JESUCRISTO   LA RESURRECCIÓN VIENE. HE AQUÍ QUE VIENE CON LAS NUBES Y TODO OJO LE VERÁ, Y LOS QUE LE TRASPASARON. Apocalipsis 1:7.

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PECADO SOCIAL - CORRUPCIÓN SOCIAL

 © Carlos Padilla, Febrero 2016

 

El pecado social campa a sus anchas en todo el mundo, como lo hace la corrupción, pero su origen es el pecado individual. La Hamartiología o estudio del pecado en general, además de ser una parte de la doctrina cristiana fundamental por estar fuertemente vinculada a otras doctrinas básicas del cristianismo, abarca dos escenarios del pecado: el individual y el social, el cual a su vez es influencia de la maldad, concepto imprescindible para entenderlo. A éste último dedicaremos este trabajo. El concepto que se tenga del pecado personal, de su origen, de sus consecuencias y de lo que Cristo dice sobre dicha temática, cambia la mente del hombre, pero aun lo hace de forma más sutil cuando estudiamos el pecado a nivel social. La Biblia enseña además de los conceptos, los tipos específicos de pecado que existen, las distintas fuentes del mismo, y por supuesto las consecuencias desastrosas, no solo para la vida personal, sino para la colectiva y para la histórica de la humanidad. La buena noticia es que hay una solución para el pecado –esa situación en la que el hombre vive apartado de Dios– se trata de la gracia divina, en la obra redentora de la culpa, a través de la Cruz de Cristo y Su sangre derramada para remisión del pecado. Es revelante observar que muchas veces es más fácil ver el pecado colectivo o social antes de que una persona acepte que él o ella es pecadora. Por otra parte muchos que se oponen al pecado personal caen en el pecado colectivo por culpa de sus gobiernos u otros estamentos de poder religioso, económico y social. La corrupción está generalizada en todo el mundo. Nuestra esperanza es Cristo. La obra del Espíritu Santo convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio, Juan 16:8,9[1].

 

Concepto de Pecado vs. Pecado Social

El concepto del término pecado procede de varios términos que hallamos en la Biblia, tanto en el AT como en el NT. El más conocido es el término griego amartia o amartanó[2] que significa desviarse de un curso recto. Se ha usado la idea del arquero que falla en la diana, pero el concepto va más allá de errar el tiro; se trata de hacerlo adrede. La cuestión que ahora nos atañe es comprobar hasta que punto el pecado social es también voluntario o inducido por el entorno, o ambas cosas. El pecado que la Biblia atribuye al hombre que voluntariamente se aparta de Dios para vivir su vida en desobediencia de Él, también se atribuye a un colectivo, a una nación, como ocurrió con Israel. Es por ello que se imputa el pecado y se castiga, tanto a nivel personal como colectivo. Uno afecta a los demás, y los demás afectan a uno. En hebreo del AT el concepto sería chata’. Otros conceptos del AT son ma’al en referencia a traición, aplicable a la desobediencia de Adán. Ra, romper o arruinar; pasha, rebelarse; awon, iniquidad o transgresión; shagag, errar. En el NT además de hamartia –que da nombre al concepto del que toma nombre la disciplina que estudia el pecado– hallamos otros términos como kakos, como mal físico o enfermedad; poneros, como mal moral (Mateo 12:39); asebes, como impío (1Pedro 4:18); enochos, como culpable y merecedor de muerte (Mateo 5:21); adikia, mala conducta; anomos, sin ley o inicuo; parabates, como transgresor de la ley; agnoein, es la adoración ignorante de otro que no sea Dios verdadero (Romanos 2:4) como podría ser la idolatría católica o indígena que desconoce la Biblia; planao, extravío culpable; paraptoma es ofensa, e hypocrisis hace referencia a la falsa interpretación o pretendido oráculo (Gálatas 2:11). La actitud del hombre contra Dios es pecado. Los pecados, es, cuantas veces el hombre ha fallado en su vida ante la Ley de Dios, ante Sus Mandamientos, y serán parte del juicio contra él. También se aplica este punto al pecado social. Lo último se inicia en Adán cuando desobedece a Dios en un Mandamiento específico y que conoce. Entre todos los conceptos del AT y NT podríamos mencionar el orden que propone Ryrie[3] de que el pecado es errar el blanco, maldad, rebelión, iniquidad, extravío, perversidad, andar errante, impiedad, crimen, andar fuera de la ley, transgresión, ignorancia y ofensa.

El concepto de pecado social se vincula en la Biblia a la personalidad colectiva. Adán es un individuo, pero su pecado ha llegado a la raza humana, Romanos 5:12. Así, también, Cristo, el postrer Adán, vivifica a todos los que creen en Su obra, el colectivo de la Iglesia. Otro ejemplo es Israel y las acciones que afectaron a toda la nación provenían de acciones de individuos, Josué 7. David y Goliat era una lucha entre dos naciones, aunque fuera el resultado de la victoria de uno de ellos. Uno puede formar parte del pecado colectivo en una democracia, aunque vote a un partido, el que gobierne puede traer pecado colectivo a toda la nación. Vemos que Éxodo 20:5 habla de que Dios visitaría los pecados de los padres sobre los hijos como una declaración de justicia, no como rencor, pues luego se dice que el alma que pecara, esa morirá. Dios quiere que el colectivo que Le teme viva haciendo justicia y demanda pues que antes de ir a pedirle, nos evaluemos en cuanto a qué obras justas estamos haciendo. Un Texto Bíblico relevante para ello es Isaías 1:16, el cual siempre me impacta y motiva:

“Lavaos y limpiaos, quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos, dejad de hacer lo malo, aprended a hacer el bien, buscad el derecho, socorred al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.” Se trata de luchar por la justicia social y no ignorar los problemas de nuestra sociedad, y de hacerlo en Su nombre, para Su gloria.

 

Dificultad para Identificar el Pecado Social

El origen del pecado social proviene del mundo, de la maldad general, que a su vez lo recibió de Satanás cuando engañó a Eva, con ella a Adán, y con él a toda la raza humana. La palabra “kosmos” del griego de la Biblia, usada por los apóstoles Juan y Pablo, se refiere al mundo. Aunque su significado se puede relacionar con lo físico, como la tierra o el universo, también se refiere a la humanidad, la cual a su vez ha sido engañada y seducida por el diablo, cuando en el jardín del Edén engañó al hombre al conseguir que este pecara a través de Eva, comiendo del fruto del árbol prohibido diciéndole que adquiriría la sabiduría y no moriría, siendo igual a Dios. Adán ya no era él solo el que pecaba, sino que eran dos, Adán y Eva. Este fue el comienzo del pecado social. Luego el pecado fue introducido en el mundo por el hombre en todas las generaciones. Los problemas que encontramos a la hora de identificar el pecado social son, en primer lugar que no reconocemos como propios los pecados del grupo, ya que no tomamos las decisiones, sino el líder, el que gobierna, el jefe, el pastor, es como una anestesia mental, porque todos lo aceptan. En segundo lugar es la pertenencia, la cual comienza en la familia, la práctica de tradiciones, la raza –un blanco no se plantea las dificultades en ciertos lugares de alguien de color– ni un no judío se plantea el odio hacia ellos. Los problemas del hambre no son relevantes en nuestro mundo, y se hace un mal uso de los recursos, mientras en países del tercer mundo la hambruna mata a millones de personas[4]. Los medicamentos o servicios médicos que no sabemos valorar, o la seguridad que tenemos mientras en otros países el terrorismo campa a sus anchas. Si los políticos que gobiernan no hacen nada, o lo hacen mal, o causan los problemas ¿qué hacemos? Aquí está un tercer y cuarto punto que tienen que ver con el egoísmo y los excesos del grupo, etnia, nación o denominación religiosa. Por mucho que hagamos a nivel individual el grupo puede ir en otra dirección. Pero el grupo puede mostrarse prepotente y hacer que seamos influenciados a mostrarnos de igual modo por defender la patria, una iglesia, un equipo de futbol de una forma no cristiana. Y por último la cuestión de la distancia, si estamos lejos del problema no lo sufrimos, no nos afecta. Antes hablamos del hambre; en este punto, nosotros no vemos el hambre extremo que sufren los que mueren por ello, ni tampoco somos afectados de lleno por el sufrimiento de los que están allí ayudando y ven que no llega ayuda, mientras se derrochan los recursos. Los pobres mueren de hambre y los ricos de los efectos de la sobre alimentación.

Para finalizar este apartado cabe señalar la influencia del relativismo en el mundo actual, esa corriente que dice que todo es relativo, que no se puede saber la verdad, que dice que el pecado no es pecado, que todo vale, etc. Esta corriente y la influencia de Freud en cuanto a la naturaleza animal interpretando que el hombre es una evolución animal, como decía Darwin, influye de forma negativa ante Dios, y hace de la sociedad un mundo enemigo de Dios, un mundo que tiene la conciencia cauterizada para hacer hechos que no convienen; todo lo contrario a lo que postulan de que el hombre va mejorando y acercándose a su perfección; lo cual es contrario a los hechos, como vemos en la corrupción política y social en todos sus estamentos en los que aparece el pecado social.

Un ejemplo relevante en la Biblia, sobre el pecado social lo hallamos cuando Pablo escribe a los Efesios, en el capítulo 2:2: “muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. 

 

El Mundo como Ente Opuesto a Dios

El “kosmos” pues, es un ente opuesto a Dios. El mal es a su vez individual-personal y social por naturaleza. Las estructuras del mal en el mundo son poderosas e influyen en las voluntades individuales de las personas. En este punto debemos mencionar que el pecado en el hombre tiene una serie de consecuencias que afectan, no solo a la vida del primer hombre que pecó: Adán, sino que es heredado por el resto de la humanidad, lo que denominamos como universalidad del pecado. Desde la caída, el mal entró en el hombre y el mundo –pues se perdió la relación con Dios.  La evidente naturaleza errada del hombre se ve por su comportamiento heredado en toda la raza humana, pues todos pecaron, a excepción de uno, Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios.

El mundo caído como sociedad, en general –aunque con las excepciones de iglesia y sus miembros que luchan por cumplir la Gran Comisión– es gobernado por principados y potestades de las tinieblas, Efesios 6:12. Estos son ángeles caídos que siguen a Satanás en su plan en contra de Dios, pero la victoria es de Cristo, pues en la Cruz Él ya venció. De esta victoria es de la que nos beneficiamos temporalmente los cristianos, hasta que se establezca lo perfecto. Si entendemos que los gobiernos del mundo, las grandes entidades que influyen a nivel social y otros estamentos, son gobernados por estas potestades, nuestro entendimiento a nivel Bíblico nos ayuda en oración y sabemos que contamos con la protección de Dios. Es por ello que nuestra relación con Dios es vital, también en esta cuestión, pues Él no guiará, nos cerrará y abrirá puertas, nos responderá para guiarnos en Su gracia. La enseñanza de Cristo sobre el pecado[5] nos aporta tanta información que la podemos ver reflejada en el mundo.

Así, pues, vemos que al igual que Él sufrió del mundo al que vino, de aquellos de la religión judía, también debemos tener precaución del pecado social en la propia iglesia, como lo fue en la sinagoga, en el gobierno, en los colegios, las universidades, en los partidos políticos, y asociaciones, en las ONGs, o en la ONU. Todas estas entidades son gobernadas por un poder superior que el hombre natural no es capaz de vislumbrar, hasta que recibe a Cristo, e incluso entonces ha de ser adiestrado por el Espíritu Santo para identificar la influencia de aquellos seres espirituales que están influenciando cada una de ellas. Sobre las iglesias, tenemos un ejemplo muy claro en Apocalipsis sobre los ángeles que gobiernan las siete iglesias en los capítulos 2 y 3. Cuando Jesús habla de sacrilegio al denunciar a los cambistas en el Templo, en Marcos 11:15, está hablando de una lucha contra las potestades espirituales que influían en el Templo. De nuevo cuando Jesús culpa de hipocresía a escribas y fariseos porque no hacían lo que enseñaban, en Mateo 23:1-36, se trata de una denuncia a los ángeles caídos que estaban influenciando su actitud incrédula y prepotente. La avaricia, en Lucas 12:15, la blasfemia en Mateo 12:22-37, así como la transgresión de la Ley en Mateo 15:3-6 porque no honraban a sus padres al no ayudarles en sus necesidades, pero si al Templo de donde recuperaban el dinero. De orgullo, de ser piedra de tropiezo, de deslealtad, de inmoralidad, de infructuosidad al no llevar frutos de Cristo, en Juan 15:16 no se trataba de denunciar en estos puntos los pecados individuales, sino los de los colectivos enteros, los cuales también pueden y deben orar a Dios, en todo tiempo para ser sanados en espíritu, regenerados a nivel colectivo.

Jesús nos enseña que el Espíritu Santo hace una gran labor desde la gracia de Dios. Se trata de la convicción de pecado, Juan 16:8. Si el hombre no está convencido de su pecado y se arrepiente, aceptando el plan divino de salvación, la sociedad y el mundo no tiene solución, como tampoco el individuo. El Cordero de Dios es quien quita el pecado del mundo, Juan 1:29. Cristo nos guarda, hasta Su venida, y en todo el mundo “…todo ojo, Le verá” Apocalipsis 1:7.

                                                                                                                               

Grandes Pecados Sociales en la Historia

Mi fe sobre la enseñanza del pecado es en base a todos estos conceptos bíblicos de la enseñaza de Cristo a nivel individual y social que hemos repasado hasta este punto. El mundo ha provocado guerras y separación por ideología, religión, política, etnia y cualquier excusa con tal de hacer que los hombres se maten entre sí, y sembrar el caos y la separación de Dios.

Desde el pecado original de Adán y Eva, al pecado de Caín al matar a su hermano Abel por envidia, porque no tuvo en cuenta a Dios. Vemos el pecado generalizado ya a nivel social en tiempos de Noé, a quien Dios mandó construir el arca. De nuevo tiempo posterior en Sodoma y Gomorra. Martín Lutero luchó contra el pecado del engaño de la iglesia corrupta ante los creyentes proveyendo la Biblia en lengua vernácula[6]. La Inquisición reaccionó y quemaba a los cristianos que llevaban en Evangelio. Su propósito era castigar la enseñanza de religión con la Biblia, y mantener su poder sobre los creyentes incultos y engañados, como explica Reinaldo González Montes en su libro[7] “Artes de la Santa Inquisición Española”.

William Wilberforce lucho contra el pecado social de la esclavitud, hasta conseguir abolirla en el parlamento británico, no sin varios fracasos previos, pero perseveró. Su gran amigo John Newton, quien fue capitán de un barco de esclavos, y quien se convirtió a Cristo abandonado el tráfico de esclavos, fue su mayor apoyo en la causa, y nos dejó el famoso himno “Amazing Grace”.  Los Nazis cometieron el pecado social atroz del holocausto judío, pero uno de los que luchó silenciosamente fue un empresario alemán, dueño de una fábrica; se llamaba Schindler. Se hizo la famosa película “La Lista de Schindler” que relata cómo salvó de la muerte a todos los judíos de su fábrica. Un progreso hubo, sin embargo fruto del atroz resultado del pecado social de la II Guerra Mundial, fue la asociación precursora de la Unión Europea, entre Francia y Alemania para que nunca más se produjera otra guerra. Y como no, la ONU, que a además de proveer un marco de estabilidad contra la guerra mundial, aprobaría la devolución de la Tierra Prometida a Israel en 1948. Pero el mayor de todos los pecados fue rechazar al Mesías Jesucristo, y lo fue a nivel nacional, a nivel étnico y a nivel social. Su Cruz y Su resurrección iniciaron la mayor transformación de la humanidad por el Evangelio, a manos de un grupo de apóstoles por todo el mundo, cuyos efectos perduran hasta hoy. 

 

Estrategia para la Batalla Social del Pecado

La primera de las claves para la lucha contra el pecado social es no caer en desánimo. Muchas veces nos preguntamos dónde y a quién ayudar. Dentro de nuestro entorno, y comenzando por nuestras familias, debemos ayudar, bien con nuestro cariño y dedicación, bien de forma económica y acciones. Luego dentro de nuestra iglesia. Después en nuestra comunidad, en nuestro país. ¿Pero qué debemos hacer cuando nos piden o queremos ayudar a las necesidades que no vemos, los que están lejos? Tenemos hermanos que son misioneros en los lugares lejanos, a los que podemos apoyar de forma económica, jurídica, relacional y en oración. Este orden de acción puede evitar caer en la inacción por no saber cómo ayudar, cuando se tiene voluntad de hacerlo. Es relevante observar cómo los países católicos y latinos tienen el mayor número de parados y analfabetos, en comparación con países protestantes. La renta per cápita y la riqueza del protestantismo, bajo la ética de la obligación moral del lucro[8] pero bajo la moral Bíblica, como decía Benjamín Franklin, al igual que Calvino, ha dado unos frutos innegables, y la mayor aportación a la obra social que se conoce. Si nuestro trabajo no da beneficios/frutos es un pecado ante Dios. También conviene reciclarse, seguir el espíritu de la Reforma, y reformarse de continuo para no quedar en el inmovilismo por causa de las tradiciones. Luego podemos aplicar la lista de Pablo en Efesios 6 cuando habla de la armadura de Dios, y añadir a nuestro caminar la escalera de 2Pedro 2 para culminar con el amor de Dios en Cristo de 1Juan 4:7-21. Si nuestra fe es grande, ella vence al mundo porque se alimenta en el corazón y la mente de Cristo por el Espíritu Santo como leemos en 1Juan 5.

Para las estrategias para seguir venciendo al pecado añadiremos a esto anterior el concepto de la regeneración, que podemos incluir o añadir al de reformarse de continuo. La sociedad como ente no puede cambiar si los individuos no cambian. Aunque esto sea una utopía no nos queda más remedio que luchar en este campo, uno a uno para ganar a los muchos, siempre que primero nos hayamos convertido en activistas del pecado social. Si todas las personas de la sociedad son transformadas, la sociedad misma se transformará[9]. Hay una creencia extendida, la depravación, que postula que aunque la sociedad y las circunstancias fueran buenas, la humanidad seguiría siendo pecadora. Por lo que si no hay transformación interna, no hallaremos cambios sociales. El libre albedrío del individuo le hace una unidad individual. Pero el enfoque evangelístico a través de grupos, dentro de la iglesia, que se apoyen entre sí para llevar la obra de cambiar a la gente para cambiar a la sociedad, mueve al individuo y los individuos al grupo, una práctica aplicada con éxito durante años por el evangelista Billy Graham[10] al organizar sus campañas envangelísticas, mediante un grupo de hombres de negocios cristianos que inició en Los Ángeles. La Reforma, siguiendo esta línea de ataque, sería entender que los problemas sociales son mayores que las voluntades de los individuos que son transformados por el Evangelio. Así, actúan tratando de reestructurar la sociedad, de tener legisladores que ilegalicen condiciones indeseables y pecaminosas de la sociedad, creen que si se cumplen estas leyes cambia el pecado social. Pero ¿cambia el individuo? Gandhi y Luther King lucharon de forma no violenta. Los negros de Montgomery, Alabama a mediados de los 1950 boicotearon los autobuses. Nosotros podemos cambiar la política de la empresa si se nos da la oportunidad, o consumir ciertos productos, etc. La Revolución sería un enfoque más radical porque entiende que las estructuras sociales están ya tan corruptas que hay que eliminarlas, no vasta ya con reformarlas. Un ejemplo es la teología de la liberación, el marxismo y el terrorismo. El mal es a su vez individual-personal y social por naturaleza. Debemos atacarlo con la combinación de todas las estrategias posibles que están bajo el Espíritu, no podemos ser revolucionarios, porque el propio Jesús no combatió de esa forma; debemos luchar de una forma cristiana, por medio de la regeneración y la reforma, bajo la oración y dirección de Cristo.

 

Conclusión

Es fundamental poder identificar las características sociales del pecado colectivo porque su naturaleza es omnipresente en la sociedad. Una vez hemos aprendido a conocer e identificar el pecado colectivo tenemos el problema de nuestro sistema democrático, que aunque parece el menor de los males en política, impone a fin de cuentas lo que una mayoría vota o el efecto de pactos. En este punto nos vemos sirviendo con nuestros impuestos a políticas contrarias a nuestra fe, a nuestras convicciones morales y sociales. Solo nos queda votar por el menor de los males y apoyar a aquellos políticos que puedan hacer triunfar sus proyectos afines a los nuestros, como fue el caso de William Wilberfoce en varias ocasiones hasta lograr el apoyo de la mayoría de la cámara en el parlamento británico para abolir la esclavitud. Del mismo modo podemos influir en nuestra sociedad, en los colegios, institutos, universidades, en asociaciones, en ONGs y en nuestra iglesia para que se haga justicia y se glorifique a Dios. Para todo ello, la oración y el trabajo en equipo son las mejores armas.

 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Juan 3:16[11]

La misericordia y el amor de Dios nos salvan y nos mantiene salvos en este mundo, por Su poder. Por medio del evangelismo podemos regenerar, y por medio de la acción a nivel social y político podemos reformar. Aquí pondremos en práctica nuestra ética personal y social, a través del amor de Dios por nuestro prójimo. A Dios sea la gloria en Cristo en nuestra sociedad, familia, entorno e iglesia, mientras peleamos la buena batalla de la fe. Amén.


 

[1]Santa Biblia. Versión Reina-Valera 1960.

[2]Vila Ventura, Samuel. Escuain, Santiago. Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado. Terrasa. Barcelona. España. Editorial CLIE, 1985. Pag. 898

[3]Ryrie, Charles C. Teología Básica. Miami, FL: Editorial Unilit, 1993. Pag. 241

[4]Organismo de la ONU para la agricultura y la alimentación. www.fao.org/index_es.ht

[5]Erickson Millard J. Teología sistemática. Viladecavalls, Barcelona. España. Editorial

CLIE, 2008, Pag. 606

[6]González, Justo L. Historia del Cristianismo. Tomo II. Miami. EE.UU. Unilit, 1994. Pag. 46

[7]González Montes, Reinaldo. Artes de la santa inquisición española. Emilio Monjo Bellido (ed.). Obras de los Reformadores españoles del siglo XVI. Colección Eduforma, Vol. IV. Sevilla: MAD, 2008. Pag. 135

[8]Weber, Max. La Ética Protestante y el espíritu del capitalismo. Alianza Editorial. Madrid, 2001. Pag.17

[9]Henry, Carl F.H. Aspects of Christian Social Ethics. Gran Rapids. Eerdmans, EE.UU. 1964. Pp. 21, 24-24, 26, 27

[10]Sánchez, José Pablo. El Predicador. Biografía de Billy Graham. Ediciones Noufront. Valls. Tarragona. España, 2010. Pag. 54

[11]Santa Biblia. Versión Reina-Valera 1960.

 

 

  • Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y llamárase su nombre: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Profecía de Isaías 9:6.


  • Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi. Palabras de Jesucristo. Evangelio de Juan 14:6.
  • Ud. quiere conocer a Dios, pero sabe que el camino no es por las religiones, ni por las sectas, ni por la sociedad. El mundo, sin Dios, ha fracasado. ...Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son... Juan 17:9. Oración de Jesús.


  • Si de verdad busca Ud. a Dios, comience hoy una nueva vida, de la verdadera mano de Dios. El Evangelio es el mensaje para todas las naciones, sin importar la raza, la procedencia ni la cultura. Dios es el Salvador de aquellas personas que le abren su corazón y se arrepienten de vivir sin El.


  • ...Así que hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. 1Corintios 15:58.

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