PLAN DE DISCIPULADO

© Carlos Padilla – Marzo 2021

 

En anteriores estudios nos dedicamos a resaltar la primacía de la Gran Comisión, que no es otra que hacer discípulos. Para ello es importante contar con un buen plan de discipulado. Sin embargo, siendo esta la misión principal de la Iglesia, después de su principal propósito que es glorificar a Dios, vemos que el Discipulado en la iglesia en general sufre una crisis de visión, que afecta a la misión y al propósito, además de a los valores. El éxito de la Gran Comisión se verá impactado en gran manera si los planes de discipulado se adhiriesen al sistema de la Iglesia Simple, es decir, enfocarse en las bases de cómo hacer discípulos, cómo hacer que maduren, que sean miembros que formen parte de la familia de la iglesia, cómo conseguir que sean miembros líderes, y cómo prepararlos para que sean misioneros, que se reproduzcan. Para ello la iglesia debe dejar lo superfluo, la agenda abarrotada con reuniones, clases, y eventos especiales de una infinidad de ministerios que agobian a los nuevos discípulos, estresan a los miembros y desenfocan la visión pastoral y el propósito de la iglesia en su conjunto. Todo esto que la iglesia actual ha adoptado produce el desbordamiento, el hartazgo y la falta de esperanza, no solo de los miembros, sino de los pastores, lo cual resulta en una iglesia que se muere. Si la iglesia no abraza lo simple, lo efectivo, e implementa una disciplina en este método, no podrá ser efectiva y esta avocada al fracaso. Desde el punto de vista de mi visión personal, contexto actual, uso de Internet, propongo un plan de discipulado que podrá ser adaptado por iglesias. El propósito no es otro que el de hacer discípulos, de la forma el que el Maestro nos mostró, llamándolos, mostrándoles, conviviendo y capacitándolos.

Investigación de Sistemas de Discipulado

Sabemos que los sistemas de discipulado no son lo efectivos que deben ser por la cantidad de miembros y el bajo impacto en la sociedad en que vivimos, sobre todo en Iberoamérica. El afán de crecer en número ha dejado atrás el crecimiento en profundidad y madurez espiritual. La iglesia parece vivir en una especie de gueto, pero Jesús nos comisionó a ir por todo el mundo y hacer discípulos a todas las naciones (Mt. 28:16-20).

La separación que existe entre los líderes que saben mucho, y los miembros y asistentes a la iglesia, es notable, porque algunos de los primeros no saben hacer como Pablo[1] cuando dijo que le imitasen. Estos enseñan, pero les falta vivir delante de los segundos, invitando a unirse al modo de vida de Jesús, como recomienda Hebreos 13:7. Estos pastores están frustrados porque no ven frutos.[2] Algunos son líderes doctos –muchos de ellos con títulos de seminarios teológicos– pero les falta vivir lo que enseñan dentro de la congregación, y algunos llegan a asemejarse a los escribas y fariseos de los tiempos de Jesús. No todos están en la misma línea de pensamiento, ni buscan el mismo propósito. En muchos, el discipulado no tiene un método que seguir. El Señor convivía con los discípulos y les mostraba cómo trataba con la gente y sus problemas, además de predicarles las respuestas del Evangelio a sus vidas. Sin una visión, valores, misión común, y una declaración de propósito que todos hayan interiorizado, el resultado es el fracaso sin un plan de discipulado.

Otro de los problemas es la falta de conocimiento cultural donde se realiza la misión, antropología cultural de la iglesia, del entorno. La mayoría no lee ni estudia las Escrituras, y el que puede, paga el diezmo y espera asistir el domingo a un culto donde todo sea hecho por el pastor para su bendición, sin participar en la iglesia, ni en el desarrollo personal, lo cual impide estar capacitado para ayudar a otros, o testificar y ganar almas. Lo grave de este tema, es que la culpa suele ser del propio liderazgo que lo quiere hacer todo.[3] Es algo curioso, porque el individualismo es muy común en el mundo hispano, no solo en Iberoamérica,[4] sino en España, Italia y otros países similares. Por otra parte, otro problema es la falta de evaluación del crecimiento de los discípulos, y de los resultados de la misión, las conversiones, el crecimiento y madurez de los nuevos cristianos. En Cristo vendrán persecuciones, no la prosperidad, no será fácil, sino difícil, una cruz. No se lucha contra el falso “evangelio de la prosperidad” en el púlpito, sino en el discipulado.

Plan de Discipulado

Una vez analizadas aquellas áreas de los sistemas de discipulado que no producen un discipulado efectivo, presento a continuación el Plan de Discipulado que estimo más efectivo. Pero antes es necesario definir qué es un discípulo, cuál es el tipo de discípulo que se busca formar a partir de las necesarias Declaraciones de Visión, Propósito, Valores y Misión, y de cómo se aplica la estrategia de las Cinco Fases como rutas de crecimiento, con los Tres Elementos de capacitación para el crecimiento espiritual que produzca frutos para Dios.

¿Qué es un Discípulo? Y ¿Qué Discípulo Debemos Formar?

Lo primero es definir qué es un discípulo[5] matheteusate: Los Navegantes[6] describen que un discípulo es un cristiano identificado con Cristo, obediente a Su Palabra, y que da fruto en la obra de Cristo. El tipo de discípulo que según la Biblia (Mt. 16:24) debemos conseguir desarrollar, es una persona nacida de nuevo, con una íntima relación con Cristo por medio de las disciplinas espirituales, que adopta las convicciones profundas de Las Escrituras, que le permiten defender con éxito su fe ante las filosofías del mundo. Puede vencer a Satanás, y ha renunciado a su voluntad para hacer la de Dios, lleno del Espíritu Santo y fiel sirviente en la iglesia y en evangelismo, que se relaciona con los demás ofreciendo sabiduría y el amor de Cristo, y hace buenas obras. Alguien a quien consideramos hermano confiable, afable, conocedor de la Biblia y que saber vivir entre los hermanos, un amigo en Cristo, (Ga. 5:22; 1 Tim. 3:8; Stg. 2:14; 2 P. 1:5-7).

Declaración de Visión

Soñamos con una iglesia local familiar, con una membresía y liderazgo consolidado, que sirva a una multitud de gentes que quieren conocer a Jesús, saber que tienen una casa de Cristo en la ciudad, y que lleven el Evangelio a otros países, a otras ciudades, a sus familias. Consolidar un coro góspel para el evento cada verano, cuando vienen miles de turistas a descansar y que impacte sus vidas en Cristo.

Declaración de Propósito

Primero, glorificar a Dios. Segundo, hacer discípulos. Discipular a una persona es ayudar a otro a descubrir el verdadero significado de su existencia, el plan de Dios para su vida. Que avancen hacia una inmediata relación existencial con la palabra de Dios. Y tercero, vivir en comunidad y participar en su acto más profundo: adorar a Dios juntos.

Declaración de Valores

Amor expresado en palabras y obras. Ser una fraternidad familiar cristiana. Predicación y enseñanza de la sana doctrina. Programa integral para hacer discípulos maduros y reproductivos. Estructura simple que facilite el proceso de discipulado y con ministerios útiles. Visión hacia afuera que alcance a los perdidos incluso por Internet.

Declaración de Misión

Glorificar a Dios, dando cumplimiento a la Gran Comisión que Cristo mandó bajo el poder del Espíritu Santo. En especial, mi ministerio tiene como misión cumplir la Gran Comisión allí donde los hispano-hablantes no tienen iglesias Bíblicas en este último tiempo de la era de Internet, y conectarlos con hermanos de su país, cuidad y fe Bíblica.

Aplicación del Plan de Discipulado

El Plan de Discipulado, consta de fases y de tiempos, y en cada una el discípulo debe conocer, ser y hacer en cada área de concentración discipular y aplicar la ruta de crecimiento. El Plan de Discipulado tiene cuatro enfoques: discipulado espontáneo (nos preparamos para actuar según se presentan las ocasiones, como hacía Jesús), discipulado capacitador (entrenar áreas como evangelización, predicación o enseñanza), discipulado progresivo (como hacían Jesús y Sus apóstoles, por vivencias y experiencias con Dios y la gente, que son enriquecedoras y que muestran el amor de Dios, como Juan 3:3 donde aplicamos las Rutas de Crecimiento), y discipulado de apoyo (en la iglesia, en grupos pequeños para ayudar en: relaciones de matrimonio, con los padres, con los hijos, etc.). Extranjeros visitan la ciudad y tienen tiempo de descanso y para conocer a Cristo.

Nuestra iglesia es pequeña y simple, basada en casas de hermanos, en una ciudad de unos 120 mil habitantes, muchos cambian de ciudad, y muchos extranjeros que pasan temporadas, por lo que la asistencia es variable, algo frustrante, pero que hay que aceptar. En nuestra congregación tenemos en cuenta que la cultura dominante[7] es católica en los mayores, y relativista postmoderna en los jóvenes,[8] algunos animistas suramericanos inmigrantes, extranjeros protestantes de Europa, y nivel cultural variado, por ello usamos un mensaje sencillo y universal, como hizo el Señor. Enfatizamos el trato personal como que representamos a Jesús, dando la bienvenida a los nuevos con eso en mente, y en la convivencia con los hermanos de años, como que somos familia en Cristo. Visitamos a los enfermos, ayudamos a los que tienen problemas, nos preocupamos, llevamos con nosotros a los nuevos discípulos para orar, ayudar, y dar ejemplo con la vida de cada miembro, y de los líderes y sus familias, en el entorno diario. Pero donde vemos cómo progresamos cada uno es por la obra del Espíritu Santo, es Él quien llama, une, prepara, hace crecer, pone el compromiso en el corazón y equipa para la obra a cada uno en cada fase, por eso oramos y eso esperamos, para que la gloria sea de Cristo. Hacemos pocos eventos y en base al calendario litúrgico, Semana Santa y Navidad, pero evangelización continua en la vida diaria, y en eventos, dando trípticos, evangelios, y conferencias. A nuevos visitantes los invitamos a participar en la fase de Conocer a Cristo 101, donde ver cómo es nuestra iglesia y la familia en Cristo. Los que se quedan y son genuinos, son invitados a un grupo pequeño de unas diez personas, una tarde, entre semana a la fase Compromiso con Cristo 201, donde pueden madurar con estudio, oración, compañerismo. La fase de Crecimiento del Carácter 301 para los más maduros que quieren descubrir su ministerio, con los líderes, se sugiere la posibilidad de estudios teológicos en seminario. 401[9] Preparación para la Misión de su vida, en contacto con misioneros. Una quinta etapa es la de liderazgo de nuestra iglesia, donde el pastor y los ancianos fomentan la buena relación con los mentores de los grupos pequeños, y nos preparamos teológicamente y prácticamente. En cada fase evaluamos el crecimiento y madurez desde el modo de vida, la obediencia, la disposición a servir y la manifestación de dones. La logística se organiza entre los ancianos, y varía según ingresos de donaciones y diezmos, para evangelizar y ayudar en buenas obras, dando cuenta de todo. Reparto de tríptico, camisetas para llevar en paseo marítimo, vallas de carretera, web-seo, youtube, coro góspel para evangelismo con beneficios a los pobres y a la iglesia, y planes conocidos en la ciudad. Oramos por los llamados a misioneros, que comprendan[10] la misiología y conozcan misioneros hermanos.

Los grupos pequeños, dos veces en semana, en los que usamos la saga de Obrero Fiel, y uno para jóvenes, más el domingo para el culto y alabanza. Para fortalecer cada fase hacemos énfasis en las Disciplinas Espirituales,[11] oración, ayuno, tiempo con Dios, ayuda a los hermanos. Estas forjan el discipulado, y el estudio Bíblico, las relaciones entre los miembros de la iglesia, entre cada uno y sus familias, el evangelismo para ganar a nuestra ciudad, y la alabanza. Los ministerios son, el pastoral, la oración, predicación expositiva, el estudio Bíblico, el evangelismo, buenas obras, alabanza, la administración de la iglesia, todos enfocados en el discipulado. Mi ministerio de Internet es de carácter misionero internacional, enseñando la Biblia y crecimiento espiritual, incluso por video en clases de discipulado, y conectando a aquellos cristianos con iglesias de su país y con misiones para los necesitados; como el proyecto de la Asociación Billy Graham.[12] Con un fuerte énfasis en que es imperativo pasar tiempo a solas con Dios, orar, meditar, buscar la soledad con Él en silencio y recogimiento, y en aprender y conocer las Escrituras.[13]  

El grupo de liderazgo entendemos el discipulado como un proceso de imitación, y es un error creer que como se ha dado un curso ya todos harán los cambios, solo por el saber, se necesita la práctica y su implantación, poco a poco y de manera progresiva, sobre todo cuando observan la vida que estamos viviendo, los hechos. Los discípulos aprenden a caminar con Dios cada día, qué hacemos en la vida pública, conciencia limpia con Dios, sin esconder nada ni manipular o tratar de aparentar. La esposa y los hijos son el reflejo de nuestro liderazgo y vida espiritual, tenemos que ser imitables. Reproducimos lo que somos, no lo que decimos –solo seguimos a quien admiramos. Compartimos la experiencia con Dios con los demás, dejando huella en ellos, y que también influyan a otros. Tenemos un círculo íntimo de hermanos confiables y compartimos las habilidades ministeriales. Los que pastoreamos ponemos el tono de la congregación, su carácter, el amor de Dios,[14] la visión, un ambiente centrado en Dios, Cristo-céntrico, una visión hacia afuera del edificio de la iglesia, como un cumpleaños en una casa y usarlo para predicar y discipular. El concepto de iglesia simple, ya adoptado, evita la saturación de programas. Si hay muchas células ¡Dios lo quiera! plantar otra iglesia más lejos. Evitar problemas dejando claro límites de comportamiento y aportar una descripción de cada puesto, y el apoyo que pueden recibir de la iglesia, informar de la expectativa que puede recibir de la congregación, como un salario o voluntarios, una comunicación clara de antemano, con confianza evita muchos conflictos, malos entendidos, y reproduce líderes.[15] Valoración anual del proceso y de la iglesia FODA: Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas, para añadir, quitar o mejorar cualquier ministerio para el discipulado, donde todos puedan participar, aportar sabiendo que han hecho suya la visión como “nosotros” no “yo”. El equipo ministerial[16] se escoge con sabiduría y oración; el Señor oró toda la noche antes de los Doce. Han de tener el ADN de la misión, respetar y seguir al líder. Para terminar un breve resumen de los objetivos de las Cinco Fases.

Objetivos de las Cinco Fases

Fase 1: Conversión. Esta es la fase de conocer a Cristo, la de la conversión, el bautismo. El propósito es que sea de Cristo, y el objetivo es que el nuevo miembro de la iglesia se convierta en un discípulo, “vengan y vean” (Jn. 1:39).

Fase 2: Comunión. Esta es la fase de convivir con Cristo, la de la comunión y compromiso con Cristo. El propósito es que el discípulo cultive una relación íntima con Cristo, “vengan y síganme” (Mt. 4:19).

Fase 3: Crecimiento. Esta es la fase de madurar con Cristo, la del crecimiento en carácter. El propósito es que el discípulo madure en su carácter mediante la llenura del Espíritu Santo, “vengan y estén conmigo” (Mr. 3:14).

Fase 4: Compromiso. Esta es la fase de servir como Cristo, la de la preparación para el ministerio. El propósito es que el discípulo se comprometa en servir en su ministerio, “Id antes a las ovejas de la casa de Israel” (Mt. 10).

Fase 5: Comisión. Esta es la fase de liderar como Cristo, la de involucrarse en la Misión de Dios. El propósito es que el discípulo llegue a reproducirse, “Permanezcan en Mí y den fruto” (Jn. 15:4-5).

Conclusión

Amar a Dios, amar a los demás, y servir al mundo. Esto es la base simple del mejor plan de Discipulado, el de Jesús. Pero hemos visto que la gran mayoría de los creyentes de hoy, en lugar de poder ser llamados discípulos, son consumidores de un producto, no ministros activos, que se busca la emoción en el culto dominical y se deja de lado la disciplina espiritual. Pastores agobiados en cuestión económica, hacen demasiadas actividades que impiden centrarse en los discípulos, su crecimiento y capacitación para hacer más discípulos y plantar nuevas iglesias. Pero si además el plan de discipulado se centra solo en crecimiento a modo policial como el modelo de competencia, o misional demasiado enfocado en la preparación que nunca llega, o limita al modelo de barrio, o de cosmovisión que busca más el conocimiento, como el de laboratorio, sin retos para el discípulo, se necesita el modelo de discipulado de Jesús. El propósito principal de la Iglesia es la gloria de Dios. El compañerismo, la enseñanza Bíblica y la alabanza son fundamentales, pero glorificar a Dios es lo primordial, siempre. Para ello ser obediente al plan de Dios para redimir al mundo en la Gran Comisión de hacer discípulos. Hay poder en Jesús para ello, que ha sido puesto en Su iglesia. Tener clara la visión, los valores, el propósito y la misión en base a relaciones personales, dar ejemplo de vida discipular, tener firmes convicciones en las Escrituras, gozo y la esperanza del Reino de Dios cada día. Pero ¿cómo darán frutos los discípulos que están enfermos, heridos, arruinados, y llenos de problemas en sus vidas? La respuesta es Jesús, que vivió entre la gente, estuvo con ellos y les ayudó en sus vidas, llamó, edificó y envió a Sus discípulos; esa es la base y el ejemplo a seguir. El discipulado no es un curso, es una manera de vivir en Cristo con fe, humildad, confiabilidad, fraternidad y amor de Dios, para gloria del Señor Jesucristo.

Puede leer el estudio ¡Id y Haced Discípulos! aquí…

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[1] Santa Biblia, Reina y Valera revisión 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 1993), 1 Corintios 4:16.

[2] Thom S. Rainer y Eric Geiger, Iglesia Simple: Como Volver al Proceso Divino de Hacer Discípulos (Nashville, TN: B&H Español, 2007), 4.

[3] Daniel Sherman, La Capacitación Basada en la Iglesia Local (Acceso 28 de febrero 2021), https://losnavegantes.net/wp-content/uploads/2015/10/cap-bas-en-la-ig-loc.pdf

[4] Discipulado Según las Escrituras, COMIBAM Cooperación Misionera Iberoamericana (Acceso 3 de marzo 2021), https://www.comibam.org/es/el-discipulado-segun-las-escrituras

[5] Samuel Vila Ventura. S. Escuain, Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado (Terrasa, Barcelona: Editorial Clie, 1985), 269.

[6] Daniel Sherman, La Capacitación Basada en la Iglesia Local (Acceso 28 de febrero 2021), https://losnavegantes.net/wp-content/uploads/2015/10/cap-bas-en-la-ig-loc.pdf

[7] Stephen A. Grunlan y Marvin K. Mayers, Antropología Cultural – Una Perspectiva Cristiana (Deerfiled, Florida: Editorial Vida, 1997), 31.

[8] José María Martínez, La España Evangélica de ayer y hoy (Viladecavals, Barcelona: Editorial Clie, 1994), 389.

[9] Rick Warren, The Purpose Driven Church – Una Iglesia con Propósito (Grand Rapids, Michigan: Zondervan, 1995), 343.

[10] Hayward Armstrong, Mark McClellan, David Sills, Introduccíon a la Misiología (Louisville, Kentucky: Reaching and Teaching International Ministries, 2011), 103.

[11] Dallas Willard, El Espíritu de las Disciplinas, ¿Cómo Transforma Dios la Vida? (Miami, Florida: Editorial Vida, 2010), 11.

[12] En Busca de Jesús, Asociación Billy Graham (Acceso 8 de marzo 2021), https://enbuscadejesus.net 

[13] Bill Hull, El Libro Más Completo Del Discipulado – Para Ser Y Hacer Seguidores De Cristo (Dallas, Texas: Obrero Fiel, 2010), 220.

[14] Ken Blanchard y Phil Hodges, Lead Like Jesus – Lidera Como Jesús (New York, EE.UU.: MJF Books, 2005), 40.

[15] J. Oswald Sanders, Liderazgo espiritual (Edición 6. Barcelona: Editorial Portavoz, 1995), 149.

[16] A.B. Bruce, Training of the Twelve (Christians Classics Eternal Library, Grand Rapids: Michigan, 1871), 27.