LA NUEVA JERUSALÉN
LAS BODAS DE LOS DOS
TEMPLOS DEL ESPÍRITU SANTO
Si hasta ahora la Iglesia
de Jesucristo durante estos casi 2.000 años, hemos venido enseñando la
construcción del templo interior del alma del hombre por el
poder del Espíritu Santo, en una construcción que hace
Jesucristo, sentado en el trono de nuestro corazón,
juntamente con cada uno de nosotros, ahora
estudiaremos el otro Templo del que se nos profetiza en
Apocalipsis o Revelación de Juan, del cual se nos dice que está en
la Nueva Jerusalén, que desciende del cielo y que no es otro que el
mismo Dios y el Cordero.
Con el Texto Bíblico, como
acostumbramos, para que toda enseñanza sea basada en las
Sagradas Escrituras, que son la mente de Cristo, vamos a
desarrollar este estudio Bíblico en cuatro fases. La primera
comienza con el Texto:
1 ...y no vi en ella templo, porque el
Señor Dios todopoderoso es el templo de ella y el Cordero...
Apocalipsis 21:22. Un trono del Padre y del Hijo Ap. 22:1.
2. Esta revelación nos sitúa ante dos
templos del Espíritu Santo. Lo que a primera instancia puede parecer una
incongruencia, es sin embargo lo lógico en el pensamiento
espiritual, ya que el Cordero y su Esposa, que es la Iglesia y
también nuestra alma en particular, son dos templos del Espíritu.
Las bodas de los dos templos, son por lo tanto la unidad de
dos almas para la eternidad, la del Hijo de Dios y la
nuestra. Dos templos. Un templo es Dios todopoderoso
y el Cordero, y el otro templo somos nosotros. Esta parábola
está representada en la unión entre el lugar Santísimo y el lugar
santo. El primero representa al Señor, donde habitaba la
presencia de Dios, donde solo entraba una vez al año, no sin
sangre, el sumo sacerdote, que representa a Melquisedec, que
es Cristo, el Señor, y el segundo nos
representa a nosotros, a la Iglesia, al cuerpo y esposa del
Mesías, donde se celebraba lo más alto de la liturgia por
nosotros, para poder acudir el sumo sacerdote en nuestro
lugar al Santísimo. Ambos son unidos por la muerte de Cristo,
el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y Quien llevó
a la cruz su carne en lugar de la nuestra para que por su
obra se cumpliesen los rudimentos de la ley y se abriera
la relación con Dios en Espíritu y en Amor. Esto nos lleva
a:
3. Las bodas del Cordero hacen que la
intimidad entre el Hijo de Dios y nosotros sea como la del
Padre con el Hijo en cuanto nos dice: Yo estoy en mi Padre y
vosotros en mi y yo en vosotros. Juan 14:20. Nosotros
somos en el Padre y el Padre en nosotros. Leer todo el
capítulo.
y 4. Los dos templos representados
por los dos lugares Santísimo y santo del templo físico, son unidos por
un acontecimiento único y que simboliza la muerte de nuestro
"hombre viejo" en la rotura del velo por la muerte de
Cristo en la Cruz, lo cual hace que tengamos acceso al
Padre, lo cual es el objetivo de la venida del Hijo de Dios
a la tierra, llevarnos al Padre, pues Él es el Camino, y la
Verdad y la Vida, nadie viene al Padre sino por Él. El
velo además
simboliza por nuestra parte que Cristo ha roto nuestra
carne, esto es nuestra circuncisión de nuestra carne para
que nuestro corazón quede al descubierto y no vestido del
personaje que cada uno de nosotros hemos creado de nosotros
mismos.
Conociendo y discerniendo esto, llegamos
al entendimiento de que unos estamos en los otros por el
Espíritu, todos somos uno en Cristo y en Dios, por el
Espíritu, y por el poder de Su amor Espiritual que es el
vínculo perfecto, todos, Dios Padre, Jesucristo y toda la
Iglesia somos uno como nos enseña el Señor en Juan 17, y
para que tengamos esa unidad y esencia Jesucristo ora por
nosotros al Padre.
Por eso podemos decir y
sentir que el Reino de Dios está entre nosotros.
Dios y nuestra alma
son un solo Espíritu al nacer de nuevo en Cristo.
El lugar Santísimo es la habitación del Espíritu.
Este lugar está en Dios y en nosotros cuando somos hechos
nueva criatura nacida de lo Alto.
Jericó. 1ª ciudad en la tierra prometida
representa el
templo del hombre viejo, que el hombre se ha construido. Hay que derribarlo en 7 días, 7
tiempos, que son las 7 etapas de fe, por la
virtud,
7 días de oración y sacerdocio por el nuevo hermano y
siete semanas hasta el Pentecostés del alma del discípulo,
hasta que Cristo sea formado en vosotros: Gálatas 4:19.
No quiero saber entre vosotros
cosa alguna, sino a Jesucristo, y a Éste crucificado "porque él rasga el velo del
Sancta Sanctorum" en nuestra propia alma para abrir el
acceso al Padre y en el Padre para abrir el acceso a
nosotros. Esto ocurre en los dos templos además de en el
físico en Jerusalem hace casi 2.000 años.
Cristo en nosotros es el nuevo templo,
sin Él no tenemos templo interior, que es Dios mismo: y "el
Señor Dios todopoderoso es el templo de ella y el cordero".
La Nueva Jerusalén es también por lo tanto nuestra alma.
Jerusalén: Ap 21:2, La nueva Jerusalén.
Ap: 21:10 - He 12:22 Jerusalén la celestial Gal 4:26 - Joel
3:17 santa. Salmo 51:18 Edificadla en vuestra alma.
Templo: Ap 21:2 - 1Co 3:16 - Joel
3:5
nuestros templos - Ef 2:20 al 22.
Esposa: Ap 21:9 y 21:2.
Mateo 9:15 el Esposo es Cristo
Rev. Ap. 19:7 y 8 debe prepararse la Iglesia
para las bodas, "plural", por cada alma. Por medio de la vestidura
de acciones justas, la iglesia ha de vivir en obras y
oraciones para estar vestida tras la salvación que ya nos
dio Cristo por gracia.
Estas vestiduras santas se nos han
concedido como lino limpio Ap 19:8 por ello la vestidura
tiene dos partes 1ª la sangre de Cristo y 2ª las acciones
justas de los santos.
Zacarías 6:12 El Renuevo edificará el
templo "del alma".
Hechos 7:48 y 17:24 ...no habita en
templos hechos por manos de hombre.
En el templo "el velo" vemos que al
rasgar el velo por la muerte de Cristo, se nos abre el
acceso directo al corazón y a la intimidad del Padre, donde
Cristo va y de donde procede; se nos une a nosotros Dios. Se
quita la liturgia para poner el Espíritu. Joel 3:5.
El
hombre usa las bendiciones y las cosas preciosas de Dios
para construirse su propio templo, su propia forma de ver a
Dios, su propia interpretación, su propia imposición a otros
hermanos, etc, y el Señor se enfada lógicamente, de igual
modo vendemos a los hijos de Israel esto es a las cosas del
pueblo de Dios a cambio de sabiduría Griega para la mente,
sabiduría no de Dios sino de hombre,
porque ...los Judíos piden señales y los Griegos
buscan sabiduría... 1
Corintios 1:22.
Juan 2:20 y 21 en (46 años) se construyó
este templo y tu en 3 días los levantarás. Cristo nos
levanta el templo, que es Él en nuestra alma, si a cambio
renunciamos al que nosotros hemos construido en nuestra vida,
representada por los 46 años "madurez de una persona" sin
importar su edad pues cuantas veces encontramos adolescentes mas maduros que
muchos ancianos. Un niño comienza su aprendizaje
racional sobre los 4 años mas 46 suman 50: ...¿no tienes 50
años y has visto a Abraham.? le replicaron a Cristo los
"maestros". Juan 8:57.
CONCLUSIÓN: .
...Yo estoy en mi Padre y
vosotros en mi y yo en vosotros. Juan 14:20. Templo de Dios somos
nosotros, y en la nueva Jerusalén no hay templo, lo mismo
que decir que Dios es con
nosotros, Emmanuel, cuando vino Cristo que es el reino
de Dios que se ha acercado. Cristo es también y en nosotros, el reino de Dios.
El Señor y nosotros somos templo uno en
el otro. La interrelación del Espíritu y su omnipresencia
hacen posible que entre Dios y nosotros y entre los hermanos
y nosotros y entre todos en la iglesia y Dios en Cristo,
estemos los unos en los otros, ¿o no tenéis en vuestros
corazones a los que amáis, en especial al Señor?
El templo físico en Jerusalén es en
realidad un modelo metafórico que es sustituido
espiritualmente por el
templo de nuestra alma, así como Dios es templo, al ser
comprados por precio, para las bodas del Cordero, ambos
templos son hechos uno en Cristo y en el Padre. Lo que el
pueblo de Dios, el Israel de Dios, el cuerpo del Mesías
tiene que construir es la congregación de los santos, no un
templo físico. Jerusalén la celestial, es en realidad una
ciudad de otra dimensión espiritual donde habitamos en la
presencia de Dios y Yahshua el Mesías nos enseñó que el
reino de Dios está entre nosotros. Así que: ...en esto conocerán todos que... somos
sus
discípulos, si tuviéremos amor los unos por los otros. Juan
13:35. ¿Estamos construyendo la nueva
Jerusalén entre nosotros, entre el pueblo del Dios vivo?
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Otras Refs. de otros Estudios Bíblicos en
Jeusucristo.net
La construcción del
templo interior del alma, del libro de
Ezequiel,
tercera parte.
Apocalipsis Tercera Parte ...
LA NUEVA JERUSALÉN
9Y
vino a mí uno de los siete ángeles que tenían
las siete copas llenas de las siete postreras
plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo
te mostraré la
esposa,
mujer del Cordero.
10Y llevóme en Espíritu á un grande y
alto monte, y me mostró la grande ciudad
santa de Jerusalem, que descendía del
cielo de Dios, 11Teniendo la
claridad de Dios: y su luz era semejante
a una
piedra preciosísima, como piedra de jaspe,
resplandeciente como cristal. 12Y
tenía un muro grande y alto con doce
puertas; y en las puertas, doce ángeles,
y nombres escritos, que son los de las doce
tribus de los hijos de Israel. 13Al
oriente tres puertas; al norte tres puertas; al
mediodía tres puertas; al poniente tres puertas.
14Y el muro de la ciudad tenía
doce fundamentos, y en ellos los doce
nombres de los doce apóstoles del Cordero.
15Y el que hablaba conmigo, tenía una
medida de una caña de oro para medir la ciudad,
y sus puertas, y su muro. 16Y la
ciudad está situada y puesta en cuadro, y
su largura es tanta como su anchura: y él midió
la ciudad con la caña, doce mil estadios:
la largura y la altura y la
anchura de ella son iguales.
Profético:
¿Cómo se justifica la
lucha por la Jerusalén física cuando la esposa
es la Jerusalén de arriba como dice Pablo en
Gálatas 4:26? Ver también Hebreos 12:22.
Espiritual:
El monte alto
espiritualmente hace referencia a Getsemani
donde tantas veces el Señor estuvo orando y
desde donde se ve Sión, Jerusalén.
La primera
Jerusalén al completo se nos muestra en la
Biblia cuando tenía el templo físico con la
religión establecida según el orden Levítico, la
cual representa a la persona ortodoxa que ha
seguido la religión establecida por la
tradición, en este caso al buen Judío Israelita,
de los cuales son la adopción, la gloria, el
pacto, la promulgación de la Ley, el culto y las
promesas; de quienes son los patriarcas, y de
los cuales según la carne vino Cristo, el cual
es Dios sobre todas las cosas, bendito por los
siglos. Amén. A quienes se les ha confiado
guardar la Biblia, y de quienes fueron los
apóstoles, y todo esto no solo para su nación,
sino para todas las naciones de la tierra.
Y esto para Ud.
Judío o Mesiánico que esté leyendo: …si su
exclusión es la reconciliación del mundo, ¿Qué
será su admisión, sino vida de entre los
muertos? …Romanos 11. Y cuanto nos impacientamos
hasta que se conviertan todos Uds.
para que
venga ya el Señor desde el monte de Sion.
La Palabra Jerusalén,
Ierushalaim o
Yerushalayim, y otras formas, pero se compone de
Ieru
(enseñanza o fundamento) y Shalom
es paz, el
fundamento de la paz, y sabemos que el
fundamento de la paz no es esta ciudad
literalmente sino el Mesías, Yahshua. Sin
embargo el Texto nos habla de que la nueva
Jerusalén es la esposa del Cordero, lo cual nos
da luz sobre el plan de Dios, al casar a Su Hijo
con la Iglesia, nos convierte en fundamento de
la paz a nosotros mismos, de modo que al caminar
entre los hombres nos presentemos con el famoso
…paz a vosotros… Shalom,
no la paz que el mundo busca, sino la paz del
Señor que ha venido a traer guerra espiritual
por las almas que una vez le fueron arrebatadas
por el engaño del diablo, las cuales ha
venido a salvar dando su vida en la
Cruz.
Del cielo de Dios, no
es del cielo físico que conocemos, sino la
dimensión donde habita Dios, desde Su reino, de
igual modo que Esteban vio el cielo abierto,
esto es que en el cielo se le abrió el acceso al
otro cielo, al de Dios. Quiere decir que del
Señor viene a nosotros el Espíritu que nos falta
para que podamos ser la esposa.
La claridad de Dios,
en otras versiones la gloria de Dios, y su luz
semejante a una piedra preciosísima: esta es la
descripción que hace el Señor de aquellas almas
que nacen de nuevo de lo alto, que reciben Su
Espíritu y que reciben al Mesías, el Salvador
que el Padre a propuesto, que es Su propia
Palabra la cual se llama Yahshua o Yeshua, Jesús
el Cristo. Para el Señor somos piedras
preciosas, como lo es Él para nosotros, la
piedra más preciosa, y la piedra de la fe.
La Nueva Jerusalén
que viene del cielo, ha sido para nosotros el
mismo Cristo, que desciende a través del
Espíritu Santo al alma del hombre que es el
templo. El centro neurálgico del nacido de nuevo
es la mente de Cristo, la cual nos es dada y es
mas preciada para Dios que la Jerusalén física,
pues en el alma del hombre mora Dios.
Edificación
Personal:
Nuestro muro grande y
alto es la confianza que tenemos en Dios y las
doce puertas por las que el Señor entra en
nuestra mente para casarse con nosotros son la
herencia de las doce tribus, espiritualmente
hablando, la descendencia de Abraham que se
perpetúa en los doce apóstoles del Cordero, los
cuales por su testimonio aportan el fundamento de
nuestras vidas al ser los mensajeros como
ángeles portadores de la buena noticia del
Evangelio. Los cuatro puntos cardinales
representan que el Evangelio es predicado a los
cuatro vientos, a todas las naciones.
En cuanto a la medida,
encontramos una nueva cifra, doce mil elevado al
cubo, esto es las doce tribus
12.000 x los doce
apóstoles 12.000 x los
ángeles de Cristo
y las
oraciones de los santos
12.000 que
simboliza el A.T., el N.T. y que su conjunto
sube hacia arriba, esto es la altura, que va en
la dirección de Dios, metafóricamente. Que con
ambos se construye el alma del hombre, con los
Mandamientos y la fe de Jesús en el Espíritu
Santo.
17Y
midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos,
de medida de hombre, la cual es del ángel.
18Y el material de
su muro
era de jaspe: mas la ciudad era
de oro puro,
semejante al vidrio limpio. 19Y
los fundamentos del muro de la ciudad
estaban adornados de toda piedra preciosa. El
primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro;
el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;
20El quinto, sardónica; el sexto,
sardio; el séptimo, crisólito; el octavo,
berilo; el noveno, topacio; el décimo,
crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo,
amatista. 21Y las doce puertas
eran doce perlas, en cada una, una; cada
puerta era de una perla. Y la plaza de la
ciudad era de oro puro como vidrio
transparente. 22Y
no vi en ella templo;
porque el
Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y
el Cordero.
23Y la ciudad no tenía necesidad
de sol, ni de luna, para que resplandezcan
en ella: porque
la claridad de
Dios la iluminó,
y
el Cordero era su
lumbrera.
Profético:
Este mensaje es
especialmente dedicado a los constructores del
III templo de Jerusalén, que ya tiene los
planos, la maqueta, el material, y los animales
preparados, pues en la nueva Jerusalén no hay
templo, como vemos en el versículo 22, sino que
el mismo Señor es el templo de ella y el
Cordero, y esto es otra luz sobre la esencia de
Dios, quien dice ser el Templo y el Cordero, que
significa que Él mismo es el sacrificio vivo por
nosotros en Su propio corazón y toda la
estructura de ello, que no necesita que nadie
venga a hacer ritos, sino que se arrepientan de
verdad en sus corazones y Se lo abran a Él.
Espiritual:
No se queda en
esto la interpretación sino que en lo espiritual
y personal, la nueva Jerusalén es también el
mismo Mesías que con Su Santo Espíritu desciende
del cielo a nuestra alma, hecha por Él también
templo, para que el matrimonio sea de dos de la
misma esencia, en el momento en que Le recibimos
y nos construye como tal templo, de modo que se
produce la boda del Cordero, el matrimonio entre
Él y cada uno de nosotros que hace que ambos
seamos el templo y la nueva Jerusalén; sí,
dentro del hombre, en su alma y para la
eternidad. El alma del hombre ya no tiene
necesidad de sol ni de luna porque la luz de
Dios nos ilumina la mente
y el Cordero es nuestra lumbrera, dentro
de nuestra propia alma.
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EL
ULTIMO
TEMPLO
DEL
ALTÍSIMO
Los
ojos
de
aquellos
que
miran
a
Jerusalén
en
espera
del
cumplimiento
de
las
profecías
de
la
Biblia,
de
las
cuales
ya
quedan
pocas
que
cumplirse,
aunque
los
escépticos
se
tapen
los
ojos
ante
tal
evidencia
histórica,
están
también
pendientes
de
los
esfuerzos
del
pueblo
Judío
por
la
edificación
del
tercer
templo
de
Dios,
para
restaurarlo
con
todo
su
funcionamiento
según
el
primer
templo
de
Salomón
y
el
segundo
de
Herodes
el
Grande.
Sin
embargo,
y
desde
la
visión
espiritual,
como
viene
siendo
el
enfoque
de
esta web,
veremos
que
efectivamente
el
pueblo
Judío
sí
vio
la
venida
del
verdadero
Mesías
Yahshua,
que
efectivamente
nos liberó
de la esclavitud de la carne, por
la
fe,
a
los
que
creen,
y ha
traído
la
resurrección
para
todos
los
que
crean,
de
todas
las
naciones,
ha
construido
en nosotros el
tercer
y
definitivo
templo
que
jamás
podrá
ser
destruido, ni siquiera por la muerte, el alma de aquellos
que son la Iglesia y se
sentarán en el trono con el
Rey
de
reyes.
No
obstante
al
fin
del
tiempo,
vendrá
en
el
aire,
y
todo
ojo Le
verá,
y
bajará
con
Él,
la
nueva
Jerusalén,
que es Él y somos nosotros y
no
habrá
en
ella
templo
porque
Dios
será
el
templo
de
ella
y
el
Cordero. ¿Es ya en vosotros Dios y el Cordero el templo interior
de vuestra alma? ¿Se sienta ya en el trono de vuestro
corazón, el Dios vivo?
La
profecía
de
Jesús
está
cumplida
y
...no
quedará
piedra
sobre
piedra...
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