12 IGLESIAS - 12 APÓSTOLES
12 TIEMPOS - 12 DENOMINACIONES EN DOS MIL AÑOS
©
Carlos Padilla, Pentecostés - Junio 2014
Jesucristo solo tiene una
Iglesia, la cual es Su esposa espiritual, y de la cual todos
los cristianos formamos parte. Sin embargo es evidente que no
hay una sola iglesia –en minúsculas– sino muchas y distintas,
y aunque muchos no lo sepan, dentro de las tradicionales
católicas y ortodoxas, además de en las
protestantes. Sin embargo vemos que el
Señor tenía doce Apóstoles, y que Israel tenía doce tribus
–aunque en realidad existen 14 Tribus, 14
Apóstoles y también podemos reunir 14 denominaciones– son 12 los
llamados, y veremos porqué y su referencia a que haya 12
Iglesias. Esta es una referencia simbólica a los
tres grupos
de 14 generaciones que se nos mencionan en la genealogía de
nuestro Señor Jesucristo, en el Evangelio de Mateo, capítulo 1,
el cual comienza con este tema. Nos revela 14 generaciones desde
Abraham a David, 14 desde David hasta la deportación a
Babilonia, y 14 desde la deportación a Babilonia hasta Cristo.
Como en la genealogía de Cristo son
mencionados los tres grupos de catorce, nosotros haremos memoria de esos catorce en cada
grupo, esto es: en las Tribus, en los Apóstoles y en la Iglesia. Para quienes estén pensado en qué cábalas estaré
haciendo, les daré la primera pista. Si se dan cuenta tenemos
distintas listas de las doce tribus en la Biblia. Si nos
centramos en la lista de los
144.000 sellados
de Apocalipsis 7, vemos que es distinta a las que nos da Génesis
49 o a la de Josué 13. La lista de Apocalipsis es para el tiempo final.
Es esta lista la que nos da una pista sobre las denominaciones
que existen dentro del cristianismo, y la relación que mantienen.
La primera pregunta es ¿por qué
son reemplazadas dos Tribus, y dos Apóstoles, y si eso significa
que también lo son dos Iglesias? El objetivo es averiguar que
significa y si tiene que ver con que Israel se dividiera en dos
reinos, del norte y del sur, con diez Tribus y dos Tribus
respectivamente, y en que fueran dos los Apóstoles que escriben
catorce cartas a Iglesias específicas, Juan y Pablo, el primero
siete y el segundo ocho, siendo una coincidente, y en total
catorce.
La segunda pregunta es ¿quedan
también dos Iglesias, y si son la Católica y la Protestante,
como muchos pensarán, o
son otras que inicialmente no vemos? La última Iglesia de Jesucristo
podría estar formada por dos "Tribus" cristianas, dos formas de
ver el mensaje del Evangelio y dos Denominaciones. ¿Cuales son y
cual es su misión, y a cual pertenecemos?
12 IGLESIAS -
12
APÓSTOLES
Los Doce Apóstoles no
pudieron imaginar la cantidad de denominaciones y divisiones que
llegaría ha tener la Iglesia, por cuestión de doctrinas, tras
concilios, tras la Reforma, y tras las denominaciones
Protestantes, ni imaginarían como sería la última Iglesia antes
de la venida de Cristo. Si bien la Iglesia es un solo cuerpo invisible
formado por personas y congregaciones visibles, bajo una única
cabeza que es Jesucristo, el hombre ha convertido la Iglesia en
una serie infinita de todo tipo de adaptaciones a las culturas y
costumbres, con una salvedad: que el "Mensaje de la Salvación" es
siempre el mismo: Jesucristo es nuestro Salvador para llevarnos
al Reino de Dios lleno de justicia y paz y felicidad eternas,
que ha dado Su vida en sacrificio para pagar por nuestros
pecados para hacernos herederos de Su Reino, ha resucitado y vendrá a llevarnos a Su Reino eterno,
por la fe y la transformación de nuestro espíritu por Su Santo
Espíritu en nosotros. Al menos ese debe ser el mensaje que toda
iglesia predique. Ese al menos es en esencia el Evangelio, la
Buena Noticia. Luego ha sido mezclado con muchas doctrinas de
hombres que no son parte original del Evangelio del Reino de
Dios que predicaba Jesucristo, el Hijo de Dios vivo. Toda esa
mezcla ha dado como resultado las denominaciones, sean
católicas, ortodoxas o protestantes. Recordemos que también en
el judaísmo había dos denominaciones principales: fariseos y
saduceos, sin contar con esenios y otros grupos ascetas del
desierto, o los de Qumrán, donde hallaron los Manuscritos del
Mar Muerto.
Por otra parte debemos tener en cuenta que dos de los Apóstoles escribieron
14 cartas a 14 Iglesias. Las
Siete
Iglesias a las que escribe Juan evangelista, en la
Revelación de Apocalipsis incluyen una iglesia que es común
dentro de la lista de ocho iglesias a las que escribe Pablo. Es
la primera iglesia a la que escribe Juan: Efeso: "Escribe al
ángel de la iglesia en Efeso..." y La Epístola del Apóstol San
Pablo a los Efesios. Lo cual nos deja con dos grupos de 7, que
suman 14. Del mismo modo tenemos 14 tribus en Israel, esto es,
los doce hijos de Jacob, más los dos hijos de José en Egipto,
Efraín y Manases, quienes reciben heredad en Israel. Pero, es, en
Apocalipsis 7 donde al nombrar a los doce mil de cada tribu, se
nombra a doce, dejando fuera a dos tribus: Dan y Efraín, un hijo
de Jacob y un hijo de José, nieto de Jacob. Uno nacido camino de la
Tierra Prometida y otro nacido en Egipto, símbolo del mundo.
Las cartas de los dos Apóstoles,
Juan y Pablo son las siguientes, en orden Bíblico: A los Romanos, a los Corintios, a
los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses, a los Colosenses,
a los Tesalonicenses y a los Hebreos. A ocho iglesias. Las demás
son a los cristianos Timoteo y a Tito, no a iglesias. Juan escribe a la iglesia en Efeso, a la
iglesia en Esmirna, a la iglesia en Pérgamo, a la iglesia a en
Tiatira, a la iglesia en Sardis, a la iglesia en Filadelfia, y a
la iglesia en Laodicea. Siete. Coincide Efeso. Son catorce en
total. Las otras cartas, o epístolas, de los demás Apóstoles,
son universales, como las de Pedro o Santiago.
Ahora bien, del mismo modo que
hay catorce tribus, de las cuales quedan doce, y del mismo modo
que de las catorce iglesia quedan doce, también de los
catorce Apóstoles quedan doce, esto es, los doce, más Pablo y
Matías. De
ellos, uno, Judas Iscariote queda fuera por traidor, y Matías
sustituye a Judas y Pablo a Jacobo, muerto en la persecución de
Herodes antes de morir este, Hechos 12. Por lo tanto, una vez el Señor Jesucristo
asciende al Cielo, al Trono de Gloria, quedan doce Apóstoles.
Esto se le puede llamar: los tres doces proféticos y los tres
catorces proféticos.
12
TIEMPOS - 12 DENOMINACIONES EN DOS MIL AÑOS
La Iglesia, lleva unos dos mil
años de historia, y comenzó a dividirse en distintas
denominaciones por distintos motivos, ya desde el primer siglo,
por los partidarios de judíos y gentiles (véase la discusión
entre Pedro y Pablo, y el primer Concilio en Jerusalén "Hechos
15" que finalmente solucionan con la ayuda del Espíritu Santo,
todo un ejemplo a seguir hoy). En la
Historia de
la Iglesia hallamos las causas, que son tanto de índole
doctrinal como de gobierno, cultural y nacional, entre otras
causas.
Tras la iglesia primitiva, que fue esparcida por
el mundo desde Jerusalén, la cual comenzó a formarse por
descendientes de Israel, hasta los primeros "Padres", y hasta
los primeros concilios, a los que acudían los obispos sin tener
uno que gobernara sobre los otros –la figura
del papa católico– hasta Constantino y la división del Gran
Cisma entre Oriente y Occidente, con el nacimiento de la iglesia
Ortodoxa, podemos ver una segunda y tercera iglesia. No se
resume la complejidad de la Iglesia en una división
Católico-Protestante, sino que hay muchos cambios tras la
Reforma, y hasta nuestros días, para llegar a la última Iglesia.
Prácticamente hasta la Reforma
protestante no habría grandes cambios tras los sucesivos
concilios y la cada vez más apartada tradición, de sobre la
"sana Doctrina de Cristo". Sería desde la iglesia Católica que
surgirían los reformadores. Lutero, Calvino, y antes Erasmo.
Luego podemos añadir la iglesia Presbiteriana, la Anabaptista,
la Anglicana, la Metodista, la Adventista, la Bautista, la
Pentecostal y finalmente la Mesiánica, en un retorno al
principio para los hijos de Israel, formando un grupo básico de
doce denominaciones, que podemos convertir en catorce, si
añadimos algunas de las denominaciones que se hacen llamar
cristianas pero no lo son, como en el caso de las Tribus y los
Apóstoles.
Ahora bien, cada cristiano que
pertenece a una de estas denominación y piensa que las demás
están equivocadas, y que los hermanos que pertenecen a ellas
están herrados –lo cual en muchos casos es cierto– también deben
mirar a sus propias iglesias, porque la iglesia perfecta no
existe, solo lo será cuando Jesucristo, nuestro Señor, venga y
establezca el Reino Eterno. Por lo tanto, si existe una forma de
tratar a los hermanos de las otras iglesias, esa es la misma
manera en que Jesucristo lo hace, y hemos de imitarle a Él, que
es el Maestro. Algunas, todo hay que decirlo, han desviado tanto
su enseñanza y sus prácticas que no merecen llamarse cristianas.
Si le aplicamos a las doce iglesias el resultado de la división
–por causa humana y desobediencia a Dios– que resultó de la
división entre los reinos del norte y del sur en Israel, tras la
apostasía del rey Salomón, nos quedaríamos con dos iglesias, como
reflejo de las tribus del reino del sur, Judá y Benjamín.
Judá fue el cuarto hijo de Lea,
cuyo nombre procede de la reacción de su madre que quiso alabar
a Dios por Judá, mientras que los nombres de sus tres hijos
anteriores eran referencia de su
búsqueda del amor de Jacob. Por su parte Benjamín es el segundo
y último hijo de Raquel, la amada de Jacob, quien murió en el
parto. Ellos son, Judá, los Judíos, de donde viene nuestro Señor
Jesús-Yahshua, y Benjamín, un hermano amado por Judá, quien lo
defendió ante todos cuando José en Egipto gestaba venganza por
haber sido vendido como esclavo. Dos
tribus que van juntas, la del Mesías y la del último hijo.
La iglesia vinculada a Judá es la
Iglesia Mesiánica, y la Iglesia vinculada a Benjamín es la
Iglesia Evangélica (en sus muchas denominaciones). Jerusalén
está en Benjamín, del mismo modo que la Iglesia más cercana a la
primitiva es la Evangélica, donde está el verdadero Evangelio y
el verdadero culto a Dios en Jesucristo, una especie de
Jerusalén itinerante, en la diáspora, hasta que vuelva a Sión
para encontrarse con Yahshua. Judá y Benjamín
eran el reino de sur, como lo son la Iglesia Mesiánica y la
Iglesia Evangélica.
Bien podría la Iglesia tener doce apóstoles u
obispos hoy para tratar y mantener la fe Bíblica, ya que la
manera en que está dividida la población mundial podría
sugerirlo: Jerusalén (Israel), Palestina ("Samaria (Siloh:
Génesis 49:10) y Galilea" y mundo árabe, Irán, Irak, Siria,
Turquía, Emiratos, Saudíes...), Europa, Egipto (y norte de
África), África, India, China (Japón, Corea...) Rusia, Australia
(Filipinas y las islas...) Sudamérica, Estados Unidos, Canadá.
12 culturas básicas.
Pero esta forma de ver la cultura mundial está
lejos de ser una realidad de facto en lo práctico, pues sabemos
que no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad
en las regiones celestes, como decía Pablo a los Efesios en su
carta, en el capítulo seis. Si bien se podría haber honrado al
Señor y mantenido a doce obispos en el mundo, esta forma entra
en conflicto con la de gobierno de muchas iglesias. En fin un
tema sin solución, parece ser, el de la unidad de la Iglesia
universal, dejando de lado el Salmo 133, por amor de nuestro
Señor de todos los cristianos, Jesucristo el Hijo de Dios.
Finalmente lo único que podemos ver que sí está pasando en este,
el último tiempo es que hay dos grupos, a semejanza de las dos
tribus que quedaron en Judá, que están llevando de la mano un
llamado al Evangelio y a la profecía de la Biblia sobre el
último tiempo para la venida de Jesús según Apocalipsis 1:7, y
son la Iglesia Evangélica y los Judíos Mesiánicos, quienes son
considerados por muchos como evangélicos. De doce iglesias
quedan dos, que se conocen como una, la Evangélica. De doce
tribus quedan dos, que se conocen como una Judá. La Iglesia de
Cristo y la Tribu de Cristo. Sólo falta que la Tribu de Cristo
le reciba a Él, pues el vínculo ya está vivo, los Judíos
Mesiánicos, una profecía, la última, que se ha cumplido en la
Iglesia y el Pueblo de Jesucristo.
DOS TRIBUS - DOS
APÓSTOLES - ¿DOS IGLESIAS - DOS PUEBLOS?
Como hemos visto, pues, al final de la separación de Israel en dos
reinos, norte y sur, en el sur quedan dos tribus: Judá y
Benjamín. La Iglesia
también tiene dos Apóstoles que han marcado la evangelización
del mundo por su cantidad de epístolas a las distintas iglesias,
y es relevante saber que precisamente esos dos Apóstoles son de
esas dos tribus, de Judá y de Benjamín, Juan y Pablo. Benjamín es
precisamente la tribu del Apóstol Pablo (Romanos 11:1). Su apostolado ha
sido el más relevante a la Iglesia Gentil, de todas las
naciones, pues ese era su ministerio, que perdura hasta el día
de hoy, hasta el tiempo en que vuelva Jesucristo. Pero tenemos
también la otra tribu, de la que fue nuestro Señor: Judá. Y ¿qué
ministerio o apostolado hay de la tribu de Judá relevante e
influyente en el último tiempo? Hay un apostolado para la tribu
de Judá, se trata de los Judíos Mesiánicos. Pero, de las Tribus quedaron Judá y Benjamín, y
de los Apóstoles hallamos que la mayor relevancia ha sido la
obra de Pablo, que era de la tribu de Benjamín. Lo más seguro es
que a Juan lo podemos vincular con la tribu de Judá por su
parentesco con Jesús, ya que la esposa de Zebedeo era Salomé
(Marcos 15:40, Juan 19:25) la hermana de María la madre de
Jesús, y sabemos que las madres dan la herencia de tribu en
Israel, las cuales eran de la descendencia del rey David, de la
tribu de Judá. Jesús encomendaría a su primo el cuidado de Su
madre, la tía de Juan (Juan 19:26-27).
En los últimos sesenta y seis años, desde la
creación del Estado de Israel, tanto la Iglesia Evangélica, como
el nacimiento de los Judíos Mesiánicos han ido de la mano en la
proclamación de las profecías referentes a los últimos tiempos
para proclamar la venida del Mesías. Sin embargo tanto un grupo
de Judíos antisionistas, como la mayoría de iglesias
tradicionales Católica, Ortodoxa y muchas Protestantes han
defendido el chiliasmo.
Las dos etapas de la historia de la humanidad,
las siguientes a la Iglesia primitiva, la primera la
protagonizaría Pablo, un Apóstol llamado directamente por Jesús.
La segunda viene ya muy pronto al
Fin del
Tiempo de los Gentiles, la cual la protagoniza otra Tribu,
la de Judá. Los Judíos del ultimo tiempo que se convertirían a
Cristo, a Yahshua, son los llamados
Judíos
Mesiánicos.
CONCLUSIÓN
Una es la constante del mensaje
del Espíritu Santo para las 12 Tribus, los 12 Apóstoles y las 12
Iglesias, que nos amemos unos a otros. Éste es el Mandamiento de
Jesucristo, que seamos uno, como el Padre y el Hijo son uno. Que
amemos a Dios sobre todas las cosas, y a nuestro prójimo como a
nosotros mismos. Si seguimos esta regla, a pesar de las
divisiones, cada uno podrá poner su granito de arena para darle
gloria a Dios.
Sabemos que Israel sigue dividido y que muchos
desean unificar en un estado a Judíos, Israelitas, Samaritanos,
Galileos, de los cuales muchos hoy son Palestinos. Pero la clave
es el ejemplo que la Iglesia en sus doce denominaciones sea
capaz de dar en cuanto a unidad –no
me refiero a un ecumenismo del "todo vale"– sino a la unificación del
Evangelio y del amor fraternal entre hermanos. Una historia
relevante nos traen las 12 Tribus, y es la reconciliación de
José con sus hermanos que lo vendieron como esclavo, poniéndole Dios por
señor de Egipto para salvación de Israel en medio de los siete
años de vacas flacas, en Génesis 45.
Todos necesitamos a Jesucristo
como Cabeza y guía de los que Le aman, porque es en Él que la
Iglesia e Israel tienen la solución, la Salvación para vida
eterna en un nuevo mundo. Un ejemplo de unidad, el reflejado en
la unidad de las Tribus bajo David, que deberían hacer las diez
iglesias que están separadas de la Evangélica-Mesiánica para
hacer una sola bajo la Palabra de Dios, y no bajo la tradición
de hombres. Pero las profecías nos hablan de un último evento en
el cual Jesucristo vendrá en las
nubes, con sus santos ángeles y todo ojo Le verá. Será entonces cando la intención de
los corazones de cada uno y sus frutos prevalecerán en aquellos
que un día, recibieron por la fe al Hijo de Dios en las dos
formas de Iglesia que han quedado ante Dios, la Evangélica y la
Mesiánica, ambas pendientes de que las otras diez tribus de la
Iglesia, reconozcan la Palabra de Dios y al Rey de reyes para
unificar los dos reinos en uno bajo en Rey "el hijo de David, en
Hijo de Dios".
Despido este llamado a ser uno
para la gloria de Dios y de Jesucristo con el Texto de una carta
universal, la primera del Apóstol Juan en el capítulo 1:
...Hermanos,
no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que
habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la
palabra que habéis oído desde el principio. 8Sin
embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él
y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz
verdadera ya alumbra. 9El
que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está
todavía en tinieblas. 10El
que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay
tropiezo. 11Pero el que aborrece a su
hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a
dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos... ...15No
améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno
ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16Porque
todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos
de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre,
sino del mundo. 17Y el mundo pasa, y sus deseos;
pero el que hace la voluntad de Dios
permanece para siempre. ¡Amén!
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