PROVERBIO
1
Motivo
de
los
proverbios
1 Los
proverbios
de
Salomón,
hijo
de
David,
rey
de
Israel.
2
Para
entender
sabiduría
y
doctrina,
Para
conocer
razones
prudentes,
3
Para
recibir
el
consejo
de
prudencia,
Justicia,
juicio
y
equidad;
4
Para
dar
sagacidad
a
los
simples,
Y
a
los
jóvenes
inteligencia
y
cordura.
5
Oirá
el
sabio,
y
aumentará
el
saber,
Y
el
entendido
adquirirá
consejo,
6
Para
entender
proverbio
y
declaración,
Palabras
de
sabios,
y
sus
dichos
profundos.
7
El
principio
de
la
sabiduría
es
el
temor
de
Yahweh;
Los
insensatos
desprecian
la
sabiduría
y
la
enseñanza.
Amonestaciones
de
la
Sabiduría
8
Oye,
hijo
mío,
la
instrucción
de
tu
padre,
Y
no
desprecies
la
dirección
de
tu
madre;
9
Porque
adorno
de
gracia
serán
a
tu
cabeza,
Y
collares
a
tu
cuello.
10
Hijo
mío,
si
los
pecadores
te
quisieren
engañar,
No
consientas.
11
Si
dijeren:
Ven
con
nosotros;
Pongamos
asechanzas
para
derramar
sangre,
Acechemos
sin
motivo
al
inocente;
12
Los
tragaremos
vivos
como
el
Seol,
Y
enteros,
como
los
que
caen
en
un
abismo;
13
Hallaremos
riquezas
de
toda
clase,
Llenaremos
nuestras
casas
de
despojos;
14
Echa
tu
suerte
entre
nosotros;
Tengamos
todos
una
bolsa.
15
Hijo
mío,
no
andes
en
camino
con
ellos.
Aparta
tu
pie
de
sus
veredas,
16
Porque
sus
pies
corren
hacia
el
mal,
Y
van
presurosos
a
derramar
sangre.
17
Porque
en
vano
se
tenderá
la
red
Ante
los
ojos
de
toda
ave;
18
Pero
ellos
a
su
propia
sangre
ponen
asechanzas,
Y
a
sus
almas
tienden
lazo.
19
Tales
son
las
sendas
de
todo
el
que
es
dado
a
la
codicia,
La
cual
quita
la
vida
de
sus
poseedores.
20
La
sabiduría
clama
en
las
calles,
Alza
su
voz
en
las
plazas;
21
Clama
en
los
principales
lugares
de
reunión;
En
las
entradas
de
las
puertas
de
la
ciudad
dice
sus
razones.
22
¿Hasta
cuándo,
oh
simples,
amaréis
la
simpleza,
Y
los
burladores
desearán
el
burlar,
Y
los
insensatos
aborrecerán
la
ciencia?
23
Volveos
a
mi
reprensión;
He
aquí
yo
derramaré
mi
espíritu
sobre
vosotros,
Y
os
haré
saber
mis
palabras.
24
Por
cuanto
llamé,
y
no
quisisteis
oír,
Extendí
mi
mano,
y
no
hubo
quien
atendiese,
25
Sino
que
desechasteis
todo
consejo
mío
Y
mi
reprensión
no
quisisteis,
26
También
yo
me
reiré
en
vuestra
calamidad,
Y
me
burlaré
cuando
os
viniere
lo
que
teméis;
27
Cuando
viniere
como
una
destrucción
lo
que
teméis,
Y
vuestra
calamidad
llegare
como
un
torbellino;
Cuando
sobre
vosotros
viniere
tribulación
y
angustia.
28
Entonces
me
llamarán,
y
no
responderé;
Me
buscarán
de
mañana,
y
no
me
hallarán.
29
Por
cuanto
aborrecieron
la
sabiduría,
Y
no
escogieron
el
temor
de
Yahweh,
30
Ni
quisieron
mi
consejo,
Y
menospreciaron
toda
reprensión
mía,
31
Comerán
del
fruto
de
su
camino,
Y
serán
hastiados
de
sus
propios
consejos.
32
Porque
el
desvío
de
los
ignorantes
los
matará,
Y
la
prosperidad
de
los
necios
los
echará
a
perder;
33
Mas
el
que
me
oyere,
habitará
confiadamente
Y
vivirá
tranquilo,
sin
temor
del
mal.
PROVERBIO
2
Excelencias
de
la
sabiduría
1
Hijo
mío,
si
recibieres
mis
palabras,
Y
mis
mandamientos
guardares
dentro
de
ti,
2
Haciendo
estar
atento
tu
oído
a
la
sabiduría;
Si
inclinares
tu
corazón
a
la
prudencia,
3
Si
clamares
a
la
inteligencia,
Y
a
la
prudencia
dieres
tu
voz;
4
Si
como
a
la
plata
la
buscares,
Y
la
escudriñares
como
a
tesoros,
5
Entonces
entenderás
el
temor
de
Yahweh,
Y
hallarás
el
conocimiento
de
Dios.
6
Porque
Yahweh
da
la
sabiduría,
Y
de
su
boca
viene
el
conocimiento
y
la
inteligencia.
7
El
provee
de
sana
sabiduría
a
los
rectos;
Es
escudo
a
los
que
caminan
rectamente.
8
Es
el
que
guarda
las
veredas
del
juicio,
Y
preserva
el
camino
de
sus
santos.
9
Entonces
entenderás
justicia,
juicio
Y
equidad,
y
todo
buen
camino.
10
Cuando
la
sabiduría
entrare
en
tu
corazón,
Y
la
ciencia
fuere
grata
a
tu
alma,
11
La
discreción
te
guardará;
Te
preservará
la
inteligencia,
12
Para
librarte
del
mal
camino,
De
los
hombres
que
hablan
perversidades,
13
Que
dejan
los
caminos
derechos,
Para
andar
por
sendas
tenebrosas;
14
Que
se
alegran
haciendo
el
mal,
Que
se
huelgan
en
las
perversidades
del
vicio;
15
Cuyas
veredas
son
torcidas,
Y
torcidos
sus
caminos.
16
Serás
librado
de
la
mujer
extraña,
De
la
ajena
que
halaga
con
sus
palabras,
17
La
cual
abandona
al
compañero
de
su
juventud,
Y
se
olvida
del
pacto
de
su
Dios.
18
Por
lo
cual
su
casa
está
inclinada
a
la
muerte,
Y
sus
veredas
hacia
los
muertos;
19
Todos
los
que
a
ella
se
lleguen,
no
volverán,
Ni
seguirán
otra
vez
los
senderos
de
la
vida.
20
Así
andarás
por
el
camino
de
los
buenos,
Y
seguirás
las
veredas
de
los
justos;
21
Porque
los
rectos
habitarán
la
tierra,
Y
los
perfectos
permanecerán
en
ella,
22
Mas
los
impíos
serán
cortados
de
la
tierra,
Y
los
prevaricadores
serán
de
ella
desarraigados.
PROVERBIO
3
1
Hijo
mío,
no
te
olvides
de
mi
ley,
Y
tu
corazón
guarde
mis
mandamientos;
2
Porque
largura
de
días
y
años
de
vida
Y
paz
te
aumentarán.
3
Nunca
se
aparten
de
ti
la
misericordia
y
la
verdad;
Atalas
a
tu
cuello,
Escríbelas
en
la
tabla
de
tu
corazón;
4
Y
hallarás
gracia
y
buena
opinión
Ante
los
ojos
de
Dios
y
de
los
hombres.
5
Fíate
de
Yahweh
de
todo
tu
corazón,
Y
no
te
apoyes
en
tu
propia
prudencia.
6
Reconócelo
en
todos
tus
caminos,
Y
él
enderezará
tus
veredas.
7
No
seas
sabio
en
tu
propia
opinión;
Teme
a
Yahweh,
y
apártate
del
mal;
8
Porque
será
medicina
a
tu
cuerpo,
Y
refrigerio
para
tus
huesos.
9
Honra
a
Yahweh
con
tus
bienes,
Y
con
las
primicias
de
todos
tus
frutos;
10
Y
serán
llenos
tus
graneros
con
abundancia,
Y
tus
lagares
rebosarán
de
mosto.
11
No
menosprecies,
hijo
mío,
el
castigo
de
Yahweh,
Ni
te
fatigues
de
su
corrección;
12
Porque
Yahweh
al
que
ama
castiga,
Como
el
padre
al
hijo
a
quien
quiere.
13
Bienaventurado
el
hombre
que
halla
la
sabiduría,
Y
que
obtiene
la
inteligencia;
14
Porque
su
ganancia
es
mejor
que
la
ganancia
de
la
plata,
Y
sus
frutos
más
que
el
oro
fino.
15
Más
preciosa
es
que
las
piedras
preciosas;
Y
todo
lo
que
puedes
desear,
no
se
puede
comparar
a
ella.
16
Largura
de
días
está
en
su
mano
derecha;
En
su
izquierda,
riquezas
y
honra.
17
Sus
caminos
son
caminos
deleitosos,
Y
todas
sus
veredas
paz.
18
Ella
es
árbol
de
vida
a
los
que
de
ella
echan
mano,
Y
bienaventurados
son
los
que
la
retienen.
19
Yahweh
con
sabiduría
fundó
la
tierra;
Afirmó
los
cielos
con
inteligencia.
20
Con
su
ciencia
los
abismos
fueron
divididos,
Y
destilan
rocío
los
cielos.
21
Hijo
mío,
no
se
aparten
estas
cosas
de
tus
ojos;
Guarda
la
ley
y
el
consejo,
22
Y
serán
vida
a
tu
alma,
Y
gracia
a
tu
cuello.
23
Entonces
andarás
por
tu
camino
confiadamente,
Y
tu
pie
no
tropezará.
24
Cuando
te
acuestes,
no
tendrás
temor,
Sino
que
te
acostarás,
y
tu
sueño
será
grato.
25
No
tendrás
temor
de
pavor
repentino,
Ni
de
la
ruina
de
los
impíos
cuando
viniere,
26
Porque
Yahweh
será
tu
confianza,
Y
él
preservará
tu
pie
de
quedar
preso.
27
No
te
niegues
a
hacer
el
bien
a
quien
es
debido,
Cuando
tuvieres
poder
para
hacerlo.
28
No
digas
a
tu
prójimo:
Anda,
y
vuelve,
Y
mañana
te
daré,
Cuando
tienes
contigo
qué
darle.
29
No
intentes
mal
contra
tu
prójimo
Que
habita
confiado
junto
a
ti.
30
No
tengas
pleito
con
nadie
sin
razón,
Si
no
te
han
hecho
agravio.
31
No
envidies
al
hombre
injusto,
Ni
escojas
ninguno
de
sus
caminos.
32
Porque
Yahweh
abomina
al
perverso;
Mas
su
comunión
íntima
es
con
los
justos.
33
La
maldición
de
Yahweh
está
en
la
casa
del
impío,
Pero
bendecirá
la
morada
de
los
justos.
34
Ciertamente
él
escarnecerá
a
los
escarnecedores,
Y
a
los
humildes
dará
gracia.
35
Los
sabios
heredarán
honra,
Mas
los
necios
llevarán
ignominia.
PROVERBIO
4
Beneficios
de
la
sabiduría
1
Oíd,
hijos,
la
enseñanza
de
un
padre,
Y
estad
atentos,
para
que
conozcáis
cordura.
2
Porque
os
doy
buena
enseñanza;
No
desamparéis
mi
ley.
3
Porque
yo
también
fui
hijo
de
mi
padre,
Delicado
y
único
delante
de
mi
madre.
4
Y
él
me
enseñaba,
y
me
decía:
Retenga
tu
corazón
mis
razones,
Guarda
mis
mandamientos,
y
vivirás.
5
Adquiere
sabiduría,
adquiere
inteligencia;
No
te
olvides
ni
te
apartes
de
las
razones
de
mi
boca;
6
No
la
dejes,
y
ella
te
guardará;
Amala,
y
te
conservará.
7
Sabiduría
ante
todo;
adquiere
sabiduría;
Y
sobre
todas
tus
posesiones
adquiere
inteligencia.
8
Engrandécela,
y
ella
te
engrandecerá;
Ella
te
honrará,
cuando
tú
la
hayas
abrazado.
9
Adorno
de
gracia
dará
a
tu
cabeza;
Corona
de
hermosura
te
entregará.
10
Oye,
hijo
mío,
y
recibe
mis
razones,
Y
se
te
multiplicarán
años
de
vida.
11
Por
el
camino
de
la
sabiduría
te
he
encaminado,
Y
por
veredas
derechas
te
he
hecho
andar.
12
Cuando
anduvieres,
no
se
estrecharán
tus
pasos,
Y
si
corrieres,
no
tropezarás.
13
Retén
el
consejo,
no
lo
dejes;
Guárdalo,
porque
eso
es
tu
vida.
14
No
entres
por
la
vereda
de
los
impíos,
Ni
vayas
por
el
camino
de
los
malos.
15
Déjala,
no
pases
por
ella;
Apártate
de
ella,
pasa.
16
Porque
no
duermen
ellos
si
no
han
hecho
mal,
Y
pierden
el
sueño
si
no
han
hecho
caer
a
alguno.
17
Porque
comen
pan
de
maldad,
y
beben
vino
de
robos;
18
Mas
la
senda
de
los
justos
es
como
la
luz
de
la
aurora,
Que
va
en
aumento
hasta
que
el
día
es
perfecto.
19
El
camino
de
los
impíos
es
como
la
oscuridad;
No
saben
en
qué
tropiezan.
20
Hijo
mío,
está
atento
a
mis
palabras;
Inclina
tu
oído
a
mis
razones.
21
No
se
aparten
de
tus
ojos;
Guárdalas
en
medio
de
tu
corazón;
22
Porque
son
vida
a
los
que
las
hallan,
Y
medicina
a
todo
su
cuerpo.
23
Sobre
toda
cosa
guardada,
guarda
tu
corazón;
Porque
de
él
mana
la
vida.
24
Aparta
de
ti
la
perversidad
de
la
boca,
Y
aleja
de
ti
la
iniquidad
de
los
labios.
25
Tus
ojos
miren
lo
recto,
Y
diríjanse
tus
párpados
hacia
lo
que
tienes
delante.
26
Examina
la
senda
de
tus
pies,
Y
todos
tus
caminos
sean
rectos.
27
No
te
desvíes
a
la
derecha
ni
a
la
izquierda;
Aparta
tu
pie
del
mal.
PROVERBIO
5
Amonestación
contra
la
impureza
1
Hijo
mío,
está
atento
a
mi
sabiduría,
Y
a
mi
inteligencia
inclina
tu
oído,
2
Para
que
guardes
consejo,
Y
tus
labios
conserven
la
ciencia.
3
Porque
los
labios
de
la
mujer
extraña
destilan
miel,
Y
su
paladar
es
más
blando
que
el
aceite;
4
Mas
su
fin
es
amargo
como
el
ajenjo,
Agudo
como
espada
de
dos
filos.
5
Sus
pies
descienden
a
la
muerte;
Sus
pasos
conducen
al
Seol.
6
Sus
caminos
son
inestables;
no
los
conocerás,
Si
no
considerares
el
camino
de
vida.
7
Ahora
pues,
hijos,
oídme,
Y
no
os
apartéis
de
las
razones
de
mi
boca.
8
Aleja
de
ella
tu
camino,
Y
no
te
acerques
a
la
puerta
de
su
casa;
9
Para
que
no
des
a
los
extraños
tu
honor,
Y
tus
años
al
cruel;
10
No
sea
que
extraños
se
sacien
de
tu
fuerza,
Y
tus
trabajos
estén
en
casa
del
extraño;
11
Y
gimas
al
final,
Cuando
se
consuma
tu
carne
y
tu
cuerpo,
12
Y
digas:
¡Cómo
aborrecí
el
consejo,
Y
mi
corazón
menospreció
la
reprensión;
13
No
oí
la
voz
de
los
que
me
instruían,
Y
a
los
que
me
enseñaban
no
incliné
mi
oído!
14
Casi
en
todo
mal
he
estado,
En
medio
de
la
sociedad
y
de
la
congregación.
15
Bebe
el
agua
de
tu
misma
cisterna,
Y
los
raudales
de
tu
propio
pozo.
16
¿Se
derramarán
tus
fuentes
por
las
calles,
Y
tus
corrientes
de
aguas
por
las
plazas?
17
Sean
para
ti
solo,
Y
no
para
los
extraños
contigo.
18
Sea
bendito
tu
manantial,
Y
alégrate
con
la
mujer
de
tu
juventud,
19
Como
cierva
amada
y
graciosa
gacela.
Sus
caricias
te
satisfagan
en
todo
tiempo,
Y
en
su
amor
recréate
siempre.
20
¿Y
por
qué,
hijo
mío,
andarás
ciego
con
la
mujer
ajena,
Y
abrazarás
el
seno
de
la
extraña?
21
Porque
los
caminos
del
hombre
están
ante
los
ojos
de
Yahweh,
Y
él
considera
todas
sus
veredas.
22
Prenderán
al
impío
sus
propias
iniquidades,
Y
retenido
será
con
las
cuerdas
de
su
pecado.
23
El
morirá
por
falta
de
corrección,
Y
errará
por
lo
inmenso
de
su
locura.
PROVERBIO
6
Amonestación
contra
la
pereza
y
la
falsedad
1
Hijo
mío,
si
salieres
fiador
por
tu
amigo,
Si
has
empeñado
tu
palabra
a
un
extraño,
2
Te
has
enlazado
con
las
palabras
de
tu
boca,
Y
has
quedado
preso
en
los
dichos
de
tus
labios.
3
Haz
esto
ahora,
hijo
mío,
y
líbrate,
Ya
que
has
caído
en
la
mano
de
tu
prójimo;
Ve,
humíllate,
y
asegúrate
de
tu
amigo.
4
No
des
sueño
a
tus
ojos,
Ni
a
tus
párpados
adormecimiento;
5
Escápate
como
gacela
de
la
mano
del
cazador,
Y
como
ave
de
la
mano
del
que
arma
lazos.
6
Ve
a
la
hormiga,
oh
perezoso,
Mira
sus
caminos,
y
sé
sabio;
7
La
cual
no
teniendo
capitán,
Ni
gobernador,
ni
señor,
8
Prepara
en
el
verano
su
comida,
Y
recoge
en
el
tiempo
de
la
siega
su
mantenimiento.
9
Perezoso,
¿hasta
cuándo
has
de
dormir?
¿Cuándo
te
levantarás
de
tu
sueño?
10
Un
poco
de
sueño,
un
poco
de
dormitar,
Y
cruzar
por
un
poco
las
manos
para
reposo;
11
Así
vendrá
tu
necesidad
como
caminante,
Y
tu
pobreza
como
hombre
armado.
12
El
hombre
malo,
el
hombre
depravado,
Es
el
que
anda
en
perversidad
de
boca;
13
Que
guiña
los
ojos,
que
habla
con
los
pies,
Que
hace
señas
con
los
dedos.
14
Perversidades
hay
en
su
corazón;
anda
pensando
el
mal
en
todo
tiempo;
Siembra
las
discordias.
15
Por
tanto,
su
calamidad
vendrá
de
repente;
Súbitamente
será
quebrantado,
y
no
habrá
remedio.
16
Seis
cosas
aborrece
Yahweh,
Y
aun
siete
abomina
su
alma:
17
Los
ojos
altivos,
la
lengua
mentirosa,
Las
manos
derramadoras
de
sangre
inocente,
18
El
corazón
que
maquina
pensamientos
inicuos,
Los
pies
presurosos
para
correr
al
mal,
19
El
testigo
falso
que
habla
mentiras,
Y
el
que
siembra
discordia
entre
hermanos.
Amonestación
contra
el
adulterio
20
Guarda,
hijo
mío,
el
mandamiento
de
tu
padre,
Y
no
dejes
la
enseñanza
de
tu
madre;
21
Atalos
siempre
en
tu
corazón,
Enlázalos
a
tu
cuello.
22
Te
guiarán
cuando
andes;
cuando
duermas
te
guardarán;
Hablarán
contigo
cuando
despiertes.
23
Porque
el
mandamiento
es
lámpara,
y
la
enseñanza
es
luz,
Y
camino
de
vida
las
reprensiones
que
te
instruyen,
24
Para
que
te
guarden
de
la
mala
mujer,
De
la
blandura
de
la
lengua
de
la
mujer
extraña.
25
No
codicies
su
hermosura
en
tu
corazón,
Ni
ella
te
prenda
con
sus
ojos;
26
Porque
a
causa
de
la
mujer
ramera
el
hombre
es
reducido
a
un
bocado
de
pan;
Y
la
mujer
caza
la
preciosa
alma
del
varón.
27
¿Tomará
el
hombre
fuego
en
su
seno
Sin
que
sus
vestidos
ardan?
28
¿Andará
el
hombre
sobre
brasas
Sin
que
sus
pies
se
quemen?
29
Así
es
el
que
se
llega
a
la
mujer
de
su
prójimo;
No
quedará
impune
ninguno
que
la
tocare.
30
No
tienen
en
poco
al
ladrón
si
hurta
Para
saciar
su
apetito
cuando
tiene
hambre;
31
Pero
si
es
sorprendido,
pagará
siete
veces;
Entregará
todo
el
haber
de
su
casa.
32
Mas
el
que
comete
adulterio
es
falto
de
entendimiento;
Corrompe
su
alma
el
que
tal
hace.
33
Heridas
y
verg:uenza
hallará,
Y
su
afrenta
nunca
será
borrada.
34
Porque
los
celos
son
el
furor
del
hombre,
Y
no
perdonará
en
el
día
de
la
venganza.
35
No
aceptará
ningún
rescate,
Ni
querrá
perdonar,
aunque
multipliques
los
dones.
PROVERBIO
7
Las
artimañas
de
la
ramera
1
Hijo
mío,
guarda
mis
razones,
Y
atesora
contigo
mis
mandamientos.
2
Guarda
mis
mandamientos
y
vivirás,
Y
mi
ley
como
las
niñas
de
tus
ojos.
3
Lígalos
a
tus
dedos;
Escríbelos
en
la
tabla
de
tu
corazón.
4
Di
a
la
sabiduría:
Tú
eres
mi
hermana,
Y
a
la
inteligencia
llama
parienta;
5
Para
que
te
guarden
de
la
mujer
ajena,
Y
de
la
extraña
que
ablanda
sus
palabras.
6
Porque
mirando
yo
por
la
ventana
de
mi
casa,
Por
mi
celosía,
7
Vi
entre
los
simples,
Consideré
entre
los
jóvenes,
A
un
joven
falto
de
entendimiento,
8
El
cual
pasaba
por
la
calle,
junto
a
la
esquina,
E
iba
camino
a
la
casa
de
ella,
9
A
la
tarde
del
día,
cuando
ya
oscurecía,
En
la
oscuridad
y
tinieblas
de
la
noche.
10
Cuando
he
aquí,
una
mujer
le
sale
al
encuentro,
Con
atavío
de
ramera
y
astuta
de
corazón.
11
Alborotadora
y
rencillosa,
Sus
pies
no
pueden
estar
en
casa;
12
Unas
veces
está
en
la
calle,
otras
veces
en
las
plazas,
Acechando
por
todas
las
esquinas.
13
Se
asió
de
él,
y
le
besó.
Con
semblante
descarado
le
dijo:
14
Sacrificios
de
paz
había
prometido,
Hoy
he
pagado
mis
votos;
15
Por
tanto,
he
salido
a
encontrarte,
Buscando
diligentemente
tu
rostro,
y
te
he
hallado.
16
He
adornado
mi
cama
con
colchas
Recamadas
con
cordoncillo
de
Egipto;
17
He
perfumado
mi
cámara
Con
mirra,
áloes
y
canela.
18
Ven,
embriaguémonos
de
amores
hasta
la
mañana;
Alegrémonos
en
amores.
19
Porque
el
marido
no
está
en
casa;
Se
ha
ido
a
un
largo
viaje.
20
La
bolsa
de
dinero
llevó
en
su
mano;
El
día
señalado
volverá
a
su
casa.
21
Lo
rindió
con
la
suavidad
de
sus
muchas
palabras,
Le
obligó
con
la
zalamería
de
sus
labios.
22
Al
punto
se
marchó
tras
ella,
Como
va
el
buey
al
degolladero,
Y
como
el
necio
a
las
prisiones
para
ser
castigado;
23
Como
el
ave
que
se
apresura
a
la
red,
Y
no
sabe
que
es
contra
su
vida,
Hasta
que
la
saeta
traspasa
su
corazón.
24
Ahora
pues,
hijos,
oídme,
Y
estad
atentos
a
las
razones
de
mi
boca.
25
No
se
aparte
tu
corazón
a
sus
caminos;
No
yerres
en
sus
veredas.
26
Porque
a
muchos
ha
hecho
caer
heridos,
Y
aun
los
más
fuertes
han
sido
muertos
por
ella.
27
Camino
al
Seol
es
su
casa,
Que
conduce
a
las
cámaras
de
la
muerte.
|
PROVERBIO
8
Excelencia
y
eternidad
de
la
Sabiduría
1
¿No
clama
la
sabiduría,
Y
da
su
voz
la
inteligencia?
2
En
las
alturas
junto
al
camino,
A
las
encrucijadas
de
las
veredas
se
para;
3
En
el
lugar
de
las
puertas,
a
la
entrada
de
la
ciudad,
A
la
entrada
de
las
puertas
da
voces:
4
Oh
hombres,
a
vosotros
clamo;
Dirijo
mi
voz
a
los
hijos
de
los
hombres.
5
Entended,
oh
simples,
discreción;
Y
vosotros,
necios,
entrad
en
cordura.
6
Oíd,
porque
hablaré
cosas
excelentes,
Y
abriré
mis
labios
para
cosas
rectas.
7
Porque
mi
boca
hablará
verdad,
Y
la
impiedad
abominan
mis
labios.
8
Justas
son
todas
las
razones
de
mi
boca;
No
hay
en
ellas
cosa
perversa
ni
torcida.
9
Todas
ellas
son
rectas
al
que
entiende,
Y
razonables
a
los
que
han
hallado
sabiduría.
10
Recibid
mi
enseñanza,
y
no
plata;
Y
ciencia
antes
que
el
oro
escogido.
11
Porque
mejor
es
la
sabiduría
que
las
piedras
preciosas;
Y
todo
cuanto
se
puede
desear,
no
es
de
compararse
con
ella.
12
Yo,
la
sabiduría,
habito
con
la
cordura,
Y
hallo
la
ciencia
de
los
consejos.
13
El
temor
de
Yahweh
es
aborrecer
el
mal;
La
soberbia
y
la
arrogancia,
el
mal
camino,
Y
la
boca
perversa,
aborrezco.
14
Conmigo
está
el
consejo
y
el
buen
juicio;
Yo
soy
la
inteligencia;
mío
es
el
poder.
15
Por
mí
reinan
los
reyes,
Y
los
príncipes
determinan
justicia.
16
Por
mí
dominan
los
príncipes,
Y
todos
los
gobernadores
juzgan
la
tierra.
17
Yo
amo
a
los
que
me
aman,
Y
me
hallan
los
que
temprano
me
buscan.
18
Las
riquezas
y
la
honra
están
conmigo;
Riquezas
duraderas,
y
justicia.
19
Mejor
es
mi
fruto
que
el
oro,
y
que
el
oro
refinado;
Y
mi
rédito
mejor
que
la
plata
escogida.
20
Por
vereda
de
justicia
guiaré,
Por
en
medio
de
sendas
de
juicio,
21
Para
hacer
que
los
que
me
aman
tengan
su
heredad,
Y
que
yo
llene
sus
tesoros.
22
Yahweh
me
poseía
en
el
principio,
Ya
de
antiguo,
antes
de
sus
obras.
23
Eternamente
tuve
el
principado,
desde
el
principio,
Antes
de
la
tierra.
24
Antes
de
los
abismos
fui
engendrada;
Antes
que
fuesen
las
fuentes
de
las
muchas
aguas.
25
Antes
que
los
montes
fuesen
formados,
Antes
de
los
collados,
ya
había
sido
yo
engendrada;
26
No
había
aún
hecho
la
tierra,
ni
los
campos,
Ni
el
principio
del
polvo
del
mundo.
27
Cuando
formaba
los
cielos,
allí
estaba
yo;
Cuando
trazaba
el
círculo
sobre
la
faz
del
abismo;
28
Cuando
afirmaba
los
cielos
arriba,
Cuando
afirmaba
las
fuentes
del
abismo;
29
Cuando
ponía
al
mar
su
estatuto,
Para
que
las
aguas
no
traspasasen
su
mandamiento;
Cuando
establecía
los
fundamentos
de
la
tierra,
30
Con
él
estaba
yo
ordenándolo
todo,
Y
era
su
delicia
de
día
en
día,
Teniendo
solaz
delante
de
él
en
todo
tiempo.
31
Me
regocijo
en
la
parte
habitable
de
su
tierra;
Y
mis
delicias
son
con
los
hijos
de
los
hombres.
32
Ahora,
pues,
hijos,
oídme,
Y
bienaventurados
los
que
guardan
mis
caminos.
33
Atended
el
consejo,
y
sed
sabios,
Y
no
lo
menospreciéis.
34
Bienaventurado
el
hombre
que
me
escucha,
Velando
a
mis
puertas
cada
día,
Aguardando
a
los
postes
de
mis
puertas.
35
Porque
el
que
me
halle,
hallará
la
vida,
Y
alcanzará
el
favor
de
Yahweh.
36
Mas
el
que
peca
contra
mí,
defrauda
su
alma;
Todos
los
que
me
aborrecen
aman
la
muerte.
PROVERBIO
9
La
Sabiduría
y
la
mujer
insensata
1
La
sabiduría
edificó
su
casa,
Labró
sus
siete
columnas.
2
Mató
sus
víctimas,
mezcló
su
vino,
Y
puso
su
mesa.
3
Envió
sus
criadas;
Sobre
lo
más
alto
de
la
ciudad
clamó.
4
Dice
a
cualquier
simple:
Ven
acá.
A
los
faltos
de
cordura
dice:
5
Venid,
comed
mi
pan,
Y
bebed
del
vino
que
yo
he
mezclado.
6
Dejad
las
simplezas,
y
vivid,
Y
andad
por
el
camino
de
la
inteligencia.
7
El
que
corrige
al
escarnecedor,
se
acarrea
afrenta;
El
que
reprende
al
impío,
se
atrae
mancha.
8
No
reprendas
al
escarnecedor,
para
que
no
te
aborrezca;
Corrige
al
sabio,
y
te
amará.
9
Da
al
sabio,
y
será
más
sabio;
Enseña
al
justo,
y
aumentará
su
saber.
10
El
temor
de
Yahweh
es
el
principio
de
la
sabiduría,
Y
el
conocimiento
del
Santísimo
es
la
inteligencia.
11
Porque
por
mí
se
aumentarán
tus
días,
Y
años
de
vida
se
te
añadirán.
12
Si
fueres
sabio,
para
ti
lo
serás;
Y
si
fueres
escarnecedor,
pagarás
tú
solo.
13
La
mujer
insensata
es
alborotadora;
Es
simple
e
ignorante.
14
Se
sienta
en
una
silla
a
la
puerta
de
su
casa,
En
los
lugares
altos
de
la
ciudad,
15
Para
llamar
a
los
que
pasan
por
el
camino,
Que
van
por
sus
caminos
derechos.
16
Dice
a
cualquier
simple:
Ven
acá.
A
los
faltos
de
cordura
dijo:
17
Las
aguas
hurtadas
son
dulces,
Y
el
pan
comido
en
oculto
es
sabroso.
18
Y
no
saben
que
allí
están
los
muertos;
Que
sus
convidados
están
en
lo
profundo
del
Seol.
PROVERBIO
10
Contraste
entre
el
justo
y
el
malvado
1
Los
proverbios
de
Salomón.
El
hijo
sabio
alegra
al
padre,
Pero
el
hijo
necio
es
tristeza
de
su
madre.
2
Los
tesoros
de
maldad
no
serán
de
provecho;
Mas
la
justicia
libra
de
muerte.
3
Yahweh
no
dejará
padecer
hambre
al
justo;
Mas
la
iniquidad
lanzará
a
los
impíos.
4
La
mano
negligente
empobrece;
Mas
la
mano
de
los
diligentes
enriquece.
5
El
que
recoge
en
el
verano
es
hombre
entendido;
El
que
duerme
en
el
tiempo
de
la
siega
es
hijo
que
avergüenza.
6
Hay
bendiciones
sobre
la
cabeza
del
justo;
Pero
violencia
cubrirá
la
boca
de
los
impíos.
7
La
memoria
del
justo
será
bendita;
Mas
el
nombre
de
los
impíos
se
pudrirá.
8
El
sabio
de
corazón
recibirá
los
mandamientos;
Mas
el
necio
de
labios
caerá.
9
El
que
camina
en
integridad
anda
confiado;
Mas
el
que
pervierte
sus
caminos
será
quebrantado.
10
El
que
guiña
el
ojo
acarrea
tristeza;
Y
el
necio
de
labios
será
castigado.
11
Manantial
de
vida
es
la
boca
del
justo;
Pero
violencia
cubrirá
la
boca
de
los
impíos.
12
El
odio
despierta
rencillas;
Pero
el
amor
cubrirá
todas
las
faltas.
13
En
los
labios
del
prudente
se
halla
sabiduría;
Mas
la
vara
es
para
las
espaldas
del
falto
de
cordura.
14
Los
sabios
guardan
la
sabiduría;
Mas
la
boca
del
necio
es
calamidad
cercana.
15
Las
riquezas
del
rico
son
su
ciudad
fortificada;
Y
el
desmayo
de
los
pobres
es
su
pobreza.
16
La
obra
del
justo
es
para
vida;
Mas
el
fruto
del
impío
es
para
pecado.
17
Camino
a
la
vida
es
guardar
la
instrucción;
Pero
quien
desecha
la
reprensión,
yerra.
18
El
que
encubre
el
odio
es
de
labios
mentirosos;
Y
el
que
propaga
calumnia
es
necio.
19
En
las
muchas
palabras
no
falta
pecado;
Mas
el
que
refrena
sus
labios
es
prudente.
20
Plata
escogida
es
la
lengua
del
justo;
Mas
el
corazón
de
los
impíos
es
como
nada.
21
Los
labios
del
justo
apacientan
a
muchos,
Mas
los
necios
mueren
por
falta
de
entendimiento.
22
La
bendición
de
Yahweh
es
la
que
enriquece,
Y
no
añade
tristeza
con
ella.
23
El
hacer
maldad
es
como
una
diversión
al
insensato;
Mas
la
sabiduría
recrea
al
hombre
de
entendimiento.
24
Lo
que
el
impío
teme,
eso
le
vendrá;
Pero
a
los
justos
les
será
dado
lo
que
desean.
25
Como
pasa
el
torbellino,
así
el
malo
no
permanece;
Mas
el
justo
permanece
para
siempre.
26
Como
el
vinagre
a
los
dientes,
y
como
el
humo
a
los
ojos,
Así
es
el
perezoso
a
los
que
lo
envían.
27
El
temor
de
Yahweh
aumentará
los
días;
Mas
los
años
de
los
impíos
serán
acortados.
28
La
esperanza
de
los
justos
es
alegría;
Mas
la
esperanza
de
los
impíos
perecerá.
29
El
camino
de
Yahweh
es
fortaleza
al
perfecto;
Pero
es
destrucción
a
los
que
hacen
maldad.
30
El
justo
no
será
removido
jamás;
Pero
los
impíos
no
habitarán
la
tierra.
31
La
boca
del
justo
producirá
sabiduría;
Mas
la
lengua
perversa
será
cortada.
32
Los
labios
del
justo
saben
hablar
lo
que
agrada;
Mas
la
boca
de
los
impíos
habla
perversidades.
PROVERBIO
11
1
El
peso
falso
es
abominación
a
Yahweh;
Mas
la
pesa
cabal
le
agrada.
2
Cuando
viene
la
soberbia,
viene
también
la
deshonra;
Mas
con
los
humildes
está
la
sabiduría.
3
La
integridad
de
los
rectos
los
encaminará;
Pero
destruirá
a
los
pecadores
la
perversidad
de
ellos.
4
No
aprovecharán
las
riquezas
en
el
día
de
la
ira;
Mas
la
justicia
librará
de
muerte.
5
La
justicia
del
perfecto
enderezará
su
camino;
Mas
el
impío
por
su
impiedad
caerá.
6
La
justicia
de
los
rectos
los
librará;
Mas
los
pecadores
serán
atrapados
en
su
pecado.
7
Cuando
muere
el
hombre
impío,
perece
su
esperanza;
Y
la
expectación
de
los
malos
perecerá.
8
El
justo
es
librado
de
la
tribulación;
Mas
el
impío
entra
en
lugar
suyo.
9
El
hipócrita
con
la
boca
daña
a
su
prójimo;
Mas
los
justos
son
librados
con
la
sabiduría.
10
En
el
bien
de
los
justos
la
ciudad
se
alegra;
Mas
cuando
los
impíos
perecen
hay
fiesta.
11
Por
la
bendición
de
los
rectos
la
ciudad
será
engrandecida;
Mas
por
la
boca
de
los
impíos
será
trastornada.
12
El
que
carece
de
entendimiento
menosprecia
a
su
prójimo;
Mas
el
hombre
prudente
calla.
13
El
que
anda
en
chismes
descubre
el
secreto;
Mas
el
de
espíritu
fiel
lo
guarda
todo.
14
Donde
no
hay
dirección
sabia,
caerá
el
pueblo;
Mas
en
la
multitud
de
consejeros
hay
seguridad.
15
Con
ansiedad
será
afligido
el
que
sale
por
fiador
de
un
extraño;
Mas
el
que
aborreciere
las
fianzas
vivirá
seguro.
16
La
mujer
agraciada
tendrá
honra,
Y
los
fuertes
tendrán
riquezas.
17
A
su
alma
hace
bien
el
hombre
misericordioso;
Mas
el
cruel
se
atormenta
a
sí
mismo.
18
El
impío
hace
obra
falsa;
Mas
el
que
siembra
justicia
tendrá
galardón
firme.
19
Como
la
justicia
conduce
a
la
vida,
Así
el
que
sigue
el
mal
lo
hace
para
su
muerte.
20
Abominación
son
a
Yahweh
los
perversos
de
corazón;
Mas
los
perfectos
de
camino
le
son
agradables.
21
Tarde
o
temprano,
el
malo
será
castigado;
Mas
la
descendencia
de
los
justos
será
librada.
22
Como
zarcillo
de
oro
en
el
hocico
de
un
cerdo
Es
la
mujer
hermosa
y
apartada
de
razón.
23
El
deseo
de
los
justos
es
solamente
el
bien;
Mas
la
esperanza
de
los
impíos
es
el
enojo.
24
Hay
quienes
reparten,
y
les
es
añadido
más;
Y
hay
quienes
retienen
más
de
lo
que
es
justo,
pero
vienen
a
pobreza.
25
El
alma
generosa
será
prosperada;
Y
el
que
saciare,
él
también
será
saciado.
26
Al
que
acapara
el
grano,
el
pueblo
lo
maldecirá;
Pero
bendición
será
sobre
la
cabeza
del
que
lo
vende.
27
El
que
procura
el
bien
buscará
favor;
Mas
al
que
busca
el
mal,
éste
le
vendrá.
28
El
que
confía
en
sus
riquezas
caerá;
Mas
los
justos
reverdecerán
como
ramas.
29
El
que
turba
su
casa
heredará
viento;
Y
el
necio
será
siervo
del
sabio
de
corazón.
30
El
fruto
del
justo
es
árbol
de
vida;
Y
el
que
gana
almas
es
sabio.
31
Ciertamente
el
justo
será
recompensado
en
la
tierra;
¡Cuánto
más
el
impío
y
el
pecador!
PROVERBIO
12
1
El
que
ama
la
instrucción
ama
la
sabiduría;
Mas
el
que
aborrece
la
reprensión
es
ignorante.
2
El
bueno
alcanzará
favor
de
Yahweh;
Mas
él
condenará
al
hombre
de
malos
pensamientos.
3
El
hombre
no
se
afirmará
por
medio
de
la
impiedad;
Mas
la
raíz
de
los
justos
no
será
removida.
4
La
mujer
virtuosa
es
corona
de
su
marido;
Mas
la
mala,
como
carcoma
en
sus
huesos.
5
Los
pensamientos
de
los
justos
son
rectitud;
Mas
los
consejos
de
los
impíos,
engaño.
6
Las
palabras
de
los
impíos
son
asechanzas
para
derramar
sangre;
Mas
la
boca
de
los
rectos
los
librará.
7
Dios
trastornará
a
los
impíos,
y
no
serán
más;
Pero
la
casa
de
los
justos
permanecerá
firme.
8
Según
su
sabiduría
es
alabado
el
hombre;
Mas
el
perverso
de
corazón
será
menospreciado.
9
Más
vale
el
despreciado
que
tiene
servidores,
Que
el
que
se
jacta,
y
carece
de
pan.
10
El
justo
cuida
de
la
vida
de
su
bestia;
Mas
el
corazón
de
los
impíos
es
cruel.
11
El
que
labra
su
tierra
se
saciará
de
pan;
Mas
el
que
sigue
a
los
vagabundos
es
falto
de
entendimiento.
12
Codicia
el
impío
la
red
de
los
malvados;
Mas
la
raíz
de
los
justos
dará
fruto.
13
El
impío
es
enredado
en
la
prevaricación
de
sus
labios;
Mas
el
justo
saldrá
de
la
tribulación.
14
El
hombre
será
saciado
de
bien
del
fruto
de
su
boca;
Y
le
será
pagado
según
la
obra
de
sus
manos.
15
El
camino
del
necio
es
derecho
en
su
opinión;
Mas
el
que
obedece
al
consejo
es
sabio.
16
El
necio
al
punto
da
a
conocer
su
ira;
Mas
el
que
no
hace
caso
de
la
injuria
es
prudente.
17
El
que
habla
verdad
declara
justicia;
Mas
el
testigo
mentiroso,
engaño.
18
Hay
hombres
cuyas
palabras
son
como
golpes
de
espada;
Mas
la
lengua
de
los
sabios
es
medicina.
19
El
labio
veraz
permanecerá
para
siempre;
Mas
la
lengua
mentirosa
sólo
por
un
momento.
20
Engaño
hay
en
el
corazón
de
los
que
piensan
el
mal;
Pero
alegría
en
el
de
los
que
piensan
el
bien.
21
Ninguna
adversidad
acontecerá
al
justo;
Mas
los
impíos
serán
colmados
de
males.
22
Los
labios
mentirosos
son
abominación
a
Yahweh;
Pero
los
que
hacen
verdad
son
su
contentamiento.
23
El
hombre
cuerdo
encubre
su
saber;
Mas
el
corazón
de
los
necios
publica
la
necedad.
24
La
mano
de
los
diligentes
señoreará;
Mas
la
negligencia
será
tributaria.
25
La
congoja
en
el
corazón
del
hombre
lo
abate;
Mas
la
buena
palabra
lo
alegra.
26
El
justo
sirve
de
guía
a
su
prójimo;
Mas
el
camino
de
los
impíos
les
hace
errar.
27
El
indolente
ni
aun
asará
lo
que
ha
cazado;
Pero
haber
precioso
del
hombre
es
la
diligencia.
28
En
el
camino
de
la
justicia
está
la
vida;
Y
en
sus
caminos
no
hay
muerte.
PROVERBIO
13
1
El
hijo
sabio
recibe
el
consejo
del
padre;
Mas
el
burlador
no
escucha
las
reprensiones.
2
Del
fruto
de
su
boca
el
hombre
comerá
el
bien;
Mas
el
alma
de
los
prevaricadores
hallará
el
mal.
3
El
que
guarda
su
boca
guarda
su
alma;
Mas
el
que
mucho
abre
sus
labios
tendrá
calamidad.
4
El
alma
del
perezoso
desea,
y
nada
alcanza;
Mas
el
alma
de
los
diligentes
será
prosperada.
5
El
justo
aborrece
la
palabra
de
mentira;
Mas
el
impío
se
hace
odioso
e
infame.
6
La
justicia
guarda
al
de
perfecto
camino;
Mas
la
impiedad
trastornará
al
pecador.
7
Hay
quienes
pretenden
ser
ricos,
y
no
tienen
nada;
Y
hay
quienes
pretenden
ser
pobres,
y
tienen
muchas
riquezas.
8
El
rescate
de
la
vida
del
hombre
está
en
sus
riquezas;
Pero
el
pobre
no
oye
censuras.
9
La
luz
de
los
justos
se
alegrará;
Mas
se
apagará
la
lámpara
de
los
impíos.
10
Ciertamente
la
soberbia
concebirá
contienda;
Mas
con
los
avisados
está
la
sabiduría.
11
Las
riquezas
de
vanidad
disminuirán;
Pero
el
que
recoge
con
mano
laboriosa
las
aumenta.
12
La
esperanza
que
se
demora
es
tormento
del
corazón;
Pero
árbol
de
vida
es
el
deseo
cumplido.
13
El
que
menosprecia
el
precepto
perecerá
por
ello;
Mas
el
que
teme
el
mandamiento
será
recompensado.
14
La
ley
del
sabio
es
manantial
de
vida
Para
apartarse
de
los
lazos
de
la
muerte.
15
El
buen
entendimiento
da
gracia;
Mas
el
camino
de
los
transgresores
es
duro.
16
Todo
hombre
prudente
procede
con
sabiduría;
Mas
el
necio
manifestará
necedad.
17
El
mal
mensajero
acarrea
desgracia;
Mas
el
mensajero
fiel
acarrea
salud.
18
Pobreza
y
verg:uenza
tendrá
el
que
menosprecia
el
consejo;
Mas
el
que
guarda
la
corrección
recibirá
honra.
19
El
deseo
cumplido
regocija
el
alma;
Pero
apartarse
del
mal
es
abominación
a
los
necios.
20
El
que
anda
con
sabios,
sabio
será;
Mas
el
que
se
junta
con
necios
será
quebrantado.
21
El
mal
perseguirá
a
los
pecadores,
Mas
los
justos
serán
premiados
con
el
bien.
22
El
bueno
dejará
herederos
a
los
hijos
de
sus
hijos;
Pero
la
riqueza
del
pecador
está
guardada
para
el
justo.
23
En
el
barbecho
de
los
pobres
hay
mucho
pan;
Mas
se
pierde
por
falta
de
juicio.
24
El
que
detiene
el
castigo,
a
su
hijo
aborrece;
Mas
el
que
lo
ama,
desde
temprano
lo
corrige.
25
El
justo
come
hasta
saciar
su
alma;
Mas
el
vientre
de
los
impíos
tendrá
necesidad.
PROVERBIO
14
1
La
mujer
sabia
edifica
su
casa;
Mas
la
necia
con
sus
manos
la
derriba.
2
El
que
camina
en
su
rectitud
teme
a
Yahweh;
Mas
el
de
caminos
pervertidos
lo
menosprecia.
3
En
la
boca
del
necio
está
la
vara
de
la
soberbia;
Mas
los
labios
de
los
sabios
los
guardarán.
4
Sin
bueyes
el
granero
está
vacío;
Mas
por
la
fuerza
del
buey
hay
abundancia
de
pan.
5
El
testigo
verdadero
no
mentirá;
Mas
el
testigo
falso
hablará
mentiras.
6
Busca
el
escarnecedor
la
sabiduría
y
no
la
halla;
Mas
al
hombre
entendido
la
sabiduría
le
es
fácil.
7
Vete
de
delante
del
hombre
necio,
Porque
en
él
no
hallarás
labios
de
ciencia.
8
La
ciencia
del
prudente
está
en
entender
su
camino;
Mas
la
indiscreción
de
los
necios
es
engaño.
9
Los
necios
se
mofan
del
pecado;
Mas
entre
los
rectos
hay
buena
voluntad.
10
El
corazón
conoce
la
amargura
de
su
alma;
Y
extraño
no
se
entremeterá
en
su
alegría.
11
La
casa
de
los
impíos
será
asolada;
Pero
florecerá
la
tienda
de
los
rectos.
12
Hay
camino
que
al
hombre
le
parece
derecho;
Pero
su
fin
es
camino
de
muerte.
13
Aun
en
la
risa
tendrá
dolor
el
corazón;
Y
el
término
de
la
alegría
es
congoja.
14
De
sus
caminos
será
hastiado
el
necio
de
corazón;
Pero
el
hombre
de
bien
estará
contento
del
suyo.
15
El
simple
todo
lo
cree;
Mas
el
avisado
mira
bien
sus
pasos.
16
El
sabio
teme
y
se
aparta
del
mal;
Mas
el
insensato
se
muestra
insolente
y
confiado.
17
El
que
fácilmente
se
enoja
hará
locuras;
Y
el
hombre
perverso
será
aborrecido.
18
Los
simples
heredarán
necedad;
Mas
los
prudentes
se
coronarán
de
sabiduría.
19
Los
malos
se
inclinarán
delante
de
los
buenos,
Y
los
impíos
a
las
puertas
del
justo.
20
El
pobre
es
odioso
aun
a
su
amigo;
Pero
muchos
son
los
que
aman
al
rico.
21
Peca
el
que
menosprecia
a
su
prójimo;
Mas
el
que
tiene
misericordia
de
los
pobres
es
bienaventurado.
22
¿No
yerran
los
que
piensan
el
mal?
Misericordia
y
verdad
alcanzarán
los
que
piensan
el
bien.
23
En
toda
labor
hay
fruto;
Mas
las
vanas
palabras
de
los
labios
empobrecen.
24
Las
riquezas
de
los
sabios
son
su
corona;
Pero
la
insensatez
de
los
necios
es
infatuación.
25
El
testigo
verdadero
libra
las
almas;
Mas
el
engañoso
hablará
mentiras.
26
En
el
temor
de
Yahweh
está
la
fuerte
confianza;
Y
esperanza
tendrán
sus
hijos.
27
El
temor
de
Yahweh
es
manantial
de
vida
Para
apartarse
de
los
lazos
de
la
muerte.
28
En
la
multitud
del
pueblo
está
la
gloria
del
rey;
Y
en
la
falta
de
pueblo
la
debilidad
del
príncipe.
29
El
que
tarda
en
airarse
es
grande
de
entendimiento;
Mas
el
que
es
impaciente
de
espíritu
enaltece
la
necedad.
30
El
corazón
apacible
es
vida
de
la
carne;
Mas
la
envidia
es
carcoma
de
los
huesos.
31
El
que
oprime
al
pobre
afrenta
a
su
Hacedor;
Mas
el
que
tiene
misericordia
del
pobre,
lo
honra.
32
Por
su
maldad
será
lanzado
el
impío;
Mas
el
justo
en
su
muerte
tiene
esperanza.
33
En
el
corazón
del
prudente
reposa
la
sabiduría;
Pero
no
es
conocida
en
medio
de
los
necios.
34
La
justicia
engrandece
a
la
nación;
Mas
el
pecado
es
afrenta
de
las
naciones.
35
La
benevolencia
del
rey
es
para
con
el
servidor
entendido;
Mas
su
enojo
contra
el
que
lo
avergüenza.
|
PROVERBIO
15
1
La
blanda
respuesta
quita
la
ira;
Mas
la
palabra
áspera
hace
subir
el
furor.
2
La
lengua
de
los
sabios
adornará
la
sabiduría;
Mas
la
boca
de
los
necios
hablará
sandeces.
3
Los
ojos
de
Yahweh
están
en
todo
lugar,
Mirando
a
los
malos
y
a
los
buenos.
4
La
lengua
apacible
es
árbol
de
vida;
Mas
la
perversidad
de
ella
es
quebrantamiento
de
espíritu.
5
El
necio
menosprecia
el
consejo
de
su
padre;
Mas
el
que
guarda
la
corrección
vendrá
a
ser
prudente.
6
En
la
casa
del
justo
hay
gran
provisión;
Pero
turbación
en
las
ganancias
del
impío.
7
La
boca
de
los
sabios
esparce
sabiduría;
No
así
el
corazón
de
los
necios.
8
El
sacrificio
de
los
impíos
es
abominación
a
Yahweh;
Mas
la
oración
de
los
rectos
es
su
gozo.
9
Abominación
es
a
Yahweh
el
camino
del
impío;
Mas
él
ama
al
que
sigue
justicia.
10
La
reconvención
es
molesta
al
que
deja
el
camino;
Y
el
que
aborrece
la
corrección
morirá.
11
El
Seol
y
el
Abadón
están
delante
de
Yahweh;
¡Cuánto
más
los
corazones
de
los
hombres!
12
El
escarnecedor
no
ama
al
que
le
reprende,
Ni
se
junta
con
los
sabios.
13
El
corazón
alegre
hermosea
el
rostro;
Mas
por
el
dolor
del
corazón
el
espíritu
se
abate.
14
El
corazón
entendido
busca
la
sabiduría;
Mas
la
boca
de
los
necios
se
alimenta
de
necedades.
15
Todos
los
días
del
afligido
son
difíciles;
Mas
el
de
corazón
contento
tiene
un
banquete
continuo.
16
Mejor
es
lo
poco
con
el
temor
de
Yahweh,
Que
el
gran
tesoro
donde
hay
turbación.
17
Mejor
es
la
comida
de
legumbres
donde
hay
amor,
Que
de
buey
engordado
donde
hay
odio.
18
El
hombre
iracundo
promueve
contiendas;
Mas
el
que
tarda
en
airarse
apacigua
la
rencilla.
19
El
camino
del
perezoso
es
como
seto
de
espinos;
Mas
la
vereda
de
los
rectos,
como
una
calzada.
20
El
hijo
sabio
alegra
al
padre;
Mas
el
hombre
necio
menosprecia
a
su
madre.
21
La
necedad
es
alegría
al
falto
de
entendimiento;
Mas
el
hombre
entendido
endereza
sus
pasos.
22
Los
pensamientos
son
frustrados
donde
no
hay
consejo;
Mas
en
la
multitud
de
consejeros
se
afirman.
23
El
hombre
se
alegra
con
la
respuesta
de
su
boca;
Y
la
palabra
a
su
tiempo,
¡cuán
buena
es!
24
El
camino
de
la
vida
es
hacia
arriba
al
entendido,
Para
apartarse
del
Seol
abajo.
25
Yahweh
asolará
la
casa
de
los
soberbios;
Pero
afirmará
la
heredad
de
la
viuda.
26
Abominación
son
a
Yahweh
los
pensamientos
del
malo;
Mas
las
expresiones
de
los
limpios
son
limpias.
27
Alborota
su
casa
el
codicioso;
Mas
el
que
aborrece
el
soborno
vivirá.
28
El
corazón
del
justo
piensa
para
responder;
Mas
la
boca
de
los
impíos
derrama
malas
cosas.
29
Yahweh
está
lejos
de
los
impíos;
Pero
él
oye
la
oración
de
los
justos.
30
La
luz
de
los
ojos
alegra
el
corazón,
Y
la
buena
nueva
conforta
los
huesos.
31
El
oído
que
escucha
las
amonestaciones
de
la
vida,
Entre
los
sabios
morará.
32
El
que
tiene
en
poco
la
disciplina
menosprecia
su
alma;
Mas
el
que
escucha
la
corrección
tiene
entendimiento.
33
El
temor
de
Yahweh
es
enseñanza
de
sabiduría;
Y
a
la
honra
precede
la
humildad.
PROVERBIO
16
Proverbios
sobre
la
vida
y
la
conducta
1
Del
hombre
son
las
disposiciones
del
corazón;
Mas
de
Yahweh
es
la
respuesta
de
la
lengua.
2
Todos
los
caminos
del
hombre
son
limpios
en
su
propia
opinión;
Pero
Yahweh
pesa
los
espíritus.
3
Encomienda
a
Yahweh
tus
obras,
Y
tus
pensamientos
serán
afirmados.
4
Todas
las
cosas
ha
hecho
Yahweh
para
sí
mismo,
Y
aun
al
impío
para
el
día
malo.
5
Abominación
es
a
Yahweh
todo
altivo
de
corazón;
Ciertamente
no
quedará
impune.
6
Con
misericordia
y
verdad
se
corrige
el
pecado,
Y
con
el
temor
de
Yahweh
los
hombres
se
apartan
del
mal.
7
Cuando
los
caminos
del
hombre
son
agradables
a
Yahweh,
Aun
a
sus
enemigos
hace
estar
en
paz
con
él.
8
Mejor
es
lo
poco
con
justicia
Que
la
muchedumbre
de
frutos
sin
derecho.
9
El
corazón
del
hombre
piensa
su
camino;
Mas
Yahweh
endereza
sus
pasos.
10
Oráculo
hay
en
los
labios
del
rey;
En
juicio
no
prevaricará
su
boca.
11
Peso
y
balanzas
justas
son
de
Yahweh;
Obra
suya
son
todas
las
pesas
de
la
bolsa.
12
Abominación
es
a
los
reyes
hacer
impiedad,
Porque
con
justicia
será
afirmado
el
trono.
13
Los
labios
justos
son
el
contentamiento
de
los
reyes,
Y
éstos
aman
al
que
habla
lo
recto.
14
La
ira
del
rey
es
mensajero
de
muerte;
Mas
el
hombre
sabio
la
evitará.
15
En
la
alegría
del
rostro
del
rey
está
la
vida,
Y
su
benevolencia
es
como
nube
de
lluvia
tardía.
16
Mejor
es
adquirir
sabiduría
que
oro
preciado;
Y
adquirir
inteligencia
vale
más
que
la
plata.
17
El
camino
de
los
rectos
se
aparta
del
mal;
Su
vida
guarda
el
que
guarda
su
camino.
18
Antes
del
quebrantamiento
es
la
soberbia,
Y
antes
de
la
caída
la
altivez
de
espíritu.
19
Mejor
es
humillar
el
espíritu
con
los
humildes
Que
repartir
despojos
con
los
soberbios.
20
El
entendido
en
la
palabra
hallará
el
bien,
Y
el
que
confía
en
Yahweh
es
bienaventurado.
21
El
sabio
de
corazón
es
llamado
prudente,
Y
la
dulzura
de
labios
aumenta
el
saber.
22
Manantial
de
vida
es
el
entendimiento
al
que
lo
posee;
Mas
la
erudición
de
los
necios
es
necedad.
23
El
corazón
del
sabio
hace
prudente
su
boca,
Y
añade
gracia
a
sus
labios.
24
Panal
de
miel
son
los
dichos
suaves;
Suavidad
al
alma
y
medicina
para
los
huesos.
25
Hay
camino
que
parece
derecho
al
hombre,
Pero
su
fin
es
camino
de
muerte.
26
El
alma
del
que
trabaja,
trabaja
para
sí,
Porque
su
boca
le
estimula.
27
El
hombre
perverso
cava
en
busca
del
mal,
Y
en
sus
labios
hay
como
llama
de
fuego.
28
El
hombre
perverso
levanta
contienda,
Y
el
chismoso
aparta
a
los
mejores
amigos.
29
El
hombre
malo
lisonjea
a
su
prójimo,
Y
le
hace
andar
por
camino
no
bueno.
30
Cierra
sus
ojos
para
pensar
perversidades;
Mueve
sus
labios,
efectúa
el
mal.
31
Corona
de
honra
es
la
vejez
Que
se
halla
en
el
camino
de
justicia.
32
Mejor
es
el
que
tarda
en
airarse
que
el
fuerte;
Y
el
que
se
enseñorea
de
su
espíritu,
que
el
que
toma
una
ciudad.
33
La
suerte
se
echa
en
el
regazo;
PROVERBIO
17
Mas
de
Yahweh
es
la
decisión
de
ella.
1
Mejor
es
un
bocado
seco,
y
en
paz,
Que
casa
de
contiendas
llena
de
provisiones.
2
El
siervo
prudente
se
enseñoreará
del
hijo
que
deshonra,
Y
con
los
hermanos
compartirá
la
herencia.
3
El
crisol
para
la
plata,
y
la
hornaza
para
el
oro;
Pero
Yahweh
prueba
los
corazones.
4
El
malo
está
atento
al
labio
inicuo;
Y
el
mentiroso
escucha
la
lengua
detractora.
5
El
que
escarnece
al
pobre
afrenta
a
su
Hacedor;
Y
el
que
se
alegra
de
la
calamidad
no
quedará
sin
castigo.
6
Corona
de
los
viejos
son
los
nietos,
Y
la
honra
de
los
hijos,
sus
padres.
7
No
conviene
al
necio
la
altilocuencia;
¡Cuánto
menos
al
príncipe
el
labio
mentiroso!
8
Piedra
preciosa
es
el
soborno
para
el
que
lo
practica;
Adondequiera
que
se
vuelve,
halla
prosperidad.
9
El
que
cubre
la
falta
busca
amistad;
Mas
el
que
la
divulga,
aparta
al
amigo.
10
La
reprensión
aprovecha
al
entendido,
Más
que
cien
azotes
al
necio.
11
El
rebelde
no
busca
sino
el
mal,
Y
mensajero
cruel
será
enviado
contra
él.
12
Mejor
es
encontrarse
con
una
osa
a
la
cual
han
robado
sus
cachorros,
Que
con
un
fatuo
en
su
necedad.
13
El
que
da
mal
por
bien,
No
se
apartará
el
mal
de
su
casa.
14
El
que
comienza
la
discordia
es
como
quien
suelta
las
aguas;
Deja,
pues,
la
contienda,
antes
que
se
enrede.
15
El
que
justifica
al
impío,
y
el
que
condena
al
justo,
Ambos
son
igualmente
abominación
a
Yahweh.
16
¿De
qué
sirve
el
precio
en
la
mano
del
necio
para
comprar
sabiduría,
No
teniendo
entendimiento?
17
En
todo
tiempo
ama
el
amigo,
Y
es
como
un
hermano
en
tiempo
de
angustia.
18
El
hombre
falto
de
entendimiento
presta
fianzas,
Y
sale
por
fiador
en
presencia
de
su
amigo.
19
El
que
ama
la
disputa,
ama
la
transgresión;
Y
el
que
abre
demasiado
la
puerta
busca
su
ruina.
20
El
perverso
de
corazón
nunca
hallará
el
bien,
Y
el
que
revuelve
con
su
lengua
caerá
en
el
mal.
21
El
que
engendra
al
insensato,
para
su
tristeza
lo
engendra;
Y
el
padre
del
necio
no
se
alegrará.
22
El
corazón
alegre
constituye
buen
remedio;
Mas
el
espíritu
triste
seca
los
huesos.
23
El
impío
toma
soborno
del
seno
Para
pervertir
las
sendas
de
la
justicia.
24
En
el
rostro
del
entendido
aparece
la
sabiduría;
Mas
los
ojos
del
necio
vagan
hasta
el
extremo
de
la
tierra.
25
El
hijo
necio
es
pesadumbre
de
su
padre,
Y
amargura
a
la
que
lo
dio
a
luz.
26
Ciertamente
no
es
bueno
condenar
al
justo,
Ni
herir
a
los
nobles
que
hacen
lo
recto.
27
El
que
ahorra
sus
palabras
tiene
sabiduría;
De
espíritu
prudente
es
el
hombre
entendido.
28
Aun
el
necio,
cuando
calla,
es
contado
por
sabio;
El
que
cierra
sus
labios
es
entendido.
PROVERBIO
18
1
Su
deseo
busca
el
que
se
desvía,
Y
se
entremete
en
todo
negocio.
2
No
toma
placer
el
necio
en
la
inteligencia,
Sino
en
que
su
corazón
se
descubra.
3
Cuando
viene
el
impío,
viene
también
el
menosprecio,
Y
con
el
deshonrador
la
afrenta.
4
Aguas
profundas
son
las
palabras
de
la
boca
del
hombre;
Y
arroyo
que
rebosa,
la
fuente
de
la
sabiduría.
5
Tener
respeto
a
la
persona
del
impío,
Para
pervertir
el
derecho
del
justo,
no
es
bueno.
6
Los
labios
del
necio
traen
contienda;
Y
su
boca
los
azotes
llama.
7
La
boca
del
necio
es
quebrantamiento
para
sí,
Y
sus
labios
son
lazos
para
su
alma.
8
Las
palabras
del
chismoso
son
como
bocados
suaves,
Y
penetran
hasta
las
entrañas.
9
También
el
que
es
negligente
en
su
trabajo
Es
hermano
del
hombre
disipador.
10
Torre
fuerte
es
el
nombre
de
Yahweh;
A
él
correrá
el
justo,
y
será
levantado.
11
Las
riquezas
del
rico
son
su
ciudad
fortificada,
Y
como
un
muro
alto
en
su
imaginación.
12
Antes
del
quebrantamiento
se
eleva
el
corazón
del
hombre,
Y
antes
de
la
honra
es
el
abatimiento.
13
Al
que
responde
palabra
antes
de
oír,
Le
es
fatuidad
y
oprobio.
14
El
ánimo
del
hombre
soportará
su
enfermedad;
Mas
¿quién
soportará
al
ánimo
angustiado?
15
El
corazón
del
entendido
adquiere
sabiduría;
Y
el
oído
de
los
sabios
busca
la
ciencia.
16
La
dádiva
del
hombre
le
ensancha
el
camino
Y
le
lleva
delante
de
los
grandes.
17
Justo
parece
el
primero
que
aboga
por
su
causa;
Pero
viene
su
adversario,
y
le
descubre.
18
La
suerte
pone
fin
a
los
pleitos,
Y
decide
entre
los
poderosos.
19
El
hermano
ofendido
es
más
tenaz
que
una
ciudad
fuerte,
Y
las
contiendas
de
los
hermanos
son
como
cerrojos
de
alcázar.
20
Del
fruto
de
la
boca
del
hombre
se
llenará
su
vientre;
Se
saciará
del
producto
de
sus
labios.
21
La
muerte
y
la
vida
están
en
poder
de
la
lengua,
Y
el
que
la
ama
comerá
de
sus
frutos.
22
El
que
halla
esposa
halla
el
bien,
Y
alcanza
la
benevolencia
de
Yahweh.
23
El
pobre
habla
con
ruegos,
Mas
el
rico
responde
durezas.
24
El
hombre
que
tiene
amigos
ha
de
mostrarse
amigo;
Y
amigo
hay
más
unido
que
un
hermano.
PROVERBIO
19
1
Mejor
es
el
pobre
que
camina
en
integridad,
Que
el
de
perversos
labios
y
fatuo.
2
El
alma
sin
ciencia
no
es
buena,
Y
aquel
que
se
apresura
con
los
pies,
peca.
3
La
insensatez
del
hombre
tuerce
su
camino,
Y
luego
contra
Yahweh
se
irrita
su
corazón.
4
Las
riquezas
traen
muchos
amigos;
Mas
el
pobre
es
apartado
de
su
amigo.
5
El
testigo
falso
no
quedará
sin
castigo,
Y
el
que
habla
mentiras
no
escapará.
6
Muchos
buscan
el
favor
del
generoso,
Y
cada
uno
es
amigo
del
hombre
que
da.
7
Todos
los
hermanos
del
pobre
le
aborrecen;
¡Cuánto
más
sus
amigos
se
alejarán
de
él!
Buscará
la
palabra,
y
no
la
hallará.
8
El
que
posee
entendimiento
ama
su
alma;
El
que
guarda
la
inteligencia
hallará
el
bien.
9
El
testigo
falso
no
quedará
sin
castigo,
Y
el
que
habla
mentiras
perecerá.
10
No
conviene
al
necio
el
deleite;
¡Cuánto
menos
al
siervo
ser
señor
de
los
príncipes!
11
La
cordura
del
hombre
detiene
su
furor,
Y
su
honra
es
pasar
por
alto
la
ofensa.
12
Como
rugido
de
cachorro
de
león
es
la
ira
del
rey,
Y
su
favor
como
el
rocío
sobre
la
hierba.
13
Dolor
es
para
su
padre
el
hijo
necio,
Y
gotera
continua
las
contiendas
de
la
mujer.
14
La
casa
y
las
riquezas
son
herencia
de
los
padres;
Mas
de
Yahweh
la
mujer
prudente.
15
La
pereza
hace
caer
en
profundo
sueño,
Y
el
alma
negligente
padecerá
hambre.
16
El
que
guarda
el
mandamiento
guarda
su
alma;
Mas
el
que
menosprecia
sus
caminos
morirá.
17
A
Yahweh
presta
el
que
da
al
pobre,
Y
el
bien
que
ha
hecho,
se
lo
volverá
a
pagar.
18
Castiga
a
tu
hijo
en
tanto
que
hay
esperanza;
Mas
no
se
apresure
tu
alma
para
destruirlo.
19
El
de
grande
ira
llevará
la
pena;
Y
si
usa
de
violencias,
añadirá
nuevos
males.
20
Escucha
el
consejo,
y
recibe
la
corrección,
Para
que
seas
sabio
en
tu
vejez.
21
Muchos
pensamientos
hay
en
el
corazón
del
hombre;
Mas
el
consejo
de
Yahweh
permanecerá.
22
Contentamiento
es
a
los
hombres
hacer
misericordia;
Pero
mejor
es
el
pobre
que
el
mentiroso.
23
El
temor
de
Yahweh
es
para
vida,
Y
con
él
vivirá
lleno
de
reposo
el
hombre;
No
será
visitado
de
mal.
24
El
perezoso
mete
su
mano
en
el
plato,
Y
ni
aun
a
su
boca
la
llevará.
25
Hiere
al
escarnecedor,
y
el
simple
se
hará
avisado;
Y
corrigiendo
al
entendido,
entenderá
ciencia.
26
El
que
roba
a
su
padre
y
ahuyenta
a
su
madre,
Es
hijo
que
causa
vergüenza
y
acarrea
oprobio.
27
Cesa,
hijo
mío,
de
oír
las
enseñanzas
Que
te
hacen
divagar
de
las
razones
de
sabiduría.
28
El
testigo
perverso
se
burlará
del
juicio,
Y
la
boca
de
los
impíos
encubrirá
la
iniquidad.
29
Preparados
están
juicios
para
los
escarnecedores,
Y
azotes
para
las
espaldas
de
los
necios.
PROVERBIO
20
1
El
vino
es
escarnecedor,
la
sidra
alborotadora,
Y
cualquiera
que
por
ellos
yerra
no
es
sabio.
2
Como
rugido
de
cachorro
de
león
es
el
terror
del
rey;
El
que
lo
enfurece
peca
contra
sí
mismo.
3
Honra
es
del
hombre
dejar
la
contienda;
Mas
todo
insensato
se
envolverá
en
ella.
4
El
perezoso
no
ara
a
causa
del
invierno;
Pedirá,
pues,
en
la
siega,
y
no
hallará.
5
Como
aguas
profundas
es
el
consejo
en
el
corazón
del
hombre;
Mas
el
hombre
entendido
lo
alcanzará.
6
Muchos
hombres
proclaman
cada
uno
su
propia
bondad,
Pero
hombre
de
verdad,
¿quién
lo
hallará?
7
Camina
en
su
integridad
el
justo;
Sus
hijos
son
dichosos
después
de
él.
8
El
rey
que
se
sienta
en
el
trono
de
juicio,
Con
su
mirar
disipa
todo
mal.
9
¿Quién
podrá
decir:
Yo
he
limpiado
mi
corazón,
Limpio
estoy
de
mi
pecado?
10
Pesa
falsa
y
medida
falsa,
Ambas
cosas
son
abominación
a
Yahweh.
11
Aun
el
muchacho
es
conocido
por
sus
hechos,
Si
su
conducta
fuere
limpia
y
recta.
12
El
oído
que
oye,
y
el
ojo
que
ve,
Ambas
cosas
igualmente
ha
hecho
Yahweh.
13
No
ames
el
sueño,
para
que
no
te
empobrezcas;
Abre
tus
ojos,
y
te
saciarás
de
pan.
14
El
que
compra
dice:
Malo
es,
malo
es;
Mas
cuando
se
aparta,
se
alaba.
15
Hay
oro
y
multitud
de
piedras
preciosas;
Mas
los
labios
prudentes
son
joya
preciosa.
16
Quítale
su
ropa
al
que
salió
por
fiador
del
extraño,
Y
toma
prenda
del
que
sale
fiador
por
los
extraños.
17
Sabroso
es
al
hombre
el
pan
de
mentira;
Pero
después
su
boca
será
llena
de
cascajo.
18
Los
pensamientos
con
el
consejo
se
ordenan;
Y
con
dirección
sabia
se
hace
la
guerra.
19
El
que
anda
en
chismes
descubre
el
secreto;
No
te
entremetas,
pues,
con
el
suelto
de
lengua.
20
Al
que
maldice
a
su
padre
o
a
su
madre,
Se
le
apagará
su
lámpara
en
oscuridad
tenebrosa.
21
Los
bienes
que
se
adquieren
de
prisa
al
principio,
No
serán
al
final
bendecidos.
22
No
digas:
Yo
me
vengaré;
Espera
a
Yahweh,
y
él
te
salvará.
23
Abominación
son
a
Yahweh
las
pesas
falsas,
Y
la
balanza
falsa
no
es
buena.
24
De
Yahweh
son
los
pasos
del
hombre;
¿Cómo,
pues,
entenderá
el
hombre
su
camino?
25
Lazo
es
al
hombre
hacer
apresuradamente
voto
de
consagración,
Y
después
de
hacerlo,
reflexionar.
26
El
rey
sabio
avienta
a
los
impíos,
Y
sobre
ellos
hace
rodar
la
rueda.
27
Lámpara
de
Yahweh
es
el
espíritu
del
hombre,
La
cual
escudriña
lo
más
profundo
del
corazón.
28
Misericordia
y
verdad
guardan
al
rey,
Y
con
clemencia
se
sustenta
su
trono.
29
La
gloria
de
los
jóvenes
es
su
fuerza,
Y
la
hermosura
de
los
ancianos
es
su
vejez.
30
Los
azotes
que
hieren
son
medicina
para
el
malo,
Y
el
castigo
purifica
el
corazón.
PROVERBIO
21
1
Como
los
repartimientos
de
las
aguas,
Así
está
el
corazón
del
rey
en
la
mano
de
Yahweh;
A
todo
lo
que
quiere
lo
inclina.
2
Todo
camino
del
hombre
es
recto
en
su
propia
opinión;
Pero
Yahweh
pesa
los
corazones.
3
Hacer justicia y juicio es a Yahweh
Más
agradable
que
sacrificio.
4
Altivez
de
ojos,
y
orgullo
de
corazón,
Y
pensamiento
de
impíos,
son
pecado.
5
Los
pensamientos
del
diligente
ciertamente
tienden
a
la
abundancia;
Mas
todo
el
que
se
apresura
alocadamente,
de
cierto
va
a
la
pobreza.
6
Amontonar
tesoros
con
lengua
mentirosa
Es
aliento
fugaz
de
aquellos
que
buscan
la
muerte.
7
La
rapiña
de
los
impíos
los
destruirá,
Por
cuanto
no
quisieron
hacer
juicio.
8
El
camino
del
hombre
perverso
es
torcido
y
extraño;
Mas
los
hechos
del
limpio
son
rectos.
9
Mejor
es
vivir
en
un
rincón
del
terrado
Que
con
mujer
rencillosa
en
casa
espaciosa.
10
El
alma
del
impío
desea
el
mal;
Su
prójimo
no
halla
favor
en
sus
ojos.
11
Cuando
el
escarnecedor
es
castigado,
el
simple
se
hace
sabio;
Y
cuando
se
le
amonesta
al
sabio,
aprende
ciencia.
12
Considera
el
justo
la
casa
del
impío,
Cómo
los
impíos
son
trastornados
por
el
mal.
13
El
que
cierra
su
oído
al
clamor
del
pobre,
También
él
clamará,
y
no
será
oído.
14
La
dádiva
en
secreto
calma
el
furor,
Y
el
don
en
el
seno,
la
fuerte
ira.
15
Alegría
es
para
el
justo
el
hacer
juicio;
Mas
destrucción
a
los
que
hacen
iniquidad.
16
El
hombre
que
se
aparta
del
camino
de
la
sabiduría
Vendrá
a
parar
en
la
compañía
de
los
muertos.
17
Hombre
necesitado
será
el
que
ama
el
deleite,
Y
el
que
ama
el
vino
y
los
ungüentos
no
se
enriquecerá.
18
Rescate
del
justo
es
el
impío,
Y
por
los
rectos,
el
prevaricador.
19
Mejor
es
morar
en
tierra
desierta
Que
con
la
mujer
rencillosa
e
iracunda.
20
Tesoro
precioso
y
aceite
hay
en
la
casa
del
sabio;
Mas
el
hombre
insensato
todo
lo
disipa.
21
El
que
sigue
la
justicia
y
la
misericordia
Hallará
la
vida,
la
justicia
y
la
honra.
22
Tomó
el
sabio
la
ciudad
de
los
fuertes,
Y
derribó
la
fuerza
en
que
ella
confiaba.
23
El
que
guarda
su
boca
y
su
lengua,
Su
alma
guarda
de
angustias.
24
Escarnecedor
es
el
nombre
del
soberbio
y
presuntuoso
Que
obra
en
la
insolencia
de
su
presunción.
25
El
deseo
del
perezoso
le
mata,
Porque
sus
manos
no
quieren
trabajar.
26
Hay
quien
todo
el
día
codicia;
Pero
el
justo
da,
y
no
detiene
su
mano.
27
El
sacrificio
de
los
impíos
es
abominación;
¡Cuánto
más
ofreciéndolo
con
maldad!
28
El
testigo
mentiroso
perecerá;
Mas
el
hombre
que
oye,
permanecerá
en
su
dicho.
29
El
hombre
impío
endurece
su
rostro;
Mas
el
recto
ordena
sus
caminos.
30
No
hay
sabiduría,
ni
inteligencia,
Ni
consejo,
contra
Yahweh.
31
El
caballo
se
alista
para
el
día
de
la
batalla;
Mas
Yahweh
es
el
que
da
la
victoria.
PROVERBIO
22
1
De
más
estima
es
el
buen
nombre
que
las
muchas
riquezas,
Y
la
buena
fama
más
que
la
plata
y
el
oro.
2
El
rico
y
el
pobre
se
encuentran;
A
ambos
los
hizo
Yahweh.
3
El
avisado
ve
el
mal
y
se
esconde;
Mas
los
simples
pasan
y
reciben
el
daño.
4
Riquezas,
honra
y
vida
Son
la
remuneración
de
la
humildad
y
del
temor
de
Yahweh.
5
Espinos
y
lazos
hay
en
el
camino
del
perverso;
El
que
guarda
su
alma
se
alejará
de
ellos.
6
Instruye
al
niño
en
su
camino,
Y
aun
cuando
fuere
viejo
no
se
apartará
de
él.
7
El
rico
se
enseñorea
de
los
pobres,
Y
el
que
toma
prestado
es
siervo
del
que
presta.
8
El
que
sembrare
iniquidad,
iniquidad
segará,
Y
la
vara
de
su
insolencia
se
quebrará.
9
El
ojo
misericordioso
será
bendito,
Porque
dio
de
su
pan
al
indigente.
10
Echa
fuera
al
escarnecedor,
y
saldrá
la
contienda,
Y
cesará
el
pleito
y
la
afrenta.
11
El
que
ama
la
limpieza
de
corazón,
Por
la
gracia
de
sus
labios
tendrá
la
amistad
del
rey.
12
Los
ojos
de
Yahweh
velan
por
la
ciencia;
Mas
él
trastorna
las
cosas
de
los
prevaricadores.
13
Dice
el
perezoso:
El
león
está
fuera;
Seré
muerto
en
la
calle.
14
Fosa
profunda
es
la
boca
de
la
mujer
extraña;
Aquel
contra
el
cual
Yahweh
estuviere
airado
caerá
en
ella.
15
La
necedad
está
ligada
en
el
corazón
del
muchacho;
Mas
la
vara
de
la
corrección
la
alejará
de
él.
16
El
que
oprime
al
pobre
para
aumentar
sus
ganancias,
O
que
da
al
rico,
ciertamente
se
empobrecerá.
Preceptos
y
amonestaciones
17
Inclina
tu
oído
y
oye
las
palabras
de
los
sabios,
Y
aplica
tu
corazón
a
mi
sabiduría;
18
Porque
es
cosa
deliciosa,
si
las
guardares
dentro
de
ti;
Si
juntamente
se
afirmaren
sobre
tus
labios.
19
Para
que
tu
confianza
sea
en
Yahweh,
Te
las
he
hecho
saber
hoy
a
ti
también.
20
¿No
te
he
escrito
tres
veces
En
consejos
y
en
ciencia,
21
Para
hacerte
saber
la
certidumbre
de
las
palabras
de
verdad,
A
fin
de
que
vuelvas
a
llevar
palabras
de
verdad
a
los
que
te
enviaron?
22
No
robes
al
pobre,
porque
es
pobre,
Ni
quebrantes
en
la
puerta
al
afligido;
23
Porque
Yahweh
juzgará
la
causa
de
ellos,
Y
despojará
el
alma
de
aquellos
que
los
despojaren.
24
No
te
entremetas
con
el
iracundo,
Ni
te
acompañes
con
el
hombre
de
enojos,
25
No
sea
que
aprendas
sus
maneras,
Y
tomes
lazo
para
tu
alma.
26
No
seas
de
aquellos
que
se
comprometen,
Ni
de
los
que
salen
por
fiadores
de
deudas.
27
Si
no
tuvieres
para
pagar,
¿Por
qué
han
de
quitar
tu
cama
de
debajo
de
ti?
28
No
traspases
los
linderos
antiguos
Que
pusieron
tus
padres.
29
¿Has
visto
hombre
solícito
en
su
trabajo?
Delante
de
los
reyes
estará;
No
estará
delante
de
los
de
baja
condición.
|
PROVERBIO
23
1
Cuando
te
sientes
a
comer
con
algún
señor,
Considera
bien
lo
que
está
delante
de
ti,
2
Y
pon
cuchillo
a
tu
garganta,
Si
tienes
gran
apetito.
3
No
codicies
sus
manjares
delicados,
Porque
es
pan
engañoso.
4
No
te
afanes
por
hacerte
rico;
Sé
prudente,
y
desiste.
5
¿Has
de
poner
tus
ojos
en
las
riquezas,
siendo
ningunas?
Porque
se
harán
alas
Como
alas
de
águila,
y
volarán
al
cielo.
6
No
comas
pan
con
el
avaro,
Ni
codicies
sus
manjares;
7
Porque
cual
es
su
pensamiento
en
su
corazón,
tal
es
él.
Come
y
bebe,
te
dirá;
Mas
su
corazón
no
está
contigo.
8
Vomitarás
la
parte
que
comiste,
Y
perderás
tus
suaves
palabras.
9
No
hables
a
oídos
del
necio,
Porque
menospreciará
la
prudencia
de
tus
razones.
10
No
traspases
el
lindero
antiguo,
Ni
entres
en
la
heredad
de
los
huérfanos;
11
Porque
el
defensor
de
ellos
es
el
Fuerte,
El
cual
juzgará
la
causa
de
ellos
contra
ti.
12
Aplica
tu
corazón
a
la
enseñanza,
Y
tus
oídos
a
las
palabras
de
sabiduría.
13
No
rehúses
corregir
al
muchacho;
Porque
si
lo
castigas
con
vara,
no
morirá.
14
Lo
castigarás
con
vara,
Y
librarás
su
alma
del
Seol.
15
Hijo
mío,
si
tu
corazón
fuere
sabio,
También
a
mí
se
me
alegrará
el
corazón;
16
Mis
entrañas
también
se
alegrarán
Cuando
tus
labios
hablaren
cosas
rectas.
17
No
tenga
tu
corazón
envidia
de
los
pecadores,
Antes
persevera
en
el
temor
de
Yahweh
todo
el
tiempo;
18
Porque
ciertamente
hay
fin,
Y
tu
esperanza
no
será
cortada.
19
Oye,
hijo
mío,
y
sé
sabio,
Y
endereza
tu
corazón
al
camino.
20
No
estés
con
los
bebedores
de
vino,
Ni
con
los
comedores
de
carne;
21
Porque
el
bebedor
y
el
comilón
empobrecerán,
Y
el
sueño
hará
vestir
vestidos
rotos.
22
Oye
a
tu
padre,
a
aquel
que
te
engendró;
Y
cuando
tu
madre
envejeciere,
no
la
menosprecies.
23
Compra
la
verdad,
y
no
la
vendas;
La
sabiduría,
la
enseñanza
y
la
inteligencia.
24
Mucho
se
alegrará
el
padre
del
justo,
Y
el
que
engendra
sabio
se
gozará
con
él.
25
Alégrense
tu
padre
y
tu
madre,
Y
gócese
la
que
te
dio
a
luz.
26
Dame,
hijo
mío,
tu
corazón,
Y
miren
tus
ojos
por
mis
caminos.
27
Porque
abismo
profundo
es
la
ramera,
Y
pozo
angosto
la
extraña.
28
También
ella,
como
robador,
acecha,
Y
multiplica
entre
los
hombres
los
prevaricadores.
29
¿Para
quién
será
el
ay?
¿Para
quién
el
dolor?
¿Para
quién
las
rencillas?
¿Para
quién
las
quejas?
¿Para
quién
las
heridas
en
balde?
¿Para
quién
lo
amoratado
de
los
ojos?
30
Para
los
que
se
detienen
mucho
en
el
vino,
Para
los
que
van
buscando
la
mistura.
31
No
mires
al
vino
cuando
rojea,
Cuando
resplandece
su
color
en
la
copa.
Se
entra
suavemente;
32
Mas
al
fin
como
serpiente
morderá,
Y
como
áspid
dará
dolor.
33
Tus
ojos
mirarán
cosas
extrañas,
Y
tu
corazón
hablará
perversidades.
34
Serás
como
el
que
yace
en
medio
del
mar,
O
como
el
que
está
en
la
punta
de
un
mastelero.
35
Y
dirás:
Me
hirieron,
mas
no
me
dolió;
Me
azotaron,
mas
no
lo
sentí;
Cuando
despertare,
aún
lo
volveré
a
buscar.
PROVERBIO
24
1
No
tengas
envidia
de
los
hombres
malos,
Ni
desees
estar
con
ellos;
2
Porque
su
corazón
piensa
en
robar,
E
iniquidad
hablan
sus
labios.
3
Con
sabiduría
se
edificará
la
casa,
Y
con
prudencia
se
afirmará;
4
Y
con
ciencia
se
llenarán
las
cámaras
De
todo
bien
preciado
y
agradable.
5
El
hombre
sabio
es
fuerte,
Y
de
pujante
vigor
el
hombre
docto.
6
Porque
con
ingenio
harás
la
guerra,
Y
en
la
multitud
de
consejeros
está
la
victoria.
7
Alta
está
para
el
insensato
la
sabiduría;
En
la
puerta
no
abrirá
él
su
boca.
8
Al
que
piensa
hacer
el
mal,
Le
llamarán
hombre
de
malos
pensamientos.
9
El
pensamiento
del
necio
es
pecado,
Y
abominación
a
los
hombres
el
escarnecedor.
10
Si
fueres
flojo
en
el
día
de
trabajo,
Tu
fuerza
será
reducida.
11
Libra
a
los
que
son
llevados
a
la
muerte;
Salva
a
los
que
están
en
peligro
de
muerte.
12
Porque
si
dijeres:
Ciertamente
no
lo
supimos,
¿Acaso
no
lo
entenderá
el
que
pesa
los
corazones?
El
que
mira
por
tu
alma,
él
lo
conocerá,
Y
dará
al
hombre
según
sus
obras.
13
Come,
hijo
mío,
de
la
miel,
porque
es
buena,
Y
el
panal
es
dulce
a
tu
paladar.
14
Así
será
a
tu
alma
el
conocimiento
de
la
sabiduría;
Si
la
hallares
tendrás
recompensa,
Y
al
fin
tu
esperanza
no
será
cortada.
15
Oh
impío,
no
aceches
la
tienda
del
justo,
No
saquees
su
cámara;
16
Porque
siete
veces
cae
el
justo,
y
vuelve
a
levantarse;
Mas
los
impíos
caerán
en
el
mal.
17
Cuando
cayere
tu
enemigo,
no
te
regocijes,
Y
cuando
tropezare,
no
se
alegre
tu
corazón;
18
No
sea
que
Yahweh
lo
mire,
y
le
desagrade,
Y
aparte
de
sobre
él
su
enojo.
19
No
te
entremetas
con
los
malignos,
Ni
tengas
envidia
de
los
impíos;
20
Porque
para
el
malo
no
habrá
buen
fin,
Y
la
lámpara
de
los
impíos
será
apagada.
21
Teme
a
Yahweh,
hijo
mío,
y
al
rey;
No
te
entremetas
con
los
veleidosos;
22
Porque
su
quebrantamiento
vendrá
de
repente;
Y
el
quebrantamiento
de
ambos,
¿quién
lo
comprende?
23 También
estos
son
dichos
de
los
sabios:
Hacer
acepción
de
personas
en
el
juicio
no
es
bueno.
24
El
que
dijere
al
malo:
Justo
eres,
Los
pueblos
lo
maldecirán,
y
le
detestarán
las
naciones;
25
Mas
los
que
lo
reprendieren
tendrán
felicidad,
Y
sobre
ellos
vendrá
gran
bendición.
26
Besados
serán
los
labios
Del
que
responde
palabras
rectas.
27
Prepara
tus
labores
fuera,
Y
disponlas
en
tus
campos,
Y
después
edificarás
tu
casa.
28
No
seas
sin
causa
testigo
contra
tu
prójimo,
Y
no
lisonjees
con
tus
labios.
29
No
digas:
Como
me
hizo,
así
le
haré;
Daré
el
pago
al
hombre
según
su
obra.
30
Pasé
junto
al
campo
del
hombre
perezoso,
Y
junto
a
la
viña
del
hombre
falto
de
entendimiento;
31
Y
he
aquí
que
por
toda
ella
habían
crecido
los
espinos,
Ortigas
habían
ya
cubierto
su
faz,
Y
su
cerca
de
piedra
estaba
ya
destruida.
32
Miré,
y
lo
puse
en
mi
corazón;
Lo
vi,
y
tomé
consejo.
33
Un
poco
de
sueño,
cabeceando
otro
poco,
Poniendo
mano
sobre
mano
otro
poco
para
dormir;
34
Así
vendrá
como
caminante
tu
necesidad,
Y
tu
pobreza
como
hombre
armado.
PROVERBIO
25
Comparaciones
y
lecciones
morales
1 También
estos
son
proverbios
de
Salomón,
los
cuales
copiaron
los
varones
de
Ezequías,
rey
de
Judá:
2
Gloria
de
Dios
es
encubrir
un
asunto;
Pero
honra
del
rey
es
escudriñarlo.
3
Para
la
altura
de
los
cielos,
y
para
la
profundidad
de
la
tierra,
Y
para
el
corazón
de
los
reyes,
no
hay
investigación.
4
Quita
las
escorias
de
la
plata,
Y
saldrá
alhaja
al
fundidor.
5
Aparta
al
impío
de
la
presencia
del
rey,
Y
su
trono
se
afirmará
en
justicia.
6
No
te
alabes
delante
del
rey,
Ni
estés
en
el
lugar
de
los
grandes;
7
Porque
mejor
es
que
se
te
diga:
Sube
acá,
Y
no
que
seas
humillado
delante
del
príncipe
A
quien
han
mirado
tus
ojos.
8
No
entres
apresuradamente
en
pleito,
No
sea
que
no
sepas
qué
hacer
al
fin,
Después
que
tu
prójimo
te
haya
avergonzado.
9
Trata
tu
causa
con
tu
compañero,
Y
no
descubras
el
secreto
a
otro,
10
No
sea
que
te
deshonre
el
que
lo
oyere,
Y
tu
infamia
no
pueda
repararse.
11
Manzana
de
oro
con
figuras
de
plata
Es
la
palabra
dicha
como
conviene.
12
Como
zarcillo
de
oro
y
joyel
de
oro
fino
Es
el
que
reprende
al
sabio
que
tiene
oído
dócil.
13
Como
frío
de
nieve
en
tiempo
de
la
siega,
Así
es
el
mensajero
fiel
a
los
que
lo
envían,
Pues
al
alma
de
su
señor
da
refrigerio.
14
Como
nubes
y
vientos
sin
lluvia,
Así
es
el
hombre
que
se
jacta
de
falsa
liberalidad.
15
Con
larga
paciencia
se
aplaca
el
príncipe,
Y
la
lengua
blanda
quebranta
los
huesos.
16
¿Hallaste
miel?
Come
lo
que
te
basta,
No
sea
que
hastiado
de
ella
la
vomites.
17
Detén
tu
pie
de
la
casa
de
tu
vecino,
No
sea
que
hastiado
de
ti
te
aborrezca.
18
Martillo
y
cuchillo
y
saeta
aguda
Es
el
hombre
que
habla
contra
su
prójimo
falso
testimonio.
19
Como
diente
roto
y
pie
descoyuntado
Es
la
confianza
en
el
prevaricador
en
tiempo
de
angustia.
20
El
que
canta
canciones
al
corazón
afligido
Es
como
el
que
quita
la
ropa
en
tiempo
de
frío,
o
el
que
sobre
el
jabón
echa
vinagre.
21
Si
el
que
te
aborrece
tuviere
hambre,
dale
de
comer
pan,
Y
si
tuviere
sed,
dale
de
beber
agua;
22
Porque
ascuas
amontonarás
sobre
su
cabeza,
Y
Yahweh
te
lo
pagará.
23
El
viento
del
norte
ahuyenta
la
lluvia,
Y
el
rostro
airado
la
lengua
detractora.
24
Mejor
es
estar
en
un
rincón
del
terrado,
Que
con
mujer
rencillosa
en
casa
espaciosa.
25
Como
el
agua
fría
al
alma
sedienta,
Así
son
las
buenas
nuevas
de
lejanas
tierras.
26
Como
fuente
turbia
y
manantial
corrompido,
Es
el
justo
que
cae
delante
del
impío.
27
Comer
mucha
miel
no
es
bueno,
Ni
el
buscar
la
propia
gloria
es
gloria.
28
Como
ciudad
derribada
y
sin
muro
Es
el
hombre
cuyo
espíritu
no
tiene
rienda.
PROVERBIO
26
1
Como
no
conviene
la
nieve
en
el
verano,
ni
la
lluvia
en
la
siega,
Así
no
conviene
al
necio
la
honra.
2
Como
el
gorrión
en
su
vagar,
y
como
la
golondrina
en
su
vuelo,
Así
la
maldición
nunca
vendrá
sin
causa.
3
El
látigo
para
el
caballo,
el
cabestro
para
el
asno,
Y
la
vara
para
la
espalda
del
necio.
4
Nunca
respondas
al
necio
de
acuerdo
con
su
necedad,
Para
que
no
seas
tú
también
como
él.
5
Responde
al
necio
como
merece
su
necedad,
Para
que
no
se
estime
sabio
en
su
propia
opinión.
6
Como
el
que
se
corta
los
pies
y
bebe
su
daño,
Así
es
el
que
envía
recado
por
mano
de
un
necio.
7
Las
piernas
del
cojo
penden
inútiles;
Así
es
el
proverbio
en
la
boca
del
necio.
8
Como
quien
liga
la
piedra
en
la
honda,
Así
hace
el
que
da
honra
al
necio.
9
Espinas
hincadas
en
mano
del
embriagado,
Tal
es
el
proverbio
en
la
boca
de
los
necios.
10
Como
arquero
que
a
todos
hiere,
Es
el
que
toma
a
sueldo
insensatos
y
vagabundos.
11
Como
perro
que
vuelve
a
su
vómito,
Así
es
el
necio
que
repite
su
necedad.
12
¿Has
visto
hombre
sabio
en
su
propia
opinión?
Más
esperanza
hay
del
necio
que
de
él.
13
Dice
el
perezoso:
El
león
está
en
el
camino;
El
león
está
en
las
calles.
14
Como
la
puerta
gira
sobre
sus
quicios,
Así
el
perezoso
se
vuelve
en
su
cama.
15
Mete
el
perezoso
su
mano
en
el
plato;
Se
cansa
de
llevarla
a
su
boca.
16
En
su
propia
opinión
el
perezoso
es
más
sabio
Que
siete
que
sepan
aconsejar.
17
El
que
pasando
se
deja
llevar
de
la
ira
en
pleito
ajeno
Es
como
el
que
toma
al
perro
por
las
orejas.
18
Como
el
que
enloquece,
y
echa
llamas
Y
saetas
y
muerte,
19
Tal
es
el
hombre
que
engaña
a
su
amigo,
Y
dice:
Ciertamente
lo
hice
por
broma.
20
Sin
leña
se
apaga
el
fuego,
Y
donde
no
hay
chismoso,
cesa
la
contienda.
21
El
carbón
para
brasas,
y
la
leña
para
el
fuego;
Y
el
hombre
rencilloso
para
encender
contienda.
22
Las
palabras
del
chismoso
son
como
bocados
suaves,
Y
penetran
hasta
las
entrañas.
23
Como
escoria
de
plata
echada
sobre
el
tiesto
Son
los
labios
lisonjeros
y
el
corazón
malo.
24
El
que
odia
disimula
con
sus
labios;
Mas
en
su
interior
maquina
engaño.
25
Cuando
hablare
amigablemente,
no
le
creas;
Porque
siete
abominaciones
hay
en
su
corazón.
26
Aunque
su
odio
se
cubra
con
disimulo,
Su
maldad
será
descubierta
en
la
congregación.
27
El
que
cava
foso
caerá
en
él;
Y
al
que
revuelve
la
piedra,
sobre
él
le
volverá.
28
La
lengua
falsa
atormenta
al
que
ha
lastimado,
Y
la
boca
lisonjera
hace
resbalar.
PROVERBIO
27
1
No
te
jactes
del
día
de
mañana;
Porque
no
sabes
qué
dará
de
sí
el
día.
2
Alábete
el
extraño,
y
no
tu
propia
boca;
El
ajeno,
y
no
los
labios
tuyos.
3
Pesada
es
la
piedra,
y
la
arena
pesa;
Mas
la
ira
del
necio
es
más
pesada
que
ambas.
4
Cruel
es
la
ira,
e
impetuoso
el
furor;
Mas
¿quién
podrá
sostenerse
delante
de
la
envidia?
5
Mejor
es
reprensión
manifiesta
Que
amor
oculto.
6
Fieles
son
las
heridas
del
que
ama;
Pero
importunos
los
besos
del
que
aborrece.
7
El
hombre
saciado
desprecia
el
panal
de
miel;
Pero
al
hambriento
todo
lo
amargo
es
dulce.
8
Cual
ave
que
se
va
de
su
nido,
Tal
es
el
hombre
que
se
va
de
su
lugar.
9
El
ungüento
y
el
perfume
alegran
el
corazón,
Y
el
cordial
consejo
del
amigo,
al
hombre.
10
No
dejes
a
tu
amigo,
ni
al
amigo
de
tu
padre;
Ni
vayas
a
la
casa
de
tu
hermano
en
el
día
de
tu
aflicción.
Mejor
es
el
vecino
cerca
que
el
hermano
lejos.
11
Sé
sabio,
hijo
mío,
y
alegra
mi
corazón,
Y
tendré
qué
responder
al
que
me
agravie.
12
El
avisado
ve
el
mal
y
se
esconde;
Mas
los
simples
pasan
y
llevan
el
daño.
13
Quítale
su
ropa
al
que
salió
fiador
por
el
extraño;
Y
al
que
fía
a
la
extraña,
tómale
prenda.
14
El
que
bendice
a
su
amigo
en
alta
voz,
madrugando
de
mañana,
Por
maldición
se
le
contará.
15
Gotera
continua
en
tiempo
de
lluvia
Y
la
mujer
rencillosa,
son
semejantes;
16
Pretender
contenerla
es
como
refrenar
el
viento,
O
sujetar
el
aceite
en
la
mano
derecha.
17
Hierro
con
hierro
se
aguza;
Y
así
el
hombre
aguza
el
rostro
de
su
amigo.
18
Quien
cuida
la
higuera
comerá
su
fruto,
Y
el
que
mira
por
los
intereses
de
su
señor,
tendrá
honra.
19
Como
en
el
agua
el
rostro
corresponde
al
rostro,
Así
el
corazón
del
hombre
al
del
hombre.
20
El
Seol
y
el
Abadón
nunca
se
sacian;
Así
los
ojos
del
hombre
nunca
están
satisfechos.
21
El
crisol
prueba
la
plata,
y
la
hornaza
el
oro,
Y
al
hombre
la
boca
del
que
lo
alaba.
22
Aunque
majes
al
necio
en
un
mortero
entre
granos
de
trigo
majados
con
el
pisón,
No
se
apartará
de
él
su
necedad.
23
Sé
diligente
en
conocer
el
estado
de
tus
ovejas,
Y
mira
con
cuidado
por
tus
rebaños;
24
Porque
las
riquezas
no
duran
para
siempre;
¿Y
será
la
corona
para
perpetuas
generaciones?
25
Saldrá
la
grama,
aparecerá
la
hierba,
Y
se
segarán
las
hierbas
de
los
montes.
26
Los
corderos
son
para
tus
vestidos,
Y
los
cabritos
para
el
precio
del
campo;
27
Y
abundancia
de
leche
de
las
cabras
para
tu
mantenimiento,
para
mantenimiento
de
tu
casa,
Y
para
sustento
de
tus
criadas.
PROVERBIO
28
Proverbios
antitéticos
1
Huye
el
impío
sin
que
nadie
lo
persiga;
Mas
el
justo
está
confiado
como
un
león.
2
Por
la
rebelión
de
la
tierra
sus
príncipes
son
muchos;
Mas
por
el
hombre
entendido
y
sabio
permanece
estable.
3
El
hombre
pobre
y
robador
de
los
pobres
Es
como
lluvia
torrencial
que
deja
sin
pan.
4
Los
que
dejan
la
ley
alaban
a
los
impíos;
Mas
los
que
la
guardan
contenderán
con
ellos.
5
Los
hombres
malos
no
entienden
el
juicio;
Mas
los
que
buscan
a
Yahweh
entienden
todas
las
cosas.
6
Mejor
es
el
pobre
que
camina
en
su
integridad,
Que
el
de
perversos
caminos
y
rico.
7
El
que
guarda
la
ley
es
hijo
prudente;
Mas
el
que
es
compañero
de
glotones
averg:uenza
a
su
padre.
8
El
que
aumenta
sus
riquezas
con
usura
y
crecido
interés,
Para
aquel
que
se
compadece
de
los
pobres
las
aumenta.
9
El
que
aparta
su
oído
para
no
oír
la
ley,
Su
oración
también
es
abominable.
10
El
que
hace
errar
a
los
rectos
por
el
mal
camino,
El
caerá
en
su
misma
fosa;
Mas
los
perfectos
heredarán
el
bien.
11
El
hombre
rico
es
sabio
en
su
propia
opinión;
Mas
el
pobre
entendido
lo
escudriña.
12
Cuando
los
justos
se
alegran,
grande
es
la
gloria;
Mas
cuando
se
levantan
los
impíos,
tienen
que
esconderse
los
hombres.
13
El
que
encubre
sus
pecados
no
prosperará;
Mas
el
que
los
confiesa
y
se
aparta
alcanzará
misericordia.
14
Bienaventurado
el
hombre
que
siempre
teme
a
Dios;
Mas
el
que
endurece
su
corazón
caerá
en
el
mal.
15
León
rugiente
y
oso
hambriento
Es
el
príncipe
impío
sobre
el
pueblo
pobre.
16
El
príncipe
falto
de
entendimiento
multiplicará
la
extorsión;
Mas
el
que
aborrece
la
avaricia
prolongará
sus
días.
17
El
hombre
cargado
de
la
sangre
de
alguno
Huirá
hasta
el
sepulcro,
y
nadie
le
detendrá.
18
El
que
en
integridad
camina
será
salvo;
Mas
el
de
perversos
caminos
caerá
en
alguno.
19
El
que
labra
su
tierra
se
saciará
de
pan;
Mas
el
que
sigue
a
los
ociosos
se
llenará
de
pobreza.
20
El
hombre
de
verdad
tendrá
muchas
bendiciones;
Mas
el
que
se
apresura
a
enriquecerse
no
será
sin
culpa.
21
Hacer
acepción
de
personas
no
es
bueno;
Hasta
por
un
bocado
de
pan
prevaricará
el
hombre.
22
Se
apresura
a
ser
rico
el
avaro,
Y
no
sabe
que
le
ha
de
venir
pobreza.
23
El
que
reprende
al
hombre,
hallará
después
mayor
gracia
Que
el
que
lisonjea
con
la
lengua.
24
El
que
roba
a
su
padre
o
a
su
madre,
y
dice
que
no
es
maldad,
Compañero
es
del
hombre
destruidor.
25
El
altivo
de
ánimo
suscita
contiendas;
Mas
el
que
confía
en
Yahweh
prosperará.
26
El
que
confía
en
su
propio
corazón
es
necio;
Mas
el
que
camina
en
sabiduría
será
librado.
27
El
que
da
al
pobre
no
tendrá
pobreza;
Mas
el
que
aparta
sus
ojos
tendrá
muchas
maldiciones.
28
Cuando
los
impíos
son
levantados
se
esconde
el
hombre;
Mas
cuando
perecen,
los
justos
se
multiplican.
PROVERBIO
29
1
El
hombre
que
reprendido
endurece
la
cerviz,
De
repente
será
quebrantado,
y
no
habrá
para
él
medicina.
2
Cuando
los
justos
dominan,
el
pueblo
se
alegra;
Mas
cuando
domina
el
impío,
el
pueblo
gime.
3
El
hombre
que
ama
la
sabiduría
alegra
a
su
padre;
Mas
el
que
frecuenta
rameras
perderá
los
bienes.
4
El
rey
con
el
juicio
afirma
la
tierra;
Mas
el
que
exige
presentes
la
destruye.
5
El
hombre
que
lisonjea
a
su
prójimo,
Red
tiende
delante
de
sus
pasos.
6
En
la
transgresión
del
hombre
malo
hay
lazo;
Mas
el
justo
cantará
y
se
alegrará.
7
Conoce
el
justo
la
causa
de
los
pobres;
Mas
el
impío
no
entiende
sabiduría.
8
Los
hombres
escarnecedores
ponen
la
ciudad
en
llamas;
Mas
los
sabios
apartan
la
ira.
9
Si
el
hombre
sabio
contendiere
con
el
necio,
Que
se
enoje
o
que
se
ría,
no
tendrá
reposo.
10
Los
hombres
sanguinarios
aborrecen
al
perfecto,
Mas
los
rectos
buscan
su
contentamiento.
11
El
necio
da
rienda
suelta
a
toda
su
ira,
Mas
el
sabio
al
fin
la
sosiega.
12
Si
un
gobernante
atiende
la
palabra
mentirosa,
Todos
sus
servidores
serán
impíos.
13
El
pobre
y
el
usurero
se
encuentran;
Yahweh
alumbra
los
ojos
de
ambos.
14
Del
rey
que
juzga
con
verdad
a
los
pobres,
El
trono
será
firme
para
siempre.
15
La
vara
y
la
corrección
dan
sabiduría;
Mas
el
muchacho
consentido
avergonzará
a
su
madre.
16
Cuando
los
impíos
son
muchos,
mucha
es
la
transgresión;
Mas
los
justos
verán
la
ruina
de
ellos.
17
Corrige
a
tu
hijo,
y
te
dará
descanso,
Y
dará
alegría
a
tu
alma.
18
Sin
profecía
el
pueblo
se
desenfrena;
Mas
el
que
guarda
la
ley
es
bienaventurado.
19
El
siervo
no
se
corrige
con
palabras;
Porque
entiende,
mas
no
hace
caso.
20
¿Has
visto
hombre
ligero
en
sus
palabras?
Más
esperanza
hay
del
necio
que
de
él.
21
El
siervo
mimado
desde
la
niñez
por
su
amo,
A
la
postre
será
su
heredero.
22
El
hombre
iracundo
levanta
contiendas,
Y
el
furioso
muchas
veces
peca.
23
La
soberbia
del
hombre
le
abate;
Pero
al
humilde
de
espíritu
sustenta
la
honra.
24
El
cómplice
del
ladrón
aborrece
su
propia
alma;
Pues
oye
la
imprecación
y
no
dice
nada.
25
El
temor
del
hombre
pondrá
lazo;
Mas
el
que
confía
en
Yahweh
será
exaltado.
26
Muchos
buscan
el
favor
del
príncipe;
Mas
de
Yahweh
viene
el
juicio
de
cada
uno.
27
Abominación
es
a
los
justos
el
hombre
inicuo;
Y
abominación
es
al
impío
el
de
caminos
rectos.
PROVERBIO
30
Las
palabras
de
Agur
1 Palabras
de
Agur,
hijo
de
Jaqué;
la
profecía
que
dijo
el
varón
a
Itiel,
a
Itiel
y
a
Ucal.
2
Ciertamente
más
rudo
soy
yo
que
ninguno,
Ni
tengo
entendimiento
de
hombre.
3
Yo
ni
aprendí
sabiduría,
Ni
conozco
la
ciencia
del
Santo.
4
¿Quién
subió
al
cielo,
y
descendió?
¿Quién
encerró
los
vientos
en
sus
puños?
¿Quién
ató
las
aguas
en
un
paño?
¿Quién
afirmó
todos
los
términos
de
la
tierra?
¿Cuál
es
su
nombre,
y
el
nombre
de
su
hijo,
si
sabes?
5
Toda
palabra
de
Dios
es
limpia;
El
es
escudo
a
los
que
en
él
esperan.
6
No
añadas
a
sus
palabras,
para
que
no
te
reprenda,
Y
seas
hallado
mentiroso.
7
Dos
cosas
te
he
demandado;
No
me
las
niegues
antes
que
muera:
8
Vanidad
y
palabra
mentirosa
aparta
de
mí;
No
me
des
pobreza
ni
riquezas;
Manténme
del
pan
necesario;
9
No
sea
que
me
sacie,
y
te
niegue,
y
diga:
¿Quién
es
Yahweh?
O
que
siendo
pobre,
hurte,
Y
blasfeme
el
nombre
de
mi
Dios.
10
No
acuses
al
siervo
ante
su
señor,
No
sea
que
te
maldiga,
y
lleves
el
castigo.
11
Hay
generación
que
maldice
a
su
padre
Y
a
su
madre
no
bendice.
12
Hay
generación
limpia
en
su
propia
opinión,
Si
bien
no
se
ha
limpiado
de
su
inmundicia.
13
Hay
generación
cuyos
ojos
son
altivos
Y
cuyos
párpados
están
levantados
en
alto.
14
Hay
generación
cuyos
dientes
son
espadas,
y
sus
muelas
cuchillos,
Para
devorar
a
los
pobres
de
la
tierra,
y
a
los
menesterosos
de
entre
los
hombres.
15
La
sanguijuela
tiene
dos
hijas
que
dicen:
¡Dame!
¡dame!
Tres
cosas
hay
que
nunca
se
sacian;
Aun
la
cuarta
nunca
dice:
¡Basta!
16
El
Seol,
la
matriz
estéril,
La
tierra
que
no
se
sacia
de
aguas,
Y
el
fuego
que
jamás
dice:
¡Basta!
17
El
ojo
que
escarnece
a
su
padre
Y
menosprecia
la
enseñanza
de
la
madre,
Los
cuervos
de
la
cañada
lo
saquen,
Y
lo
devoren
los
hijos
del
águila.
18
Tres
cosas
me
son
ocultas;
Aun
tampoco
sé
la
cuarta:
19
El
rastro
del
águila
en
el
aire;
El
rastro
de
la
culebra
sobre
la
peña;
El
rastro
de
la
nave
en
medio
del
mar;
Y
el
rastro
del
hombre
en
la
doncella.
20
El
proceder
de
la
mujer
adúltera
es
así:
Come,
y
limpia
su
boca
Y
dice:
No
he
hecho
maldad.
21
Por
tres
cosas
se
alborota
la
tierra,
Y
la
cuarta
ella
no
puede
sufrir:
22
Por
el
siervo
cuando
reina;
Por
el
necio
cuando
se
sacia
de
pan;
23
Por
la
mujer
odiada
cuando
se
casa;
Y
por
la
sierva
cuando
hereda
a
su
señora.
24
Cuatro
cosas
son
de
las
más
pequeñas
de
la
tierra,
Y
las
mismas
son
más
sabias
que
los
sabios:
25
Las
hormigas,
pueblo
no
fuerte,
Y
en
el
verano
preparan
su
comida;
26
Los
conejos,
pueblo
nada
esforzado,
Y
ponen
su
casa
en
la
piedra;
27
Las
langostas,
que
no
tienen
rey,
Y
salen
todas
por
cuadrillas;
28
La
araña
que
atrapas
con
la
mano,
Y
está
en
palacios
de
rey.
29
Tres
cosas
hay
de
hermoso
andar,
Y
la
cuarta
pasea
muy
bien:
30
El
león,
fuerte
entre
todos
los
animales,
Que
no
vuelve
atrás
por
nada;
31
El
ceñido
de
lomos;
asimismo
el
macho
cabrío;
Y
el
rey,
a
quien
nadie
resiste.
32
Si
neciamente
has
procurado
enaltecerte,
O
si
has
pensado
hacer
mal,
Pon
el
dedo
sobre
tu
boca.
33
Ciertamente
el
que
bate
la
leche
sacará
mantequilla,
Y
el
que
recio
se
suena
las
narices
sacará
sangre;
Y
el
que
provoca
la
ira
causará
contienda.
PROVERBIO
31
Exhortación
a
un
rey
1 Palabras
del
rey
Lemuel;
la
profecía
con
que
le
enseñó
su
madre.
2
¿Qué,
hijo
mío?
¿y
qué,
hijo
de
mi
vientre?
¿Y
qué,
hijo
de
mis
deseos?
3
No
des
a
las
mujeres
tu
fuerza,
Ni
tus
caminos
a
lo
que
destruye
a
los
reyes.
4
No
es
de
los
reyes,
oh
Lemuel,
no
es
de
los
reyes
beber
vino,
Ni
de
los
príncipes
la
sidra;
5
No
sea
que
bebiendo
olviden
la
ley,
Y
perviertan
el
derecho
de
todos
los
afligidos.
6
Dad
la
sidra
al
desfallecido,
Y
el
vino
a
los
de
amargado
ánimo.
7
Beban,
y
olvídense
de
su
necesidad,
Y
de
su
miseria
no
se
acuerden
más.
8
Abre
tu
boca
por
el
mudo
En
el
juicio
de
todos
los
desvalidos.
9
Abre
tu
boca,
juzga
con
justicia,
Y
defiende
la
causa
del
pobre
y
del
menesteroso.
Elogio
de
la
mujer
virtuosa
10
Mujer
virtuosa,
¿quién
la
hallará?
Porque
su
estima
sobrepasa
largamente
a
la
de
las
piedras
preciosas.
11
El
corazón
de
su
marido
está
en
ella
confiado,
Y
no
carecerá
de
ganancias.
12
Le
da
ella
bien
y
no
mal
Todos
los
días
de
su
vida.
13
Busca
lana
y
lino,
Y
con
voluntad
trabaja
con
sus
manos.
14
Es
como
nave
de
mercader;
Trae
su
pan
de
lejos.
15
Se
levanta
aun
de
noche
Y
da
comida
a
su
familia
Y
ración
a
sus
criadas.
16
Considera
la
heredad,
y
la
compra,
Y
planta
viña
del
fruto
de
sus
manos.
17
Ciñe
de
fuerza
sus
lomos,
Y
esfuerza
sus
brazos.
18
Ve
que
van
bien
sus
negocios;
Su
lámpara
no
se
apaga
de
noche.
19
Aplica
su
mano
al
huso,
Y
sus
manos
a
la
rueca.
20
Alarga
su
mano
al
pobre,
Y
extiende
sus
manos
al
menesteroso.
21
No
tiene
temor
de
la
nieve
por
su
familia,
Porque
toda
su
familia
está
vestida
de
ropas
dobles.
22
Ella
se
hace
tapices;
De
lino
fino
y
púrpura
es
su
vestido.
23
Su
marido
es
conocido
en
las
puertas,
Cuando
se
sienta
con
los
ancianos
de
la
tierra.
24
Hace
telas,
y
vende,
Y
da
cintas
al
mercader.
25
Fuerza
y
honor
son
su
vestidura;
Y
se
ríe
de
lo
por
venir.
26
Abre
su
boca
con
sabiduría,
Y
la
ley
de
clemencia
está
en
su
lengua.
27
Considera
los
caminos
de
su
casa,
Y
no
come
el
pan
de
balde.
28
Se
levantan
sus
hijos
y
la
llaman
bienaventurada;
Y
su
marido
también
la
alaba:
29
Muchas
mujeres
hicieron
el
bien;
Mas
tú
sobrepasas
a
todas.
30
Engañosa
es
la
gracia,
y
vana
la
hermosura;
La
mujer
que
teme
a
Yahweh,
ésa
será
alabada.
31
Dadle
del
fruto
de
sus
manos,
Y
alábenla
en
las
puertas
sus
hechos. |