ELÍAS
EL
REFORMADOR
DE
DIOS
Elías
es
simbólicamente
el
discípulo
y
profeta
de
Dios.
Es
un
hombre
espiritual
que
no
depende
de
organización
religiosa
ni
humana.
Como
el
Bautista,
llevaba
su
mismo
atuendo
de
pieles
de
ovejas
y
cinto
de
cuero.
Degüella
a
los
450
profetas
de
baal,
"
los
representantes
de
las
religiones",
por
mandato
de
Dios,
que
representa
la
oposición
que
el
hombre
de
Dios
debe
tener
a
la
creencia
de
que
el
hombre
se
pueda
salvar
por
esta
o
aquella
práctica
religiosa
o
pertenencia
a
una
determinada
religión,
secta
o
iglesia
con
un
nombre.
Es
alimentado
por
los
cuervos,
en
simbología
de
un
animal
que
no
tiene
graneros
pero
al
que
Dios
alimenta,
como
Elías,
que
no
tiene
religión
de
donde
comer,
sino
que
es
Dios
quien
le
alimenta
espiritualmente.
Elías
es
el
espíritu
que
vendrá
antes
de
la
venida
del
Reino
de
Cristo,
y
el
que
también
tenía
que
venir
"el
Bautista"
a
anunciar
la
venida
del
Mesías,
Quien
hace
que
ya
tengamos
otra
vez
desde
Adán,
una
relación
con
Él
en
Su
Reino,
aunque
aun
limitados
al
mundo,
como
anticipo
de
lo
que
será
cuando
el
Señor
venga
tras
el
fin
del
mundo
que
ahora
conocemos
y
en
la
resurrección,
para
que
vivamos
eternamente.
Elías
enseña
a
Eliseo
(Ver
ELISEO)
"creyente
que
se
hace
un
discípulo"-
a
seguir
a
Dios
sin
organización
ninguna,
sino
a
ser
él
mismo
una
organización
dirigida
por
Dios,
y
parte
de
la
congregación
del
pueblo
de
Dios,
que
no
da
la
honra
a
la
obra
humana,
sino
a
Dios.
Cuando
van
dos
en
el
nombre
de
Dios
como
Elías
y
Eliseo,
es
como
cuando
van
los
apóstoles
de
dos
en
dos
mandados
por
el
Señor
Jesús.
Es
Elías
pues
el
portador
en
cada
tiempo
del
cambio
o
revolución
espiritual
que
el
hombre
de
Dios
debe
adoptar.
Básicamente
se
trata
de
que
sean
aquellos
que
son
de
Dios
los
que
crezcan
espiritualmente
y
no
de
añadir
a
esta
o
a
aquella
religión
una
doctrina
determinada,
no
que
el
mensaje
de
Dios
cambie,
sino
que
el
hombre
en
su
limitación
al
tiempo
está
siendo
edificado
por
el
creador
según
el
orden
espiritual
que
Él
puso.
El
mensaje
de
Elías
debe
ser
pues
adoptado
por
cada
uno
que
sea
seguidor
de
Dios,
en
espíritu
y
verdad,
independientemente
de
que
este
mensaje
lo
oigan
creyentes
que
están
en
una
organización
o
aquellos
que
ya
han
crecido
y
no
son
parte
de
estas.
Elías
representa
a
cualquier
discípulo
que
por
estar
en
intimidad
con
el
Señor,
independientemente
del
tiempo
que
le
haya
tocado
vivir,
trae
de
parte
de
Él
el
mensaje
de
ese
tiempo
espiritual.
Es
un
reformador.
En
realidad
lo
que
le
toca
hacer
es
decirle
al
pueblo
de
Dios
que
se
han
vuelto
a
desviar
y
han
vuelto
ha
hacer
una
organización
y
que
no
es
esta
la
voluntad
de
Dios.
Dios
nos
llama
para
ser
libres
y
seguirle
a
Él,
para
vivir
con
nuestro
mejor
amigo,
ese
que
dio
la
vida
por
nosotros
para
que
estemos
con
Él
en
su
creación
durante
la
eternidad.
En
realidad
el
mensaje
de
Elías
es
siempre
el
mismo:
seguid
al
Señor
y
dadle
honra
y
no
a
los
hombres
ni
a
las
comunidades
antes
que
a
Dios.
TEXTO
BÍBLICO:
MALAQUÍAS:
CAPÍTULO
4
5
He
aquí,
yo
os
envío
el
profeta
Elías,
antes
que
venga
el
día
del
Señor,
grande
y
terrible. 6
El
hará
volver
el
corazón
de
los
padres
hacia
los
hijos,
y
el
corazón
de
los
hijos
hacia
los
padres,
no
sea
que
yo
venga
y
hiera
la
tierra
con
maldición.
En
estos
versículos
es
donde
se
nos
aclara
que
estamos
hablando
del
espíritu
que
han
de
recibir
aquellos
que
son
de
Dios.
También
entendemos
que
si
este
Espíritu
de
Dios
vino
en
Juan
Bautista
justo
antes
de
la
venida
de
Jesús,
también
lo
hará
antes
de
la
venida
del
día
de
Dios,
grande
y
terrible,
porque
desde
que
vino
Jesús
y
resucitó
para
volver
con
el
Padre
y
mandarnos
el
Espíritu
Santo,
se
abrió
el
tiempo
para
la
evangelización.
Ahora
bien,
previendo
que
el
hombre
caería
en
la
formación
de
la
religión
aun
con
el
mensaje
de
Cristo,
que
es
el
cumplimiento
del
mensaje
anunciado
por
Juan
Bautista
o
Elías,
se
anuncia
en
la
profecía
que
vendrá
un
tiempo
último,
en
el
que
al
hombre
de
Dios
se
le
anuncia
como
vivir
su
fe
como
los
primeros
cristianos,
o
cómo
los
primeros
padres
de
la
fe
antes
de
Moisés,
Abraham,
Isaac
e
Israel.
El
hombre
ha
comprobado
ya que
no
es
capaz
de
cumplir
la
Ley
de
Dios,
y
que
ni
habiendo
sido
perdonado
en
Jesucristo,
es
capaz
de
vivir
la
vida
de
Dios
sin
hacerse
una
religión,
cuando
busca
a
Dios
para
justificarse.
Es
ya
desde
hace
poco,
el
tiempo
de
entender
lo
que
Dios
hace
en
nuestro
corazón
al
recibir
el
mensaje
del
arrepentimiento,
por
aceptar
la
crucifixión
de
Cristo
como
el
pago
por
nuestro
pecado,
que
es
vivir
sin
Él,
que
ya
está
abierta
la
puerta
a
Dios
por
Cristo,
sin
religión
de
practicas,
ni
secta
o
iglesia
organizada
como
denominación.
Una
relación
personal
con
el
Señor,
es
lo
que
permite
una
relación
perfecta
con
el
prójimo.
Bien,
pues
este
cambio
se
hace
en
que
nuestro
corazón
vuelve
a
los
padres,
que
son
Abraham,
Isaac
y
Jacob,
así
como
Cristo
lo
dice
explicando
que
Abraham
ya
vio
el
día
de
la
obra
redentora
de
Jesús:
Juan
8:56
Abraham
vuestro
padre
se
gozó
de
que
había
de
ver
mi
día;
y
lo
vio,
y
se
gozó.
Esto
aclara
que
la
primera
parte
de
la
profecía
de
Malaquías
está
cumplida
en
Abraham,
porque
el
vio
el
día
de
Cristo,
cuando
fue
a
ofrecer
a
Isaac,
y
Dios
Padre
le
dijo
que
no
lo
hiciese,
que
solo
quería
ver
su
obediencia,
pero
simbolizando
el
sacrificio
del
hijo,
del
Hijo
de
Dios
que
sí
sería
dado
en
sacrificio.
Abraham
recibe
la
promesa
de
que
en
Isaac
le
será
llamada
descendencia
y
que
sería
padre
de
todas
las
naciones
de
la
tierra.
Ahora,
los
que
somos
hijos
de
esa
fe
de
Abraham
en
la
redención
de
que
el
Padre
había
de
proveer
como
propiciación
por
nuestros
pecados,
somos
esos
hijos
que
hemos
de
volvernos
a
nuestros
padres
en
esa
fe:
Abraham,
Isaac e
Israel,
que
simbolizan
al
Padre,
al
Hijo
y
al
Espíritu
Santo.
Ellos
aun
no
tenían
la
Ley
de
Dios,
aunque
sí
en
esencia,
pero
sí
la
fe.
Nosotros
y
todos
los
hombres
de
la
tierra
que
creemos
en
el
Hijo
de
Dios,
en
la
misericordia
de
que
Dios
proveería
para
nuestro
perdón
por
ser
incapaces
de
ser
prefectos;
estos
son
los
que
deben,
sin
estar
bajo
ley,
religión,
secta
o
iglesia
con
un
nombre,
volver
sus
corazones
a
esa
fe
original,
la
de
los
padres,
a
la
amistad
personal
de
uno
con
Dios,
como
Abraham.
Ya
está
fluyendo
desde
hace
poco
tiempo
ese
espíritu
de
Elías
en
el
pueblo
de
Dios,
esos
que
solo
Él
dirige.
Ya
están
los
hijos
de
Dios
preparados
para
recibir
ese
Sacerdocio
de
interceder
los
unos
por
los
otros.
Ya
nos
queda
claro
que
no
nos
llama
Dios
para
cumplir
la
Ley
por
obligación,
sino
a
poner
nuestras
vidas
y
almas
de
todo
corazón
como
sacrificio
espiritual,
para
llevar
la
carga
de
la
lucha
que
Su
pueblo
tienen
contra
el
enemigo
que
nos
carga
con
las
debilidades
de
la
carne,
y
la
carga
del
mismo
Señor,
por
la
intercesión
permanente
por
el
nacimiento
y
crecimiento
de
cada
alma
de
su
pueblo,
en
espíritu.
Esto
es
lo
verdadero,
pero
no
se
ve
sin
la
fe,
¿Cómo
se
puede
amar
a
los
enemigos,
si
ni
siquiera
se
ama
de
verdad
a
los
amigos?
Que
se
puede
amar
carnalmente,
es
algo
natural
pero
no
eterno,
pero
cuando
se
ama
con
el
espíritu
que
da
Dios,
ya
no
hay
engaño.
El
día
grande
y
terrible
está
cerca,
"
Arrepentíos"
TEXTOS
BÍBLICOS
REFERENTES
A
ELÍAS
1ª
REYES:
CAPÍTULO
17
1Entonces
Elías
Tisbita,
que
era
de
los
moradores
de
Galaad,
dijo
a
Acab:
Vive
Yahweh
Dios
de
Israel,
en
cuya
presencia
estoy,
que
no
habrá
lluvia
ni
rocío
en
estos
años,
sino
por
mi
palabra.
Elías
es
un
hombre
de
Dios
que
anuncia
a
Acab,
que
es
rey,
representando
a
cualquier
persona
que
reina
en
su
propia
vida,
y
que
no
quiere
recibir
el
mensaje
de
Dios.
Elías,
que
puede
ser
tu,
le
anuncia
a
esta
persona
que
no
encontrará
a
Dios
sino
por
su
mensaje,
que
no
habrá
lluvia
sino
por
el.
La
lluvia
vienen
del
cielo
y
representa
la
presencia
de
Dios.
2Y
vino
a
él
palabra
de
Yahweh,
diciendo:
3Apártate
de
aquí,
y
vuélvete
al
oriente,
y
escóndete
en
el
arroyo
de
Querit,
que
está
frente
al
Jordán.
4Beberás
del
arroyo;
y
yo
he
mandado
a
los
cuervos
que
te
den
allí
de
comer.
Tras
anunciar
a
la
persona
el
evangelio,
el
profeta
es
mandado
por
Dios
a
apartarse
de
esa
vida,
para
que
compruebe
el
cumplimiento
de
sus
palabras,
que
son
de
Dios.
Volver
al
oriente
es
de
donde
sale
el
Sol,
que
vivamos
mirando
a
la
luz,
que
es
Él.
Esconderse
en
el
arroyo
de
Querit:
que
es
cortadura,
que
estemos
cortados
de
la
vida
de
los
que
no
aman
a
Dios.
Que
allí
el
Señor
nos
enviará
alimento
y
presencia
espiritual.
Similar
situación
a
la
de JONAS
cuando
anuncia
el
mensaje
a
Nínive.
5Y
él
fue
e
hizo
conforme
a
la
palabra
de
Yahweh;
pues
se
fue
y
vivió
junto
al
arroyo
de Querit,
que
está
frente
al
Jordán.
6Y
los
cuervos
le
traían
pan
y
carne
por
la
mañana,
y
pan
y
carne
por
la
tarde;
y
bebía
del
arroyo.
7Pasados
algunos
días,
se
secó
el
arroyo,
porque
no
había
llovido
sobre
la
tierra.
ELÍAS
Y
LA
VIUDA
DE
SAREPTA
8 Vino
luego
a
él
palabra
de
Yahweh,
diciendo:
9Levántate,
vete
a
Sarepta
de
Sidón,
y
mora
allí;
he
aquí
yo
he
dado
orden
allí
a
una
mujer
viuda
que
te
sustente.
De
nuevo
el
hombre
de
Dios
es
enviado
a
predicar,
y
Dios
le
dice
que
ahora
encontrará
un
alma
que
le
dará
sustento,
que
le
hablará
de
Dios
lo
poco
que
sabe,
que
ama
al
Señor.
10Entonces
él
se
levantó
y
se
fue
a
Sarepta.
Y
cuando
llegó
a
la
puerta
de
la
ciudad,
he
aquí
una
mujer
viuda
que
estaba
allí
recogiendo
leña;
y
él
la
llamó,
y
le
dijo:
Te
ruego
que
me
traigas
un
poco
de
agua
en
un
vaso,
para
que
beba.
11Y
yendo
ella
para
traérsela,
él
la
volvió
a
llamar,
y
le
dijo:
Te
ruego
que
me
traigas
también
un
bocado
de
pan
en
tu
mano.
12Y
ella
respondió:
Vive
Yahweh
tu
Dios,
que
no
tengo
pan
cocido;
solamente
un
puñado
de
harina
tengo
en
la
tinaja,
y
un
poco
de
aceite
en
una
vasija;
y
ahora
recogía
dos
leños,
para
entrar
y
prepararlo
para
mí
y
para
mi
hijo,
para
que
lo
comamos,
y
nos
dejemos
morir.
Llegando
se
encuentra
a
un
alma
viuda,
que
no
tiene
a
su
esposo
cerca,
que
es
el
Señor,
pero
que
lo
echa
de
menos,
recogiendo
leña,
que
comprende
el
significado
de
la
Cruz
de
Cristo
que
es
de
madera,
la
leña,
y
sabe
que
por
Su
misericordia
es
la
salvación.
Elías
le
pide
agua,
presencia
de
Dios,
y
también
pan,
palabra
de
Dios
que
ella
conoce
para
ver
su
nivel
de
conocimiento
de
Dios.
Ella
dice
que
sí,
que
tiene
al
Señor
en
su
alma,
pero
que
no
tiene
más
que
un
poco
de
harina,
con
lo
que
se
hace
el
pan,
pequeño
conocimiento
de
la
Palabra,
y
aceite,
la
unción
de
Dios,
con
lo
que
entendemos
que
tiene
fe
para
entender
la
Palabra
de
Dios
y
que
le
traerá
de
su
conocimiento
para
compartir
con
Él.
Pero
que
iba
a
hacer
una
torta
para
comerla
y
dejarse
morir
con
su
hijo,
que
ya
no
tiene
más
del
Señor
y
que
si
no
le
de
Dios
alimento
a
ella
y
su
hijo
que
es
su
nueva
alma
convertida,
que
se
dejaba
morir
o
estar
en
letargo
espiritual
hasta
que
venga
el
Señor.
13Elías
le
dijo:
No
tengas
temor;
ve,
haz
como
has
dicho;
pero
hazme
a
mí
primero
de
ello
una
pequeña
torta
cocida
debajo
de
la
ceniza,
y
tráemela;
y
después
harás
para
ti
y
para
tu
hijo.
14Porque
Yahweh
Dios
de
Israel
ha
dicho
así:
La
harina
de
la
tinaja
no
escaseará,
ni
el
aceite
de
la
vasija
disminuirá,
hasta
el
día
en
que
Yahweh
haga
llover
sobre
la
faz
de
la
tierra.
15Entonces
ella
fue
e
hizo
como
le
dijo
Elías;
y
comió
él,
y
ella,
y
su
casa,
muchos
días.
16Y
la
harina
de
la
tinaja
no
escaseó,
ni
el
aceite
de
la
vasija
menguó,
conforme
a
la
palabra
que
Yahweh
había
dicho
por
Elías.
Una
prueba
de
fe
le
propone
Elías
a
la
viuda,
que
primero
le
hable
de
Dios
para
ver
su
conocimiento
de
ÉL
y
que
luego
el
Señor
va
a
darle
por
Elías
todo
el
conocimiento
para
que
ya
no
le
falte
mas
alimento.
Normalmente
a
quien
se
le
hable,
lo
primero
que
pregunta
es
de
que
religión
eres
y
que
doctrina
traes,
pero
cuando
el
alma
que
es
de
Dios
recibe
a
un
enviado
para
que
le
de
de
comer,
la
persona
presiente
que
es
verdadero
y
recibe
de
Dios.
17Después
de
estas
cosas
aconteció
que
cayó
enfermo
el
hijo
del
ama
de
la
casa;
y
la
enfermedad
fue
tan
grave
que
no
quedó
en
él
aliento.
18Y
ella
dijo
a
Elías:
¿Qué
tengo
yo
contigo,
varón
de
Dios?
¿Has
venido
a
mí
para
traer
a
memoria
mis
iniquidades,
y
para
hacer
morir
a
mi
hijo?
19El
le
dijo:
Dame
acá
tu
hijo.
Entonces
él
lo
tomó
de
su
regazo,
y
lo
llevó
al
aposento
donde
él
estaba,
y
lo
puso
sobre
su
cama.
20Y
clamando
a
Yahweh,
dijo:
Yahweh
Dios
mío,
¿aun
a
la
viuda
en
cuya
casa
estoy
hospedado
has
afligido,
haciéndole
morir
su
hijo?
21Y
se
tendió
sobre
el
niño
tres
veces,
y
clamó
a
Yahweh
y
dijo:
Yahweh
Dios
mío,
te
ruego
que
hagas
volver
el
alma
de
este
niño
a
él.
22Y
Yahweh
oyó
la
voz
de
Elías,
y
el
alma
del
niño
volvió
a
él,
y
revivió.
23Tomando
luego
Elías
al
niño,
lo
trajo
del
aposento
a
la
casa,
y
lo
dio
a
su
madre,
y
le
dijo
Elías:
Mira,
tu
hijo
vive.
Tras
saber
Elías
la
vida
de
la
viuda,
esa
alma
que
nos
encontramos
en
la
vida
cotidiana
que
ama
a
Dios,
pero
que
no
tiene
formada
el
alma,
su
hijo
que
es
en
realidad
la
nueva
alma
que
se
ha
forjado
durante
su
vida,
muere,
porque
le
falta
el
nuevo
nacimiento
de
lo
alto,
para
que
tenga
conocimiento
personal
del
Señor
y
sea
ya
alimentada
directamente
de
Su
Espíritu.
Entonces
Elías
ora
y
nace
esa
alma,
el
alma
vuelve
al
hijo
de
la
viuda.
24Entonces
la
mujer
dijo
a
Elías:
Ahora
conozco
que
tú
eres
varón
de
Dios,
y
que
la
palabra
de
Yahweh
es
verdad
en
tu
boca.
1ª
REYES:
CAPÍTULO
18
ELÍAS
REGRESA
A
VER
A
ACAB
1Pasados
muchos
días,
vino
palabra
de
Yahweh
a
Elías
en
el
tercer
año,
diciendo:
Ve,
muéstrate
a Acab,
y
yo
haré
llover
sobre
la
faz
de
la
tierra.
2Fue,
pues,
Elías
a
mostrarse
a
Acab.
Y
el
hambre
era
grave
en
Samaria.
Volver
a
Acab,
de
nuevo
un
día
el
Señor
nos
envía
a
ver
a
esta
persona
a
la
que
le
anunciamos
una
vez
el
Evangelio
(no
desesperemos
por
aquellos
que
no
nos
escuchan,
porque
solo
participamos
del
plan
de
Dios),
y
que
ya
ha
experimentado
que
sin
el
Espíritu
de
Dios,
no
puede
encontrarle,
que
sin
entregarse
a
Cristo
no
hay
entrada
al
Padre.
El
hambre
era
grave,
porque
ya
estaba
desesperado
de
no
encontrar
respuesta.
3Y
Acab
llamó
a
Abdías
su
mayordomo.
Abdías
era
en
gran
manera
temeroso
de
Yahweh. 4Porque
cuando
Jezabel
destruía
a
los
profetas
de
Yahweh,
Abdías
tomó
a
cien
profetas
y
los
escondió
de
cincuenta
en
cincuenta
en
cuevas,
y
los
sustentó
con
pan
y
agua. 5Dijo,
pues,
Acab
a
Abdías:
Ve
por
el
país
a
todas
las
fuentes
de
aguas,
y
a
todos
los
arroyos,
a
ver
si
acaso
hallaremos
hierba
con
que
conservemos
la
vida
a
los
caballos
y
a
las
mulas,
para
que
no
nos
quedemos
sin
bestias.
6Y
dividieron
entre
sí
el
país
para
recorrerlo;
Acab
fue
por
un
camino,
y
Abdías
fue
separadamente
por
otro. 7Y
yendo
Abdías
por
el
camino,
se
encontró
con
Elías;
y
cuando
lo
reconoció,
se
postró
sobre
su
rostro
y
dijo:
¿No
eres
tú
mi
señor
Elías?
8Y
él
respondió:
Yo
soy;
ve,
di
a
tu
amo:
Aquí
está
Elías.
9Pero
él
dijo:
¿En
qué
he
pecado,
para
que
entregues
a
tu
siervo
en
mano
de
Acab
para
que
me
mate?
10Vive
Yahweh
tu
Dios,
que
no
ha
habido
nación
ni
reino
adonde
mi
señor
no
haya
enviado
a
buscarte,
y
todos
han
respondido:
No
está
aquí;
y
a
reinos
y
a
naciones
él
ha
hecho
jurar
que
no
te
han
hallado.
11¿Y
ahora
tú
dices:
Ve,
di
a
tu
amo:
Aquí
está
Elías?
12Acontecerá
que
luego
que
yo
me
haya
ido,
el
Espíritu
de
Yahweh
te
llevará
adonde
yo
no
sepa,
y
al
venir
yo
y
dar
las
nuevas
a Acab,
al
no
hallarte
él,
me
matará;
y
tu
siervo
teme
a
Yahweh
desde
su
juventud.
13¿No
ha
sido
dicho
a
mi
señor
lo
que
hice,
cuando
Jezabel
mataba
a
los
profetas
de
Yahweh;
que
escondí
a
cien
varones
de
los
profetas
de
Yahweh
de
cincuenta
en
cincuenta
en
cuevas,
y
los
mantuve
con
pan
y
agua?
14¿Y
ahora
dices
tú:
Ve,
di
a
tu
amo:
Aquí
está
Elías;
para
que
él
me
mate?
15Y
le
dijo
Elías:
Vive
Yahweh
de
los
ejércitos,
en
cuya
presencia
estoy,
que
hoy
me
mostraré
a
él.
El
Señor
ha
puesto
a
Acab
un
mayordomo
que
es
creyente,
para
que
poco
a
poco
vaya
recibiendo
señales
de
Dios.
Ya
desesperado
de
buscar
manda
a
su
mayordomo
a
buscar
agua,
que
es
Espíritu
de
Dios,
para
que
no
mueran,
a
ver
si
encuentra
el
mensaje
de
Dios.
Al
encontrarse
Abdías
con
Elías,
no
se
lo
puede
creer,
le
dice
que
tiene
miedo
de
decirle
que
él
sabe
el
mensaje
de
Dios
y
que
a
él
no
le
cree.
He
aquí
Dios
hablando
a
un
creyente
que
es
el
mayordomo
(mayordomo
es
el
que
sirve
a
alguien
y
cuida
de
sus
cosas,
Cristo
dice
que
el
ha
venido
a
servir
y
no
a
que
le
sirvan,
somos
pues
Su
pueblo
mayordomos
de
aquellos
a
los
que
les
traemos
la
buena
noticia
de
la
Salvación).
16Entonces
Abdías
fue
a
encontrarse
con
Acab,
y
le
dio
el
aviso;
y
Acab
vino
a
encontrarse
con
Elías. 17Cuando
Acab
vio
a
Elías,
le
dijo:
¿Eres
tú
el
que
turbas
a
Israel?
18Y
él
respondió:
Yo
no
he
turbado
a
Israel,
sino
tú
y
la
casa
de
tu
padre,
dejando
los
mandamientos
de
Yahweh,
y
siguiendo
a
los baales.
19Envía,
pues,
ahora
y
congrégame
a
todo
Israel
en
el
monte
Carmelo,
y
los
cuatrocientos
cincuenta
profetas
de
Baal,
y
los
cuatrocientos
profetas
de
Asera,
que
comen
de
la
mesa
de
Jezabel.
Aún
está
endurecido
el
corazón
de
Acab,
y
Elías
ha
de
demostrarle
a
continuación
que
él
sí
trae
el
verdadero
mensaje
de
Dios.
ELÍAS
Y
LOS
PROFETAS
DE
BAAL
20Entonces
Acab
convocó
a
todos
los
hijos
de
Israel,
y
reunió
a
los
profetas
en
el
monte
Carmelo. 21Y
acercándose
Elías
a
todo
el
pueblo,
dijo:
¿Hasta
cuándo
claudicaréis
vosotros
entre
dos
pensamientos?
Si
Yahweh
es
Dios,
seguidle;
y
si
Baal, id
en
pos
de
él.
Y
el
pueblo
no
respondió
palabra.
22Y
Elías
volvió
a
decir
al
pueblo:
Sólo
yo
he
quedado
profeta
de
Yahweh;
mas
de
los
profetas
de
Baal
hay
cuatrocientos
cincuenta
hombres.
23Dénsenos,
pues,
dos
bueyes,
y
escojan
ellos
uno,
y
córtenlo
en
pedazos,
y
pónganlo
sobre
leña,
pero
no
pongan
fuego
debajo;
y
yo
prepararé
el
otro
buey,
y
lo
pondré
sobre
leña,
y
ningún
fuego
pondré
debajo.
24Invocad
luego
vosotros
el
nombre
de
vuestros
dioses,
y
yo
invocaré
el
nombre
de
Yahweh;
y
el
Dios
que
respondiere
por
medio
de
fuego,
ése
sea
Dios.
Y
todo
el
pueblo
respondió,
diciendo:
Bien
dicho.
El
pueblo
no
sabe
nada
de
lo
que
se
está
proponiendo,
ni
siquiera
los
sacerdotes
de
Baal,
porque
no
conocen
a
Dios
en
verdadero
sino
a
imágenes
y
estatuas
y
práctica
de
religión,
y
no
saben
la
sorpresa
que
se
llevarán
cuando
por
la
oración
del
profeta
de
Dios,
vendrá
la
presencia
Suya,
y
convienen
en
el
acuerdo.
25Entonces
Elías
dijo
a
los
profetas
de
Baal:
Escogeos
un
buey,
y
preparadlo
vosotros
primero,
pues
que
sois
los
más;
e
invocad
el
nombre
de
vuestros
dioses,
mas
no
pongáis
fuego
debajo.
Este
tipo
de
holocausto,
representa
la
costumbre
de
los
pueblos
a
lo
largo
de
la
historia
de
la
humanidad
para
conseguir
favor
de
Dios,
en
realidad
lo
que
propone
Elías
es
que
no
se
ponga
fuego
humano,
sin
pompa
ni
fiesta,
para
ver
quien
está
agradando
al
Dios
vivo,
por
revelarse
Este
a
las
almas
y
sentirse
el
fuego
de
Su
presencia
al
ser
invocado
por
los
verdaderos
adoradores.
26Y
ellos
tomaron
el
buey
que
les
fue
dado
y
lo
prepararon,
e
invocaron
el
nombre
de
Baal
desde
la
mañana
hasta
el
mediodía,
diciendo:
¡Baal,
respóndenos!
Pero
no
había
voz,
ni
quien
respondiese;
entre
tanto,
ellos
andaban
saltando
cerca
del
altar
que
habían
hecho.
27Y
aconteció
al
mediodía,
que
Elías
se
burlaba
de
ellos,
diciendo:
Gritad
en
alta
voz,
porque
dios
es;
quizá
está
meditando,
o
tiene
algún
trabajo,
o
va
de
camino;
tal
vez
duerme,
y
hay
que
despertarle.
28Y
ellos
clamaban
a
grandes
voces,
y
se
sajaban
con
cuchillos
y
con
lancetas
conforme
a
su
costumbre,
hasta
chorrear
la
sangre
sobre
ellos.
29Pasó
el
mediodía,
y
ellos
siguieron
gritando
frenéticamente
hasta
la
hora
de
ofrecerse
el
sacrificio,
pero
no
hubo
ninguna
voz,
ni
quien
respondiese
ni
escuchase.
El
hombre
de
Dios
se
burla,
como
debemos
hacer
hoy
de
todo
tipo
de
religión
y
práctica
sectaria,
porque
ninguna
lleva
a
Dios.
La
puerta
es
Cristo,
sin
Cristo
no
hay
acceso
al
Padre,
ya
se
puede
el
hombre
esforzar
en
sacrificios
que
no
es
por
ahí.
Dios
nos
ama
de
una
manera
natural
en
Espíritu,
y
quiere
que
seamos
sus
amigos,
no
unos
litúrgicos,
sino
una
nación
de
reyes
y
sacerdotes
como
Jesucristo,
con
su
sencillez
y
veracidad
de
corazón.
Jamás
compararía
nadie
a
Jesús
con
ningún
sacerdote
de
ninguna
religión,
ni
por
su
aspecto,
ni
por
sus
formas
de
comportamiento
ni
por
sus
palabras,
pero
nadie
que
busca
a
Dios
negaría
que
Él
es
más
alto
que
todos
ellos
en
Espíritu.
Él
es
la
referencia
a
seguir.
30Entonces
dijo
Elías
a
todo
el
pueblo:
Acercaos
a
mí.
Y
todo
el
pueblo
se
le
acercó;
y
él
arregló
el
altar
de
Yahweh
que
estaba
arruinado.
31Y
tomando
Elías
doce
piedras,
conforme
al
número
de
las
tribus
de
los
hijos
de
Jacob,
al
cual
había
sido
dada
palabra
de
Yahweh
diciendo,
Israel
será
tu
nombre,
32Edificó
con
las
piedras
un
altar
en
el
nombre
de
Yahweh;
después
hizo
una
zanja
alrededor
del
altar,
en
que
cupieran
dos
medidas
de
grano.
33Preparó
luego
la
leña,
y
cortó
el
buey
en
pedazos,
y
lo
puso
sobre
la
leña.
34Y
dijo:
Llenad
cuatro
cántaros
de
agua,
y
derramadla
sobre
el
holocausto
y
sobre
la
leña.
Y
dijo:
Hacedlo
otra
vez;
y
otra
vez
lo
hicieron.
Dijo
aún:
Hacedlo
la
tercera
vez;
y
lo
hicieron
la
tercera
vez,
35de
manera
que
el
agua
corría
alrededor
del
altar,
y
también
se
había
llenado
de
agua
la
zanja.
El
altar
del
alma
estaba
arruinado,
y
Elías
nos
enseña
a
adorar
de
corazón
a
Dios.
Usa
las
doce
piedras,
las
doce
tribus,
los
doce
apóstoles,
los
doce
cimientos,
las
doce
puertas
de
la
nueva
Jerusalén;
doce
por
doce
144.000
que
son
el
fundamento
de
Cristo
desde
y
hasta
la
generación
del
pueblo
de
Dios.
La
manera
de
adorar
según
la
promesa
de
la
descendencia
de
Abraham,
que
es
la
fe
en
Jesucristo,
porque
Abraham
vio
el
día
de
Cristo,
Juan
8:56.
36Cuando
llegó
la
hora
de
ofrecerse
el
holocausto,
se
acercó
el
profeta
Elías
y
dijo:
Yahweh
Dios
de
Abraham,
de
Isaac
y
de
Israel,
sea
hoy
manifiesto
que
tú
eres
Dios
en
Israel,
y
que
yo
soy
tu
siervo,
y
que
por
mandato
tuyo
he
hecho
todas
estas
cosas.
37Respóndeme,
Yahweh,
respóndeme,
para
que
conozca
este
pueblo
que
tú,
oh
Yahweh,
eres
el
Dios,
y
que
tú
vuelves
a
ti
el
corazón
de
ellos.
38Entonces
cayó
fuego
de
Yahweh,
y
consumió
el
holocausto,
la
leña,
las
piedras
y
el
polvo,
y
aun
lamió
el
agua
que
estaba
en
la
zanja.
Elías
ofrece
un
sacrificio
aceptable
a
Dios;
su
alma,
su
vida,
por
ello
viene
la
presencia
al
pueblo.
Él
pide
a
Dios
como
ha
aprendido
del
Espíritu
que
Cristo
pone
su
alma
para
traer
la
Presencia
a
Su
pueblo,
Dios
le
reconoce
y
acepta,
y
viene
la
presencia
y
quema
la
leña,
que
es
la
madera
e
la
cruz,
las
piedras;
la
fe
de
los
apóstoles
se
prueba
con
fuego,
y
el
polvo
que
es
nuestra
esencia;
al
polvo
volverás,
y
el
agua
de
la
zanja
que
es
el
bautismo.
Porque
todo
se
prueba
por
fuego,
y
el
que
tiene
a
Cristo
no
se
consume
por
el
fuego,
sino
que
su
alma
perdurará
para
la
eternidad.
También
lo
vemos
en
Daniel
cuando
sus
amigos
de
fe
son
echados
al
horno
de
fuego
y
no
se
queman.
39Viéndolo
todo
el
pueblo,
se
postraron
y
dijeron:
¡Yahweh
es
el
Dios,
Yahweh
es
el
Dios!
40Entonces
Elías
les
dijo:
Prended
a
los
profetas
de
Baal,
para
que
no
escape
ninguno.
Y
ellos
los
prendieron;
y
los
llevó
Elías
al
arroyo
de
Cisón,
y
allí
los
degolló.
ELÍAS
ORA
POR
LLUVIA
41 Entonces
Elías
dijo
a
Acab:
Sube,
come
y
bebe;
porque
una
lluvia
grande
se
oye.
Que
viene
una
gran
lluvia,
que
viene
tiempo
de
bendición
y
unción
de
Dios
por
seguirle
a
Él.
Esto
es
en
realidad
lo
que
buscaba
Acab,
cualquier
persona
que
ya
le
han
demostrado
que
por
las
religiones
no
encuentra
a
Dios;
esto
es
el
significado
de
degollar
a
los
profetas
de
los
baales,
sino
por
el
sacerdocio
de
Cristo
que
le
enseña
Elías,
cualquier
enviado
de
Dios.
42Acab
subió
a
comer
y
a
beber.
Y
Elías
subió
a
la
cumbre
del
Carmelo,
y
postrándose
en
tierra,
puso
su
rostro
entre
las
rodillas.
43Y
dijo
a
su
criado:
Sube
ahora,
y
mira
hacia
el
mar.
Y
él
subió,
y
miró,
y
dijo:
No
hay
nada.
Y
él
le
volvió
a
decir:
Vuelve
siete
veces.
44A
la
séptima
vez
dijo:
Yo
veo
una
pequeña
nube
como
la
palma
de
la
mano
de
un
hombre,
que
sube
del
mar.
Y
él
dijo:
Ve,
y
di
a
Acab:
Unce
tu
carro
y
desciende,
para
que
la
lluvia
no
te
ataje.
45Y
aconteció,
estando
en
esto,
que
los
cielos
se
oscurecieron
con
nubes
y
viento,
y
hubo
una
gran
lluvia.
Y
subiendo
Acab,
vino
a
Jezreel.
46Y
la
mano
de
Yahweh
estuvo
sobre
Elías,
el
cual
ciñó
sus
lomos,
y
corrió
delante
de Acab
hasta
llegar
a
Jezreel.
1ª
REYES:
CAPÍTULO
19
ELÍAS
HUYE
DE
HOREB
1Acab
dio
a
Jezabel
la
nueva
de
todo
lo
que
Elías
había
hecho,
y
de
cómo
había
matado
a
espada
a
todos
los
profetas. 2Entonces
envió
Jezabel
a
Elías
un
mensajero,
diciendo:
Así
me
hagan
los
dioses,
y
aun
me
añadan,
si
mañana
a
estas
horas
yo
no
he
puesto
tu
persona
como
la
de
uno
de
ellos.
3Viendo,
pues,
el
peligro,
se
levantó
y
se
fue
para
salvar
su
vida,
y
vino
a
Beerseba,
que
está
en
Judá,
y
dejó
allí
a
su
criado.
El
alma
de
Acab,
que
es
su
esposa,
como
Eva
de
Adán,
es
un
alma
de
idolatría
y
aunque
se
le
demuestra
que
sus
dioses
son
vanos,
no
acepta
al
Señor
y
se
revela
contra
el
hombre
de
Dios.
Elías
abandona
su
obra
por
esta
alma.
4 Y
él
se
fue
por
el
desierto
un
día
de
camino,
y
vino
y
se
sentó
debajo
de
un
enebro;
y
deseando
morirse,
dijo:
Basta
ya,
oh
Yahweh,
quítame
la
vida,
pues
no
soy
yo
mejor
que
mis
padres.
5Y
echándose
debajo
del
enebro,
se
quedó
dormido;
y
he
aquí
luego
un
ángel
le
tocó,
y
le
dijo:
Levántate,
come.
6Entonces
él
miró,
y
he
aquí
a
su
cabecera
una
torta
cocida
sobre
las
ascuas,
y
una
vasija
de
agua;
y
comió
y
bebió,
y
volvió
a
dormirse.
7Y
volviendo
el
ángel
de
Yahweh
la
segunda
vez,
lo
tocó,
diciendo:
Levántate
y
come,
porque
largo
camino
te
resta. 8Se
levantó,
pues,
y
comió
y
bebió;
y
fortalecido
con
aquella
comida
caminó
cuarenta
días
y
cuarenta
noches
hasta
Horeb,
el
monte
de
Dios.
Elías,
nosotros,
los
que
predicamos,
cansados
de
que
la
gente
no
acepte
el
mensaje
de
Dios;
que
es
lo
mismo
que
si
la
multitud
fuese
andando
hacia
un
precipicio
y
les
advirtieras
pero
no
te
creyesen
del
peligro
que
les
anuncias,
le
pide
a
Dios
que
le
lleve
ya
que
ya
está
cansado
de
perder
el
tiempo
con
las
almas
adulteras,
pero
Dios
que
nos
ama,
nos
envía
su
ángel
para
que
nos
fortalezca,
un
ser
espiritual,
nuestro
consiervo,
ellos
están
en
la
batalla
con
nosotros
y
son
enviados
para
que
nos
ayuden
en
la
misión
que
Dios
nos
ha
puesto,
la
más
bonita
de
todas,
buscar
esposa
para
Su
hijo
Jesucristo.
Ánimo
hermanos
merece
la
pena
cuando
alguno
Le
conoce
y
vemos
la
alegría
que
esta
persona
experimenta
y
como
su
vida
es
llena
de
bendiciones
y
la
alegría
del
Señor,
nuestro
amigo
y
Padre
y
esposo.
Vengamos
a
Horeb,
al
monte
de
Dios,
a
Su
presencia
y
Él
nos
sustentará
y
nos
fortalecerá.
9Y
allí
se
metió
en
una
cueva,
donde
pasó
la
noche.
Y
vino
a
él
palabra
de
Yahweh,
el
cual
le
dijo:
¿Qué
haces
aquí,
Elías?
10El
respondió:
He
sentido
un
vivo
celo
por
Yahweh
Dios
de
los
ejércitos;
porque
los
hijos
de
Israel
han
dejado
tu
pacto,
han
derribado
tus
altares,
y
han
matado
a
espada
a
tus
profetas;
y
sólo
yo
he
quedado,
y
me
buscan
para
quitarme
la
vida.
11El
le
dijo:
Sal
fuera,
y
ponte
en
el
monte
delante
de
Yahweh.
Y
he
aquí Yahweh
que
pasaba,
y
un
grande
y
poderoso
viento
que
rompía
los
montes,
y
quebraba
las
peñas
delante
de
Yahweh;
pero
Yahweh
no
estaba
en
el
viento.
Y
tras
el
viento
un
terremoto;
pero
Yahweh
no
estaba
en
el
terremoto.
12Y
tras
el
terremoto
un
fuego;
pero
Yahweh
no
estaba
en
el
fuego.
Y
tras
el
fuego
un
silbo
apacible
y
delicado.
13Y
cuando
lo
oyó
Elías,
cubrió
su
rostro
con
su
manto,
y
salió,
y
se
puso
a
la
puerta
de
la
cueva.
Y
he
aquí
vino
a
él
una
voz,
diciendo:
¿Qué
haces
aquí,
Elías?
14El
respondió:
He
sentido
un
vivo
celo
por
Yahweh
Dios
de
los
ejércitos;
porque
los
hijos
de
Israel
han
dejado
tu
pacto,
han
derribado
tus
altares,
y
han
matado
a
espada
a
tus
profetas;
y
sólo
yo
he
quedado,
y
me
buscan
para
quitarme
la
vida.15Y
le
dijo
Yahweh:
Ve,
vuélvete
por
tu
camino,
por
el
desierto
de
Damasco;
y
llegarás,
y
ungirás
a Hazael
por
rey
de
Siria.
16A
Jehú
hijo
de
Nimsi
ungirás
por
rey
sobre
Israel;
y
a
Eliseo
hijo
de
Safat,
de
Abel-mehola,
ungirás
para
que
sea
profeta
en
tu
lugar.
17Y
el
que
escapare
de
la
espada
de
Hazael,
Jehú
lo
matará;
y
el
que
escapare
de
la
espada
de
Jehú,
Eliseo
lo
matará.
18Y
yo
haré
que
queden
en
Israel
siete
mil,
cuyas
rodillas
no
se
doblaron
ante
Baal,
y
cuyas
bocas
no
lo
besaron.
El
Señor
nos
visita
en
su
silbo
apacible,
y
nos
da
aliento
porque
vamos
a
ungir
a
personas
que
van
a
recibir
Su
mensaje
y
a
entrar
a
Cristo
en
sus
vidas
y
hacerle
Rey
en
sus
almas
y
a
predicar
la
noticia
de
la
salvación,
y
hay
siete
mil
que
son
de
nuestro
pueblo
que
no
doblan
la
rodilla
mas
que
delante
del
Señor
Dios
de
Israel,
Dios
de
los
ejércitos,
el
Dios
vivo,
en
el
nombre
de
Jesucristo. |