POSTMODERNISMO EN ESPAÑA Y EN NUESTRA IGLESIA
© Carlos Padilla – Junio 2021
La primera parte sobre ética cristiana, la centré en Postmodernismo y Cristianismo en general. Esta segunda y última parte la dedico a España y su iglesia. El postmodernismo en España se encontró con un país bipolar, católico o ateo en su mayoría, donde la radicalidad de estos pensamientos opuestos nos diferencia como sociedad, de los países protestantes del norte de Europa o de EE.UU., donde nos adelantaron históricamente en conocimiento desde el renacimiento hasta la ilustración, siglos antes, por la influencia de la Reforma Protestante que aquí fue perseguida por la Inquisición. Si bien, la tradición católica está arraigada en la sociedad, por otra parte la filosofía atea ha permeado la educación, la ciencia, la universidad y gran parte de la sociedad. Esto ha favorecido ciertos puntos de vista de la cosmovisión postmoderna, pero la tradición católica, aun sigue teniendo gran influencia, aunque no en base a la Biblia, sino a su propia tradición, la cual está influenciada por ideas que abrazan el postmodernismo, como el naturalismo, la evolución teísta o el sinergismo religioso, promovidos desde Roma. Las mega-iglesias no han calado en España,[1] aunque en las zonas turísticas mediterráneas se ven ciertas influencias porque la mayoría de sus miembros y líderes son extranjeros, muchos de origen hispanoamericano de donde intentan importar el sistema.
El postmodernismo en nuestra iglesia, pues, no se muestra desde el aspecto de las mega-iglesias, pero sí se parece algo más en su visión a adaptarse a la sociedad para ganar las almas, y claramente ha influenciado a todos, porque vivimos en una sociedad que lo es, lo cual no implica que toda su filosofía sea aceptada. Se mantiene un culto tradicional el domingo, sermón expositivo, alabanza con música del agrado de todos, y donde podamos adorar, y entre semana oración, discipulado y estudio. En la costa mediterránea de Andalucía, además de haber sido influenciados al nivel que el resto de España, de una manera específica, muestra ciertas influencias, yo diría conservadoras del legado de una cultura más tradicional, pero además por ser zona turística, recibe influencia del resto del mundo moderno, sobre todo de Europa, Suramérica, la cual trae la influencia de EE.UU. pero también de África y Oriente Medio, una gran mezcla de ideas y contrastes. Sigue habiendo diferencias denominacionales, pero tenemos hermanos de iglesias de origen inglés, y ellos invitan a sus cultos a los cristianos que están de vacaciones, de todas las denominaciones a nivel internacional; el evangélico español todavía no lo acepta. Sí es cierto que algunos hermanos que vienen de otros países se centran en la música más que en la predicación, vienen más a desconectar de su vida y a conectar con Dios, pero no a comprometerse, ni al discipulado, ni a la obra, y esperan una experiencia sensorial y emocional, además de querer formar parte de un gran proyecto, sin serlo. Los hermanos españoles y locales, en su mayoría, sin embargo ven esto como alejarse de la Palabra.
Su Influencia en Nuestra Forma de Pensar y en la Toma de Decisiones
Hasta qué punto nos han influenciado las ideas del postmodernismo a los hermanos, es algo que podemos ir desgranando comparando la ética y la moral desde la que partimos y enseñamos, que es Bíblica, lo cual debe ser una garantía para el cristiano y para la iglesia. Cuando la Reforma Protestante arraigó, hubo un cambio de paradigma, y la Iglesia Católica y su tradición, y la interpretación que daba al conocimiento, dejó de ser la fuente de la verdad absoluta, para dejar lugar a la Biblia, la Palabra de Dios que podía ser leída por el pueblo. Ahí empezó el pensamiento moderno, de la tradición de los ancianos y del “siempre se ha hecho así” al “está científicamente demostrado” a lo que el cristiano protestante diría, “como dice la Biblia”. Ya sea desde la predicación expositiva centrada en estos tiempos en una apologética que enfrenta las ideas del postmodernismo con la Biblia, pero de forma que todas la edades lo entiendan bien, hasta la forma de pensar y de vivir como familia tradicional, el énfasis en la bendición de la sexualidad del matrimonio heterosexual como Dios lo creó, o cómo tratamos a nuestros hijos, en contra del aborto, o a los mayores en su vejez, honrando al padre y a la madre, y cuidándoles en lugar de la eutanasia, muestran que nuestra vida como comunidad cristiana que nos amamos y ayudamos entre nosotros, y a nuestro alrededor, se basa en la ética cristiana que emana de la Biblia desde el Nuevo Testamento y que vive el Reino de Dios.[2] Mi experiencia en consejería es que son los más jóvenes los que están más influidos, sobre todo los que no estudian la Biblia, no se congregan con otros jóvenes para orar, y están más expuestos al mundo. Las decisiones se tornan cada vez más difíciles entre jóvenes que optan por vivir juntos antes de casarse, divorciados que quieren casarse o juntarse, o decisiones sobre la eutanasia en casos extremos. El resto de cuestiones suelen ser de un carácter menos enfocado a como ganar almas para Cristo, discipulado de crecimiento como una familia de amigos verdaderos en Cristo, y una comunidad más distanciada e influenciada por multitud de canales virtuales, con una gran mezcla de doctrinas, como niños llevados por todo viento de doctrina, como decía Pablo a los Efesios (4:14), esta es una lucha actual, y creo que no solo con mis hermanos, sino en todas las iglesias.
Ética y Moral de la Cosmovisión Cristiana ante el Postmodernismo
La ética es nuestra guía de lo que es correcto para un comportamiento acorde, lo cual resulta ser la moral. Es el estudio científico de la moral humana que se determina por el ideal y forma verdaderos. Trata el verdadero significado de la vida humana y su propósito, o cómo saber quien es un hombre bueno o cómo identificar una vida buena, el deber, si hay o no obligación moral y cómo determinarla. El cristianismo usa estas bases para dar la respuesta moral cristiana de la Biblia a cuestiones universales, pues Dios nos creo con conciencia. Con esta certeza de que la ética y moral cristiana es de parte de Dios, podemos responder a la ética y moral postmodernista que es subjetiva, que todo lo ve como relativo, y que dice no poderse conocer qué está bien y que está mal, lo cual produce un estado de amoralidad, o moralidad de moda, o de grupo. Esta situación de inestabilidad, de interpretación individual está produciendo una sociedad sin valores y errática, y los cristianos estamos preocupados por la reacción de la gente al predicarles, a lo que la Biblia nos dice que somos más que vencedores, y nada nos separará del amor de Dios (Ro. 8:28-39), y es más, son Palabras de vida eterna (Jn. 6:63). En general, a los hermanos, este es el aspecto que más nos preocupa sobre la ética, pero la influencia mayor puede estar en las generaciones siguientes, hijos y nietos que son impactados en la escuela y universidad por una enseñanza radicalmente secular. Pero, como dice Millard Erickson, debemos consultar con los cristianos de otras naciones, y contextos[3] para que el cristianismo postmoderno no caiga en el liberalismo, sino que tenga en cuenta estas situaciones, como cuando Jesús, y luego Pablo hablaban de que unos podían comer ciertos alimentos o beber vino, y otros no, siendo ambos éticamente Bíblicos. En definitiva, nosotros agarramos el argumento moral, que prueba que existen valores morales objetivos, universales, y que Dios existe, hay una justicia, y sabemos que todo el que hace justicia es nacido de Dios (1 Jn. 2:29).
La Familia y la Sexualidad, el Valor de la Vida, el Aborto, la Eutanasia
La familia es la base de la sociedad, un padre y una madre forman la familia y los hijos que tengan fruto del matrimonio. Este es el modelo que ha hecho que exista la humanidad. El postmodernismo abraza otras formas no heterosexuales de uniones o grupos que llaman familias, que al no poder procrear usan métodos alternativos, adopción o inseminación in vitro. La Biblia solo bendice el modelo creado por Dios desde Adán y Eva (Gn. 2) como base de la familia, y por diseño.
La vida, es para Dios tan valiosa que llegó a venir a este mundo en Cristo para salvarnos del pecado, dando la Suya en la Cruz (Jn. 3:16). Si tanto nos amó Dios, el aborto y la eutanasia son lo opuesto al valor de la vida humana, que lleva la imagen de Dios. En algunos casos hemos debatido que se argumenta que a veces el aborto es necesario por riesgo médico de muerte de la madre, y sobre la eutanasia, que a veces el sufrimiento no es posible de paliar, por lo que la muerte es más misericordiosa. Nuestra fe Bíblica, lo que practicamos es que el cristiano debe procurar, siempre que sea posible favorecer la vida en todos los casos y guardar la familia. Si no se puede cuidar a nuestros padres, o abuelos por necesidades médicas, lo ideal sería el hospicio cristiano, pero no tenemos en muchas zonas, y los pocos son católicos, o del gobierno que promueve la eutanasia, y en ambos casos imposibles para familias con recursos medios o bajos, ahí tenemos una labor desde los voluntarios en las iglesias, que están capacitados o pueden serlo, y pueden ayudar.[4]
Genética, Biología, Tecnología y Cambio Climático
La genética es el gran descubrimiento de la ciencia biológica, la cadena de ADN[5] la cual da grandes esperanzas sobre enfermedades y calidad de vida. El postmodernismo no tiene un límite ético sobre si es o no aceptable la clonación humana, la selección de embriones por color de ojos o sexo deseado, desechando otros como si fueran material de construcción, cuando la vida comienza desde la fecundación. Los límites de estos avances deben ser puestos por la ética que da valor a la vida humana como creada por Dios (Col. 1:16), no que nosotros seamos los creadores. La tecnología nos aporta grandes ventajas a la calidad de vida, internet, transporte, industria, fabricas, pero también deja sin trabajo cada vez a más gente, viene la era de la robótica, la inteligencia artificial, y conviviremos con robots en medicina, educación, y otros estamentos sociales y del entretenimiento, donde de nuevo hay que poner límites éticos,[6] ¿imaginamos un robot predicador?
Hay una nueva panacea, una especie de religión llamada cambio climático, y digo religión porque veo a mis conciudadanos, sobre todo ateos, hacer todo esfuerzo por servir a esta causa mientras no hacen ninguno para ayudar a necesitados, los que pasan hambre, o causas humanas. El cristiano ha de amar la creación y estar a favor de la preservación de la tierra, pero cada cosa en su orden. Vemos como en las escuelas, nuestros hijos y nietos, son llevados a salvar las tortugas de la playa, pero no a ayudar a los niños que pasan hambre por el Covid 19. Creo que el tema del cambio climático es una oportunidad para evangelizar a sus defensores, porque los cristianos, antes que ellos ya amábamos la creación de Dios.
En estos tiempos de Covid, muchos hermanos que eran reacios a internet o al uso de la tecnología para la iglesia, han cambiado de forma radical, y ahora están dando gracias de poder congregarse de forma virtual, por ver sermones, estudiar o compartir con los hermanos, y ver los frutos del evangelio por este medio. De igual modo los seminarios han dado un vuelco en este sentido. Esto estamos viviendo con nuestros hermanos en estos tiempos, lo cual no quiere decir que el futuro de la iglesia sea solo virtual, pero sí que algunos prejuicios sean quitados y podamos usar sus beneficios.
Implicaciones de la Imagen de Dios en el Hombre: la Guerra y la Pena de Muerte
La imagen de Dios en el hombre implica que Le pertenecemos a Él. Para el cristiano implica esforzarse por seguir el patrón de Jesús que venció el pecado (He. 4:15). También implica, que cuando nos relacionamos de forma correcta con Dios al haber sido regenerados, podemos disfrutar de la verdadera humanidad. Si aprendemos a trabajar para Dios, tanto en el campo secular como en el del Reino, reflejaremos esa imagen universal en la humanidad. No tener en cuenta la imagen de Dios en el hombre ha llegado en la historia a atrocidades, como la eugenesia, o el Holocausto nazi, bajo en engaño de una supuesta superioridad de una raza, todo un plan diabólico de exterminio de aquellos a quienes unos pocos impíos odiaban, y que ya sabemos cómo terminaron. Sin embargo cuando hablamos de guerra y pena de muerte ¿cómo mostramos la imagen de Jesucristo al mundo, quien evitó que la adultera fuera apedreada y le pidió que no volviera a pecar cuando Su Ley dice ejecución por lapidación? (Jn. 8:3). ¡El debate sigue abierto!
La guerra puede ser justa si se trata de defender al pueblo que va a ser aniquilado, si todas las vías de negociación se han agotado y somos atacados. Aunque todo el que tome espada, a espada morirá (Mt. 26:52). No ya solo en la iglesia veo una oposición a la pena de muerte o a la guerra, sino en la sociedad española en general; ambas Españas abrazan la oposición a la pena de muerte, y la preocupación por el cambio climático, sin embargo se dividen en el aborto y la eutanasia, siendo la parte católica la que se opone y la atea la que los ha aprobado en el parlamento. Para nosotros es difícil abarcar la pena de muerte, desde la perspectiva que cita el Dr. Núñez,[7] porque en nuestro país no existe, y la guerra civil sigue estando demasiado fresca en las mentes de la mitad de la sociedad, la más mayor, y a pesar del terrorismo interior que sufrió España, nuestra sociedad está demasiado dolida y la llaga no ha sanado, esto desde los hermanos, pero los ateos son muy rápidos en apoyarla, al igual que el aborto o la eutanasia. Si vemos el tema desde la antropología cultural,[8] griego antrophos (hombre) y, logos (conocimiento), el control del gobierno puede llegar a implantar la pena de muerte, pero no reduce los asesinatos, las violaciones o los atentados terroristas,[9] se ha comprobado que no es un factor disuasivo, según se ha probado por estadísticas y por el conocimiento del hombre desde su origen, esencia, comportamiento, evolución social según la historia. Desde el enfoque cristiano Bíblico tenemos respuesta en la tradición de la guerra justa, porque el activismo depende del gobierno, y el pacifismo de que haya paz, pero el debate sobre la guerra y la pena de muerte lucha Bíblicamente con la influencia de cultura y tradición del país de cada uno.
Trabajo, Raza, Artes y Entretenimiento Cristianos y la Influencia Postmoderna
¿Es el trabajo una bendición o una maldición? Este debate en la iglesia necesita buen apoyo Bíblico y de la ética protestante, y una vez expuesto aceptan que es una bendición para que el hombre glorifique a Dios, pero las condiciones de muchos trabajos son duras y amargan a la persona. Un cambio de enfoque ayuda, y también hablar con los empleadores. Fue ordenado por Dios, y Dios trabajó (Gn. 1-2). Tiene dimensión física y otra espiritual. La jubilación debería ser gradual, que la persona pueda sentirse útil a su ritmo. No es el resultado de la caída (Gn. 3:17-19) es una mala interpretación, pero sí los resultados son duros de conseguir. Trabajamos también para una calidad de vida, pero la influencia postmodernista lo ha convertido en trabajo para conseguir dinero para gastar en los placeres de la carne, para el éxito personal y el ego, y si no se llega, se financian los gastos innecesarios y aparentes. El trabajo tiene tres propósitos básicos: proveer dinero, el pan nuestro de cada día (Mt. 6:11), una oración que recibe bendición[10] por el trabajo, la mencionada calidad de vida, da satisfacción y propósito, y salud psicológica y mental, al darle sentido a la vida. Pero el propósito final es servir y glorificar a Dios (Col. 3:22). Tres principios éticos: obediencia, constancia y sinceridad; trabajamos para Dios.
La raza es la gran excusa para abusar de algunos, esclavizarlos o considerarlos inferiores. Los afroamericanos sufrieron en EE.UU. sobre todo, pero Martin Luther King y su sueño pusieron las bases de los derechos civiles (1964 y 1985). En España todavía hay racismo, pero nuestros hermanos son de todas partes, aquí es difícil ser racista porque es una zona turística, pero en el interior sigue vivo, y es lamentable. Solo hay los que están en Cristo y los que no, sin importar su piel o etnia (1 Co. 1:18).
Las artes han sido vistas como algo secular, pero no es Bíblico. Los hermanos aquí aman el arte, la música clásica y otras, sobre todo las mejores de alabanza y las obras de teatro o el cine, por cultura y forma de vida, pero el mundo evangélico no lo fomenta. Mis hermanos hacen teatro para niños y otros tienen un ministerio para ganar familias por este medio. Sí es cierto que tenemos que influir más en la sociedad y mostrar excelencia en todo lo que hacemos para gloria de Dios quien es creativo y nos ha dado ese don (Gn. 1:26). Siempre que haya valores, se refleje la imagen de Dios, todos tengan acceso y se aplique a toda actividad, harán que seamos completos como personas, curiosos, con coraje y valentía, pero humildes. Dios es el mayor artista, Él crea,[11] y nosotros debemos crear para Su gloria. El problema llega cuando el entretenimiento se usa para la carne sin valores, el abuso de la televisión y otros, lo cual lleva al hombre a ser un consumidor, no un creativo. Usaremos el principio de la mayordomía del tiempo (Ga. 5:15), del control, de la pureza moral (Fil. 4:8), la edificación, de la gloria de Dios (1 Co. 10.13) y así hacer una selección que agrade a Dios. El postmodernismo sin embargo ha corrompido el entretenimiento, pero esto ya existía en los tiempos del circo romano. Con los hermanos comentamos y oramos para que nuestros hijos y nuevos hermanos, sean influidos a un entretenimiento sano y que aparte del mundo perdido, como para los jóvenes, apartarlos del alcohol o drogas, de la pornografía, y guiarlos a participar en deporte, música clásica, o música moderna, actividades al aire libre, la naturaleza, montaña y mar que tenemos aquí, y todas las actividades que muestren un camino para una vida sana, y además santa, como leemos en la carta del apóstol Pablo a los Filipenses 4:8: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.
Conclusión
La conclusión a la que podemos llegar rápidamente al analizar las bases que el postmodernismo trató de imponer, es que una vez analizados sus argumentos, estos se caen por su propio peso. El cristianismo tiene los más sólidos fundamentos de la verdad, el argumento cosmológico frente a la objeción del naturalismo, el argumento del diseño frente a la objeción del darwinismo y evolucionismo, el argumento ontológico frente a la objeción del ateísmo y el agnosticismo, el argumento moral y ético, frente al relativismo y el nihilismo. Creo que es evidente que podemos demostrar que la verdad absoluta existe en Cristo, y que solo en Él está la redención y la salvación, que estas son reales y que la esperanza de la vida eterna tras la resurrección o el arrebatamiento son una esperanza Bíblica y de miles de años, y que este Evangelio está disponible para todo aquel que cree, que lo estudia y recibe, y que cambia su vida por la metanoia, ese arrepentimiento o cambio de mente hacia Dios, que lo ama. El terreno teológico está apoyado por la Biblia como Palabra de Dios inspirada y profética, lo cual implica que tiene cumplimiento demostrado, y por lo tanto, existe la posibilidad de conocer a Dios. Además incluye esa redención para salvación, la justicia de Dios, la ética del Creador, el amor que provee la santidad para amar a Dios y al prójimo, a mucho de lo cual se llega por la fe, pero también por la experiencia que compartimos millones de almas en la historia. Además el Reino de Dios entre nosotros y por venir, en la esperanza de la resurrección y la segunda venida de Cristo, proveen un mucho mayor grado de sentido a la vida que el que provee el postmodernismo y su ateísmo, sin saber la verdad, ni nada sólido, sino una gran incertidumbre que lleva a muchos a perder la esperanza de la vida, a la que el mismo sistema propone la eutanasia o el aborto, todo un plan maligno que desprecia la vida humana, para acabar con el hombre y su esperanza de vida eterna. “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y Yo le resucitaré en el día postrero”, Juan 6:40.
Leer aquí la primera parte: Postmodernismo y Cristianismo
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[1] José María Martínez, La España Evangélica de Ayer y Hoy (Viladecavals, Barcelona: Editorial Clie, 1994), 457.
[2] Nyenhuis y Eckman, 157.
[3] Erickson, 172.
[4] Nyenhuis y Eckman, 157.
[5] Modelos Científico de los Orígenes (acceso 3 mayo 2021), https://www.creacionismo.net
[6] Nyenhuis y Eckman, 247.
[7] Miguel Núñez, La Biblia y la Pena de Muerte, Coalición por el Evangelio (acceso 2 mayo 2021), https://www.coalicionporelevangelio.org/video/la-biblia-la-pena-muerte/
[8] Stephan A. Grunlan y Marvin K. Mayers, Antropología Cultural, Una Perspectiva Cristiana. (Deerfield, Fl.: Editorial Vida, 1988).
[9] Nyenhuis y Eckman, 284.
[10] Ibíd., 289.
[11] Ibíd., 304.