LAS BODAS DE CANÁ
LAS TINAJAS DE LA PURIFICACIÓN Y EL BUEN VINO
©
Carlos Padilla, Marzo 2011
Jesucristo convirtió
el agua en vino, una de las más famosas narraciones de Sus milagros. En esta
historia podemos recibir una completa enseñanza espiritual sobre nuestra actitud
al presentarnos, no a una boda, sino delante de Dios. Veremos en las tinajas de
la purificación para las bodas de Caná, un reflejo de las Bodas del Cordero, la boda de nuestra
alma con Cristo y la entrada en el Reino de Dios. Las tinajas son las almas llenas de agua ritual de la tradición
religiosa, que al recibir a Jesucristo son cambiadas por la fe en la sangre de Cristo, en
el mejor vino conocido en esas mismas tinajas, la
sangre-vida de Cristo en nuestras almas. En el Texto de Juan 2, encontramos esta
preciosa historia que en la visión espiritual podríamos ver del siguiente modo:
...Al tercer día "fin del
tiempo, el regreso de Cristo" se hicieron unas bodas en Caná
"bodas del Cordero"
de Galilea "tierra de los Gentiles, todas las naciones, el
arrebatamiento"; y estaba allí la madre de Jesús "Israel está
presente pues Jesús volverá en Sión". 2Y fueron también
invitados a las bodas Jesús y sus discípulos "Cristo, (Su Palabra, los
profetas y los apóstoles), es recibido por judíos y gentiles al final del tiempo. 3Y faltando el vino, la
madre de Jesús le dijo: No tienen vino. 4Jesús le dijo: ¿Qué tienes
conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. 5Su madre dijo a los que
servían: Haced todo lo que os dijere. 6Y estaban allí seis tinajas de
piedra para agua, conforme al
rito de la purificación de los judíos, en cada una
de las cuales cabían dos o tres cántaros. 7Jesús les dijo:
Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. 8Entonces
les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala "pastor, sacerdote
levita". Y se lo llevaron. 9Cuando
el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era,
aunque lo sabían los sirvientes "los que han sido testigos de la gloria
de Dios" que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10y
le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho,
entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. "era tan
bueno el vino que era mejor que el primero, los cuales el maestresala había probado,
este es el hombre que pastorea, acostumbrado a las cosas del Señor, pero que
ante Cristo queda bendecido por Su gloria para tomarlo al final del tiempo en
la última santa cena en el Reino con nosotros" 11Este
principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus
discípulos creyeron en él. Juan 2.
Tras
el bautismo de Jesús por Juan el Bautista "...Este es el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo..." Juan 1:29, Jesús enseña que más allá de la
purificación por agua, que es ritual simbólico, pero temporal y que parte de la tradición
religiosa, vendremos a la purificación del vino-sangre para una purificación
definitiva, pues lavarse las manos en el agua de las tinajas es algo continuo,
porque los rituales tradicionales han de seguir haciéndose porque nunca purifican
definitivamente. No es así en el bautismo en agua que es la
confirmación pública que hacemos de que hemos recibido el Evangelio, y por lo
tanto posterior al bautismo del Espíritu, que es Quien nos convence de pecado, de
justicia y de juicio. La sangre de Cristo sí que nos limpia de una vez para siempre.
El
las bodas de Caná, Jesús convierte el agua de las tinajas de piedra en vino de una calidad
no conocida por el hombre de Dios que cuida del pueblo espiritual; profeta, sacerdote,
apóstol o pastor, anciano u obispo de la iglesia, "el maestresala". El "Padre" de la "novia" había
servido el mejor vino "Torá", pero el vino de la conversión "Fe" era mejor. El
vino que servimos los hombres, el de la tradición de la Ley de Dios, sangre de
animales por medio de rituales temporales, pero la Ley no nos convierte sino que
nos sirve para conocer el pecado. Cristo ofrece el vino en las tinajas
de la purificación, por lo tanto nos enseña el propósito de la Ley en cuanto a
la purificación, no más en el sistema de la expiación continua sino en el que Él cumpliría de una
vez para siempre en la Cruz dando Su propia vida por nosotros.
Las tinajas de piedra somos nosotros, en espíritu, alma
y cuerpo. Son de piedra porque representan la fe que hemos de recibir para
cambiar el agua de la tradición por el vino-Sangre de Cristo, sin nuestros
méritos, obras de religión o esfuerzo personal para salvación. Dice el Texto de Juan 2 que en cada tinaja cabían dos o tres cántaros.
Cada cántaro es una de nuestras tres partes, con las que amaremos a Dios: con
toda nuestra alma, con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas. El
Señor nos llena hasta donde amamos, si somos capaces de amarle con dos o tres
cántaros, o partes de nuestro ser, Él provee sin medida. En
las tinajas de la purificación Jesús nos enseña por qué ha convertido el agua en
vino nuevo y excelente, en un nuevo vino desconocido por la tradición,
desconocido por el maestresala, desconocido por el pastor que ha de convertir
por el Espíritu Santo en Palabra viva de alimento sólido espiritual. Vino,
también desconocido por los invitados, Israel, y la Iglesia en su crecimiento
teológico hasta entender que la salvación es por la fe, en la obra de Cristo en
la Cruz, sin las obras de la Ley, Gálatas 2:16.
Lo
que Jesús quiere es que comprendamos que ya no tenemos que ir a la tradición
contraria a Su Palabra, la hecha por los hombres, e incluso la propia Ley dada
por el Padre, una vez hemos recibido la Gracia de Dios, el Don de la Fe en la
obra de Su Hijo en la Cruz para purificación, salvación y entrada en las bodas
del Cordero para el Reino de Dios, que es por nacer de nuevo del Espíritu por la
Palabra del Evangelio que purifica nuestras conciencias de obras muertas.
La
madre de Jesús es la proveedora de su carne, es decir de su origen étnico,
religioso y nacional. Jesús era Judío, de la tribu de Judá, de la nación de
Israel y de una familia acorde a la Ley de Dios, seguidores de la Torá y
participantes de la tradición religiosa de Israel. María
simboliza la tradición, es por eso que le pide a Jesús vino, a lo cual Cristo le
responde: ...¿qué tienes conmigo mujer? aun no ha llegado mi hora... Jesús se
refería a Su sangre, la cual daría por el pecado del mundo, no al vino. Estas
Palabras, María no las entendería en aquel momento pero las guardaría en su
corazón. Del mismo modo Israel no ha entendido estas Palabras pero lo hará al
final de los tiempos, cuando haya llegado la hora de Jesucristo, Yahshua el
Mesías como Rey de reyes, en Su segunda venida gloriosa para establecer el Reino de Dios
por la eternidad y se cumpla la profecía. La primera vez que vino Su hora en la Cruz venció a la muerte
y sobre el pecado, para que por la fe, los dos pueblos, Judíos y Gentiles, esto
es, todas las naciones, tengan entrada en el Reino Eterno de Dios. La entrada a las Bodas del Cordero a las cuales toda alma
está invitada, y no para asistir sólo como invitado para beber vino, sino para
casarse con el Hijo de Dios y beber y comer del Árbol de Su Vida eternamente.
Cristo cambia el ritual diario de la purificación por la memoria diaria de Su
muerte por nosotros, y al tomar la Santa Cena bebemos Su sangre en nuestras
almas, el vino nuevo en las tinajas. Jesús nos eleva a Su nivel espiritual, pues
con nosotros se va a casar, y porque vivir
pendiente de rituales es muerte, mientras que vivir cada día a Su lado es vida.
La gente que cumple los rituales sin pensar ni profundizar, no conocen a Dios,
mientras que los que conocen a Dios, estudian la Palabra de Dios y tienen una relación personal
con Jesucristo, reciben la revelación del significado de la vida espiritual con
Cristo diariamente con el Espíritu Santo y por sus frutos se les puede conocer.
Dios
nos da el buen vino al final de los tiempos en la venida de Cristo. También a lo
largo de los años vividos como Cristianos, el Señor nos revela tesoros, joyas
que Él tenía reservadas para los años de maduración espiritual. Las tinajas,
cuando están llenas del vino nuevo, las que tienen capacidad para tres cántaros,
espíritu, alma y cuerpo, son los cristianos nacidos de nuevo, que por amor al
prójimo los invitan a las Bodas del Cordero a través del
Nuevo Pacto de Jesucristo con el hombre, en la Sangre de Cristo como salvación,
cumpliendo así la Gran Comisión y dejando el Antiguo Pacto de la Ley al que el hombre añadió la tradición. El buen
vino está reservado para el final de la búsqueda espiritual de aquellos que en
verdad buscan a Dios por la fe en Su Hijo Jesucristo.
Finalmente, Jesucristo desciende a Capernaum con su familia y sus discípulos
juntos, un ejemplo de la vida cristiana que soporta el rechazo familiar inicial
al Evangelio pero guarda su relación con su familia mientras vive con sus amigos
en Cristo, que dan ejemplo, lo que se traducirá en que muchos de ellos, viendo
nuestros frutos en Cristo y la vida cristiana recibirán al Señor creyendo el
Evangelio.
La
historia continúa con otra lección del Señor sobre purificación, en la narración
de Su entrada en el Templo, que es a su vez figura del alma del hombre, nuestro
templo interior del alma. Hombres y mujeres en Cristo hemos de ser limpiados por la
obra del Espíritu Santo en nosotros, de toda tradición contraria al Evangelio,
de nuestros conceptos propios de religión y salvación por méritos propios,
esfuerzos y penitencias. No podemos limpiarnos ni purificarnos por nosotros
mismos antes de invitar a Jesús a entrar en nuestro corazón; éste es uno de los mayores errores y pecados
del hombre, lo que todos haríamos si el Evangelio no nos hubiera sido predicado.
No hace falta mencionar las indulgencias o cualquier otro negocio de la falsa
iglesia de la tradición pagana disfrazada de cristiandad, al modo que escribas y
fariseos hipócritas, sepulcros blanqueados hacían con la gente, llamándolos
malditos porque no sabían la Ley, Juan 7:49. Entrado Cristo dentro del templo,
dentro de nuestra alma, allí donde se celebra el culto a Dios, haciendo el haz
de cuerdas, Cristo echa fuera de nuestra alma todo demonio, principado y
potestad de las tinieblas para instaurar la Luz admirable de Su santidad,
cambiando y limpiando nuestra conciencia, nuestra mente, nuestro corazón y
transformando nuestra vida. De esta forma queda establecido el culto a Dios en
Cristo por el Evangelio dentro de nuestro templo, donde ahora habita el Espíritu
Santo para nuestra boda espiritual con Cristo en
la boda de los dos
Templos de Jerusalén.
Solo
podemos tener
un corazón purificado si nacemos de nuevo como Jesús enseña a Nicodemo en Juan 3:3.
Es ahora que podemos hacer nuestro este versículo de las Bienaventuranzas de Jesús:
...Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Mateo 5:8
Jesucristo
es nuestro Esposo
Jesucristo, nuestro esposo
espiritual, teniendo y dándonos las arras del Espíritu, para las bodas del Cordero, como novio
nos pide en matrimonio espiritual y eterno. Como príncipe heredero y esposo
ha firmado el pacto matrimonial, el acta de validez de boda, y
lo ha hecho con Su sangre, porque la Ley también tenía, para con Dios, un significado
de pacto, el antiguo pacto, y era un pacto matrimonial entre
Yahweh e Israel. Ahora
bajo el nuevo régimen del Espíritu, habiendo dejado de estar
bajo el antiguo régimen de la Letra, podemos venir sin temor a la
presencia de Dios por la fe, cubiertos con la Sangre de Jesucristo que nos
limpia de pecado siendo ahora la Iglesia "Judíos y Gentiles en
Cristo" la esposa del Cordero.
http://www.jesucristo.net/Jesucristo.htm
Porque
tu marido
es tu Hacedor; Yahweh de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de
Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Isaías 54:5.
Nuestro hacedor es Jesucristo,
"Hebreos 1:2 y 11:3" además de marido
y redentor,
quien nos salva, el que se casa con nosotros
en las bodas del Cordero, el Santo, Uno que es Espíritu y Santo.
Convertíos,
hijos
rebeldes, dice Yahweh, porque yo soy vuestro esposo... Jeremías
3:14.
...porque ellos invalidaron mi pacto,
aunque fui yo un marido para ellos, dice Yahweh.
33Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de
aquellos días, dice Yahweh: Daré mi ley en su mente, (tenemos la mente de
Cristo) y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos
me serán por pueblo. 34Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni
ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a
Yahweh; porque todos me conocerán,
desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Yahweh;
porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de
su pecado. Jeremías 31:32.
Otra
vez
vemos
al
Señor
que
se
nos
muestra
como
Padre,
Esposo
y
Salvador.
Toda
la
historia
de
la
Biblia
y
de
la
humanidad
Dios
no
ha
parado
de
buscarnos,
no
podemos
pedirle
mas.
...Entonces vinieron a él los discípulos de
Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus
discípulos no ayunan? 15Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están
de bodas tener luto entre tanto que el esposo está
con ellos? Pero vendrán días cuando
el
esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Mateo 9:15.
Jesucristo el esposo.
Porque os celo con celo de Dios; pues
os he desposado con un solo esposo, para
presentaros como una virgen pura a Cristo. 2Corintios 11:2.
Jesucristo,
de nuevo el esposo.
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria;
porque han llegado las bodas del Cordero, y su
esposa se ha preparado. Apocalipsis 19:8.
En el Antiguo Testamento, el Señor se
nos presenta como el
esposo, y aunque es
el
Padre, en realidad es el
Hijo,
pero
se
concluye
un
solo
ser,
Uno
que
se
manifiesta
al
Hombre,
pero
Él
no
necesitaba
enviar
Su
esencia,
Su
Hijo,
mas
por
causa
de
nosotros
se
desprendió
del
Padre
para
hacer
la
creación
y
la
relación
con
la
humanidad,
y
todo
lo
que
tenía
que
existir,
Su
proyecto,
que
estaba
en
Su
mente, Su Logos,
Su
Hijo,
El
Verbo
vivo,
se
nos
manifiesta
como
esposo
de
nuestras
almas desde hoy hasta la eternidad.
...En gran manera me
gozaré en Yahweh, mi alma se alegrará en mi Dios; porque
me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia,
como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. Isaías
61.
Dios mismo nos viste con vestiduras celestiales, de
salvación, de justicia, de purificación, de santidad, de amor de Dios, y así
nos ve cuando nacemos de nuevo, vestidos de Jesucristo. El
Señor es quien nos viste, como quien nos prepara para la boda.
ALABANZAS EN EL CIELO
POR LAS BODAS DEL CORDERO
...Y salió una
voz del trono, que decía: Load á nuestro Dios
todos sus siervos, y los que le teméis,
así pequeños como grandes. 6Y oí como
la voz de una grande compañía, y como el ruido
de muchas aguas, y como la voz de grandes
truenos, que decía: Aleluya: porque reinó el
Señor nuestro Dios Todopoderoso. 7Gocémonos
y alegrémonos y démosle gloria;
porque son
venidas las bodas del Cordero, y su esposa
se ha aparejado. 8Y le fue dado que
se vista de lino fino, limpio y
brillante: porque el lino fino son las
justicias de los santos. 9Y él me
dice: Escribe: Bienaventurados los que son
llamados á la cena del Cordero.
Apocalipsis 19:5.
LOS QUE RECHAZAN LA INVITACIÓN A LAS BODAS
...Respondiendo
Jesús, les
volvió a hablar en parábolas, diciendo: 2El
reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de
bodas a su hijo; 3y envió a sus siervos a llamar
a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.
El Señor se siente
despreciado por los hombres que no reciben la invitación a
Su
Reino eterno, que es
mediante el Evangelio de
Su Hijo Jesucristo predicado por
aquellos que anunciamos Su Reino.
4Volvió
a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los
convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis
toros y animales engordados han sido muertos, y todo está
dispuesto; venid a las bodas.
Los toros y animales
engordados son un símbolo de la antesala
del Cristo, que fue sacrificado por
nosotros, como lo eran en la Ley los animales engordados, es
decir, que solo tenemos que aceptarle como nuestro Salvador y
venir a las bodas, a nuestra boda con Él.
5Mas
ellos, sin hacer caso,
se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
6y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los
mataron. 7Al oírlo el rey, se enojó; y enviando
sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
8Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están
preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. 9Id,
pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a
cuantos halléis. 10Y saliendo los siervos por los
caminos, juntaron a todos los que hallaron,
juntamente malos y
buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
Los siervos ahora son
enviados a predicar a los Gentiles ya que los del Israel
literal, los de la Ley, no aceptaron a su Salvador. Buenos y
malos que aceptan a Cristo son invitados a las bodas.
11Y
entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un
hombre que no estaba vestido de boda.
Imprescindible es
el
vestido de
boda: ¿estás vestido de boda espiritualmente? La respuesta es
si has aceptado ser cubierto de la Sangre de Cristo que Él
derramó en la Cruz para pagar por
tus pecados, que
estés
recubierto de la vida de Cristo, si no, no puedes entrar a las
bodas.
12Y
le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda?
Mas él enmudeció. 13Entonces el rey dijo a los que
servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas
de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
14Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
Mateo 22:1.
Cruda realidad.
A muchos
anunciamos el Reino de Dios, pero pocos lo reciben en sus
corazones y cambian sus vidas. Por sus hechos los conoceréis.
LA PARÁBOLA
DE LAS DIEZ
VÍRGENES
...Entonces el reino de los cielos será semejante a diez
vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.
Las diez vírgenes somos la humanidad que vamos en la vida con el propósito, aun sin
saberlo muchos, de encontrar a Dios.
2Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 3Las
insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4mas las
prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
Las prudentes son aquellos que buscando a
Dios, no han cerrado sus oídos a la predicación o, si no la han tenido, se han planteado
buscar a Dios fuera del aparato religioso que no Le haya dado a conocer a Él, y de la
sociedad, arrepintiéndose y aguardando con esperanza la venida del día de Dios.
Las lámparas, nuestras almas, necesitan del Espíritu de
Dios. Las vasijas son las almas que se han
convertido en recipientes del aceite del Espíritu de Dios. El aceite se obtiene por
machacar aceitunas, el fruto del olivo. En Getsemaní, el huerto de los olivos,
era donde Jesús era machacado en Su aflicción, y tomando la copa de nuestro pecado,
destiló el aceite para que fuésemos ungidos con El Espíritu Santo. Ahora
nosotros también debemos de esforzarnos ya con el Camino abierto por
Su sacrificio y
resurrección, para dar frutos de Él, teniendo fe, orando sin cesar, predicando, ayudando
a otros y ayunando.
Leer 2 Pedro: 1:5-15. No sea que nuestras lámparas no se hagan vasijas y no contengamos aceite, y
nuestras lámparas se apaguen y no tengan luz cuando venga el Esposo.
5Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.
Como en la vida, parece que El Esposo, Dios, tarda en venir
y nos desesperamos y nos afanamos en nuestros quehaceres
y cabeceamos y nos dormimos, pero con la esperanza de Él porque
el Señor no tarda, sino que hace las cosas a Su tiempo, en
el tiempo de Dios no
queriendo que se pierda ninguno sino que todos procedan al arrepentimiento.
6Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a
recibirle! 7Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus
lámparas. 8Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite;
porque nuestras lámparas se apagan. 9Mas las prudentes respondieron diciendo:
Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad
para vosotras mismas.
Ojo que dice la Escritura "a la media noche", antes que acabe la noche,
el periodo de tinieblas espirituales que sufre la humanidad en
Su historia sin Dios. Se oye un clamor; ...y se tocará la trompeta...
1Corintios 15:52,
la voz de que
viene el Esposo, a la final trompeta. Entonces todas las vírgenes, toda la humanidad, se
prepara para recibir al Esposo, al Señor. Entonces las insensatas, aquellos que no han
querido recibir ni buscar a Dios, le piden a aquellos que le den de su aceite, de su
unción, de su salvación, de su fe. Pero aquí se trata de la vida o la muerte
espiritual. No se puede dar ésto a otro, pues es por fe
e individual. Id a comprar a los que venden aceite, a los que predican la
fe en Cristo, en un Dios que recibe a los que se arrepienten del
pecado de vivir sin Dios y echan de menos a Dios.
10Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y
las que estaban
preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
11Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo:
¡Señor, señor, ábrenos! 12Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo,
que no os conozco. Mateo 25:1.
Demasiado tarde, ya no se vende, ya no se predica, ya ha pasado el tiempo de
buscar a Dios. Arrepentíos, predicaba el Bautista,
el Señor
bendiga grandemente a este buen hermano. Las que se arrepintieron entran en el
reino de Dios. Querido hermano ¡No te quedes fuera, compra aceite ahora para tu
vasija, busca al Señor y arrepiéntete, no sea éste tu último día y no te de
tiempo, arrepiéntete ahora y "Recibe
a Jesucristo como salvador". Él purificará la vasija de tu alma con el vino de Su Sangre y
te recibirá como esposa para que tengas entrada en las Bodas del Cordero,
en el Reino de Dios, y el Reino de Dios está entre nosotros, la Iglesia esposa, que
espera al Esposo,
...Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en Él cree no se pierda, más tenga vida eterna. Juan 3:16.
CONCLUSIÓN Y TEXTOS BÍBLICOS SOBRE LA
PURIFICACIÓN ESPIRITUAL
...He aquí
te he purificado, y no como a plata; te he
escogido en horno de aflicción. 11Por mí, por amor de mí mismo lo
haré, para que no sea amancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro.
Isaías 48:10.
...Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
27a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Efesios
5:25b.
...Dios, habiendo hablado muchas
veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2en
estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero
de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 3el cual, siendo
el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por
medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las
alturas, 4hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más
excelente nombre que ellos. Hebreos 1:1.
...Pero estando ya presente
Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto
tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, 12y no
por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por
su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo,
habiendo obtenido eterna redención. 13Porque si la sangre de los
toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los
inmundos, santifican para la purificación de la carne,
14¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras
muertas para que sirváis al Dios vivo?. Hebreos 9:11.
...Así que,
hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar
Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino
nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto
es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la
casa de Dios, 22acerquémonos con corazón
sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala
conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23Mantengamos
firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que
prometió. 24Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y
a las buenas obras; 25no dejando de congregarnos, como algunos tienen
por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:19.
...Mirad
cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;
por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 2Amados,
ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos
tal como él es. 3Y todo aquel que tiene esta
esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. 1Juan
3:3.
¡Las
Bodas se acercan, somos llamados!. Que nuestras tinajas de piedra de la fe sean
almas llenas de la vida de Cristo en nuestros tres cántaros: el espíritu, el
alma y el cuerpo. Que el aceite de la unción de nuestro amado
Espíritu Santo llene nuestras lámparas-almas, para que andemos en la Luz, y
resplandeciendo en Su Luz, como novia ataviada para su Marido, tengamos entrada
en el Reino eterno, en las Bodas del Cordero de Dios, cuando venga el Esposo,
donde tomaremos el pan y el vino nuevos de la eternidad.
Amén.
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