JESUCRISTO   LA RESURRECCIÓN VIENE. HE AQUÍ QUE VIENE CON LAS NUBES Y TODO OJO LE VERÁ, Y LOS QUE LE TRASPASARON. Apocalipsis 1:7.

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FUEGO DEL CIELO

EN LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES

 © Carlos Padilla, Julio 2012

 

El fuego del Cielo es muchas veces entendido únicamente como el juicio de Dios, como la ira de Dios. Pero lo cierto, a la luz de las Sagradas Escrituras, es que el fuego del Cielo es de dos clases y procede de dos fuentes. El primero es para purificación y celo de Dios en el discípulo, y de él a la Iglesia. El segundo es el de la ira de Dios para juicio, y componente del fin del mundo. La primera fuente es Dios. La segunda es un cristiano, o la Iglesia. La segunda fuente, la obtiene el cristiano o la Iglesia a través de un crecimiento en la fe por la práctica de las disciplinas espirituales, y los equipa con el poder de Dios para bendecir, dejando el juicio o la gracia a Dios, como respuesta a la reacción del oyente a la predicación del Evangelio, recibiendo o rechazando al Hijo de Dios.

¿Cuáles son estas disciplinas?, lo veremos a lo largo de este estudio, pues depende del cristiano ponerlas en práctica. El primer fuego es el conocido como el bautismo de "Aquel" que era más poderoso que Juan el Bautista, y que nos bautizaría en Espíritu Santo y fuego.

...Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Mateo 3:11.

El segundo fuego, el del juicio de Dios es para aquellos que son enemigos de Dios, los que no aman a Dios ni reciben a Jesucristo como salvador. El fuego es el mismo, pero para los primeros es la misma presencia de Dios, pero para los segundos su propia destrucción, porque "...Nuestro Dios es fuego consumidor..." ...Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29porque nuestro Dios es fuego consumidor. Hebreos 12:29.

Esta es precisamente la historia de tres varones de Dios que vivieron en el imperio de Nabucodonosor, los tres amigos del profeta Daniel: Sadrac, Mesac y Abed-nego.

...Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. 25Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses. 26Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. 27Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían. Daniel 3:25.

La historia Bíblica sobre el fuego de Dios la vemos en multitud de historias que nos muestran la presencia de Dios para que aprendamos la obediencia y la disciplina espiritual. Jesucristo mismo no quiso dejar de cumplir toda justicia, lo cual demostró al bautizarse, y además aprendió la obediencia por Su disciplina espiritual de vida, pues Su vida es nuestro modelo a seguir, por su excelencia y compromiso. Una guía que seguirían apóstoles y padres de la iglesia, y que está al alcance de todo cristiano.

...¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? 15El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. Isaías 33:14.

Pero ¿cómo podemos nosotros hacer que caiga fuego del Cielo en la tierra?, en esa tierra que representa el alma humana, en nuestro prójimo, y que este fuego sea de amor de Dios. El fuego del bautismo del Espíritu Santo viene por el poder de la Palabra de Dios predicada, pero el que la predica ha de ser un mensajero ungido, y la unción procede del fuego del Cielo que está en la presencia de Dios, la misma que experimentamos cuando estamos en soledad con Dios. Cuando los apóstoles estaban junto a los hermanos, reunidos esperando la promesa del Señor, de que vendría sobre ellos el Espíritu Santo y recibirían poder desde lo Alto, vinieron sobre ellos lenguas como de fuego. Hechos 2.

¿Quiere ver resultados en su vida? ¿de verdad quiere?. Vaya al campo de batalla de la oración de fuego. El campo de batalla no está lejos, lo lleva encima, es su propio cuerpo, el Templo del Espíritu Santo. ¿Cómo se hace? poniendo en práctica las disciplinas espirituales que veremos a continuación. Es a partir de aquí que como cristiano comienza su andadura en la nueva vida de salvación y redención. Ahora pasará por las pruebas, por el fuego purificador, un fuego que primero será para su santidad, pero que luego emanará, una vez madure y sea transformado por Jesucristo en carácter, fe y corazón, por las disciplinas espirituales bajo la guía del entrenamiento del Espíritu Santo, para la gloria de Dios.

 

LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES

Ahora bien, por mucho que algunos piensen que son algún tipo de Rambo espiritual, algunos grupos, que son comandos de élite, y otros parte del mejor batallón, lo cierto es que todo cristiano verdadero es parte del ejército espiritual de Dios, de Yahweh de los Ejércitos, y depende de Él y de Su gracia. Aquellos que luchan sin la dirección de Dios pueden hallarse en contra en lugar de a favor. Bien sea por ir a destiempo, por aplicar estrategias de otras batallas, o por no saber cual es el objetivo, el material ministerial necesario, o dónde está la tierra prometida de su tiempo. Es por lo tanto responsabilidad de cada cristiano saber con toda claridad si está sirviendo con aquellos que son verdadero ejército de Yahweh, o en compañía de un ejército que se parece pero que no es de Dios. La iglesia, congregación o grupo al que uno permanece, con quien uno comparte y donde y para que propósito sirve, son la clave del éxito o el fracaso en la Gran Comisión.

Una vez se tiene claro que se forma parte del ejército de Jesucristo uno puede prepararse a conciencia. Se sepa o no con claridad cuando se entre en combate, lo cierto es que el buen soldado se prepara a diario para estar listo en cualquier momento. Es más, todo ejército se prepara para la guerra de continuo, no hacen otra cosa que estar listos para el combate en cualquier momento, hacen maniobras, simulaciones, estudian estrategia, comparten con aliados de otros países, se entrenan para toda situación que pueda presentarse en combate.

El cristiano, de igual modo que el soldado, o que el atleta, debe ir al gimnasio de las disciplinas espirituales de forma continua, del mismo modo que bebe, come, duerme o aprende. El cristiano necesita beber del agua del Espíritu, comer de Aquel que Es la Palabra de Dios, descansar en Cristo, y aprender la sana Doctrina y las Disciplinas.

Lo primero que hemos de tener claro es el punto de partida al que nos referimos; asumimos que hablamos de gente santa, nacidos de la fe en Cristo que buscan ser gente santa, pueblo de Dios que quiere aprender las disciplinas que vencerán aquellas esclavitudes de la carne y del mundo que los dominan e impiden servir a Dios como querrían, porque ven que el mundo trastorna sus vidas, en lugar de ser ellos los que trastornen al mundo con la fe y una vida indestructible.

Hablamos de gente que ha nacido de nuevo, gente que cree que Jesucristo es su Señor, que ha dado Su vida en la Cruz para pagar por sus pecados, otorgándoles vida eterna y espiritual, desde el momento de recibirlo, y que se han comprometido con Él por el resto de sus vidas en la tierra para servirle y amarle con todo su corazón, y quieren saber cómo van a conseguirlo, además de la gracia de Dios, qué tienen que poner de su parte. Estas disciplinas de vida se convertirán en leyes de vida para bendición. No hablamos de superhéroes espirituales, sino de gente de Dios normal, con los pies en la tierra, pero con el corazón en el Cielo.

Es Ud. escritor, o parte del coro de alabanza, predica, es pastor, cada uno tiene unas disciplinas específicas, pero éstas tienen unas herramientas comunes que son básicas a las que luego tendrá otras que añadir, las específicas. El resultado de las disciplinas espirituales redunda en un poder de Dios en el cristiano que se trabaja a sí mismo por ser un discípulo, lo que produce ese fuego del Cielo. Sin estas disciplinas nada puede conseguir el cristiano, el atleta o el soldado de Jesucristo, ni fuego del Cielo ni victorias espirituales. Pero ¿cuáles son esas disciplinas que hacen que un cristiano sea verdaderamente un buen vaso de honra con quien Dios cuenta para Su obra, el Reino de Dios?

Las disciplinas básicas y permanentes en la vida del cristiano son: La oración, el ayuno, la soledad, el silencio, la adoración, la integridad, el estudio diario y sistemático de la Biblia, la pertenencia al cuerpo de Cristo, las buenas obras y el amor de Dios.

En el cristiano maduro las disciplinas que hemos enumerado se desarrollan de la siguiente forma:

La oración diaria varias veces. Tener un tiempo para orar por una lista de causas, personas y cargas espirituales. Nuestra relación con Dios conociéndole más cada día, que nos abra las Escrituras. Nuestros seres amados. Nuestros hermanos, la iglesia, los pastores y líderes. El gobierno de nuestro país, los poderosos, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado y el ejército, los maestros, los hijos, los mayores, los hospitales, los enfermos, los pobres, la ayuda humanitaria para que encuentre puerta abierta en los países. Y por la iglesia perseguida, nuestros hermanos presos y torturados por Cristo. Por las personas que van a recibir a Jesucristo como salvador hoy. Otra oración libre en la presencia de Dios, dejando al Espíritu guiarnos. Buscar vigilias, buscar también orar con hermanos de nuestro círculo de confianza. Seguir un protocolo de horario, al levantarse, al acostarse, durante el día.

El ayuno, no solo de comida o agua, sino de contaminación del mundo, de música, de personas enemigas de la fe. No comer un día, o dos o tres, o cuarenta. Ojo quien tenga problemas de salud. Beba agua, sobre todo si padece de los riñones. No se trata de ascetismo, sino de buscar la santidad, cada uno tenga su método con el Señor y no se deje imponer. El propósito del verdadero ayuno lo puede leer en Isaías 58, más adelante.

La soledad, no buscando ser un ermitaño, ni un monje aislado del mundo como los monasterios. Esa fue la reacción de aquellos que al principio del cristianismo huían de un mundo corrupto, nada nuevo para nosotros, en un mundo final que hiede ya. La soledad es imprescindible para la intimidad con Dios, para luego poder relacionarse, con Su amor, en público, con los hermanos y con los que no conocen al Señor y pecan libremente.

El silencio es la manera de escuchar al Espíritu. La oración previa, el estudio de la Palabra y la meditación son la antesala para estar en silencio, y que la mente sea entregada al Espíritu Santo.

La adoración de nuestro corazón es fundamental. El que adora a Dios de verdad, Le ama y se deleita en Su presencia, tiene celo de Dios, le echa de menos cuando no lo siente, y Le busca como el sediento al agua, y agua viva.

La integridad, sin la cual no podemos agradar a Dios ni ser de buen testimonio a los demás. Si no somos confiables, si no tenemos palabra, si no andamos en justicia de Dios, si no vivimos lo que predicamos, somos metal que resuena y címbalo que retiñe, 1Corintios 13:1.

El estudio diario y sistemático de la Biblia sin el cual no podemos conocer a Dios en profundidad, y si no conocemos a Dios, lo cual es la Vida Eterna, Juan 17:3, entonces no podemos hablar a los demás con el conocimiento que implica la persona más importante del universo, Su Creador, nuestro Padre, Su Hijo, nuestro Salvador, y Su Espíritu quien nos llena de Su vida.

La pertenencia al cuerpo de Cristo, reconociendo que es salvo aquel que confiesa a Jesús y vive una vida como la que Él vivió, sin importar la iglesia o denominación a la que pertenezca. Además la pertenencia significa ser fiel a la congregación donde uno se congrega, a pesar de las imperfecciones y fallos de los hermanos, perdonando y siendo paciente, siempre y cuando la doctrina y la actitud sean santas, así como el propósito de la propia congregación.

El testimonio y la predicación producen que el fuego del Cielo caiga sobre aquellos que reciben la predicación de la Palabra de Dios, entra en sus oídos, penetra hasta partir el alma, como lo expresa la Biblia en Hebreos 4:12, entra en la mente, y convence al corazón y al espíritu, y nos inunda el Espíritu de Dios con Su bautismo de fuego. Esto nos ha pasado a todos los que hemos creído, así que prediquemos. Porque la historia nos deja testimonios que no podemos ignorar, como que la imprenta apareció providencialmente cuando Lutero y su traducción al Alemán de la Biblia estaban listas. O que el transporte en la era industrial apareciera cuando se comenzaran a extender los misioneros de las Asambleas de Hermanos en el siglo XIX para llevar el mensaje de la vida sencilla y guiada por el Espíritu Santo, en lugar de bajo el rígido yugo anglicano, a todo el mundo. Se reunirían en las casas y no tendrían jerarquía. Se llamaban los Plymouth Brothers, hermanos de Plymouth desde Inglaterra. Hoy las nuevas tecnologías y el transporte moderno hacen que haya Biblias en todos los idiomas del mundo y predicaciones y misioneros por todo el mundo.

La vida sencilla estando contentos con lo que tenemos ahora, seamos pobres o teniendo abundancia, pero en frugalidad. La sencillez es no necesitar más de lo necesario para vivir, y así enseñarlo a la familia y la congregación, pues ejercitándonos en esto pondremos en práctica una vida rica en espíritu y lejos de las tentaciones y las codicias del mundo. Esa vida sencilla es de gran testimonio y poder para producir fuego del Cielo de la presencia de Dios.

Dar alegremente, buenas obras, ser generosos, de manera que el Señor nos pueda decir cuando venga, "Venid benditos de Mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo". Porque tuve hambre y me disteis de comer;... ...fui forastero y me recogisteis;... ... estuve enfermo y me visitasteis, o en la cárcel y vinisteis a mí. Mateo 25:34-36. Además de dar alegremente dinero, tiempo y dedicación al prójimo empezando por la familia, y los hermanos, debemos también a la iglesia, un compromiso generoso de bendecir la obra del Señor.

El amor fraternal, la misericordia, la piedad, porque si no hemos aprendido el amor de Dios, seremos inmaduros y no sabremos de que espíritu somos, como advirtió Jesús a sus discípulos Jacobo y Juan cuando querían hacer descender fuego del Cielo como juicio sobre Samaria:

...Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. 52Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. 54Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? 55Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. Lucas 9:51.

Mas vemos que también el mismo Señor una vez ve que el fuego del celo en la Iglesia ha venido del Cielo no se puede contener, porque ya se ha encendido el mundo bajo la presencia de Dios. Y esto es algo que la mayoría de la Iglesia ignora, no se enseña y no se usa; el poder de Dios en manos santas, por la oración de fuego espiritual a la que es añadido fuego del altar de Dios en el Cielo, y cae en la tierra como en el séptimo sello de Apocalipsis 8. El mismo Jesucristo ya exclama que esto no se puede parar en los que lo han recibido:

...Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido? 50De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla! 51¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. 52Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. 53Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra. Lucas 12:49.

Ya hemos visto las disciplinas espirituales que ahora tendrá que decidir si pone en marcha como parte de su vida, con la ayuda de Dios. Y este es el verdadero ayuno que Dios demanda y acepta, de la mano del ayuno físico, y con este propósito que leemos en Isaías 58:

...Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. 2Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. 3¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores. 4He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto.

5¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Yahweh? 6¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? 8Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Yahweh será tu retaguardia.

9Entonces invocarás, y te oirá Yahweh; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; 10y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. 11Yahweh te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. 12Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar. 13Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Yahweh; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, 14entonces te deleitarás en Yahweh; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Yahweh lo ha hablado.

Como hemos visto, nuestro Dios busca nuestro corazón, en profundidad. Para ello y para llevar a cabo el crecimiento de las disciplinas espirituales que traen el fuego del Cielo sobre el alma humana, nada mejor que añadir siete dones del Espíritu a nuestras vidas, como el apóstol Pedro recibió, para añadir a nuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros y abundan, no nos dejarán estar ociosos, ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Segunda carta universal del apóstol Pedro, capítulo 1.

 

FUEGO DEL CIELO

Jacobo y Juan le preguntaron al Señor si quería que ordenaran que cayese fuego del cielo, como hemos visto antes, para consumir a aquellos que no recibieron a Jesús en aquel momento, cuando se preparaba para ir a Jerusalén, estando en Samaria; el que lee entienda. Esta actitud se debía al fuego del celo de Dios que ellos tenían, pero este celo era un celo inmisericorde, no entendía ni los tiempos ni los propósitos de Dios, tenía la vista muy corta, porque estaban todavía en su tiempo de aprendizaje y discipulado, con el privilegio de serlo de la mano del Maestro. Es por esto que Jesús les reprende. El fuego de Dios en manos de recién convertidos sin ser instruidos por sus pastores es un peligro, y es responsabilidad del que predica, que si alguno se convierte, sea llevado a instrucción inmediatamente, bajo las disciplinas espirituales, que culminan y deben ser guiadas por el amor de Dios. El juicio le corresponde a Dios.

El fuego del Cielo que emana de un cristiano, o de una congregación por la práctica de las disciplinas espirituales, es un poder de Dios otorgado a aquellos que Le aman. Pero como a Jacobo y a Juan, a muchos, a veces les tienta la resolución de la justicia y buscan aplicarla ellos mismos en lugar de orar para que sea Dios quien lo haga, y muchas veces se hace daño, por palabras, por acciones o por omisiones dentro de las iglesias por el celo de Dios que no ha sido instruido por las disciplinas espirituales.

Es sin embargo Jesucristo, quien en el tercer año de Su ministerio había aprendido a utilizar el fuego de Dios de la piedad y la misericordia, siendo nuestro Maestro del amor de Dios. Una vez asimilamos que el poder que Dios da por estas disciplinas es para la bendición de la iglesia, es que el Espíritu Santo, en Su BAUTISMO DE FUEGO nos otorga poder ver el resultado de esta nueva forma de vida, una vida que da los siguientes frutos para la gloria de Dios:

Fuego del Cielo por la oración a la que le es añadida incienso y fuego del trono del Cielo, Apocalipsis 8:5. Y el ejemplo es el de Elías:

...Respóndeme, Yahweh, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Yahweh, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. 38Entonces cayó fuego de Yahweh, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. 39Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Yahweh es el Dios, Yahweh es el Dios!. 1Reyes 18:37.

Fuego del Cielo por el ayuno físico que nos purifica, que nos da paz del Cielo, como solo Jesús la da, paz que nos acerca a Dios y nos separa del mundo, y a su vez, nos da el poder de echar fuera demonios. Y por el ayuno que ayuda a viudas y huérfanos en sus tribulaciones, que da al pobre y tiene misericordia. Isaías 58, Juan 2:17.

Fuego del Cielo por la soledad de pasar tiempo con Dios en adoración, o en silencio, o derramando el corazón ante el Suyo, por la fe que da la obediencia y la confianza en Dios, expresadas en el testimonio de una vida cristiana, y el poder de la predicación de la Palabra de Dios. Romanos 1:16.

Fuego del Cielo por el amor al prójimo cuando se oponen, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza, Romanos 12:20, cumpliendo la Regla de Oro, Mateo 7:12.

Fuego del Cielo por el amor de un hermano que ama a la iglesia por la que murió Jesús para que todos sepan que somos Sus discípulos. ...Que os améis unos a otros..., Juan 13:34-35.

Fuego del Cielo por el amor a Dios de un corazón que no puede vivir sin Su presencia y dirección, guardando así el Gran Mandamiento, Marcos 12:30.

Y Fuego del Cielo viene a la Iglesia procedente del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, porque Jesucristo nos amó hasta la muerte, y muerte de Cruz, estando nosotros en nuestros pecados, siendo sus enemigos, hasta nacer de nuevo, porque hay que nacer de nuevo, no se nace cristiano en este mundo:

...Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Génesis 22:7.

He aquí el Cordero para el holocausto, Jesucristo, el Cordero de Dios. Ya estaba el fuego de las dos clases, de parte de Dios, para quemar nuestros pecados en Su Hijo, en la Cruz, por el fuego del Amor Eterno y Santo, y por el fuego de la purificación de la Iglesia desde la resurrección y ascensión de Jesucristo, nuestro amado Señor y Salvador.

Por nuestra parte, pues, no quede lugar a dudas de que trasmitimos el Evangelio por la disciplina del testimonio, habiéndonos preparados por las demás disciplinas, para ser atalayas de Dios, amonestando a pecadores en su pecado, y a justos si se apartaren del Camino, siendo nosotros mismos humildes y velando para depender de Dios, Ezequiel 3:16-21. El fuego del Cielo del juicio le corresponde a Dios.

...Cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo... 2Tesalonicenses 1:7b

...Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego... Apocalipsis 1:14.

Los ojos del Señor todo lo ven, nadie puede esconderse de Su presencia, porque en Él vivimos, y nos movemos, y somos, Hechos 17:28.

...Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. 10Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Apocalipsis 20:9.

Para los que echen de menos una mención sobre el Fuego del Cielo del juicio de Dios, en referencia a los tiempos proféticos del fin, les recomiendo estos estudios:

FIN DEL TIEMPO DE LOS GENTILES. - LA APOSTASÍA. - ESTUDIOS PROFÉTICOS

Pendiente queda pues de cumplimiento el fin del Tiempo de los Gentiles, y ver hasta que punto está vinculado con la destrucción de Damasco "Isaías 17" y si la Explanada de las Mezquitas, se convierte en Monte del Templo.

 

CONCLUSIÓN

El fuego del Cielo a través del cristiano y de la iglesia, viene, pues, como resultado de aplicar estas disciplinas espirituales. Ahora bien, no podemos caer en el error de creer que por la práctica de estas imprescindibles disciplinas somos dignos de gloria, sino que la bendición de Dios al esfuerzo por servir mejor a Dios y a la iglesia las acompañan. Y sin estas disciplinas que traen el fuego del Cielo a nuestra vida, Dios no puede bendecirnos para ser eficaces discípulos de Su Hijo Jesucristo. Comenzamos a servir a partir del fuego del bautismo espiritual, y a continuación son estas disciplinas las que nos van entrenando y manteniendo en la gracia de Dios para bendición de vida, y vida eterna.

En la segunda parte de este estudio hemos entrado en el conocimiento de saber utilizar ese fuego del Cielo, por el amor de Dios, en misericordia y piedad. También hemos aprendido que además de las disciplinas comunes, tendremos que conocer cual es nuestro llamamiento específico, el cual nos va a exigir otras disciplinas específicas. La clave será que Dios nos conceda la columna de nube y la columna de fuego que le puso a Moisés para protegerle y guiarle de noche, mientras le guiaba con la columna de nube de día, porque si no sabemos adonde vamos, y si no sabemos si Dios nos está sacando y vendrá con nosotros, toda nuestra preparación es en vano.

...Y Yahweh iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. 22Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego. Éxodo 13:21. LA NUBE Y LA COLUMNA DE FUEGO.

En la vida con Dios, la visión clara de adonde vamos es fundamental. Para ver con claridad nada mejor que poner en práctica las disciplinas espirituales. Si hace tiempo que anda en confusión y en tinieblas, que no ve claro su llamamiento, su iglesia, su vida en general, tome la determinación de comenzar a poner en práctica las disciplinas espirituales. Hable con su pastor si es posible, para ser instruido. Si no tiene pastor, ore para que Dios le muestre alguna iglesia Bíblica donde congregarse y encontrar guía espiritual.

Una vez se acostumbre a caminar con Dios, cuando disfrute y sea su deleite pasar tiempo con Dios, podrá conocer para Ud. mismo cuales son las respuestas existenciales y espirituales, pero para el cristiano lo es más aún, porque el cristiano tiene que poder oír la voz de Dios o tener un consejero fiable que la oiga con él, si no su vida carece de propósito, debe Estar Viviendo el Reino de Dios. Las personas hemos sido diseñadas por Dios para un propósito, averiguarlo es parte de nuestra vida. Una vez lo conocemos es la base de nuestra vida, pero no excluye otras funciones y llamamientos. Pero su relación con Dios es para siempre, invierta en ella su corazón.

Finalmente recordemos que el fuego del Cielo es la presencia de Dios mismo, como en la zarza con Moisés. Motivo por el cual el ángel caído se disfraza de ángel de luz, 2Corintios 11:14, e imita siempre que puede a Dios su creador, pero a Quien desobedece, por eso lo encontramos en Apocalipsis 13:13 haciendo precisamente una señal física de hacer descender fuego del cielo, pero no del Cielo. Razón de más para buscar a Dios en nuestras vidas para conocer Su voluntad. De nuevo la actitud de traer el fuego de la bendición es para nosotros, y el de juicio exclusivamente para Dios. Nos protege Dios, como  cuando una columna de fuego se interponía entre el pueblo de Dios y Faraón cuando empezaban a cruzar el Mar Rojo abierto por Dios. Estar ante el fuego de Dios es ser probado como se prueba el oro, para que las impurezas sean fundidas y quede lo santo de la persona. Dios es fuego consumidor, ante Su presencia nada queda oculto, y todo pecado es quemado, en los que se presentan ante Él en arrepentimiento de la mano de Jesucristo. Es el bautismo final del hombre de Dios: ...Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego... Mateo 3:11, y de ese bautismo emana nuestra oración de fuego del Cielo, el poder de Dios para el cristiano.

Seamos pues como Sadrac, Mesac y Abed-nego, los tres amigos del profeta Daniel y vivamos una vida de fuego espiritual, no siendo tibios, sino de fuego, para que el fuego del Cielo caiga en aquellos a los que traigamos la Presencia de Dios, por la Palabra predicada, por el buen conocimiento de la Biblia, por nuestra oración de fuego, por una vida indestructible, por un trato afable en el amor de Dios, y por guardar el mayor tesoro que nos recuerda La Biblia en Isaías 33:6: ...Que el temor de Yahweh sea tu tesoro... Porque nuestro Dios es fuego consumidor. AleluYah, Amén.

 

 

 

  • Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y llamárase su nombre: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Profecía de Isaías 9:6.


  • Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi. Palabras de Jesucristo. Evangelio de Juan 14:6.
  • Ud. quiere conocer a Dios, pero sabe que el camino no es por las religiones, ni por las sectas, ni por la sociedad. El mundo, sin Dios, ha fracasado. ...Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son... Juan 17:9. Oración de Jesús.


  • Si de verdad busca Ud. a Dios, comience hoy una nueva vida, de la verdadera mano de Dios. El Evangelio es el mensaje para todas las naciones, sin importar la raza, la procedencia ni la cultura. Dios es el Salvador de aquellas personas que le abren su corazón y se arrepienten de vivir sin El.


  • ...Así que hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. 1Corintios 15:58.

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