LA REFORMA INCONCLUSA
EL ESPÍRITU SANTO SIEMPRE NOS GUÍA A LA BIBLIA
©
Carlos Padilla, Julio 2015
La Reforma no es solo el
movimiento protestante que comenzó Lutero en el siglo XVI y
siguieron otros prominentes teólogos como Calvino.
La reforma es un concepto
vivo para cada uno de nosotros dentro del cristianismo. Pero el
concepto "reforma" más allá del ámbito religioso, debe cubrir todos los
ámbitos del ser humano en la vida. Se trata de una actitud permanente, una
voluntad de permanecer en el Camino de la Verdad. Lo que no es
tan evidente para la mayoría, incluidos los cristianos, es que
ese Camino de la Verdad es el único Camino de propósito, éxito y
bendición en nuestra Vida, el cual
debe ser guiado en todos los ámbitos por El Espíritu Santo.
Jesús dice "Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida..." Juan
14:6.
Sin la guía del Espíritu
Santo no podemos alcanzar el éxito en el Camino de la vida, en
cada uno de los apartados. Pero, para ello, nuestras vidas deben permanecer en
continua reforma, comenzando con el camino espiritual de nuestra
relación personal con Dios; el camino religioso como parte de
una iglesia que siga el modelo Bíblico; el camino de una vida
familiar y profesional que tenga la mano de Dios sobre ella en
amor e integridad; el
camino de las relaciones y la ayuda para con los demás; el camino de cuidar de
nuestra salud y de la del planeta, aquellos que Dios nos ha
dado. Todo esto solo puede permanecer inalterado –o mejor dicho–
en el rumbo de debemos seguir, si tenemos la actitud
reformadora permanente, de ahí que haya titulado este escrito La
Reforma Inconclusa, pues no podrá, ni deberá concluir hasta que
Jesucristo vuelva en Su Reino.
Un piloto de un avión,
antes de despegar, recibe un plan de vuelo. En este plan de
vuelo, no solo tiene los puntos de salida y de llegada, sino que
ha de seguir una ruta. Pero esa ruta puede sufrir variaciones
debidas a circunstancias ajenas a la voluntad del piloto, como
pueden ser: tráfico aéreo, retrasos para despegar o aterrizar por
acumulación de vuelos, problemas en las comunicaciones o torre
de control, una tormenta, etc. Cuando esto ocurre, el piloto
altera la ruta temporalmente, pero no pierde el plan de vuelo,
con sus coordenadas de ruta. Una vez se restablecen las
condiciones, tras una tormenta, tras una espera antes de poder
tomar tierra, etc., el piloto siempre vuelve al plan de vuelo y
a la ruta fijada para llevar el avión a su destino.
La reforma es una actitud
permanente que debemos poner en práctica, la cual tiene como
plan de vuelo La Biblia. Nuestras vidas pueden ir del punto de
salida, al punto de llegada con éxito, si seguimos el plan de
vuelo de Dios. Si contamos con un piloto mejor que nosotros, y
nos sentamos en el asiento del co-piloto cediendo los mandos del
avión de nuestras vidas al comandante Jesucristo, el nos guiará
en todo momento, hará las correcciones pertinentes, sabrá
gestionar cualquier situación imprevista para nosotros, porque
siempre será fiel al plan de vuelo del Espíritu Santo, el cual
apunta a nuestro destino en esta vida y en la venidera. A veces
el comandante cede el control al co-piloto y es éste quien
pilota el avión temporalmente. Dios también nos deja pilotar
nuestras vidas, pero si somos sus amigos, siempre mantendrá el
control de nuestro avión, nunca nos dejará solos, sin plan de
vuelo, sin rumbo, sin destino, sin propósito, sino que nuestro
vuelo de la vida llegará a su destino.
LA REFORMA
PROTESTANTE Y EL CRISTIANISMO
El 31 de
Octubre de 1517 se considera la fecha del comienzo de La Reforma
Protestante. Aquel día era la víspera de Todos Los Santos,
cuando Martín Lutero –monje agustino, sacerdote Católico, doctor
en Teología, traductor de hebreo y griego Bíblicos y profesor de
la Universidad de Wittenberg– clavó sus 95 Tesis en la puerta
de la iglesia del castillo de Wittenberg –de lo cual celebraremos el 500
Aniversario en 2017–
las clavó con un objetivo: denunciar la corrupción del papado y la venta de
indulgencias (comprar el perdón de pecados de Dios por dinero, tanto de vivos
como de muertos, que la Iglesia Católica vendía para la construcción de la
catedral de San Pedro del Vaticano, lo que ponía al papado por encima de la autoridad de la Biblia e
iniciaba la guerra religiosa que el papado convertiría en la sangrienta y
diabólica Inquisición).
Tras la traducción al alemán de la Biblia por
Lutero desde los Textos originales, se produjo la victoria de la libertad
religiosa conseguida por los príncipes alemanes contra el emperador Carlos V de Alemania y I
de España, quien quería imponer su propio concepto de cristianismo en el
imperio, aunque inicialmente seguía la corriente erasmista de la
época, pero que después fue influenciado por el poder del papado
y su oferta de apoyo y bendición a su reinado imperial, al igual
que se le ofreció a sus abuelos los Reyes Católicos.
Si tenemos tal ejemplo en
Lutero y Calvino, así como en otros relevantes reformadores,
todos forjadores del plan de vuelo del Cristianismo,
como John Wyclif, Juan Huss o Ulrico Zwinglio
–y
podemos incluir a Erasmo, por su acercamiento a las doctrinas
reformadoras–
no nos queda más remedio y obligación moral y espiritual que seguir sus pisadas, porque
el espíritu de La Reforma
sigue vivo, y lo estará hasta el fin de los días en nuestros
corazones.
Para celebrar el 500
Aniversario de La Reforma, las Sociedades Bíblicas han puesto en
marcha un programa para Iberoamérica, que en España tiene como
objetivo distribuir un millón de Biblias:
www.1millonderazones.org
LA REFORMA
INCONCLUSA ...PORQUE ES PERMANENTE
El Espíritu Santo es el
reformador y cuidador permanente de La Iglesia. Su labor ha sido
determinante desde Adán, y lo será hasta el regreso de
Jesucristo para el establecimiento del
Reino de Dios. En tiempos del Nuevo Testamento ya podemos ver Su
labor al ir dando forma a las vidas de los apóstoles, las
doctrinas, el trato a judíos y gentiles, las costumbres, la
liturgia, Pentecostés, etc. Vemos el legado de los cuatro
Evangelistas, de Pedro y de Pablo. Ellos vivieron las primeras
reformas que fueron necesarias para que la Iglesia no perdiera
el rumbo recién iniciado y que Dios había fijado para que la humanidad recibiera
el mensaje de la Salvación.
Más adelante vemos Su mano
en las vidas y obras de los reformadores, y las conclusiones que aportaron a La Iglesia. La denuncia de la deriva del
papado y los líderes de la iglesia tradicional. La deriva de la
doctrina, y el haber apartado La Biblia de la vida diaria, tanto
de los pastores como de fieles. El regreso a Las Escrituras, a
las doctrinas fundamentales, a la fe, a la autoridad de La
Palabra de Dios sobre el hombre. La Reforma estableció toda una
guía que se puede leer en la obra de Calvino "Summa Theologiae".
La reforma, hoy, está
vigente y viva. Vigente en cuanto a los conceptos y doctrinas,
las ideas y la fe que se inician desde las enseñanzas de
Jesucristo, que ven la luz de su interpretación en el Nuevo Testamento. Y viva en cuanto a que es
permanente, es decir, que la Iglesia a día de hoy necesita estar
alerta, ante las derivas que está sufriendo en la práctica
totalidad de las denominaciones, fruto de la influencia de la vida en nuestro tiempo,
muchos piensan que el último. El
relativismo de nuestros días es distinto al oscurantismo del
siglo XVI y se combate de forma distinta, pero con los mismos
principios, desde la fe. Los reformadores comenzaron cuando la
gente no tenía Biblias. Hoy todo el mundo puede tener una Biblia
en su idioma, pero si no la conocen ni la comprenden debido a la
influencia de las filosofías actuales y a las corrientes
del mundo materialista, humanista, económico y tecnológico, no
pueden seguir el plan de vuelo que Dios nos da cada día en Su
Palabra.
LA REFORMA
PERSONAL
Pero realmente no hay
reforma que valga si antes no ha habido reforma personal. Las
personas tenemos que poder recibir la luz para ver nuestra
desviación de rumbo, sobre todo cuando pensamos que estamos en
la Verdad. ¿Cuantos cristianos en iglesias erradas, creen que
están en la Verdad? ¿Cuantos creyentes de muchas religiones,
filosofías o propia razón creen que están en la Verdad?
Existe una materia de seminario
cristiano llamada "Disciplinas
Espirituales". Ese Espíritu, de Dios, que buscan aquellos
que quieren seguir de la manera más fiel posible, el rumbo del
plan de vuelo de Dios, es el que tiene las claves para llegar al
destino fijado en la vida. Una vida que, en continua reforma
personal puede llegar a dar grandes frutos, pero que necesita
que se apliquen unas disciplinas que no todos están dispuestos a
llevar a cabo, porque tampoco buscan una relación íntima y
profunda con el Creador. Ésta relación se halla en Cristo. Él es
el Maestro que nos ha dejado Su vida en la tierra relatada por
los Evangelistas como fiel reflejo de las disciplinas
espirituales.
Las disciplinas son tan simples
como pasar tiempo con Dios, orar, estudiar la Biblia, ayunar,
ejercitarse para la piedad y el amor de Dios, la alabanza, el
testimonio y la adoración. 9 disciplinas que como la Menorah de
9 brazos emanarán el aceite que mantiene el fuego del Espíritu
en nuestros corazones. Solo llevando a cabo estas disciplinas
podremos ver con claridad dónde estamos en la vida, adónde nos
dirigimos, cual es nuestro destino, y si llevamos el rumbo
correcto o debemos rectificarlo. Esta es la esencia de la
reforma personal permanente e inconclusa, el entrenamiento
diario del alma. ¡No deje de practicarlas cada día de su vida!
ES POR LA
FE
El profeta Habacuc, en el
libro de La Biblia que lleva su nombre, dejó escrito que ...el
justo vivirá por la fe. Habacuc 2:4. Más tarde el apóstol Pablo
haría referencia a este Texto en varias de sus cartas, Romanos
1:17, Gálatas 3:11 y Hebreos 10:38, un concepto que ya estaba
fijado en la mente y el espíritu del Evangelio, como lo haría
posteriormente Lutero, quince siglos más tarde en su búsqueda de
la gracia de y el perdón de Dios.
También vemos a Juan en el
capítulo 3:16 de su Evangelio –posiblemente el versículo más
famoso de La Biblia– hablando de la gran clave de la reforma, la
fe: ...Porque
de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en Él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna.
Si el justo vivirá por su
fe, debemos establecer primero quien es justo. Si la fe es un
don de Dios, y nadie puede justificarse ante Dios por sus obras
¿cómo podremos alcanzar la bendición de Dios? Es por la gracia
de Dios quien nos ama desde antes de recibir la fe, estando en
nuestros pecados. Si nuestro corazón está dispuesto al
arrepentimiento, Dios provee la fe, la cual hace que creamos en
la obra de Su Hijo Jesucristo en la Cruz, y que por Su sangre
nuestros pecados son expiados, recibiendo la justicias de Dios.
El justo, es, pues aquel que ha sido justificado por la sangre
de Cristo; el que cree esto es justo. Pero no podrá vivir por
sus fuerzas en justicia, es necesaria la fe.
De esta correlación entre la fe y
la gracia emanan los cinco pilares de
La Reforma, o
cinco "Solas": Solo Las Escrituras, Solo La Fe, Solo
La Gracia, Solo Cristo, Solo a Dios Gloria.
La Biblia es la Palabra de Dios
inspirada, por lo cual ha de ser la máxima autoridad, por encima
de papas y tradiciones, por tanto sólo Las Escrituras. La fe sin
obras es un don de Dios, porque la Salvación no se puede ganar
por obras nuestras, ni por el cumplimiento de la Ley, porque
somos incapaces de cumplirla, por ellos la obra que sí nos salva
es la de Cristo al dar Su vida por nosotros, y esto se cree o no
se cree, la Fe sola. La Gracia de Dios mana de Su corazón, de Su
misericordia, no es por nuestros méritos, pero Dios nos ama
desde nuestro estado de pecado y nos santifica por la Fe. Cristo
es el único que nos puede salvar, y es el único mediador entre
Dios y el hombre; Dios no acepta otro mediador que no sea Su
Hijo; ni santos, ni vírgenes, ni patrones, ni dioses falsos, ni
imágenes de culto... A Dios pertenece la gloria, por lo tanto,
porque no hay nadie más a quien debemos dársela. El cristiano ha
de permanecer en continua reforma, en continua revisión de estos
pilares doctrinales imprescindibles.
Finalmente entenderemos
que aunque nuestra reforma permanente e inconclusa, bajo las
disciplinas espirituales, ese camino a la perfección en Cristo,
es el único que nos va a mantener vivos por la fe, como dijeron
el profeta Habacuc y el apóstol Pablo.
CONCLUSIÓN
La Reforma y la reforma están
inconclusas en cuanto a que siempre hay que mantenerse en alerta
y mirándose al espejo de La Biblia y las cinco "Solas".
Vemos que la mayoría de
iglesias, desde la Católica, a la Ortodoxa y gran parte de las
Protestantes-Evangélicas se han desviado del plan de vuelo del
Espíritu Santo porque no han dejado pilotar a Jesucristo, y por
lo tanto llevan sus aviones ministeriales a destinos distintos
de los que Dios había fijado para la bendición del pasaje, las
ovejas de unos pastores que han perdido el norte. Cuando se
abandonan Las Escrituras y se imponen mandamientos de hombres,
Marcos 7:7; ese es el resultado. Vemos que cada uno –y sus miembros–
defienden, en muchos casos, sus iglesias de forma idolátrica, como si estuvieran
en posesión de la verdad, a veces anteponiendo su antigüedad,
otras sus tradiciones, otras su peso específico en una cultura,
etc. Pero nada de esto le importa a Dios. La Reforma viva e
inconclusa las lleva hacia el "Solo Las Escrituras".
Es, pues, por la fe en La Biblia, que
el cristiano podrá vivir en el Espíritu. Es, pues
el cristiano que podrá juzgar, Biblia en mano, si su iglesia y
sus hermanos siguen los Mandamientos de Dios y la fe de Jesús, o
por el contrario se han hecho una Babel humana de mandamientos y
tradiciones de hombres contraria a la Palabra de Dios. ¡Allá cada
uno! porque ante Dios todos daremos cuenta de lo que hicimos. El
rey Josías halló el libro de La Ley (2Reyes, caps. 22 y 23) y lo hizo leer
para todo el pueblo, y aplicó la Palabra de Dios; fue pues un
reformador. También Ciro, rey de Persia recibió la fe para
obedecer a Dios (Esdras 1) y lo hizo en todo el imperio. El primer Concilio de Jerusalén (Hechos 15)
estableció la Palabra de Dios por las enseñanzas de Jesucristo.
Lutero aportó la vuelta a las Escrituras en lengua vernácula y
denunció la corrupción del papado, devolviendo a quienes
tuvieron oídos para oír a la ruta de vuelo de La Biblia, para
que pudiéramos vivir por la fe el perdón de pecados en el nombre
de Jesucristo. La Reforma viva e inconclusa nos lleva hacia el
"Solo La Fe".
También vemos que la
política ha de reformarse permanentemente para servir al pueblo.
Desde la democracia griega, donde votaban solo los hombres,
pasando por la república romana en la que una clase selecta
elegía, o el absolutismo imperial, las monarquías absolutas, o
el comunismo, vemos que las más relevantes reformas vinieron por
defensores del pueblo. Lo vemos en John Locke y su defensa del
derecho a la vida, a la propiedad y a la libertad. Lo vemos en
Voltaire y su defensa de la libertad religiosa y de expresión. O
en el Barón de Motesquieu y su propuesta de dividir el gobierno
en tres poderes, conocedor de que el poder corrompe, y lo
propuso medio siglo antes de la Revolución Francesa. O la lucha
que mantuvo William Wilberforce para erradicar la esclavitud en
el parlamento Británico. Hoy, más que nunca la política debe
reformarse y el ciudadano exigir que sus gobernantes sean
honrados y sirvan a su pueblo con piedad y misericordia. La Biblia
ha influido en las ideas de la
Ilustración, han tendido especial influencia en algunas de las
mejores constituciones de países como los Estados Unidos de
América, o en la Constitución Española de Cádiz de 1812. Por
cierto el famoso himno
Amazing Grace fue
compuesto por John Newton, el mejor amigo y consejero de William
Wilberforce, demostrando al pueblo que no somos merecedores de
la bendición de Dios, pero que aceptando Su gracia podemos
llegar a ser mejores ciudadanos, cuidadores del prójimo. La
Reforma viva e inconclusa lleva a las naciones hacia el "Solo La
Gracia".
De igual modo
podríamos hablar de las relaciones con Dios y nuestro prójimo, o de algo tan importante
como la educación, la ayuda humanitaria a países del tercer
mundo para la erradicación del hambre y la penuria, así como de
la protección del medio ambiente. Usted podrá añadir todos y
cuantos temas le sean relevantes, los cuales reformar
permanentemente para mantener su ruta de vuelo en la vida, pero
todo tendrá un punto de partida que proviene de unas palabra de
Jesucristo: "Que os améis unos a los otros; como Yo os he
amado..." Juan 13:34, solo Él ha dado Su vida por nosotros,
siendo Dios. La Reforma viva e inconclusa nos lleva hacia el
"Solo Cristo".
¿Qué hará usted, que
conoce La Biblia y que leyendo lo que aquí escribo le insto a
vivir en permanente reforma ante Dios? ¿Revisará su vida en
todas las áreas; su matrimonio, sus hijos, su trabajo, su
iglesia, sus relaciones, su salud, etc., revisará su plan de
vuelo? Ya tiene el avión de su vida, un avión que vuela, pero
tiene que hacer su primer vuelo de fe, como hicieron en Carolina
del Norte los hermanos Wright, quienes trabajaron con convicción
en el proyecto hasta conseguir el primer vuelo. ¿Está seguro de haber dejado los mandos al comandante
Jesucristo? Si es así ¡enhorabuena! porque si hace una revisión de
su vida con regularidad, mantendrá la actitud reformadora viva e
inconclusa y llegará a su destino con la bendición de
Dios, a quien dará entonces la gloria en todo lo que haga. La
Reforma viva e inconclusa le lleva hacia el "Solo a Dios
Gloria".
Estudie La Biblia mientras viva, acuda a un
seminario, busque
otros hermanos que la conozcan y honren, y asegúrese de no dejar
nunca los mandos a otro piloto que a Su comandante, mientras
usted va de co-piloto. ¡Buen vuelo!
...Más si aun nosotros, o un ángel de cielo
os anunciare otro
Evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema...
Gálatas 1:8. Amén.
|