EL TEMPLO ESPIRITUAL
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Carlos Padilla, Julio 2011
Jesucristo andaba en el Templo cuando dijo: ...¿No
está escrito: Mi Casa será llamada casa de oración para todas las naciones?, Más
vosotros la habéis hecho cueva de ladrones... Marcos 11:17.
Jesucristo nos habla del Templo en muchas
ocasiones y en diferentes libros de La Biblia. En otra ocasión escribí sobre
Las Moradas Eternas que enlazan con El Templo. En estos tiempos en los
que Israel ha regresado a la Tierra Prometida, conforme a las profecías "Joel 2
y 3”, es cuando más necesitamos hablar del Templo
espiritual. Entendamos el Templo como el
cuerpo del hombre, un concepto Bíblico y originario de la doctrina
de Jesús, no el edificio histórico que muchos esperan en su tercera edición,
-unos antes y otros después de un milenio-, y del que Apocalipsis 21:22 dice que
no había Templo en la Nueva Jerusalén, porque el Señor nuestro Dios es el Templo
de ella y el Cordero, tal y como Jesús mismo adelantó al decir: ...destruid este
Templo y en tres días lo levantaré... refiriéndose al Suyo en la resurrección.
Juan 2:19-22.
Este
estudio pertenece a la serie "Templo Espiritual" que está compuesta por varios
estudios Bíblicos: La Nueva
Jerusalén - Tiro. Origen de
Europa y el Tercer Templo de Jerusalén -
Zacarías. El Vinculo Apocalíptico
de la Construcción del Templo Ante la Venida del Mesías -
Y Se Rasgó el Velo -
Salomón. La Construcción del Templo
de Dios
- Ezequiel. El Sacerdocio de la
Construcción del Templo Interior, los cuales expresan la visión
histórica del Templo, su significado religioso, su significado espiritual, la
vida cristiana, y la relación personal con Dios en nuestro interior como lugar de
comunión profunda y espiritual con nuestro Padre.
El Templo es, pues, uno de los temas con
mayor profundidad que la Biblia nos presenta, y que además de contener la
historia del mismo, nos aporta grandes profecías cumplidas y por cumplirse, y mensajes
espirituales llenos de belleza y esperanza.
Los métodos de
interpretación Bíblica que los
eruditos llaman Hermenéutica son una herramienta para identificar el mensaje que
Dios nos revela en Su Santa Palabra, no solo de la historia, sino de nuestra
vida diaria en ese reducto del tiempo que está en una habitación a solas con
Dios, o en la playa, o en el campo, o en una prisión o en un hospital.
Al respecto encontré un magnífico texto en el
libro de José María Martínez “Cómo Interpretar las Sagradas Escrituras” en Págs.
541-542 el capítulo XXVIII Exégesis y Actualización, donde hace una narración de todas las reglas de la hermenéutica
y la exégesis Bíblica: …El mensaje de los autores sagrados iba dirigido
directamente a sus contemporáneos, pero entrañaba la Palabra de Dios. Y esta
Palabra, en la esencia de su contenido, tiene como destinatarios a los hombres
de todos los tiempos. …al ¿Qué dijo el autor a sus coetáneos? Debe añadir: ¿Qué
nos dice a nosotros hoy? En la contestación debe resonar de nuevo la Palabra
Divina con toda su fuerza iluminadora y renovadora. Todo lo que no sea esto se
reduce a ejercicio académico estéril. No importa la pulcritud con que se haya
realizado. Será un fracaso, por cuanto no responde a su propósito final. Y
defraudará a cuantos esperan de la exposición Bíblica mucho más que un producto
lingüístico-histórico-crítico-teológico. Las palabras de Luis Alfonso Schökel
son tan reveladoras como admonitorias: Los hombres nos piden pan y les ofrecemos
un puñado de hipótesis sobre un versículo del capítulo 6 de San Juan; nos
interrogan acerca de Dios y les ofrecemos tres teorías sobre el género literario
de un salmo; tienen sed de justicia y ponemos ante ellos una disquisición
etimológica sobre la raíz sedaqa… ¡Todo un reto!.
EL TEMPLO
Este estudio, me inspira el Señor a que
esté enfocado a las experiencias que el cristiano vivirá siendo y viniendo al
templo del Señor, al Señor mismo. El acceso a los templos-almas-cuerpos de la gente es
difícil, las personas se blindan, pero el Evangelio, la Palabra de Dios, nunca volverá
vacía, Isaías 55:11. Para entrar a la presencia de Dios es imprescindible
acceder por la Puerta, algo que parece obvio pero que el hombre que no tiene a
Cristo se empeña en ignorar, porque la única Puerta de entrada es el Hijo de
Dios, Jesucristo vivo y resucitado, quien al morir en la Cruz rasgó el velo que
separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo, Hebreos 9:3,7,8,11,12,14; 10:19,20.
Las tres partes del Templo son un símbolo de nosotros mismos en espíritu, alma y
cuerpo. La oración, escuchar Su voz, del Corazón de Dios es el privilegio de ser
Su Templo vivo. La iglesia, la casa y
la familia en Cristo es Templo de Dios.
En alguna ocasión he dibujado el Templo.
Como hijo de delineante de arquitectura, desde pequeño me ha fascinado la
arquitectura y la construcción. Mi padre me regaló la mesa hidráulica de dibujo
lineal que tenía cuando dejó de usarla, lo cual produjo en mí un gran impacto y
me animó a dibujar y a imaginar diseños de casas, de rascacielos, de puentes, de
aeronáutica, etc. Sobre todo teniendo en cuenta que aun no tenía diez años.
Además siempre que tenía alguna duda sobre qué materiales y soluciones se
deberían usar para las distintas construcciones, acudía, y aún hoy, acudo a mi
padre a preguntarle por sus conocimientos en la materia y su exposición práctica
al enseñármelos.
Del mismo modo cuando he querido saber
sobre el Templo de Jerusalén que pisó mi Señor Jesús, el de Herodes, y su
destrucción profetizada por Jesús, o sobre el Templo de Salomón, o el de
Zorobabel, o el Templo en el cielo, siempre he acudido a preguntarle a mi Padre
celestial, quien de igual modo me enseña en Su Palabra, cómo es y qué sentido
espiritual tiene, además del histórico y del profético. ¿Será la destrucción del
Templo físico una advertencia sobre el alma del hombre, para que se santifique ante
Dios?.
En la exégesis de la palabra templo, los
estudios de e-sword.net nos muestran todas las versiones, los originales,
hebreo, arameo y griego, comentarios teológicos, y en la referencia Strong hayamos
la palabra griega hierón, o la hebrea hekhal que se refieren tanto
a templo, como a palacio o casa especial. Aunque no Bíblico, pero de su
traducción al latín, hallamos fanum en la versión Biblia Vulgata, de
donde procede el concepto fanático. Los fanáticos son adoradores
fervientes y ciegos del culto de un templo determinado. Hoy, aplicado a fan
que procede de fanum para los seguidores de un equipo de futbol o una
estrella de la música, que al igual que en aquellos templos romanos adoraban las
distintas deidades paganas, hoy adoran la pertenencia a un club o a personas,
idolatrándolos; como todos conocemos se usa el término comercial ídolo para los
cantantes, deportistas, etc. También son fanáticos los que hacen acepción de
personas, incluso hermanos en la fe, por su denominación, o postura
escatológica.
En 1Reyes 6 leemos la historia de la
construcción del primer Templo que el Rey David soñó llevar a cabo, para el que
había hecho los acopios de los materiales y pactado con edificadores excelentes,
tarea ésta que llevaría a cabo su hijo Salomón. La palabra que encontramos en
hebreo para “edificó” en el versículo 2 es banah que según Strong, es una
raíz primitiva de construir, pero lo relevante es que se usaba tanto para una
construcción literal como para una figurada. Esto nos enlaza con el propósito de
Dios de que nos edifiquemos figuradamente a nosotros mismos como templos
espirituales, pues éste es el Lugar Santo en el que quiere Dios habitar por Su
Espíritu, usted y yo, la Iglesia en general, la almas de los salvos por los que
Cristo murió.
LAS TRES PARTES DEL TEMPLO
Y DEL CRISTIANO
El Templo de Jerusalén, según vemos en los
planos, que están en la Biblia, en sus varias etapas de existencia, más en la de
Ezequiel 40-46, nos muestran un excelente figura, un símbolo de lo que somos nosotros, una
vez Cristo es nuestro Señor y hemos nacido de nuevo, siendo el Espíritu Santo
nuestro morador interior; Dios habita en templos hechos por Él, porque
…Dios no habita en templos hechos por
manos de hombres. Hechos 7:48.

Dicho esto, veamos como la arquitectura de
Dios tiene más relevancia de lo que nos imaginamos, y que traspasa el trasfondo
físico e histórico para impactarnos espiritualmente.
¿Qué son las tres partes del Templo: Lugar
Santísimo y Lugar Santo, Atrio Interior y Atrio Exterior, y qué representan en
nuestra vida diaria?.
El Atrio exterior (Ezequiel 40:17), conocido
también como atrio de
los gentiles, para las naciones, las cuales estaban excluidas - bajo amenaza de
muerte - y prohibido entrar en el atrio interior, pero que Cristo ha convertido en
nuestro lugar de ministerio evangelístico, de desarrollo de la Gran Comisión, figura de nuestra relación con aquellos a quienes llevaremos el
Evangelio para que sean hechos discípulos: el mundo, por quien Cristo murió,
para que entren en el atrio interior y conozcan al Señor.
El Atrio interior (Ezequiel 40:28), es nuestra
familia en Cristo, y nuestra congregación,
nuestra iglesia, donde nos relacionamos con los hermanos en el interior de una
cobertura de Dios entre sus hijos. En tiempos de Jesús, estaba dividido en atrio
de los sacerdotes, atrio de Israel para los hombre, y abajo, en otra zona, el
atrio de las mujeres. Todas estas barreras las ha derribado el Hijo de Dios para
aquellos que creen en Él y le han recibido como Salvador. Ahora la congregación
es una, y el atrio uno, la Iglesia, allí donde se congregue, porque en Cristo
somos sacerdotes, y en su presencia están hombres y mujeres nacidos de nuevo
(Gálatas 3:28), donde no hay distinción entre judíos y gentiles (Romanos 10:12),
ni entre sacerdotes y el pueblo (Apocalipsis 1:6). Isaías 62:9 se refiere a la
promesa del Señor sobre las cosechas del trigo y la vendimia del vino que
disfrutaremos en los atrios de Su santuario.
El Lugar Santo y el Lugar Santísimo
(Ezequiel 41:2 y 4), son
nuestra relación con Dios, la íntima y la pública, donde se ven nuestros frutos
y obras, pero donde oímos la voz de Dios. Este lugar estaba prohibido y solo tenía acceso el Sumo Sacerdote, una
vez al año para ofrecer la expiación por el pecado del pueblo. Cristo rasgó el
velo (Mateo 27:51) que dividía este Lugar del Lugar Santo donde entraban los
sacerdotes. Este Lugar es la presencia de Dios, donde ahora todo cristiano
tiene acceso al Padre en Cristo (Hebreos 10:19-20), por Su Espíritu Santo. El
Lugar más importante de la vida cristiana. Nuestra intimidad con Dios, nuestra
oración de rodillas cada día en el reducto de nuestra habitación en la soledad
humana, pero en la compañía Divina, donde mantendremos encendida la llama, el
fuego del Espíritu en nosotros. De esta relación profunda con Dios en Cristo,
emana la vida cristiana hacia el atrio interior de la Iglesia, y hacia el atrio
exterior del mundo.
El hombre no debe construir su vida tomando el
Templo, en su forma antiguo testamentaria, haciendo divisiones y acepción de
personas, aislándose del mundo, haciendo un gueto, ni cayendo en dejar de hablar
de Dios, o dejando su vida espiritual para su intimidad solamente. Del mismo
modo las iglesias no deben convertirse, cual sanedrín en tiempos de Jesús - y hay muchas que así lo hacen - en regidoras de sectas
excluyentes, que hacen acepción de personas, que excluyen y utilizan a los
cristianos, que no tienen proyecto activo y permanente de evangelización y
buenas obras sociales, o que relegan a una élite el conocimiento del Señor.
El Templo de Ezequiel, visto de manera
literal es el modelo ideal del A.T. que nunca llegó a construirse, tal y como el
profeta lo recibió. Pero en Cristo, como hay cambio de Pacto o Testamento, hay cambio de
construcción, así como para la eternidad recibiremos un cuerpo nuevo, de
distintas características del actual, queda el valor simbólico y espiritual de
las cosas y las medidas de dicho Templo para nuestra vida y nuestro ser. Muchos
esperan y argumentan que éste será el Templo que se construirá en el milenio,
poniendo otra vez en funcionamiento la Ley de Moisés con los sacrificios y los
holocaustos. Ignoran pues el valor expiatorio final y definitivo de la sangre de
Cristo y del rasgado del velo de separación del Lugar Santo al Lugar Santísimo,
que era figura de la separación del hombre, de Dios, que ahora por Cristo, dicha
separación se ha tornado en unidad para los que están en Cristo Jesús.
La búsqueda del cristiano, ha de ser como
David la expuso en el Salmo 84:2 ...Anhela mi alma, y aún ardientemente desea los atrios
de Yahweh. Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo... Deseemos los atrios del Señor, para que vivamos compartiendo Su
presencia con los hermanos y con aquellos de fuera y que son llamados a conocer
la gloria del Señor, recibiendo a Cristo para ser hechos discípulos del Reino de
Dios que será establecido por la eternidad, donde todos viviremos en el Templo
de la presencia de Dios.
LA EXPERIENCIA ESPIRITUAL DE
NUESTRO TEMPLO HOY
Siendo, como somos, El Templo, además de estudiar
nuestras experiencias debemos comprender que tenemos que aplicar la enseñanza a
nuestro ser. El atrio exterior es nuestro cuerpo, la parte expuesta al mundo, la
más vulnerable y la más fácil del tentar por el enemigo. El atrio interior comprende nuestros
sentimientos, el alma, el corazón. El Lugar Santo es la mente, y el Lugar
Santísimo es nuestro espíritu.
Pero lo más
preciosos es darnos cuenta de que la Gloria de Yahweh llena Su Templo, el cual
somos nosotros:
1Me
llevó luego a la puerta, a la puerta que mira hacia el oriente; 2y he
aquí la gloria del Dios de Israel, que venía del oriente; y su sonido era
como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria.
3Y el aspecto de lo que vi era como una visión, como aquella visión que vi
cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que vi
junto al río Quebar; y me postré sobre mi rostro. 4Y la gloria de
Yahweh entró en la casa por la vía de la puerta que daba al oriente. 5Y
me alzó el Espíritu y me llevó al atrio interior; y he aquí que la gloria de
Yahweh llenó la casa. Ezequiel 43.
La gloria de
Dios llena el templo cuando Cristo llena el alma del hombre.
Como no
podría ser de otro modo, la gloria de Dios, Su presencia, Su Santo Espíritu
viene al alma que ama al Señor y Le
busca en todos sus caminos. Incondicionalmente, un alma,
la del cristiano que ha de luchar en medio de las persecuciones, en medio de la
batalla espiritual de cada día, sobre todo cuando se encuentra a ras del suelo,
derribado aunque no destruido
como dice Pablo.
Es entonces cuando, a modo de Jacob, hemos de luchar con
el ángel de Dios para que nos bendiga. Esa es la
actitud que busca Dios en el cristiano que de verdad Le
ama, que no se rinda, que luche, que sea valiente, y si nos faltan estas
cualidades - que nos faltan a todos en mayor o menor medida - pidámoslas al Padre,
en Cristo, porque Él nos concede todo lo que pidamos espiritualmente.
La tierra-alma del hombre resplandece cuando tiene a Dios.
Cuando nuestro corazón ha sido conquistado por Dios, Dios ha conquistado la
Tierra Prometida de nuestra alma para la resurrección. Cuando nosotros
conquistamos con el Evangelio a alguien, estamos conquistando con Dios, como
fuimos conquistados, para la salvación de esa persona y para la gloria de Dios.
Otro Templo vivo que emana aguas de vida eterna ha sido establecido donde
habitar Dios, y donde tenemos un amigo en Cristo para la eternidad.
TEXTO BÍBLICO ESCOGIDO 2 CORINTIOS 4
...6Porque
Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que
resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la
gloria de Dios en la faz de Jesucristo... ...7Pero tenemos este
tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de
nosotros, 8que estamos atribulados en todo, mas no angustiados;
en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos, mas no desamparados;
derribados, pero no destruidos; 10llevando en el cuerpo siempre por
todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste
en nuestros cuerpos.
Pablo nos habla
por el Espíritu de nuestros cuerpos como vasos de barro, para que no confiemos
en ellos, sino en Dios, porque nuestros cuerpos morirán -a no ser que seamos
transformados porque vivamos en la venida de Cristo- para que tengamos esperanza
en la resurrección, la que se manifestó en el cuerpo del Señor Jesucristo para
gloria. Pero sigue la revelación del Espíritu Santo enseñándonos que al igual
que el Templo y sus atrios, interior y exterior, nuestro ser, también tiene esa
parte exterior, que se va desgastando, -la que será resucitada y transformada-
pero mientras tanto la parte interior se renueva en la presencia de Dios, día a
día.
...16Por
tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre
exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
17Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez
más excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las
cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son
temporales, pero las que no se ven son eternas.
CONCLUSIÓN
La estructura de la conclusión de este estudio,
como el Templo, tiene tres partes: presentación, nudo, y desenlace. Un método
utilizado por expertos en exposición de discursos, tanto para sermones como en
política, como en el mundo comercial de la venta, por ser el más eficaz, y una vez el lector,
cristiano o no, comprenda el planteamiento del asunto espiritual que nos
concierne no podrá dejar de contar con el concepto en su vida y en sus
conversaciones, quedará interesado en su relación con Dios para siempre. Con
esta exposición he pretendido que no pierda detalle,
del mismo modo que al predicar busco que la congregación no se mueva del sitio.
Esto lo expresó simpáticamente Juan Antonio Vallejo-Nágera, catedrático de
Psicología y de Psicopatología de la Universidad Complutense de Madrid, en su
libro “Aprender a hablar en público hoy”: …Si ves que ellos mueven los traseros,
es que tu no estás moviendo los corazones…; que leyó en “consejos para
predicadores”.
Presentación: Dios nos hizo a Su imagen y
semejanza, y Apocalipsis nos revela que en la Nueva Jerusalén no hay templo,
porque el Señor nuestro Dios es el templo de ella, y el Cordero. Apocalipsis
21:22. Sin duda el Señor nos enseña que tanto Él como nosotros somos templos
espirituales, donde mora Su Espíritu. Pero de lo que no somos conscientes cuando
venimos en oración con Dios, es que para que el acceso a Su intimidad nos
estuviese abierto, era necesario entrar por una Puerta eterna, espiritual, y
permanente, y que además nos fuese concedida entrada. El cristiano accede por
Cristo.
Nudo: Pero el problema del hombre es
acceder a la presencia de Dios, porque lo hace por las puertas falsas de sus propios métodos,
religiones, conciencia e ideas. Toda una obra de ingeniería y construcción mental y sentimental
que, aunque socialmente es aceptada, dista de ser aprobada por Dios, y tampoco
satisface al individuo espiritualmente. Si el
hombre no puede entrar en el Templo espiritual de Dios, en Su presencia por sus
propios esfuerzos, porque estos son considerados inútiles, cual ofrenda de Caín,
Génesis 4. ¿Cómo podemos llegar a contar con la respuesta de nuestro Padre, con
Su aprobación, con Su enseñanza, con la certeza y la esperanza de que Dios nos
ama y nos escucha en nuestras vidas? ¿Qué es lo que Dios demanda de nosotros
para bendecirnos, si el Templo físico fue destruido en el año 70 d.C. por las
tropas romanas del general Tito?, Flavio Josefo, Historia de los Judíos.
Siendo este acontecimiento una profecía de Jesucristo en Mateo 24:2 que está
cumplida, porque Dios nos enseña que el Templo físico no es el proyecto
definitivo en la relación entre Dios y el hombre, sino Él mismo habitando en
nosotros, ¿Qué representa el Templo para el hombre y como tendrá una relación
con Dios si el edificio que hemos de buscar es espiritual y Celestial?.
Desenlace: Jesucristo nos revela que Él es
la Puerta, Juan 10:9, del verdadero Templo del Cielo, y que si no entramos por Él no podemos entrar en ese
Templo espiritual que es Dios mismo. Cristo hizo que el velo del Lugar
Santísimo, el lugar más
inaccesible para el hombre fuese abierto al rasgarse de arriba abajo cuando
murió en la Cruz del Calvario, Mateo 27:51. Nuestra experiencia cristiana es que
en Cristo tenemos entrada a la Morada Eterna de Dios, donde nos quiere albergar
para siempre, Su Corazón. Sí, hermanos, el corazón de Dios es nuestra morada
eterna, nuestro Templo espiritual y Celestial, …porque en Él somos y nos movemos… Hechos
17:28, Apocalipsis 21:22. El Cristiano no puede depender de la Iglesia como
Templo, sino que
ha ser también Templo de Dios, donde habite Dios, donde esté la presencia de
Dios. El Templo tiene el propósito de honrar y bendecir el corazón de Dios. Como
Iglesia esa es nuestra misión. Como cristianos, nuestro propio Templo es nuestro
refugio interior espiritual, donde habita Dios, el Dios vivo, Jesucristo.
La gente busca una
sensación, un experiencia espiritual, la pertenencia a algo mayor que ellos,
pero sin Jesús encuentran una satisfacción temporal de
sus sentimientos, de la que luego caen cuando el ídolo deja de comportarse como
ellos habían soñado, cayendo en depresión. En el eufemismo de Elías con los 450
profetas de Baal, se burlaba del culto de ellos a su dios pagano y de la
actividad en sus templos paganos. 1Reyes 18:27. Asimismo nos debemos burlar en
nuestra mente de todo aquello que produce fanatismo mundano y no verdadera
adoración de Dios. La sensación que producen las experiencias de los -
figuradamente llamados - templos, contrasta con la sensación eterna de ser y
pertenecer al Templo Eterno, a Dios en Cristo.
Sin duda el único que merece adoración es
Yahweh, y en Su Templo espiritual, el cual somos nosotros en Él. Allí donde
vamos va el Templo, allí a donde vamos va el Arca del Pacto dentro del Templo, y
allí a donde vamos podemos llevar la revelación de Dios a aquellos que no Le
conocen, por la Palabra, Su Hijo Jesucristo, que emana de nuestras bocas, las
cuales santifiquemos para honrarle. Él es el único que no falla a sus
seguidores, a sus discípulos, a sus hijos, porque Él es la Roca, el cimiento
sólido inamovible. Él es el Templo, Apocalipsis 21:22 y Su Palabra es pan del
Cielo y Agua que quita la sed espiritual; así sea también la predicación, esa
homilía que procede de un corazón que trae el agua viva del Espíritu Santo, que
fundamentada en la exégesis y la hermenéutica no se quede en mera información
académica, sino que sirva de Palabra Viva a la Iglesia como mandó Jesús a Pedro
en el Evangelio de S.Juan capítulo 21:17, al preguntarle: …Pedro, hijo de Jonás
¿me amas?... …apacienta mis ovejas...
A.T. …Yahweh dijo así: El cielo es mi
trono, y la tierra el estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habéis de
edificar, y donde el lugar de mi reposo? Isaías 66:1 y 2. …Dios no habita en
templos hechos por manos de hombres. Hechos 7:48.
N.T. …¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois
vuestros?... 1Corintios 6:19.
Que nuestro
Señor Jesucristo nos guarde como templos vivos, donde Su llama esté siempre
encendida, donde Él reciba el culto y la alabanza de nuestros corazones, y donde
oigamos Su voz. Que
llevemos la presencia del Señor a aquellas almas, que como la tierra prometida,
puedan legar a albergar el Templo de Dios en su interior, recibiendo a Aquel que
es el cimiento y el Templo, Jesucristo, el Hijo del Dios viviente. Amen.
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