LA SUNAMITA
EL ALMA QUE DA CALOR
ESPIRITUAL A DIOS
Tras haber conocido el sacerdocio, en el cual un
hijo de Dios tiene el don de
empezar
el
camino
de
amar como Cristo ama, ofreciendo su alma, esa alma a
semejanza de Dios, en una intercesión o intercambio para que otros reciban una brisa del
Espíritu de Dios; Vemos ahora como en el texto de 1 Reyes 1 y 2, se nos enseña cual es
ese tipo de alma que busca Dios para "calentarse" en Su intimidad por el frío
de la inmensidad de la eternidad. Veremos también como el enemigo intenta engañar a la
iglesia para que no "sirva" a Dios.
1 REYES: CAPÍTULO 1
1 Cuando el rey David era viejo
y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no se calentaba.
El rey David es figura de Dios padre, que siendo ya
anciano por estar en la eternidad, a quien los suyos, (su pueblo) le cubren con ropas, que
son las obras del culto de las iglesias y religiones organizadas, pero no recibe Dios
calor espiritual de estos.
2Le dijeron, por tanto, sus
siervos: Busquen para mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey y
lo abrigue, y duerma a su lado, y entrará en calor mi señor el rey.
Los enviados de Dios saben que el Señor quiere
almas vírgenes que no se contaminan con los sistemas de culto, y es este tipo de alma la
que quiere que duerma a su lado; que está en la intimidad de Dios, estos tienen amor
espiritual por poner esta, su alma, por ÉL.
3Y buscaron una joven hermosa
por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag Sunamita, y la trajeron al rey. 4Y
la joven era hermosa; y ella abrigaba al rey, y le servía; pero el rey nunca la conoció.
Una joven hermosa, así se califica al alma que
quiere abrigar al Señor, y servía al rey poniendo su alma por
Él para traerle la brisa
del Espíritu, porque estas almas ya son templo del Espíritu. Pero nunca la conoció,
esto es, no tuvo relación carnal, para traer hijos de culto en lugar de espirituales, la
Sunamita es la verdadera manera de amar a Dios, pero sin embargo, ni la iglesia
en
sus
cultos, ni la
religión traen a Dios el calor espiritual que trae la Sunamita. La Sunamita: ¿eres tu de
esas almas que aman a su Dios y le abrigan en Su intimidad? ¿Eres tu Sunamita, Pondrás
tu alma por Dios?
5 Entonces Adonías hijo de
Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y de gente de a caballo, y
de cincuenta hombres que corriesen delante de él.
Adonías es Satanás, criatura de Dios que se rebela
para reinar en lugar de Dios. Y se hace de gente de ejercito propio para la lucha. Pero su
padre no le disciplina, con lo que le considera bastardo espiritual.
6Y su padre nunca le había
entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Además, éste era de
muy hermoso parecer; y había nacido después de
Absalón. 7Y se había puesto
de acuerdo con Joab hijo de Sarvia y con el sacerdote Abiatar, los cuales ayudaban a
Adonías.
He aquí la maquinación del enemigo que se busca un
sacerdote, para hacer que la religión parezca del Señor, y también capitanes de
ejercito para luchar contra los ángeles de Dios. Pero los verdaderos siervos de Dios y
Natán el verdadero profeta no le sirven.
8Pero el sacerdote Sadoc, y
Benaía hijo de Joiada, el profeta Natán, Simei, Rei y todos los grandes de David, no
seguían a
Adonías.
9Y matando Adonías ovejas y vacas y animales gordos junto
a la peña de Zohelet, la cual está cerca de la fuente de Rogel, convidó a todos sus
hermanos los hijos del rey, y a todos los varones de Judá, siervos del rey;
10pero
no convidó al profeta Natán, ni a Benaía, ni a los grandes, ni a Salomón su hermano.
Encubiertamente invita a aquellos que se aparten de
Dios revelándose al hipotético reino del enemigo, que maquina su reinado a espaldas de
Salomón el hijo del rey (Cristo), su hermano.
11Entonces habló Natán a
Betsabé madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo de Haguit,
sin saberlo David nuestro señor? 12Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para
que conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón.
El profeta de Dios, Natán; hoy cualquier profeta,
habla a Betsabé, que es la esposa de Dios, el alma de los que son Iglesia de Dios para
que su hijo, Cristo-Salomón, reine y no el enemigo. ¿Reina en ti Cristo, o tu
religión,
o
antepones
a
tu
iglesia
no
buscando
la
verdad
de
las
Sagradas
Escrituras
y
te
dejas
engañar
por
el diablo?
13Ve y entra al rey David, y
dile: Rey señor mío, ¿no juraste a tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo reinará
después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿Por qué, pues, reina
Adonías?
¿Por qué reina el enemigo en el mundo en lugar de
Cristo?. Le pregunta la iglesia a Dios.
14Y estando tú aún hablando
con el rey, yo entraré tras ti y reafirmaré tus razones.
15Entonces Betsabé
entró a la cámara del rey; y el rey era muy viejo, y Abisag Sunamita le servía. 16Y
Betsabé se inclinó, e hizo reverencia al rey. Y el rey dijo: ¿Qué tienes?
Los creyentes dependientes de iglesia, vienen a Dios
y ven a los que son Sunamita y le adoran en la intimidad de Cristo. Entonces El pregunta:
¿Que tienes?
17Y ella le respondió: Señor
mío, tú juraste a tu sierva por
Yahweh tu Dios, diciendo: Salomón tu hijo reinará
después de mí, y él se sentará en mi trono. 18Y he aquí ahora Adonías
reina, y tú, mi señor rey, hasta ahora no lo sabes.
Pues claro que Dios sabe que reina en el mundo el
diablo y también en las iglesias
y en las religiones, pero la promesa es para
que Salomón,
Cristo reine. Pero cuántos confían en Cristo y en lugar de en la
pertenencia a su sistema, o en sus propias conciencias.
19Ha matado bueyes, y animales
gordos, y muchas ovejas, y ha convidado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar, y
a Joab general del ejército; mas a Salomón tu siervo no ha convidado.
El diablo como cualquier malhechor de cualquier
película, se apresura a celebrar su victoria antes de tiempo, y se ciega en su necedad.
20Entre tanto, rey señor
mío, los ojos de todo Israel están puestos en ti, para que les declares quién se ha de
sentar en el trono de mi señor el rey después de él. 21De otra manera
sucederá que cuando mi señor el rey duerma con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos
tenidos por culpables.
Pero los ojos de los que solo confían en el Señor
están a la expectativa de que Él ponga orden y venga ya el reino de Dios en sus vidas.
Que no dependan más del culto organizado ni de la sociedad y conozcan al Señor como la
Sunamita.
22 Mientras aún hablaba ella
con el rey, he aquí vino el profeta Natán.
El profeta Natán es en realidad un enviado de Dios
para advertir al pueblo de Dios que no está teniendo crecimiento espiritual y que se
está quedando relegada por las pertenencias, los eventos, los horarios y los cultos
organizados; es más, cuando vienen a Dios los de la religión organizada, se encuentran
que con El están algunos que viven en su intimidad, ¡que sorpresa para ellos!. Si, sabe
Dios que reina en el mundo Adonías, y que perturba a Su pueblo para que no reine Cristo
en ellos, debido al sometimiento que las denominaciones tienen sobre sus discípulos.
Reine Cristo en ti y no la religión ni la pertenencia, y así serás Sunamita.
23Y dieron aviso al rey,
diciendo: He aquí el profeta Natán; el cual, cuando entró al rey, se postró delante
del rey inclinando su rostro a tierra. 24Y dijo Natán: Rey señor mío, ¿has
dicho tú: Adonías reinará después de mí, y él se sentará en mi trono?
25Porque
hoy ha descendido, y ha matado bueyes y animales gordos y muchas ovejas, y ha convidado a
todos los hijos del rey, y a los capitanes del ejército, y también al sacerdote Abiatar;
y he aquí, están comiendo y bebiendo delante de él, y han dicho: ¡Viva el rey
Adonías! 26Pero ni a mí tu siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía hijo
de Joiada, ni a Salomón tu siervo, ha convidado. 27¿Es este negocio ordenado
por mi señor el rey, sin haber declarado a tus siervos quién se había de sentar en el
trono de mi señor el rey después de él?
Natán delante de la
iglesia ora a Dios para que se
despierten los creyentes y sean alarmados de que les está siendo arrebatado el reino y la
intimidad con su Señor.
28Entonces el rey David respondió
y dijo: Llamadme a Betsabé. Y ella entró a la presencia del rey, y se puso delante del
rey. 29Y el rey juró diciendo: Vive
Yahweh, que ha redimido mi alma de toda
angustia, 30que como yo te he jurado por
Yahweh Dios de Israel, diciendo: Tu
hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono en lugar mío; que
así lo haré hoy. 31Entonces Betsabé se inclinó ante el rey, con su rostro a
tierra, y haciendo reverencia al rey, dijo: Viva mi señor el rey David para siempre.
32Y
el rey David dijo: Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, y a Benaía hijo de
Joiada. Y ellos entraron a la presencia del rey.
33Y el rey les dijo: Tomad con
vosotros los siervos de vuestro señor, y montad a Salomón mi hijo en mi mula, y llevadlo
a
Gihón; 34y allí lo ungirán el sacerdote Sadoc y el profeta Natán como rey
sobre Israel, y tocaréis trompeta, diciendo: ¡Viva el rey Salomón! Entonces el rey David respondió
y dijo: Llamadme a Betsabé. Y ella entró a la presencia del rey, y se puso delante del
rey.
Jesús entra en Jerusalén en un pollino de asna; la
mula de David para ser ungido, reconocido por la multitud en Jerusalén: Gihón es la
fuente de agua que hay a la entrada de Jerusalén y uno de los ríos del paraíso.
35Después iréis vosotros detrás
de él, y vendrá y se sentará en mi trono, y él reinará por mí; porque a él he
escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá.
El reinado del Hijo de Dios confirmado en el Antiguo
Testamento para testimonio del pueblo Judío que rechazó, a su, y a nuestro Mesías. Al
Mesías de la humanidad.
36Entonces Benaía hijo de
Joiada respondió al rey y dijo: Amén. Así lo diga
Yahweh, Dios de mi señor el rey.
37De la manera que
Yahweh ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón,
y haga mayor su trono que el trono de mi señor el rey David.
38Y descendieron
el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía hijo de Joiada, y los cereteos y los
peleteos, y montaron a Salomón en la mula del rey David, y lo llevaron a
Gihón. 39Y
tomando el sacerdote Sadoc el cuerno del aceite del tabernáculo, ungió a Salomón; y
tocaron trompeta, y dijo todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón!
40Después
subió todo el pueblo en pos de él, y cantaba la gente con flautas, y hacían grandes
alegrías, que parecía que la tierra se hundía con el clamor de ellos.
41Y lo
oyó Adonías, y todos los convidados que con él estaban, cuando ya habían acabado de
comer. Y oyendo Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué se alborota la ciudad con
estruendo?
42Mientras él aún hablaba, he aquí vino Jonatán hijo del
sacerdote Abiatar, al cual dijo Adonías: Entra, porque tú eres hombre valiente, y
traerás buenas nuevas. 43Jonatán respondió y dijo a Adonías: Ciertamente
nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón; 44y el rey ha enviado con
él al sacerdote Sadoc y al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada, y también a los
cereteos y a los peleteos, los cuales le montaron en la mula del rey;
Los cereteos y los peleteos son la guardia del rey
David que representa al ejercito de:
Yahweh
de los ejércitos, los ángeles y
arcángel
de Dios.
45y el sacerdote Sadoc y el
profeta Natán lo han ungido por rey en Gihón, y de allí han subido con alegrías, y la
ciudad está llena de estruendo. Este es el alboroto que habéis oído.
A alboroto y a estruendo, suena la
predicación de aquellos que son pueblo de Dios y no dependen ni defienden ninguna
religión ni denominación, sino al Dios eterno Jesucristo, a quien el Padre otorga el
reino.
46También Salomón se ha
sentado en el trono del reino, 47y aun los siervos del rey han venido a
bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: Dios haga bueno el nombre de Salomón
más que tu nombre, y haga mayor su trono que el tuyo. Y el rey adoró en la cama.
48Además
el rey ha dicho así: Bendito sea
Yahweh Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente
en mi trono, viéndolo mis ojos.
Un reino dividido contra si mismo. Cada uno
de los que había seguido a Adonías, el diablo, se separa de el y le dejan solo, aunque
este había montado un reino paralelo al verdadero de Cristo, incluyendo al sacerdote, al
jefe del ejercito de ángeles caídos y de potestades de los
aires
...porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes. Efesios 6.12.
49Ellos entonces se
estremecieron, y se levantaron todos los convidados que estaban con Adonías, y se fue
cada uno por su camino. 50Mas
Adonías, temiendo de la presencia de Salomón,
se levantó y se fue, y se asió de los cuernos del altar.
51Y se lo hicieron
saber a Salomón, diciendo: He aquí que Adonías tiene miedo del rey Salomón, pues se ha
asido de los cuernos del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará a
espada a su siervo.
El enemigo se asía de los cuernos del altar
para que no se pueda ofrecer sacrificio a Dios sin antes verle a él. Y pide que se le
perdone.
52Y Salomón dijo: Si él
fuere hombre de bien, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; mas si se hallare mal en
él, morirá. 53Y envió el rey Salomón, y lo trajeron del altar; y él vino,
y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa.
A su casa es al lugar reservado para el
diablo y sus ángeles. El Señor sabe la naturaleza caída del enemigo pero no le mata,
como dice la profecía
durante un tiempo es dejado.
1 REYES: CAPÍTULO 2
1 Llegaron los días en que
David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo, diciendo:
2Yo sigo el
camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre. 3Guarda los preceptos
de
Yahweh tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus
decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que
prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas;
4para que
confirme
Yahweh la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino,
andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice,
faltará a ti varón en el trono de Israel.
5Ya sabes tú lo que me ha hecho
Joab hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales del ejército de Israel, a Abner hijo de
Ner y a Amasa hijo de Jeter, a los cuales él mató, derramando en tiempo de paz la sangre
de guerra, y poniendo sangre de guerra en el talabarte que tenía sobre sus lomos, y en
los zapatos que tenía en sus pies.
6Tú, pues, harás conforme a tu
sabiduría; no dejarás descender sus canas al Seol en paz. 7Mas a los hijos de
Barzilai galaadita harás misericordia, que sean de los convidados a tu mesa; porque ellos
vinieron de esta manera a mí, cuando iba huyendo de Absalón tu hermano.
La huida espiritual como cuando Jesús huye
de entre los judíos, simboliza la negativa del Señor a combatir en ese momento de la
historia espiritual de la humanidad cuando no corresponde,
claro que el diablo siempre
intenta trastornar los tiempos pero siempre pierde. No dejemos que a nosotros nos
trastorne y asiémonos del Espíritu Santo ante toda revelación y doctrina para que no
tropecemos y oremos en todo tiempo.
8También tienes contigo a
Simei hijo de Gera, hijo de Benjamín, de Bahurim, el cual me maldijo con una maldición
fuerte el día que yo iba a Mahanaim. Mas él mismo descendió a recibirme al Jordán, y
yo le juré por
Yahweh diciendo: Yo no te mataré a espada. 9Pero ahora no lo
absolverás; pues hombre sabio eres, y sabes cómo debes hacer con él; y harás descender
sus canas con sangre al Seol.
10Y durmió David con sus padres, y fue sepultado
en su ciudad. 11Los días que reinó David sobre Israel fueron cuarenta años;
siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años reinó en Jerusalén.
A los 33 años resucitó Cristo y volvió a
su reino en la Jerusalén del cielo, la verdadera.
12Y se sentó Salomón en el
trono de David su padre, y su reino fue firme en gran manera.
He aquí que Jesucristo está sentado en el
trono de Dios, a la diestra del Padre, en el poder del Padre.
13Entonces Adonías hijo de
Haguit vino a Betsabé madre de Salomón; y ella le dijo: ¿Es tu venida de paz? El
respondió: Sí, de paz. 14En seguida dijo: Una palabra tengo que decirte. Y
ella dijo: Di.
15El dijo: Tú sabes que el reino era mío, y que todo Israel
había puesto en mí su rostro para que yo reinara; mas el reino fue traspasado, y vino a
ser de mi hermano, porque por
Yahweh era suyo. 16Ahora yo te hago una
petición; no me la niegues. Y ella le dijo: Habla. 17El entonces dijo: Yo te
ruego que hables al rey Salomón (porque él no te lo negará), para que me dé Abisag
Sunamita por mujer. 18Y Betsabé dijo: Bien; yo hablaré por ti al rey.
Regresa Satanás en el último tiempo espiritual con un
propósito muy claro: arrebatar las almas Sunamitas del sacerdocio según el orden de
Mequisedec, y pide, obsérvese que curioso, a la madre de Salomón, representando siempre
a la iglesia, que se le conceda como esposa a esta alma; la iglesia ni se da cuenta de la
petición del diablo y ciega va al Señor en oración a pedírsela.
No es la primera vez a
las puertas del siglo XXI que las iglesias y religiones ya han rechazado a los que vienen
en nombre del Señor Jesucristo, sin iglesia, para traer
la
verdad,
corregir
las
doctrinas
engañosas,
el mensaje de la intercesión por
las cargas de los hermanos dentro de la Iglesia cuerpo de Cristo,
la
lucha
para
que
la
Iglesia
en
el
mundo
una
a
sus
miembros
en
lugar
de
desecharse
unos
a
otros
por
las
diferentes
interpretaciones
de
las
doctrinas,
y han sido condenados y
rechazados como en toda la historia lo han sido los profetas.
19Vino Betsabé al rey Salomón
para hablarle por Adonías. Y el rey se levantó a recibirla, y se inclinó ante ella, y
volvió a sentarse en su trono, e hizo traer una silla para su madre, la cual se sentó a
su diestra. 20Y ella dijo: Una pequeña petición pretendo de ti; no me la
niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, que yo no te la negaré.
21Y ella
dijo: Dese Abisag Sunamita por mujer a tu hermano
Adonías. 22El rey Salomón
respondió y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag Sunamita para Adonías? Demanda
también para él el reino; porque él es mi hermano mayor, y ya tiene también al
sacerdote Abiatar, y a Joab hijo de
Sarvia. 23Y el rey Salomón juró por
Yahweh, diciendo: Así me haga Dios y aun me añada, que contra su vida ha hablado
Adonías estas palabras.
24Ahora, pues, vive
Yahweh, quien me ha confirmado y
me ha puesto sobre el trono de David mi padre, y quien me ha hecho casa, como me había
dicho, que Adonías morirá hoy. 25Entonces el rey Salomón envió por mano de
Benaía hijo de Joiada, el cual arremetió contra él, y murió.
Confirmación de la meta de Dios en la
humanidad en convertir a los discípulos, al pueblo de Dios en almas que estén en Su
intimidad. Condena a Satanás y muerte del enemigo que quería hacerse con el trono del
amor
de
Dios
en
los
hombres,
donde
al
poner nuestras vidas por el Señor y por los
hermanos,
compartimos
Su
yugo
como
el
nos
pide.
26Y el rey dijo al sacerdote
Abiatar: Vete a Anatot, a tus heredades, pues eres digno de muerte; pero no te mataré
hoy, por cuanto has llevado el arca de
Yahweh el Señor delante de David mi padre, y
además has sido afligido en todas las cosas en que fue afligido mi padre. 27Así
echó Salomón a Abiatar del sacerdocio de
Yahweh, para que se cumpliese la palabra de
Yahweh que había dicho sobre la casa de Elí en Silo.
También quita Cristo, Salomón, al sacerdote
de las religiones e iglesias de practicas ordenadas por mandamientos de hombres sobre
hombres, para que ya no haya más mentira traída al pueblo de Dios, no más levadura de la
Babilonia. Salid de ella pueblo mío para que no seáis participes de sus pecados ni
recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha
acordado de sus maldades. Apocalipsis 18.5.
28Y vino la noticia a Joab;
porque también Joab se había adherido a Adonías, si bien no se había adherido a
Absalón. Y huyó Joab al tabernáculo de
Yahweh, y se asió de los cuernos del altar.
29Y se le hizo saber a Salomón que Joab había huido al tabernáculo de
Yahweh, y
que estaba junto al altar. Entonces envió Salomón a Benaía hijo de Joiada, diciendo:
Ve, y arremete contra él. 30Y entró Benaía al tabernáculo de
Yahweh, y le
dijo: El rey ha dicho que salgas. Y él dijo: No, sino que aquí moriré. Y Benaía
volvió con esta respuesta al rey, diciendo: Así dijo Joab, y así me respondió.
31Y
el rey le dijo: Haz como él ha dicho; mátale y entiérrale, y quita de mí y de la casa
de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente. 32Y
Yahweh hará
volver su sangre sobre su cabeza; porque él ha dado muerte a dos varones más justos y
mejores que él, a los cuales mató a espada sin que mi padre David supiese nada: a Abner
hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Jeter, general del
ejército de Judá. 33La sangre, pues, de ellos recaerá sobre la cabeza de
Joab, y sobre la cabeza de su descendencia para siempre; mas sobre David y sobre su
descendencia, y sobre su casa y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte de
Yahweh.
34Entonces Benaía hijo de Joiada subió y arremetió contra él, y lo
mató; y fue sepultado en su casa en el desierto. 35Y el rey puso en su lugar a
Benaía hijo de Joiada sobre el ejército, y a Sadoc puso el rey por sacerdote en lugar de
Abiatar.
Benaía recibe orden de Salomón para matar a
Joab general del ejercito de su Padre que por su carácter y por revelarse en la
conspiración de Adonías, que es el último intento del diablo de entorpecer el
sacrificio en el altar de Dios y se coge de los cuernos. Es más, quiere morir allí y al
Señor no le preocupa porque su sangre será sobre su cabeza; se confirma culpable de
rebelión el diablo. Pero Benaía es nombrado General en jefe del ejercito de Salomón, un
alma que originalmente era sacerdote del altar por lo cual tiene libre entrada al lugar
santísimo, a la presencia de Dios. He aquí nuestro punto de referencia tras haber sido
sacerdotes hemos de luchar para ...resistid al diablo y huirá de vosotros, dijo Jesús.
36Después envió el rey e
hizo venir a Simei, y le dijo: Edifícate una casa en Jerusalén y mora ahí, y no salgas
de allí a una parte ni a otra; 37porque sabe de cierto que el día que
salieres y pasares el torrente de Cedrón, sin duda morirás, y tu sangre será sobre tu
cabeza. 38Y Simei dijo al rey: La palabra es buena; como el rey mi señor ha
dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Simei en Jerusalén muchos días.
39Pero
pasados tres años, aconteció que dos siervos de Simei huyeron a Aquis hijo de
Maaca, rey
de Gat. Y dieron aviso a Simei, diciendo: He aquí que tus siervos están en
Gat. 40Entonces
Simei se levantó y ensilló su asno y fue a Aquis en Gat, para buscar a sus siervos. Fue,
pues, Simei, y trajo sus siervos de Gat.
Los siervos de Simei son ángeles del enemigo
que en Simei, intentan restablecerse para una última atacada al reinado de Dios, pero ya
le advirtió David a Salomón sobre la maldad de este y por dos veces le fue perdonada la
vida, mas no es ésta. Estos siervos de Simei van a esconderse con Aquis que es un
encantador de serpiente, o sea uno que domina la ley para la acusación y la esclavitud a
los mandamientos. Satanás, que significa acusador, no puede ejercer en la conciencia de
las personas si no los puede condenar. Pero Cristo nos libera de la esclavitud de la ley
porque nos hace cumplidores de la mayor ley que es la del amor
de
Dios por Su Espíritu en
nosotros y estando con nosotros; Emmanuel: Dios con nosotros.
41Luego fue dicho a Salomón
que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat, y que había vuelto. 42Entonces
el rey envió e hizo venir a Simei, y le dijo: ¿No te hice jurar yo por
Yahweh, y te
protesté diciendo: El día que salieres y fueres acá o allá, sabe de cierto que
morirás? Y tú me dijiste: La palabra es buena, yo la obedezco. 43¿Por qué,
pues, no guardaste el juramento deYahweh, y el mandamiento que yo te impuse? 44Dijo
además el rey a Simei: Tú sabes todo el mal, el cual tu corazón bien sabe, que
cometiste contra mi padre David;
Yahweh, pues, ha hecho volver el mal sobre tu cabeza.
45Y el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme perpetuamente
delante de
Yahweh...
El reinado del Mesías es perpetuo. Así
Cristo reina para la eternidad.
46Entonces el rey mandó a
Benaía hijo de Joiada, el cual salió y lo hirió, y murió. Y el reino fue confirmado en
la mano de Salomón.
NOTA IMPORTANTE:
Debemos entender al Salomón
de
estos
pasajes
como la figura de
Jesucristo reinando en nosotros, en nuestras almas y en nuestras vidas. Pero cuidado, sed
sobrios y velad porque Salomón el histórico no obedeció a Dios y tomó mujeres del
mundo, que podemos entender como las ideas del mundo que nos apartan de Dios. No vayamos a
apostatar, negar al Señor y se pierda algún alma. Guardémonos de todo lo que no sea de
Dios y vistámonos de toda la armadura de Dios. LEER Y TOMAR: EFESIOS 6:10. AMEN.
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