JESUCRISTO   LA RESURRECCIÓN VIENE. HE AQUÍ QUE VIENE CON LAS NUBES Y TODO OJO LE VERÁ, Y LOS QUE LE TRASPASARON. Apocalipsis 1:7.

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LA SAMARITANA

EL ALMA QUE DEJA LA RELIGIÓN Y SIGUE A CRISTO

1Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan  

2(aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),  

3salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea.  

4Y le era necesario pasar por Samaria.  

5Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.  

6Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.

7Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.

La mujer es un alma que viene a sacar agua al pozo, que representa la búsqueda de la bendición de Dios que los discípulos de las religiones vienen a buscar a través de la practica y el cumplimiento. Entonces es cuando la persona a la que Cristo le pregunta si tiene agua o presencia del Espíritu con él, se da cuenta de que tendrá que venir a los rudimentos de su religión cada vez que quiera hablar de Dios. 

8Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.  

9La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.

La persona en cuestión,  representada por la samaritana, le pregunta a un hermano en la fe, (que en el pasaje es Cristo mismo, pero en la actualidad es un discípulo que trae a Cristo), sin que esta persona lo sepa aún, que como es que él viene a pedirle agua de Dios si es un discípulo que conoce ya a Dios. Judíos y gentiles no se tratan, o sea que en la sociedad ocurría y ocurre que los de Dios y los de las religiones, no se tratan, pero Cristo, viene a demostrar que precisamente lo que hay que hacer es tener una relación del Señor entre los que conocen y los que quieren conocer al Señor, porque el que busca halla, dice el Señor. Por lo tanto cuando alguno busca al Señor en las religiones, demos intentar presentarle a Dios libremente en Cristo, Quien es El Camino, y La Verdad y La Vida.  

10Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.  

11La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?

Si conocieses que la Verdad está en Cristo en la amistad personal con Dios y no en las religiones y en las prácticas, y que la Ley de Dios viene a demostrar que el hombre no puede cumplir la moral perfecta de Dios, por mucho que se esfuerce y que la salvación y la Puerta abierta a Dios la provee Él con su misericordia, y que el intentar venir a Dios por nuestros méritos es anticristo. Luego tu me pedirías a mi agua viva. Pero esta alma no entiende aún de donde se puede traer el agua si no se tiene o propone una forma de culto como herramienta con la que acceder al pozo.  

12¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?  

13Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;  

14mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, o eres tu mayor que toda la tradición que traemos desde entonces y con  la que bebieron el agua de Dios todas las generaciones de las que vengo hasta hoy? Cristo responde que el que crea que la tradición y la práctica traerá a Dios, descubrirá que siempre se quedará sediento, mientras que los que entren al Padre a través de la Puerta que es Cristo, entrarán en Su corazón y ya no tendrán que practicar nada, sino vivir de la mano de Dios, caminar por el Camino que es Cristo, porque el agua que bebe el que conoce a Dios produce agua para los demás y para el mismo, porque la fuente es Dios mismo.  

15La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

Precioso pasaje donde de vez en cuando se encuentran almas que están dispuestas a abandonar la religión y conocer a Dios. Merece la pena intentarlo cuando se ve a los que Le reciben alegrarse y cambiar sus vidas.

 16Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.  

17Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;  

18porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.

Los maridos son los líderes de las congregaciones religiosas que se practican y que Cristo pide que se expongan en la conversación para que sean dejados en pos del verdadero Marido que es Jesucristo, que ya no se siga a otro cabeza espiritual sino a Aquel que es la cabeza de todo principado y potestad.  

19Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.  

20Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.

 21Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.  

22Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.  

23Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.  

24Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Ya no se adorará ni este monte,  se refiere a esa religión, ni en Jerusalén que es la religión Judía, porque Dios quiere adoradores que le adoren en espíritu y en verdad. Que en cualquier lugar sean ellos el templo del Dios vivo.  

25Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.  

26Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

 27En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?  

28Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:  

29Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?  

30Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.

 31Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.  

32El les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.  

33Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?  

34Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.  

35¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.  

36Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega.  

37Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.  

38Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.

La comida que come Cristo es la misma que deben comer los que hoy son discípulos, en el sentido espiritual, requiere que se haga su voluntad en lugar de cumplir ordenanzas y practicar cultos. Entonces le es dado a aquel que sirve a Dios el participar en la siega del fruto de los que antes habían sembrado. Por esto es lo que nos enseña que a veces sembramos, pero a veces recogemos lo que no habíamos sembrado. Conclusión: debemos estar alerta y procurar predicar a cualquiera, buscar las situaciones en las que hablar la Palabra de Dios, porque no sabemos si el alma-tierra a la que estamos hablando, será ahora tierra donde plantar semilla, o de donde recoger la cosecha que otro plantó; aunque el que planta es en realidad Dios, la semilla de Cristo, a través de nosotros, solo debemos hacer lo que debemos, que es Su voluntad de interceder por nuestro prójimo y esperar la bendición de Dios para con ellos.

39Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.  

40Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.

Los samaritanos son los gentiles los del mundo, que sin embargo le piden al Señor que se quede con ellos, que se quede su presencia con ellos. Él accede a quedarse con el mundo 2 días que son 2 mil años y al tercer día resucitó, al tercer milenio.  

41Y creyeron muchos más por la palabra de él,  

42y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.

Ahora todos los que creen y conocen a Dios en Cristo, ya viven su propia vida de relación con Dios, en la libertad y sin depender de la ley ni de las practicas. Cumpliendo los mandamientos por amor a Dios, sin tenerlos como el mérito para salvarnos sino por: Si me amáis, cumplid mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y os enviaré otro consolador, para que esté con vosotros para siempre. Evangelio según San Juan 14:15.

 
  • Ud. quiere conocer a Dios, pero sabe que el camino no es por la religión organizada, ni por las sectas, ni por la sociedad. El mundo ha fracasado. ...Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son... San Juan 17:9. Oración de Jesús.
  • Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Profecía de Isaías 9:6.
  • Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi. Palabras de Jesucristo. Evangelio según San Juan 14:6. 
  • Si de verdad busca Ud. a Dios, comience hoy una nueva vida, de la verdadera mano de Dios. El Evangelio es el mensaje para todas las naciones, sin importar la raza, la procedencia ni la cultura. Dios es el Salvador de aquellos de la humanidad que le abren su corazón.

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