RAMAS DEL CRISTIANISMO
© Carlos Padilla – Septiembre 2022
El apóstol Pablo preguntaba retóricamente si acaso estaba dividido Cristo. En su primera carta a los Corintios, capítulo 1, enseñaba: “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
Hasta hoy, la Iglesia de Cristo está compuesta o dividida en varias ramas y denominaciones, ya sean católicas, ortodoxas o protestantes. La cuestión que nos atañe hoy, es, si esta variedad de cultos, órdenes y formas de vivir el cristianismo es aceptable para nuestro Señor Jesucristo, quien dio Su vida por Su verdadera Iglesia, y si podemos seguir siendo verdaderos discípulos, aunque formemos parte de alguna de ellas. ¿Hay todavía una oportunidad para la unidad cristiana, o solo llevaría a un ecumenismo hereje y alejado del verdadero cristianismo, como el primer cristianismo de los apóstoles? Sigue leyendo…
INTRODUCCIÓN
La Historia de la Iglesia nos lleva por un largo camino desde la fundación por nuestro Señor Jesucristo, con Sus apóstoles, pasando por el Cisma de Oriente y Occidente, las Ordenes Monacales, los Concilios, las Misiones, la Reforma Protestante, los Avivamientos Evangélicos, y los Mesiánicos, hasta nuestros días. En este largo recorrido que ha experimentado el cristianismo, habiendo sobrevivido a todas la épocas de la historia, desde Cristo, también se ha producido una ramificación que ya los de Cloé advirtieron y comunicaron al apóstol Pablo, como vimos antes. La increíble variedad de formas de practicar la fe cristiana –siendo que en realidad, más que una religión, es una relación personal con Dios a través de Jesucristo, y por el Espíritu Santo– hace que sea difícil entender si en realidad todo el que se hace llamar cristiano, lo es.
Para estar seguros de que lo somos, de que somos cristianos, de que conocemos a Dios, de que hemos sido salvados por la obra redentora del Hijo de Dios en la cruz del Calvario, y que en Su regreso iremos al Reino de Dios por la eternidad, nos hemos de enfrentar a la misma conversación que tuvo el propio Jesús con Nicodemo, un erudito entre los judíos al que: “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es… …¿Eres tú, maestro de Israel y no sabes esto? Juan 3:3 en adelante. Pero aún hay más.
Por lo tanto, no es por formar parte de ésta o de aquella iglesia o rama de la fe cristiana, sino por haber nacido de nuevo del Espíritu Santo, por conocer a Jesús de forma personal, por conocer la Palabra de Dios que nos da la fe en la obra de Cristo en la cruz, y por vivir una vida que emana el amor cristiano y las buenas obras, guiada por el Espíritu Santo, hasta Su venida. Y a las palabras de Jesús a Nicodemo, el apóstol Pablo también dice en 1 de Corintios 3:16: ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Esto lo dijo tras Pentecostés, que cumplió la profecía de Jesús de que cuando ascendiese al trono de la gloria, a la diestra del Padre, no nos dejaría huérfanos, sino que enviaría al Espíritu Santo. Por tanto, el templo de Dios somos cada uno de los que ha nacido de nuevo, y todos juntos como la Iglesia de Cristo, y no una institución o lugar de culto, ni edificio, que también lo son, pero solo en parte. Por tanto ¡qué maravilla cuando muchos que son templo Suyo se congregan para alabar y bendecir a Dios, y predicar Su Palabra, además de servir al mundo con buenas obras en Su nombre.
Ahora, volvamos a retomar este pequeño viaje por la historia de las ramas del cristianismo. Puedes leer más sobre la historia de la Iglesia en este enlace:
https://www.jesucristo.net/HistoriaIglesia.htm
RAMAS, ÓRDENES Y DENOMINACIONES
La Iglesia se suele dividir en tres grandes ramas conocidas como Católica, Ortodoxa y Protestante. Dentro de cada una hay diferentes ramas, órdenes o denominaciones. Si bien la Iglesia Católica niega tener ramas o denominaciones, sí acepta el concepto de órdenes, pero veremos que hay más que órdenes. La Iglesia Ortodoxa tiene varios ritos. La Iglesia Protestante acepta la evidente gran cantidad de denominaciones.
Antes de adentrarnos en las ramas, conviene recordar una parte de la historia, y cómo las iglesias han mantenido los lugares santos de Jerusalén y de Belén, y cómo ha participado cada una. Fruto de un propósito común que involucra a tres ramas de la cristiandad, es la custodia y mantenimiento, por un lado de la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, y por otro de la Iglesia de la Natividad en Belén, aunque debemos mencionar otros Lugares Santos, como el Huerto de los Olivos, etc. La Iglesia Ortodoxa Griega, La Iglesia Católica, a través de la Orden de los Franciscanos, y la Iglesia Armenia Apostólica, guardan estos santos lugares, que según las investigaciones y la tradición, se cree que son los correctos. Un dato curioso es que es un musulmán palestino de Jerusalén, llamado Adeeb Joudeh es quien tiene las llaves de la Basílica del Santo Sepulcro, y ha de abrirla cada día; su familia ha heredado desde hace siglos ese privilegio, que se inició para que las ramas cristianas dejaran de disputarse el Santo Lugar, dice, desde los tiempos de Saladino, por los cruzados en 1187, pero la otra versión es que sería el propio Saladino, quien construyó el Domo de la Roca, quien querría tener el control de estos lugares. La primera engloba los lugares del Gólgota o Calvario, donde ocurrió la crucifixión de Cristo, y el Santo Sepulcro donde fue puesto Su cuerpo, y donde resucitó Jesús. El segundo es el lugar donde María virgen, dio a luz a Jesús. Construcciones iniciadas en el 326 d.C. a petición de Santa Elena, madre del emperador Constantino. Los estudiosos y arqueólogos, como Gordon, ubicaron recientemente los lugares en emplazamientos distintos. De cualquier modo la unidad cristiana para fines comunes glorifica a Dios en Cristo, y es importante custodiar la historia de la fe cristiana para las siguientes generaciones en base a la historia Bíblica, y qué mejor lugar que Jerusalén, donde han ocurrido, y ocurrirán, los mayores eventos relevantes de Jesucristo para el mundo.
Para que esto haya podido existir, y el hecho de que Tierra Santa haya sido custodiada hasta su entrega a Israel en 1948 por la ONU, después del Holocausto, es de agradecer a la unida conquista entre ingleses protestantes y la legión judía, tras la Primera Guerra Mundial, e ingleses protestantes y legiones árabes después de la Segunda Guerra Mundial, hasta la reunificación tras la Guerra de los Seis Días que venció Israel, cuando fue atacada por la coalición de Egipto, Siria y Jordania, como capital del Estado de Israel. A partir de ahí, las iglesias custodias y los viajes a Tierra Santa son posibles y un privilegio para vivir los lugares Bíblicos, donde caminó Jesús con sus apóstoles, donde se hicieron los milagros, donde murió y resucitó, y donde volverá. Y sobre todo esto, toda la cristiandad de base Bíblica está unida, de un modo u otro. Los grandes viajes de las iglesias Evangélicas a Tierra Santa para enseñar la historia Bíblica en base a las Escrituras, y el apoyo comprometido de EE.UU. y en especial de sus iglesias evangélicas, a los judíos y a Israel, así como a la pujante rama del cristianismo Judío Mesiánico, son nexos proféticos en cumplimiento sobre el Texto de la carta del apóstol Pablo a los Romanos, capítulo 11. La Iglesia empezó en Jerusalén con los judíos, y allí regresará el Señor Jesucristo, Mesías de todos, para cumplir la profecía de un mundo nuevo donde reinaran la justicia y el amor de Dios, y donde habrá una nueva Jerusalén: Apocalipsis, capítulos 21 y 22.
Ramas del Catolicismo y órdenes:
Según el Catecismo de la Iglesia Católica 917, en la Iglesia Católica hay distintas vocaciones, a lo que comparan con un árbol con distintas ramas, pero las llaman formas de vida consagrada para Dios, sea a través de la castidad en el celibato, la pobreza y la obediencia, y algunos lo hacen en clausura monástica o conventual. De estas hay cuatro ramas: las monásticas, las mendicantes, los canónigos regulares y los clérigos regulares.
La “Santa” Inquisición, en el siglo XVI en adelante, se ha dedicado, bajo la orden del Vaticano de aniquilar, matar y destruir a todas las personas, mujeres, niños y creyentes que querían leer la Biblia y conocer la verdad de la Palabra de Dios, y a Jesucristo, porque suponía un peligro que la gente conociera la verdad. Tras la Reforma Protestante, esta malvada institución se camufló en la Contra Reforma para afirmarse en sus tradiciones en contra de la verdad Bíblica del Evangelio y mantener el poder sobre reinos del mundo. Hoy no está en funcionamiento y el Evangelio es proclamado dentro del seno del catolicismo, fomentando Su lectura por todos, aunque mantienen una contradicción al enseñar y practicar tradiciones contrarias al propio Evangelio de Cristo.
Jesuitas o Compañía de Jesús, fundada en el siglo XVI, cuando ya había vientos de la Reforma Protestante. Misioneros, sacerdotes o laicos. Opus Dei, u obra de Dios, fundada a principios del siglo XX por un sacerdote español. Movimiento de Renovación Carismática, aprobado por el Papa Pablo VI en 1975, originado en EE.UU. y parecido al movimiento Pentecostal Evangélico.
En Estados Unidos hay varias Iglesias Católicas, algunas son independientes de Roma, la cual no las reconoce, pero el rito es prácticamente igual, aunque difieren en las doctrinas y en la forma de vida y el matrimonio, como la Iglesia Católica Reformada, o la Iglesia Católica Americana, la Católica de rito oriental, o la Católica Ecuménica. No hace falta decir que con esta lista, no exhaustiva, la Iglesia Católica tiene ramas, órdenes y denominaciones, reconocidas o no.
Ramas Ortodoxas o ritos:
Podríamos decir que el origen de la separación de la Iglesia en dos grandes ramas, se comenzó a fraguar en el 320 d.C. cuando Constantino I trasladó la capital del imperio, de Roma a Constantinopla. Los concilios de la Iglesia se celebrarían en su mayoría allí, o en la región de Oriente, relegando a Roma a un segundo plano. La cultura de Oriente se basaba en la griega, y no en la latina. Tras siglos se produjo el gran Cisma de Oriente y Occidente, en el 1054 d.C. pero ya las iglesia Rusa y Búlgara, así como otras eran iglesias ortodoxas. De ahí disputas entre el papa de Roma y el patriarca de Constantinopla, luego las cruzadas; el resto de la historia es bien conocido, como el Cisma Católico de Occidente, que llegó a producir dos papas que se excomulgaban mutuamente. Hoy también se dan situaciones entre los patriarcas de distintos ritos, que se excomulgan mutuamente, dentro de la Iglesia Ortodoxa. Casi toda la iglesia Ortodoxa está en los países de Europa del este, Grecia, Rusia, y otros países de oriente. Los ritos y creencias no difieren mucho de la iglesia Católica. En lugar de imágenes de talla, usan iconos.
Denominaciones Protestantes y Evangélicas:
La Iglesia Luterana. La Iglesia Calvinista. La Iglesia Anglicana comparte rito, muy similar al Católico, pero es considerada protestante por apartarse de Roma, y tener como cabeza al monarca en lugar de al obispo de Roma. Cada uno puede ubicarla donde crea mejor.
Solo en España, en FEREDE, la Federación representa a las denominaciones que son mayoría, y hay más de veinte, además de las que no forman parte:
Anabautistas, Menonitas y Hermanos en Cristo en España. Asamblea Cristiana. Asambleas de Dios de España. Asambleas de Hermanos. Comunión Anglicana: Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE), y Federación Anglicana (Sección Española de la Diócesis en Europa). Federación de Iglesias Apostólicas y Pentecostales de España (FIAPE). Federación de Iglesias Betania. (FIBE). Federación de Iglesias de Dios de España (FIDE). Federación de Iglesias Evangélicas Independientes de España (FIEIDE). Federación de Iglesias Evangélicas Pentecostales de España (FIEPE). Iglesia Cuerpo de Cristo. Iglesia Evangélica Española (IEE). Iglesia del Evangelio Cuadrangular. Iglesia Evangélica Filadelfia. Iglesias “Buenas Noticias”. Iglesias de Cristo. Iglesias de la Biblia Abierta. Unión Evangélica Bautista de España (UEBE). Unión de Iglesias Cristianas Adventistas del Séptimo Día (UICASDE).
Entre Bautistas, Hermanos y Pentecostales que aglutinan casi todas estas denominaciones, no hay tanta diferencia en los cultos y creencias. Sin embargo sus miembros no comparten el culto. ¿A dónde ha de ir a congregarse o a escuchar la Palabra de Dios un nuevo creyente? Lo habitual es que quien le predica le lleve a su iglesia o congregación, pero no es fácil ubicarse entre tanta denominación. La Biblia es nuestro libro común para todos los cristianos, donde todos debemos confluir como los ríos al mar.
LA UNIDAD CRISTIANA
¿Sería posible la unidad cristiana de todas estas ramas, denominaciones o cultos? ¿Es esta una utopía que solo llevará al ecumenismo hereje, o estarían dispuestas todas las ramas de la cristiandad a crear un credo básico común, una parte del rito o predicación común, de manera que un cristiano pueda decir que es solo “cristiano” sin añadiré ninguna rama, orden o denominación?
Para responder a ello habría que hacer una lista de todas las prácticas, tradiciones y doctrinas que se han apartado de la verdad Bíblica, para eliminarlas en la vida y práctica de los cristianos de cada rama. ¿Lo aceptarían sus líderes y miembros? Habría que crear un concilio universal en el que todos los líderes de todas las ramas participaran, sin discriminación, y aceptar que el resultado sea la base para llamarse cristiano.
Pero si concluimos que solo la Biblia, solo la Palabra de Dios, solo su interpretación desde el Nuevo Testamento es suficiente para que el cristiano encuentre la verdad que debe seguir sin depender ni excluir ninguna rama, hemos concluido esta andadura en busca de la unidad cristiana para la gloria de Dios. ¿Cómo glorificar a Cristo, se sea de la rama de la Iglesia que se sea? ¿Debemos entender y saber ver que Dios hace Su obra en todas ellas, en mayor o menor medida, dependiendo de las diferentes culturas y limitaciones de cada fe y doctrina?
El verdadero cristiano ha de vivir su vida cristiana siguiendo la guía del Espíritu Santo, y debe transmitir el verdadero cristianismo en este tiempo difícil, y en medio de cada grupo cristiano, porque las diferencias las hemos creado los hombres, pero la Iglesia la ha creado el mismo Señor Jesucristo, centro y lugar común de todos los discípulos cristianos desde Su Evangelio para todas las naciones: Mateo 28:16-20.
CONCLUSIÓN
¿Cómo podemos hacer ver a toda la cristiandad que la obra del Espíritu Santo en Pentecostés (50 días) tras la resurrección, después de la ascensión de Jesús formando la Iglesia, es la forma verdadera de vivir el cristianismo en comunidad, sin ramas ni denominaciones? Al igual que en Jerusalén, donde hemos visto que tres ramas del cristianismo, y los viajes, y fomento de la historia del lugar en base a la Biblia por las iglesias Evangélicas, aportan una visión de unidad sobre la Biblia y Jerusalén, también debería ser igual en cuanto a la doctrina, la enseñanza, la práctica y la vida cristiana.
A principios del siglo XX el Consejo Mundial de Iglesias se hallaba en una fase en pos de la unidad cristiana. Varios movimientos, no solo en occidente, sino en oriente, y no solo en el norte, sino que ahora el sur de América y África, o la India, y hasta Jerusalén participaban con ánimo. Las dos Guerras Mundiales afectaron en parte, pero no destruyeron ese espíritu de unidad en la misma causa de glorificar a Jesucristo, en espera de Su regreso. Hoy, un siglo más tarde, aunque el mundo se encuentra enfrentando en parte al secularismo en occidente, son los misioneros de los últimos lugares de la tierra evangelizada los que ahora vuelven a occidente trayendo la Palabra de Dios, junto a los Judíos Mesiánicos que predican a Jesucristo en Jerusalén, el Mesías Yeshua o Yahshua antes de Su venida.
Pero no se trata de la unidad per sé, se trata de la gloria de Dios, de que nuestro Señor Jesucristo sea predicado para salvación de los oyentes para vida eterna, conocido en persona, y anhelado en Su segunda venida, la cual está más cerca que nunca. La unidad cristiana se basa en puentes de paz y de comunicación, no admite herejías, y mira al ecumenismo con prudencia, pero sí ama a su prójimo, sobre todo si es cristiano, como decía el gran predicador Billy Graham. Me gustaría cerrar con unas palabras de nuestro Señor Jesús: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Juan 13:34-35. ¡Amén!