SECULARISMO Y CRISTIANISMO

© Carlos Padilla – Julio 2021

El secularismo es un movimiento que busca una vida apartada de todo lo que sea religioso, también apartarse de la Biblia como revelación de Dios, y pretende dejar fuera a Dios de la escena diaria. Sin embargo lo secular no significa lo mismo que este movimiento, sino que es un concepto que sirve para diferenciar lo cotidiano de lo que es religioso, sin buscar una separación de Dios. El ministerio de la Iglesia en el mundo debe revolucionarlo, no que el mundo y su influencia según la época y el espíritu de cada sociedad y sus modas revolucione a la Iglesia. En esta investigación analizaré hasta qué punto el llamado secularismo cristiano se basa en una teología afectada por un mundo secularizado por el postmodernismo o si toma del mundo para ganar almas para Cristo. Su influencia en nuestra forma de pensar afecta la cosmovisión y la filosofía, la ética y moral, y finalmente la vida en general. Pero propondré que el mundo secular, también llamado laico -que no laicista, sinónimo de secularismo- nos ofrece grandes herramientas que la iglesia debe usar, como la tecnología para la expansión del Evangelio, vía redes sociales, internet, televisión, radio y cualquier medio que si el apóstol Pablo hubiera tenido a su alcance hubiera usado, como hizo con el areópago de Atenas. La iglesia debe comprender que la santidad depende del uso y el propósito de lo que hacemos con los medios que tenemos a nuestro alcance, como ocurre con la ética de la genética. De este modo mostraré cómo la psicología sirve a la consejería y el discipulado, la dirección y administración de empresa tiene métodos que mejoran el ministerio cristiano, la música de calidad muestra el arte y el entretenimiento que puede ser para gloria de Dios y gran enriquecimiento cristiano. El cristiano puede hacer buena obras y amar a Dios desde las plataformas que el mundo secular a través del trabajo ofrece, pero dando gloria a Dios.

SECURLARISMO EN EL MINISTERIO

El secularismo[1] es un movimiento ateo y materialista que tuvo su auge a mediados del siglo XIX en Inglaterra, promovido por George Jacob Holyoake, aunque podemos ver sus cimientos en el humanismo tras el renacimiento. Sin embargo en la segunda mitad del siglo XX con el auge del escepticismo y el agnosticismo, algunos teólogos abogaban por un cristianismo secular, de modo que los valores cristianos se puedan encontrar en los asuntos de la vida cotidiana en la sociedad, donde poder dar testimonio en todos los ámbitos. Jesús enseña a los discípulos que aunque vivamos en el mundo, no somos del mundo (Jn. 17:16). Para identificar si nuestra iglesia o fe está afectada por el secularismo, podemos cuestionarnos algunas cosas: un ministerio centrado en la moral del mundo en lugar de en la Palabra de Dios; o que aparenta ser cristiano pero no transforma las vidas; o si los hermanos tienen el corazón centrado en los logros del mundo, más que los del Reino de Dios (1 Jn. 2:15-17). Vivimos en un mundo postmoderno que influye las ideas en contra del cristianismo, por lo tanto la base de la fe en la Biblia y en su gran mensaje cristocéntrico es fundamental para ser la sal de la tierra y la luz del mundo, sabiendo que nuestro trabajo secular puede ser tan sagrado como el ministerial, y que en él se puede y se debe dar testimonio del Evangelio de Cristo (Col. 3:17). Como resultado, el ministerio cristiano puede beneficiarse de ciertos aspectos seculares que harán que el mensaje y la vida cristiana lleguen al que no conoce a Dios, y también sirvan de herramientas para el culto y la vida del cristiano en nuestro mundo actual. Sea la tecnología, las redes sociales, la televisión, el conocimiento filosófico o la música, debemos usarlo todo y hacerlo todo para el Señor. Pero el secularismo que algunos líderes evangélicos han propuesto, como fue el caso de Bonhoeffer,[2] veía más necesario hacer ver al hombre como un cristiano que necesitaba madurar como si fuera un adolescente ante Dios, más que una salvación tal y como el Evangelio enseña, y por este camino muchos han querido buscar a Dios en los movimientos civiles de los derechos humanos donde pueden desarrollar el cristianismo, y además ya no tiene tiempo para la metafísica,[3] enfocando su búsqueda en lo pragmático.

Origen de los Conceptos Secular, Laico y Laicismo

La secularidad[4] significa que se establece una diferencia entre lo laico o secular y lo religioso. Además la idea en un estado soberano es la separación de poderes, iglesia y estado, con la intención, a priori de que todo el mundo tenga garantizados sus derechos y libertades, sin importar su origen, sexo o creencias religiosas. Sin embargo, tanto los conceptos laicismo, como el secularismo hacen énfasis en el sufijo ismo, lo cual nos lleva a un movimiento, escuela o tendencia. No así el concepto secular del latín secularis que según RAE además de siglo, significa época, mundo, de ahí vivir en el mundo.

Tecnología, TV, Radio, Internet, Redes Sociales

Muchos cristianos son reticentes al uso de la tecnología para fines santos, debido a un concepto de que se trata de herramientas del mundo para usos viles. Por el contrario la gran mayoría de las personas, sean o no cristianas usamos la tecnología a diario. En los tiempos de pandemia de Covid 19 las iglesias, las familias, los seminarios teológicos, han podido beneficiarse del uso de la tecnología tanto para evangelizar, como para continuar el discipulado, mantenerse en contacto visual con la familia, los hermanos, los cultos de la iglesia y los estudios teológicos en los seminarios. Si bien el uso que el mundo da a los medios como la televisión, la radio, las redes sociales puede llegar a ser maligno, también son de muy grande bendición para el Reino de Dios. Todo depende del uso que le demos, pero nuestro objetivo ha de ser, además del gran beneficio, el uso santo y con ello dar un ejemplo al mundo de ese uso adecuado, igual que a nuestros hijos, haciendo gala de los principios de dominio propio: el principio de la mayordomía del tiempo (Ga. 5:15), el principio del control, de la pureza moral (Fil. 4:8), el principio de la edificación, de la gloria de Dios (1 Co. 10:13) para reflejar la imagen de Dios al mundo perdido.

IGLESIA Y MISIÓN VS EMPRESA Y TRABAJO

La Iglesia está formada por muchas iglesias y por todos los creyentes nacidos de nuevo, se trata de nuestro centro de comunidad, de referencia, podríamos llamar a la iglesia local nuestro centro de mando como comunidad, nuestro lugar de congregación para adorar y alabar a Dios, nuestro lugar de encuentro de las familias, donde disfrutamos del amor cristiano, planificamos la misión del Evangelio, para realizar nuestra misión principal o gran comisión de hacer discípulos (Mt. 28:16-20).

Por otro lado el mundo secular, la empresa o el trabajo son uno de los principios que dignifican la vida de las personas, y podemos encontrar trabajos tan dignos como el de pastor, como dar de comer a las personas, o los médicos que curan a los enfermos, un carpintero que hace una silla para una casa o un banco para la iglesia. La cuestión es la ética del trabajo cuando este se ve como una bendición y no como una maldición, lo cual permite al hombre glorificar a Dios (Col. 3:22); el trabajo no es resultado de la caída (Gn. 3:17-19) sino la dificultad de obtener frutos, beneficios. Es de gran interés estudiar el efecto que produce cómo se ve el trabajo desde la perspectiva católica y la protestante. Max Webber en su libro, expone las estadísticas de los países donde cada confesión es mayoritaria, y donde la conducta del que profesa la ética protestante[5] y el espíritu del capitalismo ejercen su influencia son los países donde el trabajo produce la mayor riqueza, y son los países con más progreso y mejor calidad de vida, y es el resultado de ver el trabajo como una manera de servir y dar gloria a Dios. Nuestra actitud hacia el trabajo da testimonio de que podemos hacer de este medio secular una herramienta para servir a Dios en Cristo. También debemos considerar que en el mundo secular hay condiciones de muchos trabajos duras que amargan al trabajador, trabajos deshonrosos, o ilegales, o empresas que evaden impuestos o no aseguran a sus empleados. El ejemplo de nuestro trabajo, ética y calidad de ejecución tiene influencia en otros trabajadores y en los empleadores para acercarlos a Dios. El cristiano, tanto al trabajar para la iglesia como en la empresa, deber seguir tres principios éticos: obediencia, constancia y sinceridad. El trabajo hecho para Dios procede de Él, porque Dios trabajó (Gn. 1-2), y así al trabajar desarrollamos tanto la dimensión física como la espiritual[6] del trabajo.

Templo, Miembros, Liderazgo, Gobierno, Mayordomía

El templo de la Iglesia puede ser una casa, una catedral gótica o moderna, un local comercial humilde, o un centro de convenciones parecido a un centro comercial y social. Es lamentable ver como en Europa se venden iglesias para hacer restaurantes u otros usos, porque hay tantos edificios góticos, románicos y no hay suficientes congregaciones, mientras que en España o en otras partes del mundo, muchas iglesias están en naves industriales o en locales pequeños en una calle, o deben usar instalaciones prestadas e ir cambiando por falta de recursos, por normativas municipales, etc. Muchos hacemos parte de nuestras reuniones en casas particulares para evitar este problema. Sin embargo en el mundo secular, la empresa debe contar con una gran sede, o una red de oficinas que sean dignas para atraer a los clientes y mantener una buena imagen. Esta es una lucha dentro de las iglesias y las denominaciones que debería formar parte de la reflexión del pueblo cristiano en su conjunto. En España solo la Iglesia Católica cuenta con un patrimonio, o algunas iglesias evangélicas en Madrid o Barcelona. Me consta que en Europa o Estados Unidos no es el caso, y están viviendo el vaciado de sus iglesias; me refiero a edificios.

Los miembros y el liderazgo de la iglesia hoy han pasado en su mayoría de una vida cristiana tradicional tipo gueto, a una vida más misional para atraer a aquellos que no conocen a Dios. La estructura que se propuso en su día tanto para escoger a los miembros del liderazgo de la iglesia, como para impactar a una comunidad, sigue siendo vigente y proporciona una excelente plataforma estratégica para servir al pueblo de Dios. Sea la forma de liderazgo bautista o congregacional[7] de gobierno de iglesia, hoy se busca más un buen proyecto que cubra las necesidades de toda la familia y la teología de sana doctrina, no lo que propuso el humanismo y que hoy vive el secularismo, sino la verdadera enseñanza de la redención, imprescindible para la salvación del alma para vida eterna, por el arrepentimiento y la fe en la obra redentora de Cristo en la cruz (Ef. 2:16). Pero muchos teólogos cristianos se han aferrado a una teología liberal secularista que promueve un llamado cristianismo sin religión, pero la apologética demuestra que la filosofía secularista humanista no tiene respuestas[8] para las preguntas existenciales y esenciales teniendo que recurrir finalmente a la teología Bíblica.

Por otro lado uno de los resultados del secularismo en la Iglesia son las mega iglesias que se proclaman como lugar de refugio, tienen una visión de misión que sirve a la generación postmoderna[9] ofreciendo un poco de todo para todos, han adaptado su liturgia, culto, adoración y alabanza hacia “relación y experiencia” en lugar de “religión y tradición” cambiando la denominación por la visión, ofreciendo programas y servicios carismáticos y centrados en la experiencia desde una alabanza que cada vez gana mayor parte del culto y con música de moda, con oración en masa, un mensaje más sociológico, menos enfocado al culto a Dios, al sermón expositivo teológico y a la oración en silencio.

No es extraño observar cómo la iglesia en su forma de gobierno, liderazgo se parece cada vez más a una empresa, y a veces a grandes corporaciones. No en vano la Biblia no nos muestra una estructura tan elaborada como la que vemos hoy en las mega iglesias, sino una forma sencilla; no creo que ninguna de las dos tenga que ser menos santa, sino que de nuevo depende de la ética, del propósito y del corazón de los que trabajan en un fin, que puede ser evangelístico o económico, si se hace para fines de servir a Dios o mantener la familia y hacer una gran labor, ambos son sagrados.[10] Porque, como dice Pablo, el que no provee para los necesidades de su familia es peor que un incrédulo (1 Tim. 5:8).

La teología postmoderna, necesita la misma base teológica,[11] pero el cristianismo no debe dejar al secularismo influir en el mensaje del Evangelio, necesita una apologética acorde, para responder al postmodernismo que ahora gobierna al secularismo, pero estar alerta porque ya están cambiando los puntos de vista y aunque las respuestas no cambian lo hacen en su forma. Finalmente la iglesia y cada cristiano tiene que rendir cuentas en su mayordomía, el uso de los recursos, el primero de ellos el conocimiento de Dios y del Evangelio para compartirlo con el mundo a su alrededor, el discipulado en oración, el tiempo y cuidado de todos, pero también del tiempo y la capacidad de los hermanos con sus dones, servicios a la comunidad y el uso del dinero, de diezmos y ofrendas recibidas y dadas, con una ética intachable, contabilidad transparente y bajo las leyes, para que no padezcamos ningún mal ni tengan nada contra nosotros (1 P. 4:15). Para hacer todo esto podemos hacer uso de sistemas eficaces tomados del mundo secular en contabilidad,[12] programas, ideas, todo lo que sea de buena conciencia, porque trabajamos para Dios.

Instalaciones, Equipo, Jefes, Finanzas y Beneficios

Las instalaciones de una empresa son unos de los pilares de la imagen de marca más cuidados, algo que las iglesias deben cuidar para ganar a los de afuera, pero no como si ese fuera el propósito, sino porque es la casa del Señor de cara al mundo. Al igual que la iglesia tiene líderes, las empresas y en los trabajos hay equipos, jefes y empleados que siguen un programa enfocado en el beneficio y el liderazgo en cada sector. De nuevo en la iglesia podemos, y de hecho las mejores utilizan modelos de finanzas y beneficios para comprender cómo podemos ser más eficaces para ganar almas, emplear el tiempo, lo cual resulta de bendición. El límite aquí debe estar en comprender que la empresa secular solo busca la supuesta capacidad, tanto académica como experiencia de líderes y empleados, pero la iglesia siempre debe someter cada propuesta en oración al Espíritu Santo con el grupo de líderes para conocer Su dirección; el Señor Jesús pasó la noche orando al Padre antes de elegir a los doce apóstoles (Lc. 6:12-13). La empresa busca reputación, liderazgo y beneficios; la Iglesia glorificar a Dios, ganar y cuidar las almas que son Suyas.

Continúa y termina con la segunda parte: Evangelio y Discipulado VS Producto y Ventas: Enlace para leer la segunda parte: Secularismo y Cristianismo II

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[1] Enciclopedia Británica, Secularismo (acceso 7 mayo 2021), https://www.britannica.com/topic/secularism

[2] Millard Erickson, Teología Sistemática (Viladecavalls, España: Editorial CLIE, 2008), 910. 

[3] José María Martínez, y José Grau, Iglesia Sociedad y Ética Cristiana (Barcelona, España: Ediciones Evangélicas Europeas, 1073), 42. 

[4] RAE, Real Academia de la Lengua Española, Secularidad (acceso 5 mayo 2021), https://dle.rae.es/secularidad

[5] Max Webber, La Ética Protestante y el “Espíritu” del Capitalismo (Madrid: Alianza Editorial, 2001), 167. 

[6] John. C. Maxwell, La Regla de Oro del Líder: Ética es la Única Regla para Triunfar en los Negocios y en la Vida (Nueva York: Taller de Éxito, 2018), 12. 

[7] Louis Berkhof, Teología Sistemática (Grand Rapids, Michigan: Libros Desafío, 2009), 693.

[8] Erickson, 910. 

[9] Scott Thumma, Exploring the Megachurch Phenomena: Their characteristics and culture. Hartford Institute For Religion Research (acceso 28 abril 2021),  http://hirr.hartsem.edu/bookshelf/thumma_article2.html

[10] Erickson, 531.

[11] Gerald Nyenhuis y James P. Eckman, Ética Cristiana (Miami, FL: Editorial Unilit, 2002), 105.

[12] Howard Dayton, Business God’s Way (Orlando, Florida: Compass, 2013), 13.