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ALIMENTANDO AL PUEBLO DE DIOS
Cuando pensamos en la necesidad que tienen las personas de conocer a Dios y sin embargo, no se dan cuenta de esa necesidad, es cuando El Señor nos pone en la obra de predicar el Evangelio, sobre todo cuando ve que quien se ofrece para esta obra, sabe cómo es la vida con Dios, porque antes no Le conocía, pero ahora si, es entonces cuando somos movidos a misericordia por el Espíritu Santo.
En el texto del evangelio según nuestro hermano Marcos, en el capítulo 8, podemos aprender las palabras de nuestro maestro, El Señor:
TEXTO BÍBLICO
EVANGELIO SEGUN SAN MARCOS: CAPÍTULO 8
ALIMENTACIÓN DE LOS CUATRO MIL
1En aquellos días, como había una gran multitud, y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo:
En aquellos días es todo tiempo espiritual donde dice el texto que hay una multitud, que es todas las naciones, que no tiene que comer porque no hay muchos que den alimento espiritual de la Palabra, o sea, que abran o interpreten las escrituras con el Espíritu de Dios, para que la multitud comprenda las Escrituras, así como Jesús hace. Entonces Jesús llama a sus discípulos, aquellos hombres de Dios que están dispuestos a servir a Su pueblo.
2Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer;
Cristo tiene compasión de la gente porque hace ya tres días que están con Él, o sea que desde Cristo la humanidad está ya a las puertas del tercer día o tercer milenio, ...un día es como mil años y mil años como un día,,,, y no tienen qué comer porque las religiones sólo imponen sus sistemas y sacramentos, pero la gente tiene hambre del Espíritu de Dios.
3Y si los enviare en ayunas a sus casas, se desmayarán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos.
Y si los enviara en ayunas, o sea sin haber encontrado la paz en sus almas por la revelación del Espíritu en nosotros que nos da la salvación de nuestro ser por la fe en Jesús, y podemos desmayar en el camino de nuestras vidas. Algunos vienen de lejos porque han tenido que pasar muchas tribulaciones en sus vidas para buscar al Señor.
4Sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?
Entonces los hombres de Dios, los discípulos, responden que de dónde podrán dar de comer a la gente pan en el desierto. Ahora estamos en el desierto porque todavía no hemos venido a la tierra prometida, en alegoría, a cuando Dios saca a su pueblo de Egipto, que simboliza la esclavitud al sistema de la sociedad, a la vida acelerada que llevamos. )Cómo les daremos interpretación de la Escritura y presencia del Espíritu?
5El les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: Siete.
La pregunta del Señor a nosotros es clave. ¿Cuántos panes tenéis?. Y respondemos siete. Siete es el número que representa algo completo como la creación en siete días. O sea que si el pan es Cristo, (a quien tenemos con nosotros en el Espíritu), y a Su Palabra, (porque ya conocemos todo lo necesario para que aquellos que buscan al Señor le encuentren, mediante el mensaje que tenemos de Dios), tenemos todo lo necesario para hacer que uno conozca al Señor y reciba el Espíritu Santo. Sólo depende de que el receptor tenga fe.
6Entonces mandó a la multitud que se recostarse en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante.
Entonces la multitud recibe el toque del Espíritu Santo y están preparados para escuchar la Palabra, al recostarse en tierra como que ya no tienen miedo del que les predicará. Cristo toma todo lo que nos ha dado de la Palabra, los siete panes y los parte dando gracias, nos pone en la boca las palabras adecuadas para cada momento de la predicación o visita a la gente que le busca, para que no temamos ponernos delante de la gente y hablar su Verbo a ellos.
7Tenían también unos pocos pececillos; y los bendijo, y mandó que también los pusiesen delante.
Los pocos pececillos son los que se ofrecen para la obra, pues éstos son alimento por ser ejemplo del pueblo de Dios, y los bendijo, y mandó que se pusieran delante, para que sean estos ejemplo a los demás. Por sus obras los conoceréis.
8Y comieron, y se saciaron; y recogieron de los pedazos que habían sobrado, siete canastas.
Y escuchan la palabra y encuentran la paz en sus almas saciándose con el Espíritu de Dios que llena el vacío existencial del hombre. Y de lo que sobra, (porque claro, la inmensidad de Dios siempre es mayor que la necesidad nuestra), quedan siete canastas, que son las almas de éstos que pastorean, los cuales siguen teniendo la totalidad del mensaje de Dios, y además se han llenado del Señor por haber servido para Él en su presencia.
9Eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió.
Muchos son los que comen de la Palabra del Señor, pero ¿Cuántos se convierten a Dios? Y los despidió; los deja seguir sus vidas a ver si reaccionan.
10Y luego entrando en la barca con sus discípulos, vino a la región de Dalmanuta.
Luego el Señor sigue en la barca, que es la congregación de los santos, los que sí le siguen y vienen a la región de Dalmanuta, que es en el lago donde está Genesaret (Origen, Vergel) como el huerto de Edén.
CONCLUSIÓN
Que el Señor en el último tiempo va a llevar a la multitud, a todas las naciones, Su mensaje a través de sus discípulos; aquellos que hoy están dispuestos a ser embajadores de Cristo, y después verá quienes en sus vidas van a amarle a Él y Le van a seguir, y van a hablar de Él a otros.
Luego se va en la barca con los suyos a la tierra prometida que es Dalmanuta y Genesaret donde todos aquellos que esperan al Señor y quieren su perdón son sanados y recibidos por el Señor.
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