LAS 7 DÉCADAS DE LA VIDA
De
1.000 a 120 y a 70 años - Los 2 Enoc
de 70
a 120 y al milenio - la eternidad
©
Carlos Padilla, Octubre 2012
La vida es un camino por recorrer y descubrir
que puede ser de mayor o menor bendición, según conozcamos a Jesucristo o no.
Cada persona tiene una experiencia única y unas oportunidades provistas por
Dios. Por otro lado gozamos de libre albedrío en muchas cosas, si bien estamos
limitados en otras, como lo es la cantidad de años que podríamos vivir. Adán
vivió 930 años en lugar de mil, y la maldad del hombre creció hasta el punto de
que Dios limitó la vida a 120 años. Luego volvió a disminuir, y David, en el
Salmo ya nos dice que nuestra edad es 70 años.
Sin embargo vemos que en nuestros días,
dependiendo de la salud y los recursos, muchos ancianos disfrutan de gran
calidad de vida hasta los 90 y más. Estamos de nuevo llegando a la situación
anterior al diluvio, a una edad prefijada en 120 años. Esto ha sido en un corto
periodo de tiempo, y gracias a la ciencia. Pero por otra parte, el deterioro del
planeta, del medio ambiente, de la calidad de los alimentos, del aire y las
circunstancias de vida, van en detrimento. El ADN ha mutado a peor, y se ha
deteriorado su pureza. El aumento de la esterilidad a gran velocidad en las
últimas décadas, y los proyectos científicos de ofrecer humanos gestados fuera
del útero, en clínicas, y genéticamente perfeccionados, nos muestra hasta dónde
estamos llegando.
La medicina celular antienvejecimiento es uno
de los campos de mayor avance, para unos pocos que lo pueden pagar, mientras
miles de millones pasan hambre, no tienen acceso a agua, medicinas, educación, y
sufren violencia diaria. Pero lo que nos ha traído a este estudio Bíblico sobre
la edad de la vida en 70 años, es poder determinar qué elementos garantizan una
vida de bendición, específicos para cada una de las siete décadas de la vida, y
cómo podemos nosotros, estemos en la que estemos, beneficiarnos y beneficiar a
los que se encuentran en las otras décadas.
Las 7 Décadas de la Vida
A continuación, podemos ver a modo de resumen
una tabla con las siete décadas y sus relevantes acontecimientos.
<-0-10 AÑOS |
10-20 AÑOS |
20-30 AÑOS |
30-40 AÑOS |
40-50 AÑOS |
50-60 AÑOS |
60-70 -> AÑOS |
INOCENCIA
INFANCIA
DIVERSIÓN
PROTECCIÓN
EDUCACIÓN |
ADOLESCENCIA
IDENTIDAD
ESTUDIO
ILUSIÓN
PROFESIÓN
|
EXPERIENCIAS
MADURAS Y DECISIONES
MATRIMONIO
HIJOS |
PRUEBA COMPROMISO
DEFINICIÓN
BÚSQUEDA
VISIÓN
|
DETERMINACIÓN
RESOLUCIÓN
REALIZACIÓN
ENTUSIASMO
OBRAS |
PERMANENCIA
MADUREZ
ESTABILIDAD
LIDERAZGO
SOLIDEZ |
DESCANSO
LEGADO NIETOS
DISFRUTE FRUTOS
DE LA VIDA PREPARACIÓN PARA
PARTIR CON EL SEÑOR |
VIRTUD |
CONOCIMIENTO |
DOMINIO PROPIO |
PACIENCIA |
PIEDAD |
AFECTO FRATERNAL |
AMOR |
PANES SIN LEVADURA |
PASCUA
LA CRUZ |
PRIMICIAS |
PENTECOSTÉS |
TROMPETAS |
EXPIACIÓN |
TABERNÁCULOS |
En la primera década somos criados por
nuestros padres, convivimos con los hermanos, otros niños, la cultura, las
creencias, o no, de nuestra familia, su visión social y política. Todo este
panorama hace que de entrada nuestra mente reciba un programa -a imagen de los
informáticos- que nos va a condicionar de entrada. Es aquí donde los padres
cristianos deben orar por y con sus hijos, enseñarles la Biblia y enseñarles la
vida de Jesús para que vivan como Él, dándoles ejemplo. De lo que reciba un niño
dependerá su virtud. Es como el pan sin levadura, la verdad la cual le hará
libre.
...En aquel tiempo,
respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste
a los niños. 26Sí, Padre, porque así te agradó. 27Todas
las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el
Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo
quiera revelar. Mateo 11:25.
En la segunda década es donde más necesidad
de apoyo y motivación es necesaria debido a que es una transición de niño a
adulto. La mezcla de las ganas de vivir con el cambio del cuerpo, y el
enfrentase al reto de las responsabilidades hace que el adolescente viva una
mezcla entre poderlo hacer todo y falta de autoestima. Esta etapa es crucial en
la fe, pues es cuando nos identificamos con un mundo en que está Dios, o por el
contrario somos influidos por el sistema educativo anticristo. Es cuando
buscamos la justicia de Dios en las atrocidades que existen y vemos alrededor.
Una guía y apoyo de los padres, sin imponer pero con firmeza, es fundamental
para que puedan encontrar la solidez de un corazón firme. El ejemplo de los
padres y la unidad de la familia es vital. El conocimiento es algo que podemos
recibir pero que debemos estudiar y aprender, me refiero también al de Dios, que
es el principal, del cual depende que comprendamos la Pascua, la Cruz de Cristo,
la justicia de Dios, en un mundo injusto, pendiente de ser transformado y al
cual estamos invitados.
...Porque no me
avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel
que cree; al judío primeramente, y también al griego. 17Porque en el
evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas
el justo por la fe vivirá. Romanos 1:16.
La tercera década abandona las fluctuaciones
de la adolescencia, nos haya definidos, o definiéndonos, y nos demanda
decisiones y responsabilidades. Pero también es una magnífica década para
encontrarse caminando en el matrimonio, en la bendición de los hijos, en el
trabajo de la profesión elegida, en el testimonio de una vida bien dirigida. Es
en esta década cuando los hijos retornan a sus padres, a los cuales dejaron,
cual Abraham, Génesis 12:1, para iniciar sus vidas, y es ahora que escucharán
con mayor atención y aprenderán de los sabios consejos. Es la década del dominio
propio, ya no vale dejarse llevar por amigos, grupos, clubes, por la sociedad;
uno aprende, o debe aprender a vivir en su propia convicción. Para ello la
Biblia es el manual de instrucciones que nos da Dios, nuestro Padre, el Sabio
que está dispuesto a guiarnos. Es esta década la que hace la diferencia en la
vida, la que da el testimonio en buenas obras, en compromiso con la Iglesia para
la honra de Jesús y la gloria de Dios. Estas son la primicias para Dios como
hombres y mujeres que le amamos.
...Os escribo a
vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros,
hijitos, porque habéis conocido al Padre. 14Os he escrito a vosotros,
padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a
vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en
vosotros, y habéis vencido al maligno. 15No améis al mundo, ni las
cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está
en él. 16Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne,
los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino
del mundo. 17Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre. 1Juan 2:13.
La cuarta década es el tiempo de la
paciencia, de la prueba, de la confrontación con la decisión que hemos tomado en
la vida, del camino que hemos seguido. Se ve el resultado de la profesión, se
experimenta lo bueno y lo malo de la vida. Es el tiempo de buscar si hemos
seguido la verdad, si nuestra visión del futuro era para nosotros, y según el
resultado el hombre tendrá que buscar a Dios y orar. Si estamos en el buen
camino podemos firmar nuestro compromiso, porque nos hemos convencido de que
nuestra definición es para una vida de bendición. Pentecostés trajo la venida
del Espíritu Santo sobre los apóstoles. También en nosotros la cuarta década nos
trae el fruto de la paciencia en Dios, la bendición de Su confirmación.
...Porque los hombres
ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda
controversia es el juramento para confirmación. 17Por lo cual,
queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la
inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 18para que por dos
cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un
fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta
delante de nosotros. 19La cual tenemos como segura y firme ancla del
alma, y que penetra hasta dentro del velo, 20donde Jesús entró por
nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de
Melquisedec. Hebreos 6:16.
La quinta década nos permite determinarnos
por la experiencia, nos hace resolutos para realizar nuestros sueños, si son de
Dios, con entusiasmo y un compromiso con las buenas obras por amor al prójimo.
La vida familiar ya ha sido bendecida con un matrimonio que permanece, unos
hijos que prosperan, y es el anuncio en testimonio que prefigura la fiesta de
las trompetas para los demás. Podemos y debemos dar testimonio de una vida
guiada por Dios. Nuestra piedad aflora porque va dentro, y así el trato a los
demás en la piedad, porque la justicia comienza en la piedad al prójimo, y Dios
nos bendice en ello porque Él es la fuente de la Piedad. Esta piedad se le trae
al prójimo al llevarles el Evangelio.
...Porque todos los
que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15Pues
no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
16El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos
de Dios. 17Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados. Romanos 8:16.
La sexta década es la madurez y el liderazgo
en la vida que nos permite permanecer en el camino para establecer nuestra
estabilidad, nuestra solidez de valores, de determinación de la fe. Es aquí
cuando el afecto fraternal es más valorado y practicado, cuando se hace fuerza
para la paz y la unidad porque se valora más, pero sin dejar la justicia y la
verdad. La Expiación del pecado es un punto de la fe que se recibe por la
misericordia y la gracia de Dios, entendemos pues que tras vivir una vida plena,
necesitamos Su amor y gracia, sin los cuales no podemos ser salvos para Su
Reino. Anunciaremos pues la obra del Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo.
...Por eso, amados,
estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él
sin mancha e irreprochables, en paz. 15Y tened entendido que la
paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano
Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito 16en
casi todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay
algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen
(como también las otras Escrituras) para su propia perdición. Así que vosotros,
amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de
los inicuos caigáis de vuestra firmeza. 18Antes bien, creced en la
gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria
ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. 2Pedro 3:14.
En la última década, que puede ser más de
diez años, engloba el tiempo desde que la mayoría se jubila, o desciende su
actividad laboral, para entrar en un descanso merecido y disfrute de los frutos
de una vida. Se ve el legado que se deja a los nietos, se goza con los seres
amados más que nunca, se aborrece la guerra y la lucha violenta, se busca la
paz, una paz que Dios nos dará a todos los que Le esperamos en la venida de
Cristo. Esta es la década del amor ágape, cuando el valor de la entrega se
recibe en su plenitud, y cuando nos debemos preparar para partir con el Señor,
en oración y adoración. La fiesta de los Tabernáculos emana la unidad del pueblo
de Dios, nada más anhelado por los ancianos del pueblo, la unidad de la familia,
de los creyentes y de la Iglesia para la gloria de Dios y el disfrute de Su
bendición en la paz de Cristo.
...En paz me acostaré,
y asimismo dormiré; porque solo tú, Yahweh, me haces vivir confiado. Salmo 4:8.
Todas las décadas son tiempos de reflexión,
de poner en práctica una disciplina de vida, una disciplina espiritual que nos
mantenga en el Camino de Cristo, si es que Le amamos. Toda la vida estamos
llamados a convertirnos a Cristo, y cuando lo hacemos podemos mirar atrás y ver
que nos hemos perdido de las décadas anteriores, pero también nos servirá esta
tabla para ver lo que aún nos queda por delante. Hemos podido ver la necesidad
de unos guías verdaderos que nos ayuden, sean padres o pastores. La necesidad de
cuidar nuestro cuerpo, nuestra alimentación, nuestra alma y espíritu, pero sobre
todo debemos cuidar nuestra relación con Dios, la mayor joya que poseemos.
2Pedro 1 nos ha servido de guía de
Los 7 Dones del Espíritu que
vemos como son más relevantes en cada década para que ...poniendo
toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud,
conocimiento; 6al conocimiento, dominio propio; al dominio propio,
paciencia; a la paciencia, piedad; 7a la piedad, afecto fraternal; y
al afecto fraternal, amor. 8Porque si estas cosas están en vosotros,
y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de
nuestro Señor Jesucristo.
Dependiendo de la vida que vivamos, de qué
camino escojamos, veremos las consecuencias que produce. En la vida de los 2
Enoc podemos ver el fruto de la vida de Caín y de Set, los hijos de Adán y sus
consecuencias.
Los 2 Enoc
No es muy conocida la existencia de 2 Enoc en
Génesis 4 y 5 pero sin embargo están ahí, y sus historias son muy relevantes
para nuestras vidas, y para ver el resultado de las generaciones que les
anteceden y preceden, como reflejo de nuestras decisiones en la vida. Lo más
conocido sobre Enoc es que es el primer hombre que no vio muerte porque lo llevó
Dios, Génesis 5:24.
Pero como dije antes, lo menos conocido es
que había dos Enoc, casi contemporáneos. Uno descendiente de Caín; dice que
concibió la mujer de Caín y dio a luz a este Enoc, y edificó una ciudad Caín la
cual llamó por el nombre de su hijo, Enoc. De él nació Mehujael, Metusael y
Lamec, la 6ª generación, y este Lamec se ensoberbeció contra Dios, Génesis
4:23-24. Es una clara expresión de lo que recibió, de lo que heredó de su
antepasado Caín, y su actitud ante Dios.
En el versículo siguiente, Génesis 4:25, Adán
y Eva vuelven a empezar una nueva estirpe. La anterior, la de Caín es sustituida
por una nueva que comienza con Set, sustituto de Abel. El otro Enoc al que hemos
hecho referencia es descendiente de Set, hijo de Adán y Eva, una vez Adán volvió
a conocer a su mujer (conocer en sentido conyugal). Set significa "sustitución".
Dios sustituye la raíz de Caín que pierde la bendición por su obcecación a
pecar, Génesis capítulo 4, por otra rama que comienza con Set y que engendra al
famoso Enoc -séptimo desde Adán- Judas 14. Siguiente versículo inmediato a la
nueva estirpe, Set engendró a Enós, y encontramos una gran noticia a partir de
su nacimiento: ...Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós.
Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Yahweh, Génesis 4:26.
Este acontecimiento tiene un precedente, que
es antes de la caída de Adán y Eva, cuando ellos invocaban el nombre de Yahweh.
Una clara referencia de que ellos mismos, Adán y Eva, enseñaron a sus hijos y
nietos las consecuencias de su transgresión y de que era bueno reconciliarse con
Dios nuestro Padre.
Enós, engendró a Cainán. Cainán engendró a
Mahalaleel, él a Jared, y él a nuestro Enoc, de quien nacería Matusalén, antes
que Enoc fuese llevado por Dios, arrebatado, como Elías, y como la Iglesia en el
retorno de Jesucristo, 1Tesalonicenese 4:17.
Matusalén engendró a Lamec, de quien nació
Noé. Y Noé engendró a Sem, Cam (padre de Canaan, nombre de la Tierra Prometida),
y a Jafet. Sem engendró a Arfaxad, éste a Sala, éste a Heber, éste a Peleg, éste
a Reu, Serug, Nacor, Taré, y éste a Abram, a quien Dios cambió el nombre en Su
pacto con él por la fe por Abraham. A partir de aquí la historia es más
conocida, Abraham, Isaac y Jacob, que es Israel, de quien nació, Judá, hasta
David y hasta Jesucristo.
De Adán a Enoc 7, de Enoc a Noé 3 (de Adán a
Noé 10), de Noé a Abraham 10 (de Adán a Abraham 20 generaciones).
En milenios aproximados. De Adán a Abraham
2000 años. De Abraham a David 1000 años. De David a Cristo 1000 años. De Cristo
a la corrupción de la Iglesia medieval, el Gran Cisma de Oriente y Occidente,
las cruzadas, y el comienzo de la búsqueda de los orígenes y el germen de la
Reforma, 1000 años. Del comienzo de la búsqueda de los orígenes hasta el retorno
de Israel a la Tierra Prometida en 1948, 1000 años. Fecha en el calendario
hebreo mientras escribo este estudio Bíblico, año 5773, festividad de Trompetas
(símbolo de la Predicación del Evangelio), Yom Kippur (Expiación, símbolo de la
Cruz de Cristo) y Tabernáculos y primicias de la cosecha del vino y el aceite.
(símbolo de La unidad de la Iglesia, propósito también por el que murió Cristo,
Juan 11:52, el vino de la Santa Cena y el aceite de las lámparas-almas
encendidas por el fuego del bautismo del Espíritu) 2012. Esto es lo que debemos
entender como símbolo de estas festividades del Señor.
Hemos visto que Dios sustituye a aquellos que
se ensoberbecen contra Él, por otros a los que pone en lugar de los primeros,
que despreciaron la bendición. Un Enoc por otro Enoc. Concluimos que el error
del hombre de religión, el hombre de fe que mezcla las ideas humanas con las de
la fe, es el ecumenismo. Tras Noé, en Babel, de nuevo el hombre pierde el norte
y busca hacer sus propias obras construyendo la Torre de Babel, pero Dios
confundió las lenguas y no pudieron continuar. Esta torre es un símbolo del
ecumenismo, y también, diría yo, de las denominaciones de la Iglesia, desde la
Católica, a la Protestante, y de la Ortodoxa a la Pentecostal, del Judaísmo
Ortodoxo a los Mesiánicos. El proyecto del hombre de religión. La unidad es
Jesucristo, no las denominaciones y divisiones, no las formas ni las culturas.
Solo será posible cuando venga el Señor y Su fuego santo queme las impurezas, la
escoria de la levadura farisaica de todas ellas.
Seamos el segundo Enoc que camina con Dios,
no el primero, símbolo de una ciudad apartada de Dios. Cambiemos nuestra vida
por la que Dios quiere, hasta hacer aquello que es para nosotros en la guía de
Dios, y así sustituyamos en nosotros mismo el Enoc antiguo por el Enoc nuevo,
sea en la década que sea que recibamos a Cristo, o que repasamos nuestras vidas
cristianas.
La pérdida de los años de vida y el plan
de Dios. De 1.000 a 120, y a 70. De 70 a 120 y a 1.000, hasta la Eternidad.
La historia de la edad de la vida. De 1000 a
70 años de vida comienza en Génesis 6:3 que expone el resultado de la pérdida de
años de vida como el resultado de la maldad del hombre. ...Y dijo Yahweh: No
contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es
carne; más serán sus días ciento veinte años.
Adán vivió 930 años, lo cual implica ya una
pérdida exactamente de 70 años, una generación menos. Génesis 5:5.
Salmo 90:10 nos expone lo que escribe el rey
David sobre el 1000 a.C. ...Los días de nuestra edad son setenta años.
La
ciencia, en
sus descubrimientos de los últimos 50 años ha ido revelando que nuestro origen
como humanos procede de una primera pareja. La ya conocida como el Adán
cromosomático y la Eva mitocondrial.
Desde Génesis 2 hasta Génesis 6 vemos como se
pierden 880 años de vida. Sin embargo al principio no fue así. Adán y Eva
pudieron vivir una vida de 1.000 años. También sabemos que está indicado en
Apocalipsis que exista un milenio, Apocalipsis 20, lo cual es un reflejo del
retorno al Edén, pero con Cristo Rey, el Postrer Adán. Tras el pecado de Adán y
Eva, vino el de Caín matando a su hermano Abel. Las generaciones fueron
perdiendo años, cientos de años de vida a medida que pasaban y seguían pecando y
apartados de Dios.
De 1.000 a 120, y a 70. De 70 a 120 por la
ciencia. De 120 a 1.000 por el milenio. Objetivo de la obra de Cristo, la Vida
Eterna para todos los que Le aman. Nuevos Cielos y nueva Tierra, en los cuales
mora la justicia, 2Pedro 3:13.
Conclusión
La vida es un regalo de Dios para disfrutarla
con Él y con nuestro prójimo. Un viaje eterno, que sin embargo comienza en la
dimensión temporal, pero de la cual somos llamados a la vida eterna en el
Paraíso del Reino de Dios.
La resurrección es sin duda el punto de
partida, una vez recibido el don de la fe, y haber determinado vivir acorde al
plan divino, donde por nuestros frutos nos conozcan. Algunos no pasarán por la
resurrección, sino que serán transformados directamente en el arrebatamiento de
la Iglesia del último tiempo, a los nuevos cuerpos eternos, como nos anuncia
Pablo en 1Tesalonicenses 4:17, como le ocurrió al buen Enoc, y a Elías. Pero
todos los demás, discípulos, creyentes, pero también los enemigos de Dios, serán
resucitados para que sus vidas sean expuestas ante Dios, el Juez, quien hablará
con todos sobre sus vidas. Los que estén inscritos en el Libro de la Vida, que
es Jesucristo, son los que disfrutarán de la vida eterna en Su Reino,
Apocalipsis 21:27.
Si aun no se ha inscrito en el Libro de la
Vida, hágalo en Conoce a
Jesucristo, y comience hoy su vida, en la década en que esté, en la plenitud
que Dios, nuestro Padre bueno y que nos ama, está preparado para mostrarle. Viva
una vida de bendición en cada una de las décadas que tiene por delante y lleve
este plan de vida a su prójimo. Su vida tendrá un mayor sentido, tendrá la
bendición de Dios.
La despedida es de Efesios 4:10: ...El
que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para
llenarlo todo. 11Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12a
fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, 13hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14para que ya no
seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por
estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del
error, 15sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en
aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16de quien todo el cuerpo,
bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento
para ir edificándose en amor. Amén
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