
LA PASCUA
LA OBRA DE JESUCRISTO EN LA SEMANA SANTA
¿MURIÓ CRISTO EN MIÉRCOLES, JUEVES O VIERNES?
© Carlos Padilla – Marzo – Semana Santa – Pascua 2008
“…Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo…” (Juan 1:29).
Día de la Pascua Cristiana 2008 tradicional, Viernes Santo 21 de marzo y Domingo de Resurrección 23 de marzo. Día de la Pascua Judía es el 14 de Nisán de este año Hebreo 5768, debería coincidir con luna llena del Jueves 20 de Marzo, pero este año será el 19 de Abril, debido a que el calendario Hebreo ha añadido el mes adicional de Adar para compensar este año bisiesto, en las fases lunares y solares. En Apocalipsis Cristo es la Lumbrera, la luz que da la luna llena que refleja la luz del sol en la Tierra, en medio de la oscuridad, símbolo de la luz de Dios Padre en Su Hijo en la Tierra en medio de las tinieblas. Esa luz ahora somos la Iglesia al reflejar la luz de Dios en el mundo en medio de la oscuridad espiritual: “…vosotros sois la luz del mundo…” (Mateo 5:14-16). Esta es solo una de las cosas que Jesucristo ha conseguido como Cordero de la Pascua, que salgamos de las tinieblas a la luz admirable.
La tradición sin embargo ignora las Escrituras y por lo tanto las palabras de Jesucristo que anunciaban que la especial Pascua que cumpliría en Sí mismo, sería el cumplimiento de la obra de Su muerte expiatoria en la crucifixión para la salvación de nuestras almas para vida eterna, y pasaría tres días y tres noches hasta Su resurrección, lo cual no cuadra con la crucifixión el Viernes Santo, a no ser que consideremos las Palabras de Jesús como porciones de cada uno de los tres días: “…Y al tercer día resucitará…” (Mateo 17:23).
La mayoría de la cristiandad celebra cómo día de la crucifixión el Viernes Santo anteponiendo la tradición, que también llegó a celebrar el Jueves Santo como día de la crucifixión. La ignorancia de las Escrituras, de la Historia y la Verdad de Dios pueden dejarnos sin la información que nos lleva a conocer tesoros escondidos de la Historia de Jesucristo. Aunque lo importante es celebrar la muerte redentora de Cristo y Su resurrección, sea Miércoles, Jueves o Viernes, también podemos estudiar Su Palabra que es la fuente más fidedigna de la vida de Jesucristo.
En este Estudio Bíblico expondré la importancia de comprender las Fiestas del Señor en la Biblia, no las de la tradición; para abrir al creyente el significado que tiene que el Hijo de Dios muriese el día 14 de Nisán, y encontrar argumentos para saber si aquel año coincidió con el Miércoles, el Jueves o el Viernes Santo, el día antes del 15 de Nisán, convirtiéndose en el Cordero de la Pascua, pasase en el sepulcro el día 15 llamado día de reposo o Sábado de Gran Solemnidad por la celebración de la salida de Israel de Egipto, Jueves, el Viernes y resucitase justo al terminar el Sábado semanal y el comienzo del primer día de la semana. Además ese primer día de la semana, lo que hoy llamamos domingo, también era uno de los siete días seguidos llamados de la Fiesta de los Panes sin Levadura. El Textus Receptus original griego fue traducido en la primera versión de la Biblia de Casiodoro de Reina de 1569 en Mateo 28 vs1 literalmente: “…La víspera de los Sabbados que amanece para el primero de los Sabbados vino María Magdalena, y la otra María a ver el sepulcro…” Como manda la Ley en Levítico 23. Sábados en plural, varios días santos.
La historia de la Pascua en su significado espiritual comienza pues por salir o pasar de un modo de vida a otro por mano de Dios, aunque históricamente comienza en Egipto, cuando Dios sacó al pueblo de Israel, liberándolo de la esclavitud, por mano de Moisés, tiene también su reflejo en otros grandes personajes de la Biblia, como Noé al salir en el arca, o Abraham cuando salió de Ur de caldea. Tras Egipto, pasa a formar parte de las ordenanzas y las fiestas solemnes para celebrarla y guardarla hasta su cumplimiento en el Mesías Yahshua, Jesucristo, el Cordero de Dios, que cumpliría definitivamente de una vez para siempre en Su propia carne, la expiación del pecado, la liberación del pecado por Su Espíritu en nosotros, habiéndonos limpiado con Su sangre. La culminación es pues nuestra propia salida de nuestra vida anterior sin Dios, a la nueva vida espiritual, una vez hemos nacido de nuevo por la fe en Cristo y Su obra redentora en la Pascua, que tiene efecto en nosotros hoy.
Aunque la Pascua la celebraron el Señor y los Apóstoles en el aposento alto, en realidad en el campo de batalla espiritual, nuestro Señor, luchó y aceptó la Pascua en Getsemaní, el huerto de los olivos donde oraba siempre, cuando aceptó la copa del cáliz de nuestros pecados, antes de ser entregado.
HISTORIA DE LA PASCUA
ÉXODO 12
“1Habló Yahweh a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: 2Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. 3Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia”.
Según la Ley, se escoge un cordero cuatro días antes de la Pascua, esto es, el día 10, según la Escritura, y se guarda hasta el día de la pascua. Jesucristo cumplió este símbolo al entrar en Jerusalén montado en el pollino de asna, cuatro días antes, en el día que la tradición llama Domingo de Ramos. Esos cuatro días entre el Domingo de Ramos y la Pascua, Jesús estuvo con Sus discípulos y con el pueblo impartiendo las más profundas de Sus enseñanzas, y exhortando a escribas y fariseos que se habían desviado de la verdad, el mismo tiempo que el cordero para la Pascua debía de estar cuatro días con cada familia.
“4Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero. 5El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. 6Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. 7Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer”.
Sin defecto es Jesucristo, sin pecado. El comer de cada hombre es el hambre espiritual el cual Cristo sacia por su Deidad.
Precioso como el Señor prefigura que la sangre de Cristo será la que estará cubriendo la puerta de nuestras casas, porque Aquel de cuya sangre hablamos, es el que dice: Yo soy la Puerta. La Puerta con la marca de la Sangre del Cordero Cristo.
“8Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. 9Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. 10Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego. 11Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Yahweh”.
Pan sin levadura, la Palabra de Dios, la Santa Cena en el Pan que es el cuerpo de Cristo, ceñidos los lomos por llevar el yugo de Cristo, y el calzado en los pies que es el Evangelio, y vuestro bordón que es la vara de Aarón o la Ley de Cristo. Las hierbas amargas simbolizan la amargura de la esclavitud, que puede ser también espiritual. Comer apresuradamente equivale a la pasión con la que se recibe a Cristo.
“12Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Yahweh. 13Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto”.
¡Oh, hermanos en Cristo! no dejéis de celebrar la muerte y resurrección de nuestro Señor, para la Gloria y para nuestra protección, sed pues santos en toda vuestra manera de vivir, celebrando la Santa Cena.
“14Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Yahweh durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis. 15Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel”.
Si comemos levadura de doctrinas de hombres seremos cortados, porque la contaminación que trae un poco de levadura, leuda toda la masa y desvía el espíritu del hombre, del camino recto de Cristo.
“16El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer… …21Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. 22Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. 23Porque Yahweh pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Yahweh aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. 24Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre. 25Y cuando entréis en la tierra que Yahweh os dará, como prometió, guardaréis este rito. 26Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, 27vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Yahweh, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró. 28Y los hijos de Israel fueron e hicieron puntualmente así, como Yahweh había mandado a Moisés y a Aarón”.
La pascua prefigura el sacrificio del Cordero de Dios que es Cristo, para pagar por el pecado de los hombres. “…Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con Panes sin Levadura, de sinceridad y de verdad…” (1 Corintios 5:7-8).
MATEO 27
“62Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, 63diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. 64Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. 65Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis. 66Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia”.
El día 15 de Nisán, se reunieron los sacerdotes y fariseos ante Pilato, y era la preparación para el sábado semanal, al mismo tiempo que era Día de Reposo de Gran Solemnidad por ser el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura, que aquel año coincidía con el Viernes Santo.
Tres días también profetizaba Oseas:
OSEAS 6
“1Venid y volvamos a Yahweh; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. 2Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él. 3Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Yahweh; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra”.
MATEO 28
“1Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro”.
En Mateo 27:32-56 y en Marcos 15:21-41 hayamos (de la salida del sol hasta su puesta, 12 horas):
Hora 3ª Crucifixión – 9am.
Hora 6ª Tinieblas hasta la hora 9ª – 12:00 a 3pm.
Hora 9ª Jesús entrega el espíritu – 3pm.
Hora 9ª hasta la hora 11ª sacrificio del Cordero de la Pascua.
MARCOS 15
“42Cuando llegó la noche, porque era la preparación, es decir, la víspera del día de reposo”.
Santa Cena o Pascua día 14 por la noche que es día 14 de Abib o Nisán, sería Jueves Santo por la tarde (los días empiezan a la caída del sol en el calendario judío). Por la mañana (a lo que nosotros diríamos día siguiente) es la parte del día 14 cuando juzgan a Cristo y Le crucifican. Día 14 es la víspera del Día de Reposo de Gran Solemnidad (día 15 primer día santo de la Fiesta de los Panes sin Levadura, ver Levítico 23:6-7) que no es el Sábado de la semana, por lo que hay dos días de reposo, que pueden coincidir uno seguido del otro, el de la fiesta y el sábado semanal. Y recordemos que los días judíos empiezan a la caída de la tarde, desde que Dios hizo la creación. Y así los seis días de la creación.
GÉNESIS 1
“5Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día”.
Nótese que el día no es una mañana y una tarde, sino una tarde se pone primero y después una mañana. Esto es según Dios.
JUAN 18
“28Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua”.
JUAN Y MATEO
CAPÍTULOS 12 Y 14 RESPECTIVAMENTE
“1Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. 2Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. 3Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume”.
Nardo puro de mucho precio significa derramar nuestra alma a los pies del Señor, poner nuestras vidas por Él, ungirle para la sepultura por la obra que hizo por nosotros.
CRISTO ABRE EL CAMINO A LA PRESENCIA DEL PADRE RASGANDO EL VELO DEL LUGAR SANTÍSIMO
MATEO 27
“50Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. 51Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; 52y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron”.
En la versión inglesa King James encontré que el Texto usa la misma palabra «rent» rasgar, al referirse al velo y también cuando se refiere a «partieron» las rocas. Inmediatamente comprobé la palabra en el texto Griego y efectivamente encontré el mismo verbo (skhid’-zo) para las dos, con diferente tiempo verbal. Esto significa que además de que el velo simbolice Su carne como Pablo nos confirma, las rocas son Su creación donde Él también tiene acceso. Yahshua el Señor de la creación, no solo de Su propia carne sino además de las rocas de la Tierra y tiene acceso al Corazón del Padre y a la creación, y a nuestra carne además de a nuestra alma.
Y se rasgó de arriba abajo el velo del lugar santísimo o (Sancta Sanctorum) donde está el Arca de la Alianza (en el templo original de Salomón, en el templo de Herodes no había arca, pues no se encontró desde que la llevaron los soldados de Nabucodonosor 2 Reyes 24:13), para que al venir el sumo sacerdote le fuese testimonio que ya había ocurrido el holocausto (esta vez uno que cumplía todas los sacrificios en uno, la expiación) conforme al Mandamiento (Levítico 23, las Fiestas del Señor). Los judíos sabían por su tradición que cuando el Sumo Sacerdote salía del Lugar Santo, una vez al año en la Expiación, justo tras sacrificaba al cordero decía: Consumado es. Y Cristo dijo con un último esfuerzo en Su larga agonía por amor a los hombres: Consumado es “Tetelestai” en griego, “Afikomen” en hebreo (Juan 19:30). Con esta Palabra y con el velo rasgado, Jesucristo dio testimonio en el Lugar Santísimo y en la cruz de que la salvación estaba hecha de una vez para siempre, de que la expiación por el pecado estaba cumplida por el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo: (Juan 1:29 – 2 Corintios 3:14 – Hebreos 10:2).
El sumo sacerdote tenía ahora testimonio de que lo que él había hecho al rasgarse las vestiduras, pues ahora era Dios quien se las rasgaba ante él para que comprendiera que el cordero que iba a sacrificar ya no tenía validez ni era acepto, ya que Dios ya había ofrecido a Su Cordero perpetuo sin mancha de una vez para siempre en la cruz del Gólgota.
HEBREOS 6
“…segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, 20donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de MELQUISEDEC”.
HEBREOS 10
“19Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”.
Se rasga el VELO que nos da acceso al Lugar Santísimo, el corazón de Dios Padre.
CUANDO EL SACERDOTE HA SACRIFICADO AL CORDERO DE LA PASCUA DICE: CONSUMADO ES. Y CRISTO DIJO: CONSUMADO ES
JUAN 19
“28Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. 29Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. 30Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. 31Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilatos que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí. 32Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él. 33Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. 34Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. 35Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. 36Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. 37Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron”.
LEVÍTICO 23
“5En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Yahweh. 6Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Yahweh; siete días comeréis panes sin levadura. 7El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. 8Y ofreceréis a Yahweh siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis”.
¿CRISTO MURIÓ EN JUEVES, Y NO EN MIÉRCOLES NI EN VIERNES?
Aunque la mayoría de la Cristiandad conmemora la crucifixión de Cristo en Viernes Santo, por la tradición, debemos comprobar esta tradición con las Escrituras y aceptar que Jesús no miente nunca y menos cuando dijo que resucitaría después de tres días y tres noches. Si hacemos la cuenta, y Cristo fue crucificado el Jueves, día de la Pascua, que inicia el llamado Día de Reposo o Sábado, Shabbat, que no es el Sábado semanal, sino del día 14 del mes de Nisán, día de luna llena; esto nos da dos Sábados en esa semana de Pascua. Por otro lado el día Judío comienza a la puesta del sol, por lo que un Sábado semanal comienza, aun hoy en Israel, a la puesta del sol del viernes. En la muerte y resurrección de Yahshua, la tarde del día 14 Jueves Santo comenzaba el Shabbat de la Pascua, lo cual inicia una noche, la noche del Jueves Santo.
Durante la historia, el pueblo de Israel ha tenido que adaptarse en la celebración de la Fiesta, según el año y el día en que cae la Pascua, pues varía cada año, y los días entre los dos Sábados, el de Gran Solemnidad con el de la semana. Cristo estuvo muerto la parte del día del Viernes Santo que era primer día de los Panes sin Levadura, y la segunda noche. El tercer día es el Sábado semanal, y su noche, la tercera, que empieza al atardecer del sábado semanal hasta el amanecer del Domingo de Resurrección.
Y resucitó justo al acabar el Sábado de la semana, a la mañana del Domingo, desde las 6 de la tarde del Sábado, hasta las 6 de la mañana del Domingo. Primero expondremos los datos de que disponemos hoy en día, que no son otros que los que hay en la Biblia, más alguna información histórica adicional, y luego analizaremos en qué repercute espiritualmente esta información. “…La verdad os hará libres…”.
“…Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches…” (Mateo 12:40).
Cristo estuvo muerto 3 días y 3 noches, y ya estaba resucitado el primer día de la semana. Muere el Jueves 14 del mes de Nisán (Abib), cuando comienza por la tarde la Pascua, 15 Viernes Santo (Sábado de Gran Solemnidad). 16 Sábado de la semana, y al caer la tarde es cuando las mujeres compran las especias aromáticas para ungir el cuerpo de Jesús. 17 Domingo o primer día, por la mañana ya ha resucitado. 17 por la tarde se aparece a los discípulos aun en la semana de los Panes sin Levadura. Son tres días 15, 16 y 17 y tres noches, 14, 15 y 16. Cristo resucita al final del Sábado, el primer día ya no está en el sepulcro, es Domingo de Ramos. Cristo es el que cumple el Sábado Espiritual. Muere a la puerta del Sábado de la Pascua y resucita a la salida del Sábado semanal, cumpliendo el Sábado doblemente y espiritualmente, además de eternamente, como no podía ser de otro modo.
Si Cristo hubiera muerto en Viernes, solo habrían pasado 2 días, el medio Viernes y el Sábado, y 2 noches la del Viernes al Sábado y la del Sábado al Domingo. Pero Él mismo nos anuncia los 3 días y 3 noches y cumple la profecía sobre Él, que está en las Escrituras.
De acuerdo a un estudio efectuado por la Oficina del Almanaque Náutico del Observatorio Naval de los Estados Unidos, la luna llena, la cual se registra en cada Pascua o 14 de Nisán, (Pesach), ocurrió un miércoles a las 20:00, ya jueves, del mes de Nisán del año 30 d.C., año en el cual la mayoría de los eruditos creen que Yahshua fue crucificado, así como que nació el 4 antes de Cristo, con lo que murió a las 3 de la tarde, a la edad de 33 años, según la tradición. Otros estudios datan el nacimiento el 6 antes de Cristo.
Por todo ello podemos ver que Cristo murió el Jueves 14 del mes de Nisán (Preparación del Día de Reposo llamado Sábado de Gran Solemnidad), no en Viernes y estuvo muerto tres días y tres noches, resucitando al final de Sábado semanal, comienzo de la mañana del primer día de la semana, Domingo de Resurrección.
1º DÍA JUEVES SANTO 14 DE NISÁN. AL CAER LA TARDE ES EL PRINCIPIO DEL DÍA JUDÍO 15 DE NISÁN.
1ª NOCHE JUEVES SANTO. DESDE LA CAÍDA DE LA TARDE HASTA EL AMANECER. YA VIERNES 15 DE NISÁN.
2º DÍA VIERNES SANTO 15 DE NISÁN. DESDE EL AMANECER HASTA LA CAÍDA DE LA TARDE, CUANDO EMPIEZA EL SÁBADO SEMANAL.
2ª NOCHE VIERNES SANTO QUE ES INICIO DEL SÁBADO SEMANAL. DESDE LA CAÍDA DE LA TARDE HASTA EL AMANECER.
3º DÍA SÁBADO SANTO 16 DE NISÁN. DESDE EL AMANECER HASTA LA CAÍDA DE LA TARDE, QUE INICIA EL PRIMER DÍA DE LA SEMANA O DOMINGO DE RESURRECCIÓN.
3ª NOCHE SÁBADO SANTO 16 DE NISÁN. DESDE LA CAÍDA DE LA TARDE HASTA EL AMANECER DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN 17 DE NISÁN Y PRIMER DÍA DE LA SEMANA. Cuando dice la Escritura que Cristo Resucitó, cumpliendo espiritualmente Su resurrección justo entre el final del Sábado de la semana y el comenzando la nueva semana, Domingo de Resurrección.
En efecto, hay dos Sábados, el día que inicia la Pascua, un día de la semana que es llamado un Sábado (o Día de Reposo) de Gran Solemnidad, y el Sábado semanal. Pero es que la semana que seguiría a esta también tendría, como tienen hoy (Levítico 23) dos Sábados, el día séptimo de los Panes sin Levadura, a contar desde el Jueves anterior, que caería en Martes y luego el Sábado semanal.
Aunque existe otra hipótesis que sería que el sábado semanal coincidiera con el Sábado de Gran Solemnidad y Pascua 15 de Nisán, lo cual serían 2 días en uno, no de 24h pero sí días, uno sábado semanal y otro Sábado de Pascua, lo cual algunos podrían argumentar como tres días y tres noches, siendo la muerte de Cristo el Viernes Santo y mantener así la tradición. Cada uno estudie las evidencias y ore para recibir sabiduría.
TRES DÍAS Y TRES NOCHES, 72 HORAS MUERTO Y RESUCITÓ, CONFORME A LAS ESCRITURAS.
EL SÁBADO ADQUIERE EL CARÁCTER DE ESPIRITUAL Y SU CUMPLIMIENTO ES ACEPTAR EL OFRECIMIENTO DE CRISTO POR NOSOTROS
Viendo esta situación en la región espiritual, queda por lo tanto una reflexión o revelación o apertura de la Escritura que a continuación se expone:
El Cuarto Mandamiento, el Sábado, adquiere valor espiritual, (porque la Ley es Espiritual, Romanos 7:14) debido a que para Dios el verdadero día de reposo es aquel día en que un hombre le recibe a Él en su corazón, y es el verdadero día de reposo para ese hombre el día en que conoce a Dios, y este día es ese en que uno conoce y acepta al “…Cordero de Dios que quita el pecado del mundo…” (Juan 1:29), porque por motivo del Día de la Pascua, se celebra día de reposo o Sábado de gran solemnidad, y este es el fin del significado del Sábado al que se refiere Dios: Que Él y nosotros, descansamos de la obra de ser creados como hijos de Dios y la celebración de la salida de la esclavitud del mundo que tienen los hombres para venir a conocer la libertad en Cristo, para que tengan día de reposo en sus almas aquellos que le acepten y cumplan en sus almas la Ley Espiritual, ya no por mandamiento sino por relación espiritual con Dios. Es en esta situación que Dios reposa en el día séptimo de nuestra vida espiritual.
Así pues, como dice el mandamiento: en el Shabbat, “…no harás ninguna obra tu, ni tu hijo…” ni nadie de tu casa, a excepción de la esposa que no se menciona y espiritualmente, la esposa es nuestra alma, la que se reserva para hacer la obra espiritual del sacerdocio en la intercesión especial del Sábado que es el día (o nueva etapa de nuestra vida, ya que lo que busca Dios es que vivamos en Sábado todos los días de nuestra vida, para que llevemos nuestra cruz con Él, que compartamos Su yugo), día, mejor dicho vida, que debemos dedicar a Dios, a Cristo, para que Él vea que:
Primero: Hemos aceptado Su sacrificio como la obra que había de hacerse, y por lo tanto ya no debemos intentar hacer ninguna obra para buscar la salvación de nuestras almas, pues como dice el Mandamiento: “No harás ninguna obra tú, ni tu hijo ni nadie de tu casa”. Esta es la interpretación espiritual de este Mandamiento, no se refiere a hacer buenas obras, sino obras de salvación, la salvación pertenece al Salvador, a Yah-Shua, la salvación de Yah.
Segundo: Que Él hace que seamos libres de la Ley literal de religión, de la religión perfecta dada por Dios a los hombres, no para que vivan por ella, sino para que vean que la religión es esclavitud, y esclavitud en Egipto, que simboliza el mundo y el sistema de la sociedad gobernado por Satanás, ya que la carne no se puede someter a la ley, y si alguno se considera perfecto, porque es rico en espíritu, hágase pobre de espíritu, porque ante Dios, lo único que vale es amarle a Él y ser humilde, reconociendo la dependencia que tenemos de nuestro Creador y aceptando que Él ha venido al mundo y ha vencido a la muerte, y nos regala la resurrección para vida eterna, ya que la muerte es la gran mentira con la que Satanás nos engaña, ya que todos resucitarán, y también como dice la Escritura: “…no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar, temed más bien a Aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28).
Y Tercero: Que ya tenemos acceso abierto al Padre, ya que Cristo ha cumplido en nuestras almas, la obra de la Ley, el mandamiento del Sábado, nos ha limpiado la conciencia de obras muertas, y nos hace desear vivir en la presencia de Dios, para caminar de Su mano, como Adán caminaba al principio. El velo ha sido rasgado por Cristo, para aquellos que le reciben y que van de Su mano al Padre. Si el Israel físico no acepta al Mesías Judío, que es el Mesías de todas las naciones de la tierra, y que no le pertenece ni a ellos ni al cristianismo de occidente, no tendrán paz ni ellos en su tierra literal, ni las personas de todas las naciones, ni ellos en sus almas, que son la tierra prometida de Dios, donde Él habita hasta que venga la nueva dimensión espiritual del Reino de Dios.
OTROS DÍAS LLAMADOS SÁBADO. LA PASCUA. EL SÁBADO DE GRAN SOLEMNIDAD O SHABBAT HAGADOL Y LAS SANTAS CONVOCACIONES
El día que inicia la Pascua adquirió, por su gran solemnidad, característica de día de reposo o Sábado al igual que el séptimo día de la Pascua que son los siete días de los Panes sin Levadura. Los días 15 y 21 de Nisán. Es importante comprender espiritualmente que el motivo de las santas convocaciones llamadas, Sábados en la Ley de Dios, nos enseñan un significado que Dios quiere que aprendamos para nuestra edificación interior de templo del alma.
ÉXODO 20 Y DEUTERONOMIO 5
“12Guardarás el día de reposo para santificarlo, como YHWH tu Dios te ha mandado. 13Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 14mas el séptimo día es reposo a YHWH tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. 15Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que YHWH tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual YHWH tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo”.
El Mandamiento dice que guardemos el día de Reposo de Gran solemnidad tras la Pascua, para que recordemos que fuimos siervos en tierra de Egipto. Ud. se preguntará ¿por qué aplicar esto hoy, si no es la historia para los Gentiles, y los Judíos ya celebran su Pascua (sin Cordero)? Pues precisamente porque en Sábado, esto es, en el Reposo de aceptar el Evangelio en la Fe del Espíritu fuimos sacados de la esclavitud del pecado, y de una vida sin Dios, siendo esclavos a una sociedad y a unas formas de vida y creencias que eran contrarias a Dios y a nuestra propia libertad espiritual y bendición.
NÚMEROS 28
16Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la pascua de Yahweh. 17Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán panes sin levadura. 18El primer día será santa convocación; ninguna obra de siervos haréis. 19Y ofreceréis como ofrenda encendida en holocausto a Yahweh, dos becerros de la vacada, y un carnero, y siete corderos de un año; serán sin defecto. 20Y su ofrenda de harina amasada con aceite: tres décimas con cada becerro, y dos décimas con cada carnero; 21y con cada uno de los siete corderos ofreceréis una décima. 22Y un macho cabrío por expiación, para reconciliaros. 23Esto ofreceréis además del holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo. 24Conforme a esto ofreceréis cada uno de los siete días, vianda y ofrenda encendida en olor grato a Yahweh; se ofrecerá además del holocausto continuo, con su libación. 25Y el séptimo día tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.
De este modo tenemos también el séptimo día de la fiesta que comienza con la Pascua, también día de reposo, o Sábado, los Panes sin Levadura, que simbolizan el día que hemos concluido espiritualmente un crecimiento de aprender a comer el Pan del Cielo que es Cristo “…sin levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad…” (1 Corintios 5:7-8), sin la levadura de la religión; esto es, hemos aprendido en la Biblia a conocer al Hijo de Dios fuera de la tradición y de las doctrinas y mandamientos de hombres, para conocerle a Él y comenzar a vivir una nueva vida de bendición, guiados por Él. Celebramos pues los Sábados del Señor, además del significado del Sábado semanal, en Pascua junto a los Panes Sin Levadura, y los días de reposo o Sábados de PENTECOSTÉS y además tenemos el día de reposo del mes séptimo y los dos Sábados seguidos de la fiesta de los TABERNÁCULOS. Tres fiestas principales y siete fiestas totales en las que los días señalados son días de reposo en los que no se hará ninguna obra.
El SÁBADO de Gran solemnidad se convierte en el cumplimiento del Cuarto Mandamiento de forma espiritual.
ES QUITADO EL CONTINUO SACRIFICIO POR LA PASCUA DEFINITIVA QUE ES LA MUERTE DEL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO
Fin del continuo sacrificio, destrucción del templo en el setenta d.C. conforme a la profecía del Señor en Mateo 24 de que no quedaría piedra sobre piedra, y comenzaría en cada uno la construcción del nuevo templo espiritual del alma, que Él hace posible por el bautismo en el que Él nos sumerge, en Su Santo Espíritu, por el nuevo nacimiento espiritual.
El sumo sacerdote rasga sus vestiduras porque se escandaliza de Cristo porque se queda sin protagonismo, se acaba su linaje, ya no es más sumo sacerdote, porque Cristo se convierte en el Sumo SACERDOTE según el orden de Melquisedec, y Dios rasga sus vestiduras, representadas en el velo del templo, símbolo de la carne de Cristo, por indignación de que no han aceptado a Su Hijo como la propiciación eterna y el fin del sacrificio ofrecido por el sacerdote en el templo de piedra.
Pocos años después, en el año 70 d.C., el templo era destruido por las tropas de Tito. Dios permitió que su pueblo ya no tuviese donde sacrificar la Pascua, pues: el templo de Dios sois vosotros. Cristo dijo: “…no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada” (Mateo 24:2).
A partir de ese momento es quitado el continuo sacrificio, ya que es cambiado por uno Eterno e inmutable, de una vez para siempre. Queda abierto el acceso a la presencia de Dios Padre, al Lugar Santísimo, el Corazón del Padre, donde entra Cristo para que aquellos que vienen a Él a través del Sumo Sacerdote de la humanidad, que ahora es eterno, el Mesías, gracias a Su Sangre, los que aceptan el lavamiento de sus almas en esta Sangre, puedan para siempre comer del Árbol de la Vida, cuyas hojas son para la sanidad de las naciones: Apocalipsis 22:1 al 5, y aceptar el plan de Salvación de Dios y puedan también entrar por la Puerta y conocer la Verdad, y todo esto está en Cristo, el Mesías Yahshua.
CONCLUSIÓN
Viernes Santo, Miércoles Santo o Jueves Santo, como hemos visto, las Escrituras nos aportan suficiente información, que, junto a datos de datación astronómicos que en efecto nuestro Señor cumple Su Palabra y es totalmente posible Su muerte el día 14 de Nisán, Jueves Santo. Ahora bien, no debe la verdad ser causa de división ni de separación a Su Iglesia, las personas de fe que aman a Dios y han recibido a Jesucristo como salvador. Yo mismo he cambiado mi posición tras volver a estudiar este apasionante tema sobre el día de la muerte de nuestro Señor, y creo que el Jueves Santo, en lugar del Miércoles cumple mejor con los Textos Bíblicos, su información, las tradiciones Judías y las normas de las Fiestas de Israel, y también he contemplado la posibilidad de que el Sábado Santo fuese 15 de Nisán y fueran dos Sábados juntos, dos días en uno, lo que podría cumplir con tres días y tres noches, y al mismo tiempo con las palabras “…Y al tercer día resucitará”. La tradición celebra el Viernes Santo en la mayoría de la cristiandad, y todos podemos seguir haciéndolo, pero sepamos que la verdad nos aporta que Cristo ha podido cumplir los 3 días y las 3 noches antes de resucitar, entre el Jueves Santo y el fin del Sábado de la semana que es cuando empieza el primer día de la semana, acorde a las Escrituras, el Domingo de Resurrección. Si el cristianismo en su totalidad cambiará la tradición, lo dudo, pero todos celebremos en nuestro corazón la muerte y la resurrección de Cristo porque es Su obra salvadora, y lo hagamos en paz y amándonos unos a otros como Él nos ama.
La Pascua es Cristo, si tenemos a Cristo morando en nosotros hemos cumplido la Pascua espiritualmente y tenemos acceso al Lugar Santísimo, que es el Corazón de Dios, para que cada día podamos venir a la presencia de Dios para derramar nuestra alma, abrirle el corazón y la mente a Dios y nos sintamos amados por Él y podamos sentir Su presencia junto a Jesucristo, nuestro amigo y amado esposo espiritual. El resultado de toda la obra de la Pascua que hemos visto es la resurrección para vida eterna en aquellos que creemos en el Hijo de Dios. El resultado, la salvación, liberación de la condenación del pecado, la vida espiritual plena en la verdad y en el amor de Dios y disfrute en el cuerpo de Cristo, y la RESURRECCIÓN, libres de la muerte para vida eterna en el Reino de Dios.
¿Qué es la Pascua para Ud. hoy? Los Cristianos debemos sentirnos salvos por la obra de Cristo en la Pascua, y debemos vivir de acuerdo con esta fe. Para celebrarlo debemos tomar la Santa Cena y acompañar a Cristo en la Pascua en nuestro corazón, todas las veces que la tomemos, en especial en Pascua, mientras estamos en la Tierra. Recordemos que la noche en que fue entregado, tomó pan, conforme a la celebración y lo partió, y dio gracias, y dijo: “…tomad y comed todos de él, porque este es Mi cuerpo que por vosotros es entregado. Del mismo modo, acabada la cena, tomo la copa y dando gracias les dijo: bebed de ella todos porque esta es Mi sangre que por vosotros es derramada, haced esto en memoria Mía”. (Mateo 26:26-30). Todo esto se había estado haciendo en la forma desde que salieron de Egipto los Israelitas, pero aquella Pascua especial, se haría de forma definitivamente espiritual y efectiva para nuestra salvación. Por ello y por amor al Señor Jesucristo, los que Le amamos debemos tomar el pan y el vino en nuestras casas.
De modo que hemos de comer la carne de Cristo y beber Su sangre, para poder tener acceso al Corazón del Padre, esto es, al Lugar Santísimo, a Su presencia. Comer la carne de Cristo es vivir como Él, y beber Su sangre es haber aceptado Su sacrificio, Su vida entregada por nosotros. “…mantennos la fe, Padre, en Tu Hijo Jesucristo para que estemos esperándote el día en que vengas en Tu reino…”. Este es el nuevo Pacto con nosotros en Su sangre. Predicar la Pascua Espiritual es la manera de presentar la Pascua a creyentes y a no creyentes, dentro del EVANGELIO Completo de Jesucristo.
Que la unción del Hijo amado de nuestro Dios les cubra todo el tiempo de la peregrinación en sus vidas por este mundo, del que hemos salido en nuestros corazones, como de Egipto, y seamos guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar salvación, hasta la venida del día grande del Señor en el que entremos por Su Pascua a celebrar el Shabbat eterno en el descanso de nuestras almas, en la presencia de Dios, en la nueva Jerusalén, Sión la celestial, por los siglos de los siglos. ¡Amén!