TIPOS DE ORACIÓN

© Carlos Padilla – Agosto 2022

Sin duda, la oración o rezar, es una de las experiencias más profundas que el hombre y la mujer de fe puede experimentar, cuando se hace con el corazón entregado a Dios. Para los cristianos, la oración es a Dios Padre en el nombre de Su Hijo Jesucristo, a través del Espíritu Santo. Pero lo primero que debemos aprender es su esencia, saber qué ocurre en la dimensión espiritual cuando oramos, y ofrezco un enlace al final sobre el estudio Bíblico de La Oración, pero en este estudio nos adentraremos en la dimensión misma de la oración, para comprobar que la oración se divide en tres tipos básicos, como si fuesen los pilares de la comunicación con Dios, dentro de los cuales identificaremos distintos propósitos según la voluntad de Dios para hablar con nosotros.

Entonces, si rezar vanas repeticiones, incluido varios “Padre Nuestro” seguidos, o rezos a santos y vírgenes, como en el catolicismo, que no se basa en la Biblia, ignorando la verdadera Palabra de Dios y guía de vida cristiana, considerando la oración una penitencia, lo cual no es la voluntad de Dios ¿cuál es la manera de orar y qué tipos de oración hay, y cuales son bendecidos por Dios? ¿Responderá Dios oraciones y rezos a quienes oran o rezan sin buscar el rostro de Dios, sin hablar con Él de corazón sincero, y solo por justificarse ante su propia conciencia? Si quieres la bendición de Dios y aprender los tipos de oración que enseñó Jesucristo, según Su Palabra, sigue leyendo…

 

TIPOS DE ORACIÓN

En la Biblia, tanto el judaísmo como el cristianismo centran la oración en tres tipos básicos: para adorar y alabar a Dios, para dar gracias a Dios, y para pedirle a Dios. Sin embargo, de estos tres, el tipo de oración al que nos dedicamos casi la totalidad del poco tiempo que pasamos orando, es para pedir. Hay un dicho español que dice: “te ha hecho la boca un fraile” en referencia a los conocidos frailes “pedigüeños” que vivían de la caridad, siguiendo su orden mendicante, que pedían a todos para vivir, y así alejarse de la viva suculenta de los lujos del papado, de las tentaciones, y ofrecer a Dios su pobreza como penitencia. Una vez más el alejamiento del conocimiento de la Palabra de Dios, ha llevado a muchos buenos cristianos a vivir de formas radicales, con tal de agradar a Dios y buscando por sus méritos la salvación de sus almas del infierno.

Antes de entrar en profundidad conviene recordar que aunque en realidad debería ser lo mismo orar que rezar, el concepto rezar se suele identificar más con la repetición de oraciones, a lo cual nuestro Señor Jesucristo nos exhorta a no hacer, en el Evangelio de Mateo, cap. 6:

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídosNo os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.”

 

PARA ADORAR Y ALABAR A DIOS

Lo primero que nuestro corazón debe emanar hacia nuestro Dios es un sentimiento de adoración y alabanza. Al reconocer a Dios en todo lo que hemos recibido, y antes de darle gracias por la vida cada día al despertar, no solo por la nuestra, sino por la de nuestros seres queridos, nuestros hijos, y por la familia, los hermanos de la iglesia, uno debe reconocer que Dios es el artífice de que todo exista y lo podamos experimentar y recibir. Dios es digno de adoración y alabanza si vamos al plano del Espíritu, al más elevado, donde nos encontramos con la salvación que Él ha propiciado para llevarnos a Su Reino, por Cristo y con la acción del Espíritu Santo. Por tanto adorémosle y alabémosle siempre. Reconozcamos a Dios como nuestro Padre: ¡Padre nuestro, que estás en los cielos. Santificado sea Tu nombre! ¡Porque Tuyo es el reino, y el poder, y la gloria por todos los siglos, amén!

Oración de alabanza:

“Bendice, alma mía, a Yahweh. Yahweh Dios mío, mucho te has engrandecido; Te has vestido de gloria y de magnificencia. El que se cubre de luz como de vestidura, Que extiende los cielos como una cortina, Que establece sus aposentos entre las aguas, El que pone las nubes por su carroza, El que anda sobre las alas del viento;  El que hace a los vientos sus mensajeros, Y a las flamas de fuego sus ministros.” Salmo 104.

PARA DAR GRACIAS A DIOS

¡Cuánto tenemos que agradecer a Dios! Sin duda, tras adorar y alabar a Dios porque es digno de serlo, por su infinita bondad y un amor tan grande por nosotros, pecadores, para salvarnos, por crearnos, por escogernos, por darnos la fe en Su Hijo Jesucristo, por guardarnos en santificación hasta Su venida en Su Reino, por el Espíritu Santo cada día en Su enseñanza, guía e intercesión, por el simple hecho de estar vivos cada mañana, de tener a nuestros seres amados, a los hermanos en la fe, por la iglesia, por las buenas obras de cada cristiano, de la iglesia y por los ministerios que la componen; la lista es interminable, pero una es la principal, dar gracias a Dios por Jesucristo que se dio a Sí mismo por nosotros:

“Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; 18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. 19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.” Lucas 22.

Oración de agradecimiento:

“Padre, gracias te doy por haberme oído.” Juan 11:41.

PARA PEDIRLE A DIOS

Como venía diciendo al principio, lo que mejor se nos da al orar o rezar a Dios, es pedirle cosas. La clave no es que pidamos, sino que pidamos conforme a Su voluntad. La confesión a Dios sobre nuestros pecados, en arrepentimiento, sigue el orden de los tres tipos de oración: primero adora y alaba a Dios, luego da gracias por ser escuchado, pero finalmente pide el perdón y la restauración en santificación, busca el amor y la amistad de Dios, la cual siempre se recibe cuando venimos a Dios en Cristo con corazón sincero.

¡Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal! Mateo 6. La mayor parte del “Padre Nuestro” son peticiones, y es que es tanta la necesidad que tenemos de Dios y de Su bendición.

Por el prójimo:

Oración por la familia, los seres queridos, para que sean salvos, que crean, que conozcan a Dios y reciban a Cristo en arrepentimiento, para que sean librados del infierno en la resurrección en el día del juicio, y tengan entrada al eterno Reino de Dios.

Oración por sanidad de los enfermos, niños en los hospitales, o con defectos de nacimiento. ¿Puede Dios sanar hoy? Si bien es cierto que Dios es el mismo, ayer, hoy y por los siglos, la situación excepcional de los apóstoles, tras partir Jesucristo al trono de gloria, cuando recibieron los dones permanentes, no es la de hoy. Tampoco ellos tenían la Biblia completa y nosotros sí. No obstante, los que han de creer, creerán, con o sin milagros. Pero sí que podemos orar por sanidades, por la resurrección de muertos, por milagros increíbles, y a veces Dios hará el milagro, pero muchas veces no, pues esos dones no están permanentes en los pastores de la iglesia hoy. Pero, la oración de fe, puede mucho, siempre debemos orar si tenemos la fe de que Dios hará un milagro, en el nombre de Jesucristo. A veces los hace sin que sean en ese momento, ni por imposición de manos, sino por otros medios, como médicos, u otros, los cuales quedan sorprendidos de sanidades u operaciones de desahuciados que son curados.

Oración de Abraham de intercesión por Sodoma:

“…He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. Y Yahweh se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.” Génesis 18:31.

Por uno mismo:

“Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.” Lucas 22:41.

Por los enemigos:

“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos…” Mateo 5:44.

“Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.” Marcos 14:36.

“Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” Lucas 23:34.

Oración eficaz:

“Toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.” Lucas 1:10.

“Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.” Mateo 18:19.

“Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.” Hechos 12:5.

Oración en congregación y en público:

El que ora el congregación o en público debe ser consciente de cubrir los tres tipos de oración, y sobre todo de tener en cuenta a las personas que tiene delante, no a sí mismo. Una vez da la gloria a Dios en Cristo, por el Espíritu Santo, adora y alaba al Señor, debe dar gracias por todas la bendiciones que Dios nos da a todos, que tenga en cuenta especialmente la cultura y la sociedad que tiene delante, y que comparte, los momentos históricos actuales, las vivencias de la congregación, o del público, y luego pedir por todas esas necesidades que esa congregación necesita, y finalmente orar por los que lideran y/o pastorean, tanto ante Dios y por Su iglesia, como por los gobernantes, la paz y las buenas obras que reflejen a Cristo a los demás. Algún ejemplo en la historia de la Biblia lo encontramos en el sermón de Pedro:

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.. …Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. 30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, 31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. 32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís… … Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. 37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

Pero la oración final a Dios por Sus discípulos del Señor Jesús en el Evangelio de Juan, capítulo 17 debe ser leída y estudiada.

Rezos no cristianos:

¿Qué ocurre con los millones de personas creyentes de las diferentes religiones que rezan a dioses, antepasados muertos, espíritus, o a santos y vírgenes en algunas ramas del cristianismo, o al mismo Dios pero no en Cristo, caso del judaísmo? ¿Escucha Dios esas oraciones, y responde a esas personas?

“Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Yahweh pesa los corazones.” Proverbio 21:2.

 “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.” Juan 16:24.

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos…” 1 Timoteo 2:5-6.

 

ORACIONES DE PERSONAJES RELEVANTES EN LA BIBLIA

En la Palabra de Dios encontramos la historia de los santos profetas y evangelistas, y cómo es común a todos ellos la oración. Los ejemplos que se muestran a continuación desde la Biblia, son una breve recopilación de algunas oraciones, pero muy significativas que son de gran inspiración y guía para todo creyente que quiere conocer y hablar con Dios:

Set como primer ejemplo de oración:

“A Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Yahweh. Génesis 4:26.

Abraham recibe orden de Dios de ofrecer a su primogénito Isaac en holocausto:

“Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo… …Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿Dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.” Génesis 22.

La bendición de Isaac a Jacob:

«Mira, el olor de mi hijo, Como el olor del campo que Yahweh ha bendecido; 28 Dios, pues, te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto. 29 Sírvante pueblos, y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos, y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, y benditos los que te bendijeren.” Génesis 27.

Oración y comunicación de Dios en sueños a Jacob de la bendición de Isaac su padre:

“Yo soy Yahweh, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Yahweh está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.” Génesis 28:13.

Moisés intercede por el pueblo:

Me postré, pues, delante de Yahweh; cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado, porque Yahweh dijo que os había de destruir.” Deuteronomio 9:25.

Gedeón ora pidiendo señales:

Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua. Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra. Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío”. Jueces 6:36.

Samuel antes de ungir a David por rey:

“Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Yahweh toda aquella noche.” 1 Samuel 15:11.

Oración de Elías para que Dios muestre Su poder al mundo rebelde:

Respóndeme, Yahweh, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Yahweh, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. Entonces cayó fuego de Yahweh, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Yahweh es el Dios, Yahweh es el Dios!” 1 Reyes 18:37.

David primero alaba y luego clama:

“Tuya es la alabanza en Sión, oh Dios. Tú oyes la oración; A ti vendrá toda carne.” Salmo 65:2.

Isaías:

“Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Yahweh de los ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a míY dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.” Isaías 6.

Daniel:

“Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.” Daniel 6:10.

Jesucristo:

“Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; cómo le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste…” Juan 17 leer entero.

Pedro enviado a Cornelio:

“Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta. 10 Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; 11 y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; 12 en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. 13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. 14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. 15 Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. 16 Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo. 17 Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto, he aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.” Hechos 10.

La experiencia de oración de Cornelio conectada con la de Pedro:

“Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente…” Hechos 10:30.

Pablo a Tito: Le habla en el capítulo 2:11 como una oración:

“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.”

La experiencia de Juan en su oración y revelación de Apocalipsis:

“Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. 10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, 11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.” Apocalipsis 1.

La oración es recomendada por los profetas, por el Señor y por los apóstoles:

“Buscad a Yahweh y su poder; Buscad su rostro continuamente.” 1 Crónicas 16:11.

“Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.” Mateo 7:7.

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” Mateo 26:41.

“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” Efesios 6:18.

“Orad sin cesar.” 1 Tesalonicenses 5:17.

Si quieres profundizar más sobre la oración, puedes leer el estudio principal sobre la oración en: https://www.jesucristo.net/la-oracion/

 

CONCLUSIÓN

El moravo Ludwig von Zinzendorf, en la obra «La Oración de 100 Años» se narra como un movimiento de avivamiento de los moravos, uno de los prominentes grupos de evangélicos que inundaron parte del mundo con misioneros, empezaron una oración de 24 horas, donde 12 hombres y 12 mujeres oraban una hora cada uno, para que Dios enviara misioneros por el mundo. El movimiento se mantuvo vivo cien años, relevándose hermanos y hermanas para que esa oración no cesara. Los resultados fueron varios grandes avivamientos y multitud de misioneros. ¡Qué pasaría si la iglesia de hoy hiciera este tipo de cosas!

El Talmud judío muestra la gran devoción constante de los judíos piadosos que no cesan de dedicar tiempo a Dios, a la Tora y a la oración. Lo vemos en el Muro de las Lamentaciones.

Concluimos que, hay tres tipos de oración, para adorar y alabar a Dios, porque es digno de alabanza; para darle gracias a Dios por tantas cosas; y nuestra favorita, por la cantidad de tiempo, en proporción que le dedicamos, para pedirle a Dios. Dentro de estos tres tipos, vemos que hay muchas formas, motivos y propósitos que las cumplen, pero nos ayuda cuando oramos, seguir este orden de tres tipos, para que siempre que no sean oraciones de urgencia, en las oraciones de la noche “Arvit”, de la mañana “Shajarit”, y de la tarde “Minjá”, primero adoremos y alabemos a Dios, luego le demos gracias por todo, y finalmente le pidamos, esa larga lista de cosas, que Él sabe de antemano, pero en la que se goza con nosotros que venimos a Él, en Jesucristo, poniendo en Él toda nuestra confianza, esperanza, y de corazón, porque sabemos en Quien hemos confiado, Aquel que dio Su vida por nosotros y que viene a llevarnos a Su Reino eterno. Aunque los judíos oran tres veces, y así los cristianos, los monjes llegan a orar siete veces al día. ¿Significa esto que hay que respetar tres, o siete? El apóstol Pablo concluyó en su primera carta a los Tesalonicenses 5:16-18: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con nosotros en Cristo Jesús.”

Para cerrar, las palabras del Señor Jesús en la cruz, y Su oración intercesora por sus verdugos, en Lucas 23: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” respondiendo al ladrón arrepentido, crucificado a Su lado. Y por sus verdugos: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. En Tus manos encomiendo Mi Espíritu.”