JESUCRISTO   LA RESURRECCIÓN VIENE. HE AQUÍ QUE VIENE CON LAS NUBES Y TODO OJO LE VERÁ, Y LOS QUE LE TRASPASARON. Apocalipsis 1:7.

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EN EL TIEMPO DE DIOS

El tiempo de Dios es una de las leyes, espiritual y literal, que rigen la creación, el universo y todo lo que existe. El hombre, aunque también está bajo esta ley, me refiero a todo hombre y mujer que piensa que vive bajo su propia ley y voluntad no puede llegar a vivir una vida plena ni de bendición, por lo que vive en la incertidumbre y bajo el miedo porque continúa pecando desde Edén donde Eva, la mente del hombre, comió del árbol que daba un fruto que la hacía esclava de una moral personal, de una ley férrea, una ley sin embargo que solo sirve para esclavizar el alma. Dios quiere que le preguntemos a Él, y Él, como buen padre nos enseñe.

 
Este estudio Bíblico nos guía al conocimiento profundo de la voluntad de Dios a través de la paciencia, la oración y por llevar nuestra cruz, en una relación espiritual diaria con nuestro Señor.
 
Si ha pasado años de su vida espiritual preguntándose por qué cosas que pensaba que debían ocurrir, porque sabía que Dios así se lo hacía sentir, aún no han ocurrido, pero ha visto la mano de Dios antes en su vida, y su corazón está entregado a obedecer y amar a Dios y a sus hermanos en la fe, y a su prójimo, ésta es entonces una guía de crecimiento espiritual personal y para la congregación, que le aporta las herramientas que harán que su vida sea una vida de frutos espirituales de Dios, haciendo las cosas en el tiempo de Dios, orando en la voluntad de Dios, y actuando bajo la guía de Dios.
 
Este crecimiento espiritual comienza con la oración eficaz, a la que hace referencia la Biblia en Santiago 5:16, y en una conversación amigable y personal con el Todopoderoso, que nos lleva al conocimiento de cuando Dios nos va a apoyar en lo que hacemos, en lo que oramos y en nuestro proyectos de la vida, sean estos proyectos en el campo espiritual o de la vida diaria.
Para conseguir esta bendición, una de las cosas principales que hemos de aprender a buscar en nuestra oración diaria, es la revelación de Su voluntad de modo que oremos acorde con Su Espíritu y no con el nuestro. Hay acontecimientos diarios en los que el Señor nos muestra cómo Él y sólo Él controla nuestras vidas, nuestros proyectos, nuestras ambiciones espirituales.
 
A modo de ejemplo y antes de continuar, recordemos algunos de los hermanos ancianos que vivieron y experimentaron esta relación con Dios:
 
Abraham no vio a Isaac, su hijo prometido, hasta que era muy anciano. Sin duda era el tiempo en que Dios quería que ocurriese. ¿No cree que Abraham, en más de una ocasión dudaría si aquello no era más que una ilusión, un proyecto de su propia mente?
 
Moisés tuvo que ser muy paciente, 40 años en el desierto con un pueblo quejándose contra él, hasta llegar a la tierra prometida, y una vez a las puertas no entró en ella. ¿Cuantas veces no dudaría Moisés si lo que hacía no era más que fruto del deseo de su corazón?
 
El rey David no construyó el templo de Dios en Jerusalén, aunque pasó gran parte de su vida preparando los materiales, y al final Dios le dijo que sería su hijo Salomón quien lo haría, para más tarde perderse por las muchas mujeres.
 
Simeón era un hombre de Dios a quien el Espíritu Santo dijo que no moriría hasta ver al Mesías, esperanza que era compartida por muchos en Israel. Lucas 2:25. No debemos pensar que recibió tal mensaje y que ocurrió en el momento; tuvo que esperar, seguramente años, antes que ocurriera. Seguramente sería tentado a dudar y perder la fe al no ocurrir acto seguido.
 
TEXTOS BÍBLICOS:
 
... En tu mano están mis tiempos... Salmo 31:15.
 
... Bendeciré a Yahweh en todo tiempo; u alabanza estará de continuo en mi boca. Salmo 34:1.
 
... Tiempo es de actuar, oh Yahweh, porque han invalidado tu ley. Salmo 119:126.
 
... El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es! Proverbios 15:23.
 
... Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora... ...Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Eclesiastés 3:1 y 11.
 
... Porque el hombre tampoco conoce su tiempo... Eclesiastés 9:12.
 
... Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. Daniel 8:19.
 
... Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis! Mateo 16:3.
 
... Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos. Mateo 26:18.
 
... Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. Marcos 13:33.
 
... Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. Lucas 21:24.
 
... Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto. Juan 7:6.
 
... Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación. Hechos 17:26.
 
... aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5:16.
 
... que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 2 Timoteo 4:2.
 
... Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. Apocalipsis 22:10.
 
Es común a todos nosotros, que en nuestras vidas, cuando oramos al Padre en el nombre de Yahshua, el Hijo de Dios, tantas veces querríamos que las cosas que pedimos ocurrieran de inmediato, sobre todo cuando sabemos que tenemos razón en lo que pedimos, cuando la Palabra de Dios también nos avala en nuestra intención, incluso cuando el Espíritu Santo, de alguna manera nos está indicando en nuestro corazón que aquello por lo que oramos es Su voluntad. De cualquier modo, y esto es lo que tenemos que aprender, las cosas que son de Dios, solo ocurrirán en el tiempo de Dios.
 
En mi vida con Dios, he experimentado cosas que yo sabía que pasarían porque Él así me lo reveló, algunas veces antes de lo que yo pensaba, y también he visto cosas que han pasado más tarde de lo que yo pensaba. Si se ha dado cuenta, en ambas ocasiones he usado “yo pensaba”, y esa es la razón por la que yo no sabía cuándo ocurrirían, porque las esperaba en mi tiempo y no en el tiempo de Dios.
 
Una pregunta viene a nuestras mentes, ¿por qué Dios hace las cosas, pero tantas veces no en nuestro tiempo? ¿por qué Dios no ha hecho tantas cosas importantes todavía, que afectan al mundo entero, a Su iglesia, Su reino, a nuestras preocupaciones y esperanzas de nuestras vidas?
 
Las cosas de Dios pasan en el tiempo de Dios, porque es el momento exacto en que encajan en la cronología de los tiempos establecidos por Él. Si pasaran cuando nosotros queremos, seguramente el plan de Dios no funcionaría. Él es el soberano en esto porque es el Creador. No es que Dios no quiera satisfacernos también a nosotros, por el contrario, Él nos hace partícipes de su obra y nos hace parte activa de ella. Como dijo de Abraham en Isaías 41:8 "mi amigo" y a quien trataba así:  ...¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer...? Génesis 18:17.
 
Hay también acciones y formas de vida que no dependen del tiempo una vez se está con Dios, porque son para todo tiempo, como amar, amarse unos a otros, ayudar al necesitado de todo tipo; predicar el Evangelio especialmente lleva mandamiento de hacerse a tiempo y fuera de tiempo en 2 Corintios 4:2, porque esa persona que no está en Cristo puede ser llevada esta noche, lo cual sería en tiempo de Dios, así que haberle predicado es nuestra responsabilidad y siempre es en el tiempo de Dios y es una obligación, algo básico para nosotros, si es que somos parte del reino de reyes y sacerdotes que Jesús compró con su preciosa sangre. Si nos vemos débiles en esto, o en amar o en otra función básica espiritual, tenemos dos rodillas con las que luchar esta batalla, hasta que nos hagamos conquistadores de nuestros actos en el amor de Dios.
 
 
Para todas estas cosas siempre es el tiempo de Dios, porque no son cuestión de tiempo sino de esencia. Es así como somos, porque somos hijos de Dios. En la dimensión espiritual, son cosas de supervivencia espiritual. Del mismo modo no dejamos de respirar, de comer, de beber, de mirar, de hablar, porque son funciones básicas de supervivencia física.
 
El arca de Noe: El Señor nos salva del día del juicio, en Su venida, cuando nos lleve en el aire delante de los impíos.
 
Dios envió a Moisés: El Señor nos liberta de la esclavitud al pecado.
 
La conquista de Jericó: La conquista del alma de un nuevo hermano para Dios.
 
Construcción del templo: del templo interior del alma.
 
Primera venida de Cristo, el Mesías a conquistar Su reino: Hecho en el Calvario en Su cruz, resucitando y haciéndonos libres del pecado y de la condenación, para aquellos que creen en el como Hijo de Dios y Le reciben como su Salvador.
 
La conversión del hombre convirtiéndose en iglesia.
 
La conversión de la mayoría de los Judíos a Cristo, el Mesías, como cumplimiento de la profecía de Romanos 11:26.
 
Segunda y final venida del Mesías a establecer Su reino.
 
Y todas estas cosas ocurrieron en el tiempo de Dios, literalmente y ocurren también en el alma en el tiempo de Dios.
 
Como vemos, todas estas referencias han sido bien cumplidas en el tiempo de Dios, se están cumpliendo, y esperamos pacientes la llegada del Rey, el Hijo de Dios, para establecer Su Reino en el tiempo de Dios. Gloria a Él. HaleluYah.
 
CONCLUSIÓN
 
Para conocer la voluntad de Dios, hemos de orar en Sus caminos, hemos de vivir como Él vivió, orar acorde a Su enseñanza, pensar como Él pensaba entonces, piensa ahora, y pensará mañana, aquellos con un corazón comprometido a amar a Dios. Muchos cristianos, y otros, dicen que hacen las cosas de Dios, pero no obedecen Su Palabra: …si me amáis guardad mis mandamientos… Juan 14:15, y …me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que yo digo… Lucas 6:46 y dicen que aman a los hermanos, y a su prójimo, pero con sus actos lo niegan. Ellos no entenderán los tiempos de Dios en sus vidas, no tendrán una vida de certeza sino de duda.
 
Aquellos que aman a Dios y se ponen de rodillas cada día, aquellos que luchan la buena batalla por amor de Dios, de los hermanos y del prójimo, aquellos que viven en el tiempo de Dios, haciendo estas cosas básicas, también reciben la bendición de conocer el tiempo de Dios en sus propias vidas y para las vidas de otros. Oración, sueños, visiones, revelaciones, en la Palabra de Dios, son los canales que usará Dios, pero hay un requisito especial, la paciencia con perseverancia. Si perdemos la paciencia, tenemos dos rodillas, oremos por ello, oremos para que los hermanos también la tengan, paciencia y perseverancia, vienen tras el dominio propio, el cual llega con el conocimiento si somos virtuosos en la fe, y estos son los pasos previos para el Amor y el afecto fraternal, y la piedad, esenciales para la supervivencia del cuerpo de Cristo. Lea 2 Pedro 1.
 
Así, pues, ¿se considera una persona de su tiempo, vive en su tiempo o en el tiempo de Dios?

 

  • Ud. quiere conocer a Dios, pero sabe que el camino no es por la religión organizada, ni por las sectas, ni por la sociedad. El mundo ha fracasado. ...Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son... San Juan 17:9. Oración de Jesús.
  • Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Profecía de Isaías 9:6.
  • Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi. Palabras de Jesucristo. Evangelio según San Juan 14:6. 
  • Si de verdad busca Ud. a Dios, comience hoy una nueva vida, de la verdadera mano de Dios. El Evangelio es el mensaje para todas las naciones, sin importar la raza, la procedencia ni la cultura. Dios es el Salvador de aquellos de la humanidad que le abren su corazón.

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