EL SÁBADO ESPIRITUAL

© Carlos Padilla – Julio 1999

El Sábado, o día de reposo se conoce por su pertenencia al Decálogo, siendo el Cuarto Mandamiento, como séptimo día que conmemora el descanso del Señor, tras la creación física. En este Estudio Bíblico veremos cómo ese descanso o reposo del séptimo día, simboliza el reposo de Dios, pero también del hombre, al alcanzar la madurez como Cristiano nacido de nuevo en Jesucristo, por la fe en Su obra redentora en la Cruz del Calvario. Pero, además, el Sábado se conoce por ser Día de Reposo con distintos vínculos en las fiestas del Señor, en los días llamados de Santa Convocación, como el Día de la Pascua, como Sábado de Gran Solemnidad, y otros Sábados, siendo días diferentes que pueden caer en cualquier día de la semana. No se refieren en estos casos al sábado semanal, lo cual resulta en que algunas semanas tengan dos sábados.

Leer también SACERDOTEPASCUA y VELO pues en el Estudio Bíblico del Sábado Espiritual se alcanza la consumación del sacerdocio de todo discípulo que forma el pueblo de Dios, el cumplimiento de lo que faltaba para la edificación de los que Le aman en íntima y personal comunión con Dios, no ya por Mandamiento de la Ley, sino por amor a Dios.

 

TEXTOS BÍBLICOS COMENTADOS

GÉNESIS 2

“2Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. 3Y bendijo Dios el día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”.

Abraham no tenía el Sábado como Mandamiento de ordenanza de la Ley, pero entró en el reposo del Señor y fue llamado por Dios: “Abraham, mi amigo”, (Isaías 41:8).

La petición hecha por el Señor en el último libro del Antiguo Testamento es, precisamente que volvamos a ser como Abraham era con Dios, sus amigos. Esto lo hace posible Cristo, cambiando nuestro corazón por uno de fe y amor, en amistad con Dios y con nuestros semejantes, y no por la Ley de las ordenanzas. Malaquías 4: “…y hará volver el corazón de los padres a los hijos; y el de los hijos hacia los padres, no sea que hiera la Tierra con maldición”.

El Sábado, o día séptimo es también para descanso de Dios, al haber hecho la obra de la creación espiritual en cada uno de nosotros, en nuestras almas. Cuando el creyente ya ha recibido a Cristo, y el Espíritu de Dios vive en él, ya descansa el Señor de la obra de hacer que esa alma Le conozca en Espíritu. Es entonces cuando el nuevo creyente que ya ha nacido de nuevo del Espíritu y va creciendo en Cristo, le va a ofrecer a Dios su vida y obras como “sacrificio vivo espiritual” el Sábado, (siendo aquí el Sábado, el símbolo del estado de reposo del alma donde reina Cristo), para traer descanso a su Esposo y Señor Jesucristo, que es Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec, y que cada día intercede por nosotros, no ya para nuestra salvación, que ya consiguió en la Cruz, en el Calvario, de una vez para siempre, y que ahora, por la fe se confirma, sino para enviarnos la presencia del Espíritu Santo, de continuo, en nuestras vidas. 

Cuando alguien le ofrece a Dios su vida, su alma y su mente, lo hace para sobrellevar carga de los hermanos, y está durante ese día con la mente en ellos, en oración, sentimiento y ayuda u obras, para aquellos hermanos en Cristo a quienes ama, en Espíritu. Este es el amor de Dios fluyendo desde un cristiano, “…y esta es la obra de Dios, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu hijo a quien has enviado…” Y él hace que aprendamos a amar como Él ama, como el apóstol Pablo escribía: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la Ley de Cristo”, (Gálatas 6:2).

Es por esto que los que Le aman, aquellos que se ofrecen cada día por los hermanos, reserven el Shabbat para el Señor, y cumplir así de una manera verdaderamente espiritual el día de reposo, no ya por Mandamiento de la Ley, sino por amor a Dios. Se produce aquí un cambio de Ley, de la Ley del Monte Sinaí, a la Ley de Cristo que es voluntaria por amor cristiano, el amor ágape, la caridad cristiana. “Porque cambiado el sacerdocio, es necesario que haya cambio de Ley…” (Hebreos 7:12-17).

 

ÉXODO 20 Y DEUTERONOMIO 5

“12Guardarás el día de reposo para santificarlo, como YHWH tu Dios te ha mandado.  13Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;  14mas el séptimo día es reposo a YHWH tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.  15Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que YHWH tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual YHWH tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo”.

 

ISAÍAS 58

13Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Yahweh; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,  14entonces te deleitarás en Yahweh; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Yahweh lo ha hablado.

La promesa de Yahweh es precisamente que si para nosotros, el Sábado fuere delicia y lo dedicásemos a Él, entonces nos dará la heredad de Jacob, al que llama nuestro padre, porque es uno de los patriarcas, el que representa al Espíritu, alegóricamente. Abraham al Padre, a Dios Padre, Isaac, la Promesa, a Jesucristo, y Jacob la descendencia, Jacob-Israel, el pueblo de Dios, hijos del Espíritu de Él, que es la Iglesia espiritualmente hablando.

Y aquí toma forma la profecía: “…Elías hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres…” Malaquías 4:6.

 

JEREMÍAS 17

“19Así me ha dicho Yahweh: Ve y ponte a la puerta de los hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá, y ponte en todas las puertas de Jerusalén,  20y diles: Oíd la palabra de Yahweh, reyes de Judá, y todo Judá y todos los moradores de Jerusalén que entráis por estas puertas.  21Así ha dicho Yahweh: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el día de reposo, y de meterla por las puertas de Jerusalén. 22Ni saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo, ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo, como mandé a vuestros padres… … 26Y vendrán de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de tierra de Benjamín, de la Sefela, de los montes y del Neguev, trayendo holocausto y sacrificio, y ofrenda e incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Yahweh.  27Pero si no me oyereis para santificar el día de reposo, y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de reposo, yo haré descender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará”.

Cuando uno toma su propia cruz, y se ofrece a Dios por los hermanos en Cristo, está llevando carga espiritual, porque estos hermanos, como todos nosotros aún siguen teniendo debilidades y falta de perfeccionamiento espiritual. Pero cuando se pone la vida y el alma por Jesucristo, estamos cumpliendo con Sus palabras: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11:28-30. Esto es tomar nuestra cruz y seguir al Señor en Sábado (el nuevo estado del Cristiano), no se lleva carga a Dios, sino que se Le bendice por traerle la presencia de nuestro amor espiritual, que ha sido convertido en amor de Dios, por pedirle nosotros a Dios que, a través de nuestro ofrecimiento, podamos compartir Su tristeza, y reciba nuestro amor, como esposa-Iglesia-alma que es cada Cristiano en particular. “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24.

Y se cumple el mandamiento que dice curiosamente: no hagas obra tú, ni tu hijo, ni tu hija…etc., pero no se menciona en Éxodo 20, en los Diez Mandamientos, ninguna orden de que nuestra esposa no haga ninguna obra. Como ya se ha explicado en esta web en varias ocasiones, la esposa representa en estos casos el alma del hombre o mujer. A ésta sí se la deja hacer obra, obra del alma, obra espiritual de sacerdocio en Sábado, para Cristo.

Yo creo que aquel Sábado que el pueblo de Dios pongamos todos nuestras vidas y almas como sacrificio a Dios por Él, y el amor de la Esposa-Iglesia suba al Esposo, ese día Él vendrá y nos llevará a Si Mismo para la eternidad. ¿Y tú; amarás a tu Dios y le traerás reposo el próximo Sábado?

“…El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo”. Marcos 2:27.

 

EL SÁBADO ADQUIERE EL CARÁCTER DE ESPIRITUAL Y SU CUMPLIMIENTO ES ACEPTAR EL OFRECIMIENTO DE CRISTO POR NOSOTROS

Viendo esta situación en la región espiritual, queda por lo tanto una reflexión, o revelación, o apertura de la Escritura que a continuación expongo:

El Cuarto Mandamiento, el Sábado, adquiere valor espiritual, (porque la Ley es Espiritual: Romanos 7:14) debido a que para Dios el verdadero Día de Reposo es aquel día en que un hombre Le recibe a Él en su corazón, y es el verdadero Día de Reposo para ese hombre el día en que conoce a Dios, y este día es ese en que uno conoce y acepta al “…Cordero de Dios que quita el pecado del mundo…” Juan 1:29, porque por motivo del Día de la Pascua, se celebra Día de Reposo o Sábado de Gran Solemnidad, y este es el fin del significado del Sábado al que se refiere Dios: Que Él y nosotros, descansamos de la obra de ser creados como hijos de Dios, y la celebración de la salida de la esclavitud al pecado y al mundo que tienen los hombres, para venir a conocer la libertad del amor en Cristo, para que tengan Día de Reposo en sus almas aquellos que Le acepten y cumplan en sus almas la Ley Espiritual, ya no por Mandamiento sino por relación espiritual con Dios. Es, en esta situación que Dios reposa en el día séptimo, de la creación de nuestra vida espiritual.

Así pues, como dice el Mandamiento: en el Shabbat, “no harás ninguna obra tu, ni tu hijo…” ni nadie de tu casa, a excepción de la esposa que no se menciona porque “los dos serán una sola carne”,  y porque espiritualmente, la esposa simboliza nuestra alma, la que se reserva para hacer la obra espiritual del sacerdocio en la intercesión especial del Sábado que es el día (o nueva etapa de nuestra vida, ya que lo que busca Dios es que vivamos en Sábado todos los días de nuestra vida, para que llevemos nuestra cruz con Él, que compartamos Su yugo), día, mejor dicho vida, que debemos dedicar a Dios, a Cristo, para que Él vea que:

Primero: hemos aceptado Su sacrificio como la obra que había de hacerse, y por lo tanto ya no debemos intentar hacer ninguna obra para conseguir la salvación de nuestras almas, pues como dice en Mandamiento: “no harás ninguna obra tú, ni tu hijo ni nadie de tu casa”. Esta es la interpretación espiritual de este Mandamiento, no se refiere a hacer obras de trabajo o buenas obras, sino obras de salvación ni de religión, porque la salvación pertenece al Salvador, a Yah-Shua, la salvación de Yah, y sin la obra de Jesucristo, nadie puede salvarse.

Segundo: Que Él hace que seamos libres de la Ley literal de religión, de la religión perfecta dada por Dios a los hombres, no para que vivan por ella, sino para que vean que la religión vista como ordenanzas, es esclavitud, y de la esclavitud en Egipto que simboliza el mundo y el sistema de la sociedad gobernada por Satanás, ya que la carne no se puede someter a la Ley por culpa del pecado. Y si alguno se considera perfecto, porque es rico en espíritu, hágase pobre de espíritu, porque ante Dios, lo único que vale es amarle a Él y ser humilde reconociendo la dependencia que tenemos de nuestro creador y aceptando que Él ha venido al mundo y ha vencido a la muerte, y al pecado, y nos regala la resurrección para vida eterna por la fe en Su obra en la cruz, resucitando de los muertos, ya que la muerte es la gran mentira con la que Satanás nos engaña, ya que todos resucitarán, y también, como dice la Escritura: “…no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar, temed más bien a Aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. Mateo 10:28.

Y Tercero: Que ya tenemos acceso abierto al Padre, al Lugar Santo del Templo del Cielo, ya que Cristo ha cumplido en nuestras almas, la obra de la Ley, el Mandamiento del Sábado, nos ha limpiado de pecado, y la conciencia de obras muertas, y nos hace desear vivir en la presencia de Dios en santidad, para caminar de Su mano, como Adán caminaba al principio. El velo del Templo ha sido rasgado por Cristo para aquellos que Le reciben y que van de Su mano al Padre. Si el Israel físico no acepta al Mesías Judío que es el Mesías de todas las naciones de la tierra y que no Le pertenece ni a ellos ni al cristianismo de occidente, no tendrán paz ni ellos en su tierra literal, ni las personas de todas las naciones, ni en sus almas, que es la tierra prometida de Dios, donde Él habita hasta que venga la nueva dimensión espiritual del Reino de Dios.

 

OTROS DÍAS LLAMADOS SÁBADO. LA PASCUA. EL SÁBADO DE GRAN SOLEMNIDAD O SHABBAT HAGADOL Y LAS SANTAS CONVOCACIONES

El día de la Pascua adquirió, por su gran solemnidad característica de Día de Reposo o Sábado, al igual que el séptimo día de la Pascua, que son los siete días de los Panes sin Levadura. Los días 15 y 21 de Nisán. Es importante comprender espiritualmente que el motivo de las santas convocaciones llamadas “Sábados” en la Ley de Dios, nos enseñan un significado que Dios quiere que aprendamos para nuestra edificación interior de templo del alma.

ÉXODO 20 Y DEUTERONOMIO 5

12Guardarás el día de reposo para santificarlo, como YHWH tu Dios te ha mandado.  13Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;  14mas el séptimo día es reposo a YHWH tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.  15Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que YHWH tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual YHWH tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.

El Mandamiento dice que guardemos el Día de Reposo de Gran solemnidad o Pascua, para que recordemos que fuimos siervos en tierra de Egipto (siervos del pecado y del mundo). Si te preguntas por qué aplicar esto hoy, si no es nuestra historia para los Gentiles, y los Judíos ya celebran su Pascua (sin Cordero), pues precisamente porque en Sábado, en su sentido espiritual, es que, es en Reposo de aceptar el Evangelio de la Fe del Espíritu que fuimos sacados de la esclavitud del pecado, y de una vida sin Dios, siendo esclavos a una sociedad y a unas formas de vida y creencias que eran contrarias a Dios y a nuestra propia libertad espiritual y bendición.

NÚMEROS 28

16Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la pascua de Yahweh.  17Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán panes sin levadura.  18El primer día será santa convocaciónninguna obra de siervos haréis.  19Y ofreceréis como ofrenda encendida en holocausto a Yahweh, dos becerros de la vacada, y un carnero, y siete corderos de un año; serán sin defecto.  20Y su ofrenda de harina amasada con aceite: tres décimas con cada becerro, y dos décimas con cada carnero;  21y con cada uno de los siete corderos ofreceréis una décima.  22Y un macho cabrío por expiación, para reconciliaros.  23Esto ofreceréis además del holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo.  24Conforme a esto ofreceréis cada uno de los siete días, vianda y ofrenda encendida en olor grato a Yahweh; se ofrecerá además del holocausto continuo, con su libación.  25Y el séptimo día tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.

De este modo, tenemos también el séptimo día de la fiesta que comienza con la Pascua, también Día de Reposo, o Sábado, los Panes sin Levadura, que simbolizan el día que hemos concluido espiritualmente el crecimiento de aprender a comer el Pan del Cielo que es Cristo: “…sin levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad…” 1 Corintios 5:7, sin la levadura de la religión; esto es, hemos aprendido en la Biblia a conocer al Hijo de Dios, fuera de la tradición y de las doctrinas y mandamientos de hombres para conocerle a Él, y comenzar a vivir una nueva vida de bendición, guiados por Él. Además, tenemos el Día de Reposo del mes séptimo y los dos Sábados seguidos de la fiesta de los TABERNÁCULOS. Tres fiestas principales y siete fiestas totales en las que los días señalados son días de reposo en los que no se hará ninguna obra.

Israel denominó de manera especial el Sábado de la liberación de la esclavitud de Egipto, a la que estaba sometida para diferenciarlo de los sábados de las semanas; es el Shabbat Hagadol, el Sábado anterior a la Pascua, cuando los Israelitas creyeron por fe que Dios usaría ese cordero para liberarles de la esclavitud y guardarles hasta la Pascua. Es pues, este Sábado al que se refiere el Mandamiento de la Ley de Dios como fin, cuando dice después de haber salido de Egipto durante el periodo de la Pascua: (esos siete días en los que se sacrifica primero el cordero, el día catorce, entre las dos tardes, o entre dos luces, y continúa con los sacrificios y ofrendas específicos de la semana de la Pascua y Fiesta de los Panes sin Levadura), como estatuto perpetuo desde la salida de Egipto. Puesta la sangre del cordero Pascual, el Día de la Pascua, en los postes y en el dintel de la puerta de cada casa, para la protección de aquellos que son hijos de Dios.

La sangre de la Pascua representa la Sangre de Cristo, que nos es Señal en el dintel y en los dos postes, como los dos postes que hay a la entrada del Templo, postes y dintel de nuestras almas que son templo del Espíritu Santo, para que al verla Dios como señal «pase de largo de nosotros» y, como a los egipcios, no les fuese dada muerte a sus primogénitos, porque sí les fue dada muerte a los primogénitos de los egipcios. Hoy, a nosotros que somos la Iglesia, Dios nos proteja en la batalla espiritual por las almas. Estos primogénitos representan espiritualmente la continuidad de nuestra vida en Cristo, la primicia de nuestra vida que debe ser para Dios y no para la sociedad humana apartada de Dios en sus proyectos, dando frutos del Espíritu, y llevando el Evangelio de la Salvación que llama a los que son salvos por la fe, lo cual es la descendencia espiritual y primogenitura espiritual de la Iglesia, y de cada Cristiano en particular.

Siete días comerás Panes sin Levadura, y el primer y séptimo día, son Sábado, días de reposo y Gran Solemnidad, y tendréis santa convocación. Y cuando entréis en la tierra prometida guardaréis este rito: hoy la Santa Cena en los que han nacido de nuevo. El primer día de la Pascua es cuando un hombre ha reconocido a Cristo como el Cordero de Dios que ha sido ofrecido para pagar por sus pecados, luego durante un periodo de siete días, o tiempos que tardamos cada uno en comprender y conocer a Dios en Cristo, y por Cristo, como pan sin levadura, evitando las falsas doctrinas de la famosa levadura de los fariseos a los que se refiere Jesús cuando nos advierte, aquellos de toda religión y secta que quieren dominar las almas sin mirar más que su dominio sobre ellos para esclavizarlos de nuevo, ahora a la religión en lugar de al mundo, mientras que Cristo es nuestro libertador.

Cristo entra en Jerusalén montado en el pollino de asna cuatro días antes (como manda la Ley, escoger al cordero el día diez y guardarlo hasta su sacrificio) antes de la Pascua para ser recibido como el Cordero que va a ser ofrecido, como el Rey pero Cordero de la Pascua, y de la expiación al que los escribas y fariseos, y los sacerdotes de la Ley interrogan y no pueden hallar en Él mancha alguna “un cordero sin mancha” (1 Pedro 1:19). Es ungido seis días antes por María con el perfume de nardo puro de mucho precio, como consagración de que es el cordero que se aparta, según la Ley, para ser sacrificado como Pascua. Este es el día que marca la Ley: el Shabbat Hagadol, Sábado semanal anterior a la Pascua cuando se escoge al cordero de la Pascua y se aparta. Israel, siguiendo a Moisés, su libertador entonces, tuvieron fe y ataron corderos el sábado semanal anterior en sus casas, aunque los Egipcios consideraban a los corderos sus dioses, pero no pudieron impedir que el pueblo de Dios obedeciera la señal.

Cristo es apartado como el Cordero de la Pascua cuando es ungido con el nardo puro, perfume de mucho precio, y lo confirma al entrar en Jerusalén y ser recibido por el pueblo.

Cristo es probado por los sacerdotes y hallado sin mancha ante ellos. Perfecto y sin mancha, como el cordero Pascual.

Cristo come los Panes sin Levadura de la Pascua el 14 de Nisán por la noche del 13. Toma la Santa Cena. Él sería el Cordero de aquella y última Pascua.

Cristo es crucificado el 14 durante el día antes de que empiece el día 15 Sábado de Gran Solemnidad, primer Sábado o Día de Reposo de los Panes sin Levadura. Os serán santa convocación.

Todas estas profecías de Pascua son cumplidas por el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, Jesucristo, el Hijo de Dios, y al tercer día, resucitó.

MATEO 12

40Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

Cristo está 3 días y 3 noches muerto y resucita el primer día de la semana. Muere el jueves 14 que da comienzo al 15 Sábado de Gran Solemnidad. Y pasó el Sábado de la semana (hay dos Sábados en esa semana de Pascua). El Domingo o primer día por la mañana ya ha resucitado, y por la tarde se aparece a los discípulos aun en la semana de la Pascua. Cristo resucita en Sábado al final, el primer día ya no está en el sepulcro, ver PASCUA. Cristo es el que cumple el Sábado Espiritual.

 

CONCLUSIÓN

El Sábado, o Día de Reposo, simboliza por lo tanto la entrada de nuestra alma en el descanso de Su búsqueda, la cual Dios ha guiado hasta hallar el Camino a la Verdad que es Su Hijo Jesucristo. Si vivimos en Sábado de santidad, en el reposo de nuestro corazón en Dios, en la confianza en Dios, en el reposo de nuestra alma en la salvación que Cristo obtuvo en la Pascua que cumplió, si dejamos que nuestra mente repose en la fe y en el conocimiento de Dios por la mente de Cristo, y si vivimos en el reposo de nuestro espíritu nacido de nuevo al Espíritu Santo que nos guía diariamente, celebrando en nuestro corazón la alabanza de Su amor y misericordia, entonces hermanos, cumplimos en verdad en Sábado espiritualmente. Ánimo por lo tanto a predicar el reposo espiritual a los santos hermanos que conocen las Escrituras, no la letra, sino el Espíritu de la Biblia, la Palabra de Dios, el Hijo de Dios vivo que resucitó en el momento de terminar el Sábado y comenzar la mañana del primer día de la semana, la nueva semana, la nueva vida que nos dio por Su obra eterna. Amén.