RUT
EL ALMA QUE RECONOCE AL SEÑOR
La abuela de Isaí, padre del rey David, nos
descubre un alma que sale de su religión y
tradición para seguir el camino del Espíritu
de Dios. Este libro que une la época de los jueces
con la del profeta Samuel y los reyes de Israel, es corto solo 4
capítulos, pero su mensaje está cargado de un significado profundo
y espiritual. Su historia nos muestra a una mujer de gran
determinación, sin duda escogida por Dios para ser abuela del
padre del rey David, ese rey que tantas veces hemos visto
simbolizando al Mesías, Quien ha cumplido la profecías que en
David se nos presentaban.
Esta mujer representa, como veremos en el
estudio del texto Bíblico y tal y como hemos comenzado esta
introducción, al alma de cualquier persona del mundo de cualquier
época, que tras reconocer el acercamiento de Dios a su vida, no
deja pasar la oportunidad y reacciona de manera incondicional.
Veremos, pues, el desenlace
espiritual que simboliza el final matrimonio entre Booz y Rut.
TEXTO
BÍBLICO
RUT
CAPÍTULO 1
1Aconteció en
los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre
en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los
campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos.
Comenzamos con una
situación típica en las religiones del mundo y en las iglesias :
había hambre, y si entendemos este hambre como espiritual, es
decir de falta de Palabra de Dios enseñada con revelación,
interpretación y acercamiento al pueblo de Dios, los hombres se
cansan de la liturgia, y se apaga el espíritu
del hombre. De ahí que el Señor nos enseñara y abriera tantas
cosas de Su Palabra, Él si que nos daba "...palabras de vida
eterna...".
Elimelec, con su esposa y
sus dos hijos simboliza a la persona con su mente y sus dos
proyectos de vida, el material y el espiritual, se fue pues, a
Moab, esta tierra recibe el nombre de uno de los dos hijos de
Lot, (el
hombre de iglesia y religión) que sus dos hijas emborracharon
para tener descendencia de Él, y podríamos decir que eran sus
dos proyectos religiosos. Es pues Rut un alma cualquiera de Moab,
tierra con su religión. Lot no era capaz de vivir en el monte,
dependiendo de la revelación de Dios, necesitaba una
organización para relacionarse con Dios, cuando en realidad la
Iglesia es la congregación de los hermanos que se relacionan con
Dios en Cristo.
2El nombre de
aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres
de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá.
Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí.
Los campos de Moab
representan la tierra de otra religión, y también otra cultura,
de donde salen sus frutos.
3Y murió
Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos,
4los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el
nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y
habitaron allí unos diez años.
Al morir Elimelec se nos
enseña en el texto la clave para entender que este hombre que
procedía del pueblo y de la Ley de Dios, muere por no encontrar
alimento espiritual, también que el resultado de mirar en otras
culturas es que todas son casi iguales.
Pero queda el alma de este
hombre con sus dos hijos o ideas sobre la vida y el espíritu. Al
casarse vemos cómo la persona adopta las dos propuestas de la
tierra donde está. Una es Orfa, lo material y otra Rut, lo
espiritual.
5Y murieron
también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer
desamparada de sus dos hijos y de su marido. 6Entonces
se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de
Moab; porque oyó en el campo de Moab que Yahweh había
visitado a su pueblo para darles pan. 7Salió,
pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y
comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá.
Noemí oye que en su pueblo
el Señor da profeta que predica la verdad del Dios y da de comer
al espíritu, y se marcha, viendo que no ha encontrado nada
mejor. Sin embargo no se da cuenta de que Dios ha puesto en ella
una fe que le permite seguir reconociendo la soberanía de Dios,
incluso si las cosas no le han ido a su gusto, aunque Dios nos
disciplina si nos apartamos de Él y buscamos otros caminos en
lugar de tener paciencia en Él. La tierra de Judá representa la
vida en el Camino de Dios.
8Y Noemí dijo a
sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre;
Yahweh haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con
los muertos y conmigo. 9Os conceda Yahweh que halléis
descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas
alzaron su voz y lloraron, 10y le dijeron:
Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo.
Las dos nueras, las dos
ideas que la cultura que ha visitado tiene sobre la vida y lo
espiritual, se quieren quedar en la mente de la persona. Noemí,
esta persona enseguida rechaza y quiere ya librarse de ellas
para ir al Dios vivo.
11Y Noemí
respondió: Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de ir conmigo?
¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros
maridos? 12Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya
soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y
esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos,
13¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen
grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No,
hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la
mano de Yahweh ha salido contra mí. 14Y ellas
alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas
Rut se quedó con ella. 15Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha
vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.
Vuélvete tu tras ella, nos
hacer ver como la mente de Noemí ya no quiere nada de la tierra
ni de las personas con las que está, porque sabe que solo
rendirá cuentas ante Dios, no ante ídolos del mundo. Pero el
Señor le reserva una sorpresa, la misma que se llevan los Judíos
cuando ven el amor de los Gentiles por las cosas de Dios y de Su Palabra
como Judíos espirituales.
16Respondió
Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a
dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que
vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi
Dios. 17Donde tú murieres, moriré yo, y
allí seré sepultada; así me haga Yahweh, y aun me añada, que
sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.
No abandonaré la fe en
Dios aunque me lo ruegues. Donde vivan los hijos de Dios, yo
viviré. Donde murió Cristo, en la
cruz, es donde nosotros debemos morir a nuestro hombre viejo.
18Y viendo
Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.
19Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a
Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la
ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta
Noemí? 20Y ella les respondía: No me llaméis Noemí,
sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha
puesto el Todopoderoso. 21Yo me fui llena,
pero Yahweh me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me
llamaréis Noemí, ya que Yahweh ha dado testimonio contra mí,
y el Todopoderoso me ha afligido?
El alma Noemí se fue llena
pensando que lo que encontraría era mejor que lo que Dios le
daba y ahora piensa que está vacía, pero Yahweh le da a Rut;
convierte su alma en alma determinada a esperar en la
misericordia y la obediencia a Dios. Esto lo hace Dios
provocando a celos a los que se apartan de su pueblo, con
aquellos que se enamoran de Él y no eran de su pueblo, pero que
por la predicación del Evangelio se hacen pueblo de Dios.
22Así volvió
Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos
de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la
cebada.
CAPITULO 2
1Tenía Noemí
un pariente de su marido, hombre rico de la familia de
Elimelec, el cual se llamaba Booz.
Un pariente de su marido
es un hermano en la fe de Dios, del pueblo de Dios, rico
espiritualmente, o que tiene a Dios, a veces Dios mismo o un
ángel.
2Y Rut la
moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo,
y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare
gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.
Rut, estando en campo y
pueblo de Dios, entre aquellos que son como su suegra, los que
son de su Dios, se siente como en casa y va a buscar y recoger el
fruto de su fe, la fe que ha recibido en ese Dios, a quien su
suegra sigue reconociendo incluso una vez perdidos su marido y
sus dos hijos. Entre estos, alguien encontraré que me enseñe el Camino del
Señor, piensa Rut.
3Fue, pues, y
llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y
aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era
de la familia de Elimelec. 4Y he aquí que Booz vino
de Belén, y dijo a los segadores: Yahweh sea con vosotros. Y
ellos respondieron: Yahweh te bendiga. 5Y Booz dijo a
su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta
joven? 6Y el criado, mayordomo de los segadores,
respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de
los campos de Moab; 7y ha dicho: Te ruego que me
dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas.
Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin
descansar ni aun por un momento.
Booz representa al Señor,
el campo es suyo, el mayordomo es el anciano en la fe, el pastor
que se encarga de la obra en las almas. También es un hermano
en la fe que ve que un alma joven, mas bien un alma que está
joven o iniciándose en el Camino de Dios, trabaja por aprender
todo el día sin descanso. Reconoce pues Booz, a un alma que ha abandonado su ...tierra y su parentela... y
necesita aprender de Dios.
8Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía,
no vayas a espigar a otro campo, ni pases de
aquí; y aquí estarás junto a mis criadas. 9Mira
bien el campo que sieguen, y síguelas; porque yo he mandado a
los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a
las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados.
Hija mía: es hija de mi
doctrina. No a otro campo: es no busques otra doctrina porque la Palabra de Dios es la doctrina verdadera, el Pan vivo que
descendió del cielo. Juan 1. Cuando tengas sed, de Dios, las vasijas,
son las almas de aquellos que ya tienen conocimiento del Señor y
han sido llenos del Espíritu Santo. Los criados, son los obispos
o siervos de Dios que humildemente deben dar de comer y beber a las
almas que aman al Señor, no aquellos que imponen mandamientos de
hombre y/o se imponen
ellos mismos usando la Palabra de Dios, u otro libro sagrado
como pasa en otras religiones.
10Ella entonces
bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he
hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo
extranjera?
11Y respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que
has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que
dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde
naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes.
12Yahweh recompense tu obra, y tu remuneración sea
cumplida de parte de Yahweh Dios de Israel, bajo cuyas alas has
venido a refugiarte. 13Y ella dijo: Señor mío, halle
yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque
has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni
como una de tus criadas.
No soy como una de tus
criadas: es, soy rama silvestre y tu me injertas en el buen
olivo, dicho de otro modo: soy gentil pero soy aceptada como
alma Judía espiritual en el pueblo espiritual de Dios. Ha dejado a su
padre y madre y tierra para buscar al Señor. Has hablado al
corazón de tu sierva, eso es lo que hace el Buen Pastor, y los
buenos pastores enviados por Dios.
14Y Booz le dijo a la hora
de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el
vinagre. Y ella se sentó junto a los segadores, y él le dio del
potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró.
Booz es también aquel que de parte
de Dios le da de comer la Palabra de Dios. Es invitada a entrar
en la intimidad del Señor como en la Santa Cena. Y ella, esta
alma hecha hija de Dios, se sienta con los segadores, es un
párrafo de gran simbolismo, vemos que los segadores son aquellos
que recogerán la siembra de los apóstoles y los apóstoles
mismos. Le dio del potaje, recuerda al potaje de la primogenitura
que obtuvo Jacob de Esaú, quien la despreció. Es pues: saciad de
bendiciones esta alma.
15Luego se
levantó para espigar. Y Booz mandó a sus criados, diciendo: Que
recoja también espigas entre las gavillas, y no la
avergoncéis; 16y dejaréis también caer para ella algo de los
manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis.
17Espigó, pues, en el campo hasta la noche, y desgranó lo que
había recogido, y fue como un efa de cebada.
Rut es ya un alma
determinada a servir al Señor y se levanta a espigar. Los
criados son instruidos para recibir a Rut en la siega, para que
le sea permitido recoger con los que son del pueblo de Dios;
también vemos aquí una similitud con el texto de Pedro y el
lienzo, cuando el Señor le dice que los Gentiles que Él ha
limpiado sean aceptados.
Dejar caer para ella: que haga suyo el
conocimiento de la Palabra del Señor y pueda hacer suyas las
revelaciones y conocimientos a otros, para después recoger el fruto en
el alma-tierra-campo de aquellos cuyas almas son tierra prometida
también y donde, por la semilla del Evangelio, se va a espigar
grano como fruto espiritual. No la reprendáis, es que hay
todavía algunos hermanos tanto en Israel como en la Iglesia como
los hay en las religiones que imponen el estatus de ancianidad y
niegan a Rut que sea parte del cuerpo de Cristo, pues ella
pertenece a aquellos que han sido saciados de la
Palabra y del conocimiento.
Un efa de cebada es la
ración de conocimiento espiritual que un alma puede asimilar
para su crecimiento personal como discípulo de Cristo.
18Y lo tomó, y se
fue a la ciudad; y su suegra vio lo que había recogido. Sacó
también luego lo que le había sobrado después de haber quedado
saciada, y se lo dio.
Igual que en el
repartimiento de los panes y los peces con el Señor, también
sobraron 12 cestas llenas tras ser saciado el pueblo. Esto es la
abundancia de la Palabra de Dios, que sacia nuestra alma y hace
que saciemos a los demás.
19Y le dijo su suegra: ¿Dónde has espigado
hoy? ¿y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha
reconocido.Y contó ella a su suegra con quién había trabajado, y dijo: El
nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz. 20Y dijo
Noemí a su nuera: Sea él bendito de Yahweh, pues que no ha
rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que
han muerto. Después le dijo Noemí: Nuestro pariente es
aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos.
Bendito el que te ha
reconocido, el que te ve como hijo de Dios si eres como Rut.
Nuestro pariente es
nuestro Padre, Él puede redimirnos finalmente, pero
hay otro tiene el derecho antes,
es decir, la religión de
nacimiento de cada uno tiene la primera opción sobre nuestras
almas, y proponen sistemas de redención que no son aceptos ante
Dios, bien por las obras y méritos propios, o por el culto a
dioses e ídolos, rituales, sacrificios, etc. Rut, el alma en
cuestión renuncia a estos sistemas y reconoce que solo hay
un redentor para la humanidad, Jesucristo en su obra redentora
en la Cruz. La Sangre de Cristo es la
que redime, su vida en sacrificio agradable a Dios, pues es el único pago
aceptado por Dios para daros la
libertad del pecado y de la muerte eterna. Cualquier otra opción
es anti-Cristo, no es aceptada por Dios como pago por la vida
del hombre. Veremos es resultado mas adelante en el texto.
21Y Rut la
moabita dijo: Además de esto me ha dicho: Júntate con mis
criadas, hasta que hayan acabado toda mi siega. 22Y Noemí
respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus
criadas, y que no te encuentren en otro campo. 23Estuvo, pues,
junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la
siega de la cebada y la del trigo; y vivía con su suegra.
No se encuentre en otro
campo: no se te encuentre recogiendo frutos religiosos, de otra
doctrina. Quedemos pues con las criadas del Señor hasta que
termine la siega. Recojamos a aquellos que han crecido con la
semilla del Evangelio hasta que venga el Señor.
Rut es llamada a la
predicación para recoger o espigar, a los que son cebada o trigo
ya crecido, también simboliza a aquellos en los que la Palabra
ha sido implantada con fe, y al segar el fruto puedan hacer el
pan del Señor, la Palabra trillada, como mandó Jesucristo:
...escudriñad las Escrituras... Juan 5:39. En ella encontraremos
al Señor vivo, sí, la Palabra de Dios es Cristo mismo vivo, es
Palabra viva, la mente de Dios se nos revela a nuestra mente.
CAPITULO 3
1Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar
hogar para ti, para que te vaya bien? 2¿No es Booz nuestro
pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él
avienta esta noche la parva de las cebadas. 3Te lavarás, pues, y
te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas
no te
darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de
beber. 4Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se
acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y
él te dirá lo que hayas de hacer. 5Y ella respondió:
Haré todo
lo que tú me mandes.
Avienta la parva de las
cebadas, es la situación del fruto tras la siega, esto simboliza
el alma que es tierra prometida, donde por haber dado Dios
crecimiento a la similla del Evangelio, la persona ha creído y
conoce al Señor. Te lavarás, en la sangre de Cristo, te ungirás
con el Espíritu Santo y te vestirás los vestidos de la
santidad, blancos.
No te darás a conocer, es
que no te presentarás a Dios en tu hombre viejo, sino que, como
nos pide el Maestro, te aborrecerás a ti mismo.
Descubrirás sus pies es
descubrir el Evangelio y el amor de Dios, por lo que ya descansa
la persona que se acuesta así. Es entonces cuando Él te dirá lo
que tienes que hacer porque "...tu me preguntarás y Yo te
enseñaré..." dice el Señor. Y finalmente la determinación del que
nace de nuevo: haré lo que tu me mandes.
6Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le
había mandado. 7Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón
estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón.
Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se
acostó. 8Y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel
hombre, y se volvió; y he aquí, una mujer estaba acostada a sus
pies.
A la medianoche es durante la era de la humanidad, donde todavía hay oscuridad,
donde aún no ha venido el reino de Dios. Una mujer a sus pies,
somos nosotros que venimos a buscar al Señor para estar a sus
pies.
9Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy
Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por
cuanto eres pariente cercano.
Extiende el borde de tu
capa, es
que nos cubra el Señor con su cobertura, y todas bendiciones que eso
conlleva.
10Y él dijo: Bendita seas tú de
Yahweh, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la
primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos.
Bendita de Yahweh el alma
de aquellos que vienen al Señor, hijos de Dios son llamados por
la fe en Jesús, y su postrera bondad, es decir, rendirse a los
pies del Señor, es mejor que la primera que fue la predicación y
aceptación del ministerio Cristiano.
Los hijos de Dios, no
buscan a los jóvenes, los que confían en el mundo sean pobres o
ricos, sino que buscan al Anciano de días, al Padre de los
espíritus.
11Ahora pues,
no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú
digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer
virtuosa. 12Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente
cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo. 13Pasa
aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir,
yo te redimiré, vive Yahweh. Descansa, pues, hasta la mañana.
14Y después que durmió a sus pies hasta la mañana, se levantó
antes que los hombres pudieran reconocerse unos a otros; porque
él dijo: No se sepa que vino mujer a la era. 15Después le dijo: Quítate el manto que traes sobre ti, y tenlo.
Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y se las
puso encima; y ella se fue a la ciudad.
No temas, ...no temáis, Yo
soy... mujer virtuosa, alma de
virtud, que se
esfuerza en vencerse a si misma para agradar al Señor. Soy
pariente cercano: es que Dios siempre está a la puerta de las
almas, pero no puede redimir hasta que la persona sea enfrentada
con su religión de nacimiento (el pariente mas cercano) y la
doctrina de ésta, diga si este alma es su discípula o no. Esto
se determina cuando la persona en cuestión directamente antepone
a Cristo y la Palabra de Dios a toda la tradición y religión que
le han enseñado y porque no se corresponde con la Verdad.
Antes que los hombres
puedan reconocerse, aún hay oscuridad, es en nuestra vida, antes
del día grande del Señor, en el juicio final, entonces los
hombres se reconocerán y verán como son de verdad.
6 medidas de cebada, es
que aún no ha terminado la siega, todavía llegará a 7, cuando
esté completa en su crecimiento espiritual que veremos al final
de este estudio.
16Y cuando llegó a donde estaba su suegra, ésta le dijo: ¿Qué
hay, hija mía? Y le contó ella todo lo que con aquel varón le
había acontecido. 17Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dio,
diciéndome: A fin de que no vayas a tu suegra con las manos
vacías. 18Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo
se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta
que concluya el asunto hoy.
Le contó todo lo que le
aconteció en su relación con el Señor: es dos hermanos que
comparten las maravillas del Altísimo. La suegra come ahora de
la mano de Rut, como los Cristianos traen sus experiencias a
aquellos que les han servido en su crecimiento espiritual.
Aquel hombre no descansará,
es que Dios no deja sus asuntos con el hombre pendientes, ni se
va a descansar de él hasta que ha sido formado, si el hombre
quiere.
CAPITULO 4
1Booz subió a la puerta y se sentó allí; y he aquí pasaba aquel
pariente de quien Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven
acá y siéntate. Y él vino y se sentó. 2Entonces él tomó a diez
varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y
ellos se sentaron.
Son congregados los
ancianos, estos simbolizan los mas sabios, espiritualmente a la
congregación del Señor, que conocen de las
diferentes etnias y doctrinas de religión, además de los temas
de la vida. 10 también es un número que denota perfección, todos
los que hay que son sabios con sabiduría de Dios.
3Luego dijo al pariente: Noemí, que ha vuelto
del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo
nuestro hermano Elimelec. 4Y yo decidí hacértelo saber, y
decirte que la compres en presencia de los que están aquí
sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres redimir,
redime; y si no quieres redimir, decláramelo para que yo lo
sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti.
Y él respondió: Yo redimiré.
Una parte de la tierra, es
la parte del difunto marido de Rut, el hombre viejo de nuestra
alma, nuestra carne ya negada para agradar a Dios, el que redime tiene que aceptar que los que no
eran del pueblo original, pero que se han arrepentido, son
aceptos al Señor.
El varón en cuestión se
apresura por la tierra de Noemí porque es de su pueblo, de su
religión. Cuando conoce lo que implica, desiste.
5Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de
mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del
difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su
posesión. 6Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no
sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque
yo no podré redimir.
7Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a
la redención y al contrato, que para la confirmación de
cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su
compañero; y esto servía de testimonio en Israel. 8Entonces el
pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y se quitó el zapato.
No le agrada a la religión
redimir a los que sin su ley y sin sus tradiciones, pueden ser
redimidos sin obras, es decir por la Sangre de Cristo. Se excusa
diciendo que puede dañar su heredad. Queda zanjado el tema con
la redención a mano de Booz.
9Y Booz
dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos
hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de
Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón. 10Y que
también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón,
para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que
el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la
puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.
Toma pues a Rut, acepta
casarse con alguien que ha dejado su tierra y su parentela,
igual que Abraham. Se restaura el nombre de su esposo,
simbolizando el reconocimiento a la persona en su esfuerzo de
entrega a Dios, en la negación a si mismo, bendición en la
herencia, en esta vida y en el cielo, reconocimiento de la existencia en la tierra
de un alma de Dios, en los que aman a Dios.
11Y dijeron
todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos:
Testigos somos. Yahweh haga a la mujer que entra en tu casa como
a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y
tú
seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén.
12Y sea tu
casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a
Judá, por
la descendencia que de esa joven te dé Yahweh. 13Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a
ella, y Yahweh le dio que concibiese y diese a luz un hijo.
Los ancianos viendo la
determinación aprueban que el Señor, aquí representado por Booz,
traiga como esposa a esta alma que ha creído en Él. Dan su
bendición como a Raquel y Lea e incluyen a Rut en la edificación
de la casa de Israel, de hecho por ella vendrá el rey David en la
rama de Judá de la que vino el Señor. Además Booz es bendecido
en Belén, Efrata, la ciudad de Rey de reyes. Es profecía que se
cumple en Yahshua de Nazaret, nacido en Belén.
La bendición no tarda en
venir y concibe un hijo, que simboliza a Cristo en su alma,
nacido de Booz, simbolismo del Señor, nuestro esposo.
14Y
las mujeres decían a Noemí: Loado sea Yahweh, que hizo que no te
faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; 15el
cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu
nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para
ti que siete hijos. 16Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su
regazo, y fue su aya. 17Y le dieron nombre las vecinas,
diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este
es padre de Isaí, padre de David.
Las mujeres son las almas
de los hermanos en la fe que se alegran y nos animan en el
Señor. El pariente es nuestro esposo, Dios, el restaurador de
nuestra alma en Cristo y sustentará nuestra vejez, ancianidad
espiritual, hasta que Él
venga. Al ser nuevo discípulo nuestro valor es mayor que el de
siete hijos que no aman al Padre. Obed se convierte en abuelo del
rey David y entra en la estirpe de la cual vendría el Mesías.
18Estas son las generaciones de Fares: Fares engendró a Hezrón,
19Hezrón engendró a Ram, y Ram engendró a Aminadab,
20Aminadab
engendró a Naasón, y Naasón engendró a Salmón, 21Salmón engendró
a Booz, y Booz engendró a Obed, 22Obed engendró a Isaí, e Isaí
engendró a David.
Esta es nada mas y nada
menos que la bendición de las almas que dejan su tierra y su
parentela y su religión para
unirse al Dios vivo. La recompensa es formar parte de la
herencia y de la estirpe del pueblo de Dios. Una nación de reyes
y sacerdotes para Dios Su Padre, ha comprado el Mesías con Su
sangre. 1Pedro 2:9.
Ud. también está llamado a
la heredad de la nación santa, por la boda con el Señor a la
cual todos estamos invitados, para ser como Rut, la esposa que se
enamora y determina para entregarse a su Dios. Gloria al Señor,
Dios de Israel, el Israel espiritual del que formamos parte. Su
venida está cerca, no se aparten ni a derecha ni a izquierda y
participen en la siega, para obtener la semilla del Pan de Dios, como Rut, porque
con este Pan vivo muchas almas hay que recoger
porque esa semilla les da el crecimiento en sus almas y
convierte al hombre en discípulo, porque ...la
fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios. Romanos
10:17. Sirvamos
pues a los hermanos para que ellos vengan a las bodas del
Cordero redentor, el que nos redime con Su sangre, porque tiene
el derecho y porque nos ama. Amén.
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