JESUCRISTO   LA RESURRECCIÓN VIENE. HE AQUÍ QUE VIENE CON LAS NUBES Y TODO OJO LE VERÁ, Y LOS QUE LE TRASPASARON. Apocalipsis 1:7.

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MOISÉS

EL CUERPO DE LOS HIJOS DE LA LEY Y LA PERFECCIÓN DE CRISTO

Mosheh: Sacado de "las Aguas", también significa hijo, en su raíz egipcia "ms". Espiritualmente prefigura La Ley. La Ley no puede entrar en la tierra prometida porque allí es la presencia de Dios, y reina la libertad de Su Espíritu. En el cielo, con Dios, no hace falta La Ley. Tampoco debe hacer falta cuando se está con un hermano que ama a Cristo, si éste se ha -circuncidado- de corazón, espiritualmente, para amarme a mi, que soy su prójimo. Entonces no hay temor y no hace falta La Ley. Dios no necesita La Ley, la envió por un propósito. De aquí que Moisés no entrase en la Tierra Prometida, pero Dios le permitió verla. No podemos pues traerle La Ley a un hermano en cuya alma reina Cristo, pues es el alma, La Tierra Prometida de Dios. Desde luego que literalmente la Ley entra en Canaán por la sucesión de Josué, pero veremos más adelante que ninguno de los que salieron de Egipto vinieron a la Nueva tierra; es una prefiguración de que el hombre no es perfecto para cumplirla.

El cuerpo de Moisés son los hijos de la Ley y de la religión. Así como el cuerpo de Cristo son los hijos de los que se han situado bajo la Gracia, aquellos que han nacido de nuevo del Espíritu de Dios. Por el cuerpo de Moisés tuvo que luchar Dios para salvarlo, enviando al Arcángel Gabriel, quien lucho con Satanás para arrebatarle el cuerpo. Porque los que están bajo la Ley están bajo la condenación y la muerte, pues nadie puede cumplir la Ley, sólo El Mesías la cumple por nosotros, para que obtengamos esa Gracia de Dios. La Ley es buena y santa y hay que guardarla, sirve para que sepamos que el hombre no es perfecto para cumplirla, es la guía perfecta ante Dios, si es que queremos presentarnos ante Él con la moral. Estamos pues vencidos ante Dios antes de presentarnos a Él. 

Moisés consagra a Josué como su sucesor, esta sucesión es la que confirma con mayor claridad y esplendor que Josué o Jesúa o Yahshua que es Jesús el Cristo, sería el sucesor de la edificación personal de cada alma, que es la verdadera Tierra Prometida del Espíritu Santo, que este es el objetivo de Dios, y que cada uno de nosotros aceptemos primeramente la Ley de Dios, que nos condena por pecadores, y que arrepintiéndonos de serlo, aceptemos el sacrificio de Cristo como pago por nuestra enemistad natural y carnal contra Dios, para entrar a morar en la Tierra Prometida que es la Presencia de Dios, donde habita Dios, y donde se le dice a Josué nada mas entrar: quita el calzado de tus pies porque estás en tierra Santa. Descálzate de la Ley que estás ante Dios, igual que le dijo a Moisés cuando hablaba con Él en la Zarza.

Se dice de Moisés que muere en  Moab: Moab es el hijo de Lot y su hija primogénita, el hombre de religión por excelencia, y sus hijos son su descendencia espiritual de sus propias hijas o ideas religiosas, Moab es la primera idea de religión, hijo de su primogénita. Es enterrado por Dios en el valle de Moab, o lugar llano de la religión donde la vida es a priori fácil de andar por la llanura del terreno aunque también se está al descubierto para una lucha, mientras que Dios, se dice que vive en el monte de Sión, en oposición a valle; Aunque nadie conoce el lugar de su sepultura (De Moisés) hasta hoy (Deuteronomio 34:6 Judas 9).  Cuando muere Moisés en Moab dice la Escritura que no perdió su vigor, que vivió 120 años que es la plenitud de la vida de un hombre según Dios le dice a Adán, que representa que la vida de la Ley de Dios siempre será vigente mientras haya hombres sobre la tierra, porque Cristo dice que la Ley no pasará, y dice también la Escritura que sus ojos nunca se oscurecieron ya que la claridad y perfección de la Ley es debida a que proviene de Dios. Pero por esto precisamente Dios mismo la entierra en Moab, porque la Ley pertenece a la religión, pero en la tierra prometida no está la Ley, sino que está Cristo, La Gracia, el Rey de reyes.

Éxodo 2:8, Deuteronomio 32, Salmos 105:26, Lucas 16:31, Judas 9, Apocalipsis 15:3.

 

TEXTO BÍBLICO: ÉXODO CAPÍTULO 2

NACIMIENTO DE MOISÉS

1Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, 2La que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.

Los Padres de Moisés o de la Ley son hijos de Leví, o hijos del sacerdocio de Dios. No podía ser de otro modo.

3Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río. 4Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería. 5Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase.

Moisés es sacado de las aguas porque las aguas son las doctrinas y La Ley es sacada por Dios de Su doctrina, aunque los pueblos tengan doctrinas, la sabiduría procede de Dios y por lo tanto de la raíz de la Doctrina de Dios es tomada esta Ley, que sirve para todos los pueblos y es la mejor moral posible ante Dios, aunque no es éste el objetivo de Dios para con los hombres, sino la amistad con Él (Pregúntame y Yo te enseñaré).

6Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste.

7Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? 8Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, 9A la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió.

Luego es adoptado por la hija de Faraón, que prefigura que el mundo representado por Egipto y su dirigente Faraón somos nosotros que reinamos en nosotros mismos y la hija es la descendencia de nuestra mente-alma, el proyecto de nuestra vida, que adopta a Moisés, o sea que adoptamos la Ley de Dios como la perfecta ley. Es entonces cuando en el pasaje de la Biblia se nos enseña que la  hija pide que le críen al niño y es traída nada mas y nada menos que la madre del niño, que en realidad es el pueblo hebreo, su madre, es hija de Leví y su padre también es hijo de Leví, la tribu de donde sale el sacerdocio de Israel establecido por Dios. Este pasaje nos enseña que el mundo adopta la Ley de Dios, pero es dada en manos de Israel para que sea custodiada. 

10Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué.

 

MOISÉS HUYE DE EGIPTO

11En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. 12Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. 13Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? 14Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto.

Moisés mata al egipcio, que prefigura a la Ley que condena a los hijos del mundo. Entonces un hermano de su pueblo, le dice ¿es que a mi también me matarás? Pues claro que la Ley mata por causa de que todos los hombres han pecado, por eso vino Cristo para que no muriésemos sino que si nos arrepentimos tenemos vida eterna.

15Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián.

Ya que en tierra del mundo la Ley es rechazada, Moisés va a Madián que es tierra de Árabes, para traer también la Ley allí.

16Y estando sentado junto al pozo, siete hijas que tenía el sacerdote de Madián vinieron a sacar agua para llenar las pilas y dar de beber a las ovejas de su padre. 17Mas los pastores vinieron y las echaron de allí; entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas. 18Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les dijo: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto? 19Ellas respondieron: Un varón egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y dio de beber a las ovejas.

Moisés se ve en la situación de defender a las hijas de su suegro Reuel que significa -Amigo de Dios- que son las doctrinas que Dios le ha dado a este hombre en su intimidad y amistad con Él, porque eran ellas molestadas por los pastores, representantes de las iglesias y religiones que siempre se oponen a la amistad personal con Dios sin pertenencia a institución humana.

20Y dijo a sus hijas: ¿Dónde está? ¿Por qué habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma.

Automáticamente el amigo de Dios, hijo del amigo de Dios Abraham, pregunta por aquel que ha defendido su doctrina que Dios le ha dado, la fe en Él. Moisés, La Ley, defiende a los amigos personales de Dios.

21Y Moisés convino en morar con aquel varón; y él dio su hija Séfora por mujer a Moisés. 22Y ella le dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: Forastero soy en tierra ajena.

La Ley o Moisés se siente forastero en tierra de amistad personal, pero es aceptado porque la Ley es Santa y un amigo de Dios, tiene la Ley grabada en su corazón, por amor a Dios.

23Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. 24Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.

 

ÉXODO: CAPÍTULO 3

MOISÉS ES LLAMADO POR DIOS

1Apacentando Moisés las ovejas de Jetró su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.

Moisés que también es Cristo, para el pueblo de Dios, llamado el Libertador, según se venga a Dios se ve el árbol de la Vida o el árbol del conocimiento del bien y del mal. Así pues Cristo apacienta las ovejas de su suegro con la Ley y con la Gracia. El suegro es el padre de nuestra esposa-alma y el padre de nuestra alma es Dios. Estas ovejas son las que el Señor pone en las manos de aquellos que son sus amigos para que sean edificados como amigos Suyos.

2Y se le apareció el Ángel de Yahweh en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 3Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. 4Viendo Yahweh que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. 5Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.

Cuando nos llama Dios, nos dice; quita tu calzado. El calzado aquí tiene dos significados: uno es: no vengas a Mi con la Ley, y el otro: tampoco con el Evangelio de Cristo, pues Yo mismo soy Dios, Jesucristo y te he limpiado con mi sangre. Ahora dejemos los rudimentos de la salvación y Yo te trataré como mi amigo personal e íntimo.

6Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. 7Dijo luego Yahweh: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, 8Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. 9El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. 10Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. 11Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? 12Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.  13Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? 14Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.

YO ESTARÉ O YO SERÉ parece ser la verdadera traducción según los últimos estudios de los traductores Bíblicos. í dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. 15Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Yahweh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos. 16Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Yahweh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto; 17Y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel. 18Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Yahweh el Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Yahweh nuestro Dios.

Moisés no se cree que Dios estará con él pero le dice: Yo estaré contigo cuando tu vayas, Yo Soy, y estaré contigo, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, y Dios es Dios de vivos y no de muertos. La descendencia de Israel está viva en el cielo. Dios promete a los que le amen que serán llevados a tierra que fluye leche y miel. La leche es la Palabra de Dios no adulterada y la miel es la dulzura del amor de Dios. Estos atributos se encuentran en la Tierra Prometida: en el alma de un hombre o mujer que se entregan a Dios y que como Jetro se hacen sus amigos como Abraham. Amigo de Dios en Cristo. Los ancianos te reconocerán si tu les hablas del Dios de los patriarcas.

19Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. 20Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir. 21Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías;

El rey de Egipto, simbolizando el sistema del mundo, a  Satanás que se opondrá a cada uno que se entregue a Cristo con persecuciones, pero tened fe que Él promete estar con nosotros. Los egipcios, simbolizan la gente que sigue el sistema del mundo y no siguen a Dios, pero ven sin embargo a los de Dios con buenos ojos.

22Sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto.

ÉXODO: CAPÍTULO 4

1Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Yahweh.

No cree el hombre Ley, que le crean los demás, porque no tiene fe, porque la Ley no es de fe, sino que dice; el que la cumpla vivirá por ella. Cristo en la misericordia de Dios dice; el que crea en mi tiene vida eterna.

2Y Yahweh dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. 3El le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella.

Dios le demuestra a Moisés que si lleva la Ley solamente y la trae a la Tierra, se vuelve en culebra que se retuerce hasta ahogar al hombre porque no puede cumplirla.

4Entonces dijo Yahweh a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. Tómala por la cola, que es la debilidad y no por la cabeza que es su fuerza. O sea, usa la Ley para que tu prójimo vea su culpabilidad, pero no te quedes solo en la condenación por la Ley, dales también la esperanza de la salvación de Cristo.

5Por esto creerán que se te ha aparecido Yahweh, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. 6Le dijo además Yahweh: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.

Cuando un hombre de Dios mete su mano que es su fuerza en su seno habiendo en él la Ley y no la Gracia lo que halla es la lepra del pecado porque sin misericordia no se puede andar con Dios, y aquí hablamos de Moisés el hombre Ley.

7Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.

Al volver a meter la mano en su seno él mira en su interior como le sugiere el Señor y haya misericordia, es entonces cuando su carne su vuelve limpia; Cristo.

8Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera. 9Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra. 10Entonces dijo Moisés a Yahweh: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. 11Y Yahweh le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Yahweh? 12Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.

Esta quiere el Señor que sea nuestra actitud cuando Él nos propone una persona a la que hablar de Su Palabra.

13Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. 14Entonces Yahweh se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón.

El Señor se ve en la obligación de tener que servirse de Aarón, el sacerdocio levítico para hablar Su Palabra, porque sabe que el cuerpo de Moisés no es capaz de luchar si no se arropa de la pompa del sacerdocio y de la Ley. Pero no sabe Moisés que al final Dios obtiene su objetivo, prefigurando a Cristo en Aarón por el sacerdocio de la expiación de los pecados.

15Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. 16Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios. 17Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.

 

ÉXODO: CAPÍTULO 4

MOISÉS VUELVE A EGIPTO

18Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz. 19Dijo también Yahweh a Moisés en Madián: Ve y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte. 20Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano. 21Y dijo Yahweh a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo. 22Y dirás a Faraón: Yahweh ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. 23Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito. 24Y aconteció en el camino, que en una posada Yahweh le salió al encuentro, y quiso matarlo.

Impresionante revelación de Dios que llega al extremo de amenazar a Moisés con matar a su primogénito por no haberle circuncidado. Y es precisamente su esposa o alma la que al ver que no había obedecido a Dios, circuncida el prepucio de su hijo que es el prepucio de su corazón. Interpretado este párrafo nos enseña que Moisés el hombre de la Ley, debe circuncidar mediante su esposa-alma a su hijo que es su descendencia espiritual, es decir su nueva vida, su nueva mente que nace del Espíritu de Dios. Vemos que si se vive solo por la Ley, que es el ministerio de la condenación y de la muerte -armas de Satanás- quien se regocija en ser el acusador y fiscal del alma empleando la Ley de Dios, todo hombre queda vencido, porque todos pecaron. 

Bendito sea Jesucristo que nos ha librado de la muerte y de la condenación. Sí amigo lector, no se escandalice de ver que Dios nos ha provisto de una moral, la mejor de todas, pero resulta que esta moral es muerte, porque Dios nos ama en amistad personal, en la libertad y no bajo una ley. ¿Se imagina Ud. relacionándose con su ser querido, esposa o esposo o hijos, mediante el cumplimiento de unas normas? Dios merece amor y no Ley. Es difícil de asimilar pero es así. La Ley es santa para que comprendamos nuestro error de querer ser independientes de Dios mediante una ley que nos hacemos en nuestra mente, ese es el pecado del hombre. Sean ustedes amigos míos, amigos de Dios por la Sangre-Vida de Cristo, que nos reconcilia consigo mismo.¿Amén? Si aun duda, siga leyendo hasta llegar al versículo donde la vara o Ley se hace un serpiente, y mas adelante se le da al pueblo que mire a una serpiente de bronce. Qué pesado es el bronce, que pesado es el acusador cuando nos acusa con la Ley. Pero Cristo nos limpió de nuestras transgresiones si nos hemos arrepentido o cambiado nuestras mentes para ser amigos de Dios.

25Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. 26Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión. 27Y Yahweh dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó. 28Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras de Yahweh que le enviaba, y todas las señales que le había dado. 29Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel. 30Y habló Aarón acerca de todas las cosas que Yahweh había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo. 31Y el pueblo creyó; y oyendo que Yahweh había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.

 

ÉXODO: CAPÍTULO 5

MOISÉS Y AARÓN SE PRESENTAN ANTE FARAÓN

1Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Yahweh el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.

Debemos ver este pasaje como la situación en la que se encuentra cualquier hombre de Dios que trata de traer la buena noticia del perdón de Cristo a una persona que está en el mundo. Por lo tanto cada vez que Faraón se opone a dejar al pueblo, simboliza que Satanás no quiere perder ningún alma. No tiene Dios más remedio que mandar a esta persona todas las persecuciones o plagas necesarias para que esta alma acepte a Cristo.

2Y Faraón respondió: ¿Quién es Yahweh, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Yahweh, ni tampoco dejaré ir a Israel. 3Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Yahweh nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada. 4Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas.

Se plantea aquí la situación de que un hombre quiere servir a Dios: iremos camino de tres días al desierto, esto es a adorar a Dios durante tres tiempos hasta que venga el Señor: al tercer día resucitaré. Lógicamente el diablo se opone a no dejar al hombre que se entregue a Dios. Que se ocupen de su trabajo dice el diablo, que ganen dinero y tengan afanes y ocupaciones para que no piensen en Dios.

5Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas. 6Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que lo tenían a su cargo, y a sus capataces, diciendo: 7De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja. 8Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios. 9Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras mentirosas.

¿No es cierto que hoy en la civilización de occidente las personas viven en un estrés frenético y no tiene tiempo para nada?, pues aquí tenemos el porqué. Que fabriquen el mismo ladrillo pero no se les de la paja: con ladrillo de barro que son nuestros pecados y la paja que es la fragilidad de nuestros argumentos mundanos se fabrica el hombre su casa; Dios propone hacer Su templo con un cimiento que es La Palabra y edificar sobre la roca que es Cristo, y el templo con piedras sin trabajar que son aquellos que tienen el Evangelio en su corazón y no tratan de amoldarlo a su propio gusto.

10Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus capataces, hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja. 11Id vosotros y recoged la paja donde la halléis; pero nada se disminuirá de vuestra tarea.  12Entonces el pueblo se esparció por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo en lugar de paja. 13Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea de cada día en su día, como cuando se os daba paja. 14Y azotaban a los capataces de los hijos de Israel que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes? 15Y los capataces de los hijos de Israel vinieron a Faraón y se quejaron a él, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos? 16No se da paja a tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus siervos son azotados, y el pueblo tuyo es el culpable. 17Y él respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y ofrezcamos sacrificios a Yahweh. 18Id pues, ahora, y trabajad. No se os dará paja, y habéis de entregar la misma tarea de ladrillo. 19Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, al decírseles: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día. 20Y encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían de la presencia de Faraón, 21les dijeron: Mire Yahweh sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano para que nos maten.

Impresionante párrafo donde se ve como el dios de este mundo, aumenta la carga de seguir ocupados construyendo nuestras vidas para que no pensemos en servir al Señor y Dios. Si los hombres tienen tiempo para estar con el Señor entonces peligra el dominio del diablo sobre ellos. De esto que la sociedad tenga cada vez mas fuerza y los hombres sean cada vez mas esclavos de la sociedad de consumo hoy, y de otras cosas antes en otras épocas. Cuanto mas nos acercamos al final, mas distracción tiene la sociedad para la mente humana, para apartarnos de Dios. Es la humanidad pues el pueblo de Dios esclavo en Egipto.

También vemos aquí como viene la persecución por causa de Dios sobre aquellos que se plantean cambiar sus vidas hacia Cristo. Cómo el enemigo agravará la persecución, para intentar algo que consigue la mayoría de las veces; apartar al hombre de buscar a Dios. Solo los valientes darán el paso aunque les cueste tener que luchar para estar con Dios. Pero tranquilos, cuando ya vuestro corazón está dispuesto para Cristo, el diablo huye.

 

ÉXODO: CAPÍTULO 5

MOISÉS Y AARÓN SON COMISIONADOS POR DIOS

22Entonces Moisés se volvió a Yahweh, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? 23Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo.

El enviado de Dios duda ante las circunstancias de los que reciben el mensaje, pero no debe hacerlo, porque tan solo los que se entreguen a Dios de verdad saldrán adelante. Esta es la manera de probar al hombre, para ver si está determinado hacia Dios o si tan solo le busca para algo y no por lo que Él es.

ÉXODO: CAPÍTULO 6

1Yahweh respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra. 2Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy YAHWEH. 3Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre YAHWEH no me di a conocer a ellos. 4También establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron forasteros, y en la cual habitaron. 5Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto. 6Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy YAHWEH; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes;

El Señor promete ya librar a su pueblo de la servidumbre del mundo. Aquellos que reciben al Mesías o Libertador del alma, ya no son esclavos, sino libres, por la fe.

7y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Yahweh vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. 8Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo YAHWEH. 9De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre. 10Y habló Yahweh a Moisés, diciendo: 11Entra y habla a Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. 12Y respondió Moisés delante de Yahweh: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan; ¿cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo torpe de labios? 13Entonces Yahweh habló a Moisés y a Aarón y les dio mandamiento para los hijos de Israel, y para Faraón rey de Egipto, para que sacasen a los hijos de Israel de la tierra de Egipto. 14Estos son los jefes de las familias de sus padres: Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi; estas son las familias de Rubén. 15Los hijos de Simeón: Jemuel, Jamín, Ohad, Jaquín, Zohar, y Saúl hijo de una cananea. Estas son las familias de Simeón. 16Estos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Gersón, Coat y Merari. Y los años de la vida de Leví fueron ciento treinta y siete años. 17Los hijos de Gersón: Libni y Simei, por sus familias. 18Y los hijos de Coat: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel. Y los años de la vida de Coat fueron ciento treinta y tres años. 19Y los hijos de Merari: Mahli y Musi. Estas son las familias de Leví por sus linajes. 20Y Amram tomó por mujer a Jocabed su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años. 21Los hijos de Izhar: Coré, Nefeg y Zicri. 22Y los hijos de Uziel: Misael, Elzafán y Sitri. 23Y tomó Aarón por mujer a Elisabet hija de Aminadab, hermana de Naasón; la cual dio a luz a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. 24Los hijos de Coré: Asir, Elcana y Abiasaf. Estas son las familias de los coreítas.  25Y Eleazar hijo de Aarón tomó para sí mujer de las hijas de Futiel, la cual dio a luz a Finees. Y estos son los jefes de los padres de los levitas por sus familias.26Este es aquel Aarón y aquel Moisés, a los cuales Yahweh dijo: Sacad a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus ejércitos. 27Estos son los que hablaron a Faraón rey de Egipto, para sacar de Egipto a los hijos de Israel. Moisés y Aarón fueron éstos. 28Cuando Yahweh habló a Moisés en la tierra de Egipto, 29entonces Yahweh habló a Moisés, diciendo: Yo soy YAHWEH; di a Faraón rey de Egipto todas las cosas que yo te digo a ti. 30Y Moisés respondió delante de Yahweh: He aquí, yo soy torpe de labios; ¿cómo, pues, me ha de oír Faraón?

ÉXODO: CAPÍTULO 7

1Yahweh dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.

El Señor hace que Moisés sea visto como el dios de Faraón o podríamos decir el representante de Dios para las gentes del mundo, y a Aarón como su profeta, que es la prefiguración de Cristo, pues Él es el sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. Él intercede por nosotros siempre.

2Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. 3Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. 4Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios. 5Y sabrán los egipcios que yo soy Yahweh, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos.

Vayan preparándose aquellos que reciban a Dios en sus vidas, para ver en ellas las grandes maravillas que Dios hará con Uds. Es la experiencia de los que ya caminan con Él. 

6E hizo Moisés y Aarón como Yahweh les mandó; así lo hicieron. 7Era Moisés de edad de ochenta años, y Aarón de edad de ochenta y tres, cuando hablaron a Faraón.

 

ÉXODO: CAPÍTULO 7

LA VARA DE AARÓN

8Habló Yahweh a Moisés y a Aarón, diciendo: 9Si Faraón os respondiere diciendo: Mostrad milagro; dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se haga culebra. 10Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Yahweh lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra. 11Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos; 12pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos.

Las varas son la moral que cada uno propone. Aarón la Ley de Dios, los encantadores de Egipto, son las morales de los pueblos o leyes que el hombre ha formado, las cuales son devoradas por la moral mayor de Dios. Son culebras porque la serpiente es el diablo y su poder está en utilizar la Ley de Dios o las leyes del hombre para hacerle esclavo de ellas y hundirlo. Dios sin embargo pretende que el hombre se de cuenta de su necesidad de Él y que no es perfecto, y que acuda a encontrarse con Él, porque para siempre es Su misericordia.

13Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Yahweh lo había dicho.

 

ÉXODO CAPÍTULO 7:14

LAS PLAGAS

Las plagas de Egipto son las circunstancias por las que el hombre tiene que pasar en su vida, cuando éste está endurecido ante el llamamiento de Dios, a través de alguien que le habla de Dios o cualquier camino que Dios use. Ver Estudio Bíblico PLAGAS.

 

ÉXODO CAPÍTULO 12

LA PASCUA

1Habló Yahweh a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:  2Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año.  3Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia.  4Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero.  5El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.  6Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.  7Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.

Precioso como el Señor prefigura que la sangre de Cristo será la que estará cubriendo la puerta de nuestras casas, porque Aquel de cuya sangre hablamos, es el que dice: Yo soy la Puerta. La Puerta con la marca de la Sangre del Cordero Cristo.

8Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán.  9Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas.  10Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego.  11Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Yahweh.

Pan sin levadura, la Palabra de Dios, la Santa Cena en el Pan que es el cuerpo de Cristo, ceñidos los lomos por llevar el yugo de Cristo, y el calzado en los pies que es el Evangelio, y vuestro bordón que es la vara de Aarón o la Ley de Cristo. 

12Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Yahweh.  13Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.

Oh hermanos en Cristo no dejéis de celebrar la muerte y resurrección de nuestro Señor, para la Gloria y para nuestra protección, sed pues santos en toda vuestra manera de vivir.

14Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Yahweh durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis. 15Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel. 16El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer. 17Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua. 18En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde. 19Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel. 20Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura. 21Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. 22Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. 23Porque Yahweh pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Yahweh aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. 24Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre. 25Y cuando entréis en la tierra que Yahweh os dará, como prometió, guardaréis este rito. 26Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, 27vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Yahweh, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró. 28Y los hijos de Israel fueron e hicieron puntualmente así, como Yahweh había mandado a Moisés y a Aarón.

La pascua prefigura el sacrificio del Cordero de Dios que es Cristo, para pagar por el pecado de los hombres. ...Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. 1Corintios 5:7 y 8.

 

ÉXODO CAPÍTULO 12:29

MUERTE DE LOS PRIMOGÉNITOS

29Y aconteció que a la medianoche Yahweh hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales. 30Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto. 31E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Yahweh, como habéis dicho. 32Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos; y bendecidme también a mí. 33Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos. 34Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre sus hombros.  35E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos. 36Y Yahweh dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios.

Los primogénitos simbolizan la continuidad de alguien, la descendencia en la bendición, y por esto Dios corta la continuidad de aquellos que siguen sus propios caminos y no le oyen a Él.

 

ÉXODO CAPÍTULO 12:37

ISRAEL SALE DE EGIPTO

37Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. 38También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo ganado. 39Y cocieron tortas sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto, pues no había leudado, porque al echarlos fuera los egipcios, no habían tenido tiempo ni para prepararse comida.40El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue cuatrocientos treinta años. 41Y pasados los cuatrocientos treinta años, en el mismo día todas las huestes de Yahweh salieron de la tierra de Egipto. 42Es noche de guardar para Yahweh, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardarla para Yahweh todos los hijos de Israel en sus generaciones. 43Y Yahweh dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la pascua; ningún extraño comerá de ella.

Ninguno que no haya nacido de nuevo de lo alto tomará la Santa Cena. En Palabra de Dios: Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para si. 1Corintios 11:29.

44Mas todo siervo humano comprado por dinero comerá de ella, después que lo hubieres circuncidado. 45El extranjero y el jornalero no comerán de ella.

Los que no hayan recibido a Cristo sean de la nación que sean no pueden participar del Cuerpo del Señor. 

46Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo. 47Toda la congregación de Israel lo hará. 48Mas si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la pascua para Yahweh, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella. 49La misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros. 50Así lo hicieron todos los hijos de Israel; como mandó Yahweh a Moisés y a Aarón, así lo hicieron. 51Y en aquel mismo día sacó Yahweh a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus ejércitos.

Los que son pueblo de Dios salen de la esclavitud del mundo en sus mentes, y ya no están bajo al ansiedad de cumplir las normas de la sociedad y las obligaciones de la vida cotidiana, sino que descansan en la paz de Jesús para que sin dejar de hacer, se confíe en Él y que Él nos ayuda todos los días. 

 

ÉXODO CAPÍTULO 13

CONSAGRACIÓN DE LOS PRIMOGÉNITOS

1Yahweh habló a Moisés, diciendo: 2Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es. 3Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Yahweh os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado.

No comeréis leudado, o no aceptaréis doctrinas de religión que son contrarias a la Verdad de la Palabra de Dios. Me consagraréis todo primogénito que es tu continuidad, o mejor dicho tu vida y tu familia.

4Vosotros salís hoy en el mes de Abib. 5Y cuando Yahweh te hubiere metido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás esta celebración en este mes. 6Siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para Yahweh. 7Por los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio. 8Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Yahweh hizo conmigo cuando me sacó de Egipto.

Y darás testimonio a los tuyos de lo que Dios ha hecho en tu vida.

9Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Yahweh esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Yahweh de Egipto. 10Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año. 11Y cuando Yahweh te haya metido en la tierra del cananeo, como te ha jurado a ti y a tus padres, y cuando te la hubiere dado, 12dedicarás a Yahweh todo aquel que abriere matriz, y asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Yahweh. 13Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos. 14Y cuando mañana te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto?, le dirás: Yahweh nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre; 15y endureciéndose Faraón para no dejarnos ir, Yahweh hizo morir en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia; y por esta causa yo sacrifico para Yahweh todo primogénito macho, y redimo al primogénito de mis hijos. 16Te será, pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos, por cuanto Yahweh nos sacó de Egipto con mano fuerte.

Ya hemos visto que los primogénitos son la continuidad de una persona, pues bien, Dios quiere bendecirnos, pero quiere ver si le consagramos nuestras vidas a Él o no. Dios reclama el primer fruto que damos en todos los apartados de nuestra vida, en las cosas espirituales sobre todo. Al fin y al cabo todo es Suyo, por ello en nuestro reconocimiento está la bendición.

 

ÉXODO CAPÍTULO 13

LA COLUMNA DE NUBE Y FUEGO

17Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. 18Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados. 19Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros. 20Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto. 21Y Yahweh iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. 22Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.

Dios habita en una columna que es en realidad la imposibilidad que tenemos,  mientras estamos en la vida terrenal, de ver su apariencia,  pero significa que se acerca a los hombres.  El fuego es el Espíritu de Dios que nos guía en la noche como la Luz que podemos seguir por ver su resplandor y calor; el calor de sentir a cerca a Cristo y la Luz de Su Palabra.

 

CRUZANDO EL MAR ROJO

ÉXODO CAPÍTULO 14

1Habló Yahweh a Moisés, diciendo: 2Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. 3Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado. 4Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Yahweh. Y ellos lo hicieron así. 5Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva? 6Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo; 7y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos. 8Y endureció Yahweh el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa. 9Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón. 10Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Yahweh. 11Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?

Los discípulos de Dios a veces pierden la fe y claman a los que les han predicado debido a que las señales de Dios en nuestra vida, no se manifiestan cuando nosotros queremos, sino cuando corresponde; y Dios si sabe cuando corresponden. A menudo en la vida creemos que Dios se olvida de nosotros, pero no es así, es nuestra impaciencia la que nos traiciona.

12¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto. 13Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; Estad firmes, y ved la salvación que Yahweh hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. 14Yahweh peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. 15Entonces Yahweh dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. 16Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. 17Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería; 18y sabrán los egipcios que yo soy Yahweh, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo. 19Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, 20e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquellos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros. 21Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Yahweh que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. 22Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 23Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. 24Aconteció a la vigilia de la mañana, que Yahweh miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, 25y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Yahweh pelea por ellos contra los egipcios. 26Y Yahweh dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. 27Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Yahweh derribó a los egipcios en medio del mar. 28Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. 29Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda. 30Así salvó Yahweh aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. 31Y vio Israel aquel grande hecho que Yahweh ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Yahweh, y creyeron a Yahweh y a Moisés su siervo.

El hombre debe cruzar el mar rojo como símbolo de su bautismo, siendo éste el arrepentimiento de una vida sin Dios a una nueva vida en el camino de Cristo, que por supuesto es Dios el que nos lo abre,  para atravesar las doctrinas humanas y seguir la Suya. Queda pues claro para los egipcios que representan en esta historia a los hombres del mundo, sin razón ante la verdad de Dios, y aquellos que siguen Su Palabra, son premiados con la fuerza para vivir.

 

CÁNTICO DE MOISÉS Y DE MARÍA

ÉXODO CAPÍTULO 15

1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Yahweh, y dijeron: Cantaré yo a Yahweh, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete. 2 Yahweh es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. 3 Yahweh es varón de guerra; Yahweh es su nombre.  4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo. 5 Los abismos los cubrieron; Descendieron a las profundidades como piedra. 6 Tu diestra, oh Yahweh, ha sido magnificada en poder; Tu diestra, oh Yahweh, ha quebrantado al enemigo. 7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca. 8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; Se juntaron las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio del mar. 9 El enemigo dijo: Perseguiré, apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos; Sacaré mi espada, los destruirá mi mano. 10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar; Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas. 11 ¿Quién como tú, oh Yahweh, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? 12 Extendiste tu diestra; La tierra los tragó. 13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada. 14 Lo oirán los pueblos, y temblarán; Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos. 15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán; A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor; Se acobardarán todos los moradores de Canaán. 16 Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Yahweh, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste. 17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Yahweh, En el santuario que tus manos, oh Yahweh, han afirmado. 18 Yahweh reinará eternamente y para siempre.  19Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Yahweh hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del mar. 20Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. 21Y María les respondía: Cantad a Yahweh, porque en extremo se ha engrandecido; Ha echado en el mar al caballo y al jinete.

Tras pasar el mar rojo, tras definir su voluntad de seguir a Dios nuestro Rey, el pueblo Suyo canta en alabanza por la liberación que nos otorga El Señor, que nos libra de la esclavitud de Egipto, y esta esclavitud no es otra que la del pecado.

 

EL AGUA AMARGA DE MARA

ÉXODO CAPÍTULO 15:22

22E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. 23Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. 24Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? 25Y Moisés clamó a Yahweh, y Yahweh le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; 26y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Yahweh tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Yahweh tu sanador. 27Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.

Cuando aquellos que son pueblo de Dios siguen el camino de Dios por el desierto, ese espacio que separa al recién convertido de la amistad personal con Dios, durante tres días que es su peregrinación posiblemente por la religión,  porque busca a Dios y cuando el pueblo de Dios clamaba a Moisés por ser amargas las aguas debemos entender que Moisés o La Ley no puede dar aguas dulces, pues la Ley no es la Tierra Prometida que fluye leche y miel, sino la amargura de las normas para el cumplimiento. 

La amistad personal con el Señor si trae agua dulce que es precisamente el árbol que Dios les muestra y que echa en las aguas y se vuelven dulces, ese árbol es Cristo, el árbol del cual sí había que comer, en contraposición al otro árbol de Edén, que es precisamente la moral para vivir por ella, el árbol del conocimiento del bien y del mal, llevado a la perfección es La Ley de Dios. Si, parece una contradicción que Dios de una ley de la que prohibió al hombre comer, pero es que Dios en su infinito amor por nosotros, quiere demostrarnos que por la practica de la moral como código no se es amigo suyo, y que además no se le consulta a él y que el hombre no es perfecto para cumplir la Ley, pues dice ...pues todos pecaron y son destituidos de la gloria de Dios....Romanos 3:23.

Finaliza este capítulo con las doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas. Doce apóstoles, Doce tribus de Israel, Doce diademas, Setenta semanas: Daniel.

 

DIOS DA EL MANÁ

ÉXODO CAPÍTULO 16

1Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. 2Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; 3y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Yahweh en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud. 4Y Yahweh dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. 5Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día. 6Entonces dijeron Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: En la tarde sabréis que Yahweh os ha sacado de la tierra de Egipto, 7y a la mañana veréis la gloria de Yahweh; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Yahweh; porque nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros? 8Dijo también Moisés: Yahweh os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros; porque Yahweh ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Yahweh. 9Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Yahweh, porque él ha oído vuestras murmuraciones. 10Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Yahweh apareció en la nube. 11Y Yahweh habló a Moisés, diciendo: 12Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Yahweh vuestro Dios. 13Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento. 14Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. 15Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Yahweh os da para comer. 16Esto es lo que Yahweh ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. 17Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; 18y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. 19Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. 20Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés. 21Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía. 22En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés. 23Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Yahweh: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Yahweh; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.  24Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. 25Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo* para Yahweh; hoy no hallaréis en el campo. 26Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo;  en él no se hallará. 27Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. 28Y Yahweh dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? 29Mirad que Yahweh os dio el día de reposo,  y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. 30Así el pueblo reposó el séptimo día. 31Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel. 32Y dijo Moisés: Esto es lo que Yahweh ha mandado: Llenad un gomer de él, y guardadlo para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto. 33Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná, y ponlo delante de Yahweh, para que sea guardado para vuestros descendientes. 34Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Yahweh lo mandó a Moisés. 35Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán. 36Y un gomer es la décima parte de un efa.

El pueblo de Dios recibe el Pan del Cielo que simboliza durante cuarenta años que Dios pacientemente se nos da a conocer viniendo en Cristo, revelándose en la Palabra sagrada, los cuarenta años son los días que está el creyente siendo probado hasta que alcanza la madurez y se determina en el camino de Dios. Cristo estuvo cuarenta días en el desierto y también Elías que es el espíritu de Dios que enseña al hombre la amistad con Dios, que venía en Juan Bautista, que habitaba en el desierto. El maná, una bendición de Dios, Quien alimenta nuestra alma.

 

AGUA DE LA ROCA

ÉXODO CAPÍTULO 17 Y NÚMEROS CAPÍTULO 20

1Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Yahweh, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. 2Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Yahweh? 3Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? 4Entonces clamó Moisés a Yahweh, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. 5Y Yahweh dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. 6He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. 7Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Yahweh, diciendo: ¿Está, pues, Yahweh entre nosotros, o no?

La Ley se ve incapacitada de dar el agua para apagar la sed que tenemos del Espíritu de Dios. La Roca es la fe en Cristo, y esta roca es golpeada como lo fue Cristo en Jerusalén por el cuerpo de la Ley que eran los sacerdotes Judíos. De aquí que Moisés mandado por Dios golpee la Roca, pero él lo hace dos veces y no una; pasa en su orden: Padre, porqué me has abandonado. Cristo decidió asumir nuestra culpa en la Cruz y ser golpeado en nuestro lugar para que tengamos el agua de la Vida.

 

ÉXODO CAPÍTULO 18

MOISÉS NOMBRA JUECES 

13Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde. 14Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde? 15Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. 16Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes. 17Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. 18Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo. 19Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. 20Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.

Prefiguración de la enseñanza de andar con Dios sin depender de nadie, ni de mediador. Cristo es el Mediador, el Camino y la Verdad y la Vida. Dios Mismo, sin padre, sin madre, sin genealogía, que ni tiene principio de días ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios. Sacerdote para siempre. Hebreos 7:3, Isaías 9:6 y Juan 1:1.

21Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. 22Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo. 23Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar. 24Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo. 25Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez. 26Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño. 27Y despidió Moisés a su suegro, y éste se fue a su tierra.

Jetro es amigo de Dios, oye la historia de moisés y viene a bendecir al Señor que le ha prosperado, pero también a orientarle en las labores de llevar al pueblo, entonces nombran jueces para que el hombre Ley no lleve la carga del pueblo solo, y se desanimen los hombres y desfallezcan en la fe, debido a la debilidad que tiene Moisés de llevarla el solo, tal como dice este texto, ya que la ley no puede proveer de fe a las personas, ya que dice: ...el que cumpla todos los mandamientos será salvo... y no ...el que crea en Él será salvo...

Otra visión más profunda nos enseña que en Moisés tenemos representado al libertador, al Mesías, el cual nos enseña a ...sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo... a través del apóstol Pablo. Amarás a tu prójimo. Este es el sacerdocio que Cristo comparte con nosotros, el de llevar las cargas de la Iglesia con Él.

 

ISRAEL EN SINAÍ

ÉXODO CAPÍTULO 19

1En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí. 2Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte. 3Y Moisés subió a Dios; y Yahweh lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: 4Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. 5Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 6Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. 7Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Yahweh le había mandado. 8Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Yahweh ha dicho, haremos. Y Moisés refirió a Yahweh las palabras del pueblo. 9Entonces Yahweh dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Yahweh. 10Y Yahweh dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos, 11y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Yahweh descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí. 12Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá. 13No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte. 14Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos. 15Y dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer día; no toquéis mujer. 16Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. 17Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte. 18Todo el monte Sinaí humeaba, porque Yahweh había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. 19El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante. 20Y descendió Yahweh sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Yahweh a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. 21Y Yahweh dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Yahweh, porque caerá multitud de ellos. 22Y también que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Yahweh, para que Yahweh no haga en ellos estrago. 23Moisés dijo a Yahweh: El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has mandado diciendo: Señala límites al monte, y santifícalo. 24Y Yahweh le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo; mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir a Yahweh, no sea que haga en ellos estrago. 25Entonces Moisés descendió y se lo dijo al pueblo.

El Señor llama a Moisés para que venga a escuchar la Palabra que le dirá para darle ordenanzas al pueblo, pero como vienen a través de la ley, nadie puede venir a Dios ni tocar el monte,  porque si no Dios les mataría. Sin embargo le es permitido a Aarón subir a la presencia de Dios junto con Moisés. Aarón prefigura a Cristo ya que es el primer sacerdote de Dios y el primero de la tribu de Leví, que tendrá continuidad en la intercesión por el sacerdocio perfecto y eterno del Mesías, viniendo a ser Él mismo, el Cordero de Dios. Cuando cualquier persona se acerca a la presencia de Dios, tiene la única puerta abierta que es Cristo, si le ha recibido en su corazón como su Salvador personal y se ha arrepentido o cambiado su mente de pecador, viviendo sin Dios, a hijo de Dios por la fe.

 

LOS DIEZ MANDAMIENTOS

ÉXODO CAPÍTULO 20 Y DEUTERONOMIO CAPÍTULO 5 

NOTA: Los números de los mandamientos no corresponden con el versículo Bíblico, para hacer énfasis en el número de mandamiento.

1º.-No tendrás dioses ajenos delante de mí.

2º.-No te harás escultura o imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

No te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque yo soy El Señor tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

3º.- No tomarás el nombre de YHWH, tu Dios en vano; porque no dará por inocente El Señor al que tomare su nombre en vano. "YHWH" (Yo soy o estaré "contigo").

4º.- Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, más el séptimo día es reposo para El Señor tu Dios. No hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Pues en seis días hizo El Señor el cielo y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, El Señor bendijo el día de reposo y lo santificó.

5º.- Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que El Señor tu Dios te da.

6º.- No matarás.

7º.- No cometerás adulterio.

8º.- No robarás. (originalmente no robarás personas, no secuestrarás)

9º.- No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.

10º.- No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

Éxodo 20 y Deuteronomio 5. 

Lea un Estudio Bíblico específico sobre LOS DIEZ MANDAMIENTOS. Alimento espiritual en la Ley de Dios.

 

JESUCRISTO DICE DE LA LEY:

EVANGELIO DE MATEO CAPÍTULO 5

17No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar sino para cumplir.

18Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 

COLOSENSES CAPÍTULO 2

8Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 

9Porque en Él habita toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en Él, que es la cabeza de todo principado y potestad. 

 

LAS TRES FIESTAS ANUALES

ÉXODO  CAPÍTULO 23

14Tres veces en el año me celebraréis fiesta. 15La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías. 16También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo. 17Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Yahweh el Señor. 18No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana. 19Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Yahweh tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre.

Las fiestas de los panes sin levadura, se celebra durante siete días, siendo siete el número que simboliza todo, la totalidad pues en siete días hizo Dios la Creación, es un tiempo simbólico, que representa todos. Es pues esta fiesta la Santa Cena que debemos celebrar todas las veces que la hiciereis como dijo Cristo, no hay tiempos ni días, sino todas las veces que la tomareis mi muerte anunciáis. En el mes de Abib es el tiempo de la liberación no el mes en si, por lo que Abib se convierte en toda la vida de un hijo de Dios porque ya anda en la libertad espiritual, fuera de Egipto, la esclavitud al sistema del mundo y religioso. No con las manos vacías, o sea, que le agradezcamos la prosperidad que nos da en la vida.

La fiesta de la siega, cuando se siembra la palabra de Dios y hay crecimiento y fe de los que han oído el mensaje y han creído, vendrás al Señor a darle gracias por la misericordia que ha tenido hacia otros y por habernos puesto en Su labor como embajadores Suyos.

Tres veces al año se presentará todo varón. No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio. Nos pide Dios que no se celebre al Santa Cena, la Sangre de Cristo, con pan o Palabra de Dios que haya sido leudada, que Dios quiere la sana doctrina y no las doctrinas de las religiones. Y cuidado con ofrecer el cabrito en la leche de su madre, o sea que cuando un nuevo hermano es presentado en esta tercera fiesta, como hijo de Dios, no se debe pedir que lleve la carga del sacerdocio hasta que haya salido de la etapa de crecimiento espiritual, que es la leche de su madre, la Iglesia, o grupo de hermanos que le enseñan. Una vez este ya halla crecido, también será incorporado a los que andan en amistad personal con Dios, y que ya no dependen de hombres sino solo de Dios, llevando como cabritos o corderos, el yugo del Cordero de Dios. ...llevad mi yugo sobre vosotros, porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga...Mateo 11:29,  porque es una carga por amor, que no se comprende hasta que se es adulto espiritualmente.

 

DIOS ENVÍA SU ÁNGEL PARA GUIAR A SU PUEBLO

ÉXODO CAPÍTULO 23

20He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. 21Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él. 22Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren. 23Porque mi Ángel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir. 24No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas. 25Mas a Yahweh vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.  26No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días. 27Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y te daré la cerviz de todos tus enemigos. 28Enviaré delante de ti la avispa, que eche fuera al heveo, al cananeo y al heteo, de delante de ti. 29No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo. 30Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra. 31Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Eufrates; porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti. 32No harás alianza con ellos, ni con sus dioses. 33En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo.

Que curioso que Dios envíe su Ángel para guiar al pueblo si ya está Moisés. Resulta que Dios ya empieza a ver cuando uno ya se determina por Él que queremos tener amistad personal y no dependencia de las normas, y es por ello que Dios nos acompaña para ir enseñándonos el Camino. Siempre se nos dan las dos alternativas, la Ley y la Gracia. 

De igual manera, cuando Jesús va a marchar con de nuevo al Cielo, nos promete enviarnos al Espíritu Santo, al Consolador para que nos lleve a toda verdad.

 

MOISÉS Y LOS ANCIANOS EN EL MONTE SINAÍ

ÉXODO CAPÍTULO 24

1Dijo Yahweh a Moisés: Sube ante Yahweh, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos. 2Pero Moisés solo se acercará a Yahweh; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él. 3Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Yahweh, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Yahweh ha dicho. 4Y Moisés escribió todas las palabras de Yahweh, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. 5Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Yahweh. 6Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. 7Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Yahweh ha dicho, y obedeceremos. 8Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Yahweh ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. 9Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; 10y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. 11Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.

12Entonces Yahweh dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles. 13Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios. 14Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos. 15Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte. 16Y la gloria de Yahweh reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube. 17Y la apariencia de la gloria de Yahweh era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. 18Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

El Señor poco a poco va permitiendo que los ancianos del pueblo se acerquen a Él, y dice que setenta de los ancianos más Moisés, Aarón, Nadab y Abiú estaban viendo a Dios y el suelo en el que estaban era como de baldosado de Zafiro semejante al cielo; cuando uno está en la presencia de Dios está en el Cielo y el estrado de nuestros pies, o sea el fundamento sobre el que pisa nuestra fe es de zafiro, una joya para el Señor.

 

LA OFRENDA PARA EL TABERNÁCULO

ÉXODO CAPÍTULO 25

1Yahweh habló a Moisés, diciendo: 2Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda. 3Esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro, plata, cobre, 4azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, 5pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, 6aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, 7piedras de ónice, y piedras de engaste para el efod y para el pectoral. 8Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. 9Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis.

Cuando uno viene al Señor a ofrecerse, se trae, a ojos de Dios una actitud que para Dios es una larga lista de cosas preciosas y joyas. Dios quiere que conforme a nuestro corazón, nos dispongamos a compartir con Él aquello que nos da, y aquello que hemos conseguido, especialmente espiritual, como haber sembrado la Palabra en un hermano y que éste haya conocido y creído en Él. Estas son las joyas, así como haber ayudado a personas necesitadas, sin que nadie lo sepa y venir al Señor y darle gracias por habernos enviado en su ayuda. Que Dios quiere vivir con nosotros en nuestra alma, que es el Templo del Espíritu Santo. El Tabernáculo.

 

EL ARCA DEL TESTIMONIO

ÉXODO CAPÍTULO 25

10Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio. 11Y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor. 12Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado. 13Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. 14Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. 15Las varas quedarán en los anillos del arca; no se quitarán de ella. 16Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. 

17Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. 18Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. 19Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. 20Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines. 21Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. 22Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.

Representa el Señor en un arca, su manera de venir a nosotros en la santidad y en presencia de sus querubines, que tantas veces están con nosotros, llevándonos y trayéndonos las cosas de Dios. Él dice que hablará en presencia de ellos. Allí dará su testimonio, cuando viene a nosotros o podemos decir cuando venimos a Él en oración.

 

LA MESA PARA EL PAN DE LA PROPOSICIÓN

ÉXODO CAPÍTULO 25

23Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio. 24Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor. 25Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor. 26Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. 27Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa. 28Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa. 29Harás también sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará; de oro fino los harás. 30Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente.

Dios manda que la mesa donde se come el pan de la proposición sea de oro. Para nuestro tiempo representa que la mesa de nuestra casa donde se tome la Santa Cena debe estar limpia como el oro, que en nuestra casa no haya pecado y que habitemos en la sana y sencilla vida que agrada a Dios.

 

EL CANDELERO DE ORO

ÉXODO CAPÍTULO 25

31Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo. 32Y saldrán seis brazos de sus lados; tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos al otro lado. 33Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salen del candelero; 34y en la caña central del candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas y sus flores. 

35Habrá una manzana debajo de dos brazos del mismo, otra manzana debajo de otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, así para los seis brazos que salen del candelero. 36Sus manzanas y sus brazos serán de una pieza, todo ello una pieza labrada a martillo, de oro puro. 37Y le harás siete lamparillas, las cuales encenderás para que alumbren hacia adelante. 38También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro. 39De un talento de oro fino lo harás, con todos estos utensilios. 40Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.

El candelero representa la iluminación espiritual de los siete Espíritus de Dios, como en Apocalipsis, ellos están dando luz de Dios al mundo. La menora tiene siete lamparillas que dan luz en la presencia de Dios.

 

EL TABERNÁCULO

ÉXODO CAPÍTULO 26

1Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; y lo harás con querubines de obra primorosa. 2La longitud de una cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos; todas las cortinas tendrán una misma medida. 3Cinco cortinas estarán unidas una con la otra, y las otras cinco cortinas unidas una con la otra. 4Y harás lazadas de azul en la orilla de la última cortina de la primera unión; lo mismo harás en la orilla de la cortina de la segunda unión. 5Cincuenta lazadas harás en la primera cortina, y cincuenta lazadas harás en la orilla de la cortina que está en la segunda unión; las lazadas estarán contrapuestas la una a la otra. 6Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo. 

7Harás asimismo cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás. 8La longitud de cada cortina será de treinta codos, y la anchura de cada cortina de cuatro codos; una misma medida tendrán las once cortinas. 9Y unirás cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas aparte; y doblarás la sexta cortina en el frente del tabernáculo. 10Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la cortina, al borde en la unión, y cincuenta lazadas en la orilla de la cortina de la segunda unión.11Harás asimismo cincuenta corchetes de bronce, los cuales meterás por las lazadas; y enlazarás las uniones para que se haga una sola cubierta. 12Y la parte que sobra en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a espaldas del tabernáculo. 13Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro, para cubrirlo. 

14Harás también a la tienda una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, y una cubierta de pieles de tejones encima.15Y harás para el tabernáculo tablas de madera de acacia, que estén derechas. 16La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura. 17Dos espigas tendrá cada tabla, para unirlas una con otra; así harás todas las tablas del tabernáculo. 18Harás, pues, las tablas del tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur. 19Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla para sus dos espigas. 20Y al otro lado del tabernáculo, al lado del norte, veinte tablas; 21y sus cuarenta basas de plata; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla. 22Y para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas. 23Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores; 24las cuales se unirán desde abajo, y asimismo se juntarán por su alto con un gozne; así será con las otras dos; serán para las dos esquinas. 25De suerte que serán ocho tablas, con sus basas de plata, dieciséis basas; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla. 

26Harás también cinco barras de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo, 27y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado posterior del tabernáculo, al occidente. 28Y la barra de en medio pasará por en medio de las tablas, de un extremo al otro. 29Y cubrirás de oro las tablas, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras; también cubrirás de oro las barras. 

30Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.

31También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines; 32y lo pondrás sobre cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de oro; sus capiteles de oro, sobre basas de plata. 33Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo.

34Pondrás el propiciatorio sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo. 

35Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte.

36Harás para la puerta del tabernáculo una cortina de azul, púrpura, carmesí y lino torcido, obra de recamador. 37Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro; y fundirás cinco basas de bronce para ellas.

Este tabernáculo es en alma del hombre, que por haber venido Cristo a habitar en el, se edifica con cortinajes delicados, oro puro y metales preciosos y madera de acacia cubierta de oro. Cubrirás el tabernáculo con piel de carneros teñida de rojo: Los cortinajes son nuestra vestidura de que hemos de santificarnos; la madera es la cruz de Cristo que sostiene el tabernáculo y que es preciosa para nosotros por ellos se cubre de oro; el lugar santísimo es la presencia de Cristo en nuestra alma; las pieles de carnero teñida de rojo representan que nuestra alma está cubierta de la sangre de Cristo que nos hace santos para estar en la presencia del Padre. 

Especialmente resaltar que el tabernáculo está cerrado por once cortinas, según el Texto Sagrado y esto es porque la puerta o cortina de entrada es Cristo. Yo soy la puerta.

 

EL ALTAR DE BRONCE

ÉXODO CAPÍTULO 27

1Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos. 2Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo; y lo cubrirás de bronce. 3Harás también sus calderos para recoger la ceniza, y sus paletas, sus tazones, sus garfios y sus braseros; harás todos sus utensilios de bronce. 4Y le harás un enrejado de bronce de obra de rejilla, y sobre la rejilla harás cuatro anillos de bronce a sus cuatro esquinas. 5Y la pondrás dentro del cerco del altar abajo; y llegará la rejilla hasta la mitad del altar. 6Harás también varas para el altar, varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de bronce. 7Y las varas se meterán por los anillos, y estarán aquellas varas a ambos lados del altar cuando sea llevado. 8Lo harás hueco, de tablas; de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás.

Este es el lugar de nuestra alma donde nos vamos a ofrecer a Dios en sacrificio vivo, agradable a Él, para la intercesión con Cristo en el Sacerdocio según el orden de Melquisedec, para llevar nuestra propia cruz, no por la salvación -que es sacerdocio exclusivo del Cristo- sino por la edificación de los demás hermanos que empiezan en el Camino, para sobrellevar los unos las cargas de los otros, en el yugo de Cristo.

 

EL ATRIO DEL TABERNÁCULO

ÉXODO CAPÍTULO 27

9Asimismo harás el atrio del tabernáculo. Al lado meridional, al sur, tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud para un lado. 10Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. 11De la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata. 12El ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas. 13Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos. 14Las cortinas a un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas. 15Y al otro lado, quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas. 16Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas. 17Todas las columnas alrededor del atrio estarán ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus basas de bronce. 18La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos; sus cortinas de lino torcido, y sus basas de bronce. 19Todos los utensilios del tabernáculo en todo su servicio, y todas sus estacas, y todas las estacas del atrio, serán de bronce.

 

 

ACEITE PARA LAS LÁMPARAS

ÉXODO CAPÍTULO 27 y LEVÍTICO CAPÍTULO 24

20Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas. 21En el tabernáculo de reunión, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos para que ardan delante de Yahweh desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.

El aceite de olivas machacadas es lo que sale de machacar las almas de los que se ofrecen en intercesión, como Cristo en el monte de los olivos. Los que llevan Su Yugo sobre ellos. La luz de las lámparas-almas es precisamente la vida de los que se ponen a la obra de Dios, y sus propias vidas dan fruto que es el aceite.

 

VESTIDURA DE LOS SACERDOTES 

ÉXODO CAPÍTULO 28

El pectoral, el efod, el manto, la túnica, la mitra y el cinturón. Estas son las vestiduras del sacerdote. Ahora veamos como hemos de vestirnos según Dios, pues somos una nación de reyes y sacerdotes, ¿o no?. 

1Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón. 2Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura. 3Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi sacerdote. 

4Las vestiduras que harán son estas: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan, pues, las vestiduras sagradas para Aarón tu hermano, y para sus hijos, para que sean mis sacerdotes. 5Tomarán oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, 6y harán el efod de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, de obra primorosa. 7Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos extremos, y así se juntará. 8Y su cinto de obra primorosa que estará sobre él, será de la misma obra, parte del mismo; de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido.

9Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel; 10seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al orden de nacimiento de ellos. 11De obra de grabador en piedra, como grabaduras de sello, harás grabar las dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de oro. 12Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, para piedras memoriales a los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de Yahweh sobre sus dos hombros por memorial. 13Harás, pues, los engastes de oro, 14y dos cordones de oro fino, los cuales harás en forma de trenza; y fijarás los cordones de forma de trenza en los engastes.

El efod es la cobertura sacerdotal que está sobre el manto, ésta es la protección de Dios sobre nosotros, y está hecho de oro. Tiene sobre sí dos hombreras que son las bases para soportar el yugo de Cristo, que llevan los Sacerdotes, y sobre ellas dos piedras, una en cada lado con los nombres de las doce tribus de Israel, seis a cada lado, para que la nación de Dios quede representada como una nación de sacerdocio: estas dos piedras son otra vez relacionadas con el sacerdocio, y al igual que en el molino se usan dos piedras o muelas, para que el molino aplaste las aceitunas y salga el aceite y el pan, la unción y el alimento del pueblo de Dios.

15Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa, lo harás conforme a la obra del efod, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. 16Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y un palmo de ancho; 17y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una hilera de una piedra sárdica, un topacio y un carbunclo; 18la segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un diamante; 19la tercera hilera, un jacinto, una ágata y una amatista; 20la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán montadas en engastes de oro. 

21Y las piedras serán según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, serán según las doce tribus. 

22Harás también en el pectoral cordones de hechura de trenzas de oro fino. 23Y harás en el pectoral dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral. 24Y fijarás los dos cordones de oro en los dos anillos a los dos extremos del pectoral; 25y pondrás los dos extremos de los dos cordones sobre los dos engastes, y los fijarás a las hombreras del efod en su parte delantera. 26Harás también dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral, en su orilla que está al lado del efod hacia adentro. 27Harás asimismo los dos anillos de oro, los cuales fijarás en la parte delantera de las dos hombreras del efod, hacia abajo, delante de su juntura sobre el cinto del efod. 28Y juntarán el pectoral por sus anillos a los dos anillos del efod con un cordón de azul, para que esté sobre el cinto del efod, y no se separe el pectoral del efod. 

29Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón, cuando entre en el santuario, por memorial delante de Yahweh continuamente. 

30Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entre delante de Yahweh; y llevará siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de Yahweh.

El pectoral representa el corazón circuncidado del que habla Cristo, sobre este se colocaba el Urim y el Tumim que se usaban para pedir instrucciones de Dios, claro que cuando uno viene a Dios con el corazón abierto, Él nos habla. Pues éste pectoral se hace en cuadrado, con doce piedras preciosas, que son las doce tribus de Israel o los doce apóstoles, doce por doce ciento cuarenta y cuatro, mil, que es la generación espiritual del pueblo de Dios. Se multiplican las tribus por los apóstoles para que tanto los judíos como los gentiles tengan la santidad de Dios, pues a Abraham le promete Dios que será padre de todas las naciones de la tierra. El efod no se separa del pectoral ya que se une por unos anillos para que cuando se venga a interceder llevando el yugo, uno se acuerde con corazón abierto de todas las naciones de la tierra que están grabadas en el pectoral por las tribus de Israel.

31Harás el manto del efod todo de azul; 32y en medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de obra tejida, como el cuello de un coselete, para que no se rompa. 33Y en sus orlas harás granadas de azul, púrpura y carmesí alrededor, y entre ellas campanillas de oro alrededor. 34Una campanilla de oro y una granada, otra campanilla de oro y otra granada, en toda la orla del manto alrededor. 35Y estará sobre Aarón cuando ministre; y se oirá su sonido cuando él entre en el santuario delante de Yahweh y cuando salga, para que no muera.

36Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella como grabadura de sello, SANTIDAD A YAHWEH. 

37Y la pondrás con un cordón de azul, y estará sobre la mitra; por la parte delantera de la mitra estará. 

38Y estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas en todas las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente, para que obtengan gracia delante de Yahweh.

El manto es la presencia de Dios que está sobre el efod, ya que al venir nosotros vestidos de la amistad personal y de la fe en Cristo, la presencia de Dios nos envuelve, y preciosamente se representa en que los ángeles que están en la presencia de Dios, cantan alabanza continuamente, en las campanillas que lleva el manto que prefiguran esta alabanza al andar Aarón, que representa a Cristo, para que obtengamos gracia ante el Señor. También debemos resaltar que la mitra lleva, la frase SANTIDAD A YAHWEH, y en su frente que es nuestra mente, por el arrepentimiento habita la santidad al Señor. 

39Y bordarás una túnica de lino, y harás una mitra de lino; harás también un cinto de obra de recamador.

40Y para los hijos de Aarón harás túnicas; también les harás cintos, y les harás tiaras para honra y hermosura. 41Y con ellos vestirás a Aarón tu hermano, y a sus hijos con él; y los ungirás, y los consagrarás y santificarás, para que sean mis sacerdotes. 42Y les harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; serán desde los lomos hasta los muslos. 43Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entren en el tabernáculo de reunión, o cuando se acerquen al altar para servir en el santuario, para que no lleven pecado y mueran. Es estatuto perpetuo para él, y para su descendencia después de él.

La túnica es de lino fino blanco y resplandeciente...que son las obras de los santos... según Apocalipsis, de los que han sido lavados en la sangre del Cordero, y también la mitra de lino fino, que es el arrepentimiento por cambiar la mente por la de Jesucristo.

El cinto es el que hace que toda la vestidura  se ajuste al cuerpo; esta es la fe, como el cinto que llevaba Juan Bautista que era de cuero sobre sus hombros.

 

AARÓN Y SUS HIJOS CONSAGRADOS. 

ÉXODO CAPÍTULO 29

1Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto; 2y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite; las harás de flor de harina de trigo. 3Y las pondrás en un canastillo, y en el canastillo las ofrecerás, con el becerro y los dos carneros. 

4Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 5Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod; 6y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa. 

7Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás. 8Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas. 9Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.

10Después llevarás el becerro delante del tabernáculo de reunión, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro. 11Y matarás el becerro delante de Yahweh, a la puerta del tabernáculo de reunión. 12Y de la sangre del becerro tomarás y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y derramarás toda la demás sangre al pie del altar. 13Tomarás también toda la grosura que cubre los intestinos, la grosura de sobre el hígado, los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y lo quemarás sobre el altar. 14Pero la carne del becerro, y su piel y su estiércol, los quemarás a fuego fuera del campamento; es ofrenda por el pecado.

15Asimismo tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. 16Y matarás el carnero, y con su sangre rociarás sobre el altar alrededor. 17Cortarás el carnero en pedazos, y lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás sobre sus trozos y sobre su cabeza. 18Y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto de olor grato para Yahweh, es ofrenda quemada a Yahweh.

19Tomarás luego el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. 20Y matarás el carnero, y tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el lóbulo de la oreja de sus hijos, sobre el dedo pulgar de las manos derechas de ellos, y sobre el dedo pulgar de los pies derechos de ellos, y rociarás la sangre sobre el altar alrededor. 21Y con la sangre que estará sobre el altar, y el aceite de la unción, rociarás sobre Aarón, sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de éstos; y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con él. 22Luego tomarás del carnero la grosura, y la cola, y la grosura que cubre los intestinos, y la grosura del hígado, y los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y la espaldilla derecha; porque es carnero de consagración. 

23También una torta grande de pan, y una torta de pan de aceite, y una hojaldre del canastillo de los panes sin levadura presentado a Yahweh, 24y lo pondrás todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Yahweh. 25Después lo tomarás de sus manos y lo harás arder en el altar, sobre el holocausto, por olor grato delante de Yahweh. Es ofrenda encendida a Yahweh. 26Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, que es de Aarón, y lo mecerás por ofrenda mecida delante de Yahweh; y será porción tuya. 27Y apartarás el pecho de la ofrenda mecida, y la espaldilla de la ofrenda elevada, lo que fue mecido y lo que fue elevado del carnero de las consagraciones de Aarón y de sus hijos, 28y será para Aarón y para sus hijos como estatuto perpetuo para los hijos de Israel, porque es ofrenda elevada; y será una ofrenda elevada de los hijos de Israel, de sus sacrificios de paz, porción de ellos elevada en ofrenda a Yahweh.

29Y las vestiduras santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser ungidos en ellas, y para ser en ellas consagrados. 

30Por siete días las vestirá el que de sus hijos tome su lugar como sacerdote, cuando venga al tabernáculo de reunión para servir en el santuario. 31Y tomarás el carnero de las consagraciones, y cocerás su carne en lugar santo. 

32Y Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero, y el pan que estará en el canastillo, a la puerta del tabernáculo de reunión. 33Y comerán aquellas cosas con las cuales se hizo expiación, para llenar sus manos para consagrarlos; mas el extraño no las comerá, porque son santas. 34Y si sobrare hasta la mañana algo de la carne de las consagraciones y del pan, quemarás al fuego lo que hubiere sobrado; no se comerá, porque es cosa santa.35Así, pues, harás a Aarón y a sus hijos, conforme a todo lo que yo te he mandado; por siete días los consagrarás. 

36Cada día ofrecerás el becerro del sacrificio por el pecado, para las expiaciones; y purificarás el altar cuando hagas expiación por él, y lo ungirás para santificarlo. 37Por siete días harás expiación por el altar, y lo santificarás, y será un altar santísimo: cualquiera cosa que tocare el altar, será santificada.

Que Aarón y sus hijos sean consagrados significa que la descendencia espiritual de Cristo tiene la puerta abierta para venir al Padre en Su nombre y ofrecerse como sacrificio cada día por estatuto perpetuo.

 

LAS OFRENDAS DIARIAS

ÉXODO CAPÍTULO 29

38Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente. 

39Ofrecerás uno de los corderos por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde. 40Además, con cada cordero una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite de olivas machacadas; y para la libación, la cuarta parte de un hin de vino. 41Y ofrecerás el otro cordero a la caída de la tarde, haciendo conforme a la ofrenda de la mañana, y conforme a su libación, en olor grato; ofrenda encendida a Yahweh. 42Esto será el holocausto continuo por vuestras generaciones, a la puerta del tabernáculo de reunión, delante de Yahweh, en el cual me reuniré con vosotros, para hablaros allí. 

43Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria. 44Y santificaré el tabernáculo de reunión y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes. 

45Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. 46Y conocerán que yo soy Yahweh su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos. Yo Yahweh su Dios.

Dos corderos, uno por la mañana y otro por la tarde. Dios nos espera dos veces al día para llevar las cargas los unos de los otros.

 

EL ALTAR DEL INCIENSO

ÉXODO CAPÍTULO 30

1Harás asimismo un altar para quemar el incienso; de madera de acacia lo harás. 2Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo; será cuadrado, y su altura de dos codos; y sus cuernos serán parte del mismo. 3Y lo cubrirás de oro puro, su cubierta, sus paredes en derredor y sus cuernos; y le harás en derredor una cornisa de oro. 4Le harás también dos anillos de oro debajo de su cornisa, a sus dos esquinas a ambos lados suyos, para meter las varas con que será llevado. 5Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro. 6Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo. 

7Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. 8Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Yahweh por vuestras generaciones. 

9No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda; ni tampoco derramaréis sobre él libación. 10Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación; una vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Yahweh.

Que dispongamos nuestro corazón como altar para incensar al Señor y que lo tengamos recubierto de oro para que sea agradable a Él.

 

EL DINERO DEL RESCATE

ÉXODO CAPÍTULO 30

11Habló también Yahweh a Moisés, diciendo: 

12Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Yahweh el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado. 13Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a Yahweh. 14Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Yahweh. 

15Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá del medio siclo, cuando dieren la ofrenda a Yahweh para hacer expiación por vuestras personas. 16Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión; y será por memorial a los hijos de Israel delante de Yahweh, para hacer expiación por vuestras personas.

A Cristo lo vendió Judas Iscariote por treinta monedas de plata, y dice en La Sagrada Escritura, ...hermoso precio con que me habéis apreciado,  Y tomé las treinta monedas de plata, y las eché en la casa de Yahweh al tesoro... Zacarías 11:13, y en otro lugar dice: fuisteis comprados por precio. El precio es la Cruz de Cristo, Él es el que nos rescata y para por nuestros pecados.

 

LA FUENTE DE BRONCE

ÉXODO CAPÍTULO 30

17Habló más Yahweh a Moisés, diciendo: 18Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua. 19Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies. 20Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Yahweh, 21se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.

La fuente es para lavar las manos y los pies de los que vienen al Señor, así como Jesús nos lava los pies en los apóstoles y nosotros debemos lavarnos los pies unos a otros. Esto para que veamos representado que debemos librarnos de aquellos planteamientos que el mundo nos hace cada día y que intentan apartarnos de Dios, y que también nos lavemos las manos, que tengamos limpieza en la obra que hacemos en nuestras vidas, y no nos ensuciemos con las artimañas del mundo, ni participemos de ganancias deshonestas. Es necesario venir con corazón limpio delante de Dios.

 

ACEITE PARA LA UNCIÓN Y EL INCIENSO

ÉXODO CAPÍTULO 30

22Habló más Yahweh a Moisés, diciendo: 23Tomarás especias finas: de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta, de cálamo aromático doscientos cincuenta, 24de casia quinientos, según el siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin. 25Y harás de ello el aceite de la santa unción; superior ungüento, según el arte del perfumador, será el aceite de la unción santa. 

26Con él ungirás el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio, 27la mesa con todos sus utensilios, el candelero con todos sus utensilios, el altar del incienso, 28el altar del holocausto con todos sus utensilios, y la fuente y su base. 

29Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado. 30Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes. 31Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones. 32Sobre carne de hombre no será derramado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición; santo es, y por santo lo tendréis vosotros. 

33Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será cortado de entre su pueblo.

34Dijo además Yahweh a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso, 35y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo. 36Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa santísima. 

37Como este incienso que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa sagrada para Yahweh. 38Cualquiera que hiciere otro como este para olerlo, será cortado de entre su pueblo.

Los hijos de Dios vienen a Él con la unción o presencia de Dios y con el incienso, que son las oraciones de los santos. Para Dios no hay mejor olor que éste, que uno busque la presencia de Él y ore a Él con amor.

 

EL DÍA DE REPOSO COMO SEÑAL

ÉXODO CAPÍTULO 31

12Habló además Yahweh a Moisés, diciendo:  13Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Yahweh que os santifico.  14Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo.  15Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Yahweh; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá.  16Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo.  

17Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Yahweh los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.

Cuando una persona ya ha crecido espiritualmente se dice que ha entrado en el reposo del Señor, el Sábado. El sacerdote, cualquier creyente que ama de verdad a Cristo y le sigue, es llamado por Dios a reservar el Sábado para no llevar carga, pues el Sábado es el día de descanso para el Señor; entonces si todos los que amamos al Señor nos ofrecemos para llevar la carga de Cristo, como Él es santo, no nos transmitirá carga alguna, pero si le traeremos la presencia de Espíritu Santo que habita en nosotros, para que Él repose de la carga que lleva por nosotros, pues ya no está luchando para ganar nuestras almas sino que puede reposar porque ya creemos en Él y le seguimos a Él, ya no tiene que batallar para la fe, pero sí queda la intercesión para que la presencia del Espíritu Santo esté con nosotros, y esto es lo que Él sigue haciendo cada día. De aquí que nosotros le devolvamos este amor en Sábado, que lo consagremos para Él. Es pues nuestro sábado el día en que Cristo a sido formado en nosotros. Os invito el próximo sábado, si queréis hacerlo en sábado, ha ofrecer vuestra alma por el Señor. El día que todo el cuerpo de Cristo haga esto, yo creo que Él vendría a la Tierra ya para reinar. VER CAPÍTULO EN ALIMENTO SÓLIDO: EL SÁBADO ESPIRITUAL

 

EL BECERRO DE ORO

ÉXODO CAPÍTULO 32

1Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.

Las iglesias y religiones acuden a sus sacerdotes para que les hagan dioses a su semejanza, en lugar de agradar a Dios en la Verdad. Es por esto que aunque de la  boca de Aarón sale la Palabra de Cristo, también al haber hombre en él, si se deja llevar por la multitud de los que componen una congregación caerá en las manos del diablo, y hablará palabras leudadas como vemos que hacen todas las religiones. Este es el ídolo de oro, querer seguir la doctrina que a uno le interese en lugar de la verdad.

2Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.

Apartar los zarcillos de oro de las orejas de las esposas y de los hijos significa apartarse del don que Dios nos da de tener fe en Su Palabra, y esto por voluntad propia para hacer la de uno. Es la marca que Dios nos pone en nuestros oídos para que oigamos, en el de nuestras esposas que son las almas, y en nuestros hijos que son nuestra descendencia. No oigan a aquellos que hablan de Dios pero que mezclan la levadura del mundo y la impiedad con su predicación.

3Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; 4y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.

Estos son las convicciones que nos dan fuerza para vivir en el mundo, nuestros razonamientos, en lugar de la fe en Dios, y que Él proveerá si hacemos Su voluntad que es además lo que nos conviene, para nuestro bienestar.

5Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Yahweh. 6Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse. 7Entonces Yahweh dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. 8Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 

9Dijo más Yahweh a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. 10Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande.

Esta es un gran prueba para Moisés, y para todos nosotros. De igual modo que lo será para todos los que Dios ha puesto a pastorear a Su pueblo, las congregaciones, las iglesias. Cuando los hijos de Dios pecan y se apartan y no obedecen, hay dos opciones, la primera reacción puede ser: ...pues que la ira de Dios esté sobre ellos pues se han apartado de Dios, y el castigo que les venga, es de parte de Dios. La otra reacción, la de aquellos que tienen un corazón como el de Cristo, es interceder ante el Padre por ellos para que Él haga la obra en sus corazones porque: ... juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio. Santiago 2:13. Y que pasaría entonces con la parábola del hijo pródigo. Mateo: 18:10.

11Entonces Moisés oró en presencia de Yahweh su Dios, y dijo: Oh Yahweh, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? 12¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. 13Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre.

He aquí en Moisés, el libertador, la prefiguración de Cristo en la intercesión. No con la Ley, sino con la misericordia se consigue que el Señor nos trate con amor. Intercede por los que son de Dios aunque se aparten de Él, porque si los vuelves al camino, librarás sus almas.

14Entonces Yahweh se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo. 15Y volvió Moisés y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas. 16Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. 17Cuando oyó Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento. 18Y él respondió: No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo. 

19Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte. 

20Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel.

21Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado? 22Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado a mal. 23Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 24Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro.

25Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos, 26se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Yahweh? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. 27Y él les dijo: Así ha dicho Yahweh, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. 28Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres. 

29Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Yahweh, pues cada uno se ha consagrado en su hijo y en su hermano, para que él dé bendición hoy sobre vosotros.

30Y aconteció que al día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora a Yahweh; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado. 

31Entonces volvió Moisés a Yahweh, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, 32que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. 

33Y Yahweh respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro. 34Ve, pues, ahora, lleva a este pueblo a donde te he dicho; he aquí mi ángel irá delante de ti; pero en el día del castigo, yo castigaré en ellos su pecado.

35Y Yahweh hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.

Tras comprobar Moisés que el pueblo se había corrompido, pide que los que son de Dios, maten a los que no Le aman, o sea que los consideren muertos al Espíritu.

 

LA PRESENCIA DE DIOS PROMETIDA

ÉXODO CAPÍTULO 33

1Yahweh dijo a Moisés: Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, Isaac y Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré; 2y yo enviaré delante de ti el ángel, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo 3(a la tierra que fluye leche y miel); pero yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.

4Y oyendo el pueblo esta mala noticia, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos. 5Porque Yahweh había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz; en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré. Quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer. 

6Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Horeb. 7Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Yahweh, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento. 8Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo. 

9Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Yahweh hablaba con Moisés. 10Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba. 

11Y hablaba Yahweh a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. 12Y dijo Moisés a Yahweh: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. 13Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. 

14Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.

Dependiendo de como miremos al árbol de Edén, encontraremos a Cristo o la Ley. Es por esto que vemos que Moisés puede representar a Cristo y la Ley. Moisés es ungido por Dios con Su presencia para guiar a Su pueblo. No obstante en la faceta de la presencia de Dios, el que se queda en medio del tabernáculo es Josué y no Moisés. 

15Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. 16¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?

17Y Yahweh dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre. 18El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. 19Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Yahweh delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. 

20Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. 21Y dijo aún Yahweh: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; 22y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. 23Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.

La presencia de Dios es prometida cuando el hombre se decide por ir con Dios en su vida,  entonces es portador de esta esencia de la Deidad, para transmitirla a otros. Se puede estar con Dios pero no ver Su rostro, esto es debido a la perfección que tiene Dios, la cual nosotros no podemos soportar debido a nuestra naturaleza. Si embargo se nos muestra su espalda, que es la que lleve la carga de Cristo en el yugo,  para que vayamos con él.

 

TERMINA LA OBRA DEL TABERNÁCULO

ÉXODO CAPÍTULO 39

32Así fue acabada toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo de reunión; e hicieron los hijos de Israel como Yahweh lo había mandado a Moisés; así lo hicieron. 33Y trajeron el tabernáculo a Moisés, el tabernáculo y todos sus utensilios; sus corchetes, sus tablas, sus barras, sus columnas, sus basas; 34la cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo, la cubierta de pieles de tejones, el velo del frente;

La cubierta del tabernáculo de Dios con los hombres que es nuestra alma es la sangre de Cristo, que nos limpia para que podamos tener ante nosotros la Presencia.

35el arca del testimonio y sus varas, el propiciatorio; 36la mesa, todos sus vasos, el pan de la proposición; 37el candelero puro, sus lamparillas, las lamparillas que debían mantenerse en orden, y todos sus utensilios, el aceite para el alumbrado; 38el altar de oro, el aceite de la unción, el incienso aromático, la cortina para la entrada del tabernáculo; 39el altar de bronce con su enrejado de bronce, sus varas y todos sus utensilios, la fuente y su base; 40las cortinas del atrio, sus columnas y sus basas, la cortina para la entrada del atrio, sus cuerdas y sus estacas, y todos los utensilios del servicio del tabernáculo, del tabernáculo de reunión; 41las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para ministrar en el sacerdocio. 

42En conformidad a todas las cosas que Yahweh había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra. 43Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Yahweh había mandado; y los bendijo.

Y con todas estas interpretaciones de la Ley en el Espíritu ya puede Ud. querido lector terminar la obra de su tabernáculo para Dios que es su propia alma. Dios está a la puerta y llama  para entrar a morar en su tabernáculo. La Tierra Prometida, Las Bodas del Cordero.

 

MOISÉS ERIGE EL TABERNÁCULO

ÉXODO CAPÍTULO 40

1Luego Yahweh habló a Moisés, diciendo: 2En el primer día del mes primero harás levantar el tabernáculo, el tabernáculo de reunión; 3y pondrás en él el arca del testimonio, y la cubrirás con el velo.

Primero te dispondrás a edificar tu alma para Dios, después pondrás tu corazón circuncidado delante de Dios, y lo cubrirás con el velo, que lo rasgará Cristo cuando aceptes Su sacrificio en la Cruz, para que tengas entrada al Padre.

4Meterás la mesa y la pondrás en orden; meterás también el candelero y encenderás sus lámparas, 5y pondrás el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y pondrás la cortina delante a la entrada del tabernáculo. 6Después pondrás el altar del holocausto delante de la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de reunión. 7Luego pondrás la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás agua en ella. 8Finalmente pondrás el atrio alrededor, y la cortina a la entrada del atrio. 9Y tomarás el aceite de la unción y ungiras el tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo. 10Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios; y santificarás el altar, y será un altar santísimo. 11Asimismo ungirás la fuente y su base, y la santificarás. 

12Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 13Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote. 14Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas; 15y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones. 16Y Moisés hizo conforme a todo lo que Yahweh le mandó; así lo hizo. 17Así, en el día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fue erigido. 18Moisés hizo levantar el tabernáculo, y asentó sus basas, y colocó sus tablas, y puso sus barras, e hizo alzar sus columnas. 

19Levantó la tienda sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo, como Yahweh había mandado a Moisés. 20Y tomó el testimonio y lo puso dentro del arca, y colocó las varas en el arca, y encima el propiciatorio sobre el arca. 21Luego metió el arca en el tabernáculo, y puso el velo extendido, y ocultó el arca del testimonio, como Yahweh había mandado a Moisés. 22Puso la mesa en el tabernáculo de reunión, al lado norte de la cortina, fuera del velo, 23y sobre ella puso por orden los panes delante de Yahweh, como Yahweh había mandado a Moisés. 24Puso el candelero en el tabernáculo de reunión, enfrente de la mesa, al lado sur de la cortina, 25y encendió las lámparas delante de Yahweh, como Yahweh había mandado a Moisés. 26Puso también el altar de oro en el tabernáculo de reunión, delante del velo, 27y quemó sobre él incienso aromático, como Yahweh había mandado a Moisés. 28Puso asimismo la cortina a la entrada del tabernáculo. 29Y colocó el altar del holocausto a la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de reunión, y sacrificó sobre él holocausto y ofrenda, como Yahweh había mandado a Moisés. 30Y puso la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y puso en ella agua para lavar. 

31Y Moisés y Aarón y sus hijos lavaban en ella sus manos y sus pies. 32Cuando entraban en el tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban al altar, se lavaban, como Yahweh había mandado a Moisés. 33Finalmente erigió el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la entrada del atrio. Así acabó Moisés la obra.

Es ahora el momento en que debe  empezar el lector a andar en el Señor sin tener que usar la Ley de las normas, sino la Ley del Espíritu de Dios, que como podemos ver, tiene un porqué, y no era solo una serie de instrucciones rituales, sino que trata de la edificación de nuestra alma, para relacionarnos con el Creador.

 

LA NUBE SOBRE EL TABERNÁCULO

ÉXODO CAPÍTULO 40

34Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Yahweh llenó el tabernáculo.  35Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Yahweh lo llenaba.

No puede el hombre de Dios venir a su presencia si viene justificándose en la Ley, porque no la cumple. Solo a través del arrepentimiento y el sacrificio de Cristo se puede venir al Padre. Yo soy el Camino. Yo soy la Puerta. Y se rasgó el velo cuando Cristo fue crucificado.

36Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas;  37pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba. 38Porque la nube de Yahweh estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.

 

LOS HOLOCAUSTOS

LEVÍTICO CAPÍTULO 1

1Llamó Yahweh a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo: 2Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Yahweh, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda. 3Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Yahweh. 4Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya. 5Entonces degollará el becerro en la presencia de Yahweh; y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo de reunión. 6Y desollará el holocausto, y lo dividirá en sus piezas. 7Y los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña sobre el fuego. 8Luego los sacerdotes hijos de Aarón acomodarán las piezas, la cabeza y la grosura de los intestinos, sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar; 9y lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Yahweh.

10Si su ofrenda para holocausto fuere del rebaño, de las ovejas o de las cabras, macho sin defecto lo ofrecerá. 11Y lo degollará al lado norte del altar delante de Yahweh; y los sacerdotes hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor. 12Lo dividirá en sus piezas, con su cabeza y la grosura de los intestinos; y el sacerdote las acomodará sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar; 13y lavará las entrañas y las piernas con agua; y el sacerdote lo ofrecerá todo, y lo hará arder sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Yahweh.

14Si la ofrenda para Yahweh fuere holocausto de aves, presentará su ofrenda de tórtolas, o de palominos. 15Y el sacerdote la ofrecerá sobre el altar, y le quitará la cabeza, y hará que arda en el altar; y su sangre será exprimida sobre la pared del altar. 16Y le quitará el buche y las plumas, lo cual echará junto al altar, hacia el oriente, en el lugar de las cenizas. 17Y la henderá por sus alas, pero no la dividirá en dos; y el sacerdote la hará arder sobre el altar, sobre la leña que estará en el fuego; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Yahweh.

Quisiera hacer comprender a todo lector de este estudio Bíblico, la liberación tan grande que supone no tener que venir ante Dios con todos los rituales de la Ley, porque se es pecador, porque la naturaleza humana es enemiga de la perfección de Dios. Déle entonces gracias a Gracias a Cristo, porque Él ha cumplido la Ley   para que en Él tengamos la aceptación de nuestro arrepentimiento ante el Padre. El ha dado su Vida y su Sangre para limpiarnos de  pecado, y abrir la Puerta que estaba cerrada. ¿Siente Ud. ahora la liberación de la esclavitud a la Ley? 

La gracia de Cristo es tan grande que hace que un hombre viva en amistad personal con Dios, y ya no tenga que mirarse y decir -es que yo soy pecador-, porque la Sangre de Cristo nos reviste de la Perfección de Cristo. Dios sabe que no somos capaces de cumplir la Ley, solo quiere que le aceptemos a Él como nuestro gran Salvador. Que nos demos cuenta que dependemos de Él, y que sin su soporte no somos nada ni siquiera ante nosotros mismos.

 

LAS OFRENDAS

LEVÍTICO CAPÍTULO 2

1Cuando alguna persona ofreciere oblación a Yahweh, su ofrenda será flor de harina, sobre la cual echará aceite, y pondrá sobre ella incienso,

Cuando alguno ofrezca, sea la Santa Cena, sobre la cual echará aceite que es la unción de poner su vida por Dios, y pondrá sobre ella oración.

2y la traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de la flor de harina y del aceite, con todo el incienso, y lo hará arder sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Yahweh.

Fíjense que se dependía de los sacerdotes para todo. Ahora Ud. es sacerdote del Dios Vivo, si ofrece su vida para servir a Dios, y sobrellevar las cargas de su prójimo que ame también al Señor, porque esto es lo que nos ha enseñado Cristo, el sacerdocio de la intercesión. Venga al altar que es el corazón del Señor que es olor agradable a Él.

3Y lo que resta de la ofrenda será de Aarón y de sus hijos; es cosa santísima de las ofrendas que se queman para Yahweh. 4Cuando ofrecieres ofrenda cocida en horno, será de tortas de flor de harina sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite. 5Mas si ofrecieres ofrenda de sartén, será de flor de harina sin levadura, amasada con aceite, 6la cual partirás en piezas, y echarás sobre ella aceite; es ofrenda. 7Si ofrecieres ofrenda cocida en cazuela, se hará de flor de harina con aceite. 

8Y traerás a Yahweh la ofrenda que se hará de estas cosas, y la presentarás al sacerdote, el cual la llevará al altar. 9Y tomará el sacerdote de aquella ofrenda lo que sea para su memorial, y lo hará arder sobre el altar; ofrenda encendida de olor grato a Yahweh. 10Y lo que resta de la ofrenda será de Aarón y de sus hijos; es cosa santísima de las ofrendas que se queman para Yahweh.

11Ninguna ofrenda que ofreciereis a Yahweh será con levadura; porque de ninguna cosa leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda para Yahweh. 12Como ofrenda de primicias las ofreceréis a Yahweh; mas no subirán sobre el altar en olor grato. 13Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.

Tenemos dos cosas que nos pide el Señor: que no ofrezcamos con levadura y que no se nos olvide la sal: Si venimos al Señor y tenemos carga por algo que no hemos hecho bien a nuestro prójimo, debemos ir y pedir perdón por ello, si no es posible, arrepiéntanse de ello. Y no se olviden de la sal, si no están sirviendo al Señor, si no están siendo la sal de la tierra, oren al Señor para que esto cambie.

14Si ofrecieres a Yahweh ofrenda de primicias, tostarás al fuego las espigas verdes, y el grano desmenuzado ofrecerás como ofrenda de tus primicias. 15Y pondrás sobre ella aceite, y pondrás sobre ella incienso; es ofrenda. 16Y el sacerdote hará arder el memorial de él, parte del grano desmenuzado y del aceite, con todo el incienso; es ofrenda encendida para Yahweh.

 

OFRENDAS DE PAZ

LEVÍTICO CAPÍTULO 3

1Si su ofrenda fuere sacrificio de paz, si hubiere de ofrecerla de ganado vacuno, sea macho o hembra, sin defecto la ofrecerá delante de Yahweh. 2Pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y la degollará a la puerta del tabernáculo de reunión; y los sacerdotes hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor. 3Luego ofrecerá del sacrificio de paz, como ofrenda encendida a Yahweh, la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas, 4y los dos riñones y la grosura que está sobre ellos, y sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de los intestinos que está sobre el hígado. 

5Y los hijos de Aarón harán arder esto en el altar, sobre el holocausto que estará sobre la leña que habrá encima del fuego; es ofrenda de olor grato para Yahweh.6Mas si de ovejas fuere su ofrenda para sacrificio de paz a Yahweh, sea macho o hembra, la ofrecerá sin defecto. 7Si ofreciere cordero por su ofrenda, lo ofrecerá delante de Yahweh. 8Pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y después la degollará delante del tabernáculo de reunión; y los hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor. 

9Y del sacrificio de paz ofrecerá por ofrenda encendida a Yahweh la grosura, la cola entera, la cual quitará a raíz del espinazo, la grosura que cubre todos los intestinos, y toda la que está sobre las entrañas. 10Asimismo los dos riñones y la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado. 11Y el sacerdote hará arder esto sobre el altar; vianda es de ofrenda encendida para Yahweh.

12Si fuere cabra su ofrenda, la ofrecerá delante de Yahweh. 13Pondrá su mano sobre la cabeza de ella, y la degollará delante del tabernáculo de reunión; y los hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor. 14Después ofrecerá de ella su ofrenda encendida a Yahweh; la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas, 15los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado. 16Y el sacerdote hará arder esto sobre el altar; vianda es de ofrenda que se quema en olor grato a Yahweh; toda la grosura es de Yahweh. 17Estatuto perpetuo será por vuestras edades, dondequiera que habitéis, que ninguna grosura ni ninguna sangre comeréis.

Cristo es la victima sin defecto,  por esto y acorde con la Ley toda victima se pedía sin defecto. Nosotros tenemos defecto sin Cristo, Él nos hace perfectos.

 

OFRENDAS POR EL PECADO

LEVÍTICO CAPÍTULO 4

1Habló Yahweh a Moisés, diciendo: 

2Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguna persona pecare por yerro en alguno de los mandamientos de Yahweh sobre cosas que no se han de hacer, e hiciere alguna de ellas; 3si el sacerdote ungido pecare según el pecado del pueblo, ofrecerá a Yahweh, por su pecado que habrá cometido, un becerro sin defecto para expiación. 4Traerá el becerro a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Yahweh, y pondrá su mano sobre la cabeza del becerro, y lo degollará delante de Yahweh. 5Y el sacerdote ungido tomará de la sangre del becerro, y la traerá al tabernáculo de reunión; 6y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y rociará de aquella sangre siete veces delante de Yahweh, hacia el velo del santuario. 7Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo de reunión delante de Yahweh; y echará el resto de la sangre del becerro al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de reunión.

Esta sangre ha sido sustituida para siempre por la Sangre de Cristo, que fue puesto en el altar o corazón del Padre siendo incienso aromático para la salvación de los hombres, por la paga del pecado.

8Y tomará del becerro para la expiación toda su grosura, la que cubre los intestinos, y la que está sobre las entrañas, 9los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado, 10de la manera que se quita del buey del sacrificio de paz; y el sacerdote la hará arder sobre el altar del holocausto. 11Y la piel del becerro, y toda su carne, con su cabeza, sus piernas, sus intestinos y su estiércol, 12en fin, todo el becerro sacará fuera del campamento a un lugar limpio, donde se echan las cenizas, y lo quemará al fuego sobre la leña; en donde se echan las cenizas será quemado.

Cristo fue crucificado fuera del templo, en una cruz nueva o limpia,  donde fue quemado espiritualmente en olor fragante en lugar nuestro. Pobre Señor, qué valiente eres, gracias por liberarme de la maldición de la Ley y del ministerio de la muerte.

13Si toda la congregación de Israel hubiere errado, y el yerro estuviere oculto a los ojos del pueblo, y hubieren hecho algo contra alguno de los mandamientos de Yahweh en cosas que no se han de hacer, y fueren culpables; 14luego que llegue a ser conocido el pecado que cometieren, la congregación ofrecerá un becerro por expiación, y lo traerán delante del tabernáculo de reunión. 

15Y los ancianos de la congregación pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro delante de Yahweh, y en presencia de Yahweh degollarán aquel becerro. 

16Y el sacerdote ungido meterá de la sangre del becerro en el tabernáculo de reunión, 17y mojará el sacerdote su dedo en la misma sangre, y rociará siete veces delante de Yahweh hacia el velo. 18Y de aquella sangre pondrá sobre los cuernos del altar que está delante de Yahweh en el tabernáculo de reunión, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de reunión. 19Y le quitará toda la grosura y la hará arder sobre el altar. 20Y hará de aquel becerro como hizo con el becerro de la expiación; lo mismo hará de él; así hará el sacerdote expiación por ellos, y obtendrán perdón. 21Y sacará el becerro fuera del campamento, y lo quemará como quemó el primer becerro; expiación es por la congregación.

22Cuando pecare un jefe, e hiciere por yerro algo contra alguno de todos los mandamientos de Yahweh su Dios sobre cosas que no se han de hacer, y pecare; 23luego que conociere su pecado que cometió, presentará por su ofrenda un macho cabrío sin defecto. 24Y pondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto, delante de Yahweh; es expiación. 25Y con su dedo el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto, 26y quemará toda su grosura sobre el altar, como la grosura del sacrificio de paz; así el sacerdote hará por él la expiación de su pecado, y tendrá perdón.

27Si alguna persona del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra alguno de los mandamientos de Yahweh en cosas que no se han de hacer, y delinquiere; 28luego que conociere su pecado que cometió, traerá por su ofrenda una cabra, una cabra sin defecto, por su pecado que cometió. 29Y pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda de la expiación, y la degollará en el lugar del holocausto. 30Luego con su dedo el sacerdote tomará de la sangre, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar. 31Y le quitará toda su grosura, de la manera que fue quitada la grosura del sacrificio de paz; y el sacerdote la hará arder sobre el altar en olor grato a Yahweh; así hará el sacerdote expiación por él, y será perdonado. 32Y si por su ofrenda por el pecado trajere cordero, hembra sin defecto traerá. 33Y pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda de expiación, y la degollará por expiación en el lugar donde se degüella el holocausto. 34Después con su dedo el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar. 35Y le quitará toda su grosura, como fue quitada la grosura del sacrificio de paz, y el sacerdote la hará arder en el altar sobre la ofrenda encendida a Yahweh; y le hará el sacerdote expiación de su pecado que habrá cometido, y será perdonado.

Bien, pues esta es la clase de vida que llevaba el pueblo de Israel durante su andadura para poder acercarse al Señor y poder obtener de Él alguna bendición. Pues aun hoy el pueblo de Israel y los demás pueblos dentro de sus preceptos, leyes y ordenanzas siguen intentando cumplir las leyes de sus religiones, que en el caso de la Ley de Dios son 613 en total. Sírvanos de reflexión a los que por Cristo tenemos acceso al Padre durante cada segundo de nuestras vidas por su sacrificio en la Cruz, porque es un verdadero privilegio no tener que hacer todo este orden sacerdotal para pedir perdón a Dios, sino un verdadero arrepentimiento de nuestros corazones, y un verdadero esfuerzo por amar a Dios a nuestro prójimo sabiendo que no somos perfectos y que sin el sacrificio de Cristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, el Cordero de la Pascua, no podríamos ni hablar con Dios, mientras que por la obra redentora del Sacerdote Eterno, Yahshua vivimos en la presencia de Dios, si le amamos.

 

OFRENDAS EXPIATORIAS

LEVÍTICO CAPÍTULO 5

14Habló más Yahweh a Moisés, diciendo: 

15Cuando alguna persona cometiere falta, y pecare por yerro en las cosas santas de Yahweh, traerá por su culpa a Yahweh un carnero sin defecto de los rebaños, conforme a tu estimación en siclos de plata del siclo del santuario, en ofrenda por el pecado. 16Y pagará lo que hubiere defraudado de las cosas santas, y añadirá a ello la quinta parte, y lo dará al sacerdote; y el sacerdote hará expiación por él con el carnero del sacrificio por el pecado, y será perdonado.

17Finalmente, si una persona pecare, o hiciere alguna de todas aquellas cosas que por mandamiento de Yahweh no se han de hacer, aun sin hacerlo a sabiendas, es culpable, y llevará su pecado. 18Traerá, pues, al sacerdote para expiación, según tú lo estimes, un carnero sin defecto de los rebaños; y el sacerdote le hará expiación por el yerro que cometió por ignorancia, y será perdonado. 

19Es infracción, y ciertamente delinquió contra Yahweh.

La ignorancia de las leyes no exime de culpa. Por lo tanto el discípulo ha de ser docto en las Escrituras si quiere agradar a Dios.

LEYES DE LOS SACRIFICIOS

LEVÍTICO CAPÍTULO 6

8Habló aún Yahweh a Moisés, diciendo: 

9Manda a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará sobre el fuego encendido sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; el fuego del altar arderá en él.

La noche es el tiempo de nuestra peregrinación. El sacrificio de Cristo está vigente para siempre mientras haya hombres sobre la Tierra y hasta que venga el gran Día de Dios.

10Y el sacerdote se pondrá su vestidura de lino, y vestirá calzoncillos de lino sobre su cuerpo; y cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, apartará él las cenizas de sobre el altar, y las pondrá junto al altar. 11Después se quitará sus vestiduras y se pondrá otras ropas, y sacará las cenizas fuera del campamento a un lugar limpio. 12Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz. 13El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará.

No se apagara tu amor en espíritu como fuego para Dios de continuo.

14Esta es la ley de la ofrenda: La ofrecerán los hijos de Aarón delante de Yahweh ante el altar. 15Y tomará de ella un puñado de la flor de harina de la ofrenda, y de su aceite, y todo el incienso que está sobre la ofrenda, y lo hará arder sobre el altar por memorial en olor grato a Yahweh. 16Y el sobrante de ella lo comerán Aarón y sus hijos; sin levadura se comerá en lugar santo; en el atrio del tabernáculo de reunión lo comerán. 17No se cocerá con levadura; la he dado a ellos por su porción de mis ofrendas encendidas; es cosa santísima, como el sacrificio por el pecado, y como el sacrificio por la culpa. 

18Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ella. Estatuto perpetuo será para vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas para Yahweh; toda cosa que tocare en ellas será santificada.

19Habló también Yahweh a Moisés, diciendo: 20Esta es la ofrenda de Aarón y de sus hijos, que ofrecerán a Yahweh el día que fueren ungidos: la décima parte de un efa de flor de harina, ofrenda perpetua, la mitad a la mañana y la mitad a la tarde. 21En sartén se preparará con aceite; frita la traerás, y los pedazos cocidos de la ofrenda ofrecerás en olor grato a Yahweh. 22Y el sacerdote que en lugar de Aarón fuere ungido de entre sus hijos, hará igual ofrenda. Es estatuto perpetuo de Yahweh; toda ella será quemada. 23Toda ofrenda de sacerdote será enteramente quemada; no se comerá.

Todo el conocimiento y revelación que Dios de a los ancianos espirituales o sacerdotes, se traerá ante los demás que tienen necesidad de alimento, y no será comido por los sacerdotes, no se quedarán el conocimiento para ellos, lo traerán para que sea quemado, o sea abierto ante los oídos de los que han recibido oídos para oír. 

24Y habló Yahweh a Moisés, diciendo: 

25Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del sacrificio expiatorio: en el lugar donde se degüella el holocausto, será degollada la ofrenda por el pecado delante de Yahweh; es cosa santísima. 26El sacerdote que la ofreciere por el pecado, la comerá; en lugar santo será comida, en el atrio del tabernáculo de reunión. 27Todo lo que tocare su carne, será santificado; y si salpicare su sangre sobre el vestido, lavarás aquello sobre que cayere, en lugar santo. 28Y la vasija de barro en que fuere cocida, será quebrada; y si fuere cocida en vasija de bronce, será fregada y lavada con agua. 

29Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; es cosa santísima. 

30Mas no se comerá ninguna ofrenda de cuya sangre se metiere en el tabernáculo de reunión para hacer expiación en el santuario; al fuego será quemada.

 

CONSAGRACIÓN DE AARÓN Y DE SUS HIJOS

LEVÍTICO CAPÍTULO 8 

VER ÉXODO 29

 

LOS SACRIFICIOS DE AARÓN

LEVÍTICO CAPÍTULO 9

1En el día octavo, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel; 2y dijo a Aarón: Toma de la vacada un becerro para expiación, y un carnero para holocausto, sin defecto, y ofrécelos delante de Yahweh. 

3Y a los hijos de Israel hablarás diciendo: Tomad un macho cabrío para expiación, y un becerro y un cordero de un año, sin defecto, para holocausto. 4Asimismo un buey y un carnero para sacrificio de paz, que inmoléis delante de Yahweh, y una ofrenda amasada con aceite; porque Yahweh se aparecerá hoy a vosotros. 5Y llevaron lo que mandó Moisés delante del tabernáculo de reunión, y vino toda la congregación y se puso delante de Yahweh. 6Entonces Moisés dijo: Esto es lo que mandó Yahweh; hacedlo, y la gloria de Yahweh se os aparecerá. 7Y dijo Moisés a Aarón: Acércate al altar, y haz tu expiación y tu holocausto, y haz la reconciliación por ti y por el pueblo; haz también la ofrenda del pueblo, y haz la reconciliación por ellos, como ha mandado Yahweh.8Entonces se acercó Aarón al altar y degolló el becerro de la expiación que era por él. 9Y los hijos de Aarón le trajeron la sangre; y él mojó su dedo en la sangre, y puso de ella sobre los cuernos del altar, y derramó el resto de la sangre al pie del altar. 10E hizo arder sobre el altar la grosura con los riñones y la grosura del hígado de la expiación, como Yahweh lo había mandado a Moisés. 11Mas la carne y la piel las quemó al fuego fuera del campamento.12Degolló asimismo el holocausto, y los hijos de Aarón le presentaron la sangre, la cual roció él alrededor sobre el altar. 13Después le presentaron el holocausto pieza por pieza, y la cabeza; y lo hizo quemar sobre el altar. 14Luego lavó los intestinos y las piernas, y los quemó sobre el holocausto en el altar.15Ofreció también la ofrenda del pueblo, y tomó el macho cabrío que era para la expiación del pueblo, y lo degolló, y lo ofreció por el pecado como el primero. 16Y ofreció el holocausto, e hizo según el rito. 

17Ofreció asimismo la ofrenda, y llenó de ella su mano, y la hizo quemar sobre el altar, además del holocausto de la mañana.18Degolló también el buey y el carnero en sacrificio de paz, que era del pueblo; y los hijos de Aarón le presentaron la sangre, la cual roció él sobre el altar alrededor; 19y las grosuras del buey y del carnero, la cola, la grosura que cubre los intestinos, los riñones, y la grosura del hígado; 20y pusieron las grosuras sobre los pechos, y él las quemó sobre el altar. 21Pero los pechos, con la espaldilla derecha, los meció Aarón como ofrenda mecida delante de Yahweh, como Yahweh lo había mandado a Moisés.

22Después alzó Aarón sus manos hacia el pueblo y lo bendijo; y después de hacer la expiación, el holocausto y el sacrificio de paz, descendió. 23Y entraron Moisés y Aarón en el tabernáculo de reunión, y salieron y bendijeron al pueblo; y la gloria de Yahweh se apareció a todo el pueblo. 24Y salió fuego de delante de Yahweh, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros.

Esta es la situación ante Dios, la que tenía Cristo, Él es el Cordero que ha sido aceptado delante de Dios como sacrificio en la Cruz y descendió fuego del cielo...Padre porque me has abandonado...

 

PURIFICACIÓN DE LA MUJER TRAS EL PARTO La mujer es el alma en la que nace Cristo.

LEVÍTICO CAPÍTULO 12  

1Habló Yahweh a Moisés, diciendo: 

2Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación será inmunda.

La mujer es nuestra alma. Cuando se concibe a Cristo, cuando se entrega uno a Él, se es inmundo durante el tiempo de la prueba de fe que son siete días o un tiempo que es siete porque este número prefigura lo completo, y uno no está completo ante Dios hasta que se le ve andar en la vida determinado a Cristo y siendo la sal de la tierra. Al octavo día uno está dispuesto a circuncidarse, o sea a quitarse del corazón las cosas de su vida que se oponen a Dios y ser su hijo.

3Y al octavo día se circuncidará al niño. 

4Mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación. 5Y si diere a luz hija, será inmunda dos semanas, conforme a su separación, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre.

6Cuando los días de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote; 7y él los ofrecerá delante de Yahweh, y hará expiación por ella, y será limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley para la que diere a luz hijo o hija. 8Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.

Cuando la persona ya ha recibido a Cristo y se determina por ser hijo de Dios, entonces el sacrificio de Cristo tiene efecto completo y esta persona asimila la bendición tan grande que supone el haber sido limpiado por nuestro Señor.

 

LEYES SOBRE LA LEPRA  La lepra es el pecado del hombre.

LEVÍTICO CAPÍTULO 13  

1Habló Yahweh a Moisés y a Aarón, diciendo: 

2Cuando el hombre tuviere en la piel de su cuerpo hinchazón, o erupción, o mancha blanca, y hubiere en la piel de su cuerpo como llaga de lepra, será traído a Aarón el sacerdote o a uno de sus hijos los sacerdotes. 3Y el sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá, y le declarará inmundo. 4Y si en la piel de su cuerpo hubiere mancha blanca, pero que no pareciere más profunda que la piel, ni el pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días. 5Y al séptimo día el sacerdote lo mirará; y si la llaga conserva el mismo aspecto, no habiéndose extendido en la piel, entonces el sacerdote le volverá a encerrar por otros siete días. 6Y al séptimo día el sacerdote le reconocerá de nuevo; y si parece haberse oscurecido la llaga, y que no ha cundido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará limpio: era erupción; y lavará sus vestidos, y será limpio. 

7Pero si se extendiere la erupción en la piel después que él se mostró al sacerdote para ser limpio, deberá mostrarse otra vez al sacerdote. 8Y si reconociéndolo el sacerdote ve que la erupción se ha extendido en la piel, lo declarará inmundo: es lepra.9Cuando hubiere llaga de lepra en el hombre, será traído al sacerdote. 10Y éste lo mirará, y si apareciere tumor blanco en la piel, el cual haya mudado el color del pelo, y se descubre asimismo la carne viva, 11es lepra crónica en la piel de su cuerpo; y le declarará inmundo el sacerdote, y no le encerrará, porque es inmundo. 12Mas si brotare la lepra cundiendo por la piel, de modo que cubriere toda la piel del llagado desde la cabeza hasta sus pies, hasta donde pueda ver el sacerdote, 13entonces éste le reconocerá; y si la lepra hubiere cubierto todo su cuerpo, declarará limpio al llagado; toda ella se ha vuelto blanca, y él es limpio. 14Mas el día que apareciere en él la carne viva, será inmundo. 15Y el sacerdote mirará la carne viva, y lo declarará inmundo. Es inmunda la carne viva; es lepra. 16Mas cuando la carne viva cambiare y se volviere blanca, entonces vendrá al sacerdote, 17y el sacerdote mirará; y si la llaga se hubiere vuelto blanca, el sacerdote declarará limpio al que tenía la llaga, y será limpio.

18Y cuando en la piel de la carne hubiere divieso, y se sanare, 19y en el lugar del divieso hubiere una hinchazón, o una mancha blanca rojiza, será mostrado al sacerdote. 20Y el sacerdote mirará; y si pareciere estar más profunda que la piel, y su pelo se hubiere vuelto blanco, el sacerdote lo declarará inmundo; es llaga de lepra que se originó en el divieso. 21Y si el sacerdote la considerare, y no apareciere en ella pelo blanco, ni fuere más profunda que la piel, sino oscura, entonces el sacerdote le encerrará por siete días; 22y si se fuere extendiendo por la piel, entonces el sacerdote lo declarará inmundo; es llaga. 23Pero si la mancha blanca se estuviere en su lugar, y no se hubiere extendido, es la cicatriz del divieso, y el sacerdote lo declarará limpio.

24Asimismo cuando hubiere en la piel del cuerpo quemadura de fuego, y hubiere en lo sanado del fuego mancha blanquecina, rojiza o blanca, 25el sacerdote la mirará; y si el pelo se hubiere vuelto blanco en la mancha, y ésta pareciere ser más profunda que la piel, es lepra que salió en la quemadura; y el sacerdote lo declarará inmundo, por ser llaga de lepra. 

26Mas si el sacerdote la mirare, y no apareciere en la mancha pelo blanco, ni fuere más profunda que la piel, sino que estuviere oscura, le encerrará el sacerdote por siete días. 27Y al séptimo día el sacerdote la reconocerá; y si se hubiere ido extendiendo por la piel, el sacerdote lo declarará inmundo; es llaga de lepra. 

28Pero si la mancha se estuviere en su lugar, y no se hubiere extendido en la piel, sino que estuviere oscura, es la cicatriz de la quemadura; el sacerdote lo declarará limpio, porque señal de la quemadura es.29Y al hombre o mujer que le saliere llaga en la cabeza, o en la barba, 30el sacerdote mirará la llaga; y si pareciere ser más profunda que la piel, y el pelo de ella fuere amarillento y delgado, entonces el sacerdote le declarará inmundo; es tiña, es lepra de la cabeza o de la barba. 31Mas cuando el sacerdote hubiere mirado la llaga de la tiña, y no pareciere ser más profunda que la piel, ni hubiere en ella pelo negro, el sacerdote encerrará por siete días al llagado de la tiña; 32y al séptimo día el sacerdote mirará la llaga; y si la tiña no pareciere haberse extendido, ni hubiere en ella pelo amarillento, ni pareciere la tiña más profunda que la piel, 33entonces le hará que se rasure, pero no rasurará el lugar afectado; y el sacerdote encerrará por otros siete días al que tiene la tiña. 34Y al séptimo día mirará el sacerdote la tiña; y si la tiña no hubiere cundido en la piel, ni pareciere ser más profunda que la piel, el sacerdote lo declarará limpio; y lavará sus vestidos y será limpio. 35Pero si la tiña se hubiere ido extendiendo en la piel después de su purificación, 36entonces el sacerdote la mirará; y si la tiña hubiere cundido en la piel, no busque el sacerdote el pelo amarillento; es inmundo. 37Mas si le pareciere que la tiña está detenida, y que ha salido en ella el pelo negro, la tiña está sanada; él está limpio, y limpio lo declarará el sacerdote.

38Asimismo cuando el hombre o la mujer tuviere en la piel de su cuerpo manchas, manchas blancas, 39el sacerdote mirará, y si en la piel de su cuerpo aparecieren manchas blancas algo oscurecidas, es empeine que brotó en la piel; está limpia la persona.40Y el hombre, cuando se le cayere el cabello, es calvo, pero limpio. 41Y si hacia su frente se le cayere el cabello, es calvo por delante, pero limpio. 42Mas cuando en la calva o en la ante calva hubiere llaga blanca rojiza, lepra es que brota en su calva o en su ante calva. 43Entonces el sacerdote lo mirará, y si pareciere la hinchazón de la llaga blanca rojiza en su calva o en su ante calva, como el parecer de la lepra de la piel del cuerpo, 44leproso es, es inmundo, y el sacerdote lo declarará luego inmundo; en su cabeza tiene la llaga.

45Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡Inmundo! 46Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro, y habitará solo; fuera del campamento será su morada.47Cuando en un vestido hubiere plaga de lepra, ya sea vestido de lana, o de lino, 48o en urdimbre o en trama de lino o de lana, o en cuero, o en cualquiera obra de cuero; 49y la plaga fuere verdosa, o rojiza, en vestido o en cuero, en urdimbre o en trama, o en cualquiera obra de cuero; plaga es de lepra, y se ha de mostrar al sacerdote. 50Y el sacerdote mirará la plaga, y encerrará la cosa plagada por siete días. 51Y al séptimo día mirará la plaga; y si se hubiere extendido la plaga en el vestido, en la urdimbre o en la trama, en el cuero, o en cualquiera obra que se hace de cuero, lepra maligna es la plaga; inmunda será. 52Será quemado el vestido, la urdimbre o trama de lana o de lino, o cualquiera obra de cuero en que hubiere tal plaga, porque lepra maligna es; al fuego será quemada.53Y si el sacerdote mirare, y no pareciere que la plaga se haya extendido en el vestido, en la urdimbre o en la trama, o en cualquiera obra de cuero, 54entonces el sacerdote mandará que laven donde está la plaga, y lo encerrará otra vez por siete días. 55Y el sacerdote mirará después que la plaga fuere lavada; y si pareciere que la plaga no ha cambiado de aspecto, aunque no se haya extendido la plaga, inmunda es; la quemarás al fuego; es corrosión penetrante, esté lo raído en el derecho o en el revés de aquella cosa.56Mas si el sacerdote la viere, y pareciere que la plaga se ha oscurecido después que fue lavada, la cortará del vestido, del cuero, de la urdimbre o de la trama. 57Y si apareciere de nuevo en el vestido, la urdimbre o trama, o en cualquiera cosa de cuero, extendiéndose en ellos, quemarás al fuego aquello en que estuviere la plaga. 58Pero el vestido, la urdimbre o la trama, o cualquiera cosa de cuero que lavares, y que se le quitare la plaga, se lavará segunda vez, y entonces será limpia.59Esta es la ley para la plaga de la lepra del vestido de lana o de lino, o de urdimbre o de trama, o de cualquiera cosa de cuero, para que sea declarada limpia o inmunda.

La lepra es nuestro pecado. Está en la piel que es nuestra cobertura o está en la cabeza que representa nuestra mente o alma. Cristo nos limpia tras los siete días de toda la inmundicia con su Sangre preciosa.

 

PROHIBICIÓN DE COMER SANGRE

LEVÍTICO CAPÍTULO 17

10Si cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo. 11Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. 12Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que mora entre vosotros comerá sangre. 13Y cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, que cazare animal o ave que sea de comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra.14Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado. 15Y cualquier persona, así de los naturales como de los extranjeros, que comiere animal mortecino o despedazado por fiera, lavará sus vestidos y a sí misma se lavará con agua, y será inmunda hasta la noche; entonces será limpia. 16Y si no los lavare, ni lavare su cuerpo, llevará su iniquidad.

La sangre de Cristo ya ha pagado por los pecados de los hombres. A partir de aquí queda eliminado el sacrificio y el derramamiento de sangre de animales por que no hacen limpio al hombre, y porque hay que estar de continuo ofreciendo estos sacrificios que servían para buscar el continuo perdón de Dios que ya ha conseguido Cristo de una vez para siempre.

 

SANTIDAD DE LOS SACERDOTES

LEVÍTICO CAPÍTULO 21

1Yahweh dijo a Moisés: Habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles que no se contaminen por un muerto en sus pueblos. 2Mas por su pariente cercano, por su madre o por su padre, o por su hijo o por su hermano, 3o por su hermana virgen, a él cercana, la cual no haya tenido marido, por ella se contaminará.

No debemos andar compartiendo nuestra vida personal e intima con aquellos a los que ya hemos llevado el mensaje de la Salvación de Dios, el Evangelio, y abiertamente lo rechazan,  porque solo nos aportarán inmundicia; si necesitan ayuda ahí estaremos, pero no debemos contaminarnos con ellos. Sin embargo el Señor nos pone una familia con la que nos contaminaremos pues es nuestra misma carne, la conocemos bien, nos hemos circuncidado de esta carne, y por lo tanto ya sabemos todo lo que nos pueden aportar. Los muertos son los que no conocen al Señor, los que no han nacido del Espíritu de Dios. ...Deja que los muertos entierren a sus muertos y tu ven y sígueme... le contestó Cristo a un discípulo. Mateo 8:22.

4No se contaminará como cualquier hombre de su pueblo, haciéndose inmundo. 5No harán tonsura en su cabeza, ni raerán la punta de su barba, ni en su carne harán rasguños. 6Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para Yahweh y el pan de su Dios ofrecen; por tanto, serán santos. 7Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios. 8Le santificarás, por tanto, pues el pan de tu Dios ofrece; santo será para ti, porque santo soy yo Yahweh que os santifico. 9Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al fuego.10Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza, ni rasgará sus vestidos, 11ni entrará donde haya alguna persona muerta; ni por su padre ni por su madre se contaminará.

El sumo sacerdote es Cristo, Él no se contamina por nadie, todos deben proceder al arrepentimiento.

12Ni saldrá del santuario, ni profanará el santuario de su Dios; porque la consagración por el aceite de la unción de su Dios está sobre él. Yo Yahweh. 13Tomará por esposa a una mujer virgen.

La parábola de las diez vírgenes, somos nosotros que nos casamos con Cristo. Al renunciar a la religión y aceptar a Cristo como salvador nos hacemos vírgenes en el alma.

14No tomará viuda, ni repudiada, ni infame ni ramera, sino tomará de su pueblo una virgen por mujer, 15para que no profane su descendencia en sus pueblos; porque yo Yahweh soy el que los santifico. 16Y Yahweh habló a Moisés, diciendo: 17Habla a Aarón y dile: Ninguno de tus descendientes por sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios. 18Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado, 19o varón que tenga quebradura de pie o rotura de mano, 20o jorobado, o enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo magullado.

Jesucristo andaba entre estas personas, sanándolas de sus dolencias, porque en realidad los defectos que Dios mira son las actitudes pecaminosas de las que las personas no se quieren apartar. No obstante si de corazón se viene a Dios, en Cristo, sabiendo que no somos perfectos y con arrepentimiento, la Sangre del Cordero de Dios nos hace perfectos ante Él, qué gran bendición el amor que nos ha dado Jesucristo.

21Ningún varón de la descendencia del sacerdote Aarón, en el cual haya defecto, se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas para Yahweh. Hay defecto en él; no se acercará a ofrecer el pan de su Dios. 22Del pan de su Dios, de lo muy santo y de las cosas santificadas, podrá comer. 23Pero no se acercará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que no profane mi santuario, porque yo Yahweh soy el que los santifico. 

24Y Moisés habló esto a Aarón, y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel.

 

ACEITE PARA LAS LÁMPARAS

LEVÍTICO CAPÍTULO 24 y ÉXODO CAPÍTULO 27:20

1Habló Yahweh a Moisés, diciendo: 

2Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente. 

3Fuera del velo del testimonio, en el tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón desde la tarde hasta la mañana delante de Yahweh; es estatuto perpetuo por vuestras generaciones. 4Sobre el candelero limpio pondrá siempre en orden las lámparas delante de Yahweh.

Las lámparas son nuestras almas, las cuales por el sacerdocio de Cristo encendemos para dar luz del Evangelio a aquellos que viven fuera de la presencia del Señor para que le conozcan.

 

EL VOTO DE LOS NAZAREOS

NÚMEROS CAPÍTULO 6

1Habló Yahweh a Moisés, diciendo: 

2Habla a los hijos de Israel y diles: El hombre o la mujer que se apartare haciendo voto de nazareo, para dedicarse a Yahweh, 3se abstendrá de vino y de sidra; no beberá vinagre de vino, ni vinagre de sidra, ni beberá ningún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni secas. 4Todo el tiempo de su nazareato, de todo lo que se hace de la vid, desde los granillos hasta el hollejo, no comerá.5Todo el tiempo del voto de su nazareato no pasará navaja sobre su cabeza; hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento a Yahweh, será santo; dejará crecer su cabello. 6Todo el tiempo que se aparte para Yahweh, no se acercará a persona muerta. 7Ni aun por su padre ni por su madre, ni por su hermano ni por su hermana, podrá contaminarse cuando mueran; porque la consagración de su Dios tiene sobre su cabeza. 

8Todo el tiempo de su nazareato, será santo para Yahweh. 9Si alguno muriere súbitamente junto a él, su cabeza consagrada será contaminada; por tanto, el día de su purificación raerá su cabeza; al séptimo día la raerá. 10Y el día octavo traerá dos tórtolas o dos palominos al sacerdote, a la puerta del tabernáculo de reunión. 11Y el sacerdote ofrecerá el uno en expiación, y el otro en holocausto; y hará expiación de lo que pecó a causa del muerto, y santificará su cabeza en aquel día. 12Y consagrará para Yahweh los días de su nazareato, y traerá un cordero de un año en expiación por la culpa; y los días primeros serán anulados, por cuanto fue contaminado su nazareato.

13Esta es, pues, la ley del nazareo el día que se cumpliere el tiempo de su nazareato: Vendrá a la puerta del tabernáculo de reunión, 14y ofrecerá su ofrenda a Yahweh, un cordero de un año sin tacha en holocausto, y una cordera de un año sin defecto en expiación, y un carnero sin defecto por ofrenda de paz. 15Además un canastillo de tortas sin levadura, de flor de harina amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, y su ofrenda y sus libaciones. 16Y el sacerdote lo ofrecerá delante de Yahweh, y hará su expiación y su holocausto; 17y ofrecerá el carnero en ofrenda de paz a Yahweh, con el canastillo de los panes sin levadura; ofrecerá asimismo el sacerdote su ofrenda y sus libaciones. 18Entonces el nazareo raerá a la puerta del tabernáculo de reunión su cabeza consagrada, y tomará los cabellos de su cabeza consagrada y los pondrá sobre el fuego que está debajo de la ofrenda de paz. 19Después tomará el sacerdote la espaldilla cocida del carnero, una torta sin levadura del canastillo, y una hojaldre sin levadura, y las pondrá sobre las manos del nazareo, después que fuere raída su cabeza consagrada; 20y el sacerdote mecerá aquello como ofrenda mecida delante de Yahweh, lo cual será cosa santa del sacerdote, además del pecho mecido y de la espaldilla separada; después el nazareo podrá beber vino.

21Esta es la ley del nazareo que hiciere voto de su ofrenda a Yahweh por su nazareato, además de lo que sus recursos le permitieren; según el voto que hiciere, así hará, conforme a la ley de su nazareato.

Cuando un hombre comienza su andadura en Cristo, tiene una actitud de nazareo. No se acerca a nadie, necesita alimentarse de la santidad de Dios, no se contamina ni por familiares. Es radical en sus actitudes y quiere que todos se conviertan al Señor, porque él ya ha visto la Luz de Cristo. Es lo que llamaremos la época del nazareato. Deben pues los que pastorean y enseñan la Palabra de Dios, enseñar a ser pacientes a los que empiezan en el Camino, para que comprendan que ellos también al principio no creyeron a nuestro anuncio.

 

AARÓN ENCIENDE LAS LÁMPARAS

NÚMEROS CAPÍTULO 8

1Habló Yahweh a Moisés, diciendo:  

2Habla a Aarón y dile: Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas alumbrarán hacia adelante del candelero.

Las siete lámparas son los siete espíritus de Dios en Apocalipsis. Son en realidad los siete tiempos de que consta la era de la creación y en cada uno de ellos hay almas de hombres que han buscado a Dios y que le han amado, estas lámparas son las almas de los santos que interceden y hacen oración en todo tiempo. Son encendidas por Aarón porque representa que es en Cristo manifestado al mundo que la Luz de esas lámparas llega al Padre.

3Y Aarón lo hizo así; encendió hacia la parte anterior del candelero sus lámparas, como Yahweh lo mandó a Moisés.  

4Y esta era la hechura del candelero, de oro labrado a martillo; desde su pie hasta sus flores era labrado a martillo; conforme al modelo que Yahweh mostró a Moisés, así hizo el candelero.

 

LAS TROMPETAS DE PLATA

NÚMEROS CAPÍTULO 10

1Yahweh habló a Moisés, diciendo:  

2Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover los campamentos.  3Y cuando las tocaren, toda la congregación se reunirá ante ti a la puerta del tabernáculo de reunión.  4Mas cuando tocaren sólo una, entonces se congregarán ante ti los príncipes, los jefes de los millares de Israel. 5Y cuando tocareis alarma, entonces moverán los campamentos de los que están acampados al oriente.  6Y cuando tocareis alarma la segunda vez, entonces moverán los campamentos de los que están acampados al sur; alarma tocarán para sus partidas.  

7Pero para reunir la congregación tocaréis, mas no con sonido de alarma.  8Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas; y las tendréis por estatuto perpetuo por vuestras generaciones.

La descendencia de Aarón son los hijos de Dios que en Cristo tocan las trompetas (porque se tocará trompeta en el fin de los días) que son los anuncios de la Palabra de Dios que es la profecía para la humanidad. Cuando abrís la boca anunciando la Verdad del Señor, entonces se dice que toca la trompeta.

9Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados por Yahweh vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos. 

Cuando saliereis a divulgar el mensaje de la Salvación de Dios, tocaréis trompeta que es pedir a Dios su armadura de la fe y que mande legiones de ángeles de sus ejércitos para que nos acompañen y le den a Él la victoria.

10Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo Yahweh vuestro Dios.

 

MISIÓN DE LOS DOCE ESPÍAS

NÚMEROS 13 Y DEUTERONOMIO 1:19

1Y Yahweh habló a Moisés, diciendo:  

2Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos.  3Y Moisés los envió desde el desierto de Parán, conforme a la palabra de Yahweh; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel.  4Estos son sus nombres: De la tribu de Rubén, Samúa hijo de Zacur.  5De la tribu de Simeón, Safat hijo de Horí. 6De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone.  7De la tribu de Isacar, Igal hijo de José.  8De la tribu de Efraín, Oseas hijo de Nun. 9De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú.  10De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi.  11De la tribu de José: de la tribu de Manasés, Gadi hijo de Susi.  12De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali. 13De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael.  14De la tribu de Neftalí, Nahbi hijo de Vapsi.  15De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui.

Los doce espías son los doce apóstoles, las doce tribus, la descendencia de los que son pueblo de Dios, que salen a reconocer la tierra, que es el alma de las personas para que esta alma sea conquistada por Cristo y ellos sean también hechos reyes y sacerdotes para Dios su Padre.

16Estos son los nombres de los varones que Moisés envió a reconocer la tierra; y a Oseas hijo de Nun le puso Moisés el nombre de Josué.

17Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al Neguev, y subid al monte,  18y observad la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso;  19cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas;  20y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del país. Y era el tiempo de las primeras uvas.21Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat.  22Y subieron al Neguev y vinieron hasta Hebrón; y allí estaban Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto.  23Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos.  

24Y se llamó aquel lugar el Valle de Escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel. 25Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días.  26Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.  

27Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.  28Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.  29Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán.

30Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.  31Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.  32Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura.  33También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

Los hijos de Dios no creen que puedan vencer a la tierra prometida que son las almas de los hombres para que reine Cristo en ellos. Porque los argumentos de la mente humana, si se analizan con otra mente humana parecen fuertes. Es el Señor el que convence, no nosotros, de que Él es el Rey. Cómo falta la fe en la obra de la evangelización. Danos fuerza y fe Señor para que recibamos la Tierra que tu has preparado para que veamos en ella, en los hombres, cómo florece la paz y el amor que viene de ti.

 

LA VARA DE AARÓN FLORECE

NÚMEROS CAPÍTULO 17

1Luego habló Yahweh a Moisés, diciendo:  

2Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara.  

3Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara.  4Y las pondrás en el tabernáculo de reunión delante del testimonio, donde yo me manifestaré a vosotros.  5Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar de delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros.  

6Y Moisés habló a los hijos de Israel, y todos los príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara, en total doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos.  7Y Moisés puso las varas delante de Yahweh en el tabernáculo del testimonio.8Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.  9Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Yahweh a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara.  

10Y Yahweh dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de delante de mí, para que no mueran.  11E hizo Moisés como le mandó Yahweh, así lo hizo. 12Entonces los hijos de Israel hablaron a Moisés, diciendo: He aquí nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos.  13Cualquiera que se acercare, el que viniere al tabernáculo de Yahweh, morirá. ¿Acabaremos por perecer todos?

No, no moriremos, es que no confiamos en la victoria de Dios. La vara de Aarón es la estirpe del sacerdocio, que pongamos vuestras vidas por los demás, que nos preocupemos de que aquellos que están en el mundo y de los que conocemos sus circunstancias, aunque sean nuestros enemigos, debemos orar para que Dios cambie sus corazones, no es por nuestra voluntad que cambia la gente, sino por la intercesión, por la oración. ...La oración eficaz del justo puede mucho...Santiago 5:16.

 

PACTO DE DIOS CON ISRAEL EN MOAB

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 29

1Estas son las palabras del pacto que Yahweh mandó a Moisés que celebrase con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que concertó con ellos en Horeb. 2Moisés, pues, llamó a todo Israel, y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que Yahweh ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos, y a toda su tierra, 3las grandes pruebas que vieron vuestros ojos, las señales y las grandes maravillas.

4Pero hasta hoy Yahweh no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.

5Y yo os he traído cuarenta años en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie. 6No habéis comido pan, ni bebisteis vino ni sidra; para que supierais que yo soy Yahweh vuestro Dios. 7Y llegasteis a este lugar, y salieron Sehón rey de Hesbón y Og rey de Basán delante de nosotros para pelear, y los derrotamos; 8y tomamos su tierra, y la dimos por heredad a Rubén y a Gad y a la media tribu de Manasés.

9Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis. 10Vosotros todos estáis hoy en presencia de Yahweh vuestro Dios; los cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los varones de Israel; 11vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua; 12para que entres en el pacto de Yahweh tu Dios, y en su juramento, que Yahweh tu Dios concierta hoy contigo, 13para confirmarte hoy como su pueblo, y para que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

14Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento, 15sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Yahweh nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros. 16Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales habéis pasado; 17y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo.

18No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Yahweh nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo, 19y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed.

20No querrá Yahweh perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Yahweh y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Yahweh borrará su nombre de debajo del cielo; 21y lo apartará Yahweh de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley. 22Y dirán las generaciones venideras, vuestros hijos que se levanten después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que Yahweh la habrá hecho enfermar 23(azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Zeboim, las cuales Yahweh destruyó en su furor y en su ira); 24más aún, todas las naciones dirán: ¿Por qué hizo esto Yahweh a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira?

25Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de Yahweh el Dios de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto, 26y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado. 27Por tanto, se encendió la ira de Yahweh contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro; 28y Yahweh los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con grande indignación, y los arrojó a otra tierra, como hoy se ve. 29Las cosas secretas pertenecen a Yahweh nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.

 

RESTAURACIÓN Y BENDICIÓN DE DIOS SI ISRAEL SE ARREPIENTE

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 30

1Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Yahweh tu Dios, 2y te convirtieres a Yahweh tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, 3entonces Yahweh hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Yahweh tu Dios.

4Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Yahweh tu Dios, y de allá te tomará; 5y te hará volver Yahweh tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres. 6Y circuncidará Yahweh tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Yahweh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. 7Y pondrá Yahweh tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.8Y tú volverás, y oirás la voz de Yahweh, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.

9Y te hará Yahweh tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Yahweh volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres, 10cuando obedecieres a la voz de Yahweh tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Yahweh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

11Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. 12No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? 13Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?

14Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

15Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16porque yo te mando hoy que ames a Yahweh tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Yahweh tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.

17Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, 18yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. 19A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; 20amando a Yahweh tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Yahweh a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.

Este párrafo no necesita explicación.

 

JOSUÉ SUCEDE A MOISÉS

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 31

1Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel, 2y les dijo: Este día soy de edad de ciento veinte años; no puedo más salir ni entrar; además de esto Yahweh me ha dicho: No pasarás este Jordán.

3Yahweh tu Dios, él pasa delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás; Josué será el que pasará delante de ti, como Yahweh ha dicho. 4Y hará Yahweh con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, a quienes destruyó. 5Y los entregará Yahweh delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he mandado. 6Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Yahweh tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. 7Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Yahweh a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.

8Y Yahweh va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.

9Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de Yahweh, y a todos los ancianos de Israel.

10Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos, 11cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Yahweh tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos.

12Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Yahweh vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley; 13y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Yahweh vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.

14Y Yahweh dijo a Moisés: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión. 15Y se apareció Yahweh en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo. 16Y Yahweh dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella; y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él; 17y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mí? 18Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.

19Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel. 20Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto.

21Y cuando les vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado por la boca de sus descendientes; porque yo conozco lo que se proponen de antemano, antes que los introduzca en la tierra que juré darles.

22Y Moisés escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel. 23Y dio orden a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.

Moisés consagra a Josué como su sucesor, esta sucesión es la que confirma con mayor claridad y esplendor que Josué o Jeshua o Yeshua que es Jesús el Cristo, sería el sucesor de la edificación personal de cada alma, que es la verdadera Tierra Prometida del Espíritu Santo, que este es el objetivo de Dios, y que cada uno de nosotros aceptemos primeramente la Ley de Dios, que nos condena por pecadores, y que arrepintiéndonos de serlo, aceptemos el sacrificio de Cristo como pago por nuestra enemistad natural y carnal contra Dios, para entrar a morar en la Tierra Prometida que es la Presencia de Dios, donde habita Dios, y donde se le dice a Josué nada mas entrar: quita el calzado de tus pies porque estás en tierra Santa. Descálzate de la Ley que estás ante Dios, igual que le dijo a Moisés cuando hablaba con Él en la Zarza.

 

ORDEN DE GUARDAR LA LEY JUNTO AL ARCA

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 31

24Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse, 25dio órdenes Moisés a los levitas que llevaban el arca del pacto de Yahweh, diciendo: 26Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Yahweh vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti. 27Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Yahweh; ¿cuánto más después que yo haya muerto?

La ley de Dios es guardada junto a la presencia de Dios, para que por todos los tiempos quede como testimonio a la humanidad de su pecado y necesidad de venir a Dios con corazón arrepentido.

28Congregad a mí todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros oficiales, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra. 29Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Yahweh, enojándole con la obra de vuestras manos.

Ciertamente que después de Cristo, la humanidad se corrompe y hoy en el siglo XXI no se busca a Dios sino la avaricia en una sociedad de consumo, y se deja morir al tercer y cuarto mundo.  ...De cierto os corromperéis...

30Entonces habló Moisés a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo.

 

CÁNTICO DE MOISÉS

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 32

1 Escuchad, cielos, y hablaré; y oiga la tierra los dichos de mi boca. 2 Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba; 3 Porque el nombre de Yahweh proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios. 4 El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto. 5 La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, Generación torcida y perversa. 6 ¿Así pagáis a Yahweh, Pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? El te hizo y te estableció.

¡Así hay que hablar a las naciones que hoy y siempre habitan la tierra. No es la humanidad consciente de su dependencia del Señor nuestro creador!

7 Acuérdate de los tiempos antiguos, Considera los años de muchas generaciones; Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán.

8 Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel. 9 Porque la porción de Yahweh es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó. 10 Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó, o guardó como a la niña de su ojo. 11 Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas, 12 Yahweh solo le guió, Y con él no hubo dios extraño. 13 Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, Y comió los frutos del campo, E hizo que chupase miel de la peña, y aceite del duro pedernal; 14 Mantequilla de vacas y leche de ovejas, Con grosura de corderos, Y carneros de Basán; también machos cabríos, con lo mejor del trigo; Y de la sangre de la uva bebiste vino. 15 Pero engordó Jesurún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); Entonces abandonó al Dios que lo hizo, y menospreció la Roca de su salvación.

16 Le despertaron a celos con los dioses ajenos; Lo provocaron a ira con abominaciones. 17 Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; A dioses que no habían conocido, A nuevos dioses venidos de cerca, Que no habían temido vuestros padres. 18 De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu creador. 19 Y lo vio Yahweh, y se encendió en ira Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas. 20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin; Porque son una generación perversa, Hijos infieles. 21 Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; Me provocaron a ira con sus ídolos; Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, Los provocaré a ira con una nación insensata.

22 Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Seol; Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes. 23 Yo amontonaré males sobre ellos; Emplearé en ellos mis saetas.24 Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente Y de peste amarga; Diente de fieras enviaré también sobre ellos, Con veneno de serpientes de la tierra. 25 Por fuera desolará la espada, Y dentro de las cámaras el espanto; Así al joven como a la doncella, Al niño de pecho como al hombre cano. 26 Yo había dicho que los esparciría lejos, que haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos, 27 de no haber temido la provocación del enemigo, no sea que se envanezcan sus adversarios, No sea que digan: Nuestra mano poderosa ha hecho todo esto, y no Yahweh. 28 Porque son nación privada de consejos, y no hay en ellos entendimiento. 29 ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, Y se dieran cuenta del fin que les espera! 30 ¿Cómo podría perseguir uno a mil, Y dos hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiese vendido, Y Yahweh no los hubiera entregado? 31 Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca, y aun nuestros enemigos son de ello jueces. 32 Porque de la vid de Sodoma es la vid de ellos, Y de los campos de Gomorra; Las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, Racimos muy amargos tienen. 33 Veneno de serpientes es su vino, Y ponzoña cruel de áspides. 34 ¿No tengo yo esto guardado conmigo, Sellado en mis tesoros? 35 Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo su pie resbalará, Porque el día de su aflicción está cercano, Y lo que les está preparado se apresura.36 Porque Yahweh juzgará a su pueblo, Y por amor de sus siervos se arrepentirá, Cuando viere que la fuerza pereció, Y que no queda ni siervo ni libre.

37 Y dirá: ¿Dónde están sus dioses, La roca en que se refugiaban; 38 Que comían la grosura de sus sacrificios, Y bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que os ayuden Y os defiendan. 39 Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano. 40 Porque yo alzaré a los cielos mi mano, Y diré: Vivo yo para siempre, 41 si afilare mi reluciente espada, Y echare mano del juicio, Yo tomaré venganza de mis enemigos, Y daré la retribución a los que me aborrecen. 42 Embriagaré de sangre mis saetas, Y mi espada devorará carne; En la sangre de los muertos y de los cautivos, En las cabezas de larga cabellera del enemigo.

43 Alabad, naciones, a su pueblo, Porque él vengará la sangre de sus siervos, y tomará venganza de sus enemigos, Y hará expiación por la tierra de su pueblo. 44Vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun.  45Y acabó Moisés de recitar todas estas palabras a todo Israel; 46y les dijo: Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley. 47Porque no os es cosa vana; es vuestra vida, y por medio de esta ley haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.

 

BENDICIONES A LAS 12 TRIBUS DE ISRAEL

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 33

1Esta es la bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese.

2Dijo: Yahweh vino de Sinaí, Y de Seir les esclareció; Resplandeció desde el monte de Parán, Y vino de entre diez millares de santos, con la ley de fuego a su mano derecha. 3 Aun amó a su pueblo; Todos los consagrados a él estaban en su mano; Por tanto, ellos siguieron en tus pasos, recibiendo dirección de ti, 4 cuando Moisés nos ordenó una ley, como heredad a la congregación de Jacob. 5 Y fue rey en Jesurún, cuando se congregaron los jefes del pueblo con las tribus de Israel.

6Viva Rubén, y no muera; Y no sean pocos sus varones.

7Y esta bendición profirió para Judá. Dijo así: Oye, oh Yahweh, la voz de Judá, y llévalo a su pueblo; Sus manos le basten, y tú seas su ayuda contra sus enemigos.

8A Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso, a quien probaste en Masah, con quien contendiste en las aguas de Meriba, 9 quien dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto; Y no reconoció a sus hermanos, ni a sus hijos conoció; Pues ellos guardaron tus palabras, y cumplieron tu pacto. 10 Ellos enseñarán tus juicios a Jacob, y tu ley a Israel; Pondrán el incienso delante de ti, y el holocausto sobre tu altar. 11Bendice, oh Yahweh, lo que hicieren, y recibe con agrado la obra de sus manos; Hiere los lomos de sus enemigos, y de los que lo aborrecieren, para que nunca se levanten.

12A Benjamín dijo: El amado de Yahweh habitará confiado cerca de él; Lo cubrirá siempre, y entre sus hombros morará.

13A José dijo: Bendita de Yahweh sea tu tierra, con lo mejor de los cielos, con el rocío, y con el abismo que está abajo. 14 Con los más escogidos frutos del sol, con el rico producto de la luna, 15 Con el fruto más fino de los montes antiguos, con la abundancia de los collados eternos, 16 y con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud; Y la gracia del que habitó en la zarza venga sobre la cabeza de José, y sobre la frente de aquel que es príncipe entre sus hermanos.

17 Como el primogénito de su toro es su gloria, y sus astas como astas de búfalo; Con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra; Ellos son los diez millares de Efraín, y ellos son los millares de Manasés.

18A Zabulón dijo: Alégrate, Zabulón, cuando salieres;

Y tú, Isacar, en tus tiendas. 19Llamarán a los pueblos a su monte; Allí sacrificarán sacrificios de justicia, por lo cual chuparán la abundancia de los mares, y los tesoros escondidos de la arena.

20A Gad dijo: Bendito el que hizo ensanchar a Gad; Como león reposa, y arrebata brazo y testa. 21 Escoge lo mejor de la tierra para sí, porque allí le fue reservada la porción del legislador. Y vino en la delantera del pueblo; Con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Yahweh.

22A Dan dijo: Dan es cachorro de león que salta desde Basán.

23A Neftalí dijo: Neftalí, saciado de favores, y lleno de la bendición de Yahweh, posee el occidente y el sur.

24A Aser dijo: Bendito sobre los hijos sea Aser; Sea el amado de sus hermanos, y moje en aceite su pie. 25 Hierro y bronce serán tus cerrojos, y como tus días serán tus fuerzas. 26 No hay como el Dios de Jesurún, quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda, y sobre las nubes con su grandeza. 27 El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo, Y dijo: Destruye. 28 E Israel habitará confiado, la fuente de Jacob habitará sola En tierra de grano y de vino; También sus cielos destilarán rocío.

29 Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por Yahweh, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.

COMPÁRESE CON:

MATEO: CAPÍTULO 28

16Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. 18Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

MARCOS: CAPÍTULO 16

14Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. 15Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. 17Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

LUCAS: CAPÍTULO 24

44Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. 45Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; 46y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48Y vosotros sois testigos de estas cosas. 49He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

 

MUERTE Y SEPULTURA DE MOISÉS

DEUTERONOMIO: CAPÍTULO 34

1Subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró Yahweh toda la tierra de Galaad hasta Dan,  2todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental;  3el Neguev, y la llanura, la vega de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Zoar.  

4Y le dijo Yahweh: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá.  5Y murió allí Moisés siervo de Yahweh, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Yahweh.  

6Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy.  7Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.  

8Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; y así se cumplieron los días del lloro y del luto de Moisés.

9Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Yahweh mandó a Moisés.  

10Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Yahweh cara a cara;  11nadie como él en todas las señales y prodigios que Yahweh le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra,  12y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel.

Se dice de Moisés que muere en  Moab: Moab es el hijo de Lot y su hija primogénita, el hombre de religión por excelencia, y sus hijos son su descendencia espiritual de sus propias hijas o ideas religiosas, Moab es la primera idea de religión, hijo de su primogénita. Es enterrado por Dios en el valle de Moab, o lugar llano de la religión donde la vida es a priori fácil de andar por la llanura del terreno aunque también se está al descubierto para una lucha, mientras que Dios, se dice que vive en el monte de Sión, en oposición a valle; Aunque nadie conoce el lugar de su sepultura (de Moisés) hasta hoy (Deuteronomio 34:6 Judas 9).  Cuando muere Moisés en Moab dice la Escritura que no perdió su vigor, que vivió 120 años que es la plenitud de la vida de un hombre según Dios le dice a Adán, que representa que la vida de la Ley de Dios siempre será vigente mientras haya hombres sobre la tierra, porque Cristo dice que la Ley no pasará, y dice también la Escritura que sus ojos nunca se oscurecieron ya que la claridad y perfección de la Ley es debida a que proviene de Dios. Pero por esto precisamente Dios mismo la entierra en Moab, porque la Ley pertenece a la religión, pero en la tierra prometida no está la Ley, sino que está Cristo, La Gracia, el Rey de reyes.

 

  • Ud. quiere conocer a Dios, pero sabe que el camino no es por la religión organizada, ni por las sectas, ni por la sociedad. El mundo ha fracasado. ...Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son... San Juan 17:9. Oración de Jesús.


  • Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Profecía de Isaías 9:6.


  • Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi. Palabras de Jesucristo. Evangelio según San Juan 14:6. 


  • Si de verdad busca Ud. a Dios, comience hoy una nueva vida, de la verdadera mano de Dios. El Evangelio es el mensaje para todas las naciones, sin importar la raza, la procedencia ni la cultura. Dios es el Salvador de aquellos de la humanidad que le abren su corazón.

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