SEMANA SANTA PROFÉTICA
© Carlos Padilla – Semana Santa Abril 2022 – Pascua 14 de Nisán 5782
Aquella Semana Santa, aquella Pascua tras la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, era la antesala de la Pasión de Cristo por amor de nosotros, a quienes nos amó siendo aún pecadores. Aquella Semana Santa del Vía Crucis, Vía Dolorosa que llevaba al Hijo de Dios hasta el Gólgota o Calvario cumplía siglos de profecías sobre el Mesías sufriente, pero también sobre el Mesías victorioso que vencía a la muerte en la resurrección y ascensión. Pero antes tomó la última Cena, la Santa Cena en el aposento alto, ese que está en Sión, cerca de la tumba de David. Y en esa ocasión tras lavar los pies a Sus discípulos, les dijo que no volvería a comer más aquella pascua hasta que se cumpliera en el Reino de Dios, ni bebería más del fruto de vid hasta aquel día en que lo bebiera nuevo con Su Iglesia en el Reino del Padre. Pero hay más, porque nos dice que no solo tomará una Pascua que será nueva, sino que hará nuevas todas las cosas, incluidos nosotros que estamos en Cristo. Esa es la Semana Santa Profética que se cumple en cada uno de nosotros, pero que era anunciada por los profetas como Isaías 53 sobre el año 700 a.C. con estas Palabras:
LAS PROFECÍAS SOBRE LA SEMANA SANTA
El Salmo 22 fue escrito por el rey David como profecía en el siglo IX a.C. y comienza con las famosas Palabras de Jesús en la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me ha desamparado?… Y lo que se cumplió: …Horadaron mis manos y mis pies… …Contar puedo todos mis huesos… Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes».
…Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Isaías 53. Año 700 a.C.
…Sabe, pues, y entiende , que desde la salida de la oren para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a deificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las setenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, más no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario… Daniel 9:25-26 Año 535 a.C.
Pero para que se cumpliese la Semana Santa profética en la vida del Mesías Jesucristo, primero tenía que cumplirse Su nacimiento en este mundo:
…Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Yahweh de los ejércitos hará esto. Isaías 9:6 Año 700 a.C.
…Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel (que traducido es: Dios con nosotros). Isaías 7:14 Año 700 a.C.
En la siguiente página puedes leer 70 profecías sobre Jesucristo cumplidas, de unas 300 que existen: https://www.jesucristo.net/profecCristo.htm
LA PROFECÍA DE JESÚS SOBRE LA PASCUA EN EL FUTURO REINO DE DIOS
Si las profecías sobre la Semana Santa fueron cumplidas por Jesucristo en Su venida, sin lugar a dudas, así como todas y cada una de las revelaciones a los profetas, del mismo modo, y más aun, la profecía del Señor Jesús sobre la Pascua en Su Reino se cumplirá también en Su regreso al final del tiempo. Nuestra fe en la promesa sobre este tema profundo de la Pasión de Cristo y su celebración en conmemoración que hacemos en la Santa Cena, el pan y el vino que representan el cuerpo y la sangre de Cristo, está precisamente en que no solo recordamos la muerte del Señor y Su resurrección, sino que nos espera otra Cena Santa con Jesucristo en Su mesa donde Él dice que volverá a tomarla nueva:
“Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre”. Mateo 26:29; Marcos 14:25.
“Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el Reino de Dios”. Lucas 22:16.
Juan 13-17 añade al relato de la Pascua de Jesús y los apóstoles, las enseñanzas que les dio antes de la Pasión de la Cruz.
LA PROMESA DE QUE TODAS LAS COSAS SON HECHAS NUEVAS
Hemos visto que hay una nueva Santa Cena, la cual se cumplirá en el Reino de Dios, y de la cual participaremos. Ahora nos encontramos en el nuevo tiempo del Nuevo Testamento, del Nuevo Pacto en la sangre de Cristo, pero no solo eso, sino que el Señor nos enseña que todas las cosas son hechas nuevas para los que están en Cristo (2 Corintios 5:17) en, y para el Reino de Dios por la victoria de Cristo en Su Semana Santa profética, lo cual debemos recordar siempre que tomamos el pan y el vino, hasta que lo tomemos nuevo con Jesús aquel día:
“Cantad a Yahweh cántico nuevo; Su alabanza sea en la congregación de los santos”. Salmo 147:1.
“He aquí que viene días, dice Yahweh, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá…: Daré Mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y Yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”. Jeremías 31:31-33. “Y pondré dentro de vosotros Mi Espíritu…”. Ezequiel 36:26-28.
“…El que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios” Juan 3:3.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como Yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” Juan 13:34-35.
“Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” Romanos 6:4.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” 2 Corintios 5:17.
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad” Efesios 4:22-24.
“…habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno…” Colosenses 3:9-10.
“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” 2 Pedro 3:13.
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe” Apocalipsis 2:17.
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron… Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido… Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas” Apocalipsis 21:1,2 y 5.
Todas las cosas en Cristo son hechas nuevas, desde nosotros mismos, hasta la Nueva Jerusalén que descenderá del cielo. Esta es nuestra esperanza en Cristo, formar parte de todo el plan de Dios de una nueva creación que será el Reino de Dios por la eternidad, donde la paz y la justicia, la felicidad y el amor de Dios reinan. Prediquemos el Evangelio porque todavía hay muchos que han de ser salvos y no conocen a Dios, y que disfrutarán también de ser hechos nuevos y vivir en el nuevo y eterno Reino de Dios.
CONCLUSIÓN
La Semana Santa profética que cumplió Jesucristo nos trajo la Santa Cena que conmemora Su muerte y Resurrección, y nos traerá una nueva Cena Santa que nos espera en el Reino de Dios que será una celebración con nuestro Señor Jesucristo de Su obra de salvación por amor de nosotros, para Su gloria. Sabemos que se cumplirá porque las profecías del Antiguo Testamento sobre la muerte del Mesías redentor, la Pasión de Cristo se cumplieron al pie de la Letra en Jesucristo. Y no solo esas, también todas las profecías de la Biblia se han cumplido, y las pocas que quedan se cumplirán. El propio Jesús nos ha pedido a la Iglesia que la celebremos en memoria Suya hasta que Él vuelva, pero también nos ha anunciado que Él comerá la Pascua y beberá del fruto de la vid, todo hecho nuevo en el Reino de Dios. Recordemos el Texto de Apocalipsis 19:9: “…Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero”.
Pero hemos visto que el fruto de la Cruz de Cristo, además produce que todas las cosas en Cristo sean hechas nuevas. Leímos que el apóstol Pablo escribió a los Corintios en su segunda carta, capítulo 5, versículo 17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Vimos que había que nacer de nuevo para ver el Reino de Dios en Juan 3, según Jesús decía a Nicodemo, así como los nuevos cielos y nueva tierra, y la nueva Jerusalén.
Finalmente es de gran gozo saber que el cumplimiento de la Semana Santa profética ha dado como fruto que nosotros, los creyentes por Su gracia, podamos ser y disfrutar todas las cosas hechas nuevas, algunas ahora y las demás cuando vayamos al Reino de Dios en la venida de Jesucristo, al final de los tiempos, desde el cielo, cuando resucite a los que en Él murieron y arrebate a los que hayamos quedado vivos en Cristo, 1 Tesalonicenses 4:13 y 2 Pedro 3, y todo ojo Le verá, Apocalipsis 1:7. ¡Celebremos una Semana Santa profética con familia y hermanos en Cristo, para Su gloria con la esperanza de que el Señor hace nuevas todas las cosas! “He aquí, Yo hago nuevas todas las cosas” Apocalipsis 21:5. ¡Amén!