ABRAHAM

EL PROTOTIPO DEL AMIGO DE DIOS

© Carlos Padilla – Febrero 1999

I PARTE

TEXTO BÍBLICO: GÉNESIS CAPÍTULO 12

DIOS LLAMA A ABRAM: Ó DIOS LLAMA AL HOMBRE

1Pero Yahweh había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.

Debe ponerse el lector en lugar de Abram y aplicar su historia a la de su vida personal, porque Dios llama a toda alma. Dios le propone al hombre o mujer que abandone las costumbres de su tierra, su religión, y la bandera, para seguirle a Él, Quien es Rey de reyes, que deje las enseñanzas de sus propios padres y de su familia (si no son Palabra de Dios), y ésta es la condición que Dios pide al hombre, para que a continuación vengan las siguientes bendiciones y seamos herederos de la promesa de Dios.

2Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.  3Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.  4Y se fue Abram, como Yahweh le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.  5Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron. 6Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encino de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra. 

El cananeo es el nombre del sistema que domina a un pueblo, o persona que lleva una vida sin conocer al Señor, y sin embargo es en esta tierra donde Dios establece la tierra prometida, que es donde va el hombre a encontrar la paz, que vendrá desde su interior, o desde el interior de otro hombre que reciba o haya recibido a Cristo dentro de sí mismo.

7Y apareció Yahweh a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Yahweh, quien le había aparecido. 

Abram, o cualquier hombre en este pasaje, cree a Dios, Quien le da la promesa, sin haberla visto y edifica un altar, que simboliza que ha entrado y tocado el corazón de Dios, donde éste hombre más tarde, en su conocimiento de Dios, y tras haber recibido a Cristo que es por la fe de Abraham, tiene ya acceso a Dios como su amigo personal.

8Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a Yahweh, e invocó el nombre de Yahweh, 

Bet-El es Casa de Dios, y allí dice que planta este hombre su tienda, o sea su vida, en la Casa de Dios. Invocar el nombre de Dios es tener intimidad con Él y comunicarse con Él y conocerle, esta es la bendición mayor que recibe aquél que hace caso a Dios, Quien sabe dar al hombre aquello que él ni se imagina. No debe pues el hombre cuestionarse si lo que propone Dios es o no razonable, sino tener fe y esperar la bendición.

9Y Abram partió de allí, caminando y yendo hacia el Neguev.

 

ABRAM EN EGIPTO: Ó EL HOMBRE EN EL MUNDO

10Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra. 

El hombre de Dios tiene necesidad de vivir en Egipto, que es el mundo, para sustentar a su familia. Egipto y El Neguev son limítrofes.

11Y  aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto.

La mujer es el alma del hombre, o de la mujer (aplíquese según el caso del lector) que, al ser alma de Dios, es de una personalidad transparente y recta en el mundo y esto es de hermoso aspecto ante los que no son de Dios. 

12Y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.

Querrán matar la fe e involucrar a la persona a que participe en sus pecados para no sentirse ellos acusados por la conducta de esta alma que pertenece a Dios.

13Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.

Cuando Abram llama hermana a Sarai, en lugar de su esposa, que representa su alma y La Doctrina de Dios, la cual él cree, es por temor a ellos, porque no se atreve aún, por su falta de ancianidad espiritual en ese momento, a transmitir la fe de Dios a los egipcios como traída por él como hombre de Dios, trata de evitar una batalla de religión y que le maten por ello.

14Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.  15También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón.  16E hizo bien a Abram por causa de ella y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos 

La persona que es de Dios, que demuestra una moral perfecta, es aceptada por los que están en autoridad y es recompensado, pero no le permiten que predique la honra al verdadero Dios, sino que lo único que los ciudadanos del mundo que aborrecen a Dios quieren, es la moral de esa persona temerosa de Dios, para usar a esa persona en sus temas más importantes, porque son personas de fiar, pero rechazan a Cristo. 

17Mas Yahweh hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram. 18Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?  19¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete. 

¿Por qué no me declaraste abiertamente que tú crees y sigues a Cristo como único Salvador enviado por Dios?  ¿Por qué tantos Cristianos no dan testimonio del Evangelio como algo natural, quedándose solo con una moral recta, que también puede ser hallada similar, en personas que aborrecen a Dios, porque ellos son su propio dios?

Faraón representa a cualquier hombre, de cualquier época, que reina en sí mismo y que es su propio dios; así era Faraón considerado; dios en la tierra,  que cree que el Evangelio es solo una moral más y la quiere (tomar por esposa) o sea, añadirla a las demás  morales para luego formar la suya propia, recibe maldiciones de Dios, y al final no puede vivir la vida de Cristo si no Le recibe por la fe.

20Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía.

 

CAPÍTULO 13

ABRAM Y LOT SE SEPARAN:  Ó EL HOMBRE LIBRE Y EL DE RELIGIÓN SE SEPARAN

1Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot.  2Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro,

Dones de Dios, físicos y espirituales.

3Y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai,  4Al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Yahweh. 

El hombre se da cuenta que no puede entrar en los sistemas de la sociedad y andar por sus caminos, sino venir a Dios y que Él le guíe.

5También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas.  6Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar. 7Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.  8Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.

Abram reconoce a Lot como su hermano, aunque veremos como Lot representa al hombre que antepone la pertenencia a una determinada secta o religión o iglesia y que se empeña en tener una organización antes que su amistad personal con Dios, como Abraham. También hay disputa entre los pastores de cada doctrina, los de una organización y los que predican la doctrina de la libertad con Cristo y ser de Cristo antes que de una organización o gran religión.

9¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.  10Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Yahweh, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Yahweh a Sodoma y a Gomorra.  11Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.  12Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.

Lot termina cayendo en la esclavitud y la idolatría del sistema religioso como tantos y tantos, por querer formar la religión perfecta, y por preferir la pertenencia a una religión reconocida. También esta situación trae más laxitud con el mundo, y como vemos muchas grandes religiones están salpicadas de escándalos y abusos.

13Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Yahweh en gran manera. 14Y Yahweh dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.  15Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. 16Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que, si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.  17Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.  18Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Yahweh. 

Sigue siendo confirmado Abraham en su fe y en la obediencia de amistad con el Señor, porque no se somete a sistemas que imponen tradiciones de hombres, ni se contamina con el mundo con tal de agradar a hombres, sino que busca agradar a Dios primero.

 

CAPÍTULO 14

ABRAM LIBERTA A LOT

1Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim,  2Que éstos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar. 3Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado.  

En el valle, que es el camino fácil del mundo, y de la organización religiosa que se lo da todo preparado a los miembros, los cuales no pueden cuestionar si la misión es de Dios o no.

4Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron.  5Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim,  6Y a los horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto.  7Y volvieron y vinieron a En-mispat, que es Cades, y devastaron todo el país de los amalecitas, y también al amorreo que habitaba en Hazezontamar.  8Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim;  9Esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar, y Arioc rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.  10Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte.  11Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.  12Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.

A Lot le caen las maldiciones de las que Dios nos quiere librar al advertirnos que salgamos de la organización religiosa que se presta a servir al sistema mundano en lo que se opone a Él.

13Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram.  14Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.  

El hombre de Dios cuando ve que su hermano está siendo maldecido viene en su ayuda con otros hermanos y pidiendo a Dios ejércitos espirituales.

15Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco.  16Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente.

Abram cae sobre los enemigos (libera a Lot de la doctrina de engaño) en la oscuridad (ellos viven en la oscuridad, porque no siguen al Dios vivo), y recobra a su hermano y a sus bienes (los dones que Dios le ha concedido) y libra también a su familia. 

 

MELQUISEDEC BENDICE A ABRAM: Ó JESUCRISTO BENDICE A SU AMIGO

17Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey.  18Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;

El rey de Sodoma es el líder religioso de cualquier organización, pero, a su vez, al ser persona dedicada al conocimiento de Dios, habla también de la verdad, pues discierne de ello. Es pues, que en la misma persona podemos ver a Melquisedec, y a Cristo. Para explicarlo podemos usar la semejanza de un sermón de un pastor de iglesia o el papa, o un rabino que van a predicar sobre su religión y también sobre la verdad de la Biblia. O un oriental que hablará de la necesidad de buscar el espíritu de Dios. Aquí tenemos a un líder del sometimiento religioso y espiritual de Sodoma, y por la misma boca sale Palabra de Cristo. Melquisedec saca pan y vino. La Santa Cena entre Cristo y Abram. 

19Y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;  20Y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.

El Diezmo. El reconocimiento del hombre de Dios a Cristo en un hombre, por haberle prosperado. No es un Mandamiento de la Ley, sino una acción de amistad entre Dios y el hombre que es su amigo, el cual reconoce a Cristo en su vida.

21Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes.

Pero cuidado con los líderes religiosos, porque de repente vuelven a hablar de Sodoma y le pide a Abram las personas, o sea, las almas a precio de los bienes.

22Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Yahweh Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, 23que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram; 

Pero el hombre de Dios no hace pacto con Sodoma (el sistema religioso que se antepone a la verdad de Dios) porque pertenece solo a Cristo. Rechaza la oferta y se proclama libre. 

24excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, los cuales tomarán su parte.

 

II PARTE

CAPÍTULO 15

DIOS PROMETE A ABRAM UN HIJO: Ó HIJOS ESPIRITUALES

1Después de estas cosas vino la palabra de Yahweh a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.  2Y respondió Abram: Señor Yahweh, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?  3Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.

Abram clama a Dios, agradecido de tenerlo de escudo, más le pide tener hijo espiritual. Cualquier persona que sigue a Dios quiere transmitir el mensaje del conocimiento de Dios a otros, el Evangelio, y si no lo consigue (que es lo natural al empezar a caminar con Él) se frustra por que los demás no reciben de él. Es entonces, cuando llega el crecimiento y el conocimiento de Dios, que Él nos promete hijo. No esclavo de nuestra casa, que bien puede ser un familiar que se ha convertido, sino gente de la calle, de cualquier nacionalidad, gente que ya tiene su propia idea de la relación con Dios. Es decir, que cuando Dios ve que el hombre o mujer de fe ya está preparado y es paciente como para escuchar y convencer, y conoce la Escritura y a Dios, entonces promete hijo espiritual, alguien donde Cristo va a nacer por la predicación del Evangelio y por seguir a Dios en libertad, como hace Abraham.  

4Luego vino a él palabra de Yahweh, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.  5Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.  6Y creyó a Yahweh, y le fue contado por justicia.  7Y le dijo: Yo soy Yahweh, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.  8Y él respondió: Señor Yahweh, ¿en qué conoceré que la he de heredar?  9Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. 10Y tomó él todo esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra; mas no partió las aves. 11Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba.  12Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.

El Señor le propone a Abram, al hombre, que ofrezca sacrificio, le empieza a enseñar la intercesión, que más adelante será el sacrificio de Cristo, de una vez para siempre, como pacto eterno. Y las aves de rapiña son ángeles del diablo que quieren impedir este pacto de Abram con Dios. Al ver que se iba la luz, que tardaba el Señor, le sobrecogió temor.

13Entonces Yahweh dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.

Cuatrocientos años es diez por cuarenta. Cuarenta años en el desierto por diez que son todas las generaciones. Porque de hecho todos somos esclavos de la sociedad y no podemos salir de ella hasta la muerte, aunque no participemos de sus pecados, vivimos en ella, y es nuestro campo de batalla y de siembra del Evangelio.

14Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.  

Saldrán con riqueza, que es, la vida eterna. 

15Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.  16Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.  17Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.  18En aquel día hizo Yahweh un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates;

El Espíritu del Dios Vivo, se movía cual antorcha para consumir el sacrificio del pacto con Abraham y confirmarle como Su amigo. Y le promete al hombre toda la tierra (toda alma que es de Dios a la cual él hable será bendecida y conocerá a Dios como su amigo a través de él) que va desde el río, o doctrina de Egipto, que es el mundo, hasta el Éufrates, que es el cuarto y último afluente del río de Edén, o sea la doctrina del final del tiempo, donde volveremos a aceptar la doctrina o enseñanza que Dios dio al hombre en Edén cuando andaba con Él como su amigo.

19La tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos,  20Los heteos, los ferezeos, los refaítas,  21Los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.

Todas las naciones de la tierra.

 

 

CAPÍTULO 16

AGAR E ISMAEL: Ó LA ESCLAVA Y SU DESCENDENCIA DE ORGANIZACIÓN RELIGIOSA

1Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar.  2Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Yahweh me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.  3Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido.  4Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.

La esposa de Abram, que es su alma, se impacienta en esperar la promesa del Señor de darle hijos, y en sus razonamientos escucha la voz de formar una organización religiosa para tener estos hijos, que es la esclava (Agar).

5Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Yahweh entre tú y yo.  6Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia. 7Y la halló el ángel de Yahweh junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.  8Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.  9Y le dijo el ángel de Yahweh: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.  

La esclava es llevada a ser sumisa de la libre. La religión organizada por el hombre debe someterse a la libertad del amigo de Dios.

10Le dijo también el ángel de Yahweh: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud. 11Además le dijo el ángel de Yahweh: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Yahweh ha oído tu aflicción.  

Ismael es la rama de los Árabes, pero en el Espíritu, representa  la esclavitud religiosa en todas las naciones, así como Isaac es la rama Judeo-Cristiana, pero representa en el Espíritu a los hijos de la libre, Sara (Gálatas 4:21-31). Los hijos de la religión tienen que volver a hacerse libres para conocer personalmente a Cristo que lleva al Padre. Los de Isaac han tenido la oportunidad de ser amigos de Dios, pero también se han hecho a ellos mismos hijos de Agar, o Ismaelitas, tanto los Judíos como los Gentiles y los Cristianos. Por lo tanto, todas las ramas de la humanidad han de tornarse libres en la fe de Cristo y Su obra en la cruz, y no esclavas de las religiones del mundo por las que justificarse ante Dios.

12Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.

Los Árabes siempre están en guerra. y también son pueblo de Dios como origen, pero han de recibir al Mesías para salvarse como los Judíos, y como los Gentiles. Y también los Cristianos han de cambiar en salir de las iglesias para venir a andar de la mano del Dios Vivo. Yeshua, Yahshua, Jesucristo.

13Entonces llamó el nombre de Yahweh que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?  14Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered. 15Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar, Ismael. 16Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.

Ismael es: Dios oye.

CAPÍTULO 17

LA CIRCUNCISIÓN SEÑAL DEL PACTO: Ó EL QUE NO ABORRECE SU PROPIA VIDA NO ES DIGNO DE MI.

1Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Yahweh y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.  2Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.  3Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:  4He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes.  5Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. 6Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. 7Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.  8Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. 9Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.  10Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.  11Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.  12Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje. 13Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo.  

El Señor confirma a Abraham Su pacto, y le pide que circuncide la carne. Esta carne no otra cosa que nuestra carnalidad, la que se opone en nuestra mente a Dios. Este proceso es para varón y mujer pues es espiritual y se representa en este pacto de la circuncisión del prepucio, que es la fuerza del hombre de Dios. No por la circuncisión de la carne, no se obtiene la descendencia espiritual, sino porque uno se corte a sí mismo en lo que se opone a Dios. De esto, todos tenemos mucho, y por ello es una labor que hay que hacer durante toda la vida con Dios. 

A los ocho días; significa que la persona que se entrega al Señor y que empieza a andar con Él, va a tener siete días, que son siete tiempos para andar sin circuncidarse, debido a la situación de falta de ancianidad o crecimiento espiritual. Sabido es que el número siete simboliza la totalidad de una obra como Dios hizo la creación en siete días, que son tiempos de duración indeterminada, según el caso. Así pues, el alma que sea de Dios, tras haber crecido espiritualmente, debe circuncidarse, luchar contra sus propias carnalidades y debilidades, para empezar a ser maduro o anciano espiritual y servir a Dios y al prójimo. Este es el pacto con el pueblo de Dios; la descendencia de Abraham. Sal de tu tierra, de tu parentela, y dice Cristo, aborrece tu propia vida y sé digno de Mí.

14Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto. 15Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.  16Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.  

Entonces Dios bendice el alma de aquellos que quieren vivir de la mano de Él. Y Sara será tu alma.

17Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?  18Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.  

Abraham duda, porque ha visto que sin religión reconocida la gente quiera seguir a Dios de manera personal, y propone: ¡viva Ismael! que es el hijo de la esclava, pero está vivo, y representa una buena religión que guarda tus preceptos con la cual la gente cree y viene a ti, aunque estén mezclados con tradiciones de hombres que contradicen la Palabra de Dios. Es decir, que Abraham, en está época de su vida espiritual no se da cuenta de que a Cristo se le recibe directamente, no por una organización, sino por la fiel predicación del Evangelio, por la lectura directa de la Biblia, o por intervención directa de Cristo.

19Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.  20Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.  

No dice Dios que no vaya a seguir habiendo religión, claro que la hay y la habrá: pero:

21Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene.  

Dios prefiere que la gente viva con Él en la libertad y en la naturalidad, acercándose a Él de corazón limpio y sin automatismo de cultos, sin depender de otros en la relación personal con Dios, sin que la nueva vida en Cristo dependa de esta o de aquella iglesia, pastor o misión. Ya estaba Dios harto de cultos y preceptos en tiempos de Abraham y de que Su pueblo dependiera de ellos. “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. (1 Corintios 3:16).

22Y acabó de hablar con él, y subió Dios de estar con Abraham. 23Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho. 24Era Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio. 25E Ismael su hijo era de trece años, cuando fue circuncidada la carne de su prepucio.  26En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael su hijo.  27Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él. 

 

CAPITULO 18

PROMESA DEL NACIMIENTO DE ISAAC: Ó LA DESCENDENCIA ESPIRITUAL EN LA LIBERTAD DE CRISTO.

1Después le apareció Yahweh en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. 2Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, 3Y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. 4Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, 5Y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.  

Padre, Hijo y Espíritu Santo, los tres varones, el Señor, en sus tres personas y manifestaciones al hombre, Yahweh. Pasa Dios ante Abraham para confirmarle la promesa.

6Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo. 7Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo. 8Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.

Precioso momento en que Abraham come con el Señor. Abraham, mi amigo, dice Dios.

9Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.  10Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.  11Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. 12Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? 13Entonces Yahweh dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?  

¿Como es que El Señor le pregunta a Abraham que porqué se había reído Sara, acaso él puede controlar la risa de ella? Pues claro, pues Sara es el alma de Abraham que ya por su ancianidad y por haber intentado todos los recursos espirituales para que la gente crea a Dios y no lograr librar a los hombres de la religiosidad, se ríe.

14¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.  15Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.

 

ABRAHAM INTERCEDE POR SODOMA: Ó CLAMA POR SU HERMANO QUE ESTÁ EN EL SISTEMA

16Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos. 17Y Yahweh dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, 18Habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?  

Dios no encubre a aquellos que son sus amigos nada de lo que va a hacer. Es un privilegio que todos pueden disfrutar, si quieren ser sus amigos. Abraham intercede por su hermano que depende del sistema religioso.

19Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Yahweh, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Yahweh sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él. 20Entonces Yahweh le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, 21Descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré. 22Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Yahweh. 23Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? 24Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?  

Abraham intenta hacer ver a Dios que puede que haya alguien allí que Le ame, sabiendo que está Lot. Y el Señor lo sabe. Es lo que vivimos hoy con creyentes de iglesias y religiones, que aman a Dios pero viven con el lastre de la tradición y el engaño, y dependen de que les animen, en lugar de una relación personal, íntima y preciosa en el Espíritu, con Dios, en Cristo.

25Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? 26Entonces respondió Yahweh: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos. 27Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza. 28Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. 29Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta. 30Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta. 31Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. 32Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. 33Y Yahweh se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.

Para que el Señor destruya un lugar, tiene que haber mucha maldad en él y ninguna persona que Le ame. 

 

CAPÍTULO 19

DESTRUCCIÓN DE SODOMA Y GOMORRA. Ó LA CAÍDA DE BABILONIA EN APOCALIPSIS

1Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,  

Lot es hombre de Dios que está en el sistema religioso, pero que reconoce las cosas de Dios y recibe a los mensajeros. Que son, Cristo, que le perdona, y el Espíritu Santo para revelarle que puede andar sin el sistema, para que le vaya bien, pues en Sodoma se junta el sistema de la sociedad y el sistema religioso, y pecan.

2Y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche. 

No parece que le agrade mucho al Señor habitar en casa de hombre de religión, no se siente a gusto.

3Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron. 4Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. 5Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.  

Los sodomitas, que simbolizan la homosexualidad religiosa, o fornicación del sistema al que someten a aquellos que dependen de él, quieren conocer sexualmente, espiritualmente en fornicación, a los varones, haciéndolos parte de su sistema. La idolatría y el orgullo al ego. El hombre de religión que da culto a sus tradiciones y las antepone a Dios, y prefiere su pertenencia al sistema antes que a Dios, se le llama Sodoma espiritual. “¡…Salid de ella pueblo mío…!” clama el Señor a nosotros en Apocalipsis.

6Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, 7y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. 8He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.  

Lot propone dos hijas que son dos almas que él ha estado llevando en crecimiento espiritual, las cuales entrega al sistema si es necesario con tal de que no contaminen la doctrina de Cristo que le ha sido traída y que él reconoce, sin embargo. Lot es un alma que alberga esperanza de salir del sistema.

9Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta. 10Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta. 11Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta. 

La puerta es Cristo, pero ellos han sido cegados ya que no vienen de corazón limpio ante Dios. Y se cumple en ellos la profecía del profeta Isaías, les decía Jesús: “De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis. 15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane”. (Mateo 13).

12Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; 13Porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Yahweh; por tanto, Yahweh nos ha enviado para destruirlo. 14Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Yahweh va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba. 

Los yernos, son la carne de esas almas que son sus hijas o doctrinas del Señor que él mantiene, pero que no quieren salir del sistema religioso. La Babilonia o Sodoma, la cual es destruida, anunciado también en Apocalipsis.

15Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad.  

Al rayar el alba es cuando a un alma le viene la Luz que es Cristo y entonces es destruida en la persona la religión muerta, para pasar a la libertad de Cristo.

16Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Yahweh para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad. 

Le cuesta mucho al hombre de religión salir de ella, y sacar a sus hijas o ideas, y a su alma de allí, acostumbrado a la pertenencia y a la rutina.

17Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. 18Pero Lot les dijo: No, yo os ruego, señores míos. 19He aquí ahora ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo dándome la vida; más yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera. 20He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; dejadme escapar ahora allá (¿no es ella pequeña?), y salvaré mi vida.  

Lot propone una nueva religión, más pequeña, pero que se hará grande. Una nueva ciudad, porque no cree que pueda vivir en el monte que es donde habita Dios, en las alturas, confiando en su relación personal con el Padre, en Cristo, y con la enseñanza del Espíritu Sanato.

21Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado. 22Date prisa, escápate allá; porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar.

Zoar es: pequeñez. Dios tiene misericordia de Lot, el alma de religión y le permite habitar en un sistema que aún no se ha contaminado por Sodoma, pero que es ciudad de la llanura, la vida más fácil que en el monte. Eso es lo que parece a Lot.

23El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar. 24Entonces Yahweh hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Yahweh desde los cielos; 25Y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. 26Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.  

El alma de Lot echa en falta la gran religión a la que pertenecía, siendo que Dios aborrece esa religión, y el alma de Lot se seca porque no tiene una relación directa con Dios libremente, en Cristo, sino que depende de que le organicen los cultos y las enseñanzas, que al principio está bien, pero no termina de madurar y hacerse anciano en la fe, como Abraham.

27Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Yahweh. 28Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno. 29Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba. 

Ya sabía Dios que no había remedio con Lot, que amaba la pertenencia al sistema, pero Abraham, el hombre libre con su misericordia intercede por él.

30Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. 31Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. 32Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. 33Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; más él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 34El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. 35Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 36Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. 37Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. 38La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy.

He aquí el final de Lot, que se da cuenta que en Zoar no estará contento Dios con él y se esconde de dar sus doctrinas o creencias, porque en Sodoma le fue mal, pero en una cueva, que simboliza su interior, sus dos hijas o ideas de cómo hacer la religión ideal, queda embriagado por ellas y concibe dos nuevos sistemas religiosos, o dos nuevas denominaciones: los moabitas y los amonitas.  

 

CAPÍTULO 20

ABRAHAM Y ABIMELEC: Ó EL HOMBRE DE DIOS Y UN ALMA DEL MUNDO

1De allí partió Abraham a la tierra del Neguev, y acampó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar. 2Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara. 3Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.  

Se repite la situación de Abraham con su esposa, a la que siempre presenta como su hermana. Sabe Abraham que los hombres no reciben doctrina de Dios si se les propone como imposición y obligatoria en lugar de como posibilidad, para que ellos mediten en ella. Esta es la simbología de que la esposa-alma sea presentada como hermana. Sara es el alma de Abraham, y en esta alma de Dios, mora la mente de Cristo. Abraham sugiere a los hombres la mente de Cristo sin decir que es su propia mente. En la ocasión anterior, la situación es por falta de madurez, más ahora como sistema para comunicar la Palabra de Dios, pues ahora Abraham ya empieza a ser adulto espiritualmente. Aplíquese a cada uno esta historia.

4Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también al inocente?

Abimelec tiene temor de Dios y le pide que se apiade de él, pues no ha pecado. Y en efecto Dios le confirma que le ha evitado pecar.

5¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto. 6Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases. 7Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que de cierto morirás tú, y todos los tuyos. 

Mi Palabra no volverá vacía. Esta es la consecuencia de que, al presentar el Evangelio de manera humilde, al ser Palabra de Dios, tiene poder de Dios y obra en la persona el hecho de desearla para sí, y al reconocerla como Buena, es devuelta como mensaje de aceptación y recepción de bendiciones espirituales.

8Entonces Abimelec se levantó de mañana y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera. 9Después llamó Abimelec a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo. 10Dijo también Abimelec a Abraham: ¿Qué pensabas, para que hicieses esto?  

No es que pecase contra él, es que le anuncia el mensaje de Dios, y ante este todos somos hallados culpables y con necesidad de arrepentimiento y recibimiento del perdón de Dios, que está en la fe en Cristo, en la gracia de Dios, para vida eterna.

11Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer. 12Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por mujer.  

Hija de mi Padre, que es Dios. Y la tomé por mujer; a la mente de Cristo.

13Y cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es. 14Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara su mujer. 15Y dijo Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca. 16Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada. 17Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos. 18Porque Yahweh había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara mujer de Abraham.

La casa de Abimelec, que es un hombre al que se le predica, es estéril porque sus ideas no van a convencer a gente libre. Es, pues, cuando ha recibido la predicación, que Dios quita de su alma la limitación, pues ya está sembrada esa tierra-alma, con la semilla de la Buena Nueva, el Evangelio de la salvación por la gracia.

 

III PARTE

CAPÍTULO 21

NACIMIENTO DE ISAAC: Ó LLEGA EL HIJO DE LA LIBRE

1Visitó Yahweh a Sara, como había dicho, e hizo Yahweh con Sara como había hablado. 2Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. 3Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac. 4Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado.  

Se cumple la promesa de que los hijos de Dios deben esperar a tener el tiempo octavo, el del crecimiento espiritual, para que puedan empezar a luchar contra su propia carne. Símbolo de la circuncisión espiritual del corazón.

5Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo. 

Ahora que Abraham es ya anciano de cien años, o sea que el hombre de Dios ya ha crecido espiritualmente, se confirma la promesa de que nacerá el hijo de Sara, el alma de Abraham con la mente de Cristo-Melquisedec. Y se llama Isaac (risa), porque se rio, y por la alegría de la victoria de Dios.

6Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo. 7Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su veje.

 

AGAR  E ISMAEL SON ECHADOS DE LA CASA DE ABRAHAM: LA IDEA DE ESCLAVITUD A LA ORGANIZACIÓN RELIGIOSA ES ABORRECIDA POR LA MENTE DE ABRAHAM

8Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado Isaac.  

Alegría del hombre de Dios que ve cómo su hijo espiritual ya ha sido destetado, ya puede empezar a discernir alimento sólido espiritual para hacerse amigo de Dios. 

9Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. 10Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo. 11Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo. 12Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.  

Dios confirma a Abraham que no dará la descendencia espiritual por el hijo de la esclava, sino por el hijo de la libre. 

13Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente.  

La esclava, que es el sistema religioso, es echado de la mente de Abraham por mandato de Dios, pero promete Dios que de este hijo nacerá una gran nación. Esta nación está representada en la carne por el pueblo Árabe, pero representa a todos los hijos de sistema religioso de cualquier religión del mundo, que aman a Dios, pero no tienen la libertad del amigo personal sin los preceptos, y la pertenencia a la tradición, aunque sea contraria a la Palabra de Dios.

14Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba. 15Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto,  

Y le faltó agua. A la religión siempre le falta agua (presencia de Dios y unción del Espíritu Santo) como a la samaritana que viene al pozo a sacarla porque no fluyen de ella ríos de agua viva.

16Y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. 17Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. 18Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación. 19Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho.  

Ella, la madre del muchacho, su alma de hombre que sigue la doctrina que le han enseñado, (en este caso Agar es de Egipto, o sea que tiene una doctrina del sistema del mundo) no podía ver agua, pero al clamar, Dios tiene misericordia y le abre los ojos para que vea que hay una fuente de agua espiritual, porque él no puede ver sin que Dios se lo desvele.

20Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco. 21Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto.

Y Dios estaba con él y su madre, que es su alma del mundo no edificada, le toma esposa de Egipto. Que Ismael o el hombre de religión, toma para sí una mentalidad del sistema del mundo y mezcla el mundo con la religión, que es el resultado de la mayoría de los hombres de religión. 

 

PACTO ENTRE ABRAHAM Y ABIMELEC: EL HOMBRE QUE RECIBIÓ LA SEMILLA ACEPTA A DIOS

22Aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está contigo en todo cuanto haces.  

El hombre que ve andar a un hombre de Dios reconoce que en él está la mano de Dios.

23Ahora, pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la tierra en donde has morado. 24Y respondió Abraham: Yo juraré. 25Y Abraham reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían quitado. 26Y respondió Abimelec: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy.  

Los siervos de Abimelec son los que han oído de él Palabra de Dios, pero que han tenido sed y le han venido a quitar el pozo de agua, para alimentarse espiritualmente.

27Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos pacto.  

Ahora ya hay dos amigos de Dios que son amigos entre ellos. Se cumple la promesa de Dios a Abraham que tendría descendencia. Abimelec filisteo, o sea alguien del mundo, se convierte al Señor por la predicación de Abraham.

28Entonces puso Abraham siete corderas del rebaño aparte. 29Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte? 30Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.  

Las corderas representan tiempos de sacrificio, como si los siete años, o tiempos espirituales que tardará este nuevo hombre de Dios en traer agua fuesen siete sacrificios, que es lo que le va a costar a Abraham que Abimelec crezca en su conocimiento de Dios. Quiere el hombre de Dios que se reconozca que lo que ha recibido de él, y que es de Dios, no venga luego a decir que es algo que ya sabían, para que se reconozca a Dios, lo que es de Dios.

31Por esto llamó a aquel lugar Beerseba; porque allí juraron ambos. 32Así hicieron pacto en Beerseba; y se levantó Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volvieron a tierra de los filisteos. 

Tierra de los filisteos al igual que Egipto es: de vuelta al mundo, pero con el Señor.

33Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Yahweh Dios eterno. 34Y moró Abraham en tierra de los filisteos muchos días.

 

CAPÍTULO 22

DIOS ORDENA A ABRAHAM QUE SACRIFIQUE A ISAAC

1Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.  

Dios nos prueba para fortalecernos, varias veces en la vida; es una manera de mantenernos en la santidad y con Él. No es algo que agrade a Dios, ni a nosotros, pero es necesario por amor a nuestras almas.

2Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.  

Dios pide al hombre, una vez ha pasado todo el crecimiento espiritual y ve que puede bendecir a la gente, y que pueden conocer a Dios a través de la enseñanza que él trae de Dios, que no se considere a este discípulo e hijo espiritual como un fruto personal, sino que se ofrezca a Dios, o sea que el hombre de Dios se considere siervo inútil, que solo hizo lo que debía, y que la obra es de Dios, aunque es de gran bendición y gozo poder participar en ella.

3Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. 4Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.  

Al tercer día, como la resurrección de Cristo. Abraham levanta los ojos. Dios Padre representado por Abraham, ve que el día de la victoria de Cristo, que es el cordero representado en Isaac, llega al tercer día de la muerte, porque Abraham ya ha estimado en su corazón que daría muerte a su hijo, como El Padre entrega a Su Hijo el sacrificio en la cruz, por nosotros. 

5Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. 6Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.  

Abraham pone la leña, que representa la madera de la Cruz de Cristo que va a ser sacrificado por nosotros, sobre los hombros de Isaac.

7Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?  8Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. 9Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. 10Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11Entonces el ángel de Yahweh le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. 13Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.  

He aquí que había provisto Dios un cordero, que es Cristo, Su único Hijo, para entregarlo en lugar de nosotros, y estaba trabado en el zarzal, como cuando le pusieron a Cristo la corona de espinas en la frente-alma.

14Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Yahweh proveerá. Por tanto, se dice hoy: En el monte de Yahweh será provisto. 15Y llamó el ángel de Yahweh a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16Y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Yahweh, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.  

El Señor por tercera y definitiva vez prueba a Abraham y le bendice, como prototipo de la conducta que espera de las naciones venideras que tengan la misma fe, la de Cristo en nosotros.

18En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. 19Y volvió Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó Abraham en Beerseba. 20Aconteció después de estas cosas, que fue dada noticia a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a Nacor tu hermano:  

El Señor, ahora, además le da familia con la que emparentar a Isaac, pues Rebeca es la esposa de Isaac. El todavía no lo sabe. El Señor, aquí nos confirma que ya ha previsto la continuación de la saga de Abraham.

21Uz su primogénito, Buz su hermano, Kemuel padre de Aram,  22Quesed, Hazo, Pildas, Jidlaf y Betuel. 23Y Betuel fue el padre de Rebeca. Estos son los ocho hijos que dio a luz Milca, de Nacor hermano de Abraham. 24Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, a Gaham, a Tahas y a Maaca.

 

CAPÍTULO 23

MUERTE Y SEPULTURA DE SARA: Ó ABRAHAM TERMINA SU MINISTERIO

1Fue la vida de Sara ciento veintisiete años; tantos fueron los años de la vida de Sara. 2Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla.  

El alma de Abraham termina su ministerio, y ya el Señor le jubila de la búsqueda para que espere a ser llevado con Él. Pero aún le reserva asegurar la continuidad espiritual en Isaac.

3Y se levantó Abraham de delante de su muerta, y habló a los hijos de Het, diciendo: 4Extranjero y forastero soy entre vosotros; dadme propiedad para sepultura entre vosotros, y sepultaré mi muerta de delante de mí. 5Y respondieron los hijos de Het a Abraham, y le dijeron: 6Oyenos, señor nuestro; eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestros sepulcros sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te negará su sepulcro, ni te impedirá que entierres tu muerta. 7Y Abraham se levantó, y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los hijos de Het, 8Y habló con ellos, diciendo: Si tenéis voluntad de que yo sepulte mi muerta de delante de mí, oídme, e interceded por mí con Efrón hijo de Zohar, 9Para que me dé la cueva de Macpela, que tiene al extremo de su heredad; que por su justo precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de vosotros. 10Este Efrón estaba entre los hijos de Het; y respondió Efrón heteo a Abraham, en presencia de los hijos de Het, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo: 11No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en ella; en presencia de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerta. 12Entonces Abraham se inclinó delante del pueblo de la tierra, 13Y respondió a Efrón en presencia del pueblo de la tierra, diciendo: Antes, si te place, te ruego que me oigas. Yo daré el precio de la heredad; tómalo de mí, y sepultaré en ella mi muerta. 14Respondió Efrón a Abraham, diciéndole: 15Señor mío, escúchame: la tierra vale cuatrocientos siclos de plata; ¿qué es esto entre tú y yo? Entierra, pues, tu muerta. 16Entonces Abraham se convino con Efrón, y pesó Abraham a Efrón el dinero que dijo, en presencia de los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes. 17Y quedó la heredad de Efrón que estaba en Macpela al oriente de Mamre, la heredad con la cueva que estaba en ella, y todos los árboles que había en la heredad, y en todos sus contornos, 18Como propiedad de Abraham, en presencia de los hijos de Het y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad. 19Después de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela al oriente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán.   20Y quedó la heredad y la cueva que en ella había, de Abraham, como una posesión para sepultura, recibida de los hijos de Het.

Abraham se empeña en tener su propia tierra para sepultura, y por dinero que Dios le ha provisto, para que nunca nadie reclame sobre la legitimidad de la ancianidad de su ministerio y quede fijado el lugar y la obra de su alma, los furtos para Dios, el legado de la obra del cristiano. 

 

CAPÍTULO 24

ABRAHAM BUSCA ESPOSA PARA ISAAC: BUSCANDO ESPOSA PARA CRISTO

1Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Yahweh había bendecido a Abraham en todo. 2Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, 3y te juramentaré por Yahweh, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; 4Sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.  

Buscar esposa para Isaac, que es Cristo, significa buscar un alma que acepte a Cristo. Quiere Abraham que sea ya su hijo el que siga la descendencia espiritual, y por lo tanto sabe que de su parentela puede tomar una esposa que se convierta al Dios de los cielos.

5El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? 6Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.  

No vuelvas a mi hijo al lugar de donde me sacó Dios, de mi tierra y de mi parentela, y de la casa de mi padre, nunca de vuelta a la tradición contraria a Dios, a la carne, y al mundo.

7Yahweh, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. 8Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo. 9Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio. 10Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.  

Toma el siervo de Abraham, que es cualquier siervo de Dios, diez camellos, o ángeles del Dios de los ejércitos, y todas las bendiciones para dárselas a aquella alma que quiera casarse con Cristo.

11E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua.  

Hizo arrodillar a los ángeles para que intercedieran y se encontrara alma-esposa para Isaac-Cristo. Si no se hubiese encontrado esposa para él, no hubiese seguido adelante el plan de Dios. Por lo tanto, Dios ya había preparado una esposa para Isaac; pero tenemos que ir a buscarla, predicando el Evangelio a todos.

12Y dijo: Oh Yahweh, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. 13He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua. 14Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor. 

Precioso momento en que un hombre siervo de Dios, pide señal a Él para saber cuál es la voluntad Suya y ser así bendecido. En todo debería el hombre peguntar a Dios y Él gustoso le enseñaría: ¡Haz la prueba!

15Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro. 16Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.  

Un alma virgen que no había aceptado a varón, o sea no había consentido en entregar su alma a la religión tradicional, hasta conocer la Palabra de Dios y a Cristo personalmente.

17Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. 18Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber. 19Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber. 20Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos. 21Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Yahweh había prosperado su viaje, o no. 22Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez, 23Y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos? 24Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor. 25Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar. 26El hombre entonces se inclinó, y adoró a Yahweh, 27Y dijo: Bendito sea Yahweh, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Yahweh en el camino a casa de los hermanos de mi amo.

Confirma el Señor a Abraham como su siervo al hallar a la doncella escogida sin él saber nada.

 28Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas. 29Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente. 30Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente.  

El siervo de Dios está con los ángeles junto a la fuente, que es como el manantial de la presencia de Dios que da agua espiritual, aguardando en la obra espiritual que le ha sido encomendada. Esto, hoy también es así en aquellos que buscan esposa para Cristo, también cuentan con ángeles del Señor para ir a buscarla, pero estos no son vistos por los hombres, pero están ahí.

31Y le dijo: Ven, bendito de Yahweh; ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos. 32Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él venían.  33Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.  

El siervo de Dios no quiere disfrutar de las bendiciones materiales, si antes no satisface las del Espíritu. 

34Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham. 35Y Yahweh ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos. 36Y Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene.  

Todo cuanto tiene, la continuación de la descendencia pertenece a Cristo, y luego al Espíritu Santo que está con nosotros todos los días.

37Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;  

No tomarás esposa que sea del mundo, o sea un alma que no quiera salir del sistema de los hombres enemigos de Dios.

38Sino que irás a la casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo. 39Y yo dije: Quizá la mujer no querrá seguirme. 40Entonces él me respondió: Yahweh, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre. 41Entonces serás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento. 42Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: Yahweh, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando, 43He aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por agua, a la cual dijere: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro, 44Y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó Yahweh para el hijo de mi señor. 45Antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des de beber. 46Y bajó prontamente su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré de beber. Y bebí, y dio también de beber a mis camellos. 47Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel hijo de Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente en su nariz, y brazaletes en sus brazos; 48Y me incliné y adoré a Yahweh, y bendije a Yahweh Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo. 49Ahora, pues, si vosotros hacéis misericordia y verdad con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo; y me iré a la diestra o a la siniestra. 50Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Yahweh ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno. 51He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Yahweh.  

Es importante que a las personas que creen a Dios se le cuenten las señales de Dios, pero no a los que no creen, pues no lo recibirán; son perlas del Espíritu.

52Cuando el criado de Abraham oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante Yahweh. 53Y sacó el criado alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.  

Las bendiciones de Dios siguen a los que Le reciben, y a los suyos.

54Y comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana, dijo: Enviadme a mi señor. 55Entonces respondieron su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá.

La carne hace un último intento de retener las cosas del Espíritu, pero el siervo de Dios lucha para que no se eche atrás.  

56Y él les dijo: No me detengáis, ya que Yahweh ha prosperado mi camino; despachadme para que me vaya a mi señor. 57Ellos respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle. 58Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré. 59Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al criado de Abraham y a sus hombres. 60Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y posean tus descendientes la puerta de sus enemigos. 61Entonces se levantó Rebeca y sus doncellas, y montaron en los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca, y se fue. 

Rebeca es llevada por los ángeles de Dios hasta Cristo. Recibe ella la doctrina de la salvación y quiere casarse con Isaac-Cristo.

62Y venía Isaac del pozo del Viviente-que-me-ve; porque él habitaba en el Neguev.  63Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.  

He aquí Cristo que va al monte a meditar y a orar. Él ve como vienen los ángeles y le anuncian la venida de un alma que Le busca y Le ama.

64Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello; 65Porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.  

El alma que es traída a Cristo cubre su desnudez al ver la grandeza del Señor.

66Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había hecho. 67Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre. 

Se consuela Cristo con el alma de los que Le reciben, tras recibir la continuidad, porque el Padre tuvo que proveer a Cristo como pago por los pecados de la humanidad, ya que sin Su sacrificio no habría esperanza para nadie.

 

CAPÍTULO 25

LOS DESCENDIENTES DE ABRAHAM Y CETURA

1Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre era Cetura,  

Abraham aún quiere seguir sirviendo al Señor y vuelve a tomar esposa, que quiere decir que vuelve a poner su alma en funcionamiento, ya que como hombre de Dios, aun en su vejez quiere servir a Dios.

2La cual le dio a luz a Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa. 3Y Jocsán engendró a Seba y a Dedán; e hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim. 4E hijos de Madián: Efa, Efer, Hanoc, Abida y Elda. Todos estos fueron hijos de Cetura. 5Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac.  

Pero todas las actividades nuevas de Abraham y su servicio a Dios son para darle todo el apoyo a Isaac, y para que tenga pueblo al que traer el conocimiento de Dios.

6Pero a los hijos de sus concubinas dio Abraham dones, y los envió lejos de Isaac su hijo, mientras él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental. 

Los hijos de las concubinas, o hijos de las religiones, reciben de Dios dones, pero a su vez son apartados de Isaac, que es Cristo, o sea que están lejos de Él.

 

MUERTE Y SEPULTURA DE ABRAHAM

7Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años. 8Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo.  

Maravillosa vida, la de un hombre que sirve a Dios en todo. Todos los cristianos encontramos inspiración en la vida de Abraham, como padre de la fe.

9Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de Efrón hijo de Zohar heteo, que está enfrente de Mamre, 10Heredad que compró Abraham de los hijos de Het; allí fue sepultado Abraham, y Sara su mujer. 11Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente-que-me-ve.

Confirmación a Isaac, que es Cristo o aquel que tiene a Cristo, de que puede andar en la obra de Dios, con todo lo que su Padre, El Señor le ha provisto.

 

CONCLUSIÓN DE LA HISTORIA DE ABRAHAM

El mensaje que llegará a todas las naciones de la Tierra es el mensaje de la amistad personal con Dios, sin depender de los sistemas religiosos de la tradición o la pertenencia para esta relación. La salvación del alma del hombre para vida eterna, no se obtiene por el esfuerzo personal, ni por el cumplimiento de ningunos preceptos, ni de formas de culto establecidos, sino por la gracia, por la muerte de Cristo, del Cristo-Salvador de la humanidad, de Dios hecho hombre en la persona de Jesucristo, Yahshua, Emanuel que significa Dios con nosotros.

EVANGELIO DE JUAN CAPÍTULO 3

16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha entregado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

JEREMÍAS 31:431 Y HEBREOS 8:11

Y no enseñará ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice El Señor; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

MALAQUÍAS CAPÍTULO 4

5He aquí que yo envío el profeta ELIAS, antes que venga el día del Señor, grande y terrible.

6Y hará volver el corazón de los padres (Abraham, Isaac y Jacob que es Israel) en los hijos (los que crean a Dios de todas las naciones de la tierra) y el corazón de los hijos en los padres. Amén.