LA VIRTUD 

Y LOS 7 DONES DE DIOS

© Carlos Padilla – Febrero 2004

…Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud…

Este estudio Bíblico nació cuando le pedí al Señor que me enseñase con qué herramientas nos capacita si estamos dispuestos a esforzarnos para no caer de Su Camino, y Su Camino es Cristo, porque así lo afirma Él en Su Palabra: (Juan 14:6). Estas herramientas son imprescindibles, tanto para el cristiano a nivel individual, como para que los pastores y líderes de las iglesias y congregaciones, puedan capacitar al Cuerpo de Cristo con ellas y servir de elementos de coyuntura que constituyen la esposa del Cordero, Jesucristo, Yahshua.

Si queremos permanecer junto al Señor todo el tiempo de nuestra peregrinación en la tierra en esta vida temporal, hasta la llegada de Su Reino en la resurrección para vida eterna, no dejemos de estudiar los 7 dones que Dios nos da, para que no nos desviemos de Su lado. Si aplicamos paso a paso estos siete dones a nuestra edificación espiritual, conseguiremos, no uno, sino varios objetivos. El primero es nuestra relación permanente con el Señor a nivel individual. El segundo es nuestra relación con nuestros hermanos más cercanos, congregación o iglesia. Y el tercero es nuestra relación con los demás cristianos de otras congregaciones o iglesias que sigan de verdad la Palabra y el Espíritu de Yahweh, para edificar y servir a la gran congregación de los santos, la esposa del Señor.

Además, veremos al final un cuadro en el que se aplican cada una de estas bondades al ser humano, y a cual de nuestros componentes, espíritu, alma y cuerpo van dirigidas. La clave del siguiente Texto hará que en el creyente, pueda el Señor edificar Su templo acorde con el diseño y la arquitectura espiritual de Dios, para que, como dice la Escritura en (2 Pedro 4): “…lleguemos a ser participantes de la naturaleza divina…” para que Dios habite en nosotros con Su Espíritu. Una naturaleza, que aunque a nosotros nos parezca que ni somos dignos de ver ni de tener, la Escritura nos muestra sin embargo que así como Dios nos pide que nos santifiquemos, también dice en otra parte “…mas nosotros tenemos la mente de Cristo…”(1 Corintios 2:16). Es por lo tanto necesario que nos esforcemos en la santidad para permanecer en la salvación y poder entrar a las bodas del Cordero.

Esta clave está en el significado de la palabra «virtud» que al entender su amplio sentido, podemos comprender el orden de edificación en 7 pasos o dones que nos muestra Dios en la Biblia:

TEXTO BÍBLICO: 2 PEDRO: CAPÍTULO 1

4por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; 5vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud;  a la virtud, conocimiento; 6al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.  

8Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 11Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Ahora veremos desglosados cada uno de los 7 dones o cualidades.

Fe: La fe es el don de Dios que nos sirve de base para poder in añadiendo cada una de estas siete cualidades, que se convierten en dones de Dios que tenemos que buscar, por tanto no la contamos como uno de los 7. Con ella el hombre tiene la capacidad de cambiar su persona añadiendo, o edificando como veremos a continuación.

1.- Virtud: Todas las personas a las que he preguntado en los últimos meses sobre la virtud, solo entendían que era un don que se tiene o no, una cualidad que algunos tienen para ciertas cosas. Precisamente el desconocimiento del lenguaje nos impide comprender las cosas de Dios, pero Le debemos dar gracias al Padre que nos abre las Escrituras para nuestro crecimiento espiritual. En el diccionario podemos leer: Disposición particular a observar determinados deberes, a cumplir determinadas acciones, cualidad, además de facultad, y también cualidad del espíritu que inclina a practicar el bien. Por lo tanto una vez que el creyente, lo es, esto es, ha recibido la fe, nos dice Pedro que a esa fe añadamos virtud, en el significado de actuar espiritualmente, para comenzar a caminar en el Camino de Cristo, esforzarse en la construcción del templo de Dios en uno mismo, ponerse manos a la obra y hacerlo en los siguientes pasos.

2.- Conocimiento: Lectura de la Palabra de Dios para alcanzar conocimiento de Él. Si no comemos la Palabra no crecemos y morimos de hambre espiritual. Y para ello contamos con la mente de Cristo, que el creyente recibe por el Espíritu Santo en su interior. El Espíritu Santo nos enseña todas las cosas, si se lo pedimos, si mantenemos una relación personal con Él. Depende de que leamos la Biblia y oremos cada día, recordando que antiguamente los hombres no tenían Biblias. Virtud para el conocimiento.

3.- Dominio propio: Oración y lucha contra las cosas de la carne, del mundo, las tentaciones. Sin no nos dominamos, no somos dueños de nosotros mismos, y solo es posible con la fuerza para vivir que nos da el Espíritu de Dios. Virtud para el dominio propio.

4.- Paciencia: La gran carencia que todos tenemos. Para esto también hace falta ponerse manos a la obra a través de la oración y de mirar más por los demás, pero sobre todo en la confianza en Dios, porque Él dará las cosas a su debido tiempo. Virtud para la paciencia.

5.- Piedad: Dedicarse a los que sufren, a los necesitados, tanto físicos como espirituales, sirviendo al Señor, con oración, visitándolos, donando, ayudando y con predicación. Virtud para la piedad.

6.- Afecto Fraternal: Este paso es vital para que cumplamos la ley de Cristo, el afecto entre los que son cuerpo de Cristo. Si no aman a los hermanos a quienes ven, cómo amarán a Dios a quien no ven. Si no aceptan a sus hermanos con sus defectos (no que tolere a los que se agradan en pecar) y les sirven de ayuda, son amigables, les reciben y les hospedan, no solo en casa sino en el corazón, donde está su amor de Dios. Luego nos pedirá Cristo que amemos a los enemigos; imagínense si no amamos a los hermanos y no nos congregamos con ellos, como amaremos a los que nos aborrecen por causa de la Palabra de Dios. Virtud para dar afecto fraternal.

7.- Amor: El don grande del corazón de Dios, de Su Santo Espíritu; este amor podemos enviarlo a otros por la intercesión, por poner nuestras vidas y nuestras mentes por los hermanos, por pedírselo nosotros a Dios, (Gálatas 6:2) para que por cargar nuestro yugo, Él fluya nuestra porción de Su amor a aquellos por los que intercedemos, como solo Él ama, ya que el amor del hombre está muy limitado. Lea las cualidades del amor de Dios en 1 Juan. Virtud para dar amor de Dios.

Por lo tanto hermanos amados en Cristo, si alguno de estos 7 dones no está en vosotros, pedidlo a Dios, porque Él suple nuestras carencias si nos esforzamos en vencerlas. ¿Amén?

CONCLUSIÓN

CUERPO: 1.- Virtud para tener: 3.- Dominio propio.

ALMA: 1.- Virtud para tener: 4.- Paciencia – 5.- Piedad – 6.- Afecto fraternal – 7.- Amor.

MENTE: 1.- Virtud para tener: 2.- Conocimiento.

ESPÍRITU: 1.- Virtud para tener: 2.- Conocimiento – 5.- Piedad – 6.- Afecto fraternal – 7.- Amor.

Una vez que ponemos virtud en cada uno de los componentes de nuestro ser, «Espíritu, Alma, Mente y Cuerpo» podemos comenzar a dominar el cuerpo, preparar la mente y dejar que el Espíritu gobierne nuestro espíritu en nuestra alma, para el amor de Dios.