PRUEBAS ESPIRITUALES II
EL PROPÓSITO DE LA PRUEBA
©
Carlos Padilla, Febrero 2011
Dios nos prueba varias veces en la vida
para hacer de nosotros verdaderos discípulos, a veces de forma intensa. Algunas pruebas
que experimentamos parecen no tener sentido ni explicación. Una vez hemos pasado
por ellas podemos sacar en claro el propósito de Dios. Otras pruebas nunca las
entenderemos y nos parecerán ser castigos injustos que sólo entenderemos en la
eternidad. Cuando confiamos en Dios y en Su justicia es cuando esperamos incluso
a que en la eternidad podamos entender aquello que no entendemos ahora. Nuestra
confianza en Dios es nuestra fuerza espiritual en estas circunstancias porque Él es nuestra esperanza, aun en
las pérdidas más dolorosas o en las experiencias peores, el corazón Cristiano
será sustentado por el Espíritu de Dios, porque Él es quien nos ha llamado a Su
presencia por el Evangelio, por la revelación del Espíritu Santo, en la obra de
Su amado Hijo Jesucristo.
Si te encuentras
en medio de una prueba, y creo que todos lo estamos en mayor o menor
medida varias veces en la vida, éste viaje por las pruebas, los personajes Bíblicos y sus pruebas que
vimos en la primera parte de este estudio, al que titulé "Pruebas
de Fe. Cuando Dios prueba nuestra fe", junto con otros
personajes y otras referencias de la historia que veremos en ésta, la segunda
parte del estudio, nos ayudarán a tener esperanza en
medio de un mundo lejano a la relación personal con Dios en Cristo.
EL PROPÓSITO DE LA PRUEBA
LA FORJA DEL CARÁCTER CRISTIANO PARA LA PERSEVERANCIA EN
JESUCRISTO
La prueba es absolutamente necesaria para forjar el carácter del hombre y sacar
nuestra verdadera esencia. Nos enseña a nosotros mismos de qué estamos hechos,
hasta donde podemos llegar, que siempre es mucho más lejos de lo podríamos
imaginar, si estamos con Dios, nuestro Padre. No hay límite para Dios; sí lo hay para nosotros, y sólo nuestro Padre conoce el nuestro, porque Él hizo
nuestro espíritu. La Biblia dice que el espíritu del hombre solo es conocido por
el hombre, y el Espíritu de Dios es el único que conoce lo más profundo de Dios,
1Coríntios 2:10 y esto es lo que el Hijo nos revela del Padre y de nosotros mismos
por Su Espíritu.
Mas nos vale que Dios pruebe
nuestro corazón; si no nos prueba tenemos que preocuparnos. Él nos ama y nos
disciplina en prueba, demora, desierto, exhortación, etc., hasta que estemos
preparados para el siguiente paso en la vida. Las bendiciones demoradas, las que
sabemos que Dios nos va a conceder, pero que se demoran en el tiempo, prueban la
fe. La mayor prueba para nosotros es la del corazón, para ver si amamos a los
hermanos, si amamos fraternalmente, no solo a Dios, sino a los que Él ama, a
nuestro prójimo. No hay progreso sin esta prueba de la cual hablaremos en su
apartado dedicado. Dios probó a Job hasta el final, hasta que pensaba que
moriría, y a nosotros también nos probará porque sin prueba no hay crecimiento, así que
confía en el Señor porque Él no ha escatimado morir por nosotros, así que no nos
dejará ni nos desamparará, por muy dura que sea la prueba, aunque pensemos que
hemos perdido la esperanza, la fe, la vida, aunque andemos en valle de sombra de
muerte, no temeremos mal alguno porque Dios está con nosotros... Salmo 23. La gracia de Dios nos inundará de lo alto, todo es parte del
propósito de Dios en nuestras vidas, confiemos en Él, aunque sea fácil de decir
y difícil de hacer, ésto solo lo saben los que realmente han sido probados, pero
con virtud nos levantamos y pasamos el valle de la sombra de la muerte, para
venir a los lugares de delicados pastos a descansar, junto a las aguas de reposo
en las que nos pastoreará el Señor.
Dios tiene un proyecto para cada persona. Nuestra labor es
descubrirlo y vivirlo con Él. Es además el proyecto de cada uno lo que más nos
llena, lo que está escrito en nuestro corazón desde antes de la fundación del
mundo. Ningún otro proyecto nos llenará. Es como un programa informático, sólo
puede desarrollarse completamente para hacer lo que está programado, aunque muchos usemos
programas para otras cosas, porque también las pueden hacer. Con nuestras vidas
pasa igual, podemos hacer distintas cosas, pero no es hasta que descubrimos
nuestro proyecto de vida que estaremos satisfechos haciéndolo. Para esto sirve
también la prueba, pero tenemos que dejarnos llevar en las manos de Dios, no
luchar contra Él, dejarle hacer Su obra en nosotros, dejarle quitar aquello y a
quienes nosotros tenemos apego, pero que no forman parte de nuestras vidas en el
proyecto del Padre, y esperar a que Él ponga a quienes y aquellas cosas que sí
son para nosotros. ¿Estaremos dispuestos y oraremos en este sentido hasta ver
con claridad?.
Abraham, creo que es el mejor ejemplo, el más completo de un
hombre de Dios que se marcha de su tierra, de su parentela, y deja todo atrás,
llevando sólo a su familia en busca de la tierra prometida por el Señor, hasta
encontrarla. En el camino tiene que pasar muchas pruebas, pero el resultado es
la bendición de Dios. Rut es otro magnífico ejemplo de una mujer de Dios que se
deja llevar por el proyecto de Dios para ella. Viuda y sin provenir, se marcha
con su suegra con determinación, allí a donde ella vaya y a subsistir como ella
le diga, siguiendo a su Dios. De nuevo las pruebas son grandes, y el final la
bendición de Dios.
El
Joven rico era justo en cuanto a la ley, cuando preguntó lo que le faltaba para
heredar la vida eterna, Cristo prueba su corazón pidiéndole que venda
todo lo que tiene y lo de a los pobres,
él se entristece por sus riquezas
y tenía que entender también que se
desprendiese de su propia justicia y tomase su cruz y siguiera a Cristo.
Marcos 10:21. La prueba nos capacita para la Gran Comisión, para un ministerio,
para servir a Dios bajo Sus criterios.
PRUEBAS DEL RECIÉN CONVERTIDO A CRISTO
¿Cuántos cristianos confirman que nunca les
advirtieron de las pruebas que vendrían inmediatamente después de recibir a
Cristo como Salvador?. En mi caso parece una constante oir esta confirmación de
cada cristiano que conozco, es por ello que al predicar anuncio el Evangelio y
las pruebas de la fe que vienen a continuación y son precisamente una
confirmación de que el paso de fe ha sido real, no una mera experiencia social.
Problemas con la familia, tal y como anuncia Jesús:
...y los enemigos del hombre serán los de su casa... Mateo 10:36. Seguido del
reto de Cristo al referirse a quienes realmente Le van a seguir por encima de
padre, madre, esposa, hijos, pertenencias, proyectos, y aun de sus propias
vidas, Lucas 14:26, porque en todos y cada uno de los contextos de la vida y con
cada una de las personas seremos probados en el momento en que demos testimonio
de nuestra fe. Cualquier cristiano maduro ya lo ha experimentado y lo puede
confirmar. Pero a los nuevos convertidos a Cristo ¿cuántos les anuncian las
pruebas por las que el Señor les pasará?. Es nuestra obligación anunciarlo para
que el nuevo cristiano ore al Señor para que le fortalezca espiritualmente y
para que esté preparado. El hecho de ser perseguido y probado por amar a Cristo
es una prueba indubitable de que hemos dado el paso verdadero ante Dios y es de
gran gozo para el nuevo creyente, y de confirmación de que el mundo está en su
contra y Dios de su parte. El Evangelio lo anuncia con claridad, nosotros
haremos lo mismo por amor a los nuevos hermanos/as y para honrar la Palabra de
Dios.
DIOS PRUEBA AL CRISTIANO QUE SE HA SECADO
ESPIRITUALMENTE O SE HA QUEDADO TIBIO
Por otra parte encontramos a cristianos que por
distintos motivos durante sus vidas, han dejado su primer amor a Cristo, se han
secado viviendo en sus propios proyectos o se han hecho tibios, no comparten el
Evangelio a su alrededor, ni con sus vecinos, solo acuden a congregarse por
costumbre, por la pertenencia a la comunidad y han perdido el celo de Dios, y
Dios es un Dios celoso, como Él mismo dice: Éxodo 34:14Porque
no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Yahweh, cuyo nombre es Celoso,
Dios celoso es. 15Por tanto, no harás alianza con los moradores de
aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y ofrecerán sacrificios
a sus dioses, y te invitarán, y comerás de sus sacrificios; 16o
tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus
dioses, harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de ellas.
17No te harás dioses de fundición.
Pero como Dios no escatimó ni a Su propio Hijo,
sino que lo entregó a muerte, y muerte de Cruz, no escatimará probar y
disciplinar a todo hijo que se quede seco o tibio, porque este estado es una
peligrosa antesala en la que muchos pierden la fe, para que no haya sido en vano
la Sangre de Cristo que una vez recibió ese discípulo cuando se convirtió.
...Porque el Señor al que ama disciplina y azota a todo el que recibe por
hijo... Hebreos 12:6.
DESCUBRIENDO LOS VERDADEROS HERMANOS EN LA PRUEBA
Otro de los resultados maravillosos de la prueba de Dios en
nuestras vidas es que nos permite ver quienes son verdaderamente nuestros amigos
en Cristo, nuestros verdaderos hermanos, los que están a nuestro lado cuando
estamos en el desierto. Como a Job, sus amigos no le dijeron la verdadera causa
de su situación, hasta que vino Eliu, figura de Cristo, quien como verdadero
hermano y amigo le habló la verdad y le ayudó a salir adelante. No solo le
exhortó sino que también le ayudó a ver la situación pacientemente hasta que Job
pudo entender.
Un verdadero amigo en Cristo te dirá la verdad, pero será misericordioso y
compasivo, te ayudará, se ofrecerá a servirte. Por el contrario los que se
llaman hermanos y solo están dispuestos a condenarte y cuando fallas, si pecas, aunque te arrepientas,
siete o setenta veces siete, nunca te perdonan, solo sirven
para tratar de hundirte más, guardan rencor toda la vida. De esta forma el Señor
nos enseña quienes son verdaderos cristianos. Oraremos más por éstos y no daremos falso testimonio de
ellos, porque son los que necesitan madurar más, y los que sin duda veremos en
el desierto, en la prueba, en el horno de Dios, porque Dios al que ama
disciplina y prueba a todo el que recibe por hijo.
Dios es el mejor Padre. No es como nosotros que somos más
tolerantes y permisivos, por la debilidad de nuestro carácter para con los
hijos. Recordemos esto, los verdaderos amigos en Cristo los encontraremos cuando
nos
hallemos en medio de la prueba, en la necesidad, en la enfermedad, en medio de los
problemas. Cuando todo va estupendamente muchos vendrán a nuestro lado y se
mostrarán amigos. Esperemos a la prueba para ver quienes son los verdaderos, y
esperemos la prueba de ellos para mostrarnos amigos con aquellos que están en el
desierto, seamos buenos amigos en Cristo, de verdad, sirvamos a quien lo necesite,
exhortémosle con
la verdad, pero nunca olvidemos que el
Señor es misericordioso y nos habla la verdad con amor, aunque nos discipline,
depende de la dureza de nuestro corazón. No somos mejores que los demás, ni
estamos por encima de ellos. Sólo Cristo está por encima de nosotros. Los
líderes, los pastores, los ancianos de la Iglesia son los primeros que han de
dar ejemplo.
DIOS ES LA PRUEBA MAS GRANDE PARA EL CORAZÓN
Dios
demanda el primer lugar en nuestra vida, y es que sin Dios nada somos. Él nos ha
creado y nos da la salvación, nos espera durante la vida, como al hijo pródigo para que nos volvamos a
Él, como Padre. No escatimó dar a Su Hijo por nosotros para demostrarnos Su amor
eterno. La pregunta para nosotros es evidente ¿amamos a Dios y Le buscamos a Él,
o lo que buscamos son Sus bendiciones, que nos vaya bien en la vida, con un marido o
esposa ideal, hijos sanos y bendecidos, amigos y familia estupenda, que nos
conceda salud, felicidad, dinero, éxito, paz, etc.? Y todo esto nos concede
Dios, pero éste es el mayor problema,
porque todas estas cosas se suelen poner antes que a Dios, se convierten en
ídolos, y Jesús es muy claro a este respecto: ...El que ama a padre o madre más
que ami, no es digno de mi; el que ama a hijo o hija más que a mi, no es digno
de mi; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mi. El que
halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Mateo 10:37. ...Mas buscad el Reino de Dios y todas estas cosas os serán
añadidas. Lucas 12:31.
La
relación con Dios es tan fuerte que nos sobrepasa completamente. Cuando amamos a
Dios no hay nada más fuerte que Él en nuestro corazón, en nuestros sentimientos,
en nuestra mente, pero si dejamos enfriar el amor a Dios en Cristo y se
anteponen otras personas o cosas, Dios, que es celoso, Éxodo 34:14, nos buscará.
Las bendiciones de Dios demoradas prueban nuestra relación
personal con Dios además de la fe, como por ejemplo en el nacimiento de un hijo
en la vida de Abraham, Génesis 15:2.5 en una larga espera por Isaac, de casi toda
su vida, 21:2 pero una vez concedido le fue pedido en sacrificio, y una vez
probado su corazón concedido definitivamente 22:8-14. Obedeció a Dios. El don
del Espíritu tardó un tiempo en venir sobre los apóstoles desde la ascensión de
Cristo, hasta Pentecostés, Lucas
24:49. Otra prueba fue la muerte de Lázaro, amado amigo de Jesús, quien
permaneció dos días más en el lugar cuando Le informaron que Lázaro estaba gravemente
enfermo. María, la hermana desesperó, pero Jesús tenía el propósito de la
resurrección, Juan 11:6, 32, 43, 44. Pablo perdió toda esperanza de salvarse
tras la tempestad en el mar cuando vieron que no aparecía ni sol, ni estrellas
por muchos días, pero puesto en pie anunció que ninguno moriría porque Dios le
había visitado en medio de la tempestad y dicho que tendría que comparecer ante
César, y se le habían concedido todos los que están con él en el barco, Hechos
27:20-44
Contarle a Cristo nuestra situación en toda prueba es fundamental, la cual Él
está compartiendo aunque no Le veamos, por lo que Le contaremos todas nuestras
experiencias a
Jesucristo: Nuestros peligros, Mateo 8:25. Nuestras preguntas, Mateo 24:3.
Nuestras enfermedades, Marcos 1:30. Nuestras dificultades, Marcos 6:35,36.
Nuestras necesidades, Marcos 10:51. Nuestros fracasos, Marcos 9:28. Nuestros
problemas familiares, Lucas 9:38. Nuestras victorias, Lucas 10:27. Nuestras
desilusiones, Lucas 24:18. Y nuestros desconsuelos, Juan 11:21.
LA PRUEBA DE LA VIDA MISMA
En la
historia real narrada en la película "Buscando al Soldado Ryan" cuando llega al final de
su vida, muy mayor, acompañado de toda su familia, Ryan visita la tumba del
capitán Miller, en el Cementerio Americano de Normandía, y al llegar a la tumba,
tras un acelerado ascenso por la colina, con ojos enrojecidos y respirando con
dificultad, cae de rodillas ante la cruz con el nombre del capitán. Su esposa se
le acerca y él le pregunta esperando recibir respuesta con lágrimas en los ojos:
¿He sido un buen hombre, he vivido una vida que haya merecido la pena?. Su
esposa no entiende su pregunta pero le responde con toda la solemnidad posible:
Sí, eres un buen hombre. Antes de marcharse con su familia, Ryan se cuadra en
posición de firmes y saluda en honor a su capitán que le salvó la vida.
En la película,
podemos recordar que Ryan es buscado justo después de la
batalla del Día D, en la Segunda Guerra Mundial por un comando formado por siete
hombres y el capitán Miller, que recibe la orden de llevarle a casa a salvo. Ryan es el cuarto
de los hijos de una madre que ya había perdido a sus otros hijos en guerra, lo
que produjo que el General Marshall personalmente, expresando que esta madre ya
había contribuido bastante a su país con tres de sus cuatro hijos muertos en
combate, diera la orden de enviar un comando especial para traerle con vida a
casa y entregarlo a su madre. La historia real llega a su punto álgido, cuando el capitán Miller
encuentra al soldado Ryan finalmente, junto a lo que quedaba de su Compañía, la
506 Baker en medio de un bombardeo, junto a un puente clave sobre un río alemán.
Miller le explica la misión y le ordena que vuelva con ellos. Ryan le dice que
de ninguna manera va a dejar a sus compañeros de combate y que no va de vuelta a
casa. Lo que estaba a punto de suceder le convencerá, cuando el capitán le
cuenta que ya han muerto por él casi todos los componentes del comando y
definitivamente cuando el capitán muere en brazos de Ryan en medio de un ataque
alemán, diciéndole a Ryan en su último aliento: "Ryan, gánese esto, gáneselo".
Aquello que se había hecho por él sería una carga tan pesada en su vida que
jamás olvidaría las palabras y la mirada del capitán Miller. Todo el comando
murió por Ryan pero cumplieron su misión gracias a que en el mismo momento
llegaron los refuerzos americanos. Ryan viviría el resto de su vida,
sería un buen hombre, honrado, formaría una maravillosa familia y viviría una
buena vida cristiana, pero con la carga de vivir una vida que realmente hubiera
valido la pena aquel sacrificio, y luchó por merecérselo, por lo que necesitaba
la respuesta a su angustiado esfuerzo.
Esta
historia, que todos hemos visto en la película, es narrada de un modo similar en el
libro de Charles "Chuck" Colson "The Good Life" que un amigo norteamericano me
regaló, en el que me he inspirado para este enfoque sobre la prueba de nuestra
vida ante Dios, porque cuando lo leí, hace unos meses, me pareció una magnífica
forma de confrontarnos con la vida, la vida cristiana, por la que Cristo murió
por nosotros. Colson se convirtió a Cristo a finales de los sesenta. Fue
consejero especial del presidente Richard Nixon, y parte de los miembros del
gobierno acusados en el caso
Watergate que forzó la dimisión del presidente, y por el que Colson sirvió
algunos meses en prisión. Al salir fundó el ministerio cristiano de prisiones
Prison Fellowship Ministries, es escritor cristiano, tiene un programa de radio
y escribe, entre otros en Christian Post. La vida de Colson y su experiencia es
también una prueba que él mismo utiliza como testimonio para otros, a los que
trae esperanza de que en Cristo todo es posible, aunque estemos en medio de una
tragedia personal, o colectiva, Jesús nos sacará adelante más fuertes y
forjados por el fuego de la prueba. Según sus propias palabras, sin esta
experiencia nunca hubiera podido vivir la vida que ha vivido.
Del
mismo modo cada uno de nosotros al mirarnos al espejo, debemos preguntarnos lo
mismo, y preguntarle a Jesucristo lo mismo, ¿estoy viviendo una vida que merezca
la pena que Tú, oh Señor hayas muerto por mi?. ¿Estoy siendo el cristiano, la
clase de discípulo y de hijo de Dios que Tú quieres que sea. El marido o esposa que debo ser. El padre o
la madre de mis
hijos que ellos merecen. El hijo o hija que mis padres merecen. El hermano o
hermana que mis hermanos deben tener, tanto en la familia como en la Iglesia? Y
todas aquellas preguntas que el Espíritu nos lleve a hacernos y a hacerle a Él.
Como
Ryan, muchas personas a lo largo de la historia han tenido vidas con grandes
pruebas, cargas, conquistas, como toda vida; la nuestra incluida.
Cristóbal Colon (1436 - 1506) De
ascendencia judía no probada, su determinación en buscar tierras más allá de las
conocidas se resume en esta frase: “Me abrió Nuestro Señor el entendimiento con
mano palpable a que era hacedero navegar de aquí a las Indias, y me abrió la
voluntad para la ejecución de ello. Y con este fuego vine a Vuestras Altezas".
Así se presentó ante los Reyes Católicos, buscando financiación para sus viajes.
Pero anteriormente ya lo había hecho, sin éxito, ante el rey Juan II de
Portugal. Los reyes españoles no aceptaron su propuesta a la primera, así que
probó de nuevo en Portugal. Bien podría haber sucumbido en esta prueba en la que
nadie le creía o no pensaban que su proyecto mereciera la financiación. Su viaje
cambió el mundo.
La música clásica saldría del horno de
varios compositores como Wolfgang Amadeus Mozart (1756 - 1791) que fue uno de
los más brillantes, admirado por compositores tan relevantes como Beethoven,
quien compondría una obra para piano en su memoria, o Rossini quien dejó una
célebre frase sobre Mozart: es el único compositor que tiene tanto conocimiento
como genialidad y tanta genialidad como conocimiento. Sin embargo vivió
consciente de su muerte por una enfermedad mientras compuso su famoso Réquiem,
dedicado a su propia muerte.
Beethoven (1770 - 1827) hijo de familia
modesta en la que el padre era alcohólico y su madre estaba habitualmente
enferma. Con un talento musical innato, tuvo la presión de su padre que quería
que fuese un prodigio como Mozart. A los 17 años, por la muerte de su madre y el
alcoholismo y depresión de su padre, tuvo que hacerse cargo de su familia. A los
30 años su creciente sordera le hace cuestionarse su carrera y su vida, pero
sigue adelante y en ese periodo compone sus obras más grandiosas.
Copérnico (1473 - 1543) fundador de la
astronomía moderna, con sus trabajos demostró que la Tierra no era el centro del
universo sino que giraba alrededor del Sol junto con otros planetas. La iglesia
Católica rechazó sus teorías. Galileo Galilei (1564 - 1642) defensor de la
teoría heliocéntrica de Copérnico y autor de diversos trabajos sobre astronomía,
sufrió la persecución de la iglesia Católica que le condenó a cadena perpetua en
prisión. Fueron probados duramente por sus revelaciones y sus pruebas les
acercarían a Dios ante una iglesia impía. La verdad de sus revelaciones
cambiaría el mundo en un tiempo en el que ni la iglesia oficial conocía la
Biblia.
Einstein (1879 - 1955) es considerado el científico más
importante del siglo XX. De origen judío, con la llegada de Hitler al poder tuvo
que emigrar a Estados Unidos. Varios científicos de ideología nazi, incluyendo
premios Nobel de Física (Starck y Lenard) intentaron desacreditar sus las teorías. Siempre reconoció la existencia de Dios “Dios no juega a los dados”.
William Wilberforce (1759 - 1833) se
convirtió al Cristianismo con 25 años, y su fe le llevó a luchar por la igualdad
social, especialmente la abolición de la esclavitud, a lo que se dedicó durante
18 años presentando mociones en contra de la esclavitud en el parlamento
Británico, sin embargo las rechazaban, y su lucha le costó la salud. Logró su
aprobación poco antes de su muerte. Una de sus mayores influencias fue John
Newton (1725 - 1807), compositor del famoso himno "Amazing Grace" amigo de la
familia y pastor protestante que antes de su conversión a Cristo había sido
comerciante de esclavos. Newton le apoyó tanto a nivel espiritual como personal
para que no abandonase la política y sirviese al Señor desde la posición social
que Dios le había otorgado, hasta abolir la esclavitud.
Sin ninguna duda, los esfuerzos de
Wilberforce, un hombre blanco, animarían a
Nelson Mandela quien vivió en prisión veintisiete años en su lucha contra el
apartheid, una prueba dura para una vida. Su recompensa y su tenacidad
por la convicción de sus ideales, ser elegido democráticamente como el primer
presidente de Sudáfrica en un proyecto de nación multirracial. Todo un ejemplo
de cómo mantenerse anclado en la fe y en la convicción de que caminamos en el
propósito del llamado de nuestra vida.
Florence Nightingale (1820 - 1910) nació
en una familia acomodada y creció en la Inglaterra Victoriana. Se enfrentó a sus
padres y familiares para poder estudiar matemáticas y no reducir su futuro a
casarse y ser ama de casa. Mujer inteligente y de carácter, y sobre todo una
devota Cristiana, a los 17 años dijo sentir la llamada del Señor para servir a
los demás. En sus propias palabras: “Hoy cumplo 30 años – la edad a la que
Jesucristo comenzó su misión. No más cosas infantiles. No más amor, no más
matrimonio. Ahora, Señor, permite que solo piense en Tu Voluntad, lo que Tú
deseas que haga. Oh Señor, Tu Voluntad, Tu Voluntad”. Luchadora incansable en
una época en la que se discriminaba a la mujer, es conocida como la madre de la
enfermería moderna pero también fue estadista, educadora y administradora.
Lincoln (1809 - 1865) nunca perteneció
formalmente a una iglesia pero defendía la existencia de la Verdad que estaba
en las Escrituras. Tal y como afirma Génesis, "todos los hombres han sido
creados a la imagen y semejanza de Dios", lo que convertía la esclavitud en
inaceptable. Su vida no fue fácil, ni en el ámbito personal, ni en el
profesional, ni el público, pero en todo momento se apoyó en su fe en Dios y en
la Biblia. La gran mayoría de norteamericanos le consideran el presidente
más importante de su historia.
Sabemos que nuestra vida cristiana está compuesta de unos fundamentos que
componen el ministerio común a todos los cristianos, nuestro sacerdocio, 1Pedro
2:9. Éste se compone de la Gran Comisión, predicar el Evangelio a nuestro
alrededor. El Gran Mandamiento, amando a Dios por encima de todos y de todo. La
Regla de Oro, tratando a nuestro prójimo como a nosotros mismos y en toda buena
obra. Y el fruto del primero y el último, el Mandamiento Nuevo, que nos amemos
los unos a los otros como Él nos ha amado, de modo que sepan que somos Sus
discípulos. Con estos cuatro pilares de la estructura de nuestro templo
espiritual interior, les aseguro, como ya experimentan, que viviremos una vida
de constante prueba de forja espiritual, una vida que llegará tarde o temprano a
ser una vida de bendición y reflejo de Cristo, por la obra del Espíritu Santo en
nosotros.
Estas
notas de la historia son confirmadas en la forma en que Dios nos enseña al
probarnos en la vida. Al probar nuestra vida interior tenemos a David hablando
con Dios en el Salmo 17:3: ...Tú has probado mi corazón, me has visitado de
noche; Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste... La prueba es un proceso
de refinación necesario para nuestro corazón como vemos en Zacarías 13:9: ...Y
meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y
los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré:
Pueblo mío; y él dirá: Yahweh es mi Dios... En la forma en que hemos construido
nuestras vidas tendremos la prueba de la tormenta, Lucas 6:48: ...Semejante es
al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la
roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa,
pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. La prueba final la
encontramos en 1Corintios 3:13: ...la obra de cada uno se hará manifiesta;
porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada;... ... y la obra de
cada uno, sea cuál sea el fuego la probará. Santiago 1:12.
LA ÚLTIMA PRUEBA DE LA FE: LA MUERTE.
Ante
la muerte muchas personas, incluso muchos cristianos, encuentran una prueba casi
infranqueable. En realidad es una prueba de fe, si no creemos de verdad en
nuestro corazón en la resurrección de Cristo, que hemos recibido Su salvación,
que tenemos vida eterna en Su venida para establecer Su Reino, si no creemos
todo esto de corazón, que vamos a ver a Jesús tras cerrar los ojos y abrazarle, la muerte será un muro infranqueable. Por el contrario, si
nuestra fe en la obra del Hijo de Dios y su efecto en nosotros, si nuestra
conciencia arrepentida está tranquila por nuestra vida ante Dios y ante el prójimo, sabiendo
que somos hechos justos y perfectos por Cristo, y no por nuestros méritos, pero
conscientes de nuestros frutos, entonces la muerte queda sin ningún poder, como
decía Pablo: ...dónde está oh muerte tu aguijón, oh sepulcro tu victoria...
1Coríntios 15:55, y esperamos en paz encontrarnos con Jesús y abrazarle para
siempre en el seno del Padre, en la presencia del Espíritu Santo.
¿A
dónde van los muertos?. Debemos recordar el Texto sobre la resurrección de los muertos en
Ezequiel 37 llamado el Valle de los huesos secos. En su Biblia.
LA
MAYOR PRUEBA DE TODAS: EL AMOR, Y AMOR DE DIOS.
La
mayor prueba de todas es el amor. El amor es algo que tenemos delante de
nosotros todos los días, y que está en nosotros darlo o no darlo, recibirlo o no
recibirlo.
...Un
mandamiento nuevo os doy; Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que
también os
améis los unos a los otros... Juan 13:34. Este
mandamiento es la prueba para nosotros de que amamos a Dios, y es también para
Dios la prueba de que Le amamos. 1Juan 3:16 nos habla de nuevo de este
mandamiento que Jesús nos enseña en Juan 13:31-35 cuyo último versículo muestra
porqué Jesús nos enseña este mandamiento y lo llama nuevo, porque es el fruto de
Su obra en la Cruz por nosotros: ...En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros...
Probémonos a nosotros mismos, reconozcamos si amamos a los hermanos mirando
nuestros frutos, nuestro trato, nuestro corazón, nuestros sentimientos, pues es
aquí en nuestra intimidad del alma, donde no hay engaño, donde el único que
tiene acceso, aparte de nosotros, es el Espíritu de Dios. Desgraciadamente hay
muchos que no quieren mirar en su interior porque saben el estado de su alma y
de su corazón, que se traducen en el estado de su espíritu.
Dios
nos amó a nosotros primero, somos hechura Suya y Cristo se dio por nosotros antes que el
mundo fuese creado, cuando vio con el Padre que el hombre se apartaría a vivir
su propio proyecto. No obstante, conociéndonos, no nos abandonó y proveyó
nuestra salvación esperando a nuestro arrepentimiento muriendo en la Cruz en
nuestro lugar para darnos la esperanza viva de la resurrección y la vida eterna.
Esa
vida eterna tiene dos significados. El primero es el que todos entendemos a
primera vista, la vida eterna en el paraíso de Dios cuando venga el Reino de
Dios, al regreso de Jesucristo. El segundo, es menos conocido, aunque igualmente
Bíblico, pero para el que hay que tener oídos para oir. Me refiero a la
enseñanza de Jesucristo al orar al Padre en Juan 17:3 ...Y esta es la vida
eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien
has enviado... Según Jesucristo la vida eterna es conocerle, no hay que esperarla, está delante de
nosotros, es una vida con Dios para todos los días en Jesucristo. El Padre nos
envía a Su Hijo para que creyendo en Él tengamos acceso a Su presencia. El Hijo
nos lleva al seno del Padre para que por nosotros mismos podamos estar en la
presencia de Dios de la mano del Espíritu. Se trata, en otra referencia del Nuevo
Testamento, (bajo cuyo Espíritu hemos de entender toda la Biblia), de vivir en
el Reino de Dios ahora. Sí, aunque parece algo difícil de entender, es
precisamente de esto de lo que hablaba Juan el Bautista cuando clamaba:
...Arrepentíos, porque el Reino de los cielos se ha acercado... Mateo 3:2, lo que el mismo
Jesucristo no tardaría mucho en confirmar predicando del mismo modo:
...Arrepentíos, porque el Reino de los cielos se ha acercado... Mateo 4:17 de
que Aquel que es el Reino de Dios estaba en medio de ellos. Hoy también lo está
en Espíritu para que tengamos una relación personal con Él.
Si
comprendemos que la mayor de todas las pruebas es el amor, porque no nos es
natural amar a hermanos desconocidos, y mucho menos a enemigos con la esperanza
de que se salven, es entonces cuando comprenderemos la obra de Dios por
nosotros. Dios ha pasado y está pasando la mayor de todas las pruebas. Son tres
personas en la Divinidad de Dios, el único Dios experimentando la prueba en tres
personas. En primer lugar el Espíritu está pasando diariamente la prueba de
amarnos en nuestras debilidades, contra nuestra carne, contra nuestra mente y no
deja de interceder con gemidos indecibles, Romanos 8:26, protegernos, abogar por
nosotros, y consolar nuestro corazón para que caminemos firmes como cristianos.
Sin Él sería imposible vivir una vida cristiana y permanecer en el Camino de la
fe. El Espíritu Santo cumple cada día la mayor de prueba de amarnos.
En
segundo lugar, Jesucristo pasó la prueba a la que se comprometió antes de la
fundación del mundo, estando en el trono de la gloria con el Padre. El Hijo le
dijo al Padre que estaba dispuesto a morir por nosotros para que tuviésemos vida
eterna en Su Reino. La prueba de amor a la que se comprometió el Hijo de Dios
llegó y el Hijo se hizo hombre, se hizo carne y habitó entre nosotros. Nació con
el propósito de morir por nosotros. Lo llevó hasta el fin, pasó las pruebas de
Su ministerio, pasó el desierto tentado por el diablo. Pasó la prueba del
rechazo de Su pueblo, y todas las pruebas de fe a las que el Padre le entregó. Finalmente la última de las pruebas, la que nos da la vida, Su amor en la
Cruz hasta dar Su vida por nosotros. En la resurrección tenemos la esperanza y
la prueba del mayor amor que existe, y el Señor oró al Padre antes de morir:
...Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve
contigo antes que el mundo fuese... Juan 17:5. Jesucristo cumplió y cumple la mayor prueba
de amarnos.
Y en
tercer lugar, el Padre pasó la mayor de las pruebas que una persona puede
pasar, la de ver a Su Hijo, Su unigénito, siendo crucificado por amor a los enemigos,
a los que Le aborrecieron y a los pecadores, todos nosotros, de todo tiempo y
nación. ...Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida
eterna... Juan 3:16. El sufrimiento del
Padre nos fue narrado simbólicamente en Abraham cuando tuvo que obedecer a Dios
y llevar a su hijo, a su único hijo de su amada Sara al monte para ofrecerlo en
sacrificio. Dios le proveyó de víctima en su lugar, pero a Dios nadie le podía
proveer de un sustituto por Su Hijo, aunque quisiéramos ofrecernos al Padre por
Cristo. Dios nos amó y aceptó que Su Hijo se
ofreciera por nosotros, y pasó la mayor de las pruebas hasta recibir el Espíritu
de Cristo cuando murió en la Cruz: ...Elí, Elí, ¿lama sabactani?... Mateo 27:46
y ...Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu... Lucas 23:46 Dios Padre cumplió la mayor prueba de
amarnos.
Por
este amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, con el que Dios nos ama,
¿cómo dudaremos de que estará a nuestro lado por muy duras que sean las
necesarias
pruebas?. Ahora es nuestro turno de vivir la prueba de amarnos en Cristo para
que nos encuentre como Su verdadero pueblo antes de Su venida. No escatimemos esfuerzos para ganar de verdad
los corazones, porque éste es el mayor tesoro, que al igual que el oro se
purifica en el horno de fuego, símbolo de la prueba de la fe que obtiene un
corazón limpio: ...Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a
Dios... Mateo 5:8
TEXTOS BÍBLICOS RELEVANTES SOBRE EL
PROPÓSITO DE LA
PRUEBA DE NUESTRA FE
ÉXODO 32
...Dijo
más
Yahweh a Moisés: Yo he visto a este
pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. 10Ahora, pues,
déjame que se encienda mi ira en ellos, y los
consuma; y de ti yo haré una nación grande.
11Entonces Moisés oró en presencia
de Dios, y dijo: Oh Yahweh, ¿porqué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que
tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?
DEUTERONOMIO 8
...Te
acordarás de todo el camino por donde te ha traído Yahweh, tu Dios,
estos cuarenta años en el desierto, para afligirte,
para probarte, para saber lo que había en tu
corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3Te
afligió, te hizo pasar hambre y te sustentó con maná, comida que ni tú ni tus
padres habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre,
sino de todo lo que sale de la boca de Yahweh vivirá el hombre.
ROMANOS 5
...Justificados, pues, por la
fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2por
quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes,
y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3Y no sólo
esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que
la tribulación produce paciencia; 4y la
paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5y la esperanza
no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que nos fue dado.
SANTIAGO 1
...Hermanos míos,
tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
3sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4Mas
tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que
os falte cosa alguna. 5Y si alguno de vosotros tiene falta de
sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le
será dada. 6Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es
semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una
parte a otra. 7No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa
alguna del Señor. 8El hombre de doble ánimo es inconstante en todos
sus caminos.
1PEDRO 4
...Amados,
no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha
sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13sino
gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que
también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 14Si
sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el
glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos,
él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15Así que,
ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por
entremeterse en lo ajeno; 16pero si alguno padece como cristiano, no
se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 17Porque es tiempo de
que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros,
¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 18Y:
Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?
19De modo que los que padecen según la voluntad de Dios,
encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.
CONCLUSIÓN
Puede que te encuentres en el final del año 40 de
tu travesía por el desierto, a las puertas de la tierra prometida. Puede que te
halles al final del séptimo año de hambre en Egipto, consumiendo las
provisiones restantes, y no te quede nada, y no veas la solución, pero la situación
está a punto de cambiar. Puede que te encuentres terminando la última noche del
día 40 de tu prueba de tentación en el desierto y estés a punto de comenzar tu
ministerio. O puede que estés llegando a tierra tras el naufragio de tu barco,
mientras estabas sirviendo al
Señor, y no sabes qué ha pasado. Quizá eres ya viejo y el Señor te está empezando a revelar como a Juan en
Apocalipsis, escribe o sirve y compártelo con tu iglesia.
No te rindas, se valiente, lucha con el ángel del
Señor como hizo Jacob hasta que te bendiga, pero las pruebas
espirituales son métodos divinos para probar al creyente y
hacerlo un discípulo.
Hemos visto algunos de los ejemplos más claros, como pedir grandes
sacrificios en Génesis 22:1: Aconteció
después de estas cosas que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él
respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas,
y vete a tierra de Moriah, y ofrécemelo allí en holocausto sobre uno de los
montes que yo te diré.
Al guiar a los
hombres por un camino difícil como en Deuteronomio 8:2: Y te
acordarás de todo el camino por donde te ha traído Yahweh tu Dios estos cuarenta
años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en
tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. (un viaje de 11 días en
40 años). Al dar oportunidad
para elegir en 1Reyes 3:5: Y se le
apareció Yahweh a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: pide
lo que quieras que yo te dé. Al proponer tareas
difíciles como en Juan 6:5: Cuando alzó
Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De
dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle;
porque él sabía lo que había de hacer.
Al permitir que los
hombres sufran cuando son fieles como Pablo y Silas en Hechos
16:23: Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al
carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los
metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. O al permitir la
tentación como enseña Santiago 1:12:
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido
la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Sin olvidar lo que nos
hace profundizar en nuestra vida, aumenta nuestra paciencia y confianza en Dios,
las tardanzas divinas que son una gran prueba del valor y la paciencia de los
hombres. ...¿Hasta cuando, Yahweh? ¿Me olvidarás para siempre? Salmo 13:1.
...¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? Salmo 40:17. ...Cansado estoy de
llamar; mi garganta se ha enronquecido; han desfallecido mis ojos esperando en
Dios. Salmo 69:3. ...Desfallecieron mis ojos por tu palabra, diciendo: ¿Cuándo
me consolarás? Salmo 119:82. ...Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó
dos días más en el lugar donde estaba. Juan 11:6. ...Y Marta dijo a Jesús:
Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Juan 11:21. ...Por
tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el
labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta
que reciba la lluvia temprana y la tardía. Santiago 5:7. ...El Señor no retrasa
su promesa según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al
arrepentimiento. 2Pedro 3:9.
Podemos concluir entonces
que todo logro en la vida tiene dos características comunes, si observamos la
historia de los personajes Bíblicos, los históricos y que veremos en nuestras
propias vidas: la prueba y la oposición que tuvieron para conseguir aquello que
Dios puso en sus corazones, en primer lugar. En segundo lugar, la
perseverancia y lucha ante la adversidad convencidos de lograrlo. Nosotros
debemos hacer de igual modo, si estamos convencidos, si hemos orado y pedido
señales a Dios, si hemos recibido confirmación y creemos en nuestra misión de
vida, no podemos dejar de hacer aquello para lo que fuimos hechos antes de ser
formados en el vientre de nuestra madre, como le dijo Dios a Jeremías.
La despedida del viaje por las pruebas Espirituales es nuestra esperanza, el
final de
Apocalipsis:
...20El que da
testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor
Jesús. 21La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos
vosotros. Amén.
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