144.000
SELLADOS
Apocalipsis nos
habla dos veces de 144.000 siervos de Dios. El primer grupo en el
capítulo 7 describe a los que son sellados en sus frentes por
un ángel que tenía el Sello del Dios Vivo; pero en el capítulo 14
nos habla de otro grupo de 144.000 que tienen el nombre del Cordero
y de Su Padre escrito en la frente, lo que podríamos denominar como
que ya tienen el sello. ¿Serán los mismos los dos grupos,
o se trata de dos grupos distintos en distintas épocas. Son solo de
Israel, Judíos, o
también Gentiles. Es el sello del Dios Vivo, la mente de Cristo, y
el Espíritu Santo?
Recordemos como dato relevante que los
Judíos son los hijos de Judá, así como Manases simboliza a los Gentiles ya que
él fue hijo de José en Egipto, que simboliza un hijo del mundo, hijo de Asenat,
su madre, la esposa egipcia de José. Asenat pues
simboliza la mitad del alma y mente del mundo de José y la educación del mundo
que recibe Manases, no de Jacob aunque por ser nieto de él, hereda bendición
anterior a las tribus y le es dada una parte en Israel. No obstante, hoy Israel
está habitada por los Judíos, que representan a las doce tribus de Israel, y
cuando se habla de Judíos se usa para todo Israel. Esta es de manera tan
relevante la tribu de la que vino el Mesías Yahshua, Jesucristo, el que tienen que recibir
como nación según la profecía.
Veamos
ahora el desarrollo de los Textos Bíblicos:
APOCALIPSIS 7
LOS
144.000 SELLADOS
1Después de esto vi
a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que
detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento
alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. 2Vi
también a otro ángel que subía de donde sale el sol,
y tenía el sello del Dios vivo; y
clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado
el poder de hacer daño a la tierra y al mar, 3diciendo: No hagáis
daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que
hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
4Y oí el número de los sellados: ciento
cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de
Israel. 5De la tribu de Judá, doce mil sellados.
De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de
Gad, doce mil sellados. 6De la tribu de Aser, doce mil
sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De
la tribu de Manasés, doce mil sellados. 7De la tribu de
Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil
sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados. 8De
la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de
José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil
sellados.
No hacer daño a la tierra
hasta que sean sellados, nos transporta a un tiempo
anterior al fin, cuando la tierra y el mar van a sufrir
daño por los cuatro ángeles. El sello es necesario para
que no sean destruidos, del mismo modo que lo fueron en
Egipto cuando la plaga de los primogénitos. Si entonces
hizo falta la sangre del cordero de la Pascua, ahora
también, pero esta vez la sangre del Cordero eterno, el
Hijo de Dios, la fe en la sangre de Yahshua para
redención de las almas. Este es el sello, el nuevo
nacimiento del Espíritu Santo que nos da la fe en
Cristo. Esto es lo que reciben los 144.000 de las 12
tribus del primer grupo.
Doce mil de cada
tribu: La cifra 1.000, representa la multitud de la
generación que prometió el Señor a Abraham, Isaac y
Jacob, que es Israel. De aquí que hoy si yo soy descendiente
espiritual por la fe, que es la verdadera descendencia y
no la de la carne, soy constituido uno del pueblo de
Dios. Esto es para cumplir la profecía de Malaquías cuando
habla de que el corazón de los padres se volverá a los
hijos y el de los hijos a los padres. Los padres son los
patriarcas y los hijos la descendencia de la fe; hoy
todo el que ama a Dios y tiene Su Espíritu y la mente de
Cristo.
Este grupo de doce tribus se nos
presenta, como he dicho antes, previo a una situación que bien parece ser apocalíptica, en el sentido
mas usado, aunque incorrecto del tiempo final del mundo, y si estos son Judíos,
han de ser de ese ultimo tiempo, y por lo tanto los que forman parte de la
restauración de Israel como profecía cumplida, esto es Mesiánicos, Judíos que
anuncian a Jesucristo como el Mesías. Estos ya están aquí en el siglo XXI como
Mesiánicos.
En el capítulo 7, los cuatro ángeles que
podían hacer daño a la tierra y al mar y a los árboles, son parados por un
quinto ángel que parece tener autoridad sobre ellos, hasta que él haya sellado a
este primer grupo de 144.000 que son 12.000 de cada una de las doce tribus
mencionadas aquí, que no son las mismas tribus de los hijos de Israel, ni las que
heredan la tierra de la mano de Josué, lo cual veremos en un cuadro al final,
comparando tres grupos de 12 tribus, en primer lugar los doce hijos de Jacob, en
segundo las doce tribus que heredan la tierra y en tercer lugar las doce tribus
que componen los 144.000 sellados.
El otro grupo del capítulo 14 son
presentados con el Cordero estando con Él en el monte de Sión, no se menciona,
como en el primer grupo a la multitud incontable, vestida de ropas blancas que
veremos a continuación y que tiene un significado espiritual.
La multitud vestida de ropas blancas
9Después de esto miré, y he aquí una
gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones
y tribus y pueblos y lenguas, que
estaban delante del trono y en la presencia
del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
10y clamaban a gran voz, diciendo: La
salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y
al Cordero. 11Y todos los ángeles estaban en pie
alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres
vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y
adoraron a Dios, 12diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la
sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la
fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
13Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome:
Estos que están vestidos de ropas blancas,
¿quiénes son, y de dónde han venido? 14Yo le dije: Señor,
tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los
que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las
han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15Por esto
están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su
templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su
tabernáculo sobre ellos. 16Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol
no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; 17porque el Cordero
que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a
fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos
de ellos.
Este Texto es el
que sigue tras narrar a los sellados y continúa con la multitud vestida de ropas blancas.
La interpretación
podría ser que se salvan 144.000
que son todos los que se
salvan de Israel del Antiguo Testamento, pero esa
interpretación literal dejaría fuera a Abraham, a Isaac y a Jacob y a los
demás antecesores, porque no eran de ninguna tribu, y además las tribus
que aquí se mencionan no son los doce hijos de Jacob, pues Manases no es
hijo de Jacob, una tribu y sin
embargo aparece, y nadie de Dan se salvaría, como el caso de Sansón
nazareo.
Manases es el
hijo de José en Egipto con su esposa egipcia,
lo cual hemos vista al comienzo y representa a los hijos de Dios que nacen en
Egipto, el sistema
del mundo, los Gentiles que son las
naciones que no son Israel, la multitud de las naciones que no son
herederos de Israel por la carne, sino de la
descendencia de las demás naciones, representadas por
Egipto como el mundo. El otro hijo de
José en Egipto es Efraín, que aunque también recibió tierra, no se encuentra en
este grupo. Esto es porque sus dos hijos representan las dos opciones que tiene
una persona en cuanto a su actitud ante Dios, la de creer y obedecer o la de
revelarse. Es pues Dan a Israel lo que Efraín a los Gentiles.
La gran
multitud
que
nadie
puede
contar,
a priori podríamos decir que son los
Gentiles que se salvan.
En realidad vuelve a representar a
todos los que son salvos, es decir a los que han sido redimidos por Dios por la
fe en el sacrificio de su Hijo, quien anunció en el Seol su
victoria sobre el pecado y la muerte, para toda la humanidad de todo tiempo y
procedencia, sean estos Judíos o Gentiles, pues esta multitud incontable es de
todas las naciones, incluido Israel, que como las demás reciben vestiduras
blancas, la sangre de Cristo que nos limpia de pecado. Porqué hago esta afirmación, porque
el Texto dice que son ...de
todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que
estaban delante del trono y en la presencia
del Cordero, vestidos de ropas blancas...
Y por su puesto no vamos a decir que la nación de Israel, la física, no es parte
de todas las naciones que están delante del trono del Cordero, porque para eso
mismo han sido sellados con el Espíritu Santo para recibir la mente de Cristo,
la fe en la obra redentora en la cruz para su salvación como la de cualquier
otro ser humano de cualquier nación.
APOCALIPSIS 14
1Después miré, y he
aquí el Cordero estaba en pie sobre el
monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el
nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. 2Y oí
una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de
un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus
arpas. 3Y cantaban un cántico nuevo
delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de
los ancianos; y nadie podía aprender el
cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron
redimidos de entre los de la tierra. 4Estos son los que
no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que
siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de
entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; 5y en
sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del
trono de Dios.
Hay un dato
que aporta luz ante la pregunta de si son los mismos los dos grupos
o son distintos, y es que el segundo grupo de
144.000 de Apocalipsis 14 nos revela que tienen el nombre del
Cordero, además del de Su Padre escrito en la frente. Si bien los
Cristianos Gentiles de la era post Nuevo Testamentaria tenemos la
mente de Cristo, y los Israelíes del Antiguo Testamento han sido
sellados en sus mentes también con la fe en Yahshua el Mesías, simbolizada
por la frente donde está escrito Su nombre, esto es, que ya le conocen, que
tienen la mente de Cristo, como primicias bien pueden ser un grupo
formado por Cristianos de todas las naciones y también Judíos y
de las demás tribus Israelitas.
En este punto
conviene recordar la profecía sobre la restauración de Israel, de
los Judíos en cuanto a recibir a Yahshua, Jesucristo, el Mesías que
no recibieron como nación. Esto nos llevaría a un grupo de Judíos
del último tiempo, que aunque ya estén entre nosotros, no han sido
aún llamados como tales. Este segundo grupo,
distingo del primero del capítulo 7, es el resultado de multiplicar a
Judíos y Gentiles bajo la unción de Jesucristo. Lo que podríamos
obtener de multiplicar las doce tribus por los doce apóstoles. Algo
que está simbolizado en la descripción de la nueva Jerusalén del
capítulo 21 cuando nos dice la Escritura que la ciudad tiene doce
cimientos que son los doce apóstoles, pues tienen sus nombres, y son
simbolizados por doce piedras preciosas, así
como las doce puertas del muro tienen los nombres de las doce tribus
de Israel, simbolizadas por doce perlas. Aunque la puerta es Cristo,
estas doce puertas con los nombres de estas doce tribus, son de
aquellos que ahora tienen el sello de la fe en Aquel que es la
Puerta, lo que significa que las doce puertas proclaman el mensaje
de los doce cimientos, el Evangelio predicado por la nación de
Israel de los 144.000 para que el que pretenda tener acceso a la
nueva Jerusalén solo pueda acceder si conoce a Yahshua, el Mesías
Jesucristo, sea de Israel o Gentil.
Con la nueva Jerusalén en
mente, podemos aportar mas simbología de riqueza interpretativa y
espiritual, ya que la ciudad tiene tres medidas
y está establecida en cuadro; la longitud, la
altura y la anchura y cada una 12.000 estadios. La longitud
representa el camino recorrido del pueblo de Dios durante la
historia, esto es todo lo que hemos recorrido desde el prime
creyente hasta el último. La anchura representa todas naciones que
han creído, todas las almas. La altura representa la conexión con
Dios de todos los que han sido, somos y serán pueblo de Dios,
durante toda la historia por la oración.
Esta preciosa
simbología nos revela que la nueva Jerusalén está construida sobre
el Evangelio que nos da acceso, por limpiarnos de pecado en la Sangre
del Cordero, para entrar por las doce puertas, tres a cada
orientación, por donde entrarán todas las naciones de la tierra.
4x3=12. Y el muro, leemos que tiene 144 codos.
La nueva Jerusalén, dice el
ángel a Juan que es la desposada. Sabemos que nuestra alma y todo el
Israel de Dios, la Iglesia, juntos, somos la desposada, es decir, la
nueva Jerusalén, sí, nosotros somos la esposa del Hijo de Dios y
vendremos desde el cielo, con Él. En ella no hay templo, porque el
Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella y el Cordero, y esto
también simboliza
nuestra alma, como templo del Dios Vivo.
Los segundos 144.000 son aquellos que
aprenden el significado que viene del
cielo de los que cantan un cántico nuevo, como el de Abraham. No
siguiendo a hombres, ni a sus
tradiciones, sino siguiendo a Dios y yendo con
el Cordero por donde quiera que va
compartiendo el Evangelio por amor al
prójimo. Depende de cada uno que haya
sido llamado seguir el camino de Cristo y entrar por la
puerta estrecha, para ser pueblo de Dios.
Dice
en
el
texto
de
Apocalipsis
14:4
que
estos
son
vírgenes
porque
no
se
contaminaron
con
mujeres. Cuando uno nace de nuevo, nueva criatura es, y
por lo tanto virgen, al entregarse a Cristo, la vida
espiritual falsa anterior desaparece y nos convertimos
en vírgenes, esposa de Cristo, simbolizadas en la
parábola de las 10 vírgenes; ahora bien, sírvanos la
parábola para ser de las cinco prudentes que tenían
aceite en sus lámparas, sus almas, por su sacerdocio de
oración, predicación y servicio del alma a Dios y a los
hermanos. Esta virginidad representa la pureza espiritual del alma, y
significa
que
cuando
recibimos al
Mesías, nos hemos entregado
completamente
y
como
nunca
antes,
ni
por
persona,
ni
por
religión.
Si la virginidad fuese literal, como algunos pronuncian,
Pedro, columna de la Iglesia no sería contado, pues
conocemos sobre su suegra en el evangelio. En
otros
textos
podemos
ver
como
se
nos
compara
a
una
virgen
preparada
para
el
Señor:
Mateo
25:1,
2Corintios
11:2.
Las primicias,
como se denomina al segundo grupo del Cáp. 14 significa
espiritualmente lo mismo que la virginidad del alma que
hemos visto antes. Los primeros frutos, son en realidad
la simiente de la fe de toda la multitud incontable de
todas las naciones, incluida Israel por haber creído en
Jesucristo.
CONCLUSIÓN:
12.000 X 12 = 144.000
Espiritualmente hablando pues, viene
de multiplicar las doce tribus de Israel por los doce
Apóstoles, o los que son salvos del
Antiguo
Testamento y los que son salvos
del Nuevo Testamento. La confirmación de que en
estas
dos dinastías se encuentra el linaje
escogido del Pueblo de Dios, una
nación santa de reyes y sacerdotes, durante la historia
de la humanidad que ha caminado de la mano de Dios. Los Judíos
que llevaron la Ley de Dios, y los Apóstoles que
llevaron el mensaje de la salvación a todas las
naciones, para confirmar que el Antiguo
Pacto también
estaba abierto a las naciones de su época. Con lo que
toda la humanidad encuentra salvación en El Evangelio,
al creer en el Salvador que cumple la Ley de Dios,
para que por la fe seamos salvos, todos los que crean en
Él, de todas las naciones de la Tierra: La descendencia
de Abraham que le fue prometida por Dios.
Hemos visto pues, que la
nación de Israel literal era sellada con la fe en Jesucristo
para entrar a formar parte en la multitud incontable de
los vestidos con ropas blancas y con palmas en las
manos, que simboliza a los que decías: ...bendito El
que vienen en nombre del Señor... porque ellos no lo
recibieron entonces con palmas en las manos, pero en el
último tiempo lo reciben como nación. Del mismo modo que los
Gentiles somos hechos parte del Israel literal por la
tribu de Manases, el hijo de José en Egipto que
simboliza la obediencia en el Dios de su padre, el Dios
de Abraham, de Isaac y de Jacob, en contraposición con
el comportamiento de rebeldía de Efraín, que finalmente
es desechado.
Hay
varias sectas
que
interpretan
que
los
144.000
y sus
12
tribus representantes
actuales son herederos de
la
congregación
verdadera, que por su puesto es la suya,
del mismo
modo que Roma enseña la sucesión papal. Su interpretación en cada caso solo sirve
para justificar sus doctrinas de hombres e imponerlas a sus seguidores que las
creen, sin tener en cuenta la Biblia, ya que imponen la
tradición sobre Ésta, faltando a la verdad de Cristo.
El segundo grupo de 144.000 nos da la
clave de la interpretación, porque espiritualmente, primero no menciona ninguna
tribu, segundo nos dice el Texto que tienen el nombre del Cordero y de su Padre
en la frente esto es el sello del Dios vivo, YHWH o su simbología para el Texto en
cuestión, es decir que son los que en su mente y en su alma han creído en Yahshua,
Jesucristo y Yahweh Padre, o sea una fe Mesiánica, la única que unifica en un
solo pueblo llamado Israel de Dios, a los Judíos y a los Gentiles, los 144.000
que están con el Cordero en Sión, son pues los herederos de toda la obra que
Dios ha hecho y que desde el Calvario da una nación que está simbolizada en
Abraham, padre de Judíos y Gentiles, de todas las naciones de la tierra, doce
mil por doce, la multitud que hereda la bendición de las doce tribus y de
los doce apóstoles, todas las almas de todas las personas que se salvan por la
obra redentora de Cristo en la Cruz.
Por lo tanto todos los Cristianos, seamos Gentiles
como Judíos como de las otras tribus de Israel, seamos de la nación que seamos,
lo que hace que seamos siervos del Dios Vivo, lo que nos da entrada en la nación
de Dios, lo que nos concede la ciudadanía de la nueva Jerusalén que viene del
cielo, es el sello en nuestra mente del nombre de YHWH que nos da la fe que
salva nuestra alma, naciendo de nuevo del Espíritu Santo y nos convierte en
vírgenes para las bodas del Cordero. Bienvenido a la ciudadanía del pueblo de
Dios. Bienaventurados los que han recibido al fe en el Cordero, el Hijo de Dios
vivo. ¿Y Ud. tienen ya el sello del Dios vivo en su frente? ¿Cree en el Hijo de
Dios? Pues compre el aceite de la unción de Dios para que su lámpara no se
apague, porque el Esposo viene en breve. Yahweh les bendiga.
CUADRO COMPARATIVO DE LAS DINASTÍAS DE LOS TRES GRUPOS DE 12 TRIBUS DE
ISRAEL:
GÉNESIS
49:
Juntaos
y
oíd,
hijos
de
Jacob,
y
escuchad
a
vuestro
padre
Israel.
3
Rubén,
tú
eres
mi
primogénito,
mi
fortaleza,
y
el
principio
de
mi
vigor;
Principal
en
dignidad,
principal
en
poder.4
Impetuoso
como
las
aguas,
no
serás
el
principal,
por
cuanto
subiste
al
lecho
de
tu
padre;
Entonces
te
envileciste,
subiendo
a
mi
estrado.
5
Simeón
y
Leví
son
hermanos;
Armas
de
iniquidad
sus
armas.6
En
su
consejo
no
entre
mi
alma,
ni
mi
espíritu
se
junte
en
su
compañía.
Porque
en
su
furor
mataron
hombres,
y
en
su
temeridad
desjarretaron
toros.7
Maldito
su
furor,
que
fue
fiero;
y
su
ira,
que
fue
dura.
Yo
los
apartaré
en
Jacob,
y
los
esparciré
en
Israel.
8
Judá,
te
alabarán
tus
hermanos; Tu mano en la cerviz de tus enemigos; Los hijos
de tu padre se inclinarán a ti. 9
Cachorro
de
león,
Judá;
De
la
presa
subiste,
hijo
mío.
Se
encorvó,
se
echó
como
león,
así
como
león
viejo:
¿quién
lo
despertará?
10
No
será
quitado
el
cetro
de
Judá,
ni
el
legislador
de
entre
sus
pies,
hasta
que
venga
Siloh;
Y
a
él
se
congregarán
los
pueblos.
11
Atando
a
la
vid
su
pollino,
y
a
la
cepa
el
hijo
de
su
asna,
lavó
en
el
vino
su
vestido,
y
en
la
sangre
de
uvas
su
manto.
12
Sus
ojos,
rojos
del
vino,
y
sus
dientes
blancos
de
la
leche.
13
Zabulón
en
puertos
de
mar
habitará;
será
para
puerto
de
naves,
y
su
límite
hasta
Sidón.
14
Isacar,
asno
fuerte
que
se
recuesta
entre
los
apriscos;
15
Y
vio
que
el
descanso
era
bueno,
y
que
la
tierra
era
deleitosa;
Y
bajó
su
hombro
para
llevar,
y
sirvió
en
tributo.
16
Dan
juzgará
a
su
pueblo,
como
una
de
las
tribus
de
Israel.
17
Será
Dan
serpiente
junto
al
camino,
víbora
junto
a
la
senda,
que
muerde
los
talones
del
caballo,
y
hace
caer
hacia
atrás
al
jinete.
18
Tu
salvación
esperé,
oh
Yahweh.
19
Gad,
ejército
lo
acometerá;
mas
él
acometerá
al
fin.
20
El
pan
de
Aser
será
substancioso,
y
él
dará
deleites
al
rey.
21
Neftalí,
cierva
suelta,
que
pronunciará
dichos
hermosos.
22
Rama
fructífera
es
José,
rama
fructífera
junto
a
una
fuente,
cuyos
vástagos
se
extienden
sobre
el
muro.
23
Le
causaron
amargura,
le
asaetearon,
y
le
aborrecieron
los
arqueros;
24
Mas
su
arco
se
mantuvo
poderoso,
y
los
brazos
de
sus
manos
se
fortalecieron
por
las
manos
del
Fuerte
de
Jacob
(Por
el
nombre
del
Pastor,
la
Roca
de
Israel),
25
Por
el
Dios
de
tu
padre,
el
cual
te
ayudará,
por
el
Dios
Omnipotente,
el
cual
te
bendecirá
con
bendiciones
de
los
cielos
de
arriba,
con
bendiciones
del
abismo
que
está
abajo,
con
bendiciones
de
los
pechos
y
del
vientre.
26
Las
bendiciones
de
tu
padre
fueron
mayores
que
las
bendiciones
de
mis
progenitores;
Hasta
el
término
de
los
collados
eternos
serán
sobre
la
cabeza
de
José,
y
sobre
la
frente
del
que
fue
apartado
de
entre
sus
hermanos.
27
Benjamín
es
lobo
arrebatador;
a
la
mañana
comerá
la
presa,
y
a
la
tarde
repartirá
los
despojos.
|
|
JOSUÉ
13:
14 Pero
a
la
tribu
de
Leví
no
dio
heredad;
los
sacrificios
de
Yahweh
Dios
de
Israel
son
su
heredad,
como
él
les
había
dicho.
15 Dio,
pues,
Moisés
a
la
tribu
de
los
hijos
de
Rubén
conforme
a
sus
familias...
24 Dio
asimismo
Moisés
a
la
tribu
de
Gad,
a
los
hijos
de
Gad,
conforme
a
sus
familias.
29 También
dio
Moisés
heredad
a
la
media
tribu
de
Manasés;
y
fue
para
la
media
tribu
de
los
hijos
de
Manasés,
conforme
a
sus
familias.
32Esto
es
lo
que
Moisés
repartió
en
heredad
en
los
llanos
de
Moab,
al
otro
lado
del
Jordán
de
Jericó,
al
oriente.
33Mas
a
la
tribu
de
Leví
no
dio
Moisés
heredad;
Yahweh
Dios
de
Israel
es
la
heredad
de
ellos,
como
él
les
había
dicho.
JOSUÉ
14:
1 Esto,
pues,
es
lo
que
los
hijos
de
Israel
tomaron
por
heredad
en
la
tierra
de
Canaán,
lo
cual
les
repartieron
el
sacerdote
Eleazar,
Josué
hijo
de
Nun,
y
los
cabezas
de
los
padres
de
las
tribus
de
los
hijos
de
Israel.
2Por
suerte
se
les
dio
su
heredad,
como
Yahweh
había
mandado
a
Moisés
que
se
diera
a
las
nueve
tribus
y
a
la
media
tribu.
3Porque
a
las
dos
tribus
y
a
la
media
tribu
les
había
dado
Moisés
heredad
al
otro
lado
del
Jordán;
mas
a
los
levitas
no
les
dio
heredad
entre
ellos.
4Porque
los
hijos
de
José
fueron
dos
tribus,
Manases
y
Efraín;
y
no
dieron
parte
a
los
levitas
en
la
tierra
sino
ciudades
en
que
morasen,
con
los
ejidos
de
ellas
para
sus
ganados
y
rebaños.
5De
la
manera
que
Yahweh
lo
había
mandado
a
Moisés,
así
lo
hicieron
los
hijos
de
Israel
en
el
repartimiento
de
la
tierra.
JOSUÉ
18:
11Y
se
sacó
la
suerte
de
la
tribu
de
los
hijos
de
Benjamín
conforme
a
sus
familias;
JOSUÉ
19:
1 La
segunda
suerte
tocó
a
Simeón,
para
la
tribu
de
los
hijos
de
Simeón
conforme
a
sus
familias
10La
tercera
suerte
tocó
a
los
hijos
de
Zabulón
conforme
a
sus
familias
17La
cuarta
suerte
correspondió
a
Isacar,
a
los
hijos
de
Isacar
conforme
a
sus
familias.
24La
quinta
suerte
correspondió
a
la
tribu
de
los
hijos
de
Aser
conforme
a
sus
familias.
32La
sexta
suerte
correspondió
a
los
hijos
de
Neftalí
conforme
a
sus
familias.
40La
séptima
suerte
correspondió
a
la
tribu
de
los
hijos
de
Dan
conforme
a
sus
familias.
Es importante
ver que la profecía de Jacob sobre sus hijos y en
especial sobre Dan, hace más de 3.500 años se cumple en
la revelación de Juan, el Apocalipsis, 1.500 años mas
tarde. El que tenga oídos para oír, oiga. |
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Apocalipsis 7:
1 Después
de
esto
vi
a
cuatro
ángeles
en
pie
sobre
los
cuatro
ángulos
de
la
tierra,
que
detenían
los
cuatro
vientos
de
la
tierra,
para
que
no
soplase
viento
alguno
sobre
la
tierra,
ni
sobre
el
mar,
ni
sobre
ningún
árbol.
2Vi
también
a
otro
ángel
que
subía
de
donde
sale
el
sol,
y
tenía
el
sello
del
Dios
vivo;
y
clamó
a
gran
voz
a
los
cuatro
ángeles,
a
quienes
se
les
había
dado
el
poder
de
hacer
daño
a
la
tierra
y
al
mar,
3diciendo:
No
hagáis
daño
a
la
tierra,
ni
al
mar,
ni
a
los
árboles,
hasta
que
hayamos
sellado
en
sus
frentes
a
los
siervos
de
nuestro
Dios.
4Y
oí
el
número
de
los
sellados:
ciento
cuarenta
y
cuatro
mil
sellados
de
todas
las
tribus
de
los
hijos
de
Israel.
Este
sello,
no
puede
ser
otro
que
la
salvación
en
Cristo,
la
mente
de
Cristo.
Estas
tribus
son
de
todas
las
naciones
de
la
tierra,
porque
Abrahán
es
el
padre
de
todas
las
naciones.
5De
la
tribu
de
Judá,
doce
mil
sellados. (Los
Judíos. La
tribu
de
Cristo)
De
la
tribu
de
Rubén,
doce
mil
sellados. (El
Primogénito)
De
la
tribu
de
Gad,
doce
mil
sellados.
(La
batalla
contra
los
Judíos,
pero
vencerán
cuando
proclamen
a
Yahshua)
6De
la
tribu
de
Aser,
doce
mil
sellados. (El
pan
de
la
Palabra
de
Dios)
De
la
tribu
de
Neftalí,
doce
mil
sellados. (La
Alabanza)
De
la
tribu
de
Manasés,
doce
mil
sellados.
(Hijo
de
José,
Los
gentiles
desde,
Egipto)
7De
la
tribu
de
Simeón,
doce
mil
sellados. (Emparejado
con
Leví
por
su
padre
en
la
profecía. Hay dos sacerdocios)
De
la
tribu
de
Leví,
doce
mil
sellados. (El
Sacerdocio
de
la
Ley y del Evangelio:
Isaías 66:19 Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no
oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones.
20Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a
Yahweh, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo
monte de Jerusalén, dice Yahweh, al modo que los hijos de Israel traen la
ofrenda en utensilios limpios a la casa de Yahweh. 21Y tomaré también de ellos
para sacerdotes y levitas, dice Yahweh.)
De
la
tribu
de
Isacar,
doce
mil
sellados.
(Asno fuerte, lleva
carga en los apriscos, al borde del abismo, cerca del cielo
lleva su carga)
8De
la
tribu
de
Zabulón,
doce
mil
sellados. (Para
puerto de naves hasta Sidón, que junto con Tiro recibían
naves de Tarsis, las mejores materias primas del mundo para
el templo de Jerusalén, hasta donde llegó Pablo)
De
la
tribu
de
José,
doce
mil
sellados. (El
hijo que creyó muerto y que Dios puso por cabeza de sus
hermanos, que le aborrecieron, para salvarles la vida ante
la hambruna. Los
hijos
amados
de
Raquel, José y Benjamín)
De
la
tribu
de
Benjamín,
doce
mil
sellados. (El más
pequeño de los doce hijos de Jacob y su consuelo cuando
creyó muerto a José, hijos de su amada Raquel que murió en
su alumbramiento, lo que le convirtió en la única esperanza
y consuelo de Jacob en su angustia, hasta recuperar a José)
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