CABALGANDO SOBRE CABALLOS BLANCOS
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Carlos Padilla, Octubre 2006
La revelación de nuestro Señor Jesucristo a nuestro
hermano, el Apóstol Juan es de una riqueza espiritual tal para aquellos que tienen "oídos para
oír", que nos enseña cada una de las circunstancias en las que nos
veremos compartiendo con el Señor, no solo en Su venida, sino en nuestro
día a día como Cristianos. Además nos capacita para la vida nueva que
experimentamos en las obras del Evangelio que Dios ha preparado de antemano para los que
Le esperan. Apocalipsis 19 nos lleva por un recorrido
que parece sacado de grandes cuantos y leyendas de conquistas de
guerreros, pero nada mas lejos de la realidad, la cual además de ser
física, lo es espiritual y se nos manifiesta a través del Espíritu de
Dios, nuestro compañero diario, el cual nos transporta también a la
dimensión espiritual, la mas real de las dimensiones, y la más escondida
para el hombre que no ha nacido de nuevo, de lo alto, del Espíritu.
La montura sobre la que cabalgan los jinetes espirituales de
Dios, cualquiera de los soldados de los ejércitos celestiales que luchan
en la batalla espiritual que se libra en las regiones celestes, es
equipado con esta montura simbólica y espiritual, un caballo espiritual.
El Hijo de Dios cabalga sobre un caballo blanco, Yahweh
de los ejércitos es Su nombre, el Rey de Reyes y Señor de Señores. YHWH Dios,
nuestro gran Rey nos presenta la guerra espiritual por las almas, pero
ésta no es una guerra física
en la que se impone la fe, espada en mano, como aún hacen algunos, pero
que sobre todo hicieron en otras épocas
católicos, musulmanes y tantos otros. La verdadera guerra espiritual la
ganó el Hijo de Dios en la Cruz del Calvario venciendo a la muerte y
salvando a las almas de las personas que creen en Su nombre y en Su salvación. La salvación de Dios
la recibimos por gracia de Dios, por la fe que es un don de Dios. El hombre no
puede salvarse por el cumplimiento de la ley porque Dios está demasiado
alto para nosotros, si es que queremos llegar a Él por nuestra propia
justicia. Es por la fe que entramos en el corazón de Dios.
Dios ha pesado nuestros corazones antes de nuestro nacimiento, pues Él
nos conoce desde antes de la fundación del mundo.
Los caballos blancos son por lo tanto los ministerios de
poder espiritual que Dios otorga a aquellos que son Sus discípulos, Sus
amigos, Su esposa. Vientos de justicia del Altísimo. Así como en otra parte de la Escritura vemos caballos
de distintos colores que representan distintas potestades de ejecución
de juicios de Dios.
Estos caballos blancos son además, pero principalmente
los que Dios nos ha reservado para venir por el aire con Él en
el día de la manifestación de Su reino, cuando venga con sus santos y
sus ángeles. Aquellos que esperamos Su venida seremos montados en
caballos blancos de poder espiritual que cabalgan por los cielos de
justicia de Dios, los cielos eternos, la dimensión donde reinaremos con
Cristo por la eternidad. Lo vemos en este texto Bíblico:
...11Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un
caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con
justicia juzga y pelea. 12Sus ojos eran como llama de fuego, y había
en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno
conocía sino él mismo. 13Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y
su nombre es: EL VERBO DE DIOS. 14Y los
ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le
seguían en caballos blancos. 15De su boca sale una espada
aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de
hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios
Todopoderoso. 16Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este
nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Apocalipsis 19.
La pregunta es obvia: ¿Cómo sabemos que los que montan
los caballos blancos de los ejércitos celestiales son los discípulos de
Yahshua?, hay otra pregunta que en si misma nos da la
respuesta. ¿Los ángeles son por los que ha muerto Cristo o por nuestras
almas, y no somos la Iglesia quienes hemos de vestirnos de lino
finísimo, blanco y limpio, que son las acciones justas de los santos?
Como lo dice el siguiente texto:
...5Y salió del trono una voz que decía: Alabad a
nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como
grandes. 6Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de
muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya,
porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! 7Gocémonos y
alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del
Cordero, y su esposa se ha preparado. 8Y a ella se le ha
concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente;
porque el lino fino es las acciones justas de los
santos. Apocalipsis 19.
Sí, los caballos identifican a sus jinetes en el mundo
espiritual. Los cuatro caballos de Apocalipsis, aunque son más conocidos
sus cuatro jinetes, simbolizan cuatro ejecuciones de cuatro ministerios,
cumplimientos proféticos. Son los caballos espíritus y potestades,
vientos ejecutores, autoridades sobre las que cabalgan los hombres y los
ángeles, y el mismo Señor.
Pero, como en casi todos los mensajes de la Biblia,
encontramos dos aplicaciones, una histórica y una de efecto en el
discípulo. En efecto la iglesia monta desde siempre sobre caballos
espirituales, del mismo modo que Israel lo hacía en tiempos de
obediencia en el A.T. Hoy, todos los hermanos cabalgamos sobre caballos
blancos, y debemos ser conscientes de ello, porque estos caballos,
simbolizan la montura espiritual que nos lleva a seguir a Cristo el cual
a su vez cabalga en otro caballo blanco como hemos leído en el texto
anterior, cabalgadura Suya y nuestra, la cual es gobernada por el
Espíritu Santo.
Cuando la Biblia nos habla de los ejércitos celestiales,
no se está refiriendo solo a ángeles, sino a los santos de Dios, a su
pueblo, los mismos que vendremos con Él en Su venida como leemos en
1Tesalonicenses 3:13. Es por esto que debemos identificar en que caballo estamos
cabalgando y en que guerra estamos luchando, porque los caballos
espirituales, en los que montemos, serán los que nos lleven en una o en
otra dirección. El líder de los caballos blancos es el caballo de
Yahshua como dice el Texto anterior; y los demás "le seguían".
La humanidad sin Cristo está montada en caballos de
injusticia, en caballos de impiedad, en caballos de muerte, de codicia,
de poder egoísta, de dominio diabólico y en caballos del anticristo.
Caballos bermejos, negros y amarillos como los de Apocalipsis 6.
Los que
cabalgan sobre caballos bermejos son llevados a la guerra, a quitar la
paz en el plano físico e histórico, pero también en el plano espiritual algunos en la iglesia cabalgan sobre estos quitando la paz de
Cristo con sus tradiciones e imposiciones carnales. Otros sobre caballos
negros sirven a una mente originaria de Edén en la trasgresión de Eva,
solo pesan el trigo y la cebada, el pan espiritual de la Palabra que
elaboran con ellos les da conocimiento, pero no tienen el aceite y el vino, porque la unción y la sangre de
Cristo son del Rey de Reyes, los que le sirven van en caballos blancos y
no solo tienen sabiduría de la Palabra sino unción y redención y buscan
la salvación y el mantenimiento en esta en las almas por amor al prójimo
para hacerlos hermanos.
Los que cabalgan sobre el poder de la muerte en caballos amarillos matan
con la letra de la Palabra de Dios, pero en el mundo los que no tienen
al Espíritu lo hacen con la desidia de una sociedad egoísta, la cual
vemos funcionar cada día, y siguen muriendo de hambre niños cada minuto,
sigue habiendo guerras olvidadas, otras por los recursos naturales, pero
luego se escudan en la ley del hombre, la cual
modifican a su antojo según dicen que "evoluciona" la sociedad.
La Ley
de Dios sin embargo no cambia. Los líderes religiosos sin el Espíritu traen hambre porque no acostumbran a
enseñar a su prójimo a comer del Espíritu de Dios, sino a depender de
ellos, como en la sociedad los grandes poderes, gobiernos y empresas
matan de hambre y dejan morir de hambre para enriquecerse. Llamaría a
estos caballos, potestades, espíritus de Babilonia, sobre los cuales
cabalgan los que comercian con almas de hombres, como se lee en
Apocalipsis 18:13.
En el próximo Texto podemos ver la relación entre dos
amigos que caminan el Camino de Dios y aunque uno es el maestro del
otro, le aporta una doble porción de su espíritu, un reconocimiento de la unción del Espíritu
en él, antes de dejarle, una vez
ha llegado a la ancianidad espiritual, y esta es la actitud de todo buen
maestro, hacer que sus discípulos lleguen a la estatura que él tiene,
esto en el mundo, pero en el Espíritu, a la estatura de Cristo, como
dice la Escritura. Luego el maestro le es quitado y sigue su camino para
que su discípulo camine solo con Cristo para que comience a servir a
Dios y a levantar almas para Cristo. Veamos como de nuevo los caballos
de Dios vuelven a estar presentes en la obra espiritual.
...9Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide
lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo
Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu
espíritu sea sobre mí. 10El le dijo: Cosa difícil has pedido.
Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no,
no. 11Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí
un carro de fuego con caballos de fuego apartó a
los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
12Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío,
carro de Israel y su gente de a caballo!
2Reyes 2.
Actitud ésta, que hoy debe tener el Cristiano, así como
en toda época por
aquellos que han sido y son pueblo de Dios, en cuanto a pedir la unción del
Espíritu. La unción para el anuncio de la Fe en Dios, del Evangelio de Cristo, el espíritu de Elías, el espíritu que
tenía Juan Bautista, y la unción de protección en la batalla espiritual,
la que identifica a Elías como carro de Israel y gente de a caballo. El
espíritu de Elías conlleva el ejercito que Dios manda con aquellos que
están luchando la obra de Dios por las almas.
Por lo tanto el discípulo
que cabalga sobre su caballo blanco dado por Dios y guiado por el
Espíritu que recibe el espíritu de Elías, y que tiene el Espíritu
Santo, recibe una doble porción del espíritu que confirma su unción, para poder oír la voz de Dios, la cual
siempre será acorde con las Escrituras, y para poder vencer las batallas
de la fe respaldado por los ejércitos liderados por Yahshua, nuestro
capitán general, el comandante en jefe, el Rey de reyes, Jesucristo. Otro
Texto nos muestra con
claridad como los hombres del mundo confían en la carne, en sus
capacidades, en su propia mente, en caballos de carne y no en caballos
del Espíritu.
...3Y los egipcios hombres son, y no Dios;
y sus caballos carne, y no espíritu; de
manera que al extender Yahweh su mano, caerá el
ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.
Isaías 31.
Antes de concluir los textos Bíblicos veremos la
profecía de Zacarías que anuncia también la presencia de caballos de
santos, los cuales al cabalgar tienen campanillas que suenan en alabanza
a Dios, en anuncio de que la santidad está en Yahweh, y sabemos que el
Señor se mueve en medio de la alabanza de su pueblo.
...20En aquel día estará grabado sobre
las
campanillas de los caballos: SANTIDAD A YAHWEH... Zacarías 14.
Y como no podía faltar, leamos también el Texto
siguiente:
...20Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del
lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos
estadios. Apocalipsis 14.
El lagar es el recipiente donde se pisa la uva. Este
lagar es el alma del Hijo de Dios que fue desangrado en la Cruz, por
nuestros pecados, de judíos y gentiles.
1600 Estadios multiplicado por la medida de un estadio que
es 180 metros equivale: 1600 x 180 = 288.000 y está cifra es el doble de
144.000. En Apocalipsis encontramos que se habla dos veces de 144.000, una de
los sellados, 12.000 de cada tribu de Israel en Ap.7 y
otra de 144.000
que ya tienen el nombre del Cordero y el de Su
Padre grabado en la frente en Ap.14.
Por lo tanto 144.000 + 144.000 = 288.000.
Así es que el significado espiritual de
144.000 incluye a Judíos y a Gentiles que han recibido a Cristo.
A los Judíos y a los Gentiles que creyeron y que estaban muertos antes de
Cristo, (a los mártires) y que clamaron ser vengados, se les dijo que
aguardaran un poco de tiempo y se les dieron vestiduras blancas, que es la
sangre de Cristo, del mismo modo que a la
multitud vestida de
ropas blancas. He aquí los dos pactos,
y los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de
Jesús, Yahshua el Mesías de la humanidad. Tomado de
Apocalipsis 2
de esta web.
Los frenos de los caballos son los que permiten
controlar su potencial y dirigirlos por donde el jinete quiere. Si el
jinete es de Dios y el caballo es de Dios, la compenetración es total.
La medida que se nos revela de hasta la altura de los frenos de los
caballos, nos indica la altura de la boca de los caballos, donde se les
ponen los frenos, y esa altura equivale a la de un hombre. La sangre de
Cristo nos cubre por completo todos nuestros pecados que nos son
perdonados por su obra expiatoria, a la multitud de los salvos que caben
en los 1600 estadios.
CONCLUSIÓN
El hombre sin Dios confía en su caballo, en su propia
fuerza, en su propio proyecto de vida, en su ego, los
cuales no son santos ni eternos sino temporales,
circunstanciales, según su época, por lo que cabalga por caminos ajenos
a Dios y creídos en su mente, caminos en los cuales encontrará ejércitos
que cabalgan sobre caballos bermejos, negros y amarillos los cuales son
mas fuertes que él, los cuales le destruirán. Por el contrario el hombre que conoce al Padre por
Jesucristo, cabalga en un caballo blanco, es llevado por el poder del Evangelio de la
salvación del Mesías Yahshua, por el nuevo nacimiento del Espíritu que es
ofrecido a toda alma de cualquier nación del mundo. El ejercito
celestial de Dios está compuesto por sus santos montados en caballos
blancos y por aves de los cielos, los ángeles, todos estos estarán en
las bodas del Cordero, Apocalipsis 19. Todos estos vendremos con Jesús
el día final, tras haber sido
arrebatados o
resucitados y reinaremos con Cristo por la eternidad en la presencia
del Padre Yahweh.
Según las profecías del último tiempo, llamadas
escatológicas, el creyente apóstata se manifiesta en cuanto predica otro
evangelio diferente al de Jesucristo y niega que vino en carne, niega la
necesidad de salvación, niega la existencia del pecado, niega la
resurrección y busca una solución global para el mundo, bien por vía
política o por vía de guerra, que le permita la que a su juicio sería la buena vida
temporal bajo sus ideales, vida sin Dios que lleva a la muerte, física y eterna,
y no se da cuenta que su vida es tan corta que ni siquiera da tiempo a
implantar muchos cambios en la sociedad. Desgraciadamente muchos
que eran de nosotros, de la iglesia, han cambiado
su caballo, han dejado en el establo el caballo blanco que les daba el
Señor y han tomado el que ofrece el diablo, el caballo del engaño, a
veces del autoengaño, para llevarlos al abismo de
la muerte y el odio, la falta de paz, de amor de Dios y a la búsqueda
del éxito y la prosperidad en el mundo, en lugar de una vida de santidad
y de servicio a Dios, a la iglesia y al evangelio de Jesucristo.
Y Ud. querido lector, hermano, amigo, ¿conoce bien el
color de su caballo?, ¿sobre que caballo cabalga? Si no cabalga sobre
ninguno todavía, pídale al Señor su caballo blanco espiritual y siga a
nuestro líder, quien vive y reina por los siglos de los siglos y que
tiene su vestidura teñida en sangre y se llama EL VERBO DE DIOS.
Maranatha, el Señor viene. Amén.
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