LAS HIJAS DE LOT
©
Carlos Padilla, Mayo 2010
Jesucristo encontró, en Su
primera venida a la tierra, una
sociedad corrupta influida por la Roma pagana y a un Israel sometido y víctima de
la tradición religiosa, lejos de ser el ideal Pueblo de Dios, en su mayoría vivían
alejados del Templo. La historia de Lot nos muestra, a
semejanza de la Judea de los tiempos de Cristo, la que puede ser la historia de
cualquier persona, en cualquier época, que vive en una sociedad que impone al
pueblo leyes e impuestos y cuyos dirigentes han dejado la moral de Dios, algo a
lo que el mundo se ha adentrado a una velocidad de vértigo, que según las
profecías Bíblicas para los tiempos finales, hará que el mundo sea el fiel
reflejo de lo que Lot experimentó en Sodoma y Gomorra. Al igual que los reyes de
esas ciudades, hoy, en nuestra sociedad son los líderes políticos, en todas las
instituciones y a todos los niveles los que van
imponiendo el laicismo anticristo, dando como resultado un mundo relativista y
materialista alejado de los valores morales y espirituales de la cultura judeo
cristiana.
"Las hijas de Lot" es un estudio
Bíblico que refleja el resultado de vivir integrado en un sistema opuesto a Dios,
en el que Lot, eligiendo sus propios negocios e ideas, seguramente pensando que
podría vivir con sus creencias sin ser estorbado, acaba viendo a su esposa
convertida en estatua de sal, y a sus hijas abusando de él. En el relato
encontraremos una historia que refleja el alma y los proyectos de cualquier
cristiano, hoy día, que al igual que Lot piense que podrá vivir en este mundo
globalizado escondiendo su fe, en lugar de dar testimonio de ella en libertad,
siendo la sal y la luz del mundo, como nos ordenó el Señor: ...Y les dijo: Id por
todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere
bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado... Marcos 16:15,16.
Al final profundizaremos en el significado espiritual simbólico de la historia
de Lot y su comparación con dos modelos de persona de Dios: Lot y Abraham.
GÉNESIS 19
DESTRUCCIÓN DE SODOMA Y
GOMORRA. Ó LA CAÍDA DE BABILONIA EN APOCALIPSIS.
1Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída
de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se
levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
A lo largo de la historia de
Génesis sobre Lot, le hemos ido siguiendo en su itinerario previo a su llegada a
Sodoma y Gomorra. Le hemos visto salir de Ur de Caldea con su tío Abraham. Ir con
él durante el viaje hasta el valle del Neguev, le hemos visto seguirle a Egipto, y
finalmente, en el regreso al mismo valle al que volvía con Abraham le vemos
separarse definitivamente de él.
Lot, pues, representa el prototipo de
hombre o mujer que siendo de
Dios, sin embargo, vive en su
propio proyecto de vida incluyendo su propia visión religiosa,
aunque reconoce las cosas de Dios.
Es por ello que Lot recibe a los mensajeros que vienen de parte
de Dios. Estos mensajeros son dos de los tres varones que
se habían reunido con Abraham, quienes a su vez simbolizan al Padre, al Hijo y
al Espíritu Santo. Los dos ángeles que vienen a buscar a Lot de parte del Padre, y por
intercesión de Abraham, son
Cristo y el Espíritu Santo.
Cristo nos anuncia la
Salvación por fe en Su obra. El Evangelio incluye el arrepentimiento de la vida
mundana, como la que vive Lot, lo cual es la convicción de pecado que nos
transmite el Espíritu Santo. En definitiva, que debemos caminar por Su camino, a Su lado, en Su yugo, y no por el nuestro, y pidiéndole que nos
bendiga, siendo conscientes de nuestra dependencia de Dios.
Sodoma
y Gomorra representan el estado espiritual de tolerancia moral y religiosa del mundo, un
estado que lleva al cristiano a perder su primer amor de Dios, tal y como nos
reclama el Señor en Apocalipsis: 2:4. Todo esto lo iremos
viendo a lo largo del relato y de los Textos Bíblicos.
2Y dijo: Ahora,
mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y
lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro
camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche. 3Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa;
y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.
A priori, Lot parece un buen
hombre de Dios, hospedador, que ofrece su casa y su comida, pero Lot no está comprendiendo que
la visita no es casual, ni de paso. Al querer hospedarlos hasta el día siguiente
para que sigan su camino, la Palabra nos declara la ceguera en la que se encuentra Lot,
no cae en la cuenta, al estar sumido en su propia mente, de que los enviados de
Dios que han entrado en su casa, sociedad, vida y sistema corrupto, lo han hecho por la intercesión de
su hermano en la fe, Abraham, por la misericordia de Dios, porque evidente es a
Lot que la ciudad donde vive no es santa y él sabe que los dos varones de Dios
lo son. Si visitan un lugar de pecado es por una misión de Dios para salvar
algún alma del fuego eterno que se va a derramar en el lugar en breve.
Jesucristo nos ha mostrado
durante Su vida en la tierra en los Evangelios esta actitud de Dios de buscar al
pecador allí donde se encuentre. Recordaremos cuando accedió a comer con Levi,
Mateo, el recaudador de impuestos, o al recibir a la mujer ramera perdonándola al
arrepentirse, o la adultera. Cómo olvidar cuando recibe al centurión, o cuando
toca y sana leprosos, o libera a endemoniados, etc., ésta es la característica
de Jesús de Nazaret, Él va a donde están los hijos de Dios, al fango del pecado,
porque Su amor y misericordia brillan delante de Él. Como nos enseñaba Jesús en el
Espíritu Santo: ...Id pues y aprended que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio.
Como más tarde confirmaba el Señor en Santiago: ...Porque juicio sin misericordia
se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el
juicio, Santiago 2:13. Al final los dos enviados, del mismo modo que Jesús, asienten en entrar
en casa de Lot, símbolo del alma de Lot, para proseguir con Su
mensaje, a modo de Jonás, buscando despertar su espíritu en arrepentimiento, en
cambio de mente.
4Pero
antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones
de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. 5Y
llamaron a
Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta
noche? Sácalos, para que los conozcamos.
Los varones de Sodoma,
durante la historia, como es conocido, simbolizan
típicamente la
homosexualidad física, pero no es tan conocido identificar este
Texto con la desviación religiosa personal, que es el más
profundo entendimiento de esta Palabra y el que quisiera que el lector tenga en mente.
Sodoma, además, representa la desviación doctrinal, la fornicación
y el adulterio espiritual de un sistema,
iglesia o religión que somete a aquellos
que dependen de él, las instituciones religiosas desviadas de la
Palabra de Dios y que imponen sus tradiciones y dogmas a sus feligreses. Son estos
líderes los que quieren
"conocer" sexualmente-espiritualmente
a los dos varones.
La Biblia nos enseña en muchas ocasiones que "conocer" en este
sentido se refiere a una relación sexual, como es el caso de José y María virgen, la
madre de Jesús cuando dice que: no la conoció hasta que dio a luz a su hijo
primogénito, Mateo 1:25.
Es pues en fornicación espiritual
que los hombres de Sodoma quieren conocer a los varones
de Dios, con la intención de hacerlos parte de su sistema,
para anular la sana doctrina sin levadura y fiel a la Palabra de Dios que traen y convertirlos
a la de ellos, leudada con sus normas, ídolos, jerarquías, mandamientos de
hombres, tradiciones y dogmas.
Este episodio y esta interpretación no deben escandalizarnos,
pues tenemos otro ejemplo bien clarificador cuando el diablo tienta a Jesús en
el desierto ofreciéndole todos los reinos de este mundo si postrado le adorase.
Lucas 4. No escatima intentos el enemigo de Dios y nuestro, y si lo intentó en tiempos de
Sodoma y también con Jesús, contra el propio Señor, no dudemos que lo hace en estos tiempos
peligrosos en que vivimos presentándose como ángel de luz para engañar, si fuere
posible aun a los escogidos. Por tanto vistámonos de toda la armadura de Dios de
Efesios 6:10 para apagar todos los dardos de fuego del maligno, y habiendo acabado
todo estar firmes para la venida del Señor en las nubes en el día final.
El hombre de
religión y culto a sus tradiciones y dogmas,
los cuales antepone la verdadera doctrina de Dios, prefiriendo
la
pertenencia a su iglesia en particular, o denominación, o sistema
religioso, al cual considera exclusivo de la verdad despreciando
a todos los demás, es sectario, acabando por ser idólatra de sus ideas y opuesto
a Dios, por lo que se convierte
en esclavo de la Sodoma espiritual.
Ya Pablo en la primera carta a los Corintios, en el primer
capítulo, enseñaba que no podemos decir que somos de Pablo, ni de Apolos, ni de
Cefas. Pero hay otra pertenencia peor, la que vemos en Lot: pertenecer a
uno mismo, ser esclavos del Yo, cuando el Señor nos dice que el que no aborrece su propia vida no es
digno de Él. La conclusión, en Palabra de Dios es: ...Salid
de ella pueblo mío... clama el Señor por nosotros en Apocalipsis
18:4.
Ella, recordémoslo, no es solo si pertenecemos a una congregación desviada de la
sana doctrina, sino nuestro propio yo del que tenemos que salir y ceder el trono de
nuestra
alma a Cristo, el Rey de reyes.
6Entonces Lot salió a
ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, 7y dijo: Os ruego,
hermanos míos, que no hagáis tal maldad. 8He aquí ahora
yo tengo
dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas
como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que
vinieron a la sombra de mi tejado.
Lot ofrece a Sodoma sus dos hijas
vírgenes, sus dos proyectos de vida y religión. Lot teme a Dios
en este momento y procura que sus santos huéspedes no sean, ni tocados, por los
pecadores, llegando a ofrecer lo que realmente le está atrapando, sus hijas,
símbolo de sus ideas que aun no se ha materializado.
Él sabe que sus ideas son suyas, y que los dos varones de Dios
traen la doctrina pura de Cristo
la cual no ha de ser contaminada. Es por ello que los sodomitas quieren pervertir
y adulterar la sana doctrina, porque evidencia la desviación de la suya. Lo vimos
en la Inquisición, lo vimos en el Sanedrín, lo vemos en Sodoma y lo vemos en
muchas denominaciones desviadas de la Palabra de Dios hoy, las cuales están
siendo puestas en evidencia hoy por la mano de Dios en diferentes escándalos de
todo tipo, y no solo sexuales o económicos. ¡Vuelvan a la Biblia, vuelvan a la
Palabra de Dios, aquellos que temen a Dios.!
9Y ellos respondieron: Quita
allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá
de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos.
Y hacían gran
violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta. 10Entonces
los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la
puerta. 11Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron
con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando
la puerta.
Jesucristo nos ha enseñado que
Su mensaje de Salvación para el hombre es presentado por parábolas para que lo
comprendieran aquellos que lo oyesen de los que tenían oídos para oír
y ojos para ver. Estos varones de la historia de Lot quedan cegados por Dios
ante la Verdadera doctrina. Ellos pretenden hacer violencia a cualquier miembro
de su institución que albergue y exponga su fe en la Verdad, en contra de ellos y
le amenazan. Este es el mismo escenario que sufre todo aquel que ve la Luz y la
expone ante una congregación desviada la persecución de sus líderes. Finalmente
se fatigarían buscando la puerta. La puerta es Cristo, pero a
ellos les ha sido cerrada, han sido cegados ya que no
vienen de corazón limpio ante Dios.
12Y dijeron los varones a
Lot: ¿Tienes aquí alguno
más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad,
sácalo de este lugar; 13Porque
vamos a destruir este lugar, por
cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Yahweh; por tanto,
Yahweh nos ha enviado para destruirlo. 14Entonces salió Lot y
habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos,
salid de este lugar; porque Yahweh va a destruir esta ciudad. Mas pareció a
sus yernos como que se burlaba.
Los yernos son la alianza que
hubiese hecho Lot a través de sus hijas con esa sociedad corrupta, la cual no es
del agrado de Dios. También representa a aquellos hermanos falsos que aunque
están con nosotros no son verdaderos convertidos a Cristo, pero se les da la oportunidad de convertirse y salir del
sistema, pero con tristeza observamos que su corazón pertenece al mundo, como
también los yernos de Lot. Esta es una regla del amor de Dios a todo hombre, como hizo con
Abraham: si salimos del sistema y seguimos a Dios somos salvados y bendecidos y
el Señor nos ayuntará en una iglesia santa.
Estos yernos no acceden y quedan para ser destruidos. Sus hijas o
ideas y doctrinas
propias mezcladas con las del Señor,
formarán los dos proyectos de vida fuera de Sodoma y Gomorra, el
de vida y el religioso. Sodoma y Gomorra
serán destruidas igual que Babilonia. Lo vemos anunciado en
Apocalipsis 18.
15Y
al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot,
diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para
que no perezcas en el castigo de la ciudad.
Este párrafo, visto en
alegoría
nos sirve para concluir la historia de Lot, la que vivirá la humanidad, y en
especial la Iglesia en la venida de Cristo. Hay dos testigos de Dios en
Apocalipsis que vienen a anunciar por última vez el Evangelio, a proclamar por
última vez el mensaje de Juan el Bautista, el famoso "arrepentíos", junto con las profecías finales de la Biblia,
Apocalipsis 11. Una vez la
Iglesia sea sacada del mundo, como lo fue Lot de Sodoma y Gomorra, -y no me diga
que la sociedad en la que vivimos, el mundo entero no se le parece cada vez
más-, la destrucción vendrá sobre el mundo como está profetizado por Dios:
2Pedro 3. Hay dos tipos de
Cristianos: los Abraham y los Lot. Los primeros obedecen a Dios. Los segundos
no.
Al
rayar el alba es cuado a un alma
viene la Luz de Cristo, y también es la venida del Hijo de
Dios en Su Reino.
16Y
deteniéndose él,
los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus
dos hijas, según la misericordia de Yahweh para con él; y lo sacaron y lo
pusieron fuera de la ciudad.
Le cuesta mucho al hombre que
está centrado en si mismo sacar de su corazón la forma de vida de Sodoma y
Gomorra para liberar su alma y sus ideas. Dios es misericordioso, pero ¿qué ocurrirá con un alma en la que la
semilla cayó, a semejanza de la parábola del sembrador, entre los espinos de la
falsa religión y de las ideas y proyectos de vida del mundo?.
17Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa
por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte,
no sea que perezcas. 18Pero Lot les dijo: No, yo os ruego, señores
míos. 19He aquí ahora ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros
ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo
dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el
mal, y muera. 20He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir
allá, la cual es pequeña; dejadme escapar ahora allá (¿no es ella
pequeña?), y salvaré mi vida.
Una vez Lot
es puesto a salvo, ni siquiera entonces va a obedecer a Dios sin
quejarse, y propone una alternativa, por la que hasta ruega. Su
corazón está endurecido, su alma tibia, y su espíritu en oscuridad. Lot, un
hombre de Dios pero que aún necesita arrepentirse: cambiar de mente. Una nueva ciudad
propone Lot en su estado de desviación y falta de fe y valentía espiritual. Lot
no confía en Dios, sino en su propio juicio, que le llevará a la muerte
espiritual. Una nueva ciudad es una nueva iglesia o religión
también desviada de la Verdad, más pequeña,
pero el caso es no obedecer al Señor. Lot no cree que pueda
vivir en el monte, donde habita Dios en las alturas,
obedeciéndole, formando parte de la verdadera Iglesia, en una iglesia donde se
comprometa a servir a Dios y a sus hermanos y a su comunidad y país en la Gran
Comisión.
No entiende Lot que Dios quiere que tenga un tiempo de reflexión y de oración
en Su presencia,
sin prisa, en la paciencia de Dios y bajo Su dirección.
Lo que le pasa a Lot es que en la presencia de Dios tiene que renunciar a sus
propias ideas y confiar en Él, obedecerle sin quejarse, esperarle a Él, y vivir en Su tiempo y
a Su forma, lo cual a la carne de Lot no le gusta y Lot no lucha para someter su
carne a Dios.. El hombre y la mujer de Dios
someterá su carne al Espíritu de Dios con la fuerza que da Jesucristo, porque
...todo lo puedo en Cristo que me fortalece...
Filipenses 4:13. Coraje y fuego del Espíritu
es lo que un alma fiel a Dios emana, negándose a si misma. Para conseguirlo la
Palabra nos muestra uno de los mejores sistemas de ganarnos a nosotros mismos
con el poder de Dios a través del don de
la Virtud.
21Y le respondió: He aquí he
recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has
hablado. 22Date prisa, escápate allá; porque nada podré hacer
hasta que hayas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar.
Dios tiene misericordia de Lot,
aun siendo prototipo de un alma
que no da culto a Dios, que tristemente no tiene una verdadera
relación con Dios de manera personal en
su intimidad. Dios le permite habitar en una comunidad
temporal que no se ha
contaminado por Sodoma, pero que es ciudad de la llanura, la vida más fácil,
con poco compromiso con Dios, pero con menor crecimiento espiritual, el monte. Eso es lo que le parece
al Lot de cualquier época. ¡En la cuidad me lo dan todo hecho, no tengo que
esforzarme, no se me exige nada, no tengo que buscar la voluntad de Dios, se me
dice!. Lot es la vuelta a la
situación de Eva, que prefiere el conocimiento de un código del bien y del mal
antes que preguntar a Dios en persona, antes que arrepentirse y pedirle a Dios
que le salve de sus pecados por su imposibilidad de cumplir la Ley. Este es el pecado original.
23El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a
Zoar. 24Entonces
Yahweh hizo llover sobre Sodoma y sobre
Gomorra azufre y fuego de parte de Yahweh desde los cielos; 25Y
destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de
aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. 26Entonces la mujer de
Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
Zoar significa "pequeñez"
y también "brillantez". Para los que conocen algo el mundo Judío, el rabino
y cabalista español de Guadalajara del XIII Moisés de León recopiló la visión
mística de la Torá, influenciado por sus estudios de Maimónides, convirtiendo su
aprendizaje de la exegesis Bíblica recopilado en el Midrash con el resto de sus
estudios en su famoso Zohar, el libro de cábala por excelencia. Así,
podríamos decir que cuando un Judío, o cualquier persona, busca la forma de
salirse con la suya ante Dios, y a su propio juicio seguir agradándole, piensa que su
acción es "brillante", y una "pequeñez" que Dios tolerará. Al menos es una actitud
que reconoce la autoridad de la Ley de Dios y sigue bajo un temor de Dios, pero
que finalmente no confía en Su Señor, lo cual YHWH no tolerará a la postre.
Lot es el padre de la cábala,
según emana de la Biblia, es experto en poner excusas para no obedecer a Dios,
experto en buscar la alternativa para conseguir, a su juicio, hacer lo que él
quiere pero seguir obteniendo, cree él, la bendición de Dios. Pues bien, los practicantes
del Zoar lo que logran, a semejanza de la mujer de Lot es un alma hecha estatua
de sal, muerta al Espíritu de Dios, porque vienen a
Dios por la mente y no por el espíritu. El alma de Lot echa en falta
el sistema organizado, el hacer lo que quiera, la gran religión
a la que pertenecía, pero la que no le obligaba a andar en
santidad, mira pues ella atrás y queda convertida en estatua de sal. Y
siendo que Dios aborrece la tibieza espiritual,
el alma de Lot se seca
y muere
por no amar a Dios incondicionalmente. O
amamos a Dios o no amamos a Dios. A Dios no llegamos por el entendimiento sino
por amarle con amor de Dios. ...¡Ojala fueses frío o caliente!. Pero por cuanto
eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Apocalipsis 3:15b y
16
27Y
subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de
Yahweh.
28Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella
llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un
horno. 29Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la
llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la
destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba.
Ya sabía Dios que no había remedio con
Lot,
que amaba su propia visión de las cosas y la pertenencia a
un sistema que a él le agradase, pero Abraham, el hombre libre, en su
misericordia intercede por él y Dios cuenta con Abraham. Por lo
tanto seamos como Abraham e intercedamos ante Dios por los hermanos que sean
como Lot, y mirémonos a nosotros mismos, por si el Señor nos envía a dos varones
de Dios, en cuyo caso más nos vale no hacer cábalas, para que no perdamos la salvación de nuestra alma, para
que no se convierta en estatua de sal.
30Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus
dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva
él y sus dos hijas. 31Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro
padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a
la costumbre de toda la tierra. 32Ven, demos a beber vino a nuestro
padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia.
33Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y
durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se
levantó. 34El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo
dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche,
y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia.
35Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó
la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella,
ni cuándo se levantó. 36Y las dos hijas de Lot concibieron de su
padre. 37Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre
Moab, el
cual es padre de los moabitas hasta hoy. 38La menor también dio a
luz un hijo, y llamó su nombre
Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta
hoy.
Lot finalmente entiende
que
en Zoar no estará Dios contento con él y esconde sus
ideas, y sus doctrinas y
creencias, porque en Sodoma le fue mal. En
la cueva, símbolo de su interior,
sus dos hijas o ideas de vida y religión
le embriagan y concibe dos nuevas estirpes,
dos nuevos proyectos que no son de Dios, los moabitas y los
amonitas. He aquí el final de
Lot. ¡Salid de ella pueblo mío!, dice el Señor. Salgamos de toda
obcecación personal, de nuestra ceguera espiritual, de todo fanatismo, y obedezcamos al Señor en Su Palabra y
en amor de Dios, hagamos justicia y misericordia. Vivamos, no como Lot sino como
Abraham, como el buen Samaritano, ayudando al que necesita y en la regla de oro,
siguiendo el ejemplo de 1Juan 3:16-17, haciendo Iglesia, llevando el evangelio y viviendo en una relación personal con
Dios en Jesucristo bajo la unción del Espíritu Santo.
DIFERENCIA ENTRE ABRAHAM Y LOT
Una vez que Abraham ha
libertado a Lot de Sodoma, como narra el capítulo 14 de Génesis, una vez ha sido
recibido por Melquisedec, -figura de Jesucristo, Hebreos 7-, quien sacó pan y vino
-símbolo de la Santa Cena- para celebrar la acción de Abraham, por su
misericordia hacia Lot, y una vez Abraham ha demostrado que desprecia todas las riquezas
de Sodoma, cuando el rey le pide las personas -símbolo de las almas- es cuando
Abraham recibe la promesa de Dios de tener un hijo, un heredero de su
descendencia.
Pero aun le queda a Abraham
superar más pruebas, y a nosotros también. La siguiente es hacer con Egipto lo mismo que hace
Dios con
Sodoma: deshacerse de todo aquello que tiene de Egipto, procedente de la
estancia de Sara allí, a Agar y a Ismael, para
quedarse con Isaac que es el fruto de la promesa, el fruto de Sara bajo la mano
poderosa y la bendición de Dios. El alma de Abraham, Sara, también tenía
originalmente sus inclinaciones y debilidades en el mundo, como todos las
tenemos, pero la fe y la confianza en Dios harán que veamos en nuestra vida la
bendición del Señor. Vemos que Abraham vuelve a decir de nuevo al rey de otra
ciudad donde habitó temporalmente que Sara era su hermana, igual que lo hizo en
Egipto, lo vuelve a hacer en Gerar. Es por esto que el Señor no le daría a Isaac
hasta que le obedeciera y confiara en Él con todo su corazón.
Una vez que Abraham ha visto cómo
ha perdido a Lot, cómo aunque ha intercedido por él, Sodoma y Gomorra han sido
destruidas como sistemas corruptos de vida, que todo Cristiano deberá desechar
de su vida, así como las riquezas que ofrece, una vez que también ha despedido a
su propio hijo con la sierva egipcia, por ser fruto de Egipto, y proyecto de
vida del mundo es confrontado a la última y las más dura de las pruebas que será la siguiente, la que
encontramos en Génesis 18.
Una vez que Dios hace con él el pacto de la circuncisión, del cual nacería Isaac, hijo
de Sara, por voluntad de Dios, no por fe de Sara, una vez le
da la gran bendición, el proyecto verdadero de Dios, es entonces cuando Abraham
debe renunciar a Isaac, su amado hijo, la promesa de Dios, el verdadero proyecto
de Dios. Sí, también a la bendición de Dios. Isaac es para cualquiera de nosotros la bendición de Dios que hemos
buscado con más anhelo en nuestra vida, sea un hijo, esposa o marido, logros
personales, éxito profesional ó iglesia y ministerio Cristiano. Una vez que Dios nos lo ha
concedido, habiendo aprendido a renunciar a todos los otros proyectos en los que
nuestro corazón se había volcado por la falta de fe, pensando que Dios no nos lo
daría, cuando por fin nos lo da, hemos de ofrecerlo en sacrificio a Dios.
¿Por qué Dios hace pasar a
Abraham por todas estas pruebas tan difíciles, le hace renunciar a los proyectos
evidentes a la vista, Egipto, como Sodoma -lo que escogió Lot símbolo de nuestra carne-
y a Ismael -lo que escogió Sara, símbolo de nuestra alma-, y finalmente también
le pide a Abraham, como a cualquiera de nosotros, descendientes de su fe, quitar
de su corazón a Isaac, -el fruto de nuestro espíritu con Dios- la bendición de
parte de Dios?
La respuesta es la clave de nuestras vidas. ...Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus
fuerzas. Marcos 12:30. Todo lo que amamos ha de estar en segundo plano, incluido
lo que es de Dios, porque del Señor
es nuestro corazón, Él murió por nosotros, Él bajó del cielo a este mundo para
rescatarnos del pecado y de la muerte eterna librándonos del infierno eterno, Él
es nuestro esposo del alma. Jesús nos lo confirma: ...El que ama a padre o madre
más que a mí, no es digno de mí. El que ama a hijo o hija más que a mí, no es
digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la
hallará. Mateo 10:37-39.
El ejemplo de Abraham en
cuanto a la obediencia que mostró al Señor resultó en bendición, de la misma
forma que nos resultará a nosotros si obedecemos a Dios. Abraham emprendió el
viaje de su vida, obedecer a Dios y salir de su tierra, de su parentela y de la
casa de su padre, a la tierra que Dios le mostraría, lo mismo que hemos de hacer
cada uno de nosotros en nuestro viaje espiritual, porque:
...3Bendeciré a los que
te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti
todas las familias de la tierra. 4Y se fue
Abram, como Yahweh le
dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando
salió de Harán. 5Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo
de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían
adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán;
y a tierra de
Canaán llegaron. Génesis 12.
SODOMA Y EGIPTO EN JERUSALÉN
La sociedad de Sodoma y Gomorra nos muestra
lo que en cualquiera de nosotros sería el apego a cualquier sistema organizado
de antemano al cual pertenezcamos que sea contrario a la santidad de Dios. La pertenencia a lo establecido, a lo
conocido, a lo aceptado, es el espíritu de Lot, sin importar la moral de Cristo. La obediencia de Abraham a Dios
saliendo de todo lo anterior es el espíritu de aquel que es llamado "amigo de Dios"
por el propio Dios, Isaías 41:8. Abraham es el hombre que forma la verdadera
Iglesia en obediencia a Dios, y es por eso que Dios le llama su amigo, como a
nosotros si imitamos a Abraham.
...En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra,
por cuanto obedeciste a mi voz. Génesis
22:18.
Abraham es el prototipo del emprendedor,
tanto a nivel espiritual como personal y profesional. Lot es la antitesis de Abraham, él
prefiere lo que ya está hecho, sin darse cuenta de que tendrá que soportar todos
los errores de lo establecido, sea una iglesia tradicional o de falsa doctrina,
una empresa o un trabajo indigno o corrupto, o cualquier relación bajo un
sometimiento sin dignidad, como lo son las victimas de abusos, tanto físicos
como emocionales. Nunca salen del sistema por la falta de valentía, por la falta
de búsqueda del Señor y de Su guía.
Los dos ángeles también los vemos reflejados
en los dos testigos que el Señor enviará al fin de los tiempos de Apocalipsis 11:
...Y sus cadáveres estarán en la plaza de la
grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también
nuestro Señor fue crucificado. 9Y los de los pueblos, tribus, lenguas
y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean
sepultados. 10Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos
y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas
habían atormentado a los moradores de la tierra. 11Pero después de
tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se
levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. 12Y
oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en
una nube; y sus enemigos los vieron. 13En aquella hora hubo un gran
terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto
murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron
gloria al Dios del cielo.
Es Jerusalén, la gran ciudad,
albergue de Sodoma y de Egipto, símbolo de las dos hijas de todo hombre, que a
semejanza de Lot, alberga en su alma las ideas y doctrinas de Sodoma -el
sometimiento sectario con doctrina errada, tradiciones y dogmas no Bíblicos- y Egipto -el mundo-. El Señor Jesucristo murió en
Jerusalén en la Cruz central de tres cruces, como recordaremos, una a cada lado.
En ellas había otros dos hombres crucificados que también representan a Abraham
y a Lot. El primero se reconoció pecador y tuvo fe en Cristo, rogándole que se
acordara de él cuando viniese en Su reino. La respuesta que recibió le llevó al
paraíso aquel día. El segundo ni en la misma condenación se arrepintió ni
obedeció a Dios, su destino, al igual que Sodoma y Gomorra: el lago de fuego y
azufre por la eternidad.
En tres ocasiones veremos en la historia la
consecuencia de la obcecación del hombre y de la nación toda, o de la mayoría de
la humanidad, la simbología que nos presenta la historia de Lot en cuanto a su
empeño en seguir su propio proyecto, con el agravante de ser un hombre de Dios,
conocedor del Dios de Abraham y participe de Sus bendiciones.
Si bien Abraham cometió un error al buscar su
sustento en Egipto, y aunque vuelve a repetirlo en Gerar, no vuelve a ir a naciones o ciudades
establecidas, una vez pasa la prueba de Isaac. Abraham, a diferencia de Lot,
cuando es advertido de su pecado se arrepiente y se marcha. Sin embargo en Lot encontramos que sí vuelve a buscarlas y además
lo tiene tan arraigado en su alma, que ésta, su esposa, se convierte en estatua
de sal. La esposa de Lot no soporta ir con su marido a buscar lo desconocido,
pero es lo que Dios ordena. Al modo de Eva que desobedeció la voz de Dios y de
Adán, peca y paga el precio con su vida. Abraham recibe a su esposa, la cual le
es devuelta de la casa del faraón por la misericordia de Dios quien conoce su
corazón. Abraham se arrepiente a la primera. Lot lo hace demasiado tarde, tras
tener que ser sacado literalmente de aquella sociedad de Sodoma y Gomorra.
El pacto de Dios con Abraham está basado en
la obediencia que mostró al dejarlo todo atrás: ...Vete de tu tierra y de tu
parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré... Génesis
12:1-9. El Texto completo refleja también las bendiciones que vendrían de parte
de Dios a Abraham. Lo que nos debe llamar la atención sin embargo es que Lot
también fue con él (vs 4), pero cuando adquirió las bendiciones y se vio que
tenía posesiones fue tentado y quiso negociar más y más, y yendo a las ciudades
del mundo se perdió. El otro caso, el más famoso de un hombre de Dios que pierde
el Camino del Señor es el rey Salomón, por el mismo motivo, por seguir a sus
esposas paganas, sus ideas del mundo, además de por la abundancia de
bienes, mezclado con la vida en paz y con autoridad y poder de Dios.
La
salvación de las almas de Lot y de Salomón quedan pues en las manos de Dios
quien los juzgará en su infinita misericordia. Para que no caigamos en esta
tentación viviendo en la abundancia, la propia Biblia en el Proverbio 30:8b y 9 del propio Salomón,
inspirado por el Señor nos dice: ...No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del
pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga ¿Quien es Yahweh? o que
siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios...
Esta es la escena que veremos al final de los
tiempos, del mismo modo que la hemos visto reflejada en Sodoma y Gomorra en los
tiempos de Abraham y de Lot. Un mundo enemigo de Dios en gran manera que será
destruido por Dios mediante Su juicio en el resplandor de Su venida. El cambio
ocurrirá cuando en Jerusalén echen fuera los conceptos religiosos y
tradicionales llamados Sodoma y Gomorra, y reciban al Mesías, a Jesucristo, a
Yahshua, esta vez no vendrá sobre un pollino hijo de asna, sino como Rey de
Reyes de forma sobrenatural con la luz deslumbrante del Cielo de Dios, la
Nueva Jerusalén, con las nubes y todo ojo le verá, y los que le
traspasaron. Sí, amén. Apocalipsis 1:7.
CONCLUSIÓN
Lot en su propio proyecto de
vida en que se ha apartado de su tío, que es el hombre que le ha sacado de Ur,
quien tiene la bendición, quien le ha enseñado, y de quien incluso podría haber
llegado a heredad, comete un error grave al apartarse del Camino de Dios y
buscar el suyo. La separación de Abram podría haberla evitado si hubiera dado orden a sus pastores para habitar
en paz con sus hermanos, los pastores de Abram.
Seguro que a muchos hermanos les suena
este pasaje como fiel reflejo de los grupos de pastores en la vida en las iglesias y las denominaciones, por no decir del mundo,
de la política, etc. En su lugar, la iglesia local debe componerse de grupos
pequeños que unánimes formen la congregación, la Iglesia de Dios, que se
congreguen y hagan obras juntos bajo un mismo pastor o pastores en un mismo
espíritu.
Llega pues, Lot, a un lugar de depravación, de maldición de
Dios, donde viven los enemigos de Dios, todo por querer hacer su propio
proyecto, por querer triunfar en su propia forma, en su propio tiempo, con la
típica impaciencia de un joven a quien las cosas le van bien y piensa que todo
el monte es orégano.
Sodoma y Gomorra, que fueron
destruidas por su gran pecado contra Dios, mostraban, al igual que hoy, una
sociedad corrompida en todos los ámbitos, y para mantenerse en la fe, en la
integridad y en la verdad tenemos que luchar contra toda corriente de alrededor,
porque "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" Filipenses 4:13.
Como podemos comprobar, hoy
los gobiernos aprueban leyes contrarias a la Ley de Dios, a los mandamientos
básicos de dignidad humana, en contra de la familia en el concepto del
matrimonio que Dios ha creado y no el hombre, en contra del derecho de la libertad de conciencia y
en favor de las minorías corruptas y desviadas de la Verdad de Cristo. Como entonces Sodoma y Gomorra
fueron destruidas por Dios, también nuestra sociedad y nuestro mundo será destruido por Dios en la
venida de Jesucristo como está escrito, como dice la profecía en 2Pedro 3, del
mismo modo que se han cumplido todas las profecías Bíblicas. Pero antes las
naciones que están imponiendo leyes que son pecados ante Dios serán destruidas
en ruina económica, social, familiar y con todo tipo de maldición, hasta que se
arrepientan y vuelvan a la Palabra de Dios. Lo estamos viendo, está pasando,
pero los Lot no se arrepienten.
Que el hombre se arrepienta es
algo que tendrá que hacer antes que venga el Día del Juicio final, que puede ser
hoy, como nos recuerda el Evangelio de Lucas ...Esta noche vienen a pedirte tu
alma, Lucas 12:20. Nadie
podrá decir que no ha tenido la oportunidad de conocer que estaba en pecado, en
Sodoma y Gomorra, en Egipto, en Babilonia. Arrepentíos: ...Y oí una voz del cielo, que
decía: Salid de ella pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni
recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y
Dios se ha acordado de sus maldades. Apocalipsis 18:4y5. Texto igual que el
referido a los pecados de Sodoma y Gomorra al principio de este estudio, en
Génesis, también capítulo 18:20y21.
Hebreos 13 es la conclusión en
Texto Bíblico: ...Tenemos un altar, del cual no tienen derecho a comer los
que sirven al tabernáculo... ...Por lo cual también Jesús, para santificar al
pueblo mediante Su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
Salgamos, pues a Él, fuera del campamento, llevando Su vituperio; porque
no tenemos aquí ciudad permanente sino que buscamos la por
venir. Así que, ofrezcamos siempre a Dios,
por medio de Él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan
Su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda
mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta...
Jesucristo, el gran pastor de
las ovejas, padeció fuera de la puerta, se dio a Sí mismo por amor de nosotros,
la Iglesia, la esposa del Hijo de Dios. Si Él nos ama tanto cómo no Le amaremos
nosotros con amor de Dios. ...Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha entregado
a Su Hijo unigénito para que todo aquél que en Él cree no se pierda más tenga
vida eterna. Juan 3:16, por lo tanto ...En esto hemos conocido el amor, en que
el puso Su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por
los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener
necesidad, y cierra contra él su corazón, cómo mora el amor de dios en Él? 1Juan
3:16. Maranatha, Amén.
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