.
TEXTOS
BÍBLICOS
Ahora
me
gozo
en
lo
que
padezco
por
vosotros,
y
cumplo
en
mi
carne
lo
que
falta
de
las
aflicciones
de
Cristo
por
su
cuerpo,
que
es
la
iglesia.
Colosenses
1:24.
Y
vosotros
me
seréis
un
reino
de
sacerdotes...
Éxodo
19.6.
Así
que
hermanos,
os
ruego
por
las
misericordias
de
Dios,
que
presentéis
vuestros
cuerpos
en
Sacrificio
vivo,
que
es
vuestro
culto
racional.
Romanos
12:1.
Acercándoos
a
Él,
piedra
viva,
vosotros
también
como
piedras
vivas,
sed
edificados
como
casa
espiritual
y
sacerdocio
santo,
para
ofrecer
sacrificios
espirituales
aceptables
a
Dios,
por
medio
de
Jesucristo.
1ª
Pedro
2:4.
Os
aseguro,
hermanos
por
la
gloria
que
de
vosotros
tengo
en
nuestro
Señor
Jesucristo,
que
cada
día
muero.
1ª
Corintios.
15:31.
El
amor
no
hace
mal
al
prójimo;
así
que
el
cumplimiento
de
la
ley
es
el
amor.
Romanos.13:10.
Sobrellevad
los
unos
las
cargas
de
los
otros, y cumplid así
la
Ley
de
Cristo.
Gálatas
6:2.
Vosotros
sois
linaje
escogido,
real
sacerdocio...
1ª
Pedro.
2:9.
Juró
el
Señor
y
no
se
arrepentirá:
Tú
eres
Sacerdote
para
siempre
según
el
orden
de Melquisedec.
Salmos.
110:
4.
Así
que,
todas
las
cosas
que
queráis
que
los
hombres
hagan
con
vosotros,
así
haced
vosotros
con
ellos;
porque
esto
es
la
ley
y
los
profetas.
Mateo.
7:12.
Porque
así
ha
dicho
El
Señor:
No
faltará
a
David
varón
que
se
siente
sobre
el
trono
de
la
casa
de
Israel.
"Jesucristo"
Ni
a
los
sacerdotes
y
levitas
faltará
varón
que
delante
de
mí
ofrezca
holocausto
y
encienda
ofrenda,
y
que
haga
sacrificio
todos
los
días.
"Sacerdotes"
Jeremías.
33:17
y
18.
Hasta
que
apunte
el
alba
del
día
y
huyan
las
sombras,
Me
iré
al
monte
de
la
mirra,
y
al
collado
del
incienso.
Cantares.
4:6.
Es
aquí
donde
vamos
con
Cristo
en
el
yugo
del
sacerdocio.
Planteemos
ahora
que
todos
los
miembros
del
cuerpo
de
Cristo
le
ofrecieran
a
Dios
sus
almas,
para
interceder
por
Jesucristo,
nuestro
Sumo
Sacerdote,
nuestro
Señor,
que
lleva
la
gran
carga
de
todos
los
suyos;
yo
creo
que
ese
día
vendrá
el
Reino
de
Dios.
En
la
eternidad,
como
mis
hermanos,
ya
libres
de
este
cuerpo
de
muerte,
sin la influencia del mundo en sus mentes, no
tienen
tentación
de
nada,
solo
se
pude
destilar
amor
los
unos
a
los
otros,
porque
ya
no
recibiremos
carga
de
nadie.
Sacerdotes
para
siempre
pero
sin
carga.
Cristo
ha
triunfado.
Gloria
a
su
nombre.
REFLEXIÓN
Abel
fue
sacerdote,
ofreció
un
cordero
a
Dios,
representando
al
Cordero
de
Dios.
El
no
ofreció
sus
obras,
el
fruto
de
su
esfuerzo
personal,
que
representa
las
obras
de
culto
y
cumplimiento,
de
la
pertenencia
a
una
religión
o
a
la
propia
moral
humana.
Caín
sí
se
justifica
por
sus
obras.
Atención,
Caín
mató
a
Abel.
El
hombre
de
moral
o
religión
o
ciencia,
mata
a
Cristo
en
el
Gólgota
porque
es
anti-Cristo,
porque
no
le
gusta
tener
que
negarse
a
si
mismo
y
hacerse
humilde.
Bendito
Él,
que
si
se
hizo
humilde,
se
humilló
siendo
el
Rey
del
Universo,
se
hizo
hombre
pobre
y
humilde
y
llevó
el
pecado
del
mundo,
que
nunca
cometió.
¡Cómo
no
te
amaré
con
toda
mi
alma
Señor!
Gracias...
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