ÉXODO MUNDIAL
DOCTRINAS DE ÉXODO Y TIERRA PROMETIDA
OCCIDENTE CIERRA LA PUERTA AL TERCER MUNDO
©
Carlos Padilla, Septiembre 2015
Europa y Estados Unidos cierran
sus fronteras a cientos de miles de inmigrantes, personas que tratan de salir de un
infierno en la tierra, de la persecución racial, étnica, del
terrorismo islamista, de guerras olvidadas por los medios de
comunicación, de falta de tierras vendidas a países ricos, del
abuso de sus gobernantes que venden los recursos de sus países,
de la esclavitud,
en busca de una vida digna para ellos y sobre todo para sus hijos.
Los millones de personas que han
conseguido su visado, su permiso de trabajo o su nacionalidad y
ahora viven en Occidente, saben muy bien de lo que estamos
hablando. Principalmente de países de África, de India,
Suramérica o Europa del este son la mayoría de los que viven su
éxodo particular.
¿Quien quiere tener una avalancha
de inmigrantes pobres, sucios, sin recursos, sin educación,
violentos, junto
a sus casas, dejando basura en los jardines y a quienes hay que
alimentar y proveer de recursos y atención médica?
Esta parece ser la única
preocupación del mundo rico que no sabe usar sus recursos, donde los que gobiernan a 2.000 millones de personas
–quines les han votado–
se olvidan de aquellos que se juegan la vida en la otra
parte, donde viven los otros 5.000 millones de almas. Sin
embargo no se han olvidado de esquilmar sus recursos naturales
como el petróleo de nuestros coches, el gas de nuestra
centrales, el coltán de nuestros móviles, y toda materia prima
valiosa.
Son los que no quiere nadie, ni
sus países ni los países adonde llegan. Israel también vivió su
particular Éxodo, como todos podemos leer en el libro del
Antiguo Testamento que forma parte del Pentateuco, los cinco
libros de Moisés.
Abraham ya estuvo en Egipto una vez, y le fue mal. La segunda
vez su nieto Jacob o Israel, también se vio en Egipto cuando uno
de sus hijos, uno de los doce que originaron las doce tribus de
Israel, llamado José fue vendido por sus hermanos como
esclavo, por envidia, al ser devoto del Señor y amado por ello
por su padre, a unos mercaderes
ismaelitas que lo vendieron al capitán de la guardia del Faraón, Potifar. La
historia de José es muy profunda y toca el corazón de cualquiera
que la lea, desde lo que fue su desgracia hasta ser el
gobernante de todo Egipto y salvador de Israel cuando vinieron
los siete años de vacas flacas. Génesis Caps. 37 al 50. Sí,
parece que los ciclos de abundancia y crisis se suceden
continuamente, y nos sirven de lección permanente, aunque no
aprendamos de ellos, al parecer.
En nuestro mundo conocemos muchas
historias recientes como la de miles de españoles que emigraron
a Alemania tras la guerra, para trabajar. O la de tantos
suramericanos en España o en Estados Unidos para sustentar a sus
familias en sus países de origen.
¿Responde el mundo rico? ¿Qué es
mejor: recibir inmigrantes o ayudar a sus países de origen? El
mundo rico no hace lo suficiente en ningún caso, está más
preocupado por la economía, la bolsa, las riquezas materiales, y
el disfrute del bienestar que les ha sido dado. Las iglesias y
las ONG trabajan sin parar ayudando, yendo, concienciado,
llevando ayuda médica, alimentos y recursos. Pero la Iglesia,
ahora con mayúsculas también y principalmente se debe a la Gran
Comisión de cambiar los corazones para recibir la Salvación, la
cual aporta un corazón nuevo piadoso y temeroso de Dios,
que no deja a los ricos vivir sin ayudar a los pobres.
LAS DOCTRINAS DEL ÉXODO Y DE LA
TIERRA PROMETIDA
¿Sólo Israel merece una Tierra
Prometida? El resto de personas de toda tribu, raza y época
también la merece. Pero, ¿es acaso la Tierra Prometida de Israel
lo mismo que una tierra prometida para prosperar? ¿Sigue siendo
hoy en día, la llamada, por unos Palestina y por otros Israel, la
Tierra Prometida del pueblo de Israel? ¿Tiene la Iglesia una
Tierra Prometida? ¿Deben todos emigrar a tierras prometidas?
Las doctrinas del Éxodo en mayúsculas, y del
éxodo, en minúsculas, no son comparables. Me refiero a que Dios
prometió a Israel una Tierra Prometida en Canaán donde ellos
podrían vivir una vida que agradara a Dios y donde pudieran
adorarle y obedecerle, viviendo bajo Su protección y bendición.
Dios escogió a Israel, un pequeño grupo étnico no relevante, ni
poderoso, pero que existía de muchos temerosos de Dios. Israel
es la única nación que Dios ha creado por Su voluntad, las demás
las ha creado el hombre. El propósito era servir de ejemplo al
resto del mundo de la gracia y la bendición que puede
experimentar el hombre si ama a Dios y Le obedece. Israel pronto
dejaría el camino recto y se separaría en dos reinos. El resto
ya lo conocemos, fueron invadidos, vencidos, esparcidos y
esclavizados.
Luego vino el
Mesías tras un tiempo de oportunidad de regresar a su tierra
pero no Le recibieron. Jesús les dijo claramente que no Le
verían hasta que: Porque os digo que
desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene
en el nombre del Señor. Mateo 23:38. Israel
ha regresado tras el holocausto y 6 millones de judíos
exterminados por el genocidio del gobierno nacional socialista
nazi de la Alemania de la II Guerra Mundial. En 1948 la ONU
concedió la tierra de Israel de nuevo, pero los vecinos no lo
aceptaron y entraron en guerra. Israel conquistó Jericó cuando
entró de la mano de Moisés, ahora sigue en conflicto hasta que
reciban al Mesías Jesucristo, Yahshua, para muchos en el milenio
anunciado en Apocalipsis.
Pero Israel, a pesar de haber desobedecido a
Dios y de no haber recibido al Mesías, es el garante de la
Biblia al mundo, de la Palabra de Dios al mundo, y por lo tanto
la salvación viene de los judíos, y las demás naciones debemos
preservar y proteger sus vidas en su tierra por amor a Dios, y
dejar que sea Dios mismo quien lidie con esta nación que Él ha
creado; según nos dice Jesús, cuando hablaba con la mujer
samaritana: ...Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros
adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los
judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque
también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es
Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es
necesario que adoren. Juan 4:22-24.
Cualquier otra tierra prometida
es meramente la búsqueda de la prosperidad económica y la
calidad de vida en cuanto a los estándares materiales y del
disfrute, no para alabar o agradar a Dios.
¿Y la Iglesia? Los cristianos
podemos vivir la Tierra Prometida en cualquier parte porque
reconocemos que el universo entero es de Dios. Aunque en la
tierra nunca habrá un sistema gobernado por el hombre que agrade
a Dios. Nosotros no tenemos aquí cuidad permanente, sino que
buscamos la
porvenir –en palabras del
Apóstol Pablo en el libro de Hebreos 13:14. Nuestra Tierra Prometida es Cristo, y se
encuentra en el alma, en la nuestra y en la de cualquier hermano que
Le ama, de donde
fluye leche y miel del amor fraternal cristiano. Por lo tanto,
en Cristo aguardamos al Reino de Dios, la Jerusalén celestial
que descenderá del cielo con Jesucristo como Rey de reyes.
LA IGLESIA RESPONDE A
INMIGRANTES Y NECESITADOS
Los misioneros y la mayordomía
cristiana existen desde el inicio de la Iglesia, que hasta el
día de hoy lleva la Palabra de Dios y la ayuda a los pobres por
todo el mundo.
En el Antiguo Testamento encontramos los
mandamientos específicos sobre el trato a los inmigrantes, ya
que Israel fue extranjero, inmigrante, esclavo en tierra de
Egipto: Éxodo 22:21, 23:9, Levítico 19:33-34. Para no dejar al
extranjero sin justicia encontramos Deuteronomio 24:17-22.
En el Nuevo Testamento
encontramos multitud de citas de los apóstoles sobre como
trataban a los necesitados, siguiendo las palabras de Jesús,
sabiendo que Dios ha elegido a los pobres de este mundo para que
sean ricos en fe. A no hacer acepción de personas, no recibiendo
con agrado a los ricos y lujosos, y tratando mal a los pobres de
vestido andrajoso,
Santiago, capítulos 2 y 5. Gálatas 2. El ejemplo del propio
Jesús, siendo el Señor se hizo pobre y habitó entre nosotros
2Coríntios 8:9 y 9:9, dio a los pobres, por lo tanto Su justicia
permanece para siempre, lo mismo que debe ser con la nuestra al
dar de corazón sincero, porque, decía Pablo en 1Corintios 13:3
que si damos todos nuestro bienes y aún nuestros cuerpos para
ser quemados y no tenemos amor, de nada sirve.
Zaqueo, recaudador de impuestos y rico se mostró
necesitado y pobre en espíritu que deseaba ver a Jesús. Un
hombre que daba la mitad de sus vienes a los pobres, y devolvía
cuadruplicado a quien había defraudado, pero que no se
encontraba a salvo delante de Dios, porque la salvación no se
puede ganar más que por la vida de Jesús en la Cruz. La justicia
sí la podemos ganar en cuanto al prójimo, pero si el hombre más
justo del mundo no cree en Jesús, no le sirve para salvarse, ya
que no se reconoce pecador y necesitado de Dios, no se hace
humilde ante su Creador y Padre. Zaqueo se humilló ante Jesús y
Él moró en su casa ante las murmuraciones de todos, más Jesús
conocía y conoce el corazón de todo hombre. Zaqueo no era
aceptado por la congregación pero daba la mitad de sus bienes a
los pobres, sin sinagoga y sin ONG, porque nadie le recibía por
su trabajo, recaudar impuestos de sus conciudadanos y darlos al
invasor romano.
Hoy en día existe un debate sobre
la gestión de la ayuda humanitaria por parte de la Iglesia en
comparación a las ONG. Si bien la Iglesia es la luz del mundo en
cuanto a que lleva el mensaje de Jesús, que cambia el corazón del
hombre, también lleva la ayuda humanitaria.
En su lugar las ONG tan solo pueden ayudar en la cuestión de la
inmediatez de necesidades básicas, pero no tienen el recurso de
ayudar espiritualmente a la gente, de hacer a alguien un hijo de Dios, según Jesucristo, lo cual
cambia para bien a todo el que Le conoce y cree en Él por la
gran esperanza y fuerza que nos da en la vida presente y para la
venidera. Este poder de Su Espíritu es la clave de la vida
plena.
Otra cuestión es si la Iglesia
debe trabajar en equipo con las ONG o no. Mientras escribo estas
líneas se están debatiendo precisamente estas cuestiones en
Europa. Esperemos que también en Estados Unidos las iglesias
tengan a bien ayudar a los inmigrantes suramericanos, o en sus
países o recibiéndoles con un plan completo. Si quiere ayudar a los
inmigrantes que están llegando a Europa puede viajar allí
personalmente. Si no pude ir ahora, mañana será tarde, o puede
enviar su ayuda económica a través de las iglesias y ONG en este
enlace: Ayuda Humanitaria.
Pero si es cristiano, además, no olvide algo más poderoso, un
recurso que hace que los que tienen el poder lo usen bien, que
los impíos se vuelvan piadosos, la
oración. Póngase de rodillas cada día, y en el nombre de
Jesucristo pida a Dios que toque a los políticos, a los
gobernantes y a los que pueden ayudar, y espere a ver las
noticias.
JESÚS ENSEÑA
SOBRE LOS INMIGRANTES Y NECESITADOS
Jesús hizo toda buena obra, y la
mayor obra que solo Él podía hacer, dar Su propia vida, la del
Hijo de Dios por nosotros pecadores y enemigos de Dios a priori,
pues nadie nace salvo, todos hemos de ser salvados por Dios en
Su Gracia. Pero Jesús nos habla de muchas formas hoy al vivir
con nosotros. En Su Palabra viva, la Biblia, en los Evangelios
encontramos sus Palabras específicas
en rojo para tratar a
los inmigrantes, y los que
necesitan:
...Para que vean vuestra buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 5:16.
...Amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen y orad por los que os ultrajan y os persiguen, para
que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos. Lucas
6:27.
...Más cuando des limosna, no
sepa tu izquierda lo que hace tu derecha. Mateo 6:3.
...Id, pues y aprended que
significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Mateo 9:13.
...No tienen necesidad de irse;
dadles vosotros de comer. "Alimentación de los 5.000" Mateo
14:16.
...Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este
es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos
depende toda la Ley y los profetas. Mateo 22:37.
...Cuando el Hijo del Hombre
venga en su gloria, y todos los santos ángeles con Él, entonces
se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de Él
todas las naciones; y apartará los unos de los otros...
...entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de
mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis
de comer; tuve se, y me disteis de beber; fui forastero, y me
recogisteis; estuve desnudo y me cubristeis; enfermo, y me
visitasteis; en la cárcel y vinisteis a mí.
Entonces los justos le repondrán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o
sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vinos forastero y te
recogimos, o desnudo y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo,
o en la cárcel, y vinimos a tí? Y responderá el Rey, y les
dirá: De cierto os digo que en cuanto
lo hicisteis a uno de
estos mis hermanos más pequeños a mí lo hicisteis.
Entonces dirá a los de la
izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me
disteis
de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
fui forastero, y
no me recogisteis; estuve desnudo y no me cubristeis; enfermo, y
en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le
responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento,
sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel,
y no te servimos?
Entonces les responderá diciendo:
De cierto os digo que en cuanto no lo
hicisteis a uno de éstos
mis hermanos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
E irán éstos al castigo eterno,
y
los justos a la vida eterna. El Juicio a Las Naciones. Mateo
25:31-46.
La Iglesia responde, pues, en obediencia al Señor a
quien amamos y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Jesús cierra, tras resucitar y
antes de subir al cielo con: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado; y he aquí
yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo.
Amén. Mateo 28:18.
CONCLUSIÓN
Jesús no vendrá sin que antes
venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo
de perdición... 2Tesalonicenses, cap. 2, y la impiedad y todo
comportamiento moral contrario a Dios. Creo que la sociedad y
las culturas existentes son ya peor que Sodoma y Gomorra que
fueron destruidas. Ya vemos la próxima destrucción, la de
Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las
abominaciones de la tierra, que comercia con las almas, de la
que habla Apocalipsis 17:5.
Por lo tanto no podemos caer en el engaño de
comparar Iglesia y su Gran Comisión con ONG y la misión
humanitaria, ya que la primera incluye la segunda, pero la
segunda excluye a la primera. Dios ha de ser glorificado en la
obra de la Iglesia en todos aquellos que reciben las buenas
obras, no solo ayudar materialmente con el llamado "Evangelio Mudo"
–como un hermano me comentaba estos días hablando de la
situación.
El Tercer Mundo vive su Éxodo porque el mundo
rico de Occidente lo ignora y no es sensible a sus vidas en al
desesperación, aunque una parte lo es, Iglesia y ONG y todas las
personas piadosas
que las apoyan.
No todo éxodo está justificado.
Este es un mensaje para aquellos que aun están en sus países
pensado que, como dicen los ingleses "el césped siempre se ve
más verde en el jardín del vecino", piénselo dos veces, busquen
recursos, alternativas de trabajo, otros gremios, mire otros
países cercanos. Muchos que lo han intentado lo han perdido todo
y no pueden regresar, se lamentan, muchos otros pierden la vida
a diario. Si sale, es muy probable
que no pueda regresar. Recuerden como Israel una vez Moisés los
sacó de Egipto por el desierto se lamentaban y quejaban por
falta de fe, y aquel era un plan de Dios. Si su salida, su éxodo,
es un plan de Dios porque usted Le ha preguntado y ha recibido
respuesta indubitable, entonces adelante y no mire atrás, no le
pase como a la esposa de Lot.
El otro mensaje es a los gobernantes y poderosos
para ayudar en sus países de origen, contra gobiernos opresores,
y a recibir al inmigrante con dignidad. Ente todos lo podemos
conseguir, porque Dios ha puesto la misericordia en nuestros
corazones, a Su semejanza y nos reclama que la pongamos en
marcha, aunque la humanidad no vaya a obedecer a Dios, si usted
que lee recibe el mensaje, ore y haga lo que esté en su mano,
únase a una iglesia activa y Bíblica por amor a Dios y a su
prójimo.
Me despido con el Proverbio
30:8,9 que nos relata como su autor pide a Dios: "No me des
pobreza ni riquezas: mantenme del pan necesario; no sea que me
sacie, y te niegue, y diga: ¿Quien es Yahweh? o que siendo
pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios. Amén.
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