CABALLOS PROFÉTICOS
LOS 4 CABALLOS DE APOCALIPSIS Y LOS 4 CARROS DE ZACARÍAS
©
Carlos Padilla, Mayo 2011
Jesucristo, en Su Apocalipsis, en los capítulos 6 y 19,
y en la revelación al profeta Zacarías en el capítulo 6 nos
lleva por un recorrido que parece sacado de grandes cuentos y leyendas de conquistas de
guerreros, pero la realidad además de ser
física, lo es espiritual y se nos manifiesta a través del Espíritu de
Dios, nuestro compañero de batallas, el cual nos transporta también a la
dimensión espiritual, la más real de las dimensiones, y la más escondida
para el hombre que no ha nacido de nuevo, de lo alto, del Espíritu.
Oraba yo estos días por hallarme
escribiendo sobre los caballos y los carros proféticos porque el Señor me
pedía escribir sobre ellos para mostrar dos cosas: los tiempos
proféticos en los que vivimos, y el llamado de Dios a cada cristiano
como un caballo espiritual en el que tendrá que cabalgar y que
nos da la capacidad necesaria; y por otra parte el carro
ministerial al que pertenecemos cada uno, es decir, a qué
iglesia o congregación, o también ministerio específico. Pero es que, además, en la venida del
Reino de Dios se nos anuncia al Señor Jesucristo cabalgando
sobre un caballo blanco, y a sus ejércitos montando en caballos
blancos.
Me encontraba yo hablando con el Señor uno de estos días
al volver a casa con mi familia, y de camino pudimos pasar a ver a un amigo que tiene
animales en su campo: vacas, cabras y entre ellos tiene
también varios caballos. Nos habíamos acercado para ver unas
cabritas que habían nacido hacía pocas semanas. Siempre me ha
hablado Dios sobre la iglesia cuando he visto ovejas, cabras y
caballos. De repente me dijo este amigo: ¡mira qué caballo tan bonito tengo aquí!
y abrió una cuadra. Lo cierto es que yo recordaba aquel caballo
por su estampa imponente, pero me había olvidado de él porque
hacía tiempo que no lo veía. Furia es un caballo negro,
entero, de largas crines negras casi azuladas, precioso, con
cara y semblante simpático y con mucho carácter, pero buen
trato, aunque hay que acercarse noblemente y con autoridad. No
soy experto en caballos aunque me encantan. Lo cierto es que al
acariciarlo y transmitirle mi amistad, su trato me impactó.
Mi esposa tuvo un caballo cuando
era niña durante un tiempo, y ella me ha transmitido el
sentimiento de unidad que tenía con él. Mi hija ha podido
disfrutar unas cuantas veces de la experiencia montando uno de
los caballos de este buen amigo, y de igual modo expresa la
conexión con el animal y cómo el caballo siente tu trato, cómo disfruta
contigo al montarlo, al ir a galope, la sensación de libertad. Pero al mismo tiempo la sensación de ir encima de un amigo que
te cuida a ti.
Este sentimiento que tenemos al montar un
caballo, tanto de autoridad sobre él, pero también su autoridad,
al mismo tiempo que de amistad, es lo
que un cristiano siente cuando ha hallado el llamamiento de
Dios. Un ministerio espiritual es un caballo al que llevas tú, pero que
también te lleva a ti. Tiene la fuerza y capacidades que tú no tienes, pero
depende de ti si vas en la correcta dirección y al ritmo
correcto, ambas cosas nos las da Dios. Al fin y a la postre, será el caballo el que te llevará
cuando no tengas fuerzas, cuando estás perdido o sin dirección,
cuando te cuesta escuchar a Dios porque esté probando tu fe, y será
él, si lo has recibido de y ofrecido a Dios, quien te mantenga en el camino
que Dios te ha marcado para servirle en la Iglesia en la Gran
Comisión de predicar el Evangelio.
Es pues el ministerio y el
llamamiento de Dios el que hace que nos realicemos en la obra de
Dios al montar nuestro caballo, como dice la Biblia ...¿Y cómo
oirán sin haber quien les predique? ¿Y quién les predicará si no fuesen
enviados?... Romanos 10:15. Definitivamente debemos cabalgar en
un caballo de Dios, no podemos hacer las cosas de Dios por
nuestra propia iniciativa, confiando en nuestra propia
inteligencia, conocimientos o capacidades, sino ser guiados por
Su Espíritu y recibir la unción del ministerio y el llamamiento
de Cristo en Su Iglesia. Digo Su Iglesia, porque hay iglesias
que no son Suyas, que se llaman así pero son empresas de hombres
que han seguido sus propias ideas y tradiciones, ignorando la
Biblia y la autoridad del Espíritu Santo, así como a la única
Cabeza que es Jesucristo mismo, quien vive por la eternidad y
vuelve.
LOS 4 CABALLOS DE APOCALIPSIS
Dentro de los ministerios
del Espíritu Santo encontramos la profecía. En los Textos proféticos de La Biblia
leemos como el Señor usa en muchas ocasiones la simbología
espiritual del caballo para mostrarnos los acontecimientos
Yahweh montó sus caballos y sus carros de
victoria y se descubrió enteramente Su arco; es lo que profetizó
Habacuc en 3:8 del mismo modo que le fue revelado a Juan en
Apocalipsis 6:2 sobre el jinete del caballo blanco que leemos a
continuación:...Vi
cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres
vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. 2Y miré, y he
aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un
arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.
3Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente,
que decía: Ven y mira. 4Y salió otro
caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra
la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
5Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser
viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un
caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. 6Y
oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de
trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el
aceite ni el vino. 7Cuando
abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira.
8Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo
montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad
sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con
mortandad, y con las fieras de la tierra. Apocalipsis 6.
Como podemos ver, cada uno de los 4 jinetes de los 4 caballos
de Apocalipsis recibe una misión que llevar a cabo, lo que nos muestra que es el
caballo el que trae los dones de un ministerio, y el jinete el que lo lleva a
cabo, sea éste ángel o humano. Del mismo modo en la Iglesia, un ministerio es un
caballo, pero es el discípulo el que lo lleva a cabo. Ahora bien, el caballo nos
lo da Dios, no lo podemos escoger ni buscar nosotros mismos, pues es el Espíritu
Santo quien equipa Su Iglesia con Sus dones.
Este pasaje profético de la Escritura ocurre tras sernos
narrado que tenían que ser abiertos los 7 sellos de Apocalipsis. Para que los 7 Sellos pudieran
ser abiertos era
necesario que Uno, Santo y escogido fuese digno de abrirlos, y nadie se halló, y
Juan lloró. Pero el ángel le reveló quien sería y cómo sucedería y los
acontecimientos proféticos que traería abrirlos. Aquel era Jesucristo, el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo con Su muerte en la Cruz, el único
digno de abrir los sellos en toda autoridad de lo Alto. Lo leemos en Apocalipsis 5:6:
...Y miré,
y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los
ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y
siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la
tierra. 7Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba
sentado en el trono. 8Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres
vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos
tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los
santos; 9y cantaban un nuevo cántico, diciendo:
Digno eres de tomar
el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos
has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10y
nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la
tierra. 11Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono,
y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de
millones, 12que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es
digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la
gloria y la alabanza. 13Y a todo lo creado que está en el cielo, y
sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en
ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la
alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. 14Los
cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron
sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
En el estudio Bíblico de Pascua
2011 presenté una narración sobre el Cordero de Dios que es el León de Judá. En
Él podemos hallar al Cordero que fue inmolado y que gana el derecho, y que tiene
la santidad para abrir los 7 Sellos, porque siendo Dios, dejó el trono de la
gloria para venir al mundo y dar Su vida; el Rey de reyes y Señor de señores,
nuestro Señor Jesucristo. Puede leerlo en
CORDERO DE DIOS - LEÓN DE
JUDÁ.
Si bien hemos visto que los caballos simbolizan los
ministerios de la Iglesia en cada uno de nosotros, miembros de Cristo y en el
tiempo profético, que no tiene por que ser siempre futuro sino que también lo es
permanente, en los 4 carros veremos otra de las estructuras reveladas en la
Escritura para el ministerio de la Iglesia Bíblica.
LOS 4 CARROS DE ZACARÍAS
...De
nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían
de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce. 2En
el primer carro había caballos alazanes, en el
segundo carro
caballos negros, 3en el
tercer carro caballos
blancos, y en el cuarto carro
caballos overos rucios rodados.
4Respondí entonces y dije al ángel que hablaba conmigo:
Señor mío, ¿qué es esto? 5Y el ángel me respondió y
me dijo: Estos son los cuatro vientos de los cielos, que salen
después de presentarse delante del Señor de toda la tierra.
6El carro con los caballos negros salía hacia la tierra
del norte, y los blancos salieron tras ellos, y los
overos
salieron hacia la tierra del sur. 7Y los
alazanes
salieron y se afanaron por ir a recorrer la tierra. Y dijo: Id,
recorred la tierra. Y recorrieron la tierra. 8Luego
me llamó, y me habló diciendo: Mira, los que salieron hacia la
tierra del norte hicieron reposar mi Espíritu en la tierra del
norte. Zacarías 6.
Este Texto Bíblico sobre los 4 carros también nos revela
caballos de los mismos colores que
Apocalipsis
6 pero aquí el propósito es diferente, pues se trata de profecías de
cumplimiento permanente, me explico: los carros son ministerios de la Iglesia en
su conjunto, no de una iglesia local, sino de la Iglesia universal. Los 4
vientos de los cielos -no vientos físicos, sino espirituales- recorren la
tierra, y la Iglesia recorre la tierra en la consecución de la Gran Comisión.
Zacarías recibió la revelación unos 500 años antes de
Jesucristo, y Juan recibió la revelación de Apocalipsis hacia el 90d.C por lo
que tenemos una distancia temporal de unos 600 años aproximadamente entre las
dos profecías. Una conlleva la otra y que se completa con la Iglesia en
funcionamiento.
Es por ello que con Apocalipsis comprendemos que Zacarías nos
explica que el primer carro con caballos alazanes o rojos, sale a recorrer la
tierra, pero sin embargo no nos explica el Texto que salga el primero, sino que
nos narra primero que el carro con caballos negros seguido del carro con
caballos blancos van al norte. Por Apocalipsis 6 sabemos que el caballo negro
tiene la balanza, símbolo de la justicia, esto es, la Ley de Dios, y tras ellos
van el carro de caballos blancos, que Apocalipsis nos dice que es Cristo con la
corona y el arco. En la Biblia, primero, la humanidad recibe la Ley y luego la
Gracia, primero se nos dio la Ley y luego la Gracia. De éstos dice el Señor que
hacen reposar Su Espíritu.
Tras el carro de caballos blancos sale el de caballos overos
o amarillos, a la tierra del sur. Por Apocalipsis 6 sabemos que el caballo
amarillo es la muerte y el Hades va con él. El sur simboliza el polo opuesto al
Señor que es quien domina, y en la tierra es el polo norte el que nos guía,
símbolo aquí del Espíritu. No es casualidad que en el norte haya más riqueza que
en el sur del planeta, es simbólico de lo que pasa espiritualmente en los
continentes. Los países más cercanos al Evangelio están al norte del hemisferio,
y los más alejados en el sur.
Por último se nos dice que sale el carro con caballos
alazanes o rojos a recorrer la tierra, y de nuevo por Apocalipsis 6 sabemos que
el caballo bermejo o rojo lleva la espada, y trae que se matasen unos a otros,
es decir la guerra, y que se quitase la paz. Y a recorrer la tierra simboliza
que es algo que ocurre mientras la tierra gire, que habrá guerra y hambre
siempre porque el hombre no obedece a Dios y hace las cosas a su manera, de
forma egoísta matándose unos a otros por las riquezas.
CARRO DE ISRAEL Y SU GENTE DE A CABALLO
...Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide
lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo
Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu
espíritu sea sobre mí. 10El le dijo: Cosa difícil has pedido.
Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no,
no. 11Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí
un carro de fuego con caballos de fuego apartó a
los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
12Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío,
carro de Israel y su gente de a caballo!
2Reyes 2:9.
El profeta Elías, maestro del
profeta Eliseo, su discípulo, nos muestra como el Señor cabalga
en caballos de fuego, símbolo del Espíritu, cuyos carros llevan
ángeles en la batalla espiritual de todo tiempo. También los
santos cabalgamos y cabalgaremos en ellos. Pero lo relevante que encontramos
en este Texto, es la enseñanza de que un ministro de Dios, un
santo de Dios, un profeta de Dios es comparado y llamado "carro
de Israel y su gente de a caballo". Esto no significa otra cosa
que el ministerio personal con el que Dios ha ungido a cada uno
de sus discípulos a lo largo de la historia de Israel y de la
Iglesia. Hoy, como dice la Escritura, entendemos que todo
cristiano nacido de nuevo es un sacerdote que hace ...sacrificio
de labios que confiesan Su nombre... Hebreos 13:15, que entrega
su vida a Dios para servirle en la Gran Comisión de Mateo 28 a
la que somos llamados por el amor del Gran Mandamiento en Mateo
22:38.
CONCLUSIÓN
Por lo tanto cada cristiano ha de
saber en qué caballo cabalga, cuál es su llamado de Dios como
dice el Salmo 68:17 ...Los carros de Dios
se cuentan por veintenas de millares de millares...
Lo mismo que le dijo Dios a Abraham: ...mira
ahora los cielos, y cuenta las estrellas si las puedes contar. Y
le dijo, así será tu descendencia. Y creyó a Yahweh y le fue
contado por justicia. Génesis 15.5, y sabemos que Abraham es el
padre de la fe y que en su simiente son benditas todas las
naciones de la tierra, en su fe. Nosotros, la Iglesia somos
parte de la descendencia de Abraham por la fe en Cristo, el
Cordero que sustituyó a Isaac, en nuestro lugar, sí, Cristo nos
sustituyó a cada uno en la Cruz.
El cristiano, si quiere ser pescador de hombres
para el Reino de Dios, debe encontrar su
caballo, no puede montar el de otro, porque no le reconocerá, no
le recibirá y no irá cómodo si lo monta, ni tampoco el caballo.
Así, aquel que es predicador y siente la necesidad de predicar
debe prepararse y predicar. El que sienta pastorear la iglesia
debe prepararse para ello con el amor de Dios. Aquel que siente el llamado a ser
misionero, debe igualmente prepararse para ello. El que forma
parte de la alabanza, en alabar a Dios con música y cántico en la Iglesia
y en eventos evangelísticos. El maestro, en la enseñanza, el profeta en la
profecía. El evangelista en congregar las gentes para
evangelizarlas y dejarlas a los pastores de las iglesias. Y así
todos los dones reflejados en 1Corintios 12 y 13.
Si montas otro caballo irás incómodo, no te
llevarás bien con él, dificultará tu camino, y te impedirá ir
donde quieres y al ritmo que has de ir.
Caballos que no cabalgan bien juntos, que no son del mismo
espíritu tienen problemas de ministerio, de convivencia, distintos gustos y
distintos usos. Hay caballos para distintos usos por su
estructura, como hay ministerios distintos por su estructura,
propósito y llamamiento de Dios. Un carro de cuadrigas tiene que
tener cuatro caballos bien coordinados para correr como el
viento.
Lo vemos reflejado en la historia de un
fragmento de la película Ben Hur, cuando es invitado a
participar en la carrera de cuadrigas y prueba los magníficos
caballos blancos árabes de pura raza de un rico que se dedicaba
a las carreras de caballos, pero se da cuenta de que uno está
colocado mal y frena a todos en las curvas. Lo comenta con el
dueño y hace el cambio. El solo hecho de intercambiar dos
caballos de posición hizo que el carro corriera a la perfección
sacando todo el potencial y finalmente ganando la carrera en el
gran evento.
Del mismo modo ocurre en la Iglesia, cuando en
nuestro ministerio no estamos haciendo aquello para lo que el
Señor nos ha diseñado y llamado, no podemos realizar nuestra
visión espiritual ni el propósito de Dios, y podemos llegar
incluso a impedir el buen desarrollo del ministerio en general.
Aquí el ojo de un pastor ungido, de un pastor que ama a la
Iglesia, a los hijos de Dios, y que además conozca bien como
servir eficazmente a Dios en la Gran Comisión podrá coordinar a
todos los miembros de su congregación para que todos lleguen a
la estatura de Cristo, y como dice la Escritura, no menos, y a
una iglesia gloriosa y que cumpla con su misión. Los cristianos
que tienen ministerios externos, como evangelistas, medios de
comunicación cristianos y otros, aportan la bendición cuando
trabajan en coordinación con las iglesias de las zonas de su
influencia.
Además en la iglesia local debemos ver
claramente otros 4 caballos básicos sin los cuales el carro del
ministerio no puede correr para cumplir esa misión, y en cuya
carencia el Señor algunas veces se ve en la obligación de
quitar. Estos 4 caballos tienen que ser evidentes en cualquier
iglesia y son:
1.- La predicación del Evangelio y la autoridad
de la Palabra de Dios; la salvación por la sola fe en la Cruz de
Cristo, y las buenas obras por amor al prójimo, no como mérito
de salvación. La Regla de Oro.
2.- La convivencia en el amor de Dios de la
comunidad cristiana como familia y congregación para la gloria
de Cristo, donde todos sus miembros puedan servir con los dones
del Espíritu que Dios da. El Gran Mandamiento.
3.- La evangelización de la zona de influencia
de la iglesia preparando a los miembros para ello, a cada uno en
su ministerio, con su caballo en la Gran Comisión.
4.- La alabanza en la adoración del Señor
Jesucristo, porque sólo Él es la puerta a Dios, y la oración
tanto colectiva como en intimidad con Cristo de cada miembro.
Esta es la cuadriga de una iglesia y la Iglesia
universal Bíblica. En cada uno de estos 4 ministerios hay
caballos para cada uno de los miembros, es por ello que cuando
se lo pedimos a Dios nos muestra cual es nuestro caballo en
Cristo. Y los pastores y ancianos de las iglesias deben saber
bien y velar para que el carro de la iglesia esté perfectamente
coordinado, porque así la unción de Dios nos muestra a todos una
unidad en el Espíritu que nos permite llevar la presencia de
Dios en la misión universal de la Iglesia.
La inspiración espiritual de la coordinación de la
Iglesia nos la da el Hijo de Dios que cabalga también sobre un caballo blanco, Yahweh
de los ejércitos es Su nombre, el Rey de reyes y Señor de señores. YHWH Dios,
nuestro Gran Rey nos presenta la guerra espiritual por las almas. Pero
ésta no es una guerra física
en la que se impone la fe, espada en mano, como aún hacen algunos, pero
que sobre todo hicieron en otras épocas
de guerras santas medievales. La verdadera guerra espiritual la
ganó el Hijo de Dios en la Cruz del Calvario venciendo a la muerte y
salvando a las almas de aquellos que creemos en Su nombre y en Su salvación. La salvación de Dios
la recibimos por gracia de Dios, por la fe que es un don de Dios. El hombre no
puede salvarse por el cumplimiento de la Ley porque Dios está demasiado
alto para nosotros, si es que queremos llegar a Él por nuestra propia
justicia. Es por la fe en Su gracia y en Su amor que entramos en el corazón de Dios,
rasgado ya el Velo y abierta
la puerta, "Yo soy la puerta", dice Jesucristo, al Lugar Santísimo.
Dios ha pesado nuestros corazones antes de nuestro nacimiento, pues Él
nos conoce desde antes de la fundación del mundo.
Los caballos blancos son por lo tanto los ministerios de
poder espiritual que Dios otorga a aquellos que son Sus discípulos, Sus
hijos, Sus
amigos, Su esposa. Vientos de justicia del Altísimo. Así como otros caballos
son de distintos colores y representan distintas potestades de ejecución
de juicios de Dios.
En el estudio Bíblico de Alimento Sólido
CABALGANDO SOBRE
CABALLOS BLANCOS encontramos esta profecía del final de los tiempos.
Estos caballos blancos son además, pero principalmente,
los que Dios nos ha reservado para venir por el aire con Él en
el día de la manifestación de Su reino, cuando venga con Sus santos y
Sus ángeles. Lo vemos en el último texto Bíblico:
...Entonces vi el cielo abierto; y he aquí
un
caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con
justicia juzga y pelea.
12Sus ojos eran como llama de fuego, y había
en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno
conocía sino él mismo. 13Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y
su nombre es:
EL VERBO DE DIOS.
14Y
los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio,
le seguían en caballos blancos.
15De su boca sale una espada
aguda, para herir con ella a las naciones, y
él las regirá con vara de
hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de
la ira del Dios
Todopoderoso. 16Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este
nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Apocalipsis 19.
La revelación de nuestro Señor Jesucristo a nuestro
hermano el Apóstol Juan es de una riqueza espiritual tal para aquellos que tienen "ojos
para ver y oídos para
oír", que nos enseña cada una de las circunstancias en las que nos
veremos compartiendo con el Señor, no solo en Su venida, sino en nuestro
día a día como Cristianos. Además nos capacita para la vida nueva que
experimentamos en las obras del Evangelio que Dios ha preparado de antemano para los que
Le esperan.
Terminamos nuestro recorrido a lomos de nuestro
caballo espiritual, (al cual no debemos olvidar de cuidar,
alimentar, limpiar, montar y mostrar cariño para aprender de
él), viendo integrados los
4 caballos en la venida de Cristo al final de los tiempos.
La victoria del caballo blanco, la espada del caballo bermejo
(rojo), la balanza de la justicia de Dios regirá con vara de
hierro del caballo negro y finalmente la ira de Dios
Todopoderoso, la cual a aquellos que no aman a Dios trae la
mortandad, la espada, el hambre y el Hades en el caballo overo
(amarillo) el día del juicio final. Todo este recorrido nos abre
el panorama profético de los tiempos, viendo que están en acción
los caballos de forma permanente, pero también se completarán
estos cuatro ministerios en la venida de Cristo, todos juntos
como hemos visto en Apocalipsis 19. Nosotros, la Iglesia,
mientras tanto cabalgaremos en el caballo de la Gran Comisión,
en el Carro de Fuego del Espíritu porque vivimos ya en el Fin
del Tiempo de Los Gentiles. Los Judíos Mesiánicos aumentan, las
profecías se cumplen y la tierra de Israel está a 7 años de
cumplir 70 años desde 1948 cuando la profecía se cumplió con el
retorno de los Judíos a la Tierra Prometida.
Mas el que monta el caballo blanco se llama
Fiel y Verdadero y con justicia juzga y pelea, y Su pelea es
sobre todo para que los corazones endurecidos y rebeldes de los
hombres se ablanden y reciban la fe y
la gracia de Su salvación para vida eterna, mediante nuestra
predicación de Juan 3:16, en trato de 1Corintios 13 y Gálatas 6
y una Iglesia por la que Cristo ha muerto mientras cabalgamos
junto a Él y junto a su caballo blanco, porque Jesucristo
vuelve; sí ven Señor Jesús, Amén.
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