TEOLOGÍA Y DOCTRINA BÍBLICA
© Carlos Padilla – Noviembre 2019
La Teología y Doctrina Bíblicas son interdependientes, tanto para el conocimiento de Dios como para el de Su Palabra y enseñanzas. La teología fue calificada por Agustín de Hipona como “la reina de las ciencias” y no le faltaba razón, pues el Objeto de su estudio es el mayor que existe, el propio Dios. Aunque la teología puede estudiar a otras deidades, la Bíblica estudia al Dios que se ha revelado a Sí mismo como el Creador del universo. Para llegar a conocer al verdadero Dios contamos con Su revelación natural y Su revelación especial. La primera es patente a toda persona de todo tiempo por la creación, algo que hoy se expone a través del Creacionismo y el Diseño Inteligente como modelos científicos de los orígenes. La revelación especial es la Palabra de Dios, la Biblia, y ésta, como podremos ver está divinamente inspirada a los autores, profetas, evangelistas y apóstoles que Dios designó a lo largo de la historia. Precisamente es la Biblia la que emana aquello que conocemos como Doctrina Bíblica, la enseñanza que emana de ese Libro de libros, una revelación progresiva de la voluntad de Dios y cómo ha ido tratando a la humanidad. Tanto el estudio de Dios como el de Sus enseñanzas para nuestra vida y para conocer el propósito de la Salvación del hombre a través de la obra redentora de Jesucristo, han ido avanzando, sobre todo durante los últimos siglos en la historia de la Iglesia. Hoy nos encontramos ante un mundo distinto que el que conocieron los apóstoles, pero la doctrina o mensaje, el Evangelio de Dios al hombre es el mismo: “…el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). La cuestión es comunicar estas Palabras que fueron dichas por Jesús a Nicodemo en aquel contexto hace unos dos mil años y poder transmitir su significado al hombre actual en su contexto. Aquí empieza un viaje por la Biblia de la mano de la Teología que nos mostrará sus doctrinas.
TEOLOGÍA
El concepto de teología viene de theos que significa Dios, y logos[1] que es expresión racional, según Ryrie, y palabra o verbo, según otros autores y diccionarios. Se trata del estudio de Dios, si nos centramos en el concepto general del término, y de lo que la Deidad transmite por Su logos, expresión o palabra. La teología por lo tanto se dedica a estudiar a Dios. En el mundo cristiano se centra en el Dios de la Biblia, en Jesucristo y en el Espíritu Santo. En otras religiones puede centrarse en diversas deidades, simples o compuestas. La gran diferencia se halla en que el Dios de la Biblia se ha revelado a Sí mismo, mientras que las deidades o ídolos de las religiones son fruto de tradiciones de hombres. En cualquier caso el hombre, durante la historia ha reflejado una necesidad intrínseca de conocer a Dios, o a un ser superior, a conocer el mundo espiritual, el más allá, lo metafísico y lo epistemológico. Todas las culturas de toda época muestran signos de adorar a alguna deidad y formas de religión, no solo griegos y romanos, egipcios o sumerios, sino cualquier tribu del Amazonas. Esa es la necesidad que la teología sacia, si es que el estudio que se haga lleva a la verdad, al Dios verdadero. Podemos expresar que para que alguien busque a Dios, primero ha de tener una presuposición de que existe. El ateo ha de presuponer[2] y debe creer que no existe. El agnóstico debe presuponer que no es posible el conocimiento, pero si nos damos cuenta todo gira alrededor de Dios. Además de las bases sobre la teología ¿no deberíamos investigar de qué forma se puede llegar a dirigir cada uno de nosotros a un estudio teológico con el propósito de encontrar al verdadero Dios? Y ¿ese deseo será natural en el hombre o será promovido por el verdadero Dios? No podemos olvidar que la cultura, época y tradición en la que cada uno ha nacido y se ha desenvuelto su vida son una gran influencia que puede desviarnos y condicionarnos en nuestra búsqueda del Dios verdadero, de la verdadera teología. Hay tres elementos en el concepto general de la teología que, según Ryrie nos pueden ayudar: 1., La teología es inteligible para la mente humana de forma ordenada y racional. 2., La teología necesita explicación, la cual emana de una exégesis y sistematización. Y 3., La fe cristiana procede de la Biblia y por lo tanto su estudio. Pero hay variedad de teologías: por épocas: patrística, medieval, de la Reforma, moderna. Por puntos de vista: arminiana, calvinista, católica, bartiana o de la liberación. O enfoque: histórica, bíblica, sistemática, apologética, exegética, etc. De estas, Rirye destaca 3: Teología histórica, que nos permite conocer las contribuciones y errores de la historia de la iglesia. La teología Bíblica está basada en la Biblia en lugar de en los pensadores contemporáneos, o a la que es exegética contrastada con la especulativa. Trata sistemáticamente con el progreso históricamente condicionado de la autorevelación de Dios en la Biblia y debe exponerse de una forma sistemática; presta atención al contexto histórico en el cual llegó la revelación de Dios; la expone en secuencia progresiva. Mira la revelación como un todo, y halla en la Biblia su principal fuente de materiales, aunque puede aportar otras fuentes; pero para la doctrina solo viene de la Biblia. Y, tercero, la Teología sistemática, que puede además incluir los trasfondos históricos, la apologética y exégesis, etc. pero se centra en la estructura total. Podemos concluir que la teología[3] es el descubrimiento, sistematización y la presentación de las verdades de Dios. Pero antes de pasar a describir la teología Bíblica y las demás formas de estudiar teología, tomo prestada una pregunta que hace Erickson[4]: ¿Pero realmente es necesaria la teología? ya que en realidad parece más dividir que unir al cristianismo en tantas denominaciones ¿no es suficiente amar a Jesús, como cristiano? Precisamente la teología nos ayuda a aprender las doctrinas correctas para la relación como creyentes con Dios. Creer en Jesús y Su deidad es esencial para esa relación, pues Él mismo preguntó a sus apóstoles “¿Quién dicen que soy Yo?” A lo que Pedro le respondió: “Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo. 16:13-19)[5]. Muchos han discutido si Jesús era realmente humano, o verdaderamente Dios, es por ello que hemos de argumentarlo, pues de ahí emana Su capacidad de salvarnos y de resucitar siendo el Mesías. Otro punto que nos convence de la necesidad de la teología es su relación entre la verdad y la experiencia. Pero creo que el gran número de alternativas, humanismo, sectas, energías orientales, budismo, Islam, unido a la falta de conocimiento dentro del propio cristianismo, la hacen, precisamente la mejor forma para encontrar la verdad y separarla de la falsedad. Si se entienden de forma correcta las verdades del cristianismo, los que son engañadores, o los que defienden otras posturas no pueden prosperar en la mente de aquellos que tratan de convencer. Para ello debemos estudiar la teología Bíblica.
TEOLOGÍA BÍBLICA
Habiendo concluido que la teología es la ciencia que estudia a Dios, ahora nos adentramos en el estudio del Dios de la Biblia al enfocarnos en la teología Bíblica. La característica fundamental de la teología Bíblica es que nos presenta la auto revelación de Dios durante el progresivo y sucesivo devenir de la historia, cómo Dios ha ido aportando información de Sí mismo a aquellos que Él ha llamado para relatar, escribir y enseñar bajo Su inspiración (una de las doctrinas que estudiaremos en el segundo apartado sobre doctrina Bíblica), toda la información necesaria para conocer y vivir con Dios, a lo largo de la historia. La Teología Bíblica está basada en la Biblia en lugar de en los pensadores contemporáneos, o a la exegética contrastada con la especulativa. Trata sistemáticamente con el progreso históricamente condicionado de la auto-revelación de Dios en la Biblia y debe exponerse de forma sistemática; presta atención al contexto histórico en el cual llegó la revelación de Dios; la expone en secuencia progresiva. Mira la revelación como un todo. Y halla en la Biblia su principal fuente de materiales, aunque puede aportar otras fuentes, pero para la doctrina solo viene de la Biblia. El tema principal de la Biblia es la persona de Jesucristo[6]. Él es la revelación y la manifestación de Dios, pero es en el Nuevo Testamento que se completa la revelación sobre Él y Sus obras, desde la creación hasta la salvación. También que el propósito de la Biblia es la gloria de Dios.
En los años cuarenta del siglo XX surgió un movimiento llamado “teología Bíblica” vio su florecimiento en los cincuenta y declinó en los sesenta, pero no era tan Bíblico como el nombre indica, según lo estudió su crisis Brevard Childs. Hay otros dos enfoques, que según Erickson nos sirven para explicar la teología Bíblica. El segundo sería el contenido teológico que encontramos tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, los libros que componen cada uno de ellos, y en definitiva, la propia Biblia. Se puede estudiar una especie de teología sistemática de partes del N.T. como las doctrinas de Pablo, o de otras partes mayores, según Gabler, a lo cual llama teología Bíblica “pura” o “verdadera”. También se puede llamar a esto teología descriptiva o normativa, pero estos enfoques no son teología dogmática ni sistemática. El futuro de la teología debería ir en este sentido. Por último el sentido llano de teología Bíblica es simplemente la que es Bíblica, fiel a las Santas Escrituras. Podríamos preguntar tanto al creyente como al no creyente ¿qué otra teología cabría esperar como Bíblica, sino la que es puramente y verdaderamente Bíblica? Pero entonces podríamos preguntarnos ¿porqué hay tantos temas teológicos y doctrinas que se interpretan de distinta forma dentro del cristianismo? Para ello, el estudio de la teología Bíblica y en especial, el de la teología sistemática nos ayudará a determinar, con la ayuda del Espíritu Santo –una relación que también estudiaremos como doctrina Bíblica– cuáles son las verdaderas y cuales no.
Existe una estrecha relación entre la teología Bíblica y la teología Sistemática. “El teólogo sistemático depende del trabajo y las perspectivas de los obreros del viñedo exegético” [7]. La teología Sistemática se basa, pues en la obra del teólogo Bíblico, parte de ese fundamento como materia sobre la que sistematizar el enfoque general que veremos en el siguiente apartado dedicado a la teología Sistemática, que incluye la Bíblica.
Teología Sistemática
Es interesante observar que algunos reconocidos teólogos se concentran, como hace Chafer en su prólogo, en una introducción al concepto “Teología Sistemática” en lugar de no sobre teología en general, resaltando que es la más grande de las ciencias, pero que atraviesa días críticos siendo ridiculiza por los progresistas. Menciona unas veinte obras teológicas de forma sistemática centrado en las Escrituras y sobre la doctrina, que el Nuevo Testamento menciona unas 400 veces, todo un referente para el cristiano. Se lamenta de que el ministro medio no lee Teología Sistemática, ni los libros sobre el tema son prominentes en su biblioteca. Es útil su comparación con el libro de anatomía humana que un médico no usase. Pero es evidente que el predicador debe trabajar con las cosas de Dios, lo sobrenatural y lo eterno. Para ello sólo en la Palabra de Dios hallamos la verdad sobre estos temas que convierten el alma y producen una vida espiritual la cual proveerá el entendimiento de la profundidad teológica que el hombre natural no puede entender. Es, pues, la Biblia nuestra fuente del conocimiento teológico. Por otro lado el teólogo no se puede conformar con lo que otros hombres han estudiado. Adquirir el conocimiento espiritual es una labor de por vida escudriñando las escrituras, pero se necesita un método de estudio que incluya exégesis, idiomas originales, doctrinas, devocionales, estudios históricos, proféticos y prácticos. Pero es preciso poder explicar la teología al hombre de hoy, para lo cual ha de estar al día de la filosofía y cosmovisión actual. Aquí la teología Sistemática sirve para explicar la Biblia pero ha de incluir todas las doctrinas en su estudio para que al predicar no caiga en error, ni él ni su congregación, evitando que se propaguen nuevas doctrinas anti-bíblicas. El estudiante del seminario se ha de especializar en teología Sistemática, pero se tiende a hacerlo en filosofía, psicología y sociología; una explicación según Chafer es que éstos son pensamientos naturales del hombre, pero la teología es revelación. Efesios 4:11-12 nos recuerda que los que sirven a los santos y los perfeccionan son los dotados de los diferentes dones –apóstoles, profetas evangelistas, pastores y maestros, con énfasis en estos últimos. La congregación que no se ocupa de ganar almas debe comprender que su teología no es correcta. La teología Sistemática es coleccionar de forma científica, ordenar, comparar, exhibir y defender las verdades de Dios y sus obras. Chafer enumera 7 temas como olvidados de la teología: el programa divino de las edades; la iglesia, el cuerpo de Cristo; la conducta humana y la vida espiritual; angelología; tipología; profecía y ministerio presente de Cristo en el cielo.
Aunque como los demás autores Chafer expone el significado de la palabra Teología como procedente del griego –Deos “Dios” y logos, “discurso” o “expresión” y esta de Dios, también aporta otro enfoque de la palabra teología en su uso de varios significados: Por ejemplo si es para definir a un sistema de algún autor, como teología agustiniana o calvinista, o la fuente, como teología católica o evangélica; por su origen, como es la teología ginebrina, o bien por el método, como la dogmática, la exegética, la racional o la sistemática. En el enfoque enciclopédico la teología halla otras definiciones particulares, como la teología natural, que se dedica a las verdades de Dios reveladas en la naturaleza. La teología revelada, que está solo en las verdades de las Sagradas Escrituras. La teología Bíblica que expone el contenido doctrinal y ético de la Biblia. La teología Propia, que es la que estudia a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. La teología histórica nos muestra sus verdades, errores y cambios de interpretación o dogmas durante la historia. La teología dogmática muestra, o debería, las verdades sólidas. La especulativa, sobre lo abstracto. La del Antiguo Testamento se limita a esta parte de la Biblia. La del Nuevo Testamento también, pero aquí, el Nuevo Testamento es la clave del Antiguo, la culminación y explicación completa de la teología y doctrina Bíblicas. La Paulina, Juanina y Petrina a la de estos apóstoles. La teología práctica trata su aplicación al corazón del hombre. La Teísta o Sistemática sigue un plan de desarrollo organizado para incorporar todo el plan de Dios y Su universo. Podríamos decir que quien se ocupa del estudio de la teología Sistemática es propiamente dicho un teólogo, pero ha de asumir de ante mano varios requisitos esenciales: la inspiración de las Escrituras, su carácter divino y su autoridad, ordenando la información que da Dios de forma lógica y científica, algo en lo que el mundo moderno y racionalista ha perdido interés. Las leyes de la metodología tienen la misma importancia en la teología Sistemática que en cualquier ciencia, con las cuales interpretar de forma pura la verdad. El método deductivo pertenece a la predicación que se amplía con todo lujo de detalles, y el inductivo es el específico de la teología haciendo una declaración inclusiva de varias. Es necesario también reconocer las limitaciones, ya que si Dios no nos hubiese revelado Su Palabra adecuadamente, nuestra mente finita no abarcaría lo que conocemos de Dios, pero la iluminación espiritual necesaria ha sido provista para vencer las limitaciones humanas por el Espíritu que ha dado a toda persona salvada, como Paracleto que vive en nosotros y nos enseña las Escrituras. Esto solo le ocurre en aquellos que “no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu (Romanos 8:1)”, y aquí no solo hace falta una disciplina mental, sino que todo el que vaya a adentrarse en el sobrenatural mundo de la teología Sistemática deber mostrar evidencia de que ha nacido de nuevo, recibiendo al Espíritu Santo que es el Maestro Divino, estando rendido a la voluntad de Dios. Lo siguiente que menciona Chafer[8] es el requisito de un estudio paciente e incansable, precedido de a unos tres años de teología Sistemática bajo la instrucción de aquellos maestros de experiencia, son los guías de esa investigación introductoria. Sin embargo el estudio de la doctrina Bíblica será de por vida y para siempre, pero demanda tiempo y fortaleza, por lo cual se probará a sí mismo ante Dios ser un obrero que no tiene de qué avergonzarse. La fe es otro distintivo de aquel que ha sido llamado a estudiar teología Sistemática adentrándose en lo sobrenatural, porque la Palabra es poder de Dios, y sin fe es imposible comprender a Dios, y la regeneración es un paso previo a entrar por la puerta para servir a Dios. La teología Sistemática no deber ser abreviada, es interdependiente y está interrelacionada con todas las doctrinas. Los teólogos, como más que los demás científicos, corren el riesgo de ser afectados por la tradición y por el sectarismo, por tanto su meta es sostener toda la revelación divina en equilibrio. Algunas actitudes hacia el estudio sistemático de las Escrituras, incluyen el racionalismo, que puede ser extremo y niega toda revelación divina, y el moderno, que la acepta pero de las partes de la Biblia que le interesan. El misticismo, si es falso, cree que aquellas almas más vivificadas reciben revelación adicional, llevando al sectarismo como los mormones o los testigos de Jehová. Es importante diferenciar entre la revelación y la iluminación que es lo que el verdadero misticismo expone, esto es, que el Espíritu dio la revelación en las Escrituras e ilumina a todo creyente para entenderlas en toda época. La Biblia es la autoridad inmediata y final, no la iglesia. Cristo ya descartó las tradiciones que contradecían Su Palabra. Las principales divisiones de la teología Sistemática son: Bibliología, Teología Propia, Cristología, Pneumatología, Angelología, Antropología, Soteriología, Eclesiología y Escatología. Finalmente indicar que la teología es nuestra profesión, como la medicina al médico o las leyes al abogado y son llamados de todas las clases; educados y no educados, retirados y trabajadores. Como dice Berkhof en su libro de teología Sistemática[9], aunque Dios es incomprensible, es conocible. Dios desea que todas las personas le conozcan. Su conocimiento es esencial en una vida espiritual conforme a la sana doctrina de la Biblia; es el conocimiento esencial y distintivo dado a los que desean predicar la Palabra.
Teología Histórica
La teología Histórica estudia las teologías de la iglesia a medida que han ido apareciendo durante la historia a través de los distintos teólogos que ha producido la iglesia. A esto se refiere Erickson cuando dice que podríamos estudiar la historia de un tiempo, o seguir la historia de los pensamientos, como la expiación[10]. Si hacemos esto a nivel histórico encontraremos doctrinas que ya se habían tratado en el pasado y vuelven, como la de Arrio en el siglo cuarto, en los Testigos de Jehová. Otra forma de estudio es por la evolución de pensamiento sobre una doctrina, por ejemplo la expiación a lo largo de la historia. Pero nuestra presuposición o forma de percibir la verdad puede no ser la verdad en sí. Para ello, una solución es estudiar la historia de la interpretación de las doctrinas a través del tiempo. La teología Histórica permite conocer las contribuciones y errores de la historia de la iglesia, como el gnosticismo[11]. Si estudiamos la historia de la teología hallaremos gran información de utilidad para nuestro estudio actual. Tanto Agustín de Hipona en su base platónica, como Tomás de Aquino en su adaptación de la metafísica aristotélica, que usaría para enseñar la fe cristiana, o la teología de Calvino o Barth son la gran riqueza de la teología Histórica. La teología Histórica nos permite por ejemplo comparar los Credos a lo largo de la historia y comprobar cómo las doctrinas han ido evolucionando en su comprensión, algo parecido a lo que hoy seguimos encontrando en las declaraciones de fe de las distintas denominaciones cristianas.
Teología Filosófica
La filosofía y la religión cristiana tienen en común la búsqueda y el amor a la verdad, y las preguntas existenciales del origen de la existencia y de la eternidad. La diferencia es que la religión cristiana es una religión, una fe, la de la salvación del hombre por la gracia de Dios. La filosofía hace las preguntas del hombre sobre su existencia, y las del cosmos, su origen y su Creador, y el propósito de la existencia lo responde el cristianismo. La filosofía es racional, el cristianismo, como religión es fe.
Los beneficios de estudiar la filosofía bajo el prisma cristiano son la argumentación bíblica de sus conceptos. Si la filosofía nos adentra en sus cuatro pilares de conocimiento: la metafísica: “ser y existencia”, la epistemología: “conocimiento humano”, la lógica: “razonamiento humano” y ética: “moral; el bien y el mal” y comprendemos las respuestas cristianas a cada una de estas preguntas, podremos argumentar con conocimiento y argumentos bíblicos evitando confusión y atrayendo al camino de Cristo. Ahora bien, es extremadamente importante pensar a nivel cosmovisión en el cristianismo, ya que es nuestro entendimiento global del mundo que nos rodea y abarca todas las áreas del conocimiento, la filosofía y la teología, las preguntas existenciales y espirituales. Si no pensamos así, no sabremos porqué creemos lo que creemos ni podremos ver todas las cosas bajo una idea central. La cosmovisión cristiana está centrada en Cristo y su Palabra, en la teología y doctrina Bíblica, la cual nos permite dar respuesta a todas las cuestiones estudiando y comparando las respuestas alternativas del mundo y argumentado con la Biblia las respuestas cristianas. La filosofía se puede describir como la búsqueda y/o el amor a/de la verdad. Y también como la búsqueda de primeros principios. El estudio de los primeros principios analiza los argumentos de cualquier disciplina para determinar cuáles son verdaderos. En teología sería el análisis del origen de Dios y del hombre. El origen de lo que existe y qué es. Desde la filosofía encontramos que la teología halla una base para la religión a modo de explicar la fe cristiana desde los grandes pensadores. La teología Sistemática usa esta teología que puede aportarnos temas relevantes, ayudar a defender o establecer la verdad, y sobre todo a analizar conceptos. Pero nos hallaremos ante el mundo ateo y debemos dar respuestas convincentes, porque tenemos la verdad. La filosofía atea y su teodicea argumenta con lógica y evidencia que creer en el mal y en Dios es lógicamente contradictorio o improbable. Lo primero imparcial, lo segundo evidente, y dicen, Dios no existe porque no es todopoderoso y todobondadoso ignoran Su justicia y la maldad del hombre; Locke[12]. Por otra parte está la cuestión de la autoridad que es el principio fundamental del estudio de la teología, la norma suprema para la verdad. En el liberalismo, el subjetivismo ve que cualquier hecho de Dios al comunicarse con el hombre es Palabra de Dios, y puede ser por la razón, los sentimientos o la conciencia humana. La razón es dominante en el liberalismo, y es una vía necesaria para recibir la verdad; el Evangelio lo reconoce. Los sentimientos como teología fue la base de Schleiermacher convirtiendo la teología en antropología o filosofía. Y la conciencia, donde Kant exponía que los instintos básicos del alma se convertían en la base de la autoridad y la Biblia es vista como producto de la razón humana. En la neoortodoxia, la autoridad según Barth es la Palabra, pero solo es Cristo; el resto de la Biblia es solo instrumental. La autoridad en el conservadurismo es extrema y fuera del hombre. En el catolicismo romano sin embargo recae sobre la iglesia igualando Palabra y tradición. En el protestantismo conservador, este adjetivo elimina al humanismo y el liberalismo, y protestantismo elimina a autoridad en la iglesia. Los Credos de los que hablábamos antes, no pueden estar a la altura de la propia Biblia, y son susceptibles de revisión, como la propia historia demuestra. Del mismo modo que con la tradición, la experiencia no puede ser autoritativa[13], lo cual se ve a día de hoy en ciertas denominaciones.
¿Quién debe estudiar Teología?
La mayoría de teólogos coinciden[14] en que la teología es para todos, todos somos teólogos de algún modo, porque todo el que piensa en Dios ya lo es, sea por fe o ateísmo. El libro busca dar a conocer los pensamientos de Dios en base a la “sana doctrina” (2 Tim. 4:3), o sana teología es para una sana manera de vivir, conformando nuestras vidas a la imagen de Cristo, que es la meta definitiva al estudiar teología. Por otra parte, el estudio de la teología cristiana nos va a aportar las respuestas a las preguntas existenciales y los temas relevantes al racionalismo, según las cosmovisiones del mundo postmoderno, un tema con el que cerraremos nuestra exposición.
DOCTRINA Y BIBLIA
La palabra “doctrina” en su sentido llano del término, es simplemente enseñanza, que puede ser sobre cualquier tema según el contexto, una opinión. El caso de Platón y su doctrina sobre la inmortalidad del alma[15]. En el cristianismo, cuando nos referimos a una doctrina puede abarcar temas tan completos y fundamentales para la fe cristiana, como la doctrina de la salvación “Soteriología”, o la doctrina de la Iglesia en referencia a la “Eclesiología”. Pero, si nos adentramos en una interpretación particular de una doctrina dentro del cristianismo, como podría ser la doctrina reformada de la predestinación o la doctrina wesleyana de la santificación, doctrina puede tener tal importancia que puede llegar a convertirse en dogma, sobre todo cuando es impuesta a un grupo aun siendo no bíblicamente justificable. De aquí que la doctrina Bíblica sea crucial para el cristianismo.
DOCTRINAS BÍBLICAS
Una vez nos centramos en el concepto de enseñanza de la Biblia para entender lo que es la doctrina, vemos comentarios como el que comentamos con anterioridad y que es relevante en este punto, como lo es en el punto sobre la teología, aquí el de Chafer, que declaraba que para entrar a estudiar doctrina Bíblica y teología es requisito un estudio paciente e incansable que precedido de a unos tres años de teología sistemática bajo la instrucción de aquellos maestros de experiencia son los guías de esa investigación introductoria. Sin embargo el estudio de la doctrina será de por vida[16], pero demanda tiempo y fortaleza, por lo cual se probará a sí mismo ante Dios ser un obrero que no tiene de qué avergonzarse. Por su parte Ryrie piensa que la Doctrina solo viene en la Biblia refiriéndose a la cristiana. Lo cierto es que la doctrina Bíblica es el fundamento de la teología cristiana. Su importancia ese tan relevante que si el cristiano no la conoce bien puede ser llevado por enseñanzas que aunque parezcan bíblicas no lo son. Al principio hablábamos de que todos somos teólogos, pero hemos de añadir que todos debemos conocer la verdadera doctrina Bíblica. Ésta, por otra parte tiene la capacidad de probarse y demostrarse a sí misma por los fundamentos de la autoridad de ser la Palabra de Dios, que a su vez puede demostrar, por su estudio, que en efecto es la Palabra de Dios, no solo la auto revelación de Dios al hombre, sino que siendo profética, conteniendo una gran cantidad de profecías cumplidas demostrables como el nacimiento de Cristo, o Su resurrección, o la diáspora de los judíos, etc. así como los lugares históricos, personajes reales y pruebas tanto arqueológicas y bibliográficas, no deja lugar a duda de ser la fuente de la revelación especial de Dios. En ella encontramos además la “buena noticia” para nosotros, que somos llamados a ser salvos por gracia en la obra de Cristo, y que viene un nuevo estado de cosas que, como otra de las profecías, sin duda se cumplirá. Hacemos bien, pues en estudiar y estimar la doctrina Bíblica como la Palabra de Dios, y ninguna otra lo es. Por supuesto contamos también con la revelación general de la creación, para creer que hay un Dios creador, pero Su Palabra es la Biblia, la cual contiene la doctrina de Dios, en una serie de doctrinas para que recibamos toda la información acerca de Su voluntad y la bendición para la iglesia, ese cuerpo de creyentes que Jesucristo ha ganado en la cruz del Calvario hace cerca de dos mil años.
Una de las claves para el estudio de la doctrina Bíblica es la hermenéutica, que significa “exégesis” y es con esta herramienta que podemos llegar a las profundidades del significado de la Palabra de Dios que revela a Cristo[17]. Este entendimiento se basa en ver que la interpretación correcta es entender que el Nuevo Testamento, implica que había uno Antiguo, y que este Nuevo tiene que estar directamente relacionado. Es precisamente este el que nos completa la persona del Hijo de Dios en todo entendimiento y nos abra los Textos que contenían cristología y que sin esta revelación e iluminación no habríamos podido comprender en su totalidad.
Las Principales Doctrinas Bíblicas
De las varias listas de temas denominados doctrinas Bíblicas, resaltaremos en este apartado la lista de Ernesto Trenchard: Revelación de Dios. Inspiración de las Escrituras. La Biblia o Bibliología. La Deidad o Doctrina Propia[18]. El Hombre y el Pecado o Amartiología. La Persona de Cristo o Cristología. La Propiciación y la Expiación. La Redención. La Reconciliación. La Salvación. La Regeneración o El Nuevo Nacimiento. La Gracia, La Fe y Las Obras. La Resurrección de Cristo. La Persona y la Obra del Espíritu Santo o Pneumatología. La Obra Mediadora de Cristo. La Santificación. La Carne y el Espíritu. La Iglesia Universal y La Iglesia Local o Eclesiología. La Segunda Venida de Cristo, parte de la Escatología. También se estudian los Seres Espirituales. Chafer y Walvoord[19] hacen una lista más explícita y completa, añadiendo Antropología o el estudio del Hombre y su creación, caída, carácter y salvación. Los Pactos. Las Dispensaciones. Israel y los gentiles. La Gran Tribulación, el Milenio, el Juicio y el Cielo nuevo y la Tierra nueva. Como vemos la doctrina Bíblica no deja nada sin responder.
UNA TEOLOGÍA PARA EL MUNDO POSMODERNO
La teología de hoy, ya no se desarrolla en el contexto de los grandes sistemas teológicos del pasado como los de Agustín, Aquino, Lutero, Calvino. Recopilar material bíblico, unificándolo, analizando significados de enseñanzas Bíblicas, examinando los tratamientos históricos, consultando otras perspectivas culturales, identificando la esencia de la doctrina, desarrollando un motivo interpretativo central, y estratificación de temas; finalmente el grado de autoridad de las afirmaciones teológicas. La teología se debe hacer dentro de la situación actual. Hoy hay que tener cuidado de no hacer una teología solo actual y que no dure. El primer gran sistema duró cientos de años. Hoy tenemos la mayor explosión del conocimiento pero las preguntas básicas son las mismas ¿qué crees sobre el pecado o la resurrección? Hoy hay multitud de textos sobre teología sistemática pero está influyendo la experiencia en las sectas como contraste y una “nueva hermenéutica” que no permite solo la Biblia. La teología que presenta Erickson en su libro, dice ser en base a un equilibrio entre la esencia inalterable de las doctrinas y una manera actual de expresar cada significado. La situación actual de la teología ante el posmodernismo[20], se ha de ver desde el prisma del premodernismo y su creencia en la racionalidad del universo; fue el sello del siglo XX. Pero ya hay insatisfacción incluso con el modernismo y su creencia de que se elimina lo sobrenatural, ya que crece la búsqueda de lo espiritual ante la falta de experiencia sensorial del mundo frio del pensamiento de Bacon. Se enfocan ahora a la naturaleza como fuente espiritual más que en el naturalismo racional, pero han cambiado a Dios por el hombre y solo se acepta el método empírico en la búsqueda, lo cual se relaciona con experiencia sensorial y emocional. La teología posmoderna deconstructiva es eliminadora de doctrinas como la de Dios. La constructiva no acepta la cosmovisión tradicional. La conservadora rechaza elementos modernistas. Es relevante que hagamos teología sin caer en las modas, modismos, ideologías pasajeras ni lenguajes propios ya que podemos caer en el olvido. El movimiento radical se basa en el nihilismo actual pero lo curioso es que lo trata de imponer su deconstrucción. Tenemos que usar todos los puntos de vistas de teólogos del mundo y de diferentes culturas, no solo a los masculinos, blancos de occidente. Esto implica filtrar las desviaciones de las doctrinas, para mantener la verdad, por ejemplo en la doctrina de la expiación clásica, pero explicada al hombre de hoy.
Hasta aquí estamos enfocando la teología desde el punto de vista cristiano, pero para argumentar porqué la teología es importante debemos recurrir a la apologética, pues de este modo contamos con argumentos sólidos a las preguntas básicas. ¿Existe un Dios y qué Dios existe? Y rebatir bíblicamente los argumentos de las cosmovisiones anti-teístas. En este punto no podemos olvidar las presuposiciones. La básica es la que usa el ateo tiene que creer la presuposición de que Dios no existe, lo cual le afecta al mirar al mundo y el futuro de diferente forma que el teísta. El agnóstico tiene que creer que no podemos adquirir conocimiento acerca de Dios, y se caiga su argumento al encontrarlo. El teísta cree en un Dios, pero el trinitario además cree que Dios es una triunidad porque es Bíblico. Ahí la creencia de que la Biblia es verídica es nuestra suposición básica. Las interpretativas en la necesidad de la clara e imparcial interpretación: base de la exégesis. La prioridad del Nuevo Testamento, que es la completa, mientras que la del Antiguo Testamento fue preparatoria, pero cronológicamente es anterior. La legitimidad de textos de comprobación solo del A.T. siempre que no sean de apoyo a una verdad que se presentó solo en el N.T. Las que sistematizan: la diferencia entre exégesis y teología es el sistema. La primera analiza, y la segunda correlaciona esos análisis. El sistema teológico se limita a lo que revela la Biblia, pero algunos son tentados a rellenar espacios con la lógica u otras herramientas racionales. Las personales: tiene que creer, algo de que el no creyente adolece. Tiene que pensar de forma sistemática, crítica y sintéticamente. Si la exégesis es variada, será la teología la que decida. Tiene que depender del Espíritu de forma consciente, quien reflejará en el creyente humildad intelectual, ya que el intelecto solo no hace al teólogo. Tiene que adorar al venir a estudiar a Aquel a quien se acerca, porque cómo no hacerlo cuando Le comprendemos.
Para dar una respuesta Bíblica al mundo actual especialmente, contamos con los conceptos de la apologética para responder a las cosmovisiones anti-teístas en oposición a los argumentos a favor de la existencia de Dios. Sin duda el argumento cosmológico encuentra sus objeciones en naturalismo. El argumento del Diseño, en el darwinismo y el evolucionismo. El argumento Ontológico, en el ateísmo y el agnosticismo. El argumento Moral, en el relativismo y el nihilismo. Y la pregunta favorita de los ateos ¿Por qué existe el mal si Dios es bueno? Sin duda no tienen en cuenta los motivos de Dios para el mal ni el mal que el hombre hace o merece. Finalmente el mundo postmoderno necesita conocer los milagros[21] y las profecías Bíblicas, y sobre todo la resurrección, un caso acumulativo de pruebas irrefutables que convenzan a los que dudan, sobre todo a los llamados de Dios por gracia para la salvación del hombre y la gloria de Dios.
CONCLUSIÓN
Tras nuestro estudio de la teología y la doctrina Bíblicas, es evidente la relación de los términos. Si bien la teología Bíblica nos habla de Dios desde la fuente bíblica, la doctrina Bíblica nos habla de las enseñanzas de Dios en la Biblia, por lo tanto los dos conceptos, aunque diferentes están directamente relacionados.
Mi conclusión es que es evidente que hay una influencia de Chafer en Ryrie y aunque también un punto de vista más actual y completo en el segundo, por fechas de vida, ambos son complementarios. Sin embargo observo que la estructura de presentación y claridad que expone Erickson es la de más utilidad a la hora de estudiar, con diferencia. Eso no quiere decir que la doctrina sea más precisa o más verdadera según la Biblia. Lo cierto es que estos libros proveen un estudio completo para los temas de la doctrina y teología Bíblicas. Otros libros, de otros autores y puntos de vista diferentes, además de éstos, deben ser usados para el estudio completo de la teología y doctrina Bíblica. Con pensamiento crítico tendríamos que preguntarnos ¿cómo se ve la teología hoy y cómo la hacemos relevante al no creyente y al creyente? El problema en el mundo posmoderno es el nihilismo, además la falta de predicación clara, pero que se exprese en los términos actuales y que se inicie desde temas actuales en una predicación expositiva. Tenemos información en la Biblia que es profética, en la naturaleza, que emana la ciencia del diseño y que podemos usar y probar. Podemos usar los métodos del pensamiento crítico y de la razón sobre la verdad, además de los filosóficos. Podemos posicionar la doctrina de la Biblia en el mundo actual, así la llamada “reina de las ciencias” seguirá siéndolo, bajo mi punto de vista, porque el Objeto de su estudio es el mayor que existe: Dios mismo.
____________________
[1] Charles Ryrie, “Teología básica” (Miami, Fl: Editorial Unilit 1993), 13.
[2] Ibíd., 16.
[3] Ibíd., 13.
[4] Millard Erickson.“Teología Sistemática” (Viladecavalls, España: Editorial CLIE 2008), 29.
[5] La Santa Biblia, Reina y Valera revisión 1960. Sociedades Bíblicas Unidas, 1993. Mateo.
[6] Lewis Sperry Chafer y John F. Walvoord. Grandes Temas Bíblicos. (Grand Rapids, Michigan. EE.UU. Editorial Portavoz, 1976), 29.
[7] Erickson., 25.
[8] Chafer, “Teología Sistemática” Tomo I., vii.
[9] Berkhof, Louis. Teología Sistemática. (Grand Rapids, Michigan. EE.UU. Libros Desafío, 2009), 31.
[10] Erickson. 27.
[11] Justo L González. Historia del Cristianismo. Tomo I. (Miami. EE.UU.: Unilit, 1994), 77.
[12] Alfonso Ropero. Introducción a la Filosofía. Colección Pensamiento Cristiano. (Terrasa, Barcelona, España: Editorial Clie, 1999), 394.
[13] Erickson. 31, 36.
[14] Ryrie, Teología básica, 13.
[15] González, Justo L. Diccionario Manual Teológico. (Viladecavalls, Barcelona. España. Editorial CLIE, 2008), 87.
[16] Chafer. Teología Sistemática. 10.
[17] José M. Martínez, “Hermenéutica Bíblica” (Barcelona, España: Editorial Clie, 1984), 17.
[18] Ernesto Trenchard. Bosquejos de Doctrina Fundamental. (Grand Rapids, Michigan. EE.UU. Editorial Portavoz, 1972), Índice, Caps. 1-21.
[19] Lewis Sperry Chafer y John F. Walvoord. Grandes Temas Bíblicos. (Grand Rapids, Michigan. EE.UU. Editorial Portavoz, 1976), Índice.
[20] Erickson, 159.
[21] Samuel Ventura, Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado (Barcelona: Editorial CLIE, 1985), 757.